1. LECCIONE S
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
Ciclo 1: Puntos esenciales de su fe
Curso A: Ahora que Usted cree
Lección 5: Usted está reconciliado
Lea 2 Cor 5:17-21
Sección 1
Al terminar esta sección de la lección 5, usted debe estar en capacidad de:
A. Entender el pecado como rebeldía y división.
B. Distinguir entre los dos significados de reconciliación.
A lo largo de este curso hemos examinado unos cuantos puntos vitales para entender cómo
debe ser nuestro andar con Dios. Hemos visto que Él nos ama tal y cómo somos y qué, por
consiguiente, nos ha perdonado y redimido de los vínculos del pecado. Nuestra aceptación de
su perdón y redención por medio de Cristo ha transformado para siempre nuestra relación con
Él. En lugar de estar distanciados de Él como resultado de nuestro pecado, ahora podemos
aceptar nuestra posición como reconciliados con Dios. En esta lección veremos más de cerca
lo que significa la reconciliación en nuestras vidas y en nuestra relación con Dios.
En Griego, el idioma original del Nuevo Testamento, se usan dos palabras distintas que
nosotros traducimos con “reconciliar”. La primera la vemos en Mat 5:23-24, donde el Señor
Jesús instruye a dos amigos distanciados a reconciliarse, a restaurar sus relaciones que se han
roto, antes de presentar su ofrenda a Dios. En este contexto a un amigo se le instruye que inicie
la reconciliación yendo a ver a su amigo, disculpándose por el mal que ha cometido y/o
asumiendo su responsabilidad en el problema. Casi todos podemos entender este tipo de
reconciliación porque, en un momento u otro, hemos estado en una posición en la que hemos
tenido que acercarnos a un amigo e iniciar la restauración de nuestra relación.
En el pasaje citado con anterioridad, la palabra “reconciliar” tiene el significado de ser
reconciliación por mutuo consentimiento. Este no es el mismo tipo de reconciliación que
describe la relación de Dios con nosotros, que es de pura gracia. Mas bien, 2 Cor 5:18 usa la
otra palabra que nosotros traducimos como “reconciliación”, que tiene el significado de
“moverse hacia alguien”. La importancia de esa diferencia es asombrosa. Quiere decir que no
estamos reconciliados con Dios por mutuo consentimiento, sino porque Dios ha tomado la
iniciativa de buscarnos; básicamente Él se ha “movido hacia” nosotros para ofrecernos
Página 19
2. LECCIONE S
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
salvación sin esfuerzo alguno de nuestra parte. Él solo nos abrió el camino para entrar en una
relación restaurada con Él.
Por consiguiente, nosotros no llevamos carga alguna en esta reconciliación. Como hemos visto
durante este curso de estudios, no hay absolutamente nada que usted y yo podamos hacer
para lograr la salvación por nuestra cuenta. No obstante, la Buena Nueva es que Dios ya ha
actuado para lograr esa salvación a favor nuestro. Debido a su gran amor por nosotros, Él ha
tomado la iniciativa para reconciliarnos con Él.
La reconciliación implica que nuestra relación con Dios estaba bloqueada. ¿Qué era lo que se
había interpuesto entre Dios y nosotros para perturbar esa relación? El pecado. Con frecuencia
muchos ven el pecado en general como una lista de ciertas cosas malas que quizá cometan.
No obstante, es mejor saber que el pecado es cualquier cosa que se interpone entre nosotros y
Dios o que nos separa de Él.
Esta definición de pecado, ¿cómo profundiza o cambia su entendimiento de cuanto necesita
usted de Dios y cuán amoroso por su parte fue que Él iniciara el proceso? Anótelo en su
cuaderno.
1: ¿falso o verdadero? Dios le ha encargado a usted de restaurar su relación con Él.
Lección 5, Sección 2
Objetivo: Al terminar esta sección de la lección 5, usted debe estar en capacidad de:
A. Entender que la paz es resultado de la reconciliación, y lo que eso significa.
B. Memorizar 2 Cor 5:18 y explorar su aplicación en su propia vida.
C. Evaluar las fuentes falsas de paz y seguridad en su propia vida.
El pecado puede despistarnos. Recuerde, si el pecado en sí lucha por mantenernos alejados de
Dios, entonces ¿cómo puede cumplir mejor esa tarea?
La mejor manera en que el pecado puede mantenernos alejados de Dios es asegurarnos que
no necesitamos a Dios en nuestras vidas. Esto lo logra convenciéndonos de que somos
personas maravillosas sin la ayuda de Dios. El pecado nos hace pensar que somos superiores
Página 20
3. LECCIONE S
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
y gente justa, por nuestros méritos. Y puesto que somos humanos, caemos en la trampa.
Después de todo, nos gusta pensar que controlamos todo.
Por otra parte, Dios nos muestra exactamente qué y quiénes somos. Él pone al descubierto el
engaño y nos lleva a darnos cuenta que nuestros corazones son pecaminosos y que aun
nuestros mejores obras son inmundicia total comparadas con la santidad de Dios (Is 64:6).
Puesto que Dios es Verdad, Él no nos engañará. Aunque podamos “sentirnos” mejor
considerándonos justos y rectos, nos beneficiará más entender nuestra necesidad de redención
que sólo Dios puede brindarnos.
La Escritura dice claramente que el pecado nos ha alejado de la presencia de Dios a tal grado
que éramos considerados “extraños y enemigos” (Col 1:19-23) que vivían para sí (2 Cor 5:15).
La cruz cerró la brecha entre nosotros y Dios, permitiendo así que el hombre pecador entrara a
la presencia santa y justa de Dios. Mientras que antes estábamos separados de Él, ahora,
siendo “justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo” (Rom 5:1). Aquí la palabra que traducimos como “paz” tiene el significado más
amplio de estar atados juntos. Esto implica, entonces, que Dios no solo ha actuado para
perdonar nuestros pecados, sino para atarnos a Él de manera personal y poderosa,
restaurando así la relación que se había perdido.
2: Complete esta oración con la palabra correcta:
Dios no sólo quiere que nosotros reconozcamos nuestra necesidad desesperada de Él, sino
que también quiere que entendamos que su acto de reconciliación, por medio de la cruz, nos ha
_______________ a Él, o nos ha permitido tener paz con Él.
A. Separado
B. Divido
C. Reunido
D. Atado
3: Elija todo lo que se aplique. Hasta ahora, ¿de qué maneras ha buscado usted la paz?
A. Por medio de mis relaciones con la gente.
B. Cambiando mis circunstancias, buscando otro trabajo, cambiándome de casa, etc.
C. Aspirando a un ascenso, premio, logro o meta que conduzca al éxito
D. Por la imagen que otros tienen de mí o de la que yo tengo de mí mismo.
Página 21
4. LECCIONE S
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
4: ¿Sigue usted buscando la paz en estas cosas pese a que Dios se la ha dado por medio de la
reconciliación con Él?
A. Sí
B. No
2 Cor 5:20-21 procede a decir que debido a que cada uno de nosotros entiende la
reconciliación que Dios ha brindado, tenemos la responsabilidad y privilegio de servir como
“embajadores de Cristo”. Así como el guía conduce con todo acierto a su contingente para
internarse en un bosque porque conoce el camino, así nosotros debemos dar un paso al frente
para señalar al mundo la salida de la esclavitud del pecado.
Memorice 2 Cor 5:18
“Y todo esto proviene de Dios, quién nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación”
Ahora piense en la instrucción doble, cómo Dios nos reconcilió consigo mismo y cómo nos ha
dado el encargo de enseñar a otros acerca de Su plan de salvación. ¿Cómo se siente usted en
cuanto a su papel como “embajador” de Cristo? Escriba esto en su cuaderno.
No importa cómo se sienta usted, usted siempre ha sido y será amado por Dios. Él le ha
perdonado, le ha salvado de las garras del pecado y le ha reconciliado con Él. Usted ha sido
llamado a vivir como embajador porque eso es para lo que Él, por su gracia, lo hizo con todo
cuidado.
Este curso se ha enfocado en enseñarle lo que el Señor Jesucristo hizo por usted en la cruz y
cómo eso traduce en su nueva vida en Él. ¿Cómo piensa usted que su entendimiento del amor,
perdón, redención y reconciliación de Dios le ayudará a vivir su fe, y así vivir y desempeñar su
llamado como embajador de Cristo?
Página 22
5. LECCIONE S
PARA LA V I D A C R I S T I A N A
Aprenderse 2 Cor 5:18
“Y todo esto proviene de Dios, quién nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación”
Página 23