Este documento discute la dimensión social de la globalización y formas de mejorar la gobernanza de este proceso. Señala que la falta de trabajo decente en América Latina amenaza la democracia y fomenta la violencia. Propone enfocarse en la creación de empleo, aplicar coherentemente políticas económicas a nivel global, fortalecer el estado de derecho y promover la integración regional de manera equitativa.
7. En América Latina, 54 millones de personas sufren de hambre y la pobreza afecta a más de 177 millones. El desempleo durante el primer semestre de este año fue de 9.4%, el nivel más alto desde 1980. En las últimas dos décadas el número de personas trabajando en la informalidad pasó de 40% a 60% de la Población Económicamente Activa. La tasa de desempleo juvenil es el doble de la tasa de desempleo promedio. La falta de trabajo decente , como lo demuestran las cifras de desempleo y subempleo, se ha convertido en una constante que fomenta una creciente marginalidad social.
8. Incertidumbre y frustración son caldo de cultivo para la revuelta violenta contra la situación imperante y sus presuntos gestores, o para la búsqueda de una entidad o personaje populista capaz de articular mensajes convincentes aunque no sean viables. La violencia y el populismo deben evitarse a través del fortalecimiento de la democracia para que responda a las legítimas demandas de las mayorías. Una reciente encuesta, en 17 países, muestra que 56% de los entrevistados apoya la democracia antes que los regímenes dictatoriales; sin embargo sólo 32% de los encuestados expresó satisfacción parcial con sus gobiernos.
9. Talante democrático, valores arraigados, laboriosidad y espíritu emprendedor son los pilares a partir de los cuales los latinoamericanos podemos aprovechar las oportunidades que ofrece la globalización. El liderazgo que se necesita hoy demanda creatividad, audacia, sacrificio y desinterés para que los valores de nuestra tradición cultural -en la que la persona humana está al centro de las demás realidades y por tanto la política y la economía a su servicio y no a la inversa- se traduzcan en proyectos viables de desarrollo integral.