11. Un poco más
adelante vio a
Santiago, hijo de
Zebedeo, y a su
hermano Juan,
que estaban en la
barca repasando
las redes.
12. Los llamó, dejaron
a su padre
Zebedeo en la
barca con los
jornaleros y se
marcharon con él.
Palabra del Señor
13. Hoy se nos expone el primer mensaje de Jesús
en su predicación.
14. Evangelio significa la
Buena Noticia. A
veces cuando uno se
pone a leer el
periódico u oír la
radio, quisiera leer o
escuchar alguna
buena noticia; pero
con frecuencia lo
único que se
encuentran son malas
noticias: gente que se
mata, otros que
mueren de hambre.
15. Hablar de Dios en muchas
religiones es hablar de
miedo, de lejanía, de
tirantez, de seriedad.
Jesús nos dará la
buenísima noticia:
16. La buena
noticia es que
Dios es nuestro
Padre, que nos
quiere de
verdad y desea
nuestra
felicidad.
17. Dios ha venido
para decirnos que
somos sus hijos que
el mundo está
hecho en justicia,
verdad y paz.
Muchos no se lo
creen; pero hay
muchas personas
que viven esta
realidad del
Evangelio con pleno
gozo.
18. Y, si Dios es nuestro Padre, Evangelio es
decir que somos hermanos. Pero no sólo
decirlo de boca, que parece muy bonito,
que eso es más difícil.
19. Y, si Dios es
nuestro Padre,
Evangelio es
mirar más hacia
el cielo como
niños y saber
darle gracias al
nacer el día y al
hacer camino.
30. El evangelista quiere
enlazar a Jesús con Juan
Bautista, el precursor.
Éste había dicho que el
Reino de Dios estaba
cerca. Hoy Jesús anuncia
ese Reino de Dios como
algo ya presente. Porque,
aunque parece decir la
misma frase “el Reino de
Dios está cerca”, antecede
una frase tremenda y
esperanzadora: “Se ha
cumplido el plazo”.
31. Las palabras de Jesús
son de bendición, no de
amenaza. Se ha cumpli-
do el plazo significa
que ha llegado el
tiempo en que la
misericordia de Dios se
derramará por toda la
tierra. Estamos ya en el
tiempo de la gracia.
Es un mensaje de alegría, de
optimismo, de acción de
32. En otra ocasión Jesús dirá: “El Reino de Dios
está en medio de vosotros”.
“Se ha cumplido el
plazo”. Ya está la
redención.
Alegrémonos. Pero
también es una frase
comprometedora. Y
Jesús sigue diciendo
lo que nosotros
tenemos que hacer.
33. Son dos partes de un mismo acercamiento a
Dios. La primera parte trata de quitar el mal,
por eso tenemos que convertirnos.
El convertirse no se
trata de cambio externo,
sino de un cambio
interno, del corazón. Y
para cambiar el corazón
hay que comenzar por
cambiar la mente.
34. La conversión es un cambio de mentalidad para
acomodar nuestra vida a las enseñanzas del Evangelio
Por eso debemos creer en el Evangelio. Esta es la parte
positiva. Pero creer no sólo en teoría sino en la práctica.
Se trata de ver nuestra vida a la luz del evangelio.
Por eso se
necesita una
transformación
profunda y vital
en los modos
de pensar y
actuar.
35. Para realizar este plan y dar la buena noticia, Jesús
quiso escoger ayudantes, que propagasen la fe entonces
y después por medio de sus sucesores.
Hoy nos habla el
evangelio de la llamada
decisiva a los cuatro
primeros apóstoles..
Eran dos parejas de
hermanos.
36. Andrés y Juan evangelista ya le habían seguido a Jesús
por la indicación del bautista. Ellos mismos habían
llevado a sus hermanos a la presencia de Jesús.
Seguían a Jesús, pero continuaban en su trabajo
ordinario, que era la pesca.
Hoy se habla
de la llamada
de Jesús para
seguirle
plenamente.
37. Aquellos hombres eran pescadores normales. No
destacaban por su formación o cultura; o por sus
talentos naturales ni siquiera por su santidad; ni por su
riqueza o pobreza.
Escogió a gente
normal, más bien
humilde, para que
todos podamos dar el
sí al Señor, cuando nos
lo pida.
38. Hoy en la primera lectura se pone como ejemplo de
conversión a la ciudad de Nínive. Lo curioso es que se
realiza a través de un profeta, Jonás, que no cree
mucho en la misericordia de Dios.
Dios le pide que
predique la
conversión en Nínive,
ciudad muy grande
en extensión y en
maldad. Debe decir
que en 40 días será
destruida.
39. Tiene miedo
de Dios; y
cree huir de
Él subiendo
a un barco
que le llevará
lejos.
40. Hay una gran tormenta y Jonás es declarado el
culpable. Esto se manifiesta, porque al ser
arrojado al mar, éste se apacigua y viene la calma
total.
41. Dios le manda un
pez especial que
en tres días le
traslada
precisamente a
las puertas de
Nínive.
Ahora se ve obligado a predicar el
mensaje de Dios, mensaje de
penitencia.
42. Aquella ciudad se arrepintió, hizo
penitencia y Dios la perdonó.
A Jonás, que
prefería el castigo
a los pecadores le
molestó tanta
misericordia de
Dios; pero tuvo
que reconocer que
Dios no es
vengativo, sino
bueno y
misericordioso.
43. Para ser testimonio de la bondad de Dios, Él
mismo nos llama a cada uno de nosotros. Lo
mismo que a Pedro y a Andrés.
44. Lo mismo que a Andrés nos dices hoy:
Déjalo
todo y
ven.
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