El documento discute cómo el poder ya no está basado en el acceso a la información, sino en saber qué hacer con ella. Afirma que las personas que pueden administrar y coordinar la información de manera efectiva tienen poder, y que las redes sociales digitales han aumentado el poder económico de aquellos que saben cómo utilizarlas.
1. UNIDAD 1 – ACTIVIDAD 2.
“Los Señores del Aire tienen un poder basado en las redes de interacción virtual desarrolladas
con las nuevas tecnologías de información y comunicación”
Hasta hace unos años atrás afirmábamos que el poder era de quienes tenían el acceso a la
información. Hoy este acceso está al alcance de una gran cantidad de personas en el mundo.
Hoy afirmamos que el poder lo tienen quienes saben qué hacer con esa información.
La información en sí misma no es poder, sino que el poder lo tiene quien sabe qué hacer con la
información, cómo se administra o como señaló en algún momento el ex Presidente español
Felipe González: “No somos capaces de comprender que ya la información en sí no es poder; sino
la administración y la coordinación razonable de la información, para obtener resultados
operativos. El liderazgo no se demuestra por disponer de información, sino por la capacidad de
producirla y utilizarla.”
Ya no podemos desconocer la creación de una nueva disciplina dentro de las Ciencias
Económicas que precisamente se dedica al estudio de los efectos de la Información sobre la toma
de decisiones. La Economía de la Información.
El valor de la información puede ser como una mercancía, un producto, un servicio o una
experiencia y dicho valor aumenta a lo largo de este contínuo.
Hoy día se calcula que sólo en España existen más de 15.000.000 de usuarios de Facebook.
Las grandes fortunas del mundo están ligadas o relacionadas con la computación y el manejo de la
información.
Facebook ha permitido la creación de 20.000 puestos de trabajo indirectos en España.
Las redes sociales digitales han aumentado el poder económico, dado que en otras
instancias, como la política, las características de transparencia, espontaneidad, naturalidad y
diversidad del conocimiento, resultan muy difíciles de alcanzar.
Esta situación ha puesto a estos grupos de riquezas en situación de privilegio.