Los vikingos del pueblo Mermetosti estaban tristes porque su príncipe, Mostaza Mermestosiano II, había muerto. Para elegir a un nuevo heredero, todos los pretendientes tuvieron que ir a una isla llamada Cocoisland para encontrar un tesoro escondido. Mientras los demás fueron a un centro comercial pensando que el tesoro estaba allí, un pequeño llamado Patatascon encontró el tesoro mientras orinaba, y por eso fue nombrado el nuevo príncipe del pueblo.