Un holandés y una colombiana se conocieron en Barcelona. Él quería aprender español y ella quería aprender holandés. Ambos eran observadores, curiosos, inquietos e inteligentes. Disfrutaban de viajar y tomar fotografías de cada sitio a donde iban. Juntos hablaban en inglés, holandés, francés y catalán. Compartían el deseo de vivir y trabajar en el extranjero.