Los mongoles eran cazadores y pastores nómadas que recorrían las estepas. Su vivienda tradicional era la yurta, una tienda circular fácil de montar y transportar que les permitía seguir sus rutas de pastoreo. La yurta tenía un tamaño variable, desde 6 metros de diámetro, y su interior dividido por cortinas contaba con una hoguera central para cocinar y dar luz. Estaba construida con madera para la estructura y recubierta con pieles o lana.
1. SUBRAYAR Y HACER UNA CHULETA
“Una vivienda muy especial”
Los habitantes de Mongolia se dedicaron durante siglos casi
exclusivamente a la caza y al pastoreo. Eran tribus nómadas
que, para alimentar su ganado recorrían las extensas praderas
y las interminables llanuras de este territorio.
La vida nómada de los mongoles requería una vivienda
adecuada para protegerse de las bajísimas temperaturas. Esta
vivienda debía ser fácil de montar y de desmontar en poco
tiempo, además e poder transportarse con facilidad a lomos de
un caballo o de un camello. Todas estas condiciones son las
que cumplen la yurta, la tienda circular que este pueblo
instalaba en sus constantes desplazamientos y que hoy día se
sigue construyendo no sólo en Mongolia, sino también en
muchos otros países del mundo.
2. El tamaño de estas viviendas variaba en función del número
de miembros que tenía la familia. Las más pequeñas medían
unos 6 metros de diámetro, y las más grandes llegaban a los
40. El interior estaba dividido, por medio de cortinas, en
diferentes zonas y, en el centro, coincidiendo con una abertura
en lo alto de la tienda, se encendía la hoguera, que servía para
cocinar y también para dar luz y calor.
Aunque los materiales empleados en la yurta han ido
variando a lo largo del tiempo, tradicionalmente se ha utilizado
la madera, para la construcción de la estructura, y las pieles de
animales y tejidos de lana, para recubrirlas.
La palabra yurta, en la lengua de los mongoles, significa
“trozo de tierra donde se vive” y es sinónima de la palabra ger,
nombre que prefieren los mongoles, y cuyo significado en ese
idioma es “casa”.
3. “Una vivienda muy especial”
Los habitantes de Mongolia se dedicaron durante siglos casi
exclusivamente a la caza y al pastoreo. Eran tribus nómadas
que, para alimentar su ganado recorrían las extensas praderas
y las interminables llanuras de este territorio.
La vida nómada de los mongoles requería una vivienda
adecuada para protegerse de las bajísimas temperaturas. Esta
vivienda debía ser fácil de montar y de desmontar en poco
tiempo, además e poder transportarse con facilidad a lomos de
un caballo o de un camello. Todas estas condiciones son las
que cumplen la yurta, la tienda circular que este pueblo
instalaba en sus constantes desplazamientos y que hoy día se
sigue construyendo no sólo en Mongolia, sino también en
muchos otros países del mundo.
4. El tamaño de estas viviendas variaba en función del número
de miembros que tenía la familia. Las más pequeñas medían
unos 6 metros de diámetro, y las más grandes llegaban a los
40. El interior estaba dividido, por medio de cortinas, en
diferentes zonas y, en el centro, coincidiendo con una abertura
en lo alto de la tienda, se encendía la hoguera, que servía para
cocinar y también para dar luz y calor.
Aunque los materiales empleados en la yurta han ido
variando a lo largo del tiempo, tradicionalmente se ha utilizado
la madera, para la construcción de la estructura, y las pieles de
animales y tejidos de lana, para recubrirlas.
La palabra yurta, en la lengua de los mongoles, significa
“trozo de tierra donde se vive” y es sinónima de la palabra ger,
nombre que prefieren los mongoles, y cuyo significado en ese
idioma es “casa”.
5. “Una vivienda muy especial”
habitantes de Mongolia caza pastoreo nómadas praderas
vivienda fácil de montar transportar caballo camello yurta
tienda circular
tamaño varia 6 metros de diámetro interior dividido cortinas
hoguera cocinar luz
materiales madera estructura pieles lana recubrir
yurta trozo de tierra donde se vive ger casa
6. “Ger mongol”
Mongoles: cazadores y pastores nómadas en estepas
Vivienda tienda circular
Fácil de montar y de transportar a caballo o camello
Tamaño: desde 6 metros de diámetro
Interior dividido por cortinas
Hoguera y abertura central. Cocina y luz
Materiales: madera estructura, recubierto de piel o lana
Sobre yurta: trozo de tierra donde se vive