SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 70
Descargar para leer sin conexión
Er ITNETSTRO TNVENTOTI
SttvtÓN RonÚGUÉz
Walter Omar Kohan
c¡YorP.4Fs
'i#-i :
:''i'¡,!l:,
==-
I=l-
h
át
§
&:,
h
&.,Fi::,ffi.r'
&iF-
tr.
Agradecimientos
A Grcgorio Valcra- Villegas agr adczco el cstímulo
permancnte, los libros, la hospitalidad ¡ sobrc
todo, Ia amistad genuina.
A Maximiliano Durán, maestro enarnorado dcl
maestro, agradezco la alcgría y la gcncrosidad
por compartir su pasión, nuestra pasión.
c/, d/, cl
Aclaraciones
En la Bibliografía incluyo los tcxtos lcídos para
escribir cstc libro. En las notas, cuando no
scñalo un autor, cs porque son obras dc Simón
Rodrígucz. Cuando no cxplicito el título dc la
obra cs porque sc trata dc sus obras
completas, quc cito simplcmentc por cl número
dc volumcn y dc página. En cl caso dc sus cartas,
cito el dcstinatario, la fccha, y cl título Cartas,
scguido del númcro de página. Cuando cl autor
dc las cartas cs Bolívar, lo aclaro. Las refcrencias
complctas de cstas obras cstán al final del libro.
En las citas dc Rodríguez, mantcngo la grafia
original dc su español.
INDICE
Prólogo
% Una lcctura de Rodrígucz en clavc Kohan . '.. ...
Prcsentación
ol Por qué y para qué lecr a Simón Rodríguez .....
Los caminos dc Simón
La historia dc Thomas
Viajar y formar(se): la errancia 39
Los inicios dcl viajante 39
Dc viaje por el mundo ....... +7
El rctorno a Amórica 52
Un macstro crrantc 59
Ensayar la cscucla 65
Escribir dcspuós dc Thomas 66
Invcntamos, como Thomas, o crramos ........... 71
La infancia de niños como Thomas . ' '.. .. 79
Invcntar la educación popular. 83
La cscucla dc Thomas 83
Las fbrmas de scr macstro .. 86
Un trabajo sobrc la atcnción 88
La alcgría clc cnscñar 90
La cscucla popular 92
Una cscucla dc hospitalidad ..... 95
13
19
CA
1.
2.
3l
3.
+.
5. La antiescuela: iconoclasia e irrevercncia..........
Simón Rodríguez y la filosofía
Un Sócrates popular..
Una escuela cínica ..
¿Un macstro ignorantc o desobcdiente? ...... ...
<16 Epílogo
7 Hacer escuela, vida y política con Don Simón...
<.o6 Bibliografía .. .
99
102
t0+
tt+
118
PRÓLOGO
131
1+1
=I
I-
UNN LECTURA DE
RoonÍctJÉz EN cLAVE
KoHAN
Gr eg or i o Val era- Vill eg as
Profcsor de filosofía dc la cducación de Ia Urúvcrsidad Ccntml
deVcnezuela y de Ia Univcrsidad Experimcntal Simón Rodríguez
e Simón Rodrígucz pudiéscmos dccir quc cs el ensayar
como desaffo. Una práctica dcl atreverse a Pensar, a
imaginar, a soñar sin miedos, sin tapujos, con yerros si, con
éxitos parciales también, muchos fracasos, y, otra vez, de
vuclta al camino dcl cnsayo. El cnsayo en ól cs trocha, quc se
abre y se cicrra dc continuo, dc finitud sin mucrtc, dc inicio,
reinicio, para scguir vivicndo, para scguir andando hacia un
final quc cs un volvcr a emPczar, un nucvo comicnzo.
Rodrígucz el trotamundos, cl dc Ia crrancia etcrna' quc
llega a ser cl que se cs dcsdc cl atrcvcrsc a cxpcrimcntar cl
pcnsar, cl invcntar, valga dccir, filosofar y cnscñar como exPrc-
sioncs de un macstro y filósofo o un filósofo Por macstro.
Aqucl de la palabra üva, pura irrcvcrcncia, pura iconoclasia en
el andar, en el hablar, cn su praxis política. Palabra a viva voz cn
su trajinar por Europa, en su viajar clc formación; ¡ más tardc,
escrita para dirigirsc a Ias gcncracioncs futtras, acompañada
dcl, irónico e irrcverentc, pcrmiso a sus contcmporáneos,
cspecialmente a aquellos que nunca Ic comprcndicron.
Ese desafío del Samucl Robinson convcrtido en Rodrí-
guez cs accptado porWaltcr Kohan, filósofo y pcdagogo,
para atrevcrsc a pcnsar, a cnsayar tras dc ó1, junto a ól y
de camino con é1. En un cnsayar con cl ancla cn Amórica,
en Nucstra Amórica diría Marti años más tarde. Ensayar cn
=-
II-
L4 I WALTER OMAR KOHAN
un intento sicmpre dc ser originales, como lo establccia el
maestro de Bolívar, porquc originalcs, pregonaba, son todas
las cosas cn Amórica.
El libro El maestro inventor. Simón Rodriguez es vna cntrcga
dc un accrcarse y rclacionarsc con ia vida y la obra dcl filó-
sofo, quc llcva ya varios años. Accrcamicnto quc se volcó en
un conocimiento, cn una búsqueda para haccr un cucrPo a
cuerpo con cl Sócratcs dc Caracas, como así lc llamara en
su momento, con cl Sócratcs dc Nucstra América, diria yo.
Esta obra, pudiera scr calificada, como un estudio más sobrc
Rodriguez. Sin cmbargo, tambión pucdc afirmarse que tiene
sus particularidadcs volcadas en un exPcrimcntar propio,
distinto, original. Un Rodríguez en tono y ritmo dc Kohan.
Un Rodrígucz a qüen hacc hablar y andar de nuevo Y va a su
zagapara reaprcnder sus pasos, para interpretarlos cn tonos
disüntos, desdc Ia sapiencia dc un intórpretc y con el sabor
dc las musas filosóficas actualcs.
El Rodrígucz de Kohan toca núcleos dcl maestro errante
para entonar su crrancia, su nomadismo, su irrevercncia y
su pcrpetua iconoclasia. En este Rodríguez sc sicntc un
caminante quc se hacc y sc dcshace en Proyectos, que rci-
nicia su finitud cn su nucvo camino, en cmPresas educativas
liberadoras, popularcs, valga deci¡ politicas. Un Rodriguez
múltiplc, calcidoscópico, que llcga, toca y trastoca y lucgo
sc marcha; en una etcrna búsqueda por formar el hombre
nuevo, el nucvo repúblico para las nucvas repúblicas. Un
visionario que se abre y sc forma cn los caminos quc hace
y transita. Un viajcro eterno del ticmpo y su circunstancia.
El libro EJ maestro inventor es así biografía, narración y
mimcsis. Un rccorrido del pcnsar cn cl contrapunto dc lo
biográfico sin contagio dc crónica de fechas. Uua biografía
viva que va tcjiendo la narración para alcanzar la idcntidad
de un personajc, dc un filósofo originalisimo, cn la juntura
de su cscritura y dc sus cartas. Aqui no hay fechas quc alcjcn
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I 15
cl personajc, al contrario se trata de narrarlo para hacerlo
h"ülor, p"á q,r. nos hable, Para que nos haga Pensar y hacer
cor, él.Y uq.ri
"t
ejercicio de mimesis es mültiple: desde
lo leído del pcrsonaje histórico y de ficción en letras de
Rumazo Gon'¿alcz y Uslar Pietri, hasta la mimesis de Kohan
f"",".*t", "o.,r"rtido
y, en alguna medida' convirtiéndo-
nos en su Rodríguez'
El maestro inventor es un ensayo sobre ensayo' Un pensar
que ensaya como único camino para podcr intcrpretar Ia obra
de Rodrigucz. Ensayo sobrc ensayo, caPa tras capa para dar
cuerpo aLa urdimbre Para podcr caractcrizar un maestro
i.rr"rrtor. Si eI Joseph Jacotot dc Ranciére es maestro igno-
rantc, cl Rodríguez de Kohan es maestro inventor' invencio-
nero, que hace porque su dcstino es inventa¡ su vocación es
"rruy",
y
"r."r, "'
ác'afío es cl atrcversc sicmpre a invcntar
"
p"r", á"1
"rr",,
dcl fracasar' EI atrcverse a imaginar' contra
todo pronóstico, unas socicdades americanas otras'Y allí la
cscuela mixta y antirracista, Ia cscuela dc los más pobrcs' de
io,
""g"a.r,
*á, uttá Ia cducaci6n popular' y' a Ia vuelta' el
rcto dc formar los nucvos ciudadanos' los nucvos repúblicos
para las repúblicas americanas en nacimiento' Y el cnsayar
la obra escrita ñlosófica, pedagógica y política' junto al res-
pondcr a las urgcnciu' d"^""t""d"r los cataclismos naturales
d"rd" su Pcnsamiento
cicntífico'
EI Roirígucz de Kohan cs cl crrantc quc hace del pcn-
sar un Proyccto
inacabado'Y así vida y obra son intcrpre-
tadas dcsde las notas dc un pcnsar quc comienza sicmpre'
quc nacc y renacc siempre, quc finaliza cuando empicza un
.r"uo
"rrr"yo'
que fi"ali'u y empicza cuando cn cada error
se da inicio a un nuevo invento'
Caminos de ida y vuclta, cnsayos que se recrcan constan-
tementc cn ejcrciás de finitud' Errancia a sabiendas dc lo
que no ," ti"rrc, de lo que no hay certeza'del error que hacc
inventar, que hacc soñar dc camino a Nuestra Amórica'
I'ula
Cg
!E
fll r]lllll[Illlll ill,fllli
'- 8SSP'
La instrucción pública, en el siglo 19, pide mucha
filosofia:
"El interés general está clamando por una REFORMA",
y...laAmérica!!
está llamada, por las circunstancias, a emprenderla.
Atrevida paradoja parecerá. . .
no importa:
los acontecimientos irán probando que es una verdad muy obvia:
Ia América no debe imitar servilmente, sino ser ORIGINAL.
Simón Rodríguez
(1, p. 23a)
POR WÉ Y
PARA ArÉ LEER A
SltnóN RoDRÍcvEZ
T- stc cs un libro dc cducación y de vida' Es un ensayo sobre
-Err.u vida educadora. Sobrc Ia cducación cntcndida como
un viajc a travós de la vida. Sobrc cl viajar cn nombrc dc la
cducación, para cambiar cl mundo dc Ia vida' Sobrc la vida
que educa cducándosc a sl misma, hecha viajc de sí misma y
dc otras, atenta a otras vidas, cn busca de vidas otras'
Escribir cs afirmar una vida, Porquc sicmprc hay una
vida afirmada (y muchas otras negadas) atravesando una
escritura, sea cual fucrc su tema y propósito' No hay cómo
escindir la vida de la cscritura. Cuando, como en cste caso,
una vida se vuelvc ob;cto dc la cscritura, cuando cscribimos
sobrc una vida cn scntido cstricto, sobrc la vida dc un scr
humano, cntonces la afirmamos doblemente , cn la vida quc
aparcce cscrita y cn la vida rccreada por el propio escribir,
cn la vida de csc hombrc quc sc hace carnc en las palabras
dos veccs, cn su movimicnto vital y cn la vida que csas pala-
bras alcanzan cn cada gesto dc cscritura y dc lectura que
gcneran. Para dccir dc otro modo csta doblc dimcnsión: la
vida cstá tanto cn lo vivido quc se afirma por cscrito' cuanto
en lo quc ella mucvc al scr cscrita y lcída, lo que dc ella da
fuerza y sentido a Ia cscritura y a la lectura' En ese doblc
movimiento, quc sc vuclvc en vcrdad múltiplc, entre vida,
=
I
In
=
=I
20 I WALTER OMAR KOHAN
cscritura y lcctura, cscribimos y nos escribimos a partir dc
una vida, a través de una vida que nos atravicsa en muchos
scntidos.
De modo quc no escribimos para dcmostrar la verdad dc
una historia, para dcfcnder idcas o conceptos, para rendir
homcnajcs o tributos secos, ni para consagrar pcnsamien-
tos, aunque algo dc todas cstas cosas pucda tambión habi-
tar csta escritura. No nos interesa la palabra disociada dcl
movimiento vital que la pronuncia y Ia transporta allí donde
no parecen cstar instaladas las condicioncs para cscucharla.
Importa la palabra cn cl movimicnto múltiple dc la vida,
la cscritura y ia lcctura, cn Io quc elia trae y gencra desdc
una vida vivida entcramcnte a las vidas por vivir a partir dc
Ias lecturas dc csa vida hccha palabras. Para cso cscribimos,
por cso estamos cscribicndo, para afirmar y generar vidas.
Nótcse que hcmos escrito "la vida dc un scr humano"
y no la de un filósofo, cducador, intclectual, o tantas otras
cosas con las que podríamos calificar una vida tan cxtraor-
dinaria y fértii, como la de don Simón Rodrígucz. Decimos
"scr humano" porquc qucrcmos justamentc cvitar los modos
espccíficos dc profesión para cncontrar csa vida lo más dcs-
nuda y cntcra posible. Es cicrto, da un poco de escozor
haccrlo, tratándose dc aqtrcl que fuc llamado "cl Sócrates dc
Caracas",l por Bolívar, su discípulo más cólcbre. Con todo,
no sólo gcnera cscozor sino una tcntación muy grande, cn
cspccial por la fuerza cxtraordinaria que emana de una vida
quijotcsca, apasionada y apasionantc, dcdicada a problcmas,
quicn sabc, comuncs, y por lo quc csa vida puedc cntrcgar-
nos para pcnsar las vidas prcscntcs cn csta ticrra compar-
tida y común. Rcsulta fascinantc csa vida por la cohcrcncia,
l. Carta de Bolívar a Santander, desdc Pallasca, 8 dc dicicmbre dc
1823. In: Cartas, p. 1 17. Vcrcmos con más detallc la relación
cntrc Bolívar y Rodríguez cn el capítulo V dc cstc libro.
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRIGUEZ I 2T
intcnsidad y plcnitud con que fuc vivida. Como también Io
cs su cscritura envolvcnte, llamativa, irrevcrente.
Sin cmbargo, cs preciso haccr alguna aclaración. No espcrc
cl lcctor un trabajo historiográfico cn los cánoncs dc la hcr-
menéutica académica cada vez más copiosa cn relación con
nuestro pcrsonajc. No nos anima dar cucnta de una biogra-
fía de Simón Rodrígucz, trabajo difícil, nccesario, polémico,
sobre cl que hay una abundantc y rica bibliografía ya produ-
cida, quc sólo en partc incluimos cn las rcfcrencias bibliográ-
ficas. Hemos leído bastantes kabajos sobre don Simón pcro no
cstamos preocupados en dcfcnder una intcrPretación contra
otras, en mostrar la supucsta insuficiencia dc determinada
lcctura o la nccesidad dc rcparar en cicrta línea dc exógcsis.
Ni siquiera pretcndcmos rcponcr las idcas principalcs dc este
autor, su contribución tcórica, su línea dc pcnsamicnto. No
sc trata de intcrprctar, de dccir Io quc Rodrígucz vcrdadcra-
mcntc habría pcnsado sobrc la vida,la educación, la filosofía,
o sobre cualquicr otra cosa. Claro quc tomaremos muchas
rcfcrencias dc su obra pcro lo harcmos para pcnsar junto
a un pcrsonaje conceptual, para buscar inspiración en una
vida Ilcna de pcnsamicnto, para tratar dc scntir Ia transpira-
ción dc una expcriencia dc crrancia, inquietud, irrcvcrencia,
originalidad, cn nucstra busca dc scntido para una vida que
quercmos vivir en la cducación y Ia filosofía. Buscarcmos
pcnsar con Simón Rodrígucz una forma dc rcunir la filosofía,
Ia cducación y la vida. Lo quc intcntarcmos cs, sobre todo,
cnsayar, ensayar cn la escritura, cnsayar cn Ia vida y en cl
pensamicnto, como quería don Simón Rodrígucz.Viajar en el
pcnsamicnto, como ól tanto viajó, cn cl pcnsamicnto y cn la
vida. Scrá entonccs un cscrito rodrigueciano cn estc prcciso
scntido: Io quc da scntido a csta cscritura es, tal vcz y con cl
pcrdón dc la prctcnsión, Io que daba scnüdo a Ia escritura
de don Simón Rodriguez.
=-
Ir
=-
ff
I WALTER OMAR KOHAN
Como dicc mi amigo GrcgorioValera-Villegas -cl prin-
cipal impulsor, promotor y animador dc csta cscritura-,
siguicndo a otro fabulador, cl venczolano Francisco Herrcra
Luque, cstc es un cjcrcicio de historia fabulada. Quiero
decir, un ejercicio para dccir lo que la historiografía no dijo
o ocultó... o para ser mcnos pretencioso, un cnsayo quc
pretende destacar lo que se ha dicho muy rápidamentc o al
pasar, cn otro contexto, cn un juego de escritura difercnte,
para simplemente haccrlo vibrar de otra manera o con otro
scntido, con otros acentos y dcsacentos. No quiero cntrar cn
las complcjas tramaE de Ia historiografía, no tengo pretensio-
ncs de historiador, apcnas la dc recrcar una vida por Ia fucrza
y la inspiración quc csa vida nos podría tracr en estos días a
cstas tierras para pcnsar un cspacio cn la trama de relaciones
entrc educación, vida y filosofía. Espcro, simplemcntc, cstar
a la altura del personajc al hacer esta biografía filosófico,
cducacional, para llamarla dc alguna manera.
Estamos en un tiempo cn quc Ia cscritura parece haberse
distanciado dc la vida.Al menos cn csc mundo académico que
habitamos y quc aparcnta habcr construido un mtuldo propio,
coll sus propias rcglas, su propia vida, a vcces cnsombrecida,
apagada, csquiva, dc espaldas al mrmdo de la vida. En el mcdio
de csc mundo vivimos. Enmarañados en ó1. Mucho sc escribe
allí. Sc cscribc sobrc muchas üdas. ¿Qué tanta vida pucbla
csos cscritos? ¿Quó tipo dc vida? ¿Dc quó manera esas cscri-
turas afirman o nicgan la vida que las atraviesa? No quiero scr
demasiado prctcncioso, rcspondicndo mis propias prcguntas.
En todo caso, csta escritura habita ese mundo acadómico y
lo hacc, apoyado cn Ia vida educadora y filosófica de Simón
Rodrígucz, apostando a la vida que tambión allí circula. A Ia
quc pucdc circular. A quienes andan afirmando y buscando
vida entre tantos papclcs ¡ ahora, archivos dc tcxto. Atcntos
al juego de la escritura académica, tratamos de practicarlo
con cierta libcrtad, valiéndonos de ól cn la medida cn quc nos
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 23
ayuda mucho más a pcnsar el valor educacional de una vida
que a constatar Ia verdad pedagógica escrita Por esa vida.Y a
recrcar la vida, allí donde ella sc encuentre.
Siempre es posible encontrar en la obra dc un autor una
idea que da vida a esa obra. Lo mismo valc para una vida.
Eso cs lo quc haccmos con Simón Rodríguez: sacar Prove-
cho de una idea que vemos con cicrta nitidez en su obra y
cn su vida, a travós dc algunos motivos quc la distingucn,
que la mucstran más cspecíficamentc, que la destacan cn su
originalidad, singularidad y potcncia. No sc trata dc marcas
naturales o esenciales que están allí esperando Para ser des-
cubiertas o devcladas.tmpoco son puntos fijos que algunos
buenos lcctores consigucn manifcstar y otros no. Son com-
posiciones entre la escritura y la lectura, Puntos móviles
combinados a los intereses dc una lectura y una cscritura
que, sin herir las apucstas y sentidos originales, los hacen
jugar productivamente en un nuevo camPo de sentido dónde
se los quiere hacer valcr. Eso quiercn dccir básicamcntc leer
y escribir: clcgir algunas notas distintivas y haccrlas vibrar
hasta quc casi no parczcan las mismas y sin cmbargo no se
pucda decir quc no lo son.
Estc gónero dc cscritura es cntonccs dialógico cn ese
prcciso sentido: resulta dc dos pcnsamicntos Pucstos cn
comúrr. Que uno parezca más pasivo Por su propio carácter
dc establccido y otro más activo Por su papel de dcspcrtar
en aquél Io que cstá sicndo pensado, es sólo una aParicncia.
Los pcnsamientos se imbrican, sc contagian, sc infcctan, uno
y. otro salen difcrentcs del encuentro, dc otra manera, sin
podcr ya pensar lo que antes de la cxpcricncia de encuen-
tro pensaban o, al mcnos, sin podcr haccrlo dc la mancra
cn que Io hacían. Así sc va gcncrando pcnsamicnto: cn ese
diálcgo inconcluso e infinito, cjcrcicio constante dc lcctura
y cscritura quc descortina al pcnsamicnto nuevos caminos
para habitar.
=-
Ir
=
¡fr
En este caso, lco Ia vida de don Simón Rodrígucz a partir
de una idca2 principal y unos cuantos motivos quc juzgo
potentes para pensar, a travós dc esa idea, lo que mc inte-
rcsa pensar. Repito. Ni la idea principal quc da vida a csta
escritura ni los tópicos en Ios que ella se dcspliega son las
únicas cuestioncs rclcvantes, ni las más importantcs, cscn-
cialcs, o verdaderas. No tcngo esa pretensión. Sé que habría
muchas otras ideas igualmcnte intercsantes cn otros juegos
de cscritura y dc lectura. Las ha habido y las habrá. Quizá
en nosotros mismos. Hc clcgido la que prcscntaré a conti-
nuación porque me parcce leal a un cstilo de pensamiento
y de vida ¡ al mismo tiempo, potcntc para proyectarlo en
muchas otras formas. Porque mc ayuda a pcnsar lo quc mc
intercsa pensar cn estc momcnto, cn csta tierra. Lo repito:
no hay cn este cjcrcicio dc cscritura la prctensión dc alcanzar
la interprctación más verdadera sino dc provocar scntidos y
éstos son medidos en cada lectura, cn Io que csta escritura es
capaz dc provocar en sus lcctores. A cso apuesto al escribir.
Antes, un par dc aclaraciones más. Rodríguez cnsayó toda
su vida. Fuc macstro dcsde muy joven y también muy jovcn
fue un político dc la cducación, hizo política cnscñando y
pcnsando la cscucla. Fuc también un filósofo, con la ampli-
tud quc ese término significa. Fue un lector y un viajcro
empedcrnidos y sus posturas lueron caml¡iando a partir dc
esas Iecturas y esos viajes, dc csc conocimiento dcl pueblo
que unas y otros le fueron propiciando. Evidcntcmentc, cl
primer Rodríguez, cl de Caracas, cl dc las Refexiones dc
1794 cstá muy distante dcl Rodrígucz quc vuclvc aAmó-
rica para haccr la rcvolución educativa. Podríamos dccir, un
poco csqucmáticamentc y nada más quc para intcntar dcjar
las cosas algo más claras, quc hay al mcnos trcs Rodrígucz,
2. Dcsde una pcrspcctiva filosófica prccisa dc "idca", cn la línca
dcl francésA. Badiou, M, Durán (2012) olrccc una lcctura muy
potcntc dc S. Ilodrígucz.
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I
cada uno ocupando algo así como un tercio de su vida: el que
nace y vive en Caracas, el quc anda viajando porAmórica
Central, Estados Unidos y Europa y cl quc vuelve aAmérica
a completar la revolución iniciada por Bolívar. Aun cuando
hablemos de Rodrígucz cn singular o usemos pretenciosos
advcrbios temporalcs, cs sobre todo de un Rodríguez que
estamos hablando, csc quc rccorrc Ia América andina dcsdc
su retorno hasta su muertc, por algo más dc treinta años.
Dcl quc anda por Europa poco y nada conservamos como
testimonio. Dcl primcro, no nos entusiasma tanto 1o poco
que conservamos.
Para ello, en el capítulo 1 : "La historia de Thomas", hc
partido dc una historia tomada dc Ia biografía de Simón
Rodríguez que tiene un pcso simbólico muy importante en
Ia lectura que estoy proponiendo. Es un episodio mcnor,
pequeño, como cl niño quc la provoca, pero que tambión
tienc el cfccto dc una expcricncia filosófico-pcdagógica con
todas las letras. Esto cs, una vivcncia quc hace cambiar Ia
mancra dc ver cl mundo, quc genera un cambio dc ritmo,
de camino, de paisaje. Una cxpcricncia de vida que impidc
seguir pensando como sc pensaba, vivir como sc vivía. Una
vida se cncarentra con otra vida y Ia llama a re crearsc, rcinven-
tarsc. Parto cntonccs dc csa anócdota que trae dccisivamente
al pequeñoThomas a la vida dc Simón Rodngucz y quc pasará
a alimcntar una idca principal que, en otro tiempo, recorrcrá
la Amórica, junto con don Simón, cn su vida dc viajcs.
En lo que siguc dc csta presentación cxplicitaré csa idea
principal surgida de aquclla anécdota inicial, quc scrá des-
cripta en un capitulo inicial. En los capítulos siguicntes des-
plegarcmos csa anécdota inicial y cada uno de los motivos
a que dio lugar. f)e modo sucinto, la idca cs quc cl scntido
principal de Ia tarca doccntc, dc una vida doccnte, dc una
vida dedicada a la educación, es hacer cscucla. La afirmación
puede parcccr un poco banal o csdrújula cn estc momento
I WALTER OMAR KOHAN
==I
II=-
I WALTEROMARKOHAN
en que uno de los principales problemas de la educación en
América Latina ya no es tanto la falta de edificios cscolares
sino lo quc se hace cn cllos, en otras palabras, para qué se va
a la escuela. En este sentido, una primera lectura de nuestra
presunción la considcraría banal porque scría evidente que
en época dc Rodrígucz de lo que se trataba cra justamentc
de construir los edificios escolares que no existían.
Con todo, cs justamente de eso quc no se trata cuando
decimos que la singularidad de Rodrígucz está cn su llamado
a haccr escucla y en cl modo cn quc practica ese llamado.
Por lo menos no es eso en su sentido más potcntc. Claro que
cn cierto modo no deja de ser significativo quc Rodrígucz
también haya hecho escuelas en su sentido más literal, cl de
construir edificios y salones de clase. Pcro lo quc queremos
pcnsar al afirmar cl'haccr escucla" como cl sentido principal
de la vida dc Simón Rodrígucz y como tarca de cualquier
docente, aun -o sobre todo- de aquellos que cntran a una
escuela ya hccha, ya definida hasta cn sus más mínimos dcta-
lles, es la ncccsidad dc gcncrar, crcar o invcntar algo que
no necesariamente está dado por el hecho de existir una
institución escolar. Qucremos dccir quc Simón Rodríguez
ayuda a pcnsar la ncccsidad dc quc cada maestro haga escuela
al entrar a la cscucla, dc darlc a la cscucla algo así como su
condición, su carácter más propio, algo que no cstá dado
sino quc cs instaurado cn la vida escolar, cn la educación
hecha vida. La idea que aprendemos de don Simón en la
Amórica Colonial dcl siglo XIX, vigcnte también en laAmé-
rica Laüna en movimiento dcl siglo XXI es que de lo que
se trata, cuando sc vive en, de y para Ia educación, es dc
haccr escuela en las cscuelas.Ya daremos, cn cada uno dc
csos capítulos, más prccisioncs sobrc lo quc significa hacer
escucla para cse hombrc.
Dc modo que vamos a estudiar dc quó mancra Simón
Rodríguez "hace cscucla", quó cscucla hacc y para qué, pcn-
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRfGUEZ I
sando que esc modo dc hacer cscucla puede ser tremen-
damente inspirador para los quc cstamos quericndo haccr
escuela en cstos ücmpos, cn los espacios que habitamos. Los
modos que hemos elegido para especificar cse'hacer escucla",
que consideramos más singularcs de la creación de Rodríguez,
son los que dan título a cada uno de los capítulos quc siguen a
la presentación : "La historia de Thomas" ;"Y iajar y formar(se) :
Ia errancia";"Ensayar la cscucla"; "lnvcntar la educación popu-
Iar"; "La antiescucla: iconoclasia e irrevcrencia". El epílogo,
"Haccr escuela, vida y política con Don Simón", estudia el
significado dc csc'haccr escucla" y cxplora sus sentidos.
Se trata simplcmentc dc distinguir y darlc alguna dis-
posición a lo quc de todas maneras está muy rclacionado
y conexo. Esa división es sólo un intento de organizar lo
quc podría prescntarsc dc muchas otras mancras. Dc modo
quc Ios capítulos sc imbrican, invaden y supcrponen. Enho-
rabuena. Todo sca para hacer cscuela á la S¡món Rodríguez.
Como ahora, con palabras cxtranjcras. En la lectura, cn
la cscritura, en cl pcnsamiento y cn la vida. Quién sabe,
el lector hará su propia cscucla con las palabras que aquí
encuentrc.
+|1: "
=-
Iñ
=-
I
.
F
oa
Hg
á.7
4a
[ll]ilNXltlru]lllrllil
DENSEME LOS MUCHACHOS POBRES
o
DENSEME LOS QUE LOS HACENDADOS
_o
dénseme los que la Inclusa bota
{declaran libres al nacer
o
no pueden enseñar
o
abandonan) por rudos
{porque ya estan grandes
o
porque no puede mantenerlos
o
porque son hijos lejítimos)
Simón Rodríguez
(1, p 313)
LN HTSToRIA DE
THort¿tns
EstaJoo aporece en los otch)vos de un educodor jomaiquino onónimo junto a dos co¡tos de Simón
Rodríguez. Al porecer, seion deThomas I su hermana, ile nonb¡e desco¡ocido.
Lf "y
pequeños episodios que pueden cambiar la vida de
I l.rrru p.rsona y, a través de ella, la vida de muchos otros.
Pueden ser situaciones aparentemente banales, coloquiales,
sin mayor trascendencia que, en cualquier otro momento
pasarían desapercibidas pero que, en determinadas circuns-
tancias de la vida de una persona, en ese momento Áoi¡ós en
el que se presentan, ocasionan un terremoto, hacen que todo
cambie de lugar, de posición, de estado. Al parecer es lo que
le sucede a Simón Rodríguez mientras pasa sus apacibles días
en Jamaica, una jornada cualquiera en esa aparentemente
tranquila y divertida ciudad caribeña de Kingston, en la que
recae la primera parada de un largo viaje.
=
tI:
r-a
=i
=
32 I WALTER OMAR KOHAN
Simón ticnc aún algunos ahorros y no ncccsita todavía
trabajar para sustcntarsc. Ha dccidido cstudiar el inglós quc
allí sc habla y asistc para eso a la cscucla pública de Ia ciudad.
Ese inicio dc la historia cstá rcgistrado por varios dc sus bió-
grafos.l A Rodrígucz lc gusta mucho el trato con niños. Sc la
pasa jugando con cllos. Sc s.iente uno más. Aprendc y jucga.
En las aulas y cn las calles. Pero un día sucede algo que cambia
radicalmcntc lo quc piensa en rclación con la educación de
Ia infancia.
Esc día Simón Rodnguez sale de Ia escuela, como casi
siempre, junto a un grupo dc niños, jugando. El juego con-
siste cn arrojar los sombreros al aire y atajarlos antes de
que toquen otra vez cl suelo. Hay una casa en Ia ciudad que
atrae particularmentc a don Simón y los niños y frente a
ella suclcn reunirsc para jugar. Es la de los Johnston, una dc
las pocas con primer piso y balcón cn Kingston. Es de una
dc las familias más privilcgiadas de esa sociedad. Cuando
no hay nadie a la vista, Simón y los niños juegan a ver quien
emboca cl sombrcro en una maccta quc cstá vacía, en uno
de los rinconcs dcl balcón. Más de una vcz salcn corricndo
a las carcajadas cüando los vicnen a rcprcndcr para quc no
pcrturbcn Ia siesta de los dueños dc casa.
Hasta ahora los niños sicmprc han fallado la puntería en
escjuego y los sombreros regrcsan todas Ias vcces que son lan-
zados, sin alcanzar la maceta. Sin embargo, no hay problcma
en csc aparentc fracaso. Al contrario. Los niños y Simón se
diüertcn igualmcntc. La gracia del juego parece cstar cn jugar,
no en alcanzar un rcsultado determinado. Pero ese día, por
alguna razón quc lo cmpuja dcsdc adcntro, Simón Rodngucz
dccide él mismo darles una lección a los niños y se anima a
1. Por cjcmplo, enWendehakc, Josó Rafael . Psicopatía de Simón
Roúiguez. Panamá, Editorial La Moderna, 1935, p. 8 y Amu-
nátegui, Migucl Luis. EnsaTos Btográjcos. Tomo IV. Santiago de
Chilc: Imprcnta Nacional, 1896, p. 233.
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 33
probar puntcría, lo quc no ha hccho hasta cntonces. Para sor-
prcsa y admiración dc Ios pcqucños, y dc sí mismo, Rodrígucz
acicrta la maceta cn el primcr intento. Las risas, saltos y gritos
despicrtan Ia curiosidad de los lugareños. Simón Rodrígucz se
muestra orgulloso y les dicc: "¿Ven cómo se hacc? ¡Aprcndan
dc un hombrc cxpcricntc!".Y suelta una vcz más una carcajada
amplia y estridcntc, quc los niños fcstcjan c imitan. Por un
momcnto, sc olvida dc dóndc están, dc las advcrtcncias dcl
mayordomo dc la casa. Jucga, sonríc, sc divicrte. Nada más
parece importar cn cste mundo.
Pero la algarabía dura unos pocos instantes y enscguida es
reemplazada por la inquietud: ¿cómo rccupcrar el sombrcro?
Aunquc cs de bucna cstatura, Rodríguez cstá muy lejos dc
alcanzar, por sus propios medios, cl piso supcrior dc la casa.
Deben adcmás scr sigilosos porquc, rccucrda, ya han sido
advcrtidos cn varias oportunidadcs por uno de los mayordo-
mos para que dejen dc molcstar la tranquilidad de Ia ducña
o los sacará por la fucrza si insistcn en jugar dcmoradamcnte
en Ia puerta de su casa. Ni pensa¡ cntonccs, cn la altcrnativa
más fácil, quc uno de los niños insiste cn proponcr: golpcar la
pucrta y pcdir cl sombrero a los ducños de casa. Otras altcr-
nativas fracasan igualmcntc: ninguno dc Ios palos que cstaba
en las cercanías llcgaba hasta cl balcón, las ramas dc un árbol
que está cn las ccrcanías dc Ia casa son dcmasiado frágilcs para
sostencr incluso a los niños más delgados. Simón Rodríguez
picnsa cn ir a buscar una cscalcra, pero la única quc conocc
está bastante lcjos y cl ticmpo dc dcmora pucdc ser fatal cn
el caso de quc cl sombrcro sea descubicrto: ¿de quó mancra
explicarán cómo llcgó hasta csc lugar? Hay quc resolvcr el
problcma más rápido. El macstro no sabc qué hacer.
Mientras Rodrigucz siguc pcnsando con los niños una
solución sin cncontrar altcrnativa,Thomas, un negrito quc
los asistc sicmpre con ojos brillantes quc cxprcsan voluntad
dc participar del jucgo sin atrcvcrsc a pcdirlo, y quc había
=I
I=ñ
34 I WALTER OMAR KOHAN
acompañado todo cl cpisodio cn silcncio, casi de r-rn salto, y
sin rcspira¡ le dicc a Simón Rodríguez:"¿Por qué los niños no
se subcn cn sus hombros y uno dc cllos toma el sombrero?".
De la sorprcsa, todos formando una escalera humana pasan
enseguida al entusiasmo. La rcspucsta dcl macstro-estudiante
üenc enseguida: "es una idca gcnial. La llevaremos a la práctica
con una condición: que seas el primcro en Ia escalera humana,
cl que recupcrc el sombrcro dc la maceta". El brillo de los
ojos dcThomas es suficiente como rcspucsta. Ha conseguido
lo quc buscaba: intcgrarse al grupo, jugar con cllos. El resul-
tado es magnífico: cl sombrero está dc nuevo cn Ia cabcza de
Simón Rodríguez cn mcnos dc trcs minutos. Es cicrto que
algunos niños -cntre ellos el pequcño Thomas- sc dan un
golpazo al bajar apresuradamcnte dc la cscalera humana que
ellos mismos han formado, pcro las risas y la satisfacción por
la expcriencia compartida supcran cualquier dolor y raspón,
en particular paraThomas que salc corriendo con los mismos
ojos brillantcs con los que un rato antcs miraba jugar a los
que ahora eran sus nucvos compañcros de diversión. Al poco
ticmpo, cl rcsto tambión sc dispersa cntrc risas, promesas de
repetir cl jucgo y desafíos dc nucvas travesuras.2
Ese día no cs uno más en Ia vida de Simón Rodríguez. Al
volver a la pensión dondc sc hospcda, la imagcn de lo quc ha
succdido, los ojos deThomas brillando, cl tono resuclto de
su proposición -quc Rodríguez pudo intuir más que com-
prcndcr acabadamcnte dado su todavía inicial aprendizajc
dc la lengua-, la mancra cn que rcsolvicron Ia situación
tan rápidamcntc, Ia cscapada corricndo dcThomas, cn fin,
Rodrígucz cstá fijado cn lo que ha pasado y lo rcpasa en su
2. La anécdota cn sus más mínimos dctallcs cstá narrada por cl
biógralo jamaiquino Jonaüan Sarsficld cn clJamaica Observer en
su crónica dcl 1 " dc.encro dc I 8 1 0. No hc visto csta anécdota
rccuperada cn las biografías consultadas dc Rodrígucz ni cn otro
material bibliográlico.
EL MAESTRO INVENTOR, SIMÓN RODRÍGUEZ I 35
mentc hasta en los más mínimos dctalles. Durantc cl rcsto
del día casi no pucdc pcnsar en otra cosa. A Ia noche se
demora en dormir, rcpasando las imágenes de lo succdido.
Busca, como siemprc, cntendcr Io quc ha pasado, incluso
el por quó algo tan simplc lc ha provocado semejantc tcrre-
moto interior. Vuclvc a recordar los dctallcs dc lo succdido,
espcja cn su mcnte uno a uno los momcntos dcl cpisodio.
Algunas cosas fijan su atención. ¿Acaso Io ha cscuchadoTho-
mas cuando él propuso ir a buscar una cscalcra? ¿Cómo no se
Ie había ocurrido antcs la altcrnativa propucsta por el pcqucño
Thomas? ¿Por quó ninguno dc los otros niños había pcnsado cn
esa solución? ¿Por qué Ia altcrnativa ha nacido justamcntc dcl
menor, el quc cstaba afucra, cl ncgrito, cl cxtraño, cn cicrto
modo cxtranjcro al grupo? ¿Por quéThomas salc corricndo a
las disparadas una vcz rcsuclto cl problcma si parccía disfrutar
tanto dc la situación y su idca había rcsultado un óxito? ¿Por
qué no ha qucrido disfrutar su momcnto dc'héroc"? ¿Por quó?
¿Por quó? Simón Rodrígucz vivc prcguntándosc "¿por quó?".
De a poco va formulando su propio análisis dc la situación.
Justamcntc cl hccho dc qucThomas sca cl más pcqucño, cl
ncgrito, cl extraño-extranjero cn cl grupo dcbc scr considc-
rado un aspccto importantc para entendcr Io que ha pasado.
Tál vcz cs justamentc csa condición la quc lc ha pcrmitido
al pcqucñoThomas vcr lo que ól rnismo y los otros niños no
pucdcn vcr. El pcqucño ha invcntado. Juntó dos cosas conoci-
das: la escalera y las pcrsonas, y pcnsó : "¿por qué no haccr una
cosa de las dos, ya quc sóio tcncmos una dc Ias dos partcs?".
El razonamicnto parccc impccablc, pcro, ¿cómo pucde venir
Ia solución dc alguien tan pobrc, tan "ilctrado", dc alguicn
que, cvidcntcmcntc, nunca ha asistido a una escuela?
De esta manera, cl pcqucñoThomas Io llcva a pcnsar cn
la cscucla como no lo había hecho nunca antes. No se trata
de poncr cn cucstión sólo ci funcionamiento de la cscucla,
su organización como hasta cntonccs, sino, sobrc todo, su
papcl social, su scntido. No sc pucdc como hasta cntonccs
==.
T
II
=I
ild&t,,
I WALTER OMAR KOHAN
seguir accptando una escuela quc cicrrc sus pucrtas a niños
como cl pequcñoThomas.
Simón Rodrígucz no pucdc dcjar dc pensar. Elabora
nuevos dcsplicgucs dc la historia quc lo acompañará por cl
rcsto de su vida: la anécdota conThomas Ic ha mostrado,
al mismo ticmpo, cl trcmcndo podcr dc la crcatividad, dcl
pcnsamiento, de Ia invcnción. Adcmás,Thomas ha inventaclo
algo quc funciona, quc sc pucdc vcr rcalizado cn el mundo.
Lc pcrmitc también pcnsar que hay quc cscuchar a los quc
hablan otra lengua, a Ios quc picnsan dc otra manera, a los
cxtraños, dcshabituados a los usos cstablccidos.Thomas ha
sido un irrevcrcntc. No hizo lo quc, sc suponc, dcbe hacer
un niño de su condición: mirar io que los otros haccn; obc-
dcccr callado lo quc otros lc mandan hacer. Toma Ia pala-
bra, no sin dificultades, cs cicrto, pcro lo hace y exprcsa
su pensamiento. Piensa, crea, rcvoluciona el mundo a su
alrcdcdor. Es un pequeño c irrclcvantc cpisodio pero tal vcz
cncierra un camino para la transformación dc las sociedades
y las personas que las hal¡itan. Dc cso sc trata, picnsa Simón
Rodrígucz, de gcncrar las condiciones, para que pcqucños
comoThomas pucdan crcar y rccrear su vida y la de todos y
no como en la socicdad colonial cn Ia que dcbcn somctcrsc
a un modo dc vida quc no cs dc cllos. Es prcciso quc todos
los niños -y no sóloThomas- pucdan licgar a scr lo quc son.
Es prccisa que Ia socicdad americana llcguc a scr lo quc cs.
Las prcguntas continúan sin parar: ¿cómo alcanzar cse
cstado? ¿Dóndc y dc qué manera acompañar cse movimicnto
que le ha permitido a Rodrigucz aprcndcr dc un niño, cxtraño,
ncgro, extranjero? Rodrígucz ponc los ojos cn la escuela dc la
que él y los niños salian y a Ia qucThomas cicrtamcntc nunca
había ingresado. Dos cosas Ic rcsultan más llamativas y rcpi-
quctcan cn su cabeza sin parar: ¿cómo cs posiblc quc la cscucla
no cnseñe a pcnsar como ha pcnsadoThomas? ¿Cómo cs posi-
blc quc niños comoThomas no estén dentro dc la cscucla?
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I
Algunas preguntas no son dc fácil rcsPucsta. En todo
caso, Simón Rodrigucz ha vivido una cxpcricncia filosófica y
pcdagógica, de translbrmación.Ya no pucdc pcnsar más dc la
manera cn quc pcnsaba, ya no puedc scguir ycndo a Ia cscucla
como iba hasta cntonces. Lo quc Io inquicta ya no cs lo mismo.
Algunas dc sus habitualcs prcguntas caml¡ian. Surgcn nuevas
preguntas. Una inquictud sc ha instalado cn ó1, cn su cucrPo,
cn su mancra dc mirar cl mundo. Scrá ncccsario continuar
cxplorando, scguir viajando, conoccr otras rcalidadcs y darlc
una forma más consagrada a las ideas quc acaban dc nacer. En
todo caso, surgc tambión una convicción: no hay pcrspcctiva
para csta ticrra si pcqucños comoThomas continúan fucra de
las cscuelas o si, aun conThomas adcntro, las cscuclas c<¡nti-
núan cnscñando lo quc cnscñan y dc la fbrma quc lo haccn.
Thomas ha pcrmitido un movimicnto inusual c cxtraordinari<¡
cn Ia vida de Simón Rodrígucz. A partir dc csc día, nada scrá
como cra antcs: algunos dc los principios quc Io acompañarán
cl rcsto de su vida ya han comcnzado a tomar cucrpo, han
salido de Lrn cucrpo y han cntrado a otro ¡ cn ó1, scguirán
viajando para scnsibilizar otros cucrpos y, a travós dc cllos,
haccr el cuerpo dc Amórica.
Rodrígucz sicntc quc ha aprcndido cosas importantcs
cn cstc día. No ha sido cn la cscucla. Tampoco dc gcntc
conocida, sabida c importantc. No son los profcsorcs los
quc cnscñan csta vcz. Continúa pcnsando cn csos aspcctos
dc Io que ha vivido, cn los principios quc cstán nacicndo.
Hay quc scguir andando. Hay quc scguir ycndo a Ia cscucla.
Pcro dcspuós dc csa pcqucña cxpcricncia con cl pcqucño
Thomas, Simón Rodrígucz ya no podrá pcnsar como pcnsaba
antiguamcntc. Ya no podrá ir más a la cscucla dc la forma
tranquila y tcmplada quc iba antcriormcntc.Ya no podrá más
vivir la vida quc vivía. Habrá quc vivir, a partir dcl cncucntro
con cl pcqucñoThomas, una nucva vida.
=!
=
39
Créame Vd., mi querido amigo, su
hermano de Vd. Es ei mejor hombre del
mundo; pero como es un filósofo cosmopolita,
no tiene ni patria, ni hogares, ni familia, ni
nada.
Simón Bolívar
(Carla de S. Bolívar a Cayetano Carreño, Cuzco, 27 de
junio de 1825. In: Cartas, 2001, p. 129)
VTAIAR Y FORMAR(SE):
LA ERRANCTA
p f"ctirut ente, las cosas ya no podrán más ser de Ia misma
I-rmancra para Simón Rodngucz dcspuós dc haberse encon-
trado conThomas. Al día siguicntc la cscucla ya no parece más
Ia misma. Los niños que la habitan tampoco. Rodrígucz sicntc
todo el día una cspccic de pcrturbación, cn cl pensar, en el
sentir, cn cl cucrpo. Algunas prcsencias pareccn ausencias.
Algunas auscncias todo lo ocupan. Pero las condicioncs no
están dadas para una acción inmcdiata: cl contcxto prcscntc
no parccc el más adecuado y su propio pcnsamicnto ncccsita
profundizar y consolidar las inquictudcs surgidas. Es tiempo,
entonces, de scguir viaje, primcro a Estados Unidos y dcspuós
a Europa, para cspcrar un momcnto más oportuno y para
prepararsc para ese tiempo.
Los inicios del viajante
En lo que siguc presentaré un recorrido por csa vida sor-
prendida por la historia dcThomas. Daró algunas pinceladas
dc Io quc ha sido, dcsdc sus inicios, una vida dc macstro.
I-iablar dc la vida dc Simón Rodríguez pidc un vcrbo cn
potcncial. Es el modo quc más lc cabc dada Ia incertidum-
::
=!
40 I WAU|ER OMAR KOIIAN
brc y auscncia dc ccrtcza sobrc casi tantos momcntos dc su
cxistcncia. Es cl ticmpo cn quc dcbcría lccrsc la narrativa
quc siguc, aun cuando ceda a la tcntación del indicativo.
Simón Rodrígucz habría sido un niño cxpósito. Quién
sabc, el pequcño Thomas tambión lo cs. Es algo bastantc
común cn aqucllos ticmpqs. Significa quc sus padrcs lo
habrían abandonaron al naccr, al final dc octubrc dc 1769
o 1771, no está dcl todo claro.l Quicrc dccir también
que dcsdc cl inicio dc su vida sc habría visto expuesto a
andar, a viajar para buscarsc y ganarse un lugar.2 Sus padrcs
habrían sido Cayctano Carrcño y Rosalía Rodrígucz.Ticne
un hcrmano, Cayctano Carrcño, tambión cxpósito. Ambos
son criados por quicn scría un tío dc cllos, cl prcsbítcro
2.
La tesis dc 1769 parccc más documcntada. Es dcfcndida, cntrc
otros, por Rafacl Castcllanos, 2007, p. 7.Vóasc la nota 1 cn quc
hacc rcfcrcncia al acta dc bautismo dc Rodrígucz, cncontrada
por Manucl Márqucz, con la ascsoría dc PórczVila en i 979, cn Ia
Parroquia dc la Candclaria. Scgirn cucnta ósta, Rodrígucz habría
nacido cl 28 dc octubrc <c 1769 . Castcllanos cita a F. Moralcs,
"Cronología dc Simón Rodrígucz". In: Rodrígucz Simón, Socie-
dades Americanas. Caracas, 1990 ,p.3 1 1 . Con todo, la mayoría dc
los biógrafos dclicndc cl año dc 17'71 como cl dcl nacimicnto
dc Rodrígucz.
Los biógralos asignan dif'crcntc importancia a cstc hccho. Mcr-
ccdcs M. Áluur.r, no vc cn cllo nada cspccial, cn la medida cn
quc, scgún clla, la lcy asimilaba los cxpósitos a los hijos legítimos
(1977,p. 17). A. Uslar Pictri vc allí un cf'ccto dc univcrsali-
dad quc 1o hacc hilo dc nadic y dc todos, c¡uc lc pcrmitía scr
llamado de cualquicr mancra y scr hijo dc cualquicr madrc dc
clasc alta dc la ciudad. Carlos H. Jorgc (2000, p. 63 ss) hacc
<lc cstc hccho un clcmcnto fundamcntal para comprcnder toda
l;r <>lrra <lc Rodrígucz.tmbién lo hacc Lcón Rozitchner cn su
rrrtgnífica lcctura dcl caraqucño. Para Rozitchncr, csc hccho le
lr,r ¡x'rrnititlo scntir cl scntimicnto dcl otro como propio dando
,rsí sr.¡rtirlr¡ a una vida afirmada cn la compasión y dcdicada a Ia
lrlr¡r.¡t ií¡rr rlc los niños pobrcs, los dcsposc(dos dc origen, los
r¡rrc vivcn ,lcsdc cl inicio ia carcncia, la pobrcza y cl someti-
nticrrtrr 1.tl)12, p. 25 6;72).
EL MAESTRO INVEN'|OR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 4I
Rodríguez, saccrdotc rcspetado, culto, dc amplia biblio-
teca. Aparentcmcntc Ios hcrmanos son bastantc difercntcs,
no sólo por cl apcllido, uno tomado dcl padre, otro dc la
madrc, sino por su modo dc cstar cn cl mundo. Su hcrmano
es organista de profesión y nunca salió dc Caracas. Simón
Rodrígucz, cn cambio, ticnc mucho más quc una profcsión
y a los vcintc y scis años se va dc Caracas para no voivcr
nunca más.3
Dcsdc los primeros años, la vida no scría quictud para
Simón Rodrígucz.Va a una dc Ias tres cscuclas dc Ia ciudad
pcro por scr cxpósito su inscrción cn la universidad no cs
fácil. Dc todos modos, con su tío saccrdotc ha recibido una
buena formación, lo quc incluyc cl aprcndizajc dc lcnguas
¡ sobrc todo, un contacto dirccto con una rica bibliotcca.
Por recomendación dcl rcconocido eclucador Guillcrmo
Pelgrón, cl Cabildo dc Caracas lc otorga el título dc macstro
cuando cs aún muy jovcn, cn 1791. Es muy probablc que cn
ese entonccs ya tcnga varios años dc cxpcricncia pedagógica
como ayudantc dc Pclgrón. Enscguida toma a su cargo, en
la Escucla dc Primcras Lctras, un grupo rlc cicnto catorcc
niños, sctenta y cuatro quc pagan y cuarcnta quc no pagan,
nucvc dc cllos, cxpósitos. En csc mismo año, con vcintc
y pocos años dc cdad, Rodrígucz se casa con María dc los
Santos Ronco, con quicn conviviría cuatro años antcs clc salir
dc Caracas para ya no cncontrarla más. En su casa tambión
vivc su hcrmano con su familia y otros niños dc quicncs ticnc
a su cargo la cducación.
En l'/95, sc vlrclvc macstro dcl huórfano Simón Ilolívar
con quicn traba una rclación duradcra y profunda. Las vidas
dc Rodrígucz y Bolívar sc cntrccruzan cn varios scnticlos.
3. Dctal'lcs más prccisos pucclcn cncontrarsc, cntrc otros, cn cl
cstudio introductor dc A. Rurnazo Gonzálcz, a las Oóras comple-
¿as dc Simón Rodrígucz, "El pcnsamicnto cducador dc Sirnón
Roclrígucz-", 1, p. 21 - 1 32.
=:
I
tI-i
=:
=
{re
I WAIjTER OMAR KOHAN
Sc afectan de un modo singular, incucstionable, profundo.
Ninguno scría lo que es si cl otro no hubicra cntrado cn su
vida. En algún sentido, no pucden vivir el uno sin cl otro,
aunque los años confirmados dc convivcncia hayan sido rela-
tivamente pocos, Lrnos cuatro cn total: unos Pocos mcscs
en estc inicio, unos trcs años cn Europa, otros Pocos mcscs
al rcencontrarse cn América. Son dos viajcros empederni-
dos. Los viajcs los scparan y Ios uncn. Los dos concibcn la
vida como un viajc. En csc viaje, Ia prescncia vital del otro
es scntida como ncccsaria, impostcrgable, esencial. Así, se
habla de Rodrígucz como cl macstro dc Bolívar, más dc lo
quc se habla dc Bolívar como cl discípulo dc Rodríguez,at)n'
que los dos enlaccs ticncn fucrza semcjante. Sin embargo,
ambas vidas tambión pucdcn disociarse, ticncn una dcnsidad
existencial quc no sc rcducc a la prescncia dcl otro, que, sin
ncgar esa prcscncia, la cxtrapola, la cxccde. Así como hay un
Bolívar más allá de Rodrígucz hay tambión un Rodríguez más
allá de Bolívar, tanto quc, cuando insistcn cn Puntuar quc ha
sido el macstro del Lil¡crtador, rclativiza su importancia. Lo
ha sido, cntrc otras cosas.
Valc dcstacar algunas circunstancias dcl primer cncucn-
tro. El motivo cs un conflicto jurídico cntrc el tío y tutor dc
Bolíva¡ Carlos Palacio, y su hcrmana, MariaAntonia Bolívar,
por la tcncncia dcl mcnor quc ticnc sólo 12 años. Su hcr-
mana prefiere quc sca cducado cn cl Scminario pero su tío
dcficnde quc sca cn la casa dc Simón Rodrígucz, dondc había
otros menorcs cn la misma condición, a lo que cl tribunal
accede no sin protcstos dcl propio Bolívar quc incluso huyc
en una oportunidad hasta que cl Obispo lo llcva de vuelta a
Ia casa de Rodrígucz con Ia promesa dc quc no se lo rcPren-
dicsc por su fuga.
Un año antcs, cn 1794, Rodrígucz dirigc un documento
público alAyuntamiento dc Caracas criticando la Escuela dc
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍ GUEZ I
Primeras Letras y proponiendo su Rcforma.* Es un docu-
mento organizado cn dos partes, Ia primera con seis rcpa-
ros y la segunda con tres capítulos destinados a proponcr
una nueva estructura para los establccimicntos. El modelo
parece ser cl de las Escuclas de Primeras Letras dc Madrid, la
única institución mencionada de forma elogiosa cn cl docu-
mcnto.s Sus rcparos cstán agrupados en scis tópicos, pero
conticncn en verdad una crítica tócnica del modo cn quc fun-
ciona la cscucla cn Ia sociedad caraqucña: la escucla no ticnc
la cstima que mcrccc; cualquicr cosa sirvc de escuela: hasta
una pcluquería o una barbcría; eso, porquc no sc conoce ni
da valor a su utilidad; no sc dcja entrar a quicncs más lo pre-
cisan, siendo quc todos -blancos, pardos y morenos- ticncn
igual dcrecho a la instrucción; la cnscñanza es parcial, dóbil
c incomplcta; no sc rcconocc Io difícil y cspecífico dc las
primcras cnseñanzas y la consccucntc formación nccesaria
para ayudar a aprendcr a lccr y cscribir, ortografia, castc-
llano y latín, aritmótica, formación cívica y rcligiosa; no sc
pcrcibe que cl ticmpo dc la infancia cs también dc juego,
diversión y tiempo libre; las instalacioncs son precarias, las
condicioncs de trabajo dcl macstro, paupérrimas; su rcmu-
neración, Iastimosa.
La propucsta de Rodrigucz incluyc la crcación dc nuevas
cscuclas con macstros y pasantcs designados para cada una
de ellas y conticnc un pormenorizado instructivo sobrc su
modo de funcionamicnto cn los más mÍnimos dctallcs, sobrc
cómo dcberían cstar cquipadas y cl papcl dc cada uno dentro
EI texto, intitulado "Reflcxioncs Sobrc Los Dcfcctos QueVician
La Escuela De Primeras Lctras En CaracasY Medios Dc Lograr
Su Reforma Por Un Nucvo Establccimicnto" está publicado en
1,p.195-222.
I, p. 208. Para un análisis más amplio dc la inspiración tcórica
y pcdagógica dc S. Rodrígucz, dc un análisis histórico-institu-
cional dc la Escuela Pública dc Caracas y dc otros documentos
antcriorcs a óstc, véasc J. Lashcras, p. 78 ss.
:
I
T
}
=:
I
+.
5.
r
i
I WALI'ER OMAR KOHAN
dc cllas, cómo sc sclcccionarían los macstros y los cstudian-
tcs, sus salarios y causas dc destitución, una normativa para
Ia gcstión y administración cscolar, Ios mucbles precisos para
su adccuado luncionamiento, indicacioncs sobrc cómo dcbc
ser cmplcado cl ticmpo cn clla, un rcglamcnto intcrno dc
conducta, cn fin, sc trata de un sofisticado y pormcnorizado
instrumcnto lcgal y rcgimcntal para ordcnar no sólo csa
cscuela sino todas las otras quc componen cl sistema escolar
caraqueño.
Aunquc sc pcrcibc cicrto tono crítico y enérgico que
marcará toda la vida dc Rodríguez, y aun cuando scguirá
comparticndo algunos tópicos -como cl dc Ia importan-
cia dcl jucgo cn la cscucla; la ncccsidad dc aprcndcr varias
lcnguas y dc los macstros cstar bicn rcmuncrados- cstc pri-
mcr documcnto cstá todat ía bastantc lcjos dc aquellos más
caractcrísticos dcl don Simón más tardío. Aquí, el jovcn
Rodriguez hacc una cscucla bastante acomodada a la Cara-
cas colonial de su ticmpo. El tono cs de una prescripción
acentuada cn las cucstioncs tócnicas. Sc pcrcibe una retórica
normativa, scgura dc sí. Ei cstilo es casi solcmne, bastante
difcrcnte del quc caractcrizará su prosa en los cscritos publi-
cados al rctornar a Amórica. Con algo más de veintc años,
cscribc propiamcnte como un lcgislador-administrador,
alguicn quc sabc y proyccta cl mejor modo dc organización,
funcionamicnto y administración dc Ia institución escolar
caraqueña, aun sin cucstionar a fondo cl papcl social que
dcscmpcña. Sc nota quc ha lcído bucna partc dc la litcratura
disponiblc cn la matcria cn lcngua cspañola, muy proba-
blcmcntc irflucnciado por cl llamado Movimicnto de San
Ildclbnso.6 Sin cmbargo, cstá lcjos dc csc conocimicnto dcl
pucblo quc ól mismo clicc scr ncccsario para un Director dc
Para ampliar cstc punto, vóasc la argumcntación de Lasheras,
2004, p. 78 ss.
EL MAESTRO INVENTOR, SIMÓN RODRÍGUEZ I 45
Escuelas y quc sólo podrá vcnir con los viajcs y los aprcn-
dizajcs dc la vida.
La cscuela quc dcficndc Roclrígucz cn csc documcnto
continüa siendo clitista y conscrvadora, aun sc sabicndo más
organizada y tócnicamcntc más clicaz que la cxistente. Dc
hccho, cl documcnto fuc pre cedido por Lrn proyccto parcial,
encomendado y aprobado por cl Cabildo dc Caracas, quc
tambión aprobó la versión final del Plan dc Escuelas. En csc
Plan, no hay un compromiso firmc con el pueblo, con los
nativos, los dcsposcídos dc su ticrra, su lengua y su cultura.
Es cierto quc sc postula la igualdad de dcrechos dc todos dc
acccder a las cscuclas pero no hay cn cl documento el mcnor
movimiento para quc cse dcrecho sc tornc cfectivo. Llama
Ia atcnción, incluso, quc en la sccción "Modo dc incorporar
los discípulos cn las cscuclas", en el apartado 27 Rodrígucz
afirma quc "sólo los niños blancos podrán scr admitidor. . .",'
y si bicn cn una nota, al final dcl documcnto, sosticnc quc
si sc cstablccicscn cscuclas para niños pardos y morenos
dcbcrían gobcrnarsc por cl mismo dircctor y por los mismos
preccptos,8 cl modo potcncial no cs acompañado dc una
propucsta cspccífica de creación dc cscuclas para pardos
que, cn las institucioncs cxistcntcs y cn el documcnto, csta-
ban rcstringidas a los niños blancos.
En todo caso, Ia propucsta prcscntada por cl Síndico
Procurador a la Rcal Audicncia cs rcchazada por el Fiscal
cncargado de analizarla por las siguicntcs razones: a) no sc
sabc cl presupucsto dcl Ayuntamicnto; b) no sc ncccsitan
tantas cscuclas para l:lancos; c) cs inaccptablc quc no sc
abran cscuclas para pardos.e EI Fiscal proponc algo quc cl
propio Rodrígucz vcría dcspr,rós con mcnos fastidio que cl
quc Ic dcspcrtaría su prcscntc propucsta: quc sc abra una
7. I, p. 21 3.
8. 1,p.222.
9. Vóasc Lashcras, 2004, p. 96.
==.
I-
3
=.
t
r
-
E
=G
t
I
ll
I WALTER OMARKOHAN
escuela para blancos (ya había trcs, con lo que sumaban cua-
tro) y dos para pardos. La disputa cntre la Rcal Audicncia
y cl Ayuntamicnto gira en torno dcl acccso dc los pardos
a las cscuclas. La primcra Io impulsaba, por considcrarlos
"los brazos dc la República", cl segundo -aliado al Claus-
tro Universitario y al Obispado- lo ncgaba. De csc lado, el
mcnos popular, qucda cl jovcn Rodriguez en esc cntrabc.
Como consecuencia de Ia imposibilidad dc poncr su pro-
yccto en práctica, Rodríguez rcnuncia primcro al cargo y
poco tiempo despuós, aparcntcmcnte en 1797 , dcja su mujcr
y su ciudad, iniciando una seric dc viajcs quc nunca más lo
traerán a Caracas.
Su partida no necesariamcnte cstá cn rclación dirccta
con estc rcvós político-institucional, ni con un movimiento
rcvolucionario con el quc sc Io suclc idcntificar, cl Com-
plot de La Guaira de 1797, a partir de una alusión dcl pro-
pio Rodríguez.10 Sin cmbargo, su tcstimonio no parccc dcl
todo creíblc porquc: a) cn ninguno de los documentos dc
archivo sc hacc rcfcrcncia a Rodrígucz; b) la refcrcncia a su
participación sólo aparccc cn ól mismo y dc modo vago e
imprcciso;c) las primcras cjccuciones ticnen lugar en 1799,
dos años despuós dc la partida dcl maestro; d) Rodríguez
no ha tcnido ninguna participación política hasta rcgrcsar
a América. La hipótcsis más probablc cs quc, dcspués de
habcr renunciado al cargo dc maestro en la escuela y dc
habcr pcrdido la formación dc Simón Bolívar, haya qucdado
sin ingrcsos y con ci dcsco de buscar seguir su vida en otro
contcxto más favorable a su ncccsidad dc scguir lcycndo y
aprcndiendo. Es más posiblc que Rodríguczhaya tomado
conocimicnto dc los hcchos dc modo indirccto y ya fucra
dcVenezucla. EI caso es quc, hacia 1799, Rodrígucz salc del
10. Para lo quc siguc, mc apoyo cn una ir-rvestigación detallada dc
Maximiliano Durán actualmcntc cn curso, transmiflda por corrco
clcctrónico.
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRfGUEZ I
país, dejando a su mujer y sus discipulos, cmpczando un viajc
quc sólo se detcndrá con su mucrte y ni siquiera con clla
porque sus rcstos serian tambión trasladados desde Lima,
Perú a su ciudad natal, Caracas.rr
De viaje por el mundo
Kingston parecc habcr sido la primera parada en cl viajc
que llcva a Simón Rodrígucz lejos de Vencztela y de Amó-
rica. Es también un momcnto dccisivo, crucial. EI cambio
de timón es radical. Empieza, con la historia dcThomas, un
nuevo pcnsamiento, una nucva vida.Tánto quc cs ncccsario
cambiarse el nombre, de Simón (Narciso) Rodrígucz para
Samucl Robinson. Sólo las iniciales se manticncn, el inicio
del primer inicio cn cl nombrc y el apellido. Para algunos
intérprctcs,laraz6n aparentemcntc más fuertc dc estc cam-
bio indicaría quc cs para protcgcrse dc sus eventualcs pcrse-
guidorcs. Pero hay otras razoncs más afirmativas.
La historia deThomas ha mostrado a Simón Rodrígucz
que es prcciso mirar el mundo y sus habitantes desde otro
lugar. En ese sentido cambiarse cl nombre es una apucsta
osada, aventurcra, scñaladora dc la neccsidad de buscar
una nueva idcntidad, un cstar en cl mundo diferentc, un
pcnsar de otra mancra, un practicar otras formas dc vida
social, una nueva escucla de vida. Es una forma dc com-
promiso con cl aprcnder a partir dc un aprcndizajc cru-
cial, experiencial, marcante, vcnido dc alguicn que casi no
tenía expresión cn la propia vida y, dc ahora en más, pasa
a conformar uno de sus principales sentidos. Es tambión
la marca dc una disposición, un no sabersc definitivo ni
acabado, aunquc sc tcngan principios firmcs y conviccio-
1 1. Véasc: Traslado dc los restos de Simón Rodrígucz, de Lima a
Caracas,1955.
48 I WALTER OMAR KOHAN
nes profundas. Es una forma de apuesta vital, de marcar
una posibilidad para la escucla y para Ia vida, a partir dc
una escucha atcnta al otro, al silcnciado, al dcsposeído, al
cxtranjero, al ignorado.
EI nucvo nombre acompaña a Simón Rodrígucz durantc
veintc y tantos años. Salc dc Jamaica y viaja por Estados
Unidos y despuós por Europa, hasta rctornar nucvamentc a
América, cuando scguirá viajando por Colombia, Ecuador,
Pcrú, Bolivia y Chilc, csta vez nucvamentc con su primcr
nombre.Ya sabc varias lcnguas y cuando no, aprcndc la lcn-
gua nativa dcl país quc visita, lo quc lc pcrmitc cntendcr
inglés, alemán, italiano, portuguós, polaco, ruso y francés.
¿Qué hacc cn sus viajcs? Sc sabe poco dc sus actividades
concretas; sólo cs posiblc conjeturar quc lcc mucho cn cada
lugar, quc busca aprcndcr lo más distintivo dc cada cultura
y quc va madurando su pcnsamiento sobrc Ia cscucla y su
papel social. Trabaja cada vcz quc lo ncccsita, dc modo
general cnseñando y no pocas vcccs ya quc, a difcrcncia
dc Bolívar, no disponc dc una gran fortuna ni una familia
quc lo sustcntc. La mayoría dc las vcccs, consiguc rcunir io
intcrcsantc con Io ncccsario, y sc gana la vida cn una cscucla.
Esto cs lo que busca Rodrígucz dcspués dc su encucntro
conThomas: algo dc cso ól mismo Io dicc cuando sc rcficrc
a las cualidadcs dcl Dircctor dcl Proyccto dc Educación
Popular instaurado por Bolívar, csto es, a sí mismo: "cono-
cimicnto práctico dcl Pucblo, y para esto habcr viajado por
Iargo ticmpo, cn paíscs dondc hay quc aprcnder, y con la
intención dc aprcndcr".r2 Pocos, si alguno, en Amórica, han
viajado como ó1. Nadic con su finalidad: aprcndcr lo quc hay
quc aprcndcr cn cada lugar, lo más propio dc cada lugar: su
lcngua, su cultura, sus traclicioncs, su filosofía, su organiza-
ción social y política.
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 49
La vida siguc su curso. En Estados Unidos trabaja dc tipó-
grafo cn Baltimorc. En Francia, al¡rc una cscuela cn Bayona,
cerca dc la frontcra con España, para enseñar español, lran-
cés c inglós. Deja csa cscucla para abrir otra de español en
París, con ci frailc mcxicano Fray ScrvandoTcrcsa dc Micr.
Así sucesivamentc, cn varios cstados curopeos (ltalia, AIc-
mania, Prusia, Polonia y Rusia), aprcnde, lce y cnscña. En
cambio, no hay dcmasiados rcgistros dc cscritura, más allá
dc una traducción, cn París, en 1 801 , dcl Atala dc Chatcau-
briand y los primcros borradores sobrc "lnstrucción Pública"
que publicaría años más tardc cn Amórica. Estudia. Sobrc
todo, cstudia, cn los libros y cn la vida. Quicre aprcnder
también dc csc vicjo mundo cxtranjcro. Allí, las mayorcs
cnscñanzas cstán cn los libros. AI final, son Ias lctras, las
obras y no los modos de vida 1o quc ha dado dc mcjor cl
viejo mundo. Son tiempos dc cstudiar, dc "ir a la cscucla" dc
los libros y dc la vida, a aprcn<Icr c inspirarsc cn esas lctras,
dc prcpararsc para Ia nucva vida, para vivir prcparado, para
una vicla cn pcrmancntc prcparación, para una vida quc sc
sabc y sc disponc prcparada para la propia vida.
Muchos dc sus aprcndizajcs ticncn quc vcr con cl mLlndo
físico, tanto quc sicmprc viaja acompañado dc libros c ins-
trumcntos. Estudia no sólo matcmática, física y química, sino
tambión gcologia, gcogralia, hidráulica, ingcnicría, botánica,
agricultura, carpintcría. Su formación cs cxpcrimcntal como
dcspuós ól mismo quicrc quc sca la cducación popular.Tám-
bién por cso, al volvcr aAmórica funda no sóio cscuclas sino
adcmás ascrradorcs y fábricas clc jaboncs y vclas y dcsarrolla
un sinnúmcro dc actividadcs prácticas rclacionadas con cl
munclo dcl trabajo industrial dcspuós dc scr nr¡mbraclo por
Bolíval no sólo "f)ircctor c Inspcctor gcncral dc Instrucción
Pirblica y Bcnc{iccncia" sino tambión "Dircctor dc cicncias
físicas, rnatcmáticas y artcs y asimismo, dc minas, agricultura
-
=G
I
I 2. II, p. 359.
lr
y camino públicos dc Ia Rcpública".13 Rodríguez cs, cn la
consideración de su discípulo, un auténtico sabio: lo sabe
(casi) todo de (casi) todo.
En París se rcencucntra justamcnte con Bolívar, con quicn
compartc unos tres años en los quc rcalizan algunos viajcs.
Juntos haccn una partc del trayecto a pie y otra en diligcn-
cia hasta llegar a Italia dondc, cn Milán, asistcn a la coro-
nación dc Napoleón como rcy de Italia. Lo consideran un
acto vergonzoso: un gcneral republicano arrodillándose antc
las imágcnes rcalcs. En Roma, cn Ia cima dcl Montc Sacro,
Bolívar jura antc S. Rodrígucz no descansar hasta libcrar la
Patria dcl podcr cspañol antc un pucblo, cl italiano, que ha
mostrado muchas virtudcs, pcro ninguna quc tcnga quc ver
con la cmancipación dcl cspíritu, csto cs, una vida bella,
libre y justa para los seres humanos. Para eso ha formado
Rodrígucz a Bolívar. Tambión para cso el discípulo quicrc
scguir tcnicndo al macstro a su lado. La nucva América scrá
Ia ticrra dc csa cmancipación. Despuós dc jurar libcrtar la
patria, pasan por Nápolcs y de allí vuclven a París dondc
Rodrígucz pcrmanccc, cuando Bolívar dccide rcgresar a
Amórica. Aparcntemcntc, no sc sicnte todavía convcncido
dc rcgrcsar. Prcficre espcrar a vcr cl andar de Ia rcvolución
militar y politica para hacerse cargo dc Ia revolución social.
Continúa viajando. En Rusia dirige una escucla de primcras
lctras. Ninguno dc sus proycctos cs dc larga duración, lo
que no debc entcnderse como un fracaso.la Rodrígucz es
un iniciador, un inspirador, un apostador. Lo quc intcrcsa
cstá cn lo quc acontcce, cn Io que se provoca, no en un
producto final.
I 3. Vóasc Lashcras, 2004,p.256.
14. De manera elegantc, cl subtítulo dcl scminario de [,cón Rozitch-
ncr sobre Simón Rodrígucz mucstra la lucrza de su aparcntc flalta
dc éxito: "Simón Rodrigucz: cl triunlo dc un fracaso cjemplar".
EL MAESTRo TNVENToR. srMóN RoDRfGUEZ I st
Dc viaje por Inglatcrra, cn Londres, sc cncuentra con
Andrós Bello, con quicn volvcrá a verse muchos años dcspuós
en Santiago dc Chilc. Otra vcz abrc una cscucla. Crca sus
propios métodos dc cnscñanza. Sicmprc así: viaja, aprcnde,
enscña. Hacc cscuela, litcralmcnte y también va consoli-
dando una idca de cscucla, dc Io quc significa haccr cscucla.
Thomas está sicmprc presentc, cn la vigilia y en los sucños.
El rccucrdo dc csa cxpcricncia no sc apaga y Io manticnc
permanentemcntc cn movimicnto. No para nunca más dc
viajar. Los viajcs forman parte dc su cscuela. Támbión cso
ha aprendido conThomas, a no qucdarsc quicto, a aparcccr
dondc no es csperado y a retirarsc cuando ya no hay nada más
quc hacer. No quicrc llcgar a ningún lugar cn particular. Su
patria no es Vcnczucla, ni siquicra Amórica, menos Estados
Unidos o Europa.Tál vcz el mundo.
Sí, vale la pcna subrayar cl "tal vcz". "Tal vcz el mundo".
Si es quc no hay vida en otros mundos. Mejor dicho, su
Iugar cstá en el mundo dc la vida allí donde sc cncuentra
alguna forma dc vida. En 1823 dccide rctornar aAmórica.
No lo hacc por scr americano sino para rcalizar cl proyccto
libcrtario quc ha compartido con Bolívar.Y porquc ia consi-
dera ticrra propicia "para Ia conf'crcncia y para Ios ensayos". ts
Rodrígucz es un cosmopolita, un "miembro de Ia Sociedad
Humana",l6 alguicn para quicn "mi patria cs cl mundo, y
todos los hombrcs mis compañcros dc infortunio. No soy
vaca para tcner qucrcncia, ni nativo para tcner infortunio".rT
A su manera, Rodrígucz dcshacc cl localismo sin ncgarlo, lo
rcsitúa como partc dc algo mayor. Singularidad dc Amórica
y dc Simón Rodrígucz.
15. Carta a Bolívar, 7 de cncro dc 1825. ln: Cartas, p. 141.
16. Carta a RobcrtoAscázubi. ln: Cartas,p. 187.
17 . Cartaalosé Ignacio París, 30 <lc cncro dc 1847. ln: Cartas,p.201
I WALTEROMARKOHAN
i
I
=-I
=G
-=
I
lilr
52 I WALTER OMAR KOHAN
EI retorno a América
Cuando rctorna aAmórica,llcga a Cartagcna, Colombia.
Como di;imos, vuclve a llamarsc por su anterior nombrc.
El primcro. Ese nucvo cambio scñala, tal vez, el rcencucn-
tro con una ticrra propia, conocida. Significa también, tal
vez, cl inicio dc una nucva ctapa, dc expcrimentaciones, dc
cnsayos, de cjccución dc idcas largamcntc pcnsadas. Ahora
sí las condicioncs parcccn cstar dadas para poncr cn práctica
todos las consccucncias dc aqucl cncucntro impactante con
cl pequeñoThomas. Es prcciso confirmar la indcpendcncia
cn cl cuerpo y cn cl alma dc la cada uno dc los habitantcs
de esta ticrra. En la vida individual y compartida. Para eso,
hay quc haccr una cscucla con todos, para todos, de todos.
Es el ticmpo dc una nucva cscucla. Por cso, busca encon-
trar a Bolívar para quc sc ayudcn mutuamcntc a rcalizar cl
juramcnto común rcalizado en Roma. No lc resulta fácil.
Bolívar cstá cn Pcrú y tambión hay muchos hombres cntrc los
dos. No pucde qucdarsc quicto. Micntras cspcra el cncucn-
tro, sc instala cn Bogotá. Allí abrc una cscucla dondc antcs
había un hospicio. Simón Rodrígucz hace su primera cscucla
amcricana, su primcr cnsayo de cscucla.
Si no tcncmos dcmasiados datos prccisos sobrc sus cscuc-
las cn Europa, la situación cs distinta sobrc csa escuela quc
abrc dcspuós dc rctornar a Amórica, dcnominada "Casa de
Industria Pública", cl primcro <Ic sus dos grandes intcntos
por plasmar sus idcas cn Llna institución cscolar. Consiguc
que lc ccdan cl cdificio público cn quc funciona cl Hospi-
cio y ól mismo trabaja cn su rcfacción y adaptación. Es una
cscucla para cl pucblo, los pobrcs, los brutos, los dcsclasados
o ilegíümos. Como su nombrc Io indica, cs Llna cscucla dc
oficios, dc producción y fbrmación para la vida y para cl
trabajo, abicrta a los bogotanos cxcluidos.
EL MAESTRO INVENT-oR. sluóN no»Rf GUEZ I s3
Esa es Ia cscucla más importantc quc cmpicza a hacer
Rodrígucz cuando rcgrcsa, una cscucla quc no se confunde
con cl cdificio, sus saloncs dc clasc, sus mucblcs, sus métodos
y actividadcs. Rodrígucz hacc ia cscucla dc la irrevercncia,
hacc cscucla dondc se dcscscolariza, con quicncs se abandona
y sc considcra incapaccs c impotcntcs dc cntrar a la cscucla.
Llcva a todas las clascs dc Thomas quc andan dcambulando
por Bogotá a su cscucla. Esa es una nota importantc dc la
cscucla dc Rodrígucz: la dc al;rir la cscucla a los quc supucs-
tamcntc no ticnen condicioncs dc cntrar cn clla o no cstán
preparados para clla. La cscucla dc Rodrígucz cs una cscucla
sin condicioncs, sin rcquisitos, sin crcdcnciales para mostrar
cn Ia pucrta dc cntrada. Es una cscucla abicrta dc par cn par
a Ios que nunca entraron a la cscuela, a sus cxtraños cxtran-
jcros, a los chocantcs foráncos dc la ciudad.
Pcro las condicioncs no cstán dadas y Rodríguez cncllcn-
tra problcmas con sus intcrlocutorcs localcs. Sc sicntc incom-
prcndido, tratado como Lln loco.rs Lo sabc dcsdc cl inicio,
no cs fácil, su cscurcla gcncra rcaccioncs hostilcs. Para sus
advcrsarios, cl lugar dc losThomas no cs la cscucla: cs un
dcsperdicio gastar dincro público cn su cducación. Rodrígucz
da combatc. Nunca dcja dc intcntarlo. No pucdc qucdarsc
cn Llna posición pasiva, inactiva, micntras cspcra cncontrar a
Bolívar. Preficrc arricsgar, osar. Sc jucga y sc compromctc,
incluso aunquc no estón dadas las condicioncs para cllo. Hará
sn mea culpa pcro nunca dcjará de intcntar algo impcrfccto
antes dc csperar a quc cstón cladas las condicioncs idcalcs
para su obra.
Hay allí tambión un lcgado. Támbión así hacc cscuela
Simón Rodrígucz. Aigruros pucdcn dccir quc ha fracasado
cn cste y otros intcntos. No lo crccmos. Por detrás dc una
propucsta dcrribada hay un númcro signilicativo dc nucvas
vidas cncontradas. Y hay una iclca clc cscucla quc ha hecho
-
-
G
=r
-
I
18. Carta a Bolívar, cncro 7 dc 1825. ln: Cartas,p.141
lil
I WALTEROMARKOHAN
escucla, quc ha abicrto, fortalccido, pensamientos y vidas
y que, robustecida, pasa por encima de los escombros de la
escuela derribada.
Cuando sicntc quc no hay más condicioncs de intentarlo,
deja el proyccto para ir hasta Pcrú cn busca de Bolívar, ya
nombrado por Bolívar comisario dc una división del Ejér-
cito quc iba a reunirsc con ó1. El viaje no cs scncillo. No
rcsulta fácil viajar cn Amórica cn ese ticmpo. Despuós dc
salir dc Cartagena, una tormenta lo deposita en Guayaquil
donde sc reorganizan para rcanudar cl viajc durante más
dc dos mescs. Han pasado cn total seis mcses dcsde cl ini-
cio dcl viaje cuando Rodríguez llcga a una casa de campo,
ccrca de Lima, la Magdalcna, donde Bolívar tiene su cuar-
tcl general. Allí, Bolívar hace jurar a Simón Rodríguez quc
jamás volvcrían a scpararse hasta Ia muertc.le Dcspués de
csc mutuamcntc tan ansiado cncuentro se dedican a plancar
el proyecto dc Educación Popular, viajan juntos al Alto Pcrir,
en primera instancia, aArcquipa y Cuzco donde comienzan
a poncr cn marcha la dimcnsión educativa dc la Rcvolución.
Abrcn un Colcgio para niñas dc "cualquicr clasc". EnLaPaz
inauguran una bil¡lioteca. En Chuquisaca, entonccs capital
dc Bolivia, Rodrígucz prcsenta cl Plan Educativo para cl país
y es nombrado Dircctor dc Enscñanza Pública y de varios
otros asuntos, como ya mencionamos.
Sin cmbargo, al poco ticmpo otravezRodrígucz y Bolívar
sc scparan tras cstas acciones conjuntas cn Bolivia y ya no
vuclven a comunicarsc antes que el Libcrtador muera cinco
años dcspués. Bolívar intcnta hacerlo, pcro cl Arzobispo dc
Lima, Luna Pizarro, intcrcepta las cartas quc no llegan al
dcstinatario.20 Aunquc hay razoncs puntuales que cxplican la
separación, es difícil no sospcchar en alguna incompatibilidad
cntrc dos figuras tan fucrtes quc justifiquc Io que despuós
19. Carta aJosé Ignacio París, cnero 6 de 1846' ln Cartas, p. 193.
20. Carta a Josó Ignacio París, enero 6 dc 1 846. ln: Cartas, p' 1 95 '
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 55
Rodrígucz va a percibir con tremcndo arrepentimicnto. Dos
gigantcs, dos vidas. ¿Razoncs dc carácter? ¿Estilos difercntes?
¿Tal vcz dos modos distintos dc haccr cscucla? En cualquicr
caso, Bolívar regresa a Lima ¡ sin ó1, Rodrígucz no consiguc
llevar a la práctica sus idcas: al poco ticmpo, lc cscribc a Bolí-
var afirmando quc dcbc abandonar el proyccto.
Rodrigucz no sc cnticndc con cl Mariscal Sucre ni con
otros con quicnes dcbe trabajar. En vcrdad, se cntiendcn
y se cnfrcntan por dcfcndcr intcrcses opucstos. Despuós
dc seis meses, Sucrc, bajo la influcncia dcl clcro, cicrra la
escuela modclo creada por Rodrígucz cn Chuquisaca, apro-
vechando un viajc dc óstc a Cochabamba para crear nuevas
escuelas. Rodrígucz sc sicntc incomprendido, dcshonrado,
traicionado. Sucrc lo acusa dc albcrgar"muchachos, mujeres
pcrdidas y holgazancs"2r oponióndosc así a los principios y cl
sentido de su educación popular: instruir a pobrcs y dcscla-
sados dc ambos scxos para el trabajo y para la vida, fbrmar
los ciudadanos que nccesita la república con las gentcs dc la
propia ticrra, dcspojadas dc lo quc les pcrtenecc. Otra vcz
Thomas aparecc en esccna. Lo quc cstá cn jucgo son dos
modos dc hacer escuela. Para Rodrígucz, haccr escucla cs
rcstituir a los dcsposeídos Io que lcs cs propio: la ticrra, la
cultura, la lengua, cl pcnsamicnto, la vida. Los dcfcnsorcs
del cstado dc cosas rcaccionan violentamcntc: inviertcn su
restitución, rc-rcstituycn. Vuclvcn a expulsar a losThomas
de la cscuela. Rcstituyen a la clasc oligárquica lo que Rodri-
gucz habia invcrtido cn Ia educación del pueblo, cnscñan
a lecr y a gritar la biblia y organizan las institucioncs para
perpetuar cl cstado dc cosas, como cn Europa. Dcjan dcs-
amparados a más dc dos mil niños matriculados y ccrca dc
mil rccogidos.22 Fundan Casas dc Miscricordia, Rccovas, Ins-
titutos dc Caiigrafía para mozas. Vuclvcn todo para atrás.
2'l . A. Guevara, 1977,p.246.
22. CartaaJosó Ignacio París, 6 dc encro dc 1846. ln: Cartas,p.194.
l
-
=G
-:
I
-
=
¡aE
=:
I
I
I
1
I
56 I WALTER OMAR KOHAN
Rctroccdcn los ticmpos dcl pucblo. Congelan el movimicnto
dc la ticrra. Clausuran Ia cscucla para los dcsposcídos y Ia
restringen a los mismos privilcgiados dc antcs.
A Rodrígucz sc lo dcturpa y dcclara un loco. Se lo difama.
Sc lo descalifica como cxtranjcro, como unThomas. Eso
hacc Sucre, cn carta a Bo}ívar, con cxprcsioncs talcs como
"ticne la cabcza dc un francés aturdido" y "Sus franccsadas
llcgan hasta. . .".21 Sucrc afirma quc "Al dcscribir a Ud. todas
las locuras dc estc caballcro tcndría quc scr muy largo".2a
Hay quc maniatar a Rodrígucz: cxtraño, loco, cxtranjcro: no
pucdc hablar la lcngua dc otra cscucla, dcbe hablar Ia lcngua
dc la escucla hccha por y para los quc, todavía, mandan cn
cste ticrra. EI discurso dc Sucrc cs el discurso dcl podcr,
de Ia cscucla del podcr, la misma quc cxcluye, descalifica c
ignora a los pucblos originarios, los quc hablan otra Icngua.
Es la lcngua dc la hostilidad.
Como cada vcz quc sc sicntc incomprendido, Rodrígucz
no polcmiza y sc rctira cn silcncio. Casi comoThomas, sale
corricndo. Apcnas csgrimc sus razoncs y su escucla por
cscrito a su discípulo y principal y casi único sustcnto. Ni
siquicra cuestiona a Sucrc cn csas cartas y más llicn Io con-
sidcra influcnciado por otros pcrsonajcs mcnos valiosos para
Ia causa rcpublicana. Dcsca fuertcmcntc volvcr junto a Bolí-
var, no sólo por sí mismo, sino porquc sicntc quc sc nccc-
sitan mutuamcntc, quc no podrá haccr cabalmcnte cscucla
sin cstar junto a é1. Va a su cncucntro, Pero Bolívar ya ha
partido para Colombia y nunca volvcrán a cncontrarsc. Lcjos
dc Bolívar, sus condicioncs cconómicas cmpcoran paulati-
namcnte. Nunca saca ródito cconómico dc sus Proycctos.
Roba para los otros, para Ios quc han sido robados dcsdc
antiguamcntc, pcro nunca Para sí, sólo vivc dc su trabajo.
Aunquc trabaja y cscribc incansablcmcntc, sus Proycctos
23. A. Gucvara, 1977, p. 245.
2+. A. Guevara, 1977,p.246.
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I 57
sc qucdan sicmprc con todo cl dincro. Su lcaltad pública a
Bolívar cncuentra su punto más alto cn una Defensa cscrita
con cl cucrpo, Ias cntrañas, cl corazón. Jucga su vida cn csa
escritura. La apología abarca muchas dimcnsioncs: ética,
política, filosófica.
¿Ha fracasado Simón Rodrígucz con su intcnto dc educa-
ción popular cn Bolivia? En un scntido sl, como él mismo lo
admite. En otro scntido, no sc pucdc mcdir cl éxito o fracaso
dc una idea por su succso institucional. Habría quc considcrar
al mcnos otros dos aspcctos. Primcro, cl impacto quc esa
cxperiencia escolar ha tcnido para las milcs de vidas dc cho_
litos, indios, ncgros y zambos quc, por prim craycz,pudicron
cntrar a la escucla cn Amórica. Scgundo, la contribución dc
csc intento a una idca dc lo quc significa haccr cscucla cnAmó-
rica. En cstos dos aspcctos no parecc scnsato hablar de fracaso.
En su vida, Rodrígucz siguc hacicndo cscucla. Su apcr-
tura a losThomas, a los natjvos dc csta ticrra se mucstra al
casarse por scgunda vez, csta vcz con una indígcna boliviana,
laTcrcsona, con quicn ticnc dos o trcs hijos.25 La falta dc
suceso cn el cjcrcicio de la política cducacional dc gobicrno
no lo desanima, al contrario.Vucive por trcs años aArcquipa.
Publica. Escribc. Rcaliza trabajos dc ingcnicría hidráulica. Sc
cntera dc la muertc dc Bolívar. Vuelvc a Lima. Tienc algu-
nos estudiantcs y escribc. En 1834, viaja a Chile, invitado a
Concepción dondc cs Prcceptor de instrucción primaria y
Dircctor de ramos litcrarios dcl Instituto dc Conccpción.
Consigue publicar Ia primcra cdición (introducción) dc luces
25. A sus hijos lcs habría pucsto cl nombre dc vcgctalcs,,,Choc]o,,al
rnayor,"Zapallo" a otro y "Zanahoria" a la mcnor, o tal vcz csos
cran simplcmcntc sus apodos. Los nombrcs dc los hijos figuran
por primcra vcz cn A. J. Irisarri, l-listoria del perinclito Epami_
nondas del Cauca,Tomo II, S/L, Bibliotcca dc cultura popular,
Ministcrio dc Educación Pública, 1 863, p. 2 2 2 . Algunas vcrsio_
nes dc su biografía afirman que habría tcnido, también, muchos
otros hijos.
I WALTER OMARKOHAN
yVirtudes sociales. Al año siguicnte un tcrremoto destruyc la
escucla y la ciudad. Elabora un informe sobrc los efectos
dcl terremoto y viaja a pequcñas poblacioncs más al sur
dondc intervicnc en algunos cmprendimientos industriales
que no dan grandcs rcsultados. En 1838 llega a Santiago
dondc permanccc poco tiempo antcs de instalarse trcs años
cnValparaíso. AIIí se encuentra con Andrés Bcllo con quicn
compartc el valor social fundamental de la cducación cn
América. Pcro no pcrmanccc mucho ticmpo y no hacen
plancs juntos. Rodrígucz dccidc scguir viaje.
EnValparaíso funda una nucva cscuela. Publica en Ia
prcnsa y rcedita Luces y Virtudes sociales cn I 840. Pcro sus
discípulos c ingrcsos disminuycn drásticamente y busca
un nuevo lugar viajando por cl Pacífico hasta llcgar nuc-
vamente a Lima dondc, en 1842, intcnta publicar toda su
obra, comcnzando por Sociedades Americanas en 1828. La
publicación no pasa dc csa primera parte .Viaja aI Ecuador.
En Quito, dirigc las Salinas dcl Gcneral Florcs, venczo-
lano, prcsidcnte dcl Ecuador. Pero Florcs sc qucda sin fon-
dos para las salinas y Rodríguez subc cn mula a un pucblo
pcqueño, Latacunga, dondc lc piden quc pcrmanezcapara
dar clases cn cl coicgio San Viccnte. Las clascs dcben scr
suspcndidas por falta dc cumplirnicnto cn el pago prome-
tido por los vecinos, apcnas dos mcses dcspués de iniciadas.
No cncucntra fácilmcnte otro trabajo. Busca casi obscsiva-
mentc sustento para publicar sus obras. Con cierto apoyo
para cllo dccidc volvcr a Bogotá. En cl camino, abre una
cscucla cnTúqucrrcs y al mismo ticmpo, cn abril y mayo dc
1 849 un pcriódico bogotano publica su Extracto sucinto de mi
obra sobre la educación rcpublicana. Al llcgar a Pasto, por razo-
ncs políticas dccide volvcr a Ecuador, a Latacunga dondc,
en 1850, con casi ochcnta años, vuclvc a cnscñar cn cl
colcgio SanViccntc, por primcra vcz focalizado cn formar
cloccntcs. Pero dcspués de dos rápidas dcsercioncs, dccidc
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I
volvcr a Guayaquil y dc allí, en 1gS3, viaja a Lambaycque,
en el Pcrú, con su hi;o José y un amigo dc éste, Camiio
Gómcz. Navegando cn una frágil embarcación, sufre un
serio accidentc ocasionado por fuertcs corricntcs. Rccac
en el pueblo dc Amotapc, dondc mucrc cl 2g de l-cbrcro
dc 1854, con ochcnta y trcs años. Al cumplirsc cicn años
de su muerte, sus restos son llevados dcl ,,pantcón
dc los
Prócercs" en Lima al ,'pantcón
Nacional,, dc Caracas. Su
cuerpo, sólo entonccs, para de viajar.
Un maestro errante
"Yo no quicro parccermc a los árbolcs, que cchan raíccs
cn un lugar, sino al vicnto, al agua, al sol y a todas las cosas
que marchan sin ccsar", dice Simón Rodríguez.26Va-ya si sc
parece a csas cosas quc andan sin para¡ don Simón Rodrí_
guez. Al contrario, la mctáfbra dcl árbol y dc las raíccs cs
muy fecunda cn los discursos cducacionalcs. Son bonitos,
firmcs y tcntadores los árbolcs, claro. Algunos dan mucha
seguridad. La idca dc afirmar las raíccs cn la primera infan_
cia también ha sido enormcmcntc cxplotada por distintas
tradicioncs pedagógicas.
Simón Rodrígucz pcrtcnccc o instaura otra tradición.
A partir de la historia con Thomas parece aprcndcr quc
para aprendcr y para cnscñar cs importante cstar atcnto
pero también cstar atcnto cn movimicnto. Ni cspcrar ni
qucdarse. Llcgar y salir por sorpresa. En movimicnto, cstar
atento. Por cso, los viajcs lbrman parte de su mancra dc
vivir.Vivc viajando, lo quc signilica quc no vive para viajar
sino quc viaja para vivir. En cstc punto, toda rcpetición no
cs cxcesiva. Como Simón Rodrígucz o como Samuel Robin_
,r. y. L. Amunátcgui, Ensayos Biogrff cos. Tomo I! Santiago de Chilc:
Imprcnta Nacional, 1896, p. 236.
=
-
=G
-
I it:
60 I WALTER OMAR KOHAN
son no dcambula ni viaja como turista o a la büsqucda de
un trabajo o fascinado por otra cultura, cn Pos dc conocer
o practicar otro modo dc vida. Encuentra su vida cn los
viajcs, cn cl cstar cn viajc, Porquc cstar dc viajc es cstar a
camino, cntrc dos puntos, cl dc partida y cl dc llcgada, los
dos igualmcnte insatisfactorios, insoportables casi, como
Iugares dc residcncia para alguicn tan inquicto' De viajc sc
sicntc cn casa, cn un lugar dc pasajc, dc transformación,
como la cscucla, como la vida, un lugar dc aprendizajc. Dc
viajc sc sicntc cn camino hacia un nllcvo proyecto, hacia
un nucvo inicio, hacia una nucva vida. f)c viajc, Rodrigucz
cncuentra aThomas quc lo llcva hasta Robinson y óstc sc
dcja cncontrar otra vcz Por un nllcvo Rodrígucz y, a través
dc ó1, por todos, por cualquiera, Por quión estó dispucsto
o nccesitado cle salir de su lugar.
Para un maestro, Ia lccción no cs mcnor. Estamos acostum-
brados a la imagen dcl macstro como alguicn firmc, scguro,
parado cn el frcnte dcl aula imparticndo su sabcr para los cstu-
diantcs. Estamos habituados a la fortalcza dc los árbolcs. La
imagcn sc cxticnde a los cstudiantcs: cuanto más conccntra-
dos, solcmos pcnsar, más probabilidades dc un conocimicnto
más sólido, dc raíccs más seguras. Cicrtamentc así no da clasc
S. Rodríguez y tamPoco csPcra cso dc sus cstudiantcs- Rodrí-
gucz sabc y picnsa en movimiento. Hacc escucla, viajando, de
viaje.Tál vcz pucda versc alli una razón cn cl propio Rodrigucz
de sus"fracasos"cn los Proycctos institucionalcs. En todo caso,
csa es la primcra cnscñanza dc su idca dc escucla: cs Prc-
ciso andar para cnscñar. Simón Rodrígucz invcnta una figura
singular dc cducador, quc podríamos llamar dc un cducador
crrantc, dc la errancia dc un cducador.
Asi, la errancia cs una dc Ias notas significativas dcl haccr
cscucla dc Don Simón. A partir dc su encuentro con ci
inquictoThomas cn movimicnto, sc Pone a andar c incor-
pora a su vida cn movimicnto un modo cspccífico dc andar
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I 61
que se caractcriza por los siguicntes aspectos: a) aunquc
supone desplazamicntos en cl cspacio y cn cl ticmpo, ticnc
más que vcr con una intcnsidad quc con una cxtcnsión cn
el dcsplazamiento, su forma sc cncucntra más cn Ia calidad
que en Ia cantidad dcslizada, más cn su cspcsor quc cn su
largura, más cn Ia densidad quc cn la dilatación, más cn cl
arranquc y en la vclocidad quc cn cl movimicnto, más cn
la intimidad dc Ia rclación quc sc afirma quc cn su gcncra-
lidad ; b) no puedc scpararsc dc la ruptura y la rcvolución;
crrantc es el que no sc conforma con un cstado dc cosas
o alguien para quicn las cosas no ticncn cstado fijo, sino
quc busca intcrrumpir y tornar imposiblc la continuidad
de Io que cstá sicndo; Ia crrancia impidc la fijación dc un
ccntro o núclco al cual todas las cosas sc rcmitirían; c) no
convive con una preocupación consigo sino con el afucra;
el errantc cstá atcnto y abierto cntcramcntc a los signos
revolucionarios cn lo quc cxistc, a Io quc dcmanda atcn-
ción, por eso cs una forma dc scnsibilidad, dc inquictud cn
relación con el afucra y sus habitantcs; d) no pucdc llcnarsc;
cl crrante se vacía en su crrancia. No mira al mundo dcsdc
una posición dc sabcr, sino quc lo hacc, aun sabicndo, scn-
siblc a los sabercs dcl mundo; c) afirma sicmprc una vida,
un modo de vida por crcar, para cualquicr scr humano.
En la crrancia no hay fijación dc csta o aquclla vida, dc un
modclo o fbrma particular dc vida, cs Ia vida abicrta a una
nueva vida dc todo y cualquicr scr humano quc acompañan
su movimicnto; l) no hay mancra dc scparar pcnsamicnLo
y vida, cscritura y vida, pcnsamicnto y cucrpo, cscritura
y cucrpo, cucrpo y vida. El crrantc cs cl quc sc jucga cl
cuerpo en cl cncucntro con otros cucrpos, cl quc, cn su
pcnsamicnto, en sus cscritos, se jucga corporalmcntc la vida
para cambiar la vida, para intcrrumpir la vida dondc no cs
vida, para pcrmitir cl nacimicnto dc una vida otra, nllcva,
inexistcntc hasta cl prcscntc.
=
3
frG
-a
=:
I
62 I WALTER OMAR KOHAN
Así, una vida crrante como la de Simón Rodríguez cs
crrantc no tanto Porquc sc ha dcsplazado dc un lugar a otro
pcrmancntemcntc sino porque justamcntc afirma cada una
dc cstas liguras, por su forma dcnsa' intensa, pcrsistcntc,
perdurable dc romper los modos dc pcnsar y vivir de su
ticmpo, por no accptar Ia tiranía dc Io instituido, por la
sensibilidad para pcnsar y vivir abicrto cntcramente a rcvo-
Iucionar una realidad pcdagógica y social marcada por la
cxclusión y el sometimiento, y por afirmar la errancia en
cl cuerpo, en su encucntro con otros cuerPos y otras vidas,
en la intensidad de una vida de rupturas, dc hospitalidad y
apuesta permanentc Por nucvos inicios dc inconformidad,
resistcncia y nacimicntos cargando litcralmentc con cl peso
dc csa postura crrantc antc cl cstado dc cosas, comcnzanclo
casi sicmprc dc nucvo, como si cada estación, cada ciudad,
cada ctapa dc sus viajcs significaría volvcr todo al inicio.
Como si cada cscucla abicrta fucra Ia primcra cscucla, como
si cada día cntrando a una cscuela fuera la primera entrada
a una cscuela. Es tan intcnsa la crrancia dc la vida dc Simón
Rodríguez que nada parcce perdurar antc el vértigo dc cada
uno dc sus movimicntos por dar vida a la vida, por poncr cl
cucrpo para crrantizar la vida.
Aunquc sc dcdicó a muchas otras cosas, la cducación
marca profundamentc la vida dc Simón Rodrígucz: dcdica
su vida crrante a rcvolucionar las instituciones cducativas
como una mancra dc rcvolucionar los modos dc vida de
su ticmpo. Es un educador crrantc, no tanto por su andar
viajcro c itincrantc sino por Ia intcnsidad y radicalidad dc
su vida cducadora, por su cstado dc abicrto a los habitantcs
dc estas tierras. Lucha incansal¡lcmcntc Por rcvolucionar
las cscuelas, para quc cllas aticndan a los dcscchados por las
cscuclas cxistentcs y para quc en cllas aprcndan a Pcnsar no
sólo cn cómo transformar su condición cn la socicdad sino,
sobrc todo, cómo transformar Ia propia sociedad que gencra
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 63
esa condición, cn sus palabras, cómo haccr una Rcpública
dc veras. Rompc todas las vcccs quc es neccsario -y no son
pocas- con las prcbcndas quc significan continuidad dc un
estado dc cosas hostil e inhumano con una parte significa_
tiva dc los habitantcs dc cstas ticrras. Nunca hacc nada por
comodidad. Enscña la inconformidad,la rcbcldía y la apucsta
a la creación pcrmanente dc un mundo nucvo, dc una nucva
manera dc vivir, inódita no sólo cn América Latina sino cn
cualquicr lugar dc este mundo. Así don Simón Rodrígucz
hace cscucla: crrantc, crrando, y al mismo ticmpo invcn-
tando, como analizarcmos a scguir.
=
ñ
I'
II
:l
I
OBEDECER CIEGAMENTE, es el principio que gobiema.
Por eso hay tantos Esclavos -i por eso es Amo el primero
que quiere serlo.
Enseñen los niños a ser PREGUNTONES!
paraque, pidiendo el POr QUE, de lo que se les manda hacer,
se acostumbren a obedécer... ala RAZÓNl
nó a IaAUTORIDAD, como los LIMITADOS
ni a la COSTUMBRE, como los ESTUPIDOS.
Simón Rodríguez
(1, p 27)
ENSRyRR LA ESCUELA
=
-
fr
E
=a
I
Tsu ¡xórrco debc p*recer
?1 ?Boyrcro de ,e$a ohm
co&o trm¡llr
lr otroor¡r¡,r ün {us rd orrito,
Sr¡ u¡üs f,&tores üfcit*r{ e tal ven ¡ I¡ nrs¿
§t¡ otros; l r r . . f ., r . r . gl rÉsptrBslo
irm aer4 iuju¡to¡
porque,
hi ürr lar obcsrvaciáne* hrry I,als*üador
ui ¿a' la¡ proposicioneS.,. .,, .Dirparattg
De la nrs¿
potlrá el auror decir
{on flrrodr maJor qu¡ on hrll)
friru bkn gui Rirc b, úer*in,
li eámLutio, Socicdades americanas, I g2g.
66 I WALTER OMAR KOHAN
fl s tan cxtraordinario y complejo el impacto dcl cncucntro
-D.o.rTho-as cn Ia cscritura dc Simón Rodrígucz' Primero,
al salir de Jamaica para Estados Unidos Rodríguez hacc una
inmersión cn los tipos en una gráfica cn Baltimore' Dcspués,
inicia un proccso de invcnción, dc un estilo, un tono, una
grafía que casi no sc Parcce a la practicada antcriormcnte en
ius"Reflexiones Sobrc Los Defectos QucVician La Escuela Dc
Primcras Letras En CaracasY Medios De Lograr Su Reforma
Por Un Nuevo Establecimiento", aquella crítica propositiva a
Ia cscuela caraqucña, escrita en 1'794,Poco antes dc salir dc
viaje. La invención cs cn la forma, en cl contcnido, en cl tono,
cn el estilo, cn el vocabulario' en la gramática, cn la sintaxis'
El cambio es tan radical que parece otra Persona cscribicndo'
Es otra pcrsona. En cl mcdio, ha pasado una cxperiencia
transformadora. Ha pasadoThomas. La cscritura dc Simón
Rodríguez testimonia esc encuentro y csa transformación'
Thomas respira en sus textos, habla a través dc sus palabras,
sonríc por dctrás de su forma. Los largos años cn Europa
son el cultivo dc una nucva escritura, de un nuevo estilo'
Es el tiempo de borradorcs, de cscribir, borrar y volvcr a
escribir, dc ensayar una escritura sintónica con un nuevo
pensamicnto y una nueva vida.
Escribir después de Thomas
El cstilo de Simón Rodríguez se consolida dc forma muy
singular y potentc. . . Cada vez más clegantc, claro y refinado,
los cscritos quc publica cn su retorno a América mucstran
una potcncia cjcmplar, singular, sorprcndcntc' Impacta' a pri-
mcra vista, la forma: letras en tipos difcrentes cn tamaño,
cspacio y formato. Rcalces y dcstaques por doquicr, ncgritas,
itálicas, corchctes, llavcs, líncas simples, Iíncas doblcs, cua-
dros, puntos suspensivos, rcpcticioncs, elipsis, cspacios cn
blanco. Este solo asPccto ya otorga sentido a la lcctura: valc
la pena lecr a Simón Rodríguez, si no hubicra otros motivos
EL MAESTRo TNVENToR. srnróN noonfcuEz I 67
-quc los hay y a montones- por estc hccho singular quc
impide cualquicr lcctura fácil, rápida, desatcnta. Rodrígucz
no cscribe como nos hemos acostumbrado a escribir cn cicrto
mundo académico, con las formas y los tipos estandarizados,
uniformizados, indifcrcnciados. . .
A csa cscritura última, a la escritura dcl último Rodríguez
nos rcferimos a continuación. Rodrígucz cxplicita la razón dc
la forma de su cscritura en Lucesy virtudes socjal¿s con una cla-
ridad llamativa, también distintiva dc su cscritura:,,La forma
es un modo de cxistir".r Sc cxistc cn Ia forma y no fucra de
clla, sc cxistc en cómo sc dicc Io quc dicc y no sólo en lo
quc se dice. Se cscribe para distintos lectorcs y difcrentcs
modos, ticmpos y cstilos dc lcctura. Rodrígucz cnfatiza algo
quc parcce obvio: no podria cscribirsc dc forma monocordc,
indifcrenciada, invariablc sobre asuntos difcrcntcs para lccto-
rcs divcrsos. . .Y sin cmbargo, así Io haccmos de forma masiva.
En csc sesgo dc su cscritura sc manificsta una marca dis-
tintiva dcl caraqucño cn su retorno a Amórica: su caráctcr
rcbeldc, irrcvercntc, imprcvisiblc. Al mismo tiempo, como
muchas otras veces, esa irrcvercncia sc apoya cn un pcnsa-
miento tan simplc como incontcstablc: no escribimos como
pensamos, la cscritura se ha vuclto partc de una máquina
burocrática quc nos aleja cada vcz más dc mostrar a travós
dc ella Io que pcnsamos y lo quc somos. Claro quc hay movi-
micntos exccpcionalcs,2 pcro dc un modo gcncral podcmos
constatar quc lc hcmos quitado gracia a la cscritura, la hcmos
burocratizado, dcspcrsonalizado, monotonizado. La hcmos
dc-formado, como si sólo importasc lo quc sc cscribc y no
cómo se cscribe. tmbión cn csc gcsto, Rodrígucz mucs-
1 . II, p. 139.
2. Entrc csos movimicntos podría citarsc, como por cjcmplo la
obra dc Marshall Mcluhan, The Medjum is the llessage: An Invcn_
tory of Effccts (NcwYork: Bantam Books, 1967), o la poesía
concrcta, ambos próximos, cntrc muchos otros cjemplts, cn
cl espíritu, a Ia pretcnsión de Rodngucz.
-
-
-
-
-
I WALTER OMAR KOHAN
tra una marca de su cscritura, su pcnsamicnto y su vida, la
denuncia dc lo quc estamos sicndo, algo bastantc lcjano dc
lo que qucremos scr o aun dccimos quc cstamos sicndo.
De modo quc Ia forma dc una cscritura cxprcsa no sólo
divcrsos modos dc pensamicnto sino que tambión propicia
difcrentcs formas dc Icctura. Es preciso lccr cn la forma dc Io
cscrito para sentir su tonalidad y su cstilo. Simón Rodríguez Io
describc con dctallc:3 sin formas,la cscritura unifica lo quc no
pucde scr sino divcrso: cl tamaño y la variedad dc los caractc-
res indican los tonos micntras quc la scparación y aislamicnto
dc las flascs muestran las pausas; los puntos fuera dc una frase
la separan, y al pintar una frasc cn cl mcdio dc una página, sc
la aísla. Dcbajo dc un cspacio cn blanco, los puntos indican
una elipsis; los guioncs, Ia rclación; las llavcs, la concxión. Es
casi inaceptablc quc nos hayamos confinado a una cscritura
mono-formc. Al contrario, los signos pintados por Rodrígucz
componen una cscritura y una lcctura que recuerdan, cn cada
marca, la inscparabilidad de forma y contcnido. Afirman,
insistcntcmentc, qllc nunca lo quc sc cscribc es sólo Io quc
sc escribc y quc cómo sc cscribe cs partc irrcnunciablc dcl
ejcrcicio dc la transmisión. A su maner-a y ritmo, la escritura
grafblógica dc Rodrígucz nos lleva a plantcarnos preguntas
fundamcntalcs: ¿para quó cscribimos Io que escribimos? ¿Quó
quercmos gcncrar con nuestra cscritura?
Esa cscritura nos mucstra tambión quc cscribir es una
Ibrma de artc, como lo cs dc forma más amplia cl comuni-
carsc, tanto quc "Sc pucdc PINTAR sin HABLAR pero nó
HABLAR sin PINTAR".a Repitámoslo: no sc pucde hablar
sin pintar. EI habla cs un gcsto artístico. Cuando estamos con
otro, cl cuerpo dicc con sus gestos lo quc las palabras no
alcanzan a significar, pintamos cl aire con ios gcstos. Lo dicho
para cl discurso habiado valc tambión para cl cscrito: "cl arfe de
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRf GUEZ I
3--
C
=-
3.
+.
-Escrióir ncccsita dcl arte de ?intar,,.sTambién la escritura cs un
gcsto artístico. El arte cs la crcación al scrvicio dc una mayor
comprcnsión. En uno y otro caso debc habcr concxioncs clc
idcas y dc pensamicntos, dc sentir y pcnsar. Escribimos con
cl cuerpo, con gcstos, con imágcncs para podcr comprcndcr
y ayudar a comprcndcr. Dc la misma fbrma quc pintamo.s. A
la base de toda cscritura hay siemprc un sentir; cl dcsafío «lcl
escritor, allrma Rodrrgucz, cs aprcnclcr a cxprcsar los scntircs
ajcnos quc excitan los suyos propios porquc son cllos quc
mucven la lectura.6 A travós dcl scntiS p"i.trudc; hacicndo
pensar, convcnce .7 Sc escribc desdc cl scntimicnto y cl pcnsa-
miento para haccr scntir y pcnsar, para convencer y pcrsuadir.
En todo momento, Rodrígucz busca superar la dualidacl cntrc
un piano intclectual y otro sensitivo, mucstra scguidamcntc
un pcnsamicnto afcctivo, un scntimicnto intclcctual. por cso,
una cducación quc se apoyc cn sólo una dc csas dimensioncs
e s insuficicntc y cstóril: ,,lo
quc no sc áace senrir no sc entiende
y lo quc no sc entiende, no intcresa,,.s
Tenicndo cn mcntc lcctorcs comoThomas, Rodrígucz dis_
tinguc dos formas dc cscritura: la afbristica para los Icctorcs
instrüdos y la didáctica para los no instruiclos. No sc trata dc
subcsümación.Támpoco sc trata dc poncr condiciones sino dc
ajustar la cscritura pintada a la sensibilidacl dc un lector quc
pucda encontrar cn clla lo que cstá buscando, lo que .r"""j,u
para vivir con otros. No sc pucdc dcjar a nadic fuera dc Ia
lectura. Espccialmcnte cnAmórica, cs prcciso cscribir no sólo
para una clitc ilustrada sino para ios habitantcs originarios dc
esta ticrra, Ios usualmcntc cxcluidos dcl mundo clc las lctras.
Así, la lección dcThomas sc reflcja, cn primcr lugaS cn la
II, p. 158.
II, p. 151 .
5. II, p. 157.
6. II, p. 158.
7. II, p. 153.
8. II, p. 161.
L
70 I WALTER OMAR KOHAN
cscritura dc Rodríguez: cscribc, cn scntido fucrte, para todos,
como un maestro dc verdad hace cscucla para todos.e
Escribir tienc que ver con Pcnsar y con estar en el mundo'
Rodríguez deficnde de una y mil mancras que se trata dc que
los niños aprendan a Pcnsat y cuanto antcs, Porque aPren-
diendo a pensar podrán aprendcr.todas las dcmás cosas y, cn
particular, a vivir u¡ros con otros. La apucsta dc Rodríguez sc
cnfrenta a otros métodos cn boga cn su ópoca en particular
al mótodo Lancaster quc, como él mismo Simón Rodnguez
señala, "cs un disparate", en la mcdida cn que' justamcntc,
no cnscña a pcnsar, sino a rcpctir y a recitar dc mcmoria'l0
Como ha argumcntado F. Ortcga,lr cl mótodo lancasteriano
es prefcrido por los gobicrnos de la época Por ser cconómico,
simplc y fácil de rcproducir, y tal vez también Porque' como
Io scñala S. Rodrígucz, contribuyc a formar los sujetos dócilcs
con los que no hay cómo constituir una vida rcpublicana. Las
llama "ESCUELAS DEVAPOR" porque con Pocos macstros
sc enscña a milcs dc muchachos.r2
Rodríguez cs mucho más complcjo. Su método no es bicn
un mótodo: cxigc un macstro, quc picnsc, quc invcntc, quc
sc preocupc por todos y cada uno, quc no aplique cicgamcnte
algunos prcccPtos Para transmitir calmamcntc un sabcr asimi-
lado pasivamcntc, sino qLrc sca un lcctor reflcxivo, quc tcnga
una rclación pcrsonal con sus cstudiantcs y quc, adcmás, cstó
bien pago y con bucnas condicioncs, cn ticmpo y salario, para
ejcrcer su profcsión. Rodrigucz afirma un macstro quc sca
un artcsano y un artista dc su trabajo. Un maestro inventor'
Es decir, todo lo que los gobicrnos dc turno no qücrcn para
las cscuclas.
Támbién por cso aprcndcr y cnscñar a hablar y a Pensar
cstán antcs quc aprcndcr y cnseñar a Iccr y a escribir. Porquc
9. II, p. 17.
10. II, p. 25.
1 1 . F. A. Ortega, 201 1 , p. 34-35.
12. II,p.186.
EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRfGUEZ I 7I
la enseñanza y cl aprendizaje primcros,los que más importan,
no son técnicos sino críticos, de fundamento y sólo se puedcn
realizar en diálogo con los otros. Son, cn última instancia, el
aprendizaje y la enscñanza dc una vida pensante, cuidadosa,
que se examina a sí misma, de una vida que merece scr üvida
por todos los habitantes de csta tierra. Son el aprendizaje y la
enseñanza dc la vida dc cada uno y la de todos los america-
nos. Son el aprendizaje y Ia enseñanza de una escuela social,
popular, y que conforman los principios y sentidos dc una vida
invcntiva, sin igual y al rnismo ticmpo entre iguales como la
republicana, mucha más que cl contenido de una técnica para
darse bien socialmentc y sobrcvivir en una socicdad que no
mcrecemos ni nos mcrecc, como la monárquica.
Inventamos, como Thomas, o erramos
En csc campo, una alternativa atravicsa la vida y Ia obra
de Simón Rodrígucz como un grito, como una exprcsión
sacada dc las entrañas y masticada por una vida de pcnsa-
miento y de trabajo dedicada a la educación. La alterna-
tiva cs siempre una y Ia misma: de un lado, la crcación, la
invención, el pcnsamicnto, la vida, Ia libcrtad; dcl otro, la
rcproducción, el error, la imitación, Ia opinión, cl servi-
lismo. Lo primcro es lo quc hacc quien hace escuela, cs lo
que neccsitamos y no practicamos cn las cscuclas quc cxistcn
en América. Lo segundo cs lo que hcmos hccho hasta ahora
en las cscuclas, lo más fácil de encontrar en ellas y Io que sc
trata de transformar. Hacer cscuela creando, invcntando, cs
cl camino para esa transformación.
Simón Rodrígucz plantca csta altcrnativa dc varios modos,
en muchos contcxtos, a propósito dc divcrsas cucstioncs, en
difercntes momentos. Es una altcrnativa filosófica, pedagó-
gica, política, cxistcncial. Es allí dondc sc jucga Io quc somos,
y cl proyccto dc Io que podcmos scr. En una carta escrita cl
-
--
-r-
!
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf
298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Homenaje a malevich
Homenaje a malevichHomenaje a malevich
Homenaje a malevich
02273898
 
Brook peter el espacio vacio
Brook peter   el espacio vacioBrook peter   el espacio vacio
Brook peter el espacio vacio
Cielo Ther
 

La actualidad más candente (15)

Autobiografía
AutobiografíaAutobiografía
Autobiografía
 
Deseos de invierno y muerte (poesía) . Cristiano Martínez - 2018
Deseos de invierno y muerte (poesía) . Cristiano Martínez - 2018Deseos de invierno y muerte (poesía) . Cristiano Martínez - 2018
Deseos de invierno y muerte (poesía) . Cristiano Martínez - 2018
 
Unpocodepaz dossier kepa_dossier
Unpocodepaz dossier kepa_dossierUnpocodepaz dossier kepa_dossier
Unpocodepaz dossier kepa_dossier
 
Diaspore
Diaspore Diaspore
Diaspore
 
Prototipo.1
Prototipo.1Prototipo.1
Prototipo.1
 
Homenaje a malevich
Homenaje a malevichHomenaje a malevich
Homenaje a malevich
 
JUVENILIA DE MIGUEL CANÉ
JUVENILIA DE MIGUEL CANÉJUVENILIA DE MIGUEL CANÉ
JUVENILIA DE MIGUEL CANÉ
 
Gaviero periodico literario no 1
Gaviero periodico literario no 1Gaviero periodico literario no 1
Gaviero periodico literario no 1
 
Armónica para desnudar el sueño
Armónica para desnudar el sueñoArmónica para desnudar el sueño
Armónica para desnudar el sueño
 
El Corredor Mediterráneo
El Corredor Mediterráneo El Corredor Mediterráneo
El Corredor Mediterráneo
 
Fuente sellada - Hugo Wast
Fuente sellada - Hugo WastFuente sellada - Hugo Wast
Fuente sellada - Hugo Wast
 
Cuadernillo frost (escarcha)
Cuadernillo frost (escarcha)Cuadernillo frost (escarcha)
Cuadernillo frost (escarcha)
 
Brook peter el espacio vacio
Brook peter   el espacio vacioBrook peter   el espacio vacio
Brook peter el espacio vacio
 
Co.incidir 50 abril 2018
Co.incidir 50  abril 2018Co.incidir 50  abril 2018
Co.incidir 50 abril 2018
 
Literatura 5 cuadernillo-2017
Literatura 5  cuadernillo-2017Literatura 5  cuadernillo-2017
Literatura 5 cuadernillo-2017
 

Similar a 298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf

Perros digitales 1 la literatura (noviembre 09)
Perros digitales 1   la literatura (noviembre 09)Perros digitales 1   la literatura (noviembre 09)
Perros digitales 1 la literatura (noviembre 09)
SECUNDARIA BASICA 18
 
Antologia de textos iii iv medios
Antologia de textos iii iv mediosAntologia de textos iii iv medios
Antologia de textos iii iv medios
Raúl Olmedo Burgos
 

Similar a 298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf (20)

La cocina de los libros - Claudia Segretin
La cocina de los libros - Claudia SegretinLa cocina de los libros - Claudia Segretin
La cocina de los libros - Claudia Segretin
 
TomáS Segovia
TomáS SegoviaTomáS Segovia
TomáS Segovia
 
Werther
WertherWerther
Werther
 
Guía leng y com el joven provinciano
Guía leng y com el joven provincianoGuía leng y com el joven provinciano
Guía leng y com el joven provinciano
 
Guía leng y com el joven provinciano 1
Guía leng y com el joven provinciano 1Guía leng y com el joven provinciano 1
Guía leng y com el joven provinciano 1
 
REVISTA PROVERSO 1 marzo2016 (2)
REVISTA PROVERSO 1 marzo2016 (2)REVISTA PROVERSO 1 marzo2016 (2)
REVISTA PROVERSO 1 marzo2016 (2)
 
Leonard, los libros del conquistador
Leonard, los libros del conquistadorLeonard, los libros del conquistador
Leonard, los libros del conquistador
 
Lengua 4º año
Lengua 4º añoLengua 4º año
Lengua 4º año
 
El Corredor Mediterráneo
El Corredor Mediterráneo El Corredor Mediterráneo
El Corredor Mediterráneo
 
Obras completas- Vol 1- Octavio "Luminous Elder" Paz
Obras completas- Vol 1- Octavio "Luminous Elder" PazObras completas- Vol 1- Octavio "Luminous Elder" Paz
Obras completas- Vol 1- Octavio "Luminous Elder" Paz
 
Renacimiento y barroco literatura
Renacimiento y barroco literaturaRenacimiento y barroco literatura
Renacimiento y barroco literatura
 
Lengua 5to año
Lengua 5to añoLengua 5to año
Lengua 5to año
 
Lengua y Literatura 5to media
Lengua y Literatura 5to mediaLengua y Literatura 5to media
Lengua y Literatura 5to media
 
Amerigo
AmerigoAmerigo
Amerigo
 
Perros digitales 1 la literatura (noviembre 09)
Perros digitales 1   la literatura (noviembre 09)Perros digitales 1   la literatura (noviembre 09)
Perros digitales 1 la literatura (noviembre 09)
 
El Viaje del Escritor
El Viaje del EscritorEl Viaje del Escritor
El Viaje del Escritor
 
Autobiografia
AutobiografiaAutobiografia
Autobiografia
 
470 - ASÍ FUÉ CALVINO X Gary.pdf
470 - ASÍ FUÉ CALVINO X Gary.pdf470 - ASÍ FUÉ CALVINO X Gary.pdf
470 - ASÍ FUÉ CALVINO X Gary.pdf
 
Antologia de textos iii iv medios
Antologia de textos iii iv mediosAntologia de textos iii iv medios
Antologia de textos iii iv medios
 
La educación como repaso del paso a paso - Gabriel Restrepo
La educación como repaso del paso a paso - Gabriel RestrepoLa educación como repaso del paso a paso - Gabriel Restrepo
La educación como repaso del paso a paso - Gabriel Restrepo
 

Más de gabychap

Guia planificacion de una unidad didactica (vacia)
Guia planificacion de una unidad didactica (vacia)Guia planificacion de una unidad didactica (vacia)
Guia planificacion de una unidad didactica (vacia)
gabychap
 

Más de gabychap (20)

El espejo-africano-liliana-bodoc-
El espejo-africano-liliana-bodoc-El espejo-africano-liliana-bodoc-
El espejo-africano-liliana-bodoc-
 
Tribu rapa nui
Tribu rapa nuiTribu rapa nui
Tribu rapa nui
 
Apaches
ApachesApaches
Apaches
 
Los aztecas
Los aztecas Los aztecas
Los aztecas
 
Los mayas
Los mayasLos mayas
Los mayas
 
Los incas
Los incasLos incas
Los incas
 
Los sioux
Los siouxLos sioux
Los sioux
 
Rapa nui
Rapa nui Rapa nui
Rapa nui
 
Los incas
Los incasLos incas
Los incas
 
Los aztecas
Los aztecasLos aztecas
Los aztecas
 
Rapa Nui
Rapa NuiRapa Nui
Rapa Nui
 
Los siuox
Los siuoxLos siuox
Los siuox
 
Los mayas
Los mayasLos mayas
Los mayas
 
Incas
Incas Incas
Incas
 
Guia planificacion de una unidad didactica (vacia)
Guia planificacion de una unidad didactica (vacia)Guia planificacion de una unidad didactica (vacia)
Guia planificacion de una unidad didactica (vacia)
 
Cs 2do ciclo
Cs 2do cicloCs 2do ciclo
Cs 2do ciclo
 
Jornadas Laboratorio
Jornadas LaboratorioJornadas Laboratorio
Jornadas Laboratorio
 
El aula laboratorio jornada de junio 2016
El aula laboratorio jornada de junio 2016El aula laboratorio jornada de junio 2016
El aula laboratorio jornada de junio 2016
 
Trabajo para los encuentros 1 y 4
Trabajo para los encuentros 1 y 4Trabajo para los encuentros 1 y 4
Trabajo para los encuentros 1 y 4
 
Normas de seguridad Laboratorio
Normas de seguridad LaboratorioNormas de seguridad Laboratorio
Normas de seguridad Laboratorio
 

Último

TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
jlorentemartos
 
NUEVAS DIAPOSITIVAS POSGRADO Gestion Publica.pdf
NUEVAS DIAPOSITIVAS POSGRADO Gestion Publica.pdfNUEVAS DIAPOSITIVAS POSGRADO Gestion Publica.pdf
NUEVAS DIAPOSITIVAS POSGRADO Gestion Publica.pdf
UPTAIDELTACHIRA
 

Último (20)

Tema 19. Inmunología y el sistema inmunitario 2024
Tema 19. Inmunología y el sistema inmunitario 2024Tema 19. Inmunología y el sistema inmunitario 2024
Tema 19. Inmunología y el sistema inmunitario 2024
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
 
Sesión de clase: Fe contra todo pronóstico
Sesión de clase: Fe contra todo pronósticoSesión de clase: Fe contra todo pronóstico
Sesión de clase: Fe contra todo pronóstico
 
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
 
La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración AmbientalLa Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
 
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptx
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptxLA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptx
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptx
 
origen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literarioorigen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literario
 
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VSSEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
 
SESION DE PERSONAL SOCIAL. La convivencia en familia 22-04-24 -.doc
SESION DE PERSONAL SOCIAL.  La convivencia en familia 22-04-24  -.docSESION DE PERSONAL SOCIAL.  La convivencia en familia 22-04-24  -.doc
SESION DE PERSONAL SOCIAL. La convivencia en familia 22-04-24 -.doc
 
Tema 11. Dinámica de la hidrosfera 2024
Tema 11.  Dinámica de la hidrosfera 2024Tema 11.  Dinámica de la hidrosfera 2024
Tema 11. Dinámica de la hidrosfera 2024
 
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdfInfografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
 
NUEVAS DIAPOSITIVAS POSGRADO Gestion Publica.pdf
NUEVAS DIAPOSITIVAS POSGRADO Gestion Publica.pdfNUEVAS DIAPOSITIVAS POSGRADO Gestion Publica.pdf
NUEVAS DIAPOSITIVAS POSGRADO Gestion Publica.pdf
 
PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).pptPINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
 
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VSOCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
OCTAVO SEGUNDO PERIODO. EMPRENDIEMIENTO VS
 
Abril 2024 - Maestra Jardinera Ediba.pdf
Abril 2024 -  Maestra Jardinera Ediba.pdfAbril 2024 -  Maestra Jardinera Ediba.pdf
Abril 2024 - Maestra Jardinera Ediba.pdf
 
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
 
Revista Apuntes de Historia. Mayo 2024.pdf
Revista Apuntes de Historia. Mayo 2024.pdfRevista Apuntes de Historia. Mayo 2024.pdf
Revista Apuntes de Historia. Mayo 2024.pdf
 
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptx
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptxCONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptx
CONCURSO NACIONAL JOSE MARIA ARGUEDAS.pptx
 
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICABIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
 
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptxPower Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
Power Point: Fe contra todo pronóstico.pptx
 

298167529 el-maestro-inventor-simon-rodriguez-0001-pdf

  • 1. Er ITNETSTRO TNVENTOTI SttvtÓN RonÚGUÉz Walter Omar Kohan c¡YorP.4Fs 'i#-i : :''i'¡,!l:, ==- I=l- h át § &:, h &.,Fi::,ffi.r' &iF- tr.
  • 2. Agradecimientos A Grcgorio Valcra- Villegas agr adczco el cstímulo permancnte, los libros, la hospitalidad ¡ sobrc todo, Ia amistad genuina. A Maximiliano Durán, maestro enarnorado dcl maestro, agradezco la alcgría y la gcncrosidad por compartir su pasión, nuestra pasión. c/, d/, cl Aclaraciones En la Bibliografía incluyo los tcxtos lcídos para escribir cstc libro. En las notas, cuando no scñalo un autor, cs porque son obras dc Simón Rodrígucz. Cuando no cxplicito el título dc la obra cs porque sc trata dc sus obras completas, quc cito simplcmentc por cl número dc volumcn y dc página. En cl caso dc sus cartas, cito el dcstinatario, la fccha, y cl título Cartas, scguido del númcro de página. Cuando cl autor dc las cartas cs Bolívar, lo aclaro. Las refcrencias complctas de cstas obras cstán al final del libro. En las citas dc Rodríguez, mantcngo la grafia original dc su español. INDICE Prólogo % Una lcctura de Rodrígucz en clavc Kohan . '.. ... Prcsentación ol Por qué y para qué lecr a Simón Rodríguez ..... Los caminos dc Simón La historia dc Thomas Viajar y formar(se): la errancia 39 Los inicios dcl viajante 39 Dc viaje por el mundo ....... +7 El rctorno a Amórica 52 Un macstro crrantc 59 Ensayar la cscucla 65 Escribir dcspuós dc Thomas 66 Invcntamos, como Thomas, o crramos ........... 71 La infancia de niños como Thomas . ' '.. .. 79 Invcntar la educación popular. 83 La cscucla dc Thomas 83 Las fbrmas de scr macstro .. 86 Un trabajo sobrc la atcnción 88 La alcgría clc cnscñar 90 La cscucla popular 92 Una cscucla dc hospitalidad ..... 95 13 19 CA 1. 2. 3l 3. +.
  • 3. 5. La antiescuela: iconoclasia e irrevercncia.......... Simón Rodríguez y la filosofía Un Sócrates popular.. Una escuela cínica .. ¿Un macstro ignorantc o desobcdiente? ...... ... <16 Epílogo 7 Hacer escuela, vida y política con Don Simón... <.o6 Bibliografía .. . 99 102 t0+ tt+ 118 PRÓLOGO 131 1+1 =I I-
  • 4. UNN LECTURA DE RoonÍctJÉz EN cLAVE KoHAN Gr eg or i o Val era- Vill eg as Profcsor de filosofía dc la cducación de Ia Urúvcrsidad Ccntml deVcnezuela y de Ia Univcrsidad Experimcntal Simón Rodríguez e Simón Rodrígucz pudiéscmos dccir quc cs el ensayar como desaffo. Una práctica dcl atreverse a Pensar, a imaginar, a soñar sin miedos, sin tapujos, con yerros si, con éxitos parciales también, muchos fracasos, y, otra vez, de vuclta al camino dcl cnsayo. El cnsayo en ól cs trocha, quc se abre y se cicrra dc continuo, dc finitud sin mucrtc, dc inicio, reinicio, para scguir vivicndo, para scguir andando hacia un final quc cs un volvcr a emPczar, un nucvo comicnzo. Rodrígucz el trotamundos, cl dc Ia crrancia etcrna' quc llega a ser cl que se cs dcsdc cl atrcvcrsc a cxpcrimcntar cl pcnsar, cl invcntar, valga dccir, filosofar y cnscñar como exPrc- sioncs de un macstro y filósofo o un filósofo Por macstro. Aqucl de la palabra üva, pura irrcvcrcncia, pura iconoclasia en el andar, en el hablar, cn su praxis política. Palabra a viva voz cn su trajinar por Europa, en su viajar clc formación; ¡ más tardc, escrita para dirigirsc a Ias gcncracioncs futtras, acompañada dcl, irónico e irrcverentc, pcrmiso a sus contcmporáneos, cspecialmente a aquellos que nunca Ic comprcndicron. Ese desafío del Samucl Robinson convcrtido en Rodrí- guez cs accptado porWaltcr Kohan, filósofo y pcdagogo, para atrevcrsc a pcnsar, a cnsayar tras dc ó1, junto a ól y de camino con é1. En un cnsayar con cl ancla cn Amórica, en Nucstra Amórica diría Marti años más tarde. Ensayar cn =- II-
  • 5. L4 I WALTER OMAR KOHAN un intento sicmpre dc ser originales, como lo establccia el maestro de Bolívar, porquc originalcs, pregonaba, son todas las cosas cn Amórica. El libro El maestro inventor. Simón Rodriguez es vna cntrcga dc un accrcarse y rclacionarsc con ia vida y la obra dcl filó- sofo, quc llcva ya varios años. Accrcamicnto quc se volcó en un conocimiento, cn una búsqueda para haccr un cucrPo a cuerpo con cl Sócratcs dc Caracas, como así lc llamara en su momento, con cl Sócratcs dc Nucstra América, diria yo. Esta obra, pudiera scr calificada, como un estudio más sobrc Rodriguez. Sin cmbargo, tambión pucdc afirmarse que tiene sus particularidadcs volcadas en un exPcrimcntar propio, distinto, original. Un Rodríguez en tono y ritmo dc Kohan. Un Rodrígucz a qüen hacc hablar y andar de nuevo Y va a su zagapara reaprcnder sus pasos, para interpretarlos cn tonos disüntos, desdc Ia sapiencia dc un intórpretc y con el sabor dc las musas filosóficas actualcs. El Rodrígucz de Kohan toca núcleos dcl maestro errante para entonar su crrancia, su nomadismo, su irrevercncia y su pcrpetua iconoclasia. En este Rodríguez sc sicntc un caminante quc se hacc y sc dcshace en Proyectos, que rci- nicia su finitud cn su nucvo camino, en cmPresas educativas liberadoras, popularcs, valga deci¡ politicas. Un Rodriguez múltiplc, calcidoscópico, que llcga, toca y trastoca y lucgo sc marcha; en una etcrna búsqueda por formar el hombre nuevo, el nucvo repúblico para las nucvas repúblicas. Un visionario que se abre y sc forma cn los caminos quc hace y transita. Un viajcro eterno del ticmpo y su circunstancia. El libro EJ maestro inventor es así biografía, narración y mimcsis. Un rccorrido del pcnsar cn cl contrapunto dc lo biográfico sin contagio dc crónica de fechas. Uua biografía viva que va tcjiendo la narración para alcanzar la idcntidad de un personajc, dc un filósofo originalisimo, cn la juntura de su cscritura y dc sus cartas. Aqui no hay fechas quc alcjcn EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I 15 cl personajc, al contrario se trata de narrarlo para hacerlo h"ülor, p"á q,r. nos hable, Para que nos haga Pensar y hacer cor, él.Y uq.ri "t ejercicio de mimesis es mültiple: desde lo leído del pcrsonaje histórico y de ficción en letras de Rumazo Gon'¿alcz y Uslar Pietri, hasta la mimesis de Kohan f"",".*t", "o.,r"rtido y, en alguna medida' convirtiéndo- nos en su Rodríguez' El maestro inventor es un ensayo sobre ensayo' Un pensar que ensaya como único camino para podcr intcrpretar Ia obra de Rodrigucz. Ensayo sobrc ensayo, caPa tras capa para dar cuerpo aLa urdimbre Para podcr caractcrizar un maestro i.rr"rrtor. Si eI Joseph Jacotot dc Ranciére es maestro igno- rantc, cl Rodríguez de Kohan es maestro inventor' invencio- nero, que hace porque su dcstino es inventa¡ su vocación es "rruy", y "r."r, "' ác'afío es cl atrcversc sicmpre a invcntar " p"r", á"1 "rr",, dcl fracasar' EI atrcverse a imaginar' contra todo pronóstico, unas socicdades americanas otras'Y allí la cscuela mixta y antirracista, Ia cscuela dc los más pobrcs' de io, ""g"a.r, *á, uttá Ia cducaci6n popular' y' a Ia vuelta' el rcto dc formar los nucvos ciudadanos' los nucvos repúblicos para las repúblicas americanas en nacimiento' Y el cnsayar la obra escrita ñlosófica, pedagógica y política' junto al res- pondcr a las urgcnciu' d"^""t""d"r los cataclismos naturales d"rd" su Pcnsamiento cicntífico' EI Roirígucz de Kohan cs cl crrantc quc hace del pcn- sar un Proyccto inacabado'Y así vida y obra son intcrpre- tadas dcsde las notas dc un pcnsar quc comienza sicmpre' quc nacc y renacc siempre, quc finaliza cuando empicza un .r"uo "rrr"yo' que fi"ali'u y empicza cuando cn cada error se da inicio a un nuevo invento' Caminos de ida y vuclta, cnsayos que se recrcan constan- tementc cn ejcrciás de finitud' Errancia a sabiendas dc lo que no ," ti"rrc, de lo que no hay certeza'del error que hacc inventar, que hacc soñar dc camino a Nuestra Amórica'
  • 7. '- 8SSP' La instrucción pública, en el siglo 19, pide mucha filosofia: "El interés general está clamando por una REFORMA", y...laAmérica!! está llamada, por las circunstancias, a emprenderla. Atrevida paradoja parecerá. . . no importa: los acontecimientos irán probando que es una verdad muy obvia: Ia América no debe imitar servilmente, sino ser ORIGINAL. Simón Rodríguez (1, p. 23a) POR WÉ Y PARA ArÉ LEER A SltnóN RoDRÍcvEZ T- stc cs un libro dc cducación y de vida' Es un ensayo sobre -Err.u vida educadora. Sobrc Ia cducación cntcndida como un viajc a travós de la vida. Sobrc cl viajar cn nombrc dc la cducación, para cambiar cl mundo dc Ia vida' Sobrc la vida que educa cducándosc a sl misma, hecha viajc de sí misma y dc otras, atenta a otras vidas, cn busca de vidas otras' Escribir cs afirmar una vida, Porquc sicmprc hay una vida afirmada (y muchas otras negadas) atravesando una escritura, sea cual fucrc su tema y propósito' No hay cómo escindir la vida de la cscritura. Cuando, como en cste caso, una vida se vuelvc ob;cto dc la cscritura, cuando cscribimos sobrc una vida cn scntido cstricto, sobrc la vida dc un scr humano, cntonces la afirmamos doblemente , cn la vida quc aparcce cscrita y cn la vida rccreada por el propio escribir, cn la vida de csc hombrc quc sc hace carnc en las palabras dos veccs, cn su movimicnto vital y cn la vida que csas pala- bras alcanzan cn cada gesto dc cscritura y dc lectura que gcneran. Para dccir dc otro modo csta doblc dimcnsión: la vida cstá tanto cn lo vivido quc se afirma por cscrito' cuanto en lo quc ella mucvc al scr cscrita y lcída, lo que dc ella da fuerza y sentido a Ia cscritura y a la lectura' En ese doblc movimiento, quc sc vuclvc en vcrdad múltiplc, entre vida, = I In = =I
  • 8. 20 I WALTER OMAR KOHAN cscritura y lcctura, cscribimos y nos escribimos a partir dc una vida, a través de una vida que nos atravicsa en muchos scntidos. De modo quc no escribimos para dcmostrar la verdad dc una historia, para dcfcnder idcas o conceptos, para rendir homcnajcs o tributos secos, ni para consagrar pcnsamien- tos, aunque algo dc todas cstas cosas pucda tambión habi- tar csta escritura. No nos interesa la palabra disociada dcl movimiento vital que la pronuncia y Ia transporta allí donde no parecen cstar instaladas las condicioncs para cscucharla. Importa la palabra cn cl movimicnto múltiple dc la vida, la cscritura y ia lcctura, cn Io quc elia trae y gencra desdc una vida vivida entcramcnte a las vidas por vivir a partir dc Ias lecturas dc csa vida hccha palabras. Para cso cscribimos, por cso estamos cscribicndo, para afirmar y generar vidas. Nótcse que hcmos escrito "la vida dc un scr humano" y no la de un filósofo, cducador, intclectual, o tantas otras cosas con las que podríamos calificar una vida tan cxtraor- dinaria y fértii, como la de don Simón Rodrígucz. Decimos "scr humano" porquc qucrcmos justamentc cvitar los modos espccíficos dc profesión para cncontrar csa vida lo más dcs- nuda y cntcra posible. Es cicrto, da un poco de escozor haccrlo, tratándose dc aqtrcl que fuc llamado "cl Sócrates dc Caracas",l por Bolívar, su discípulo más cólcbre. Con todo, no sólo gcnera cscozor sino una tcntación muy grande, cn cspccial por la fuerza cxtraordinaria que emana de una vida quijotcsca, apasionada y apasionantc, dcdicada a problcmas, quicn sabc, comuncs, y por lo quc csa vida puedc cntrcgar- nos para pcnsar las vidas prcscntcs cn csta ticrra compar- tida y común. Rcsulta fascinantc csa vida por la cohcrcncia, l. Carta de Bolívar a Santander, desdc Pallasca, 8 dc dicicmbre dc 1823. In: Cartas, p. 1 17. Vcrcmos con más detallc la relación cntrc Bolívar y Rodríguez cn el capítulo V dc cstc libro. EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRIGUEZ I 2T intcnsidad y plcnitud con que fuc vivida. Como también Io cs su cscritura envolvcnte, llamativa, irrevcrente. Sin cmbargo, cs preciso haccr alguna aclaración. No espcrc cl lcctor un trabajo historiográfico cn los cánoncs dc la hcr- menéutica académica cada vez más copiosa cn relación con nuestro pcrsonajc. No nos anima dar cucnta de una biogra- fía de Simón Rodrígucz, trabajo difícil, nccesario, polémico, sobre cl que hay una abundantc y rica bibliografía ya produ- cida, quc sólo en partc incluimos cn las rcfcrencias bibliográ- ficas. Hemos leído bastantes kabajos sobre don Simón pcro no cstamos preocupados en dcfcnder una intcrPretación contra otras, en mostrar la supucsta insuficiencia dc determinada lcctura o la nccesidad dc rcparar en cicrta línea dc exógcsis. Ni siquiera pretcndcmos rcponcr las idcas principalcs dc este autor, su contribución tcórica, su línea dc pcnsamicnto. No sc trata de intcrprctar, de dccir Io quc Rodrígucz vcrdadcra- mcntc habría pcnsado sobrc la vida,la educación, la filosofía, o sobre cualquicr otra cosa. Claro quc tomaremos muchas rcfcrencias dc su obra pcro lo harcmos para pcnsar junto a un pcrsonaje conceptual, para buscar inspiración en una vida Ilcna de pcnsamicnto, para tratar dc scntir Ia transpira- ción dc una expcriencia dc crrancia, inquietud, irrcvcrencia, originalidad, cn nucstra busca dc scntido para una vida que quercmos vivir en la cducación y Ia filosofía. Buscarcmos pcnsar con Simón Rodrígucz una forma dc rcunir la filosofía, Ia cducación y la vida. Lo quc intcntarcmos cs, sobre todo, cnsayar, ensayar cn la escritura, cnsayar cn Ia vida y en cl pensamicnto, como quería don Simón Rodrígucz.Viajar en el pcnsamicnto, como ól tanto viajó, cn cl pcnsamicnto y cn la vida. Scrá entonccs un cscrito rodrigueciano cn estc prcciso scntido: Io quc da scntido a csta cscritura es, tal vcz y con cl pcrdón dc la prctcnsión, Io que daba scnüdo a Ia escritura de don Simón Rodriguez. =- Ir =- ff
  • 9. I WALTER OMAR KOHAN Como dicc mi amigo GrcgorioValera-Villegas -cl prin- cipal impulsor, promotor y animador dc csta cscritura-, siguicndo a otro fabulador, cl venczolano Francisco Herrcra Luque, cstc es un cjcrcicio de historia fabulada. Quiero decir, un ejercicio para dccir lo que la historiografía no dijo o ocultó... o para ser mcnos pretencioso, un cnsayo quc pretende destacar lo que se ha dicho muy rápidamentc o al pasar, cn otro contexto, cn un juego de escritura difercnte, para simplemente haccrlo vibrar de otra manera o con otro scntido, con otros acentos y dcsacentos. No quiero cntrar cn las complcjas tramaE de Ia historiografía, no tengo pretensio- ncs de historiador, apcnas la dc recrcar una vida por Ia fucrza y la inspiración quc csa vida nos podría tracr en estos días a cstas tierras para pcnsar un cspacio cn la trama de relaciones entrc educación, vida y filosofía. Espcro, simplemcntc, cstar a la altura del personajc al hacer esta biografía filosófico, cducacional, para llamarla dc alguna manera. Estamos en un tiempo cn quc Ia cscritura parece haberse distanciado dc la vida.Al menos cn csc mundo académico que habitamos y quc aparcnta habcr construido un mtuldo propio, coll sus propias rcglas, su propia vida, a vcces cnsombrecida, apagada, csquiva, dc espaldas al mrmdo de la vida. En el mcdio de csc mundo vivimos. Enmarañados en ó1. Mucho sc escribe allí. Sc cscribc sobrc muchas üdas. ¿Qué tanta vida pucbla csos cscritos? ¿Quó tipo dc vida? ¿Dc quó manera esas cscri- turas afirman o nicgan la vida que las atraviesa? No quiero scr demasiado prctcncioso, rcspondicndo mis propias prcguntas. En todo caso, csta escritura habita ese mundo acadómico y lo hacc, apoyado cn Ia vida educadora y filosófica de Simón Rodrígucz, apostando a la vida que tambión allí circula. A Ia quc pucdc circular. A quienes andan afirmando y buscando vida entre tantos papclcs ¡ ahora, archivos dc tcxto. Atcntos al juego de la escritura académica, tratamos de practicarlo con cierta libcrtad, valiéndonos de ól cn la medida cn quc nos EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 23 ayuda mucho más a pcnsar el valor educacional de una vida que a constatar Ia verdad pedagógica escrita Por esa vida.Y a recrcar la vida, allí donde ella sc encuentre. Siempre es posible encontrar en la obra dc un autor una idea que da vida a esa obra. Lo mismo valc para una vida. Eso cs lo quc haccmos con Simón Rodríguez: sacar Prove- cho de una idea que vemos con cicrta nitidez en su obra y cn su vida, a travós dc algunos motivos quc la distingucn, que la mucstran más cspecíficamentc, que la destacan cn su originalidad, singularidad y potcncia. No sc trata dc marcas naturales o esenciales que están allí esperando Para ser des- cubiertas o devcladas.tmpoco son puntos fijos que algunos buenos lcctores consigucn manifcstar y otros no. Son com- posiciones entre la escritura y la lectura, Puntos móviles combinados a los intereses dc una lectura y una cscritura que, sin herir las apucstas y sentidos originales, los hacen jugar productivamente en un nuevo camPo de sentido dónde se los quiere hacer valcr. Eso quiercn dccir básicamcntc leer y escribir: clcgir algunas notas distintivas y haccrlas vibrar hasta quc casi no parczcan las mismas y sin cmbargo no se pucda decir quc no lo son. Estc gónero dc cscritura es cntonccs dialógico cn ese prcciso sentido: resulta dc dos pcnsamicntos Pucstos cn comúrr. Que uno parezca más pasivo Por su propio carácter dc establccido y otro más activo Por su papel de dcspcrtar en aquél Io que cstá sicndo pensado, es sólo una aParicncia. Los pcnsamientos se imbrican, sc contagian, sc infcctan, uno y. otro salen difcrentcs del encuentro, dc otra manera, sin podcr ya pensar lo que antes de la cxpcricncia de encuen- tro pensaban o, al mcnos, sin podcr haccrlo dc la mancra cn que Io hacían. Así sc va gcncrando pcnsamicnto: cn ese diálcgo inconcluso e infinito, cjcrcicio constante dc lcctura y cscritura quc descortina al pcnsamicnto nuevos caminos para habitar. =- Ir = ¡fr
  • 10. En este caso, lco Ia vida de don Simón Rodrígucz a partir de una idca2 principal y unos cuantos motivos quc juzgo potentes para pensar, a travós dc esa idea, lo que mc inte- rcsa pensar. Repito. Ni la idea principal quc da vida a csta escritura ni los tópicos en Ios que ella se dcspliega son las únicas cuestioncs rclcvantes, ni las más importantcs, cscn- cialcs, o verdaderas. No tcngo esa pretensión. Sé que habría muchas otras ideas igualmcnte intercsantes cn otros juegos de cscritura y dc lectura. Las ha habido y las habrá. Quizá en nosotros mismos. Hc clcgido la que prcscntaré a conti- nuación porque me parcce leal a un cstilo de pensamiento y de vida ¡ al mismo tiempo, potcntc para proyectarlo en muchas otras formas. Porque mc ayuda a pcnsar lo quc mc intercsa pensar cn estc momcnto, cn csta tierra. Lo repito: no hay cn este cjcrcicio dc cscritura la prctensión dc alcanzar la interprctación más verdadera sino dc provocar scntidos y éstos son medidos en cada lectura, cn Io que csta escritura es capaz dc provocar en sus lcctores. A cso apuesto al escribir. Antes, un par dc aclaraciones más. Rodríguez cnsayó toda su vida. Fuc macstro dcsde muy joven y también muy jovcn fue un político dc la cducación, hizo política cnscñando y pcnsando la cscucla. Fuc también un filósofo, con la ampli- tud quc ese término significa. Fue un lector y un viajcro empedcrnidos y sus posturas lueron caml¡iando a partir dc esas Iecturas y esos viajes, dc csc conocimiento dcl pueblo que unas y otros le fueron propiciando. Evidcntcmentc, cl primer Rodríguez, cl de Caracas, cl dc las Refexiones dc 1794 cstá muy distante dcl Rodrígucz quc vuclvc aAmó- rica para haccr la rcvolución educativa. Podríamos dccir, un poco csqucmáticamentc y nada más quc para intcntar dcjar las cosas algo más claras, quc hay al mcnos trcs Rodrígucz, 2. Dcsde una pcrspcctiva filosófica prccisa dc "idca", cn la línca dcl francésA. Badiou, M, Durán (2012) olrccc una lcctura muy potcntc dc S. Ilodrígucz. EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I cada uno ocupando algo así como un tercio de su vida: el que nace y vive en Caracas, el quc anda viajando porAmórica Central, Estados Unidos y Europa y cl quc vuelve aAmérica a completar la revolución iniciada por Bolívar. Aun cuando hablemos de Rodrígucz cn singular o usemos pretenciosos advcrbios temporalcs, cs sobre todo de un Rodríguez que estamos hablando, csc quc rccorrc Ia América andina dcsdc su retorno hasta su muertc, por algo más dc treinta años. Dcl quc anda por Europa poco y nada conservamos como testimonio. Dcl primcro, no nos entusiasma tanto 1o poco que conservamos. Para ello, en el capítulo 1 : "La historia de Thomas", hc partido dc una historia tomada dc Ia biografía de Simón Rodríguez que tiene un pcso simbólico muy importante en Ia lectura que estoy proponiendo. Es un episodio mcnor, pequeño, como cl niño quc la provoca, pero que tambión tienc el cfccto dc una expcricncia filosófico-pcdagógica con todas las letras. Esto cs, una vivcncia quc hace cambiar Ia mancra dc ver cl mundo, quc genera un cambio dc ritmo, de camino, de paisaje. Una cxpcricncia de vida que impidc seguir pensando como sc pensaba, vivir como sc vivía. Una vida se cncarentra con otra vida y Ia llama a re crearsc, rcinven- tarsc. Parto cntonccs dc csa anócdota que trae dccisivamente al pequeñoThomas a la vida dc Simón Rodngucz y quc pasará a alimcntar una idca principal que, en otro tiempo, recorrcrá la Amórica, junto con don Simón, cn su vida dc viajcs. En lo que siguc dc csta presentación cxplicitaré csa idea principal surgida de aquclla anécdota inicial, quc scrá des- cripta en un capitulo inicial. En los capítulos siguicntes des- plegarcmos csa anécdota inicial y cada uno de los motivos a que dio lugar. f)e modo sucinto, la idca cs quc cl scntido principal de Ia tarca doccntc, dc una vida doccnte, dc una vida dedicada a la educación, es hacer cscucla. La afirmación puede parcccr un poco banal o csdrújula cn estc momento I WALTER OMAR KOHAN ==I II=-
  • 11. I WALTEROMARKOHAN en que uno de los principales problemas de la educación en América Latina ya no es tanto la falta de edificios cscolares sino lo quc se hace cn cllos, en otras palabras, para qué se va a la escuela. En este sentido, una primera lectura de nuestra presunción la considcraría banal porque scría evidente que en época dc Rodrígucz de lo que se trataba cra justamentc de construir los edificios escolares que no existían. Con todo, cs justamente de eso quc no se trata cuando decimos que la singularidad de Rodrígucz está cn su llamado a haccr escucla y en cl modo cn quc practica ese llamado. Por lo menos no es eso en su sentido más potcntc. Claro que cn cierto modo no deja de ser significativo quc Rodrígucz también haya hecho escuelas en su sentido más literal, cl de construir edificios y salones de clase. Pcro lo quc queremos pcnsar al afirmar cl'haccr escucla" como cl sentido principal de la vida dc Simón Rodrígucz y como tarca de cualquier docente, aun -o sobre todo- de aquellos que cntran a una escuela ya hccha, ya definida hasta cn sus más mínimos dcta- lles, es la ncccsidad dc gcncrar, crcar o invcntar algo que no necesariamente está dado por el hecho de existir una institución escolar. Qucremos dccir quc Simón Rodríguez ayuda a pcnsar la ncccsidad dc quc cada maestro haga escuela al entrar a la cscucla, dc darlc a la cscucla algo así como su condición, su carácter más propio, algo que no cstá dado sino quc cs instaurado cn la vida escolar, cn la educación hecha vida. La idea que aprendemos de don Simón en la Amórica Colonial dcl siglo XIX, vigcnte también en laAmé- rica Laüna en movimiento dcl siglo XXI es que de lo que se trata, cuando sc vive en, de y para Ia educación, es dc haccr escuela en las cscuelas.Ya daremos, cn cada uno dc csos capítulos, más prccisioncs sobrc lo quc significa hacer escucla para cse hombrc. Dc modo que vamos a estudiar dc quó mancra Simón Rodríguez "hace cscucla", quó cscucla hacc y para qué, pcn- EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRfGUEZ I sando que esc modo dc hacer cscucla puede ser tremen- damente inspirador para los quc cstamos quericndo haccr escuela en cstos ücmpos, cn los espacios que habitamos. Los modos que hemos elegido para especificar cse'hacer escucla", que consideramos más singularcs de la creación de Rodríguez, son los que dan título a cada uno de los capítulos quc siguen a la presentación : "La historia de Thomas" ;"Y iajar y formar(se) : Ia errancia";"Ensayar la cscucla"; "lnvcntar la educación popu- Iar"; "La antiescucla: iconoclasia e irrevcrencia". El epílogo, "Haccr escuela, vida y política con Don Simón", estudia el significado dc csc'haccr escucla" y cxplora sus sentidos. Se trata simplcmentc dc distinguir y darlc alguna dis- posición a lo quc de todas maneras está muy rclacionado y conexo. Esa división es sólo un intento de organizar lo quc podría prescntarsc dc muchas otras mancras. Dc modo quc Ios capítulos sc imbrican, invaden y supcrponen. Enho- rabuena. Todo sca para hacer cscuela á la S¡món Rodríguez. Como ahora, con palabras cxtranjcras. En la lectura, cn la cscritura, en cl pcnsamiento y cn la vida. Quién sabe, el lector hará su propia cscucla con las palabras que aquí encuentrc. +|1: " =- Iñ =- I .
  • 13. DENSEME LOS MUCHACHOS POBRES o DENSEME LOS QUE LOS HACENDADOS _o dénseme los que la Inclusa bota {declaran libres al nacer o no pueden enseñar o abandonan) por rudos {porque ya estan grandes o porque no puede mantenerlos o porque son hijos lejítimos) Simón Rodríguez (1, p 313) LN HTSToRIA DE THort¿tns EstaJoo aporece en los otch)vos de un educodor jomaiquino onónimo junto a dos co¡tos de Simón Rodríguez. Al porecer, seion deThomas I su hermana, ile nonb¡e desco¡ocido. Lf "y pequeños episodios que pueden cambiar la vida de I l.rrru p.rsona y, a través de ella, la vida de muchos otros. Pueden ser situaciones aparentemente banales, coloquiales, sin mayor trascendencia que, en cualquier otro momento pasarían desapercibidas pero que, en determinadas circuns- tancias de la vida de una persona, en ese momento Áoi¡ós en el que se presentan, ocasionan un terremoto, hacen que todo cambie de lugar, de posición, de estado. Al parecer es lo que le sucede a Simón Rodríguez mientras pasa sus apacibles días en Jamaica, una jornada cualquiera en esa aparentemente tranquila y divertida ciudad caribeña de Kingston, en la que recae la primera parada de un largo viaje. = tI: r-a =i =
  • 14. 32 I WALTER OMAR KOHAN Simón ticnc aún algunos ahorros y no ncccsita todavía trabajar para sustcntarsc. Ha dccidido cstudiar el inglós quc allí sc habla y asistc para eso a la cscucla pública de Ia ciudad. Ese inicio dc la historia cstá rcgistrado por varios dc sus bió- grafos.l A Rodrígucz lc gusta mucho el trato con niños. Sc la pasa jugando con cllos. Sc s.iente uno más. Aprendc y jucga. En las aulas y cn las calles. Pero un día sucede algo que cambia radicalmcntc lo quc piensa en rclación con la educación de Ia infancia. Esc día Simón Rodnguez sale de Ia escuela, como casi siempre, junto a un grupo dc niños, jugando. El juego con- siste cn arrojar los sombreros al aire y atajarlos antes de que toquen otra vez cl suelo. Hay una casa en Ia ciudad que atrae particularmentc a don Simón y los niños y frente a ella suclcn reunirsc para jugar. Es la de los Johnston, una dc las pocas con primer piso y balcón cn Kingston. Es de una dc las familias más privilcgiadas de esa sociedad. Cuando no hay nadie a la vista, Simón y los niños juegan a ver quien emboca cl sombrcro en una maccta quc cstá vacía, en uno de los rinconcs dcl balcón. Más de una vcz salcn corricndo a las carcajadas cüando los vicnen a rcprcndcr para quc no pcrturbcn Ia siesta de los dueños dc casa. Hasta ahora los niños sicmprc han fallado la puntería en escjuego y los sombreros regrcsan todas Ias vcces que son lan- zados, sin alcanzar la maceta. Sin embargo, no hay problcma en csc aparentc fracaso. Al contrario. Los niños y Simón se diüertcn igualmcntc. La gracia del juego parece cstar cn jugar, no en alcanzar un rcsultado determinado. Pero ese día, por alguna razón quc lo cmpuja dcsdc adcntro, Simón Rodngucz dccide él mismo darles una lección a los niños y se anima a 1. Por cjcmplo, enWendehakc, Josó Rafael . Psicopatía de Simón Roúiguez. Panamá, Editorial La Moderna, 1935, p. 8 y Amu- nátegui, Migucl Luis. EnsaTos Btográjcos. Tomo IV. Santiago de Chilc: Imprcnta Nacional, 1896, p. 233. EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 33 probar puntcría, lo quc no ha hccho hasta cntonces. Para sor- prcsa y admiración dc Ios pcqucños, y dc sí mismo, Rodrígucz acicrta la maceta cn el primcr intento. Las risas, saltos y gritos despicrtan Ia curiosidad de los lugareños. Simón Rodrígucz se muestra orgulloso y les dicc: "¿Ven cómo se hacc? ¡Aprcndan dc un hombrc cxpcricntc!".Y suelta una vcz más una carcajada amplia y estridcntc, quc los niños fcstcjan c imitan. Por un momcnto, sc olvida dc dóndc están, dc las advcrtcncias dcl mayordomo dc la casa. Jucga, sonríc, sc divicrte. Nada más parece importar cn cste mundo. Pero la algarabía dura unos pocos instantes y enscguida es reemplazada por la inquietud: ¿cómo rccupcrar el sombrcro? Aunquc cs de bucna cstatura, Rodríguez cstá muy lejos dc alcanzar, por sus propios medios, cl piso supcrior dc la casa. Deben adcmás scr sigilosos porquc, rccucrda, ya han sido advcrtidos cn varias oportunidadcs por uno de los mayordo- mos para que dejen dc molcstar la tranquilidad de Ia ducña o los sacará por la fucrza si insistcn en jugar dcmoradamcnte en Ia puerta de su casa. Ni pensa¡ cntonccs, cn la altcrnativa más fácil, quc uno de los niños insiste cn proponcr: golpcar la pucrta y pcdir cl sombrero a los ducños de casa. Otras altcr- nativas fracasan igualmcntc: ninguno dc Ios palos que cstaba en las cercanías llcgaba hasta cl balcón, las ramas dc un árbol que está cn las ccrcanías dc Ia casa son dcmasiado frágilcs para sostencr incluso a los niños más delgados. Simón Rodríguez picnsa cn ir a buscar una cscalcra, pero la única quc conocc está bastante lcjos y cl ticmpo dc dcmora pucdc ser fatal cn el caso de quc cl sombrcro sea descubicrto: ¿de quó mancra explicarán cómo llcgó hasta csc lugar? Hay quc resolvcr el problcma más rápido. El macstro no sabc qué hacer. Mientras Rodrigucz siguc pcnsando con los niños una solución sin cncontrar altcrnativa,Thomas, un negrito quc los asistc sicmpre con ojos brillantes quc cxprcsan voluntad dc participar del jucgo sin atrcvcrsc a pcdirlo, y quc había =I I=ñ
  • 15. 34 I WALTER OMAR KOHAN acompañado todo cl cpisodio cn silcncio, casi de r-rn salto, y sin rcspira¡ le dicc a Simón Rodríguez:"¿Por qué los niños no se subcn cn sus hombros y uno dc cllos toma el sombrero?". De la sorprcsa, todos formando una escalera humana pasan enseguida al entusiasmo. La rcspucsta dcl macstro-estudiante üenc enseguida: "es una idca gcnial. La llevaremos a la práctica con una condición: que seas el primcro en Ia escalera humana, cl que recupcrc el sombrcro dc la maceta". El brillo de los ojos dcThomas es suficiente como rcspucsta. Ha conseguido lo quc buscaba: intcgrarse al grupo, jugar con cllos. El resul- tado es magnífico: cl sombrero está dc nuevo cn Ia cabcza de Simón Rodríguez cn mcnos dc trcs minutos. Es cicrto que algunos niños -cntre ellos el pequcño Thomas- sc dan un golpazo al bajar apresuradamcnte dc la cscalera humana que ellos mismos han formado, pcro las risas y la satisfacción por la expcriencia compartida supcran cualquier dolor y raspón, en particular paraThomas que salc corriendo con los mismos ojos brillantcs con los que un rato antcs miraba jugar a los que ahora eran sus nucvos compañcros de diversión. Al poco ticmpo, cl rcsto tambión sc dispersa cntrc risas, promesas de repetir cl jucgo y desafíos dc nucvas travesuras.2 Ese día no cs uno más en Ia vida de Simón Rodríguez. Al volver a la pensión dondc sc hospcda, la imagcn de lo quc ha succdido, los ojos deThomas brillando, cl tono resuclto de su proposición -quc Rodríguez pudo intuir más que com- prcndcr acabadamcnte dado su todavía inicial aprendizajc dc la lengua-, la mancra cn que rcsolvicron Ia situación tan rápidamcntc, Ia cscapada corricndo dcThomas, cn fin, Rodrígucz cstá fijado cn lo que ha pasado y lo rcpasa en su 2. La anécdota cn sus más mínimos dctallcs cstá narrada por cl biógralo jamaiquino Jonaüan Sarsficld cn clJamaica Observer en su crónica dcl 1 " dc.encro dc I 8 1 0. No hc visto csta anécdota rccuperada cn las biografías consultadas dc Rodrígucz ni cn otro material bibliográlico. EL MAESTRO INVENTOR, SIMÓN RODRÍGUEZ I 35 mentc hasta en los más mínimos dctalles. Durantc cl rcsto del día casi no pucdc pcnsar en otra cosa. A Ia noche se demora en dormir, rcpasando las imágenes de lo succdido. Busca, como siemprc, cntendcr Io quc ha pasado, incluso el por quó algo tan simplc lc ha provocado semejantc tcrre- moto interior. Vuclvc a recordar los dctallcs dc lo succdido, espcja cn su mcnte uno a uno los momcntos dcl cpisodio. Algunas cosas fijan su atención. ¿Acaso Io ha cscuchadoTho- mas cuando él propuso ir a buscar una cscalcra? ¿Cómo no se Ie había ocurrido antcs la altcrnativa propucsta por el pcqucño Thomas? ¿Por quó ninguno dc los otros niños había pcnsado cn esa solución? ¿Por qué Ia altcrnativa ha nacido justamcntc dcl menor, el quc cstaba afucra, cl ncgrito, cl cxtraño, cn cicrto modo cxtranjcro al grupo? ¿Por quéThomas salc corricndo a las disparadas una vcz rcsuclto cl problcma si parccía disfrutar tanto dc la situación y su idca había rcsultado un óxito? ¿Por qué no ha qucrido disfrutar su momcnto dc'héroc"? ¿Por quó? ¿Por quó? Simón Rodrígucz vivc prcguntándosc "¿por quó?". De a poco va formulando su propio análisis dc la situación. Justamcntc cl hccho dc qucThomas sca cl más pcqucño, cl ncgrito, cl extraño-extranjero cn cl grupo dcbc scr considc- rado un aspccto importantc para entendcr Io que ha pasado. Tál vcz cs justamentc csa condición la quc lc ha pcrmitido al pcqucñoThomas vcr lo que ól rnismo y los otros niños no pucdcn vcr. El pcqucño ha invcntado. Juntó dos cosas conoci- das: la escalera y las pcrsonas, y pcnsó : "¿por qué no haccr una cosa de las dos, ya quc sóio tcncmos una dc Ias dos partcs?". El razonamicnto parccc impccablc, pcro, ¿cómo pucde venir Ia solución dc alguien tan pobrc, tan "ilctrado", dc alguicn que, cvidcntcmcntc, nunca ha asistido a una escuela? De esta manera, cl pcqucñoThomas Io llcva a pcnsar cn la cscucla como no lo había hecho nunca antes. No se trata de poncr cn cucstión sólo ci funcionamiento de la cscucla, su organización como hasta cntonccs, sino, sobrc todo, su papcl social, su scntido. No sc pucdc como hasta cntonccs ==. T II =I ild&t,,
  • 16. I WALTER OMAR KOHAN seguir accptando una escuela quc cicrrc sus pucrtas a niños como cl pequcñoThomas. Simón Rodrígucz no pucdc dcjar dc pensar. Elabora nuevos dcsplicgucs dc la historia quc lo acompañará por cl rcsto de su vida: la anécdota conThomas Ic ha mostrado, al mismo ticmpo, cl trcmcndo podcr dc la crcatividad, dcl pcnsamiento, de Ia invcnción. Adcmás,Thomas ha inventaclo algo quc funciona, quc sc pucdc vcr rcalizado cn el mundo. Lc pcrmitc también pcnsar que hay quc cscuchar a los quc hablan otra lengua, a Ios quc picnsan dc otra manera, a los cxtraños, dcshabituados a los usos cstablccidos.Thomas ha sido un irrevcrcntc. No hizo lo quc, sc suponc, dcbe hacer un niño de su condición: mirar io que los otros haccn; obc- dcccr callado lo quc otros lc mandan hacer. Toma Ia pala- bra, no sin dificultades, cs cicrto, pcro lo hace y exprcsa su pensamiento. Piensa, crea, rcvoluciona el mundo a su alrcdcdor. Es un pequeño c irrclcvantc cpisodio pero tal vcz cncierra un camino para la transformación dc las sociedades y las personas que las hal¡itan. Dc cso sc trata, picnsa Simón Rodrígucz, de gcncrar las condiciones, para que pcqucños comoThomas pucdan crcar y rccrear su vida y la de todos y no como en la socicdad colonial cn Ia que dcbcn somctcrsc a un modo dc vida quc no cs dc cllos. Es prcciso quc todos los niños -y no sóloThomas- pucdan licgar a scr lo quc son. Es prccisa que Ia socicdad americana llcguc a scr lo quc cs. Las prcguntas continúan sin parar: ¿cómo alcanzar cse cstado? ¿Dóndc y dc qué manera acompañar cse movimicnto que le ha permitido a Rodrigucz aprcndcr dc un niño, cxtraño, ncgro, extranjero? Rodrígucz ponc los ojos cn la escuela dc la que él y los niños salian y a Ia qucThomas cicrtamcntc nunca había ingresado. Dos cosas Ic rcsultan más llamativas y rcpi- quctcan cn su cabeza sin parar: ¿cómo cs posiblc quc la cscucla no cnseñe a pcnsar como ha pcnsadoThomas? ¿Cómo cs posi- blc quc niños comoThomas no estén dentro dc la cscucla? EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I Algunas preguntas no son dc fácil rcsPucsta. En todo caso, Simón Rodrigucz ha vivido una cxpcricncia filosófica y pcdagógica, de translbrmación.Ya no pucdc pcnsar más dc la manera cn quc pcnsaba, ya no puedc scguir ycndo a Ia cscucla como iba hasta cntonces. Lo quc Io inquicta ya no cs lo mismo. Algunas dc sus habitualcs prcguntas caml¡ian. Surgcn nuevas preguntas. Una inquictud sc ha instalado cn ó1, cn su cucrPo, cn su mancra dc mirar cl mundo. Scrá ncccsario continuar cxplorando, scguir viajando, conoccr otras rcalidadcs y darlc una forma más consagrada a las ideas quc acaban dc nacer. En todo caso, surgc tambión una convicción: no hay pcrspcctiva para csta ticrra si pcqucños comoThomas continúan fucra de las cscuelas o si, aun conThomas adcntro, las cscuclas c<¡nti- núan cnscñando lo quc cnscñan y dc la fbrma quc lo haccn. Thomas ha pcrmitido un movimicnto inusual c cxtraordinari<¡ cn Ia vida de Simón Rodrígucz. A partir dc csc día, nada scrá como cra antcs: algunos dc los principios quc Io acompañarán cl rcsto de su vida ya han comcnzado a tomar cucrpo, han salido de Lrn cucrpo y han cntrado a otro ¡ cn ó1, scguirán viajando para scnsibilizar otros cucrpos y, a travós dc cllos, haccr el cuerpo dc Amórica. Rodrígucz sicntc quc ha aprcndido cosas importantcs cn cstc día. No ha sido cn la cscucla. Tampoco dc gcntc conocida, sabida c importantc. No son los profcsorcs los quc cnscñan csta vcz. Continúa pcnsando cn csos aspcctos dc Io que ha vivido, cn los principios quc cstán nacicndo. Hay quc scguir andando. Hay quc scguir ycndo a Ia cscucla. Pcro dcspuós dc csa pcqucña cxpcricncia con cl pcqucño Thomas, Simón Rodrígucz ya no podrá pcnsar como pcnsaba antiguamcntc. Ya no podrá ir más a la cscucla dc la forma tranquila y tcmplada quc iba antcriormcntc.Ya no podrá más vivir la vida quc vivía. Habrá quc vivir, a partir dcl cncucntro con cl pcqucñoThomas, una nucva vida. =! =
  • 17. 39 Créame Vd., mi querido amigo, su hermano de Vd. Es ei mejor hombre del mundo; pero como es un filósofo cosmopolita, no tiene ni patria, ni hogares, ni familia, ni nada. Simón Bolívar (Carla de S. Bolívar a Cayetano Carreño, Cuzco, 27 de junio de 1825. In: Cartas, 2001, p. 129) VTAIAR Y FORMAR(SE): LA ERRANCTA p f"ctirut ente, las cosas ya no podrán más ser de Ia misma I-rmancra para Simón Rodngucz dcspuós dc haberse encon- trado conThomas. Al día siguicntc la cscucla ya no parece más Ia misma. Los niños que la habitan tampoco. Rodrígucz sicntc todo el día una cspccic de pcrturbación, cn cl pensar, en el sentir, cn cl cucrpo. Algunas prcsencias pareccn ausencias. Algunas auscncias todo lo ocupan. Pero las condicioncs no están dadas para una acción inmcdiata: cl contcxto prcscntc no parccc el más adecuado y su propio pcnsamicnto ncccsita profundizar y consolidar las inquictudcs surgidas. Es tiempo, entonces, de scguir viaje, primcro a Estados Unidos y dcspuós a Europa, para cspcrar un momcnto más oportuno y para prepararsc para ese tiempo. Los inicios del viajante En lo que siguc presentaré un recorrido por csa vida sor- prendida por la historia dcThomas. Daró algunas pinceladas dc Io quc ha sido, dcsdc sus inicios, una vida dc macstro. I-iablar dc la vida dc Simón Rodríguez pidc un vcrbo cn potcncial. Es el modo quc más lc cabc dada Ia incertidum- :: =!
  • 18. 40 I WAU|ER OMAR KOIIAN brc y auscncia dc ccrtcza sobrc casi tantos momcntos dc su cxistcncia. Es cl ticmpo cn quc dcbcría lccrsc la narrativa quc siguc, aun cuando ceda a la tcntación del indicativo. Simón Rodrígucz habría sido un niño cxpósito. Quién sabc, el pequcño Thomas tambión lo cs. Es algo bastantc común cn aqucllos ticmpqs. Significa quc sus padrcs lo habrían abandonaron al naccr, al final dc octubrc dc 1769 o 1771, no está dcl todo claro.l Quicrc dccir también que dcsdc cl inicio dc su vida sc habría visto expuesto a andar, a viajar para buscarsc y ganarse un lugar.2 Sus padrcs habrían sido Cayctano Carrcño y Rosalía Rodrígucz.Ticne un hcrmano, Cayctano Carrcño, tambión cxpósito. Ambos son criados por quicn scría un tío dc cllos, cl prcsbítcro 2. La tesis dc 1769 parccc más documcntada. Es dcfcndida, cntrc otros, por Rafacl Castcllanos, 2007, p. 7.Vóasc la nota 1 cn quc hacc rcfcrcncia al acta dc bautismo dc Rodrígucz, cncontrada por Manucl Márqucz, con la ascsoría dc PórczVila en i 979, cn Ia Parroquia dc la Candclaria. Scgirn cucnta ósta, Rodrígucz habría nacido cl 28 dc octubrc <c 1769 . Castcllanos cita a F. Moralcs, "Cronología dc Simón Rodrígucz". In: Rodrígucz Simón, Socie- dades Americanas. Caracas, 1990 ,p.3 1 1 . Con todo, la mayoría dc los biógrafos dclicndc cl año dc 17'71 como cl dcl nacimicnto dc Rodrígucz. Los biógralos asignan dif'crcntc importancia a cstc hccho. Mcr- ccdcs M. Áluur.r, no vc cn cllo nada cspccial, cn la medida cn quc, scgún clla, la lcy asimilaba los cxpósitos a los hijos legítimos (1977,p. 17). A. Uslar Pictri vc allí un cf'ccto dc univcrsali- dad quc 1o hacc hilo dc nadic y dc todos, c¡uc lc pcrmitía scr llamado de cualquicr mancra y scr hijo dc cualquicr madrc dc clasc alta dc la ciudad. Carlos H. Jorgc (2000, p. 63 ss) hacc <lc cstc hccho un clcmcnto fundamcntal para comprcnder toda l;r <>lrra <lc Rodrígucz.tmbién lo hacc Lcón Rozitchner cn su rrrtgnífica lcctura dcl caraqucño. Para Rozitchncr, csc hccho le lr,r ¡x'rrnititlo scntir cl scntimicnto dcl otro como propio dando ,rsí sr.¡rtirlr¡ a una vida afirmada cn la compasión y dcdicada a Ia lrlr¡r.¡t ií¡rr rlc los niños pobrcs, los dcsposc(dos dc origen, los r¡rrc vivcn ,lcsdc cl inicio ia carcncia, la pobrcza y cl someti- nticrrtrr 1.tl)12, p. 25 6;72). EL MAESTRO INVEN'|OR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 4I Rodríguez, saccrdotc rcspetado, culto, dc amplia biblio- teca. Aparentcmcntc Ios hcrmanos son bastantc difercntcs, no sólo por cl apcllido, uno tomado dcl padre, otro dc la madrc, sino por su modo dc cstar cn cl mundo. Su hcrmano es organista de profesión y nunca salió dc Caracas. Simón Rodrígucz, cn cambio, ticnc mucho más quc una profcsión y a los vcintc y scis años se va dc Caracas para no voivcr nunca más.3 Dcsdc los primeros años, la vida no scría quictud para Simón Rodrígucz.Va a una dc Ias tres cscuclas dc Ia ciudad pcro por scr cxpósito su inscrción cn la universidad no cs fácil. Dc todos modos, con su tío saccrdotc ha recibido una buena formación, lo quc incluyc cl aprcndizajc dc lcnguas ¡ sobrc todo, un contacto dirccto con una rica bibliotcca. Por recomendación dcl rcconocido eclucador Guillcrmo Pelgrón, cl Cabildo dc Caracas lc otorga el título dc macstro cuando cs aún muy jovcn, cn 1791. Es muy probablc que cn ese entonccs ya tcnga varios años dc cxpcricncia pedagógica como ayudantc dc Pclgrón. Enscguida toma a su cargo, en la Escucla dc Primcras Lctras, un grupo rlc cicnto catorcc niños, sctenta y cuatro quc pagan y cuarcnta quc no pagan, nucvc dc cllos, cxpósitos. En csc mismo año, con vcintc y pocos años dc cdad, Rodrígucz se casa con María dc los Santos Ronco, con quicn conviviría cuatro años antcs clc salir dc Caracas para ya no cncontrarla más. En su casa tambión vivc su hcrmano con su familia y otros niños dc quicncs ticnc a su cargo la cducación. En l'/95, sc vlrclvc macstro dcl huórfano Simón Ilolívar con quicn traba una rclación duradcra y profunda. Las vidas dc Rodrígucz y Bolívar sc cntrccruzan cn varios scnticlos. 3. Dctal'lcs más prccisos pucclcn cncontrarsc, cntrc otros, cn cl cstudio introductor dc A. Rurnazo Gonzálcz, a las Oóras comple- ¿as dc Simón Rodrígucz, "El pcnsamicnto cducador dc Sirnón Roclrígucz-", 1, p. 21 - 1 32. =: I tI-i =: = {re
  • 19. I WAIjTER OMAR KOHAN Sc afectan de un modo singular, incucstionable, profundo. Ninguno scría lo que es si cl otro no hubicra cntrado cn su vida. En algún sentido, no pucden vivir el uno sin cl otro, aunque los años confirmados dc convivcncia hayan sido rela- tivamente pocos, Lrnos cuatro cn total: unos Pocos mcscs en estc inicio, unos trcs años cn Europa, otros Pocos mcscs al rcencontrarse cn América. Son dos viajcros empederni- dos. Los viajcs los scparan y Ios uncn. Los dos concibcn la vida como un viajc. En csc viaje, Ia prescncia vital del otro es scntida como ncccsaria, impostcrgable, esencial. Así, se habla de Rodrígucz como cl macstro dc Bolívar, más dc lo quc se habla dc Bolívar como cl discípulo dc Rodríguez,at)n' que los dos enlaccs ticncn fucrza semcjante. Sin embargo, ambas vidas tambión pucdcn disociarse, ticncn una dcnsidad existencial quc no sc rcducc a la prescncia dcl otro, que, sin ncgar esa prcscncia, la cxtrapola, la cxccde. Así como hay un Bolívar más allá de Rodrígucz hay tambión un Rodríguez más allá de Bolívar, tanto quc, cuando insistcn cn Puntuar quc ha sido el macstro del Lil¡crtador, rclativiza su importancia. Lo ha sido, cntrc otras cosas. Valc dcstacar algunas circunstancias dcl primer cncucn- tro. El motivo cs un conflicto jurídico cntrc el tío y tutor dc Bolíva¡ Carlos Palacio, y su hcrmana, MariaAntonia Bolívar, por la tcncncia dcl mcnor quc ticnc sólo 12 años. Su hcr- mana prefiere quc sca cducado cn cl Scminario pero su tío dcficnde quc sca cn la casa dc Simón Rodrígucz, dondc había otros menorcs cn la misma condición, a lo que cl tribunal accede no sin protcstos dcl propio Bolívar quc incluso huyc en una oportunidad hasta que cl Obispo lo llcva de vuelta a Ia casa de Rodrígucz con Ia promesa dc quc no se lo rcPren- dicsc por su fuga. Un año antcs, cn 1794, Rodrígucz dirigc un documento público alAyuntamiento dc Caracas criticando la Escuela dc EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍ GUEZ I Primeras Letras y proponiendo su Rcforma.* Es un docu- mento organizado cn dos partes, Ia primera con seis rcpa- ros y la segunda con tres capítulos destinados a proponcr una nueva estructura para los establccimicntos. El modelo parece ser cl de las Escuclas de Primeras Letras dc Madrid, la única institución mencionada de forma elogiosa cn cl docu- mcnto.s Sus rcparos cstán agrupados en scis tópicos, pero conticncn en verdad una crítica tócnica del modo cn quc fun- ciona la cscucla cn Ia sociedad caraqucña: la escucla no ticnc la cstima que mcrccc; cualquicr cosa sirvc de escuela: hasta una pcluquería o una barbcría; eso, porquc no sc conoce ni da valor a su utilidad; no sc dcja entrar a quicncs más lo pre- cisan, siendo quc todos -blancos, pardos y morenos- ticncn igual dcrecho a la instrucción; la cnscñanza es parcial, dóbil c incomplcta; no sc rcconocc Io difícil y cspecífico dc las primcras cnseñanzas y la consccucntc formación nccesaria para ayudar a aprendcr a lccr y cscribir, ortografia, castc- llano y latín, aritmótica, formación cívica y rcligiosa; no sc pcrcibe que cl ticmpo dc la infancia cs también dc juego, diversión y tiempo libre; las instalacioncs son precarias, las condicioncs de trabajo dcl macstro, paupérrimas; su rcmu- neración, Iastimosa. La propucsta de Rodrigucz incluyc la crcación dc nuevas cscuclas con macstros y pasantcs designados para cada una de ellas y conticnc un pormenorizado instructivo sobrc su modo de funcionamicnto cn los más mÍnimos dctallcs, sobrc cómo dcberían cstar cquipadas y cl papcl dc cada uno dentro EI texto, intitulado "Reflcxioncs Sobrc Los Dcfcctos QueVician La Escuela De Primeras Lctras En CaracasY Medios Dc Lograr Su Reforma Por Un Nucvo Establccimicnto" está publicado en 1,p.195-222. I, p. 208. Para un análisis más amplio dc la inspiración tcórica y pcdagógica dc S. Rodrígucz, dc un análisis histórico-institu- cional dc la Escuela Pública dc Caracas y dc otros documentos antcriorcs a óstc, véasc J. Lashcras, p. 78 ss. : I T } =: I +. 5. r
  • 20. i I WALI'ER OMAR KOHAN dc cllas, cómo sc sclcccionarían los macstros y los cstudian- tcs, sus salarios y causas dc destitución, una normativa para Ia gcstión y administración cscolar, Ios mucbles precisos para su adccuado luncionamiento, indicacioncs sobrc cómo dcbc ser cmplcado cl ticmpo cn clla, un rcglamcnto intcrno dc conducta, cn fin, sc trata de un sofisticado y pormcnorizado instrumcnto lcgal y rcgimcntal para ordcnar no sólo csa cscuela sino todas las otras quc componen cl sistema escolar caraqueño. Aunquc sc pcrcibc cicrto tono crítico y enérgico que marcará toda la vida dc Rodríguez, y aun cuando scguirá comparticndo algunos tópicos -como cl dc Ia importan- cia dcl jucgo cn la cscucla; la ncccsidad dc aprcndcr varias lcnguas y dc los macstros cstar bicn rcmuncrados- cstc pri- mcr documcnto cstá todat ía bastantc lcjos dc aquellos más caractcrísticos dcl don Simón más tardío. Aquí, el jovcn Rodriguez hacc una cscucla bastante acomodada a la Cara- cas colonial de su ticmpo. El tono cs de una prescripción acentuada cn las cucstioncs tócnicas. Sc pcrcibe una retórica normativa, scgura dc sí. Ei cstilo es casi solcmne, bastante difcrcnte del quc caractcrizará su prosa en los cscritos publi- cados al rctornar a Amórica. Con algo más de veintc años, cscribc propiamcnte como un lcgislador-administrador, alguicn quc sabc y proyccta cl mejor modo dc organización, funcionamicnto y administración dc Ia institución escolar caraqueña, aun sin cucstionar a fondo cl papcl social que dcscmpcña. Sc nota quc ha lcído bucna partc dc la litcratura disponiblc cn la matcria cn lcngua cspañola, muy proba- blcmcntc irflucnciado por cl llamado Movimicnto de San Ildclbnso.6 Sin cmbargo, cstá lcjos dc csc conocimicnto dcl pucblo quc ól mismo clicc scr ncccsario para un Director dc Para ampliar cstc punto, vóasc la argumcntación de Lasheras, 2004, p. 78 ss. EL MAESTRO INVENTOR, SIMÓN RODRÍGUEZ I 45 Escuelas y quc sólo podrá vcnir con los viajcs y los aprcn- dizajcs dc la vida. La cscuela quc dcficndc Roclrígucz cn csc documcnto continüa siendo clitista y conscrvadora, aun sc sabicndo más organizada y tócnicamcntc más clicaz que la cxistente. Dc hccho, cl documcnto fuc pre cedido por Lrn proyccto parcial, encomendado y aprobado por cl Cabildo dc Caracas, quc tambión aprobó la versión final del Plan dc Escuelas. En csc Plan, no hay un compromiso firmc con el pueblo, con los nativos, los dcsposcídos dc su ticrra, su lengua y su cultura. Es cierto quc sc postula la igualdad de dcrechos dc todos dc acccder a las cscuclas pero no hay cn cl documento el mcnor movimiento para quc cse dcrecho sc tornc cfectivo. Llama Ia atcnción, incluso, quc en la sccción "Modo dc incorporar los discípulos cn las cscuclas", en el apartado 27 Rodrígucz afirma quc "sólo los niños blancos podrán scr admitidor. . .",' y si bicn cn una nota, al final dcl documcnto, sosticnc quc si sc cstablccicscn cscuclas para niños pardos y morenos dcbcrían gobcrnarsc por cl mismo dircctor y por los mismos preccptos,8 cl modo potcncial no cs acompañado dc una propucsta cspccífica de creación dc cscuclas para pardos que, cn las institucioncs cxistcntcs y cn el documcnto, csta- ban rcstringidas a los niños blancos. En todo caso, Ia propucsta prcscntada por cl Síndico Procurador a la Rcal Audicncia cs rcchazada por el Fiscal cncargado de analizarla por las siguicntcs razones: a) no sc sabc cl presupucsto dcl Ayuntamicnto; b) no sc ncccsitan tantas cscuclas para l:lancos; c) cs inaccptablc quc no sc abran cscuclas para pardos.e EI Fiscal proponc algo quc cl propio Rodrígucz vcría dcspr,rós con mcnos fastidio que cl quc Ic dcspcrtaría su prcscntc propucsta: quc sc abra una 7. I, p. 21 3. 8. 1,p.222. 9. Vóasc Lashcras, 2004, p. 96. ==. I- 3 =. t r
  • 21. - E =G t I ll I WALTER OMARKOHAN escuela para blancos (ya había trcs, con lo que sumaban cua- tro) y dos para pardos. La disputa cntre la Rcal Audicncia y cl Ayuntamicnto gira en torno dcl acccso dc los pardos a las cscuclas. La primcra Io impulsaba, por considcrarlos "los brazos dc la República", cl segundo -aliado al Claus- tro Universitario y al Obispado- lo ncgaba. De csc lado, el mcnos popular, qucda cl jovcn Rodriguez en esc cntrabc. Como consecuencia de Ia imposibilidad dc poncr su pro- yccto en práctica, Rodríguez rcnuncia primcro al cargo y poco tiempo despuós, aparcntcmcnte en 1797 , dcja su mujcr y su ciudad, iniciando una seric dc viajcs quc nunca más lo traerán a Caracas. Su partida no necesariamcnte cstá cn rclación dirccta con estc rcvós político-institucional, ni con un movimiento rcvolucionario con el quc sc Io suclc idcntificar, cl Com- plot de La Guaira de 1797, a partir de una alusión dcl pro- pio Rodríguez.10 Sin cmbargo, su tcstimonio no parccc dcl todo creíblc porquc: a) cn ninguno de los documentos dc archivo sc hacc rcfcrcncia a Rodrígucz; b) la refcrcncia a su participación sólo aparccc cn ól mismo y dc modo vago e imprcciso;c) las primcras cjccuciones ticnen lugar en 1799, dos años despuós dc la partida dcl maestro; d) Rodríguez no ha tcnido ninguna participación política hasta rcgrcsar a América. La hipótcsis más probablc cs quc, dcspués de habcr renunciado al cargo dc maestro en la escuela y dc habcr pcrdido la formación dc Simón Bolívar, haya qucdado sin ingrcsos y con ci dcsco de buscar seguir su vida en otro contcxto más favorable a su ncccsidad dc scguir lcycndo y aprcndiendo. Es más posiblc que Rodríguczhaya tomado conocimicnto dc los hcchos dc modo indirccto y ya fucra dcVenezucla. EI caso es quc, hacia 1799, Rodrígucz salc del 10. Para lo quc siguc, mc apoyo cn una ir-rvestigación detallada dc Maximiliano Durán actualmcntc cn curso, transmiflda por corrco clcctrónico. EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRfGUEZ I país, dejando a su mujer y sus discipulos, cmpczando un viajc quc sólo se detcndrá con su mucrte y ni siquiera con clla porque sus rcstos serian tambión trasladados desde Lima, Perú a su ciudad natal, Caracas.rr De viaje por el mundo Kingston parecc habcr sido la primera parada en cl viajc que llcva a Simón Rodrígucz lejos de Vencztela y de Amó- rica. Es también un momcnto dccisivo, crucial. EI cambio de timón es radical. Empieza, con la historia dcThomas, un nuevo pcnsamiento, una nucva vida.Tánto quc cs ncccsario cambiarse el nombre, de Simón (Narciso) Rodrígucz para Samucl Robinson. Sólo las iniciales se manticncn, el inicio del primer inicio cn cl nombrc y el apellido. Para algunos intérprctcs,laraz6n aparentemcntc más fuertc dc estc cam- bio indicaría quc cs para protcgcrse dc sus eventualcs pcrse- guidorcs. Pero hay otras razoncs más afirmativas. La historia deThomas ha mostrado a Simón Rodrígucz que es prcciso mirar el mundo y sus habitantes desde otro lugar. En ese sentido cambiarse cl nombre es una apucsta osada, aventurcra, scñaladora dc la neccsidad de buscar una nueva idcntidad, un cstar en cl mundo diferentc, un pcnsar de otra mancra, un practicar otras formas dc vida social, una nueva escucla de vida. Es una forma dc com- promiso con cl aprcnder a partir dc un aprcndizajc cru- cial, experiencial, marcante, vcnido dc alguicn que casi no tenía expresión cn la propia vida y, dc ahora en más, pasa a conformar uno de sus principales sentidos. Es tambión la marca dc una disposición, un no sabersc definitivo ni acabado, aunquc sc tcngan principios firmcs y conviccio- 1 1. Véasc: Traslado dc los restos de Simón Rodrígucz, de Lima a Caracas,1955.
  • 22. 48 I WALTER OMAR KOHAN nes profundas. Es una forma de apuesta vital, de marcar una posibilidad para la escucla y para Ia vida, a partir dc una escucha atcnta al otro, al silcnciado, al dcsposeído, al cxtranjero, al ignorado. EI nucvo nombre acompaña a Simón Rodrígucz durantc veintc y tantos años. Salc dc Jamaica y viaja por Estados Unidos y despuós por Europa, hasta rctornar nucvamentc a América, cuando scguirá viajando por Colombia, Ecuador, Pcrú, Bolivia y Chilc, csta vez nucvamentc con su primcr nombre.Ya sabc varias lcnguas y cuando no, aprcndc la lcn- gua nativa dcl país quc visita, lo quc lc pcrmitc cntendcr inglés, alemán, italiano, portuguós, polaco, ruso y francés. ¿Qué hacc cn sus viajcs? Sc sabe poco dc sus actividades concretas; sólo cs posiblc conjeturar quc lcc mucho cn cada lugar, quc busca aprcndcr lo más distintivo dc cada cultura y quc va madurando su pcnsamiento sobrc Ia cscucla y su papel social. Trabaja cada vcz quc lo ncccsita, dc modo general cnseñando y no pocas vcccs ya quc, a difcrcncia dc Bolívar, no disponc dc una gran fortuna ni una familia quc lo sustcntc. La mayoría dc las vcccs, consiguc rcunir io intcrcsantc con Io ncccsario, y sc gana la vida cn una cscucla. Esto cs lo que busca Rodrígucz dcspués dc su encucntro conThomas: algo dc cso ól mismo Io dicc cuando sc rcficrc a las cualidadcs dcl Dircctor dcl Proyccto dc Educación Popular instaurado por Bolívar, csto es, a sí mismo: "cono- cimicnto práctico dcl Pucblo, y para esto habcr viajado por Iargo ticmpo, cn paíscs dondc hay quc aprcnder, y con la intención dc aprcndcr".r2 Pocos, si alguno, en Amórica, han viajado como ó1. Nadic con su finalidad: aprcndcr lo quc hay quc aprcndcr cn cada lugar, lo más propio dc cada lugar: su lcngua, su cultura, sus traclicioncs, su filosofía, su organiza- ción social y política. EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 49 La vida siguc su curso. En Estados Unidos trabaja dc tipó- grafo cn Baltimorc. En Francia, al¡rc una cscuela cn Bayona, cerca dc la frontcra con España, para enseñar español, lran- cés c inglós. Deja csa cscucla para abrir otra de español en París, con ci frailc mcxicano Fray ScrvandoTcrcsa dc Micr. Así sucesivamentc, cn varios cstados curopeos (ltalia, AIc- mania, Prusia, Polonia y Rusia), aprcnde, lce y cnscña. En cambio, no hay dcmasiados rcgistros dc cscritura, más allá dc una traducción, cn París, en 1 801 , dcl Atala dc Chatcau- briand y los primcros borradores sobrc "lnstrucción Pública" que publicaría años más tardc cn Amórica. Estudia. Sobrc todo, cstudia, cn los libros y cn la vida. Quicre aprcnder también dc csc vicjo mundo cxtranjcro. Allí, las mayorcs cnscñanzas cstán cn los libros. AI final, son Ias lctras, las obras y no los modos de vida 1o quc ha dado dc mcjor cl viejo mundo. Son tiempos dc cstudiar, dc "ir a la cscucla" dc los libros y dc la vida, a aprcn<Icr c inspirarsc cn esas lctras, dc prcpararsc para Ia nucva vida, para vivir prcparado, para una vicla cn pcrmancntc prcparación, para una vida quc sc sabc y sc disponc prcparada para la propia vida. Muchos dc sus aprcndizajcs ticncn quc vcr con cl mLlndo físico, tanto quc sicmprc viaja acompañado dc libros c ins- trumcntos. Estudia no sólo matcmática, física y química, sino tambión gcologia, gcogralia, hidráulica, ingcnicría, botánica, agricultura, carpintcría. Su formación cs cxpcrimcntal como dcspuós ól mismo quicrc quc sca la cducación popular.Tám- bién por cso, al volvcr aAmórica funda no sóio cscuclas sino adcmás ascrradorcs y fábricas clc jaboncs y vclas y dcsarrolla un sinnúmcro dc actividadcs prácticas rclacionadas con cl munclo dcl trabajo industrial dcspuós dc scr nr¡mbraclo por Bolíval no sólo "f)ircctor c Inspcctor gcncral dc Instrucción Pirblica y Bcnc{iccncia" sino tambión "Dircctor dc cicncias físicas, rnatcmáticas y artcs y asimismo, dc minas, agricultura - =G I I 2. II, p. 359.
  • 23. lr y camino públicos dc Ia Rcpública".13 Rodríguez cs, cn la consideración de su discípulo, un auténtico sabio: lo sabe (casi) todo de (casi) todo. En París se rcencucntra justamcnte con Bolívar, con quicn compartc unos tres años en los quc rcalizan algunos viajcs. Juntos haccn una partc del trayecto a pie y otra en diligcn- cia hasta llegar a Italia dondc, cn Milán, asistcn a la coro- nación dc Napoleón como rcy de Italia. Lo consideran un acto vergonzoso: un gcneral republicano arrodillándose antc las imágcnes rcalcs. En Roma, cn Ia cima dcl Montc Sacro, Bolívar jura antc S. Rodrígucz no descansar hasta libcrar la Patria dcl podcr cspañol antc un pucblo, cl italiano, que ha mostrado muchas virtudcs, pcro ninguna quc tcnga quc ver con la cmancipación dcl cspíritu, csto cs, una vida bella, libre y justa para los seres humanos. Para eso ha formado Rodrígucz a Bolívar. Tambión para cso el discípulo quicrc scguir tcnicndo al macstro a su lado. La nucva América scrá Ia ticrra dc csa cmancipación. Despuós dc jurar libcrtar la patria, pasan por Nápolcs y de allí vuclven a París dondc Rodrígucz pcrmanccc, cuando Bolívar dccide rcgresar a Amórica. Aparcntemcntc, no sc sicnte todavía convcncido dc rcgrcsar. Prcficre espcrar a vcr cl andar de Ia rcvolución militar y politica para hacerse cargo dc Ia revolución social. Continúa viajando. En Rusia dirige una escucla de primcras lctras. Ninguno dc sus proycctos cs dc larga duración, lo que no debc entcnderse como un fracaso.la Rodrígucz es un iniciador, un inspirador, un apostador. Lo quc intcrcsa cstá cn lo quc acontcce, cn Io que se provoca, no en un producto final. I 3. Vóasc Lashcras, 2004,p.256. 14. De manera elegantc, cl subtítulo dcl scminario de [,cón Rozitch- ncr sobre Simón Rodrígucz mucstra la lucrza de su aparcntc flalta dc éxito: "Simón Rodrigucz: cl triunlo dc un fracaso cjemplar". EL MAESTRo TNVENToR. srMóN RoDRfGUEZ I st Dc viaje por Inglatcrra, cn Londres, sc cncuentra con Andrós Bello, con quicn volvcrá a verse muchos años dcspuós en Santiago dc Chilc. Otra vcz abrc una cscucla. Crca sus propios métodos dc cnscñanza. Sicmprc así: viaja, aprcnde, enscña. Hacc cscuela, litcralmcnte y también va consoli- dando una idca de cscucla, dc Io quc significa haccr cscucla. Thomas está sicmprc presentc, cn la vigilia y en los sucños. El rccucrdo dc csa cxpcricncia no sc apaga y Io manticnc permanentemcntc cn movimicnto. No para nunca más dc viajar. Los viajcs forman parte dc su cscuela. Támbión cso ha aprendido conThomas, a no qucdarsc quicto, a aparcccr dondc no es csperado y a retirarsc cuando ya no hay nada más quc hacer. No quicrc llcgar a ningún lugar cn particular. Su patria no es Vcnczucla, ni siquicra Amórica, menos Estados Unidos o Europa.Tál vcz el mundo. Sí, vale la pcna subrayar cl "tal vcz". "Tal vcz el mundo". Si es quc no hay vida en otros mundos. Mejor dicho, su Iugar cstá en el mundo dc la vida allí donde sc cncuentra alguna forma dc vida. En 1823 dccide rctornar aAmórica. No lo hacc por scr americano sino para rcalizar cl proyccto libcrtario quc ha compartido con Bolívar.Y porquc ia consi- dera ticrra propicia "para Ia conf'crcncia y para Ios ensayos". ts Rodrígucz es un cosmopolita, un "miembro de Ia Sociedad Humana",l6 alguicn para quicn "mi patria cs cl mundo, y todos los hombrcs mis compañcros dc infortunio. No soy vaca para tcner qucrcncia, ni nativo para tcner infortunio".rT A su manera, Rodrígucz dcshacc cl localismo sin ncgarlo, lo rcsitúa como partc dc algo mayor. Singularidad dc Amórica y dc Simón Rodrígucz. 15. Carta a Bolívar, 7 de cncro dc 1825. ln: Cartas, p. 141. 16. Carta a RobcrtoAscázubi. ln: Cartas,p. 187. 17 . Cartaalosé Ignacio París, 30 <lc cncro dc 1847. ln: Cartas,p.201 I WALTEROMARKOHAN i I =-I =G -= I
  • 24. lilr 52 I WALTER OMAR KOHAN EI retorno a América Cuando rctorna aAmórica,llcga a Cartagcna, Colombia. Como di;imos, vuclve a llamarsc por su anterior nombrc. El primcro. Ese nucvo cambio scñala, tal vez, el rcencucn- tro con una ticrra propia, conocida. Significa también, tal vez, cl inicio dc una nucva ctapa, dc expcrimentaciones, dc cnsayos, de cjccución dc idcas largamcntc pcnsadas. Ahora sí las condicioncs parcccn cstar dadas para poncr cn práctica todos las consccucncias dc aqucl cncucntro impactante con cl pequeñoThomas. Es prcciso confirmar la indcpendcncia cn cl cuerpo y cn cl alma dc la cada uno dc los habitantcs de esta ticrra. En la vida individual y compartida. Para eso, hay quc haccr una cscucla con todos, para todos, de todos. Es el ticmpo dc una nucva cscucla. Por cso, busca encon- trar a Bolívar para quc sc ayudcn mutuamcntc a rcalizar cl juramcnto común rcalizado en Roma. No lc resulta fácil. Bolívar cstá cn Pcrú y tambión hay muchos hombres cntrc los dos. No pucde qucdarsc quicto. Micntras cspcra el cncucn- tro, sc instala cn Bogotá. Allí abrc una cscucla dondc antcs había un hospicio. Simón Rodrígucz hace su primera cscucla amcricana, su primcr cnsayo de cscucla. Si no tcncmos dcmasiados datos prccisos sobrc sus cscuc- las cn Europa, la situación cs distinta sobrc csa escuela quc abrc dcspuós dc rctornar a Amórica, dcnominada "Casa de Industria Pública", cl primcro <Ic sus dos grandes intcntos por plasmar sus idcas cn Llna institución cscolar. Consiguc que lc ccdan cl cdificio público cn quc funciona cl Hospi- cio y ól mismo trabaja cn su rcfacción y adaptación. Es una cscucla para cl pucblo, los pobrcs, los brutos, los dcsclasados o ilegíümos. Como su nombrc Io indica, cs Llna cscucla dc oficios, dc producción y fbrmación para la vida y para cl trabajo, abicrta a los bogotanos cxcluidos. EL MAESTRO INVENT-oR. sluóN no»Rf GUEZ I s3 Esa es Ia cscucla más importantc quc cmpicza a hacer Rodrígucz cuando rcgrcsa, una cscucla quc no se confunde con cl cdificio, sus saloncs dc clasc, sus mucblcs, sus métodos y actividadcs. Rodrígucz hacc ia cscucla dc la irrevercncia, hacc cscucla dondc se dcscscolariza, con quicncs se abandona y sc considcra incapaccs c impotcntcs dc cntrar a la cscucla. Llcva a todas las clascs dc Thomas quc andan dcambulando por Bogotá a su cscucla. Esa es una nota importantc dc la cscucla dc Rodrígucz: la dc al;rir la cscucla a los quc supucs- tamcntc no ticnen condicioncs dc cntrar cn clla o no cstán preparados para clla. La cscucla dc Rodrígucz cs una cscucla sin condicioncs, sin rcquisitos, sin crcdcnciales para mostrar cn Ia pucrta dc cntrada. Es una cscucla abicrta dc par cn par a Ios que nunca entraron a la cscuela, a sus cxtraños cxtran- jcros, a los chocantcs foráncos dc la ciudad. Pcro las condicioncs no cstán dadas y Rodríguez cncllcn- tra problcmas con sus intcrlocutorcs localcs. Sc sicntc incom- prcndido, tratado como Lln loco.rs Lo sabc dcsdc cl inicio, no cs fácil, su cscurcla gcncra rcaccioncs hostilcs. Para sus advcrsarios, cl lugar dc losThomas no cs la cscucla: cs un dcsperdicio gastar dincro público cn su cducación. Rodrígucz da combatc. Nunca dcja dc intcntarlo. No pucdc qucdarsc cn Llna posición pasiva, inactiva, micntras cspcra cncontrar a Bolívar. Preficrc arricsgar, osar. Sc jucga y sc compromctc, incluso aunquc no estón dadas las condicioncs para cllo. Hará sn mea culpa pcro nunca dcjará de intcntar algo impcrfccto antes dc csperar a quc cstón cladas las condicioncs idcalcs para su obra. Hay allí tambión un lcgado. Támbión así hacc cscuela Simón Rodrígucz. Aigruros pucdcn dccir quc ha fracasado cn cste y otros intcntos. No lo crccmos. Por detrás dc una propucsta dcrribada hay un númcro signilicativo dc nucvas vidas cncontradas. Y hay una iclca clc cscucla quc ha hecho - - G =r - I 18. Carta a Bolívar, cncro 7 dc 1825. ln: Cartas,p.141
  • 25. lil I WALTEROMARKOHAN escucla, quc ha abicrto, fortalccido, pensamientos y vidas y que, robustecida, pasa por encima de los escombros de la escuela derribada. Cuando sicntc quc no hay más condicioncs de intentarlo, deja el proyccto para ir hasta Pcrú cn busca de Bolívar, ya nombrado por Bolívar comisario dc una división del Ejér- cito quc iba a reunirsc con ó1. El viaje no cs scncillo. No rcsulta fácil viajar cn Amórica cn ese ticmpo. Despuós dc salir dc Cartagena, una tormenta lo deposita en Guayaquil donde sc reorganizan para rcanudar cl viajc durante más dc dos mescs. Han pasado cn total seis mcses dcsde cl ini- cio dcl viaje cuando Rodríguez llcga a una casa de campo, ccrca de Lima, la Magdalcna, donde Bolívar tiene su cuar- tcl general. Allí, Bolívar hace jurar a Simón Rodríguez quc jamás volvcrían a scpararse hasta Ia muertc.le Dcspués de csc mutuamcntc tan ansiado cncuentro se dedican a plancar el proyecto dc Educación Popular, viajan juntos al Alto Pcrir, en primera instancia, aArcquipa y Cuzco donde comienzan a poncr cn marcha la dimcnsión educativa dc la Rcvolución. Abrcn un Colcgio para niñas dc "cualquicr clasc". EnLaPaz inauguran una bil¡lioteca. En Chuquisaca, entonccs capital dc Bolivia, Rodrígucz prcsenta cl Plan Educativo para cl país y es nombrado Dircctor dc Enscñanza Pública y de varios otros asuntos, como ya mencionamos. Sin cmbargo, al poco ticmpo otravezRodrígucz y Bolívar sc scparan tras cstas acciones conjuntas cn Bolivia y ya no vuclven a comunicarsc antes que el Libcrtador muera cinco años dcspués. Bolívar intcnta hacerlo, pcro cl Arzobispo dc Lima, Luna Pizarro, intcrcepta las cartas quc no llegan al dcstinatario.20 Aunquc hay razoncs puntuales que cxplican la separación, es difícil no sospcchar en alguna incompatibilidad cntrc dos figuras tan fucrtes quc justifiquc Io que despuós 19. Carta aJosé Ignacio París, cnero 6 de 1846' ln Cartas, p. 193. 20. Carta a Josó Ignacio París, enero 6 dc 1 846. ln: Cartas, p' 1 95 ' EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 55 Rodrígucz va a percibir con tremcndo arrepentimicnto. Dos gigantcs, dos vidas. ¿Razoncs dc carácter? ¿Estilos difercntes? ¿Tal vcz dos modos distintos dc haccr cscucla? En cualquicr caso, Bolívar regresa a Lima ¡ sin ó1, Rodrígucz no consiguc llevar a la práctica sus idcas: al poco ticmpo, lc cscribc a Bolí- var afirmando quc dcbc abandonar el proyccto. Rodrigucz no sc cnticndc con cl Mariscal Sucre ni con otros con quicnes dcbe trabajar. En vcrdad, se cntiendcn y se cnfrcntan por dcfcndcr intcrcses opucstos. Despuós dc seis meses, Sucrc, bajo la influcncia dcl clcro, cicrra la escuela modclo creada por Rodrígucz cn Chuquisaca, apro- vechando un viajc dc óstc a Cochabamba para crear nuevas escuelas. Rodrígucz sc sicntc incomprendido, dcshonrado, traicionado. Sucrc lo acusa dc albcrgar"muchachos, mujeres pcrdidas y holgazancs"2r oponióndosc así a los principios y cl sentido de su educación popular: instruir a pobrcs y dcscla- sados dc ambos scxos para el trabajo y para la vida, fbrmar los ciudadanos que nccesita la república con las gentcs dc la propia ticrra, dcspojadas dc lo quc les pcrtenecc. Otra vcz Thomas aparecc en esccna. Lo quc cstá cn jucgo son dos modos dc hacer escuela. Para Rodrígucz, haccr escucla cs rcstituir a los dcsposeídos Io que lcs cs propio: la ticrra, la cultura, la lengua, cl pcnsamicnto, la vida. Los dcfcnsorcs del cstado dc cosas rcaccionan violentamcntc: inviertcn su restitución, rc-rcstituycn. Vuclvcn a expulsar a losThomas de la cscuela. Rcstituyen a la clasc oligárquica lo que Rodri- gucz habia invcrtido cn Ia educación del pueblo, cnscñan a lecr y a gritar la biblia y organizan las institucioncs para perpetuar cl cstado dc cosas, como cn Europa. Dcjan dcs- amparados a más dc dos mil niños matriculados y ccrca dc mil rccogidos.22 Fundan Casas dc Miscricordia, Rccovas, Ins- titutos dc Caiigrafía para mozas. Vuclvcn todo para atrás. 2'l . A. Guevara, 1977,p.246. 22. CartaaJosó Ignacio París, 6 dc encro dc 1846. ln: Cartas,p.194. l - =G -: I
  • 26. - = ¡aE =: I I I 1 I 56 I WALTER OMAR KOHAN Rctroccdcn los ticmpos dcl pucblo. Congelan el movimicnto dc la ticrra. Clausuran Ia cscucla para los dcsposcídos y Ia restringen a los mismos privilcgiados dc antcs. A Rodrígucz sc lo dcturpa y dcclara un loco. Se lo difama. Sc lo descalifica como cxtranjcro, como unThomas. Eso hacc Sucre, cn carta a Bo}ívar, con cxprcsioncs talcs como "ticne la cabcza dc un francés aturdido" y "Sus franccsadas llcgan hasta. . .".21 Sucrc afirma quc "Al dcscribir a Ud. todas las locuras dc estc caballcro tcndría quc scr muy largo".2a Hay quc maniatar a Rodrígucz: cxtraño, loco, cxtranjcro: no pucdc hablar la lcngua dc otra cscucla, dcbe hablar Ia lcngua dc la escucla hccha por y para los quc, todavía, mandan cn cste ticrra. EI discurso dc Sucrc cs el discurso dcl podcr, de Ia cscucla del podcr, la misma quc cxcluye, descalifica c ignora a los pucblos originarios, los quc hablan otra Icngua. Es la lcngua dc la hostilidad. Como cada vcz quc sc sicntc incomprendido, Rodrígucz no polcmiza y sc rctira cn silcncio. Casi comoThomas, sale corricndo. Apcnas csgrimc sus razoncs y su escucla por cscrito a su discípulo y principal y casi único sustcnto. Ni siquicra cuestiona a Sucrc cn csas cartas y más llicn Io con- sidcra influcnciado por otros pcrsonajcs mcnos valiosos para Ia causa rcpublicana. Dcsca fuertcmcntc volvcr junto a Bolí- var, no sólo por sí mismo, sino porquc sicntc quc sc nccc- sitan mutuamcntc, quc no podrá haccr cabalmcnte cscucla sin cstar junto a é1. Va a su cncucntro, Pero Bolívar ya ha partido para Colombia y nunca volvcrán a cncontrarsc. Lcjos dc Bolívar, sus condicioncs cconómicas cmpcoran paulati- namcnte. Nunca saca ródito cconómico dc sus Proycctos. Roba para los otros, para Ios quc han sido robados dcsdc antiguamcntc, pcro nunca Para sí, sólo vivc dc su trabajo. Aunquc trabaja y cscribc incansablcmcntc, sus Proycctos 23. A. Gucvara, 1977, p. 245. 2+. A. Guevara, 1977,p.246. EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I 57 sc qucdan sicmprc con todo cl dincro. Su lcaltad pública a Bolívar cncuentra su punto más alto cn una Defensa cscrita con cl cucrpo, Ias cntrañas, cl corazón. Jucga su vida cn csa escritura. La apología abarca muchas dimcnsioncs: ética, política, filosófica. ¿Ha fracasado Simón Rodrígucz con su intcnto dc educa- ción popular cn Bolivia? En un scntido sl, como él mismo lo admite. En otro scntido, no sc pucdc mcdir cl éxito o fracaso dc una idea por su succso institucional. Habría quc considcrar al mcnos otros dos aspcctos. Primcro, cl impacto quc esa cxperiencia escolar ha tcnido para las milcs de vidas dc cho_ litos, indios, ncgros y zambos quc, por prim craycz,pudicron cntrar a la escucla cn Amórica. Scgundo, la contribución dc csc intento a una idca dc lo quc significa haccr cscucla cnAmó- rica. En cstos dos aspcctos no parecc scnsato hablar de fracaso. En su vida, Rodrígucz siguc hacicndo cscucla. Su apcr- tura a losThomas, a los natjvos dc csta ticrra se mucstra al casarse por scgunda vez, csta vcz con una indígcna boliviana, laTcrcsona, con quicn ticnc dos o trcs hijos.25 La falta dc suceso cn el cjcrcicio de la política cducacional dc gobicrno no lo desanima, al contrario.Vucive por trcs años aArcquipa. Publica. Escribc. Rcaliza trabajos dc ingcnicría hidráulica. Sc cntera dc la muertc dc Bolívar. Vuelvc a Lima. Tienc algu- nos estudiantcs y escribc. En 1834, viaja a Chile, invitado a Concepción dondc cs Prcceptor de instrucción primaria y Dircctor de ramos litcrarios dcl Instituto dc Conccpción. Consigue publicar Ia primcra cdición (introducción) dc luces 25. A sus hijos lcs habría pucsto cl nombre dc vcgctalcs,,,Choc]o,,al rnayor,"Zapallo" a otro y "Zanahoria" a la mcnor, o tal vcz csos cran simplcmcntc sus apodos. Los nombrcs dc los hijos figuran por primcra vcz cn A. J. Irisarri, l-listoria del perinclito Epami_ nondas del Cauca,Tomo II, S/L, Bibliotcca dc cultura popular, Ministcrio dc Educación Pública, 1 863, p. 2 2 2 . Algunas vcrsio_ nes dc su biografía afirman que habría tcnido, también, muchos otros hijos.
  • 27. I WALTER OMARKOHAN yVirtudes sociales. Al año siguicnte un tcrremoto destruyc la escucla y la ciudad. Elabora un informe sobrc los efectos dcl terremoto y viaja a pequcñas poblacioncs más al sur dondc intervicnc en algunos cmprendimientos industriales que no dan grandcs rcsultados. En 1838 llega a Santiago dondc permanccc poco tiempo antcs de instalarse trcs años cnValparaíso. AIIí se encuentra con Andrés Bcllo con quicn compartc el valor social fundamental de la cducación cn América. Pcro no pcrmanccc mucho ticmpo y no hacen plancs juntos. Rodrígucz dccidc scguir viaje. EnValparaíso funda una nucva cscuela. Publica en Ia prcnsa y rcedita Luces y Virtudes sociales cn I 840. Pcro sus discípulos c ingrcsos disminuycn drásticamente y busca un nuevo lugar viajando por cl Pacífico hasta llcgar nuc- vamente a Lima dondc, en 1842, intcnta publicar toda su obra, comcnzando por Sociedades Americanas en 1828. La publicación no pasa dc csa primera parte .Viaja aI Ecuador. En Quito, dirigc las Salinas dcl Gcneral Florcs, venczo- lano, prcsidcnte dcl Ecuador. Pero Florcs sc qucda sin fon- dos para las salinas y Rodríguez subc cn mula a un pucblo pcqueño, Latacunga, dondc lc piden quc pcrmanezcapara dar clases cn cl coicgio San Viccnte. Las clascs dcben scr suspcndidas por falta dc cumplirnicnto cn el pago prome- tido por los vecinos, apcnas dos mcses dcspués de iniciadas. No cncucntra fácilmcnte otro trabajo. Busca casi obscsiva- mentc sustento para publicar sus obras. Con cierto apoyo para cllo dccidc volvcr a Bogotá. En cl camino, abre una cscucla cnTúqucrrcs y al mismo ticmpo, cn abril y mayo dc 1 849 un pcriódico bogotano publica su Extracto sucinto de mi obra sobre la educación rcpublicana. Al llcgar a Pasto, por razo- ncs políticas dccide volvcr a Ecuador, a Latacunga dondc, en 1850, con casi ochcnta años, vuclvc a cnscñar cn cl colcgio SanViccntc, por primcra vcz focalizado cn formar cloccntcs. Pero dcspués de dos rápidas dcsercioncs, dccidc EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I volvcr a Guayaquil y dc allí, en 1gS3, viaja a Lambaycque, en el Pcrú, con su hi;o José y un amigo dc éste, Camiio Gómcz. Navegando cn una frágil embarcación, sufre un serio accidentc ocasionado por fuertcs corricntcs. Rccac en el pueblo dc Amotapc, dondc mucrc cl 2g de l-cbrcro dc 1854, con ochcnta y trcs años. Al cumplirsc cicn años de su muerte, sus restos son llevados dcl ,,pantcón dc los Prócercs" en Lima al ,'pantcón Nacional,, dc Caracas. Su cuerpo, sólo entonccs, para de viajar. Un maestro errante "Yo no quicro parccermc a los árbolcs, que cchan raíccs cn un lugar, sino al vicnto, al agua, al sol y a todas las cosas que marchan sin ccsar", dice Simón Rodríguez.26Va-ya si sc parece a csas cosas quc andan sin para¡ don Simón Rodrí_ guez. Al contrario, la mctáfbra dcl árbol y dc las raíccs cs muy fecunda cn los discursos cducacionalcs. Son bonitos, firmcs y tcntadores los árbolcs, claro. Algunos dan mucha seguridad. La idca dc afirmar las raíccs cn la primera infan_ cia también ha sido enormcmcntc cxplotada por distintas tradicioncs pedagógicas. Simón Rodrígucz pcrtcnccc o instaura otra tradición. A partir de la historia con Thomas parece aprcndcr quc para aprendcr y para cnscñar cs importante cstar atcnto pero también cstar atcnto cn movimicnto. Ni cspcrar ni qucdarse. Llcgar y salir por sorpresa. En movimicnto, cstar atento. Por cso, los viajcs lbrman parte de su mancra dc vivir.Vivc viajando, lo quc signilica quc no vive para viajar sino quc viaja para vivir. En cstc punto, toda rcpetición no cs cxcesiva. Como Simón Rodrígucz o como Samuel Robin_ ,r. y. L. Amunátcgui, Ensayos Biogrff cos. Tomo I! Santiago de Chilc: Imprcnta Nacional, 1896, p. 236. = - =G - I it:
  • 28. 60 I WALTER OMAR KOHAN son no dcambula ni viaja como turista o a la büsqucda de un trabajo o fascinado por otra cultura, cn Pos dc conocer o practicar otro modo dc vida. Encuentra su vida cn los viajcs, cn cl cstar cn viajc, Porquc cstar dc viajc es cstar a camino, cntrc dos puntos, cl dc partida y cl dc llcgada, los dos igualmcnte insatisfactorios, insoportables casi, como Iugares dc residcncia para alguicn tan inquicto' De viajc sc sicntc cn casa, cn un lugar dc pasajc, dc transformación, como la cscucla, como la vida, un lugar dc aprendizajc. Dc viajc sc sicntc cn camino hacia un nllcvo proyecto, hacia un nucvo inicio, hacia una nucva vida. f)c viajc, Rodrigucz cncuentra aThomas quc lo llcva hasta Robinson y óstc sc dcja cncontrar otra vcz Por un nllcvo Rodrígucz y, a través dc ó1, por todos, por cualquiera, Por quión estó dispucsto o nccesitado cle salir de su lugar. Para un maestro, Ia lccción no cs mcnor. Estamos acostum- brados a la imagen dcl macstro como alguicn firmc, scguro, parado cn el frcnte dcl aula imparticndo su sabcr para los cstu- diantcs. Estamos habituados a la fortalcza dc los árbolcs. La imagcn sc cxticnde a los cstudiantcs: cuanto más conccntra- dos, solcmos pcnsar, más probabilidades dc un conocimicnto más sólido, dc raíccs más seguras. Cicrtamentc así no da clasc S. Rodríguez y tamPoco csPcra cso dc sus cstudiantcs- Rodrí- gucz sabc y picnsa en movimiento. Hacc escucla, viajando, de viaje.Tál vcz pucda versc alli una razón cn cl propio Rodrigucz de sus"fracasos"cn los Proycctos institucionalcs. En todo caso, csa es la primcra cnscñanza dc su idca dc escucla: cs Prc- ciso andar para cnscñar. Simón Rodrígucz invcnta una figura singular dc cducador, quc podríamos llamar dc un cducador crrantc, dc la errancia dc un cducador. Asi, la errancia cs una dc Ias notas significativas dcl haccr cscucla dc Don Simón. A partir dc su encuentro con ci inquictoThomas cn movimicnto, sc Pone a andar c incor- pora a su vida cn movimicnto un modo cspccífico dc andar EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRiGUEZ I 61 que se caractcriza por los siguicntes aspectos: a) aunquc supone desplazamicntos en cl cspacio y cn cl ticmpo, ticnc más que vcr con una intcnsidad quc con una cxtcnsión cn el dcsplazamiento, su forma sc cncucntra más cn Ia calidad que en Ia cantidad dcslizada, más cn su cspcsor quc cn su largura, más cn Ia densidad quc cn la dilatación, más cn cl arranquc y en la vclocidad quc cn cl movimicnto, más cn la intimidad dc Ia rclación quc sc afirma quc cn su gcncra- lidad ; b) no puedc scpararsc dc la ruptura y la rcvolución; crrantc es el que no sc conforma con un cstado dc cosas o alguien para quicn las cosas no ticncn cstado fijo, sino quc busca intcrrumpir y tornar imposiblc la continuidad de Io que cstá sicndo; Ia crrancia impidc la fijación dc un ccntro o núclco al cual todas las cosas sc rcmitirían; c) no convive con una preocupación consigo sino con el afucra; el errantc cstá atcnto y abierto cntcramcntc a los signos revolucionarios cn lo quc cxistc, a Io quc dcmanda atcn- ción, por eso cs una forma dc scnsibilidad, dc inquictud cn relación con el afucra y sus habitantcs; d) no pucdc llcnarsc; cl crrante se vacía en su crrancia. No mira al mundo dcsdc una posición dc sabcr, sino quc lo hacc, aun sabicndo, scn- siblc a los sabercs dcl mundo; c) afirma sicmprc una vida, un modo de vida por crcar, para cualquicr scr humano. En la crrancia no hay fijación dc csta o aquclla vida, dc un modclo o fbrma particular dc vida, cs Ia vida abicrta a una nueva vida dc todo y cualquicr scr humano quc acompañan su movimicnto; l) no hay mancra dc scparar pcnsamicnLo y vida, cscritura y vida, pcnsamicnto y cucrpo, cscritura y cucrpo, cucrpo y vida. El crrantc cs cl quc sc jucga cl cuerpo en cl cncucntro con otros cucrpos, cl quc, cn su pcnsamicnto, en sus cscritos, se jucga corporalmcntc la vida para cambiar la vida, para intcrrumpir la vida dondc no cs vida, para pcrmitir cl nacimicnto dc una vida otra, nllcva, inexistcntc hasta cl prcscntc. = 3 frG -a =: I
  • 29. 62 I WALTER OMAR KOHAN Así, una vida crrante como la de Simón Rodríguez cs crrantc no tanto Porquc sc ha dcsplazado dc un lugar a otro pcrmancntemcntc sino porque justamcntc afirma cada una dc cstas liguras, por su forma dcnsa' intensa, pcrsistcntc, perdurable dc romper los modos dc pcnsar y vivir de su ticmpo, por no accptar Ia tiranía dc Io instituido, por la sensibilidad para pcnsar y vivir abicrto cntcramente a rcvo- Iucionar una realidad pcdagógica y social marcada por la cxclusión y el sometimiento, y por afirmar la errancia en cl cuerpo, en su encucntro con otros cuerPos y otras vidas, en la intensidad de una vida de rupturas, dc hospitalidad y apuesta permanentc Por nucvos inicios dc inconformidad, resistcncia y nacimicntos cargando litcralmentc con cl peso dc csa postura crrantc antc cl cstado dc cosas, comcnzanclo casi sicmprc dc nucvo, como si cada estación, cada ciudad, cada ctapa dc sus viajcs significaría volvcr todo al inicio. Como si cada cscucla abicrta fucra Ia primcra cscucla, como si cada día cntrando a una cscuela fuera la primera entrada a una cscuela. Es tan intcnsa la crrancia dc la vida dc Simón Rodríguez que nada parcce perdurar antc el vértigo dc cada uno dc sus movimicntos por dar vida a la vida, por poncr cl cucrpo para crrantizar la vida. Aunquc sc dcdicó a muchas otras cosas, la cducación marca profundamentc la vida dc Simón Rodrígucz: dcdica su vida crrante a rcvolucionar las instituciones cducativas como una mancra dc rcvolucionar los modos dc vida de su ticmpo. Es un educador crrantc, no tanto por su andar viajcro c itincrantc sino por Ia intcnsidad y radicalidad dc su vida cducadora, por su cstado dc abicrto a los habitantcs dc estas tierras. Lucha incansal¡lcmcntc Por rcvolucionar las cscuelas, para quc cllas aticndan a los dcscchados por las cscuclas cxistentcs y para quc en cllas aprcndan a Pcnsar no sólo cn cómo transformar su condición cn la socicdad sino, sobrc todo, cómo transformar Ia propia sociedad que gencra EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRÍGUEZ I 63 esa condición, cn sus palabras, cómo haccr una Rcpública dc veras. Rompc todas las vcccs quc es neccsario -y no son pocas- con las prcbcndas quc significan continuidad dc un estado dc cosas hostil e inhumano con una parte significa_ tiva dc los habitantcs dc cstas ticrras. Nunca hacc nada por comodidad. Enscña la inconformidad,la rcbcldía y la apucsta a la creación pcrmanente dc un mundo nucvo, dc una nucva manera dc vivir, inódita no sólo cn América Latina sino cn cualquicr lugar dc este mundo. Así don Simón Rodrígucz hace cscucla: crrantc, crrando, y al mismo ticmpo invcn- tando, como analizarcmos a scguir. = ñ I' II :l I
  • 30. OBEDECER CIEGAMENTE, es el principio que gobiema. Por eso hay tantos Esclavos -i por eso es Amo el primero que quiere serlo. Enseñen los niños a ser PREGUNTONES! paraque, pidiendo el POr QUE, de lo que se les manda hacer, se acostumbren a obedécer... ala RAZÓNl nó a IaAUTORIDAD, como los LIMITADOS ni a la COSTUMBRE, como los ESTUPIDOS. Simón Rodríguez (1, p 27) ENSRyRR LA ESCUELA = - fr E =a I Tsu ¡xórrco debc p*recer ?1 ?Boyrcro de ,e$a ohm co&o trm¡llr lr otroor¡r¡,r ün {us rd orrito, Sr¡ u¡üs f,&tores üfcit*r{ e tal ven ¡ I¡ nrs¿ §t¡ otros; l r r . . f ., r . r . gl rÉsptrBslo irm aer4 iuju¡to¡ porque, hi ürr lar obcsrvaciáne* hrry I,als*üador ui ¿a' la¡ proposicioneS.,. .,, .Dirparattg De la nrs¿ potlrá el auror decir {on flrrodr maJor qu¡ on hrll) friru bkn gui Rirc b, úer*in, li eámLutio, Socicdades americanas, I g2g.
  • 31. 66 I WALTER OMAR KOHAN fl s tan cxtraordinario y complejo el impacto dcl cncucntro -D.o.rTho-as cn Ia cscritura dc Simón Rodrígucz' Primero, al salir de Jamaica para Estados Unidos Rodríguez hacc una inmersión cn los tipos en una gráfica cn Baltimore' Dcspués, inicia un proccso de invcnción, dc un estilo, un tono, una grafía que casi no sc Parcce a la practicada antcriormcnte en ius"Reflexiones Sobrc Los Defectos QucVician La Escuela Dc Primcras Letras En CaracasY Medios De Lograr Su Reforma Por Un Nuevo Establecimiento", aquella crítica propositiva a Ia cscuela caraqucña, escrita en 1'794,Poco antes dc salir dc viaje. La invención cs cn la forma, en cl contcnido, en cl tono, cn el estilo, cn el vocabulario' en la gramática, cn la sintaxis' El cambio es tan radical que parece otra Persona cscribicndo' Es otra pcrsona. En cl mcdio, ha pasado una cxperiencia transformadora. Ha pasadoThomas. La cscritura dc Simón Rodríguez testimonia esc encuentro y csa transformación' Thomas respira en sus textos, habla a través dc sus palabras, sonríc por dctrás de su forma. Los largos años cn Europa son el cultivo dc una nucva escritura, de un nuevo estilo' Es el tiempo de borradorcs, de cscribir, borrar y volvcr a escribir, dc ensayar una escritura sintónica con un nuevo pensamicnto y una nueva vida. Escribir después de Thomas El cstilo de Simón Rodríguez se consolida dc forma muy singular y potentc. . . Cada vez más clegantc, claro y refinado, los cscritos quc publica cn su retorno a América mucstran una potcncia cjcmplar, singular, sorprcndcntc' Impacta' a pri- mcra vista, la forma: letras en tipos difcrentes cn tamaño, cspacio y formato. Rcalces y dcstaques por doquicr, ncgritas, itálicas, corchctes, llavcs, líncas simples, Iíncas doblcs, cua- dros, puntos suspensivos, rcpcticioncs, elipsis, cspacios cn blanco. Este solo asPccto ya otorga sentido a la lcctura: valc la pena lecr a Simón Rodríguez, si no hubicra otros motivos EL MAESTRo TNVENToR. srnróN noonfcuEz I 67 -quc los hay y a montones- por estc hccho singular quc impide cualquicr lcctura fácil, rápida, desatcnta. Rodrígucz no cscribe como nos hemos acostumbrado a escribir cn cicrto mundo académico, con las formas y los tipos estandarizados, uniformizados, indifcrcnciados. . . A csa cscritura última, a la escritura dcl último Rodríguez nos rcferimos a continuación. Rodrígucz cxplicita la razón dc la forma de su cscritura en Lucesy virtudes socjal¿s con una cla- ridad llamativa, también distintiva dc su cscritura:,,La forma es un modo de cxistir".r Sc cxistc cn Ia forma y no fucra de clla, sc cxistc en cómo sc dicc Io quc dicc y no sólo en lo quc se dice. Se cscribe para distintos lectorcs y difcrentcs modos, ticmpos y cstilos dc lcctura. Rodrígucz cnfatiza algo quc parcce obvio: no podria cscribirsc dc forma monocordc, indifcrenciada, invariablc sobre asuntos difcrcntcs para lccto- rcs divcrsos. . .Y sin cmbargo, así Io haccmos de forma masiva. En csc sesgo dc su cscritura sc manificsta una marca dis- tintiva dcl caraqucño cn su retorno a Amórica: su caráctcr rcbeldc, irrcvercntc, imprcvisiblc. Al mismo tiempo, como muchas otras veces, esa irrcvercncia sc apoya cn un pcnsa- miento tan simplc como incontcstablc: no escribimos como pensamos, la cscritura se ha vuclto partc de una máquina burocrática quc nos aleja cada vcz más dc mostrar a travós dc ella Io que pcnsamos y lo quc somos. Claro quc hay movi- micntos exccpcionalcs,2 pcro dc un modo gcncral podcmos constatar quc lc hcmos quitado gracia a la cscritura, la hcmos burocratizado, dcspcrsonalizado, monotonizado. La hcmos dc-formado, como si sólo importasc lo quc sc cscribc y no cómo se cscribe. tmbión cn csc gcsto, Rodrígucz mucs- 1 . II, p. 139. 2. Entrc csos movimicntos podría citarsc, como por cjcmplo la obra dc Marshall Mcluhan, The Medjum is the llessage: An Invcn_ tory of Effccts (NcwYork: Bantam Books, 1967), o la poesía concrcta, ambos próximos, cntrc muchos otros cjemplts, cn cl espíritu, a Ia pretcnsión de Rodngucz. - - - - -
  • 32. I WALTER OMAR KOHAN tra una marca de su cscritura, su pcnsamicnto y su vida, la denuncia dc lo quc estamos sicndo, algo bastantc lcjano dc lo que qucremos scr o aun dccimos quc cstamos sicndo. De modo quc Ia forma dc una cscritura cxprcsa no sólo divcrsos modos dc pensamicnto sino que tambión propicia difcrentcs formas dc Icctura. Es preciso lccr cn la forma dc Io cscrito para sentir su tonalidad y su cstilo. Simón Rodríguez Io describc con dctallc:3 sin formas,la cscritura unifica lo quc no pucde scr sino divcrso: cl tamaño y la variedad dc los caractc- res indican los tonos micntras quc la scparación y aislamicnto dc las flascs muestran las pausas; los puntos fuera dc una frase la separan, y al pintar una frasc cn cl mcdio dc una página, sc la aísla. Dcbajo dc un cspacio cn blanco, los puntos indican una elipsis; los guioncs, Ia rclación; las llavcs, la concxión. Es casi inaceptablc quc nos hayamos confinado a una cscritura mono-formc. Al contrario, los signos pintados por Rodrígucz componen una cscritura y una lcctura que recuerdan, cn cada marca, la inscparabilidad de forma y contcnido. Afirman, insistcntcmentc, qllc nunca lo quc sc cscribc es sólo Io quc sc escribc y quc cómo sc cscribe cs partc irrcnunciablc dcl ejcrcicio dc la transmisión. A su maner-a y ritmo, la escritura grafblógica dc Rodrígucz nos lleva a plantcarnos preguntas fundamcntalcs: ¿para quó cscribimos Io que escribimos? ¿Quó quercmos gcncrar con nuestra cscritura? Esa cscritura nos mucstra tambión quc cscribir es una Ibrma de artc, como lo cs dc forma más amplia cl comuni- carsc, tanto quc "Sc pucdc PINTAR sin HABLAR pero nó HABLAR sin PINTAR".a Repitámoslo: no sc pucde hablar sin pintar. EI habla cs un gcsto artístico. Cuando estamos con otro, cl cuerpo dicc con sus gestos lo quc las palabras no alcanzan a significar, pintamos cl aire con ios gcstos. Lo dicho para cl discurso habiado valc tambión para cl cscrito: "cl arfe de EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRf GUEZ I 3-- C =- 3. +. -Escrióir ncccsita dcl arte de ?intar,,.sTambién la escritura cs un gcsto artístico. El arte cs la crcación al scrvicio dc una mayor comprcnsión. En uno y otro caso debc habcr concxioncs clc idcas y dc pensamicntos, dc sentir y pcnsar. Escribimos con cl cuerpo, con gcstos, con imágcncs para podcr comprcndcr y ayudar a comprcndcr. Dc la misma fbrma quc pintamo.s. A la base de toda cscritura hay siemprc un sentir; cl dcsafío «lcl escritor, allrma Rodrrgucz, cs aprcnclcr a cxprcsar los scntircs ajcnos quc excitan los suyos propios porquc son cllos quc mucven la lectura.6 A travós dcl scntiS p"i.trudc; hacicndo pensar, convcnce .7 Sc escribc desdc cl scntimicnto y cl pcnsa- miento para haccr scntir y pcnsar, para convencer y pcrsuadir. En todo momento, Rodrígucz busca superar la dualidacl cntrc un piano intclectual y otro sensitivo, mucstra scguidamcntc un pcnsamicnto afcctivo, un scntimicnto intclcctual. por cso, una cducación quc se apoyc cn sólo una dc csas dimensioncs e s insuficicntc y cstóril: ,,lo quc no sc áace senrir no sc entiende y lo quc no sc entiende, no intcresa,,.s Tenicndo cn mcntc lcctorcs comoThomas, Rodrígucz dis_ tinguc dos formas dc cscritura: la afbristica para los Icctorcs instrüdos y la didáctica para los no instruiclos. No sc trata dc subcsümación.Támpoco sc trata dc poncr condiciones sino dc ajustar la cscritura pintada a la sensibilidacl dc un lector quc pucda encontrar cn clla lo que cstá buscando, lo que .r"""j,u para vivir con otros. No sc pucdc dcjar a nadic fuera dc Ia lectura. Espccialmcnte cnAmórica, cs prcciso cscribir no sólo para una clitc ilustrada sino para ios habitantcs originarios dc esta ticrra, Ios usualmcntc cxcluidos dcl mundo clc las lctras. Así, la lección dcThomas sc reflcja, cn primcr lugaS cn la II, p. 158. II, p. 151 . 5. II, p. 157. 6. II, p. 158. 7. II, p. 153. 8. II, p. 161. L
  • 33. 70 I WALTER OMAR KOHAN cscritura dc Rodríguez: cscribc, cn scntido fucrte, para todos, como un maestro dc verdad hace cscucla para todos.e Escribir tienc que ver con Pcnsar y con estar en el mundo' Rodríguez deficnde de una y mil mancras que se trata dc que los niños aprendan a Pcnsat y cuanto antcs, Porque aPren- diendo a pensar podrán aprendcr.todas las dcmás cosas y, cn particular, a vivir u¡ros con otros. La apucsta dc Rodríguez sc cnfrenta a otros métodos cn boga cn su ópoca en particular al mótodo Lancaster quc, como él mismo Simón Rodnguez señala, "cs un disparate", en la mcdida cn que' justamcntc, no cnscña a pcnsar, sino a rcpctir y a recitar dc mcmoria'l0 Como ha argumcntado F. Ortcga,lr cl mótodo lancasteriano es prefcrido por los gobicrnos de la época Por ser cconómico, simplc y fácil de rcproducir, y tal vez también Porque' como Io scñala S. Rodrígucz, contribuyc a formar los sujetos dócilcs con los que no hay cómo constituir una vida rcpublicana. Las llama "ESCUELAS DEVAPOR" porque con Pocos macstros sc enscña a milcs dc muchachos.r2 Rodríguez cs mucho más complcjo. Su método no es bicn un mótodo: cxigc un macstro, quc picnsc, quc invcntc, quc sc preocupc por todos y cada uno, quc no aplique cicgamcnte algunos prcccPtos Para transmitir calmamcntc un sabcr asimi- lado pasivamcntc, sino qLrc sca un lcctor reflcxivo, quc tcnga una rclación pcrsonal con sus cstudiantcs y quc, adcmás, cstó bien pago y con bucnas condicioncs, cn ticmpo y salario, para ejcrcer su profcsión. Rodrigucz afirma un macstro quc sca un artcsano y un artista dc su trabajo. Un maestro inventor' Es decir, todo lo que los gobicrnos dc turno no qücrcn para las cscuclas. Támbién por cso aprcndcr y cnscñar a hablar y a Pensar cstán antcs quc aprcndcr y cnseñar a Iccr y a escribir. Porquc 9. II, p. 17. 10. II, p. 25. 1 1 . F. A. Ortega, 201 1 , p. 34-35. 12. II,p.186. EL MAESTRO INVENTOR. SIMÓN RODRfGUEZ I 7I la enseñanza y cl aprendizaje primcros,los que más importan, no son técnicos sino críticos, de fundamento y sólo se puedcn realizar en diálogo con los otros. Son, cn última instancia, el aprendizaje y la enscñanza dc una vida pensante, cuidadosa, que se examina a sí misma, de una vida que merece scr üvida por todos los habitantes de csta tierra. Son el aprendizaje y la enseñanza dc la vida dc cada uno y la de todos los america- nos. Son el aprendizaje y Ia enseñanza de una escuela social, popular, y que conforman los principios y sentidos dc una vida invcntiva, sin igual y al rnismo ticmpo entre iguales como la republicana, mucha más que cl contenido de una técnica para darse bien socialmentc y sobrcvivir en una socicdad que no mcrecemos ni nos mcrecc, como la monárquica. Inventamos, como Thomas, o erramos En csc campo, una alternativa atravicsa la vida y Ia obra de Simón Rodrígucz como un grito, como una exprcsión sacada dc las entrañas y masticada por una vida de pcnsa- miento y de trabajo dedicada a la educación. La alterna- tiva cs siempre una y Ia misma: de un lado, la crcación, la invención, el pcnsamicnto, la vida, Ia libcrtad; dcl otro, la rcproducción, el error, la imitación, Ia opinión, cl servi- lismo. Lo primcro es lo quc hacc quien hace escuela, cs lo que neccsitamos y no practicamos cn las cscuclas quc cxistcn en América. Lo segundo cs lo que hcmos hccho hasta ahora en las cscuclas, lo más fácil de encontrar en ellas y Io que sc trata de transformar. Hacer cscuela creando, invcntando, cs cl camino para esa transformación. Simón Rodrígucz plantca csta altcrnativa dc varios modos, en muchos contcxtos, a propósito dc divcrsas cucstioncs, en difercntes momentos. Es una altcrnativa filosófica, pedagó- gica, política, cxistcncial. Es allí dondc sc jucga Io quc somos, y cl proyccto dc Io que podcmos scr. En una carta escrita cl - -- -r- !