El documento describe la España del siglo XVIII bajo el absolutismo borbónico e Ilustración. Tras la guerra de sucesión, Felipe V impuso un modelo absolutista centralizado copiado de Francia. La Ilustración trajo ideas nuevas pero Carlos III aplicó reformas moderadas como monarca ilustrado. Pese al progreso, la sociedad seguía dividida en estamentos y la economía dependía de la agricultura, entrando la monarquía en crisis a finales de siglo.
3. 1.- El cambio dinástico y la guerra de sucesión 1.1.- El conflicto internacional 1.2.- La guerra de sucesión en España 2.- Un nuevo modelo político: el absolutismo borbónico 2.1.- Absolutismo, centralización y uniformidad 2.2.- El control de la Iglesia: el regalismo 2.3.- La reforma del ejército y la armada Índice 3.- La política exterior de los Borbones 4.1.- Las ideas ilustradas 4.2.- La ilustración española 4.3.- El despotismo ilustrado de Carlos III 4.- Ilustración y despotismo ilustrado 5.1.- La evolución demográfica 5.2.- Las actividades económicas 5.3.- La continuidad del Antiguo Régimen 5.4.- El cuestionamiento del Antiguo Régimen 3.1.- Del revisionismo a los Pactos de Familia 3.2.- La política exterior durante la segunda mitad del siglo XVIII 5.- Economía y sociedad en el siglo XVIII 6.- Carlos IV: los inicios de la crisis del Antiguo Régimen 6.1.- La crisis económica 6.2.- Las consecuencias de la Revolución francesa 6.3.- La crisis política interna
22. La continuidad del Antiguo Régimen España continuaba inmersa en el modelo social que se denomina Antiguo Régimen 5.- Economía y sociedad en el siglo XVIII Dividido en tres estamentos (nobleza, clero y pueblo llano o tercer estado) Con escasa movilidad social por la existencia de privilegios La forma de gobierno era el absolutismo monárquico Con influencias del pensamiento ilustrado La base económica era la producción agrícola En situación feudal , con amortización de las tierras y vigencia del mayorazgo Feudal: nobleza, clero y rey propietarios de señoríos territoriales y jurisdiccionales Tierras amortizadas: 70 % no se podían vender ni comprar porque estaban: - vinculadas a una familia = mayorazgo - vinculadas a la iglesia = manos muertas Mayorazgo: el hijo mayor concentraba todo el patrimonio y título nobiliario
23. El cuestionamiento del Antiguo Régimen 5.- Economía y sociedad en el siglo XVIII Algunas transformaciones empezaron a cambiar la sociedad El crecimiento de la propiedad privada libre (Jovellanos, Campomanes) La paulatina liberalización de las actividades económicas El ascenso de la burguesía impulsada por el desarrollo comercial y manufacturero Las críticas del pensamiento ilustrado y los primeros teóricos del liberalismo DOC. 22 y 23
24. 6.- Carlos IV: los inicios de la crisis del Antiguo Régimen La crisis económica A finales del siglo XVIII aparecieron graves problemas en la agricultura por la caída de los rendimientos y por las continuas crisis de subsistencia La subida de los precios provocó el malestar social con motines y disturbios Crisis también en el sector manufacturero: en las indianas catalanas y la seda valenciana En el reinado de Carlos IV confluyen tres coyunturas críticas: la crisis socioeconómica, las consecuencias de la Revolución Francesa y las dificultades políticas de la monarquía Aparición de la fiebre amarilla con mortalidad y migraciones DOC. 24
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27. Internet Edad Moderna Vídeos (política, economía y sociedad) La España de los Borbones El reformismo borbónico El siglo XVIII: los primeros Borbones Seguir
28. Cuestionarios interactivos Vídeos y animaciones La guerra de sucesión española (Artehistoria) Internet La economía en el siglo XVIII (Artehistoria) La población en el siglo XVIII (Artehistoria) El siglo XVIII Película Esquilache El despotismo ilustrado de Carlos III (Esquilache)
31. Pérdidas territoriales de España acordadas en Utrecht y Rastadt DOC. 2 DOC. 3 La guerra de sucesión en España
32. Texto: El conflicto como guerra civil DOC. 4 La invasión extranjera fue lo que desencadenó la guerra civil en el interior de España. En la Corona de Aragón, la mayoría de la población tomó partido contra los Borbones. Para explicar el rechazo resulta tentador evocar el miedo de aquellos territorios a perder un estatuto de autonomía al que estaban muy apegados. Carlos de Austria, que era un Habsburgo, parecía ofrecer garantías. En ningún momento se puso de manifiesto la voluntad de aprovechar las circunstancias para separarse de Castilla. Aragoneses, catalanes y valencianos lucharon por el régimen futuro de toda España, no por la suerte de sus patrias respectivas. La defensa de los fueros solo apareció más tarde, tras la batalla de Almansa (1707), cuando Felipe V declaró la abolición del estatuto de autonomía del reino de Valencia. J. Valdeón, J. Pérez y S. Juliá, Historia de España, 2007
34. Texto: Primer decreto de Nueva Planta DOC. 6 Considerando haber perdido los reinos de Aragón y de Valencia, y todos sus habitadores por la rebelión que cometieron, faltando enteramente al juramento de fidelidad que me hicieron como a su legítimo Rey y Señor, todos sus fueros, privilegios, exenciones y libertades que gozaban y que con tan liberal mano se les habían concedido, así por mí como por los Señores Reyes mis predecesores […] se añade ahora la del justo derecho de la conquista que de ellos han hecho últimamente mis Armas con el motivo de su rebelión; y considerando también, que uno de los principales atributos de la Soberanía es la imposición y derogación de leyes […]. He juzgado conveniente, así por esto como por mi deseo de reducir todos mis reinos de España a la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y Tribunales, gobernándose igualmente todos por las leyes de Castilla tan loables y plausibles en todo el Universo, abolir y derogar enteramente, como desde luego doy por abolidos y derogados, todos los referidos fueros y privilegios […] hasta aquí observados en los referidos reinos de Aragón y Valencia; siendo mi voluntad, que estos se reduzcan a las leyes de Castilla, y al uso, práctica y forma de gobierno que se tiene y ha tenido en ella y en sus Tribunales sin diferencia alguna en nada, pudiendo obtener por esta razón igualmente mis fidelísimos vasallos los castellanos oficios y empleos en Aragón y Valencia de la misma manera que de ahora en adelante los aragoneses y valencianos han de poder gozarlos en Castilla sin ninguna distinción. D. Felipe en Buen Retiro, por decreto de 29 de junio de 1707
35. Evolución del potencial naval español en el siglo XVIII DOC. 7 DOC. 8 División de España por regiones militares
36. Texto: Tercer Pacto de Familia DOC. 9 Los estrechos vínculos de la sangre que unen a los dos monarcas reinantes en España y Francia y la singular propensión de uno para el otro, de que se han dado tantas pruebas, empeñan a Su Majestad Católica y a Su Majestad Cristianísima en formar y concluir entre sí un tratado de amistad y unión bajo el nombre de pacto de familia […]. Artículo I. El Rey Católico y el Rey Cristianísimo declaran que en virtud de sus estrechos vínculos de parentesco y amistad, y en consecuencia de la unión que contratan por el presente tratado, mirarán en adelante como enemiga común la potencia que viniere a serlo de una de las dos coronas. Artículo III. Conceden Su Majestad Católica y Su Majestad Cristianísima la misma absoluta y auténtica garantía al Rey de las Dos Sicilias y al Infante Don Felipe, Duque de Parma, para todos los Estados, plazas y tierras […]. Tratado del Tercer Pacto de Familia, 1761
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38. DOC. 18 Texto: Los cambios en los sistemas productivos En las ciudades la producción artesanal estaba dominada por los gremios, muy numerosos, que establecían una rígida normativa que protegía a los artesanos gremiales de la competencia y que establecía los cauces de ingreso y progreso en el oficio. En ciertos casos algunos gremios consiguieron extender su jurisdicción más allá del ámbito urbano. De todos modos, ya desde la Edad Media este rígido marco gremial se había superado parcialmente, sobre todo en ciertos sectores productivos, mediante el sistema de encargos, también conocido como Verlagssystem o putting-out system , en el que un comerciante centralizaba la producción de ciertos productos, generalmente semielaborados, que eran fabricados por artesanos campesinos a tiempo parcial. M. Ardit, El Siglo de las Luces, 2007
39. Texto: Las dificultades del transporte terrestre DOC. 19 La deficiencia de la red viaria se solventaba con técnicas de transporte adecuadas, como la arriería, que, aunque primitiva, era más eficiente de lo que pueda parecer en un análisis superficial. La comunicación directa por carretera, por ejemplo, entre Valencia y Madrid por el camino más corto no existió hasta el siglo XIX. Tan solo había un camino de herradura que tenía que atravesar escarpadas montañas y profundos valles. Sin embargo, este camino registraba un tráfico considerable, en el que se especializó el pueblo de Chiva, cuyos arrieros transportaban arroz y otros productos valencianos a La Mancha conquense y traían de retorno importantes cantidades de trigo. Lo mismo cabría decir de las sedas valencianas que se llevaban a Cádiz para embarcarlas hacia América, transportadas a lomo de animal a través de una geografía sinuosa y en la mayor parte del recorrido por caminos carreteros. M. Ardit, El Siglo de las Luces, 2007
41. Texto: La inquietud en la monarquía por la Revolución francesa DOC. 26 El rey Carlos IV y María Luisa recibían cada día, como puede muy bien suponerse, una gran impresión, un choque moral con cada noticia nueva de lo que ocurría en Francia: era la época de las angustias, de las desgracias del rey Luis XVI, de la reina María Antonieta y de su infortunada familia […]. Las alteraciones de Francia eran cada día más graves; el peligro de contagio cada vez más amenazador. A un ministro viejo e irresoluto (Floridablanca) acababa de suceder otro anciano que, pasándose de extremo contrario, quería arriesgarlo todo (Aranda). La pusilanimidad de uno, la temeridad de otro, inspiraban al rey idéntica desconfianza. Provocaciones, insultos directos salían de la tribuna; el trono de Luis XVI acababa de hundirse; la república le había sustituido y no se hablaba sino de revolucionar los Estados vecinos, de llevar a ellos la propaganda y la guerra. Ya la invasión había tenido lugar en el norte; Luis XVI, jefe de la familia de los Borbones, con la reina y sus hijos, prisioneros, iban a ser juzgados. M anuel G odoy , Memorias, 1836