Este documento describe la muerte y sepultura de Jesús. Explica que Jesús fue enterrado en la tumba de José de Arimatea para confirmar su muerte, y que descansó en el sábado según el mandamiento que él mismo había establecido. También señala que aún en silencio desde la tumba, Jesús continuó predicando y enseñando a vivir con austeridad y aceptar la voluntad de Dios.