El documento propone que Guatemala se convierta en un país más próspero e incluyente a través de dos áreas fundamentales: la reforma del Estado para mejorar el marco legal y la función pública, y una gestión de gobierno facilitadora que cree un entorno propicio para el emprendimiento ciudadano y la productividad. Estas acciones generarán un aumento en la productividad y reducirán la pobreza y aumentarán el bienestar.