La Unión Europea ha acordado un embargo petrolero contra Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania. El embargo forma parte de un sexto paquete de sanciones y privará a Rusia de miles de millones de euros. Sin embargo, Hungría, Eslovaquia y la República Checa aún podrán comprar petróleo ruso hasta finales de 2023 debido a su dependencia del crudo de ese país.