1. IMMA MARÍN
Presidenta de IPA
España (Asoc. Int.
por el Derecho de
Niños y Niñas a
Jugar). Directora de
Marinva, consultoría
especializada
en educación,
comunicación y
formación a través
del juego.
REGALARNOS
Navidad LA
Vestirnos de Reyes Magos o de Papá Noel
y preparar la noche más mágica del año puede
convertirse en un fabuloso proyecto familiar.
E
n nuestras cada vez más aje- fancia, es ante todo una actitud vital
treadas vidas, llenas de res- que trasciende la compra de los ju-
ponsabilidades y con menos guetes. Ese punto de partida nos
tiempo libre, la Navidad se ayudará muchísimo por una sencilla
cruza ante nosotros como un con- razón: nos quitará la presión de com-
junto de responsabilidades a cum- prar, comprar y comprar, para recor-
plir: comidas familiares, felicitacio- darnos que el mejor juguete que po-
nes a enviar y, sobre todo, la compra demos regalar a nuestros hijos
de regalos a amigos, familia, y es- somos nosotros. Y que si afrontamos
pecialmente a nuestros hijos, sobri- estos días con humor, alegría y sen-
nos, ahijados. Los juguetes están tido común, no sólo nos divertire-
estos meses en el orden del día de mos, sino que conseguiremos unos
nuestras conversaciones. La televi- excelentes aprendizajes.
sión emite continuamente anuncios, El primero de ellos: el juego es
los escaparates están a rebosar, re- una necesidad. Son las ganas de sa-
cibimos numerosos catálogos en ber, imaginar, explorar. Esas ganas
casa... Sin olvidar que nuestros niños se nutren significativamente de de-
y niñas, en cuanto aprenden a seña- seo, ilusión, sueños. Y para desear
lar −y no digamos a hablar− piden, algo hay que sentir, necesariamente,
piden y piden. su carencia. En esta línea, no es ne-
En este momento, se hace nece- cesario que los Reyes Magos traigan
sario recordar –¡por nuestra higiene a los niños todo lo que piden, aunque
mental y la de nuestros niños!− que aquello que traigan sí debe conver-
jugar, la actividad principal de la in- tirse en algo significativo.
2. Unas fiestas
para recordar
Lo sabemos: en este torbellino de ce-
lebraciones es fácil acabar haciendo
y compartir reparar en la magia que supone que,
en una sola noche, puedan llegar a
multitud de regalos como muestra de ● Aquellos juguetes que tanto de-
las casas de todos los niños y niñas
nuestro cariño y dedicación. Sin em- seamos cuando éramos pequeños del mundo. Eso favorecerá que en-
bargo, debemos considerar que los pa- no tienen por qué ser deseados por tiendan por qué debemos esforzar-
dres excesivamente generosos des- nuestros hijos. ¿Por qué no nos re- nos en facilitarles la tarea, y que se-
conciertan a los niños. Si convenimos galamos nuestro propio juego o ju- guro que les resultará imposible traer
que educar no sólo es acompañar, sino guete y lo compartimos con ellos? todo lo que deseamos.
también corregir y contrariar (y con- Disfrutaremos como críos. Debemos ayudar a nuestros hijos
trariarse), observamos que en estas a decidir qué pedir y a qué renunciar.
fechas, a menudo, renunciamos a la Y lo maravilloso que puede resultar
vocación de intentar que los niños se pedir también para los demás. Aho-
esfuercen y caemos en la trampa de ra bien, los Reyes agradecerán car-
bajar la guardia. tas no muy largas, así que más vale
Vivir estas fiestas con emoción, poner lo más deseado lo primero, ya
alegría y como un espacio privilegia- que si acaban trayendo dos o tres co-
do de conocimiento mutuo, compli- sas, ¡seguro que aciertan! Por otra
cidad y diversión, es más sencillo de parte, si como adultos, dentro de la
lo que creemos. Empecemos con una idea de vivir estas fiestas como un pro-
buena carta repleta deseos. yecto familiar, también escribimos
nuestra carta, compartimos con los ni-
Desear con el corazón ños nuestra coherencia, ya que com-
Imagina por un momento una carta probarán que tampoco pedimos mu-
que empieza con un “Quiero…”. Posi- chas cosas y nos conformamos con lo
blemente será tipo lista de la compra, que finalmente nos traen los Reyes
llena de “cosas”: una moto, un tren, Magos. Además, dispondremos de
● Antes de ir de compras debería-
una muñeca. Es un punto de partida una oportunidad única para compartir
mos respondernos a tres pregun-
que nos centra en nosotros mismos. ilusiones y deseos.
tas: qué necesitan, qué desean y
Ahora, cambia el encabezamiento
qué tienen... sin olvidar que los ju-
por un “Deseo…”. Ante nosotros se Magia sobre el papel
guetes se regalan, no se imponen.
abre un mundo evocador: deseo es- A los Reyes y a Papá Noel les gusta
tar más rato con mis padres, ver a los ● Esforcémonos en no confundir que les expliquemos cosas. Estaría
abuelos más a menudo, cenar pizza el precio del regalo con su valor. El bien que les escribieramos con buena
todos los viernes… Incluso podemos precio es la parte económica y su va- letra, procurando no cometer faltas ni
expresar los deseos materiales de lor es la parte moral, emocional, hacer borrones, facilitando así la lec-
otra forma: deseo una muñeca para afectiva y lúdica. Una pelota sencilla, tura a Sus Majestades. Mientras lo ha-
poderla cuidar y querer. una varita mágica o un casco de cemos, estaremos educándoles en va-
Otro aspecto que podemos incor- bomberos pueden ser de un enorme lores tan fundamentales como la
porar para disfrutar de las fiestas es valor para un niño o una niña. generosidad o la preocupación por los
vivir la visita de los Reyes como un ● Regalemos con moderación. No demás, y también en el cuidado por los
proyecto familiar. Eso significa que tiremos la casa por la ventana ni les detalles y el trabajo bien hecho.
toda la familia está implicada y que, convirtamos en niños hiperregala- Cuando llegue el momento de es-
por lo tanto, todos participamos en dos. Si regalamos continuamente coger los juguetes –que no será lo
la decisión de qué les pedimos, qué cosas a nuestros hijos no tendrán único que pidamos−, nos resultará
les explicamos, qué encontrarán en defensas para cuando no puedan de gran ayuda ver de vez en cuando
nuestra casa… Que todos lo vivimos conseguir aquello que quieran. los anuncios de televisión con ellos,
de una manera única y especial. ● No olvidemos que el mejor rega- mirar los catálogos, comparar, ir a
Tras este arranque, ya podemos lo que podemos ofrecerles, el más tiendas especializadas a ver los ju-
pensar en la carta. Antes de empezar deseado por las criaturas, es, sin du- guetes que les gustan... y a descubrir
a escribirla, nos puede ayudar hablar da, nuestro tiempo. Dediquémosles otros que no aparecen en los catálo-
con los niños de los Reyes de Orien- mucho y de calidad. Disfrutemos de gos y no nos enseñan en la televi-
te o de Papá Noel, explicarles sus ellos y con ellos. Aprenderán muchas sión. Los niños sólo pueden pedir
historias como un cuento y hacerles cosas valiosas, y nosotros también. aquellos juguetes que conocen y si
tu bebé 000
3. Disfrutar
sin caer en
el exceso
su única fuente de información es la Hay que ir con cuidado con la ● Convendrá asegurarnos de que la
televisión y los catálogos, su carta superabundancia de juguetes calidad del juguete no se refiere sólo
podrá ser larga, pero seguramente y, en cambio, fomentar la va- a la durabilidad del material, sino tam-
también muy limitada. riedad. Gestionar un gran nú- bién a que cumplan la finalidad para la
mero de estímulos en forma de cual han sido creados.
Regio sentido común regalos no siempre es fácil. ● Los niños actúan muchas veces in-
Cartas en ristre, llega el momento de Nos ayudará: fluidos por la televisión y lo que tienen
ejercer nuestro papel como Reyes Ma- ● Explicar por qué queremos ese sus amigos. Es necesario observar de
gos con todos los honores y responsa- juguete, qué haremos con él, con todos los juguetes que pide cuál le ha-
bilidad. Los criterios que nos pueden quién jugaremos, dónde jugare- ce más ilusión y por qué.
ayudar a la hora de escoger son: mos. A parte de ayudarnos a ● Hay que evitar los juguetes que fo-
● Cada niño tiene unas necesidades pensar bien lo que escogemos, mentan valores negativos, pero hacer-
lúdicas y psicopedagógicas distintas y nos “agotaremos” antes de es- lo con la complicidad del niño. Si pro-
hay que conocerlas. Que un juguete cribir y tendremos su ciente con hibimos taxativamente, corremos el
nos guste a nosotros no vale, ni tampo- un número reducido de regalos. riesgo de provocar el efecto contrario.
co pensar que a todos los niños de la A menudo, somos los adultos los que
● Si escribimos las cartas entre
misma edad les gusta lo mismo. convertimos un juguete en sexista
toda la familia podemos llevar a
Ilustraciones: Alicia Verde, 4 años; Sofía Torrado, 8 años; Júlia Bausells, 5 años; Alberto Stampa, 5 años.
● Hay que escoger según su edad y su cuando lo ofrecemos a una niña y lo
cabo alianzas que minimicen el
capacidad física y psicológica. prohibimos a un niño.
número de regalos –pues el mis-
● El juguete debe estimular cualquier ● Aprovechemos el asesoramiento
mo aparece en varias cartas–.
aspecto del desarrollo: motriz, cogni- que podemos recibir de ludotecas y
Además, los regalos conjuntos
tivo-afectivo y social. Conviene esco- tiendas especializadas. No siempre las
acostumbran a ser muy bien re-
ger juguetes que no limiten las posibi- cajas de los juguetes nos dan toda la
cibidos por los Reyes, por lo que
lidades de juego. información que deseamos.
tenemos muchas más posibili-
● No debemos creer que sólo son bue-
dades de que nos los traigan.
nos los juguetes que duran muchos Cuidar los preparativos
años, ni pensar que los únicos o mejo- ● También podemos pedir com- La carta ya está enviada. La espera
res juguetes son los que se pueden plementos de un regalo. Por −que no el agobio− se vive con emo-
comprar: ningún juguete en sí mismo ejemplo, si los Reyes traen la bi- ción. Es el momento de preparar la ca-
garantiza el juego. Es bueno facilitar ci, diferentes miembros de la fa- sa para la llegada de Sus Majestades y
que creen sus propios juguetes: cajas milia pueden traer los acceso- de nuevos compañeros de juego. Los
que se convierten en coches o camitas rios: un casco, ropa adecuada, pequeños tienen vacaciones y, por lo
para las muñecas, pinzas de la ropa las protecciones… tanto, disponen de tiempo para poner
convertidas en personajes... ● Combinar regalos “físicos” con a punto su habitación: ¡un túnel de la-
● Escogeremos los que cumplan la regalos “intangibles” en forma de vado para los coches y una sesión de
normativa CE (una etiqueta lo indica), tiempo para compartir, espectá- peluquería −compartida por toda la
que certifica que son seguros. Ade- culos, una cena en un restauran- familia− para los muñecos no vendría
más, tienen que llevar las instruccio- te que al niño le entusiasme, un nada mal! Además, es una buena idea
nes, como mínimo, en castellano. canguro con su tío favorito… preparar una buena bienvenida a los
000 tu bebé
4. SERÍA FANTÁSTICO QUE LOS REYES NOS ESCRIBIERAN
Reyes, a los que podemos dejarles a la mañana más especial del año. Y Combinemos todo ello con un desayu-
un dibujo o una corona, además de con el trabajo bien hecho, y antes de no especial, una buena taza de choco-
comida y bebida para que se repon- ir a dormir, unos minutos de relax late caliente, dulces navideños… An-
gan del viaje y de una noche muy in- dando buena cuenta de los turrones demos en pijama, sin prisas, si es lo
tensa. Son sólo pequeñas acciones y brindando con cava. ¡Y es que so- que nos apetece. Fotografiémonos con
que fomentan en los niños una mayor mos unos excelentes Reyes Magos! nuestros regalos. Regalémonos tiem-
ilusión y valoración de los regalos po y dedicación, pues eso es lo que
recibidos, basándolos en la magia El amanecer deslumbrante quedará impregnado en el recuerdo
vivida y en su pequeño esfuerzo per- Llega el gran momento. Los Reyes han de nuestros pequeños y será una in-
sonal. Y, tal vez, si lo hacemos, los pasado por nuestra casa y ésta amane- yección de felicidad para todos.
Reyes dejen constancia de que han ce llena de luz e ilusión. En primer lu-
leído nuestra carta y que nos cono- gar, si Sus Majestades han contestado Gestionando la abundancia
cen bien. Y tal vez, sólo tal vez, sería a nuestra carta, la leeremos en voz al- Nadie quiere perderse la oportunidad
fantástico, que los Reyes nos contes- ta y la agradeceremos. de regalar; a todos nos gusta hacerlo.
ten, nos feliciten por los esfuerzos, La entrega de regalos puede ser Pero esta manera de ser puede tener
nos animen a seguir creciendo, nos una simple acción de desenvolver un una consecuencia ineludible: una gran
alerten de aquello que debemos me- paquete tras otro, o la podemos con- cantidad de regalos que debemos ges-
jorar. A todos y cada uno de los vertir en una aventura fascinante que tionar. El pacto previo con la familia
miembros de la familia, por supues- haga de todo el proceso un juego extensa habrá sido uno de los momen-
to, no sólo a los pequeños de la casa. apasionante, algo especial, feliz y tos cruciales, así como convenir entre
Recibir una carta dirigida a todos, significativo. Las ilusiones y el cari- todos qué es lo mejor para los niños
con unas líneas para cada uno, sin ño no son proporcionales al número como personas responsables de su
duda sería un impacto que nos deja- de regalos sino, más bien, a la forma educación que somos.
ría un recuerdo imborrable. en cómo se ofrecen y reciben. Podemos plantearnos tranquila-
Abrámoslos de uno en uno y mente valorar y agradecer los rega-
Una noche extraordinaria aceptémoslos con curiosidad, ale- los, y guardar algunos para disfru-
Quedan pocas horas. Los pequeños, a gría y agradecimiento. Sólo así deja- tarlos y redescubrirlos más adelante.
la cama muy pronto −no vaya a ser que rán atrás su condición de “objeto” y También podemos optar por dejar
los Reyes Magos los encuentren des- recuperarán el valor emocional y alguno de ellos en casa de los abue-
piertos y pasen de largo−. Una vez to- cultural que poseen. Podemos incluir los o tíos, de manera que cuando va-
do esté en silencio, a disfrutar de un en todo este ritual el aprecio por las yamos a visitarles los encontremos
gran momento para los padres. Ador- cajas, los lazos, los papeles de en- y podamos jugar con ellos. En cual-
nar el salón, esconder los regalos, en- volver regalos o los adornos, que quier caso, si eso es lo que nos ocu-
volverlos, prepararlos con mimo e ilu- también tienen su valor. rre, debemos buscar y pactar solu-
sión, como nos hubiera gustado a ciones creativas e ingeniosas,
nosotros. Si los niños están profunda- siempre desde el sentido común y el
mente dormidos, darles un beso con buen humor y, en la medida que la
maquillaje dorado o rociarlos leve- edad de los niños lo permita, en com-
mente de purpurina puede crear un plicidad con ellos.
efecto mágico que dé más luz si cabe
ABRAMOS LOS REGALOS UNO A UNO
CON CURIOSIDAD Y AGRADECIMIENTO