5. En toda iglesia fuerte existe un culto de adoración
inspirador y edificante.
Toda iglesia fuerte tiene un Culto de Adoración que
provee un entorno donde las personas experimentan
la presencia de Dios y salen renovados en su
compromiso de obedecer y servir a Dios.
6. Hechos 2: 46-47 dice:
“Y perseverando unánimes
cada día en el templo, y
partiendo el pan en las
casas, comían juntos con
alegría y sencillez de
corazón, alabando a Dios, y
teniendo favor con todo el
pueblo…”
La NTV traduce en un lenguaje más sencillo diciendo:
“ Adoraban juntos en el templo cada día…
todo el tiempo alabando a Dios…”
7. Hch.13:1-3 nos habla que la Iglesia de Antioquia tenía
también su culto de adoración donde la presencia de Dios
se manifestó y renovó su compromiso de obedecer y servir
a Dios. El texto dice:
“Había entonces en la iglesia que estaba
en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé,
Simón el que se llamaba Niger, Lucio de
Cirene, Manaén el que se había criado
junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
Ministrando éstos al Señor, y ayunando,
dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé
y a Saulo para la obra a que los he llamado.
Entonces, habiendo ayunado y orado, les
impusieron las manos y los despidieron.”
8. La NTV dice en el v.2: “Cierto día,
mientras estos hombres adoraban
al Señor y ayunaban, el Espíritu
Santo dijo: «Consagren a Bernabé
y a Saulo para el trabajo especial al
cual los he llamado».”
Y otra versión haciendo énfasis en el
culto dice: “Un día, mientras estaban
celebrando el culto al Señor y ayunando,
el Espíritu Santo dijo: «Sepárenme a
Bernabé y a Saulo para el trabajo al cual
los he llamado.» (Biblia habla Hoy)
9. “El ministrar al Señor”, o “adorar al Señor” o
“estar celebrando el culto al Señor” son
traducciones de una sola palabra griega que es
“leitourgéo”, de la cual proviene al palabra liturgia,
y que significa un servicio público, y en este caso
significa celebra un culto público al Señor.
10. En este culto estaban reunidos los
líderes y toda la iglesia, pero lo
más importante, todos estaban
atentos a escuchar a Dios, que
cuando Dios habló por medio del
Espíritu Santo todos obedecieron
y enviaron misioneros.
Un culto de adoración es inspirador y edificante
cuando se experimenta la presencia de Dios por
medio de su Palabra y donde los creyentes al
escuchar su voz la obedecen.
11. El Culto de Adoración tiene el propósito, como
su nombre lo indica, adorar a Dios.
En un culto de adoración
centramos toda nuestra atención en Dios,
en Su Palabra, en lo que Dios quiere decirme,
en lo que Dios quiere hacer con mi vida.
12. Por eso, al llegar temprano al culto de adoración,
lo primero que debemos hacer es orar a Dios:
“Señor, gracias por haberme traído con bien hasta
tu casa, quiero que hables a mi corazón, quiero
que me enseñes lo que tengo que aprender, abre
mis oídos espirituales para escuchar, creer,
aceptar y practicar tu palabra”
13. Tener un culto de adoración
inspirador y edificante,
donde la presencia de Dios
se manifieste y salgamos
renovados en nuestro
compromiso de obedecer y
servir a Dios va a contribuir
a que una iglesia sea fuerte.
14. Mucho depende de nuestra actitud, de cómo venimos para
adorarle.
1. Necesitamos que nuestra
mente y corazón estén
preparados para centrarse
exclusivamente en Dios sin
que nada lo perturbe. Así
que Al llegar al culto ore
a Dios y prepárese
mental y espiritualmente
para adorarle.
15. 2. Necesitamos recordar dos cosas
que nuestro Señor Jesucristo
nos pide para una verdadera
adoración.
Juan 4:23 y 24 dice:
“Pero viene la hora, y ya llegó,
cuando
los
verdaderos
adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque
también el Padre busca que lo
adoren tales adoradores. 24 Dios
es Espíritu; y es necesario que
los que lo adoran, lo adoren
en espíritu y en verdad.”
16. Podemos interpretar “en espíritu y en verdad de 2
maneras:
1) Adorar a Dios en espíritu y
verdad podemos interpretarlo
como adorar a Dios con
llenura del Espíritu Santo y en
obediencia de la Palabra de
Dios. Y…
17. 2) Adorar a Dios en espíritu y
verdad podemos
interpretarlo como adorar
a Dios con todo nuestro
espíritu, alma y cuerpo,
es decir, con todo el
corazón y el alma,
¡Adorarle de verdad!
¡Adorarle de veraz!
Con ganas y entusiasmo.
18. Una Iglesia Fuerte
tiene un Culto de Adoración
inspirador y edificante,
donde las personas experimenta la presencia de Dios y
salen renovados en su compromiso de seguir
obedeciendo y sirviendo a Dios.