SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 8
Descargar para leer sin conexión
FUNDAMENTOS CONCEPTUALES Y DIDÁCTICOS



                 LA EDAD DE LA TIERRA Y OTRAS COSAS POR EL ESTILO

                                           The age of the earth and all that




                                        Cándido Manuel García Cruz (*)




   RESUMEN


      Frente a la concepción científica de la edad de la Tierra, se analizan algunas cronologías, como la

  hindú y la bíblica, haciendo algunas consideraciones sobre la contribución de James Ussher a la datación

  de la creación, más como auténtico erudito y estudioso de la historia y de la numerología, que como sim-

  ple visionario. Se hacen también diversas sugerencias didácticas sobre el uso de algunas cronologías en

  el aula.


  ABSTRACT


      As contrasted with the scientific conception of the age of the Earth, some chronologies, such as both

  the Hindu and the Biblical one, are analysed. Some considerations on the contribution of James Ussher to

  the datation of the creation are done. This author is regarded as an authentical erudite and studious of

  history and numerology rather than a mere visionary. Several didactic suggestions about the use of some

  chronologies are also done.


  Palabras clave: edad de la Tierra, James Ussher, historia de la ciencia.

  Keywords: age of the Earth, James Ussher, science history.




                                             IN   PRINCIPIO   creavit DEUS Coelum & Terram [Genes. I, 1] quod tempo-

                                         ris principium (juxta nostram Chronologiam) incidit in noctis illius initium,

                                         quae XXIII, diem Octobris praecessit, in anno Periodi Julianae 710.

                                                                                                  JACOBO USSERIO ARMACHANO

                                                                                   Annales Veteris Testamenti (1650), p. 1.



INTRODUCCIÓN                                                            Lo que nos proponemos en este trabajo es efec-

                                                                    tuar una aproximación cultural a diversas cuestio-
   El que la Tierra tiene una antigüedad de unos                    nes clásicas sobre la edad de la Tierra, sin mirar
4.600 Ma es algo que, hoy en día, ningún científico                 por encima del hombro con nuestras dataciones ab-
que se precie se atreve a poner en duda. Este dato,                 solutas a algunas de las ideas que van a ser analiza-
enmarcado en el hecho del tiempo geológico, está                    das.
perfectamente documentado sobre la base de la física
                                                                        En primer lugar, se comentará brevemente la
de los radioisótopos, y ha sido a lo largo de muchas
                                                                    cronología hindú: por poco que nos asomemos a
décadas –y continúa siéndolo- contrastado y revisado
                                                                    ella conscientemente, percibiremos el mismo vérti-
periódicamente. Sin embargo, el camino que condujo
                                                                    go del tiempo profundo que empezó a sentir al me-
a su aceptación conceptual fue muy dificultoso. Esto
                                                                    nos la ciencia occidental después de James Hutton,
hizo que se convirtiera en uno de los grandes obstá-
                                                                    a finales del s. XVIII.
culos epistemológicos para las Ciencias de la Tierra

y también para algunos aspectos de la Biología, en                      Se analizará, a continuación, los trabajos de Ja-

concreto para el proceso evolutivo (García Cruz,                    mes Ussher sobre la fecha de la creación, enmar-

1998; Pedrinaci, 1992, 1993). Su elaboración, princi-               cándolos dentro de una época que empezaba a des-

palmente a partir del siglo XVIII y durante ciento                  pertar de la oscuridad intelectual de los siglos

cincuenta años, constituyó una de las más interesan-                precedentes, y en la que la erudición seguía estando

tes controversias científicas, no sólo geológicas, cuya             ligada en la mayoría de los casos al literalismo bí-

trascendencia ha sido muy bien estudiada (Badash,                   blico, o como mucho al deísmo.

1989; Brush, 1996; Burchfield, 1975; Dalrymple,
                                                                        Por último, plantearemos algunas sugerencias
1991; Eicher, 1968; Gould, 1987; Hallam, 1983,
                                                                    para tratar éstas y otras cronologías en el aula.
1988; Hetch y Scotese, 1995; Rossi, 1979; Thackray,

1981; Toulmin y Goodfield, 1965).




(*) Dpto. de Ciencias de la Naturaleza (Biología y Geología), I.E.S. Mencey Acaymo, 38500 Güímar, Tenerife.

E-mail: cmgct@correo.rcanaria.es.




                                                                    Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999. (7.2) 94-101
        94
                                                                                                            I.S.S.N.: 1132-9157
LA EDAD DE LA TIERRA Y LA TRADICIÓN

HINDÚ.                                                              • 6 manvantaras (6x306.720.000) 1.840.320.000 años

                                                                    • del 7º manvantara:
      Una de las concepciones del tiempo que nos
                                                                       27 mahayugas (27x4.320.000)                                                           .   116.640.000   “
parecen más interesantes (y también más comple-
                                                                    • del 28º mahayuga:
jas) es la de la tradición veda. Su relación con el
                                                                       1 krita (1.728.000)                                                                        1.728.000    “
mito del eterno retorno y la adaptación de éste por
                                                                                                                .       .       .       .       .       .    .


                                                                       1 treta (1.296.000)                                                                        1.296.000    “
parte de James Hutton a finales del siglo XVIII a
                                                                                                                .       .       .       .       .       .    .


                                                                       1 dwapara (864.000)                                                                          864.000    “
su filosofía geológica, nos obligan a reparar en la
                                                                                                                        .       .       .       .       .    .



tradición hindú, aunque sea de una forma muy                        • del kali: 52º siglo (5102 = 2000 d.C.)                                                           5.102   “

simplificada.

                                                                    Total   .   .   .   .   .   .   .   .   .       .       .       .       .       .       1.960.853.102 años
      Para los vedas, el tiempo es cíclico y por lo

tanto eterno (Franz, 1978; Jaki, 1974; Kapur,
                                                                    Aproximación geológica
1990). Representa el ritmo cósmico de destruc-

ción-reconstrucción del universo, y está, además,                       Un tiempo como el de la tradición veda, en

íntimamente relacionado con las divinidades. El                     cuanto a su inmensidad y a su carácter cíclico, se

Rig Veda, por ejemplo, posee 10.800 versos de 40                    puede encontrar reflejado en diferentes aspectos ge-

sílabas cada uno, lo que da una cifra total de                      ológicos de pensadores del Siglo de las Luces. És-

432.000 sílabas. Este número es precisamente el                     tos eran en realidad herederos de tradiciones cultu-

que corresponde en duración a la época kali, que                    rales muy antiguas.

comprende 432.000 años. La difusión de estas tra-                       Así, por ejemplo, una cifra muy similar a la de
diciones cosmológicas hindúes en la cultura greco-                  los hindúes, del orden de 2.000 Ma, fue propuesta a
latina se hace evidente en algunos autores, como                    mediados del s. XVIII por Benoît de Maillet para la
por ejemplo en Heráclito, que hizo referencia a la                  edad de la Tierra, ya que necesitaba un tiempo in-
existencia de un “gran año” de 10.800 años (Kirk,                   mensamente dilatado para que se produjese la dese-
1954), y también en la astronomía babilonia difun-                  cación “cíclica” del mar Mediterráneo (Carozzi,
dida por Flavio Josefo a través de su traducción de                 1954; De Maillet, 1748; García Cruz, 1997, 1999c).
la obra de Beroso, para el que existía un “año cós-
                                                                        Por otro lado, en los períodos cíclicos de deca-
mico” de 432.000 años.
                                                                    dencia-renacimiento de la Tierra de James Hutton

      Vamos a adentrarnos ahora, simplificando los                  es posible reconocer la versión geológica del mito

cálculos numerológicos, en el tiempo cósmico                        del eterno retorno, con el que, sin duda, el científi-

hindú. Éste está representado por kalpa, que equi-                  co escocés estaba más que familiarizado (García

vale a “un día en la vida de Brahma”, y posee una                   Cruz, 1998b). En su teoría de la Tierra se contem-

duración de ¡4.294,1 Ma!. Aunque no se corres-                      pla la repetición de los arquetipos primordiales

ponde exactamente con la duración del tiempo ge-                    planteados por Eliade (1951), pero aplicados en es-

ológico, su similitud es evidente. Un kalpa se di-                  te caso a la naturaleza cambiante del planeta, con

vide en 14 manvantaras (o períodos de Manu,                         períodos de destrucción a los que siguen cíclica-

cada uno de los catorce progenitores de la huma-                    mente otros de reconstrucción, y que ha recibido el

nidad), que constituyen porciones de 306.720.000                    nombre de “ciclo geológico”. Esto conduce además

años. El gran año veda o mahayuga (del que exis-                    a la inmensidad cíclica, y en consecuencia ahistóri-

ten    1.000     en    cada     kalpa,      y   71    en     cada   ca, del tiempo, lo que se ha venido en llamar el

manvantara) está formado por 12.000 años divi-                      “tiempo profundo”. Hutton dejaría expresado esta

nos que abarcan a su vez 360 años corrientes. Ca-                   idea en las diferentes versiones de su teoría geoló-

da mahayuga consta, pues, de (12.000x360)                           gica: “...así, pues, con respecto a la observación

4.320.000 años, y contiene cuatro yugas o épocas,                   humana, este mundo no tiene ni un principio ni un

de duración diferente pero siempre en función de                    fin” (1785), y años después: “Por lo tanto, el resul-

la   primera     de   ellas:    la   ya   mencionada         kali   tado de nuestra investigación actual es que no ha-

(432.000 años), dwapara (864.000 años = 2 kali),                    llamos ni vestigio de un principio, ni perspectiva de

treta (1.296.000 años = 3 kali) y krita (1.728.000                  un final” (1788, 1795).

años = 4 kali). En el orden inverso, estas épocas
                                                                        Ambas nociones, naturaleza cambiante y tiem-
representan fases cíclicas en decadencia progresi-
                                                                    po profundo, serían los dos embates ideológicos
va que van desde la máxima perfección (krita)
                                                                    fundamentales frente a la cronología bíblica que
hasta la destrucción (kali) del universo mediante
                                                                    analizamos a continuación.
la “gran disolución”.


      El “presente actual” es una época kali (kali-

yuga) y por lo tanto de destrucción. Está dentro                    LA CRONOLOGÍA BÍBLICA Y JAMES USS-

del quincuagésimo segundo siglo del vigesimoc-                      HER (1581-1656).

tavo mahayuga del séptimo manvantara. Desde

la creación, pues, la edad de la Tierra de acuerdo                      Prácticamente en la gran mayoría de los libros

con la cronología hindú se calcula de la siguiente                  científicos que de una forma u otra tratan el tema

forma:                                                              de la edad de la Tierra, se suele atribuir al obispo




        Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999 (7.2)                                                                                                            95
anglicano James Ussher (Fig. 1), anacrónicamente y     como Orígenes o Clemente de Alejandría, entre

por lo general de una forma jocosa, la determina-      otros, estaban convencidos de la literalidad e infali-

ción de la “fecha” de la creación. Ésta habría acon-   bilidad de las sagradas escrituras. Los primeros co-

tecido el domingo, 23 de Octubre del año 4004 a.C.     mentaristas bíblicos vieron la existencia de una se-

Algunos autores, incluso, le atribuyen también la      cuencia temporal de hechos perfectamente definida

“hora” en que tal evento tuvo lugar: las 9 de la ma-   que iba desde la creación hasta la construcción del

ñana, añadiendo en plan burlesco que, evidente-        Templo de Jerusalén. Y así, por puro razonamiento

mente, se refería a la hora oficial de Londres, me-    teológico, llegaron a la conclusión de que la crea-

dianoche en el Jardín del Edén.                        ción había tenido lugar 6.000 años antes de la era

                                                       cristiana. En los siglos siguientes se dieron algunas

                                                       discrepancias con otros padres de la iglesia, como

                                                       Isidoro de Sevilla (s. VII) o el Venerable Beda (s.

                                                       VIII), o con pensadores judíos como Maimónides

                                                       (s. XII), que aceptaban tan solo 4.000 años.


                                                          Es a partir del s. XVI cuando algunos estudio-

                                                       sos realizan las primeras dataciones de la creación

                                                       mediante cálculos numerológicos. Para el reformis-

                                                       ta luterano Philipp Schwarzer, más conocido como

                                                       Melanchthon, el mundo habría sido creado el año

                                                       3963 a.C. Por otro lado, en diferentes ediciones de

                                                       la Martirología Romana (1580 y 1640), figura el

                                                       año 5199 a.C. También Kepler realizó esta clase de

                                                       cálculos utilizando el método de la precesión de los

                                                       equinoccios, el mismo que había empleado Newton

                                                       en su ajuste de la cronología de numerosos eventos

                                                       de la antigüedad (Chistianson, 1984). Mediante este

                                                       tipo de cálculos astronómicos, Kepler (1621) esta-

                                                       bleció como fecha de la creación el solsticio de ve-

                                                       rano del año 3993 a.C., puesto que el apogeo del sol

                                                       debía encontrarse en la cabeza de Aries en aquel

                                                       momento. Un año antes, analizando las genealogías

                                                       de los personajes bíblicos, la había fechado el 3994.
Figura. 1. James Ussher (1581-1656)
                                                          Sin embargo, ha sido la cronología de James

                                                       Ussher la que ha predominado culturalmente. Naci-

                                                       do en Dublín en 1581, desde muy joven Ussher sin-
   La relación entre esas afirmaciones, en cierta
                                                       tió vocación por la teología, y se interesó además
medida, no es del todo correcta. Además, sobre
                                                       por la historia antigua y las lenguas semíticas, mos-
ellas se han constatado algunas equivocaciones que
                                                       trando una erudición singular en todos estos cam-
se han ido repitiendo de unos autores a otros a lo
                                                       pos. Su carrera eclesiástica fue meteórica: ordenado
largo del tiempo (Brice, 1982; Craig y Jones, 1982;
                                                       sacerdote a los veinte años, a los veinticinco llegó a
Gould, 1991; James, 1993).
                                                       ser Canciller de la Catedral de St. Patrick de su ciu-

   En honor a la verdad, y sin que esto signifique     dad natal; a los treinta y nueve fue nombrado Obis-

una posición ideológica por nuestra parte en favor     po de Meath, y a los cuarenta y cuatro años Arzo-

del reverendo Ussher, creemos es preciso realizar      bispo de Armagh. Como teólogo, era defensor

un análisis histórico diacrónico para poder com-       acérrimo de la independencia de la fe protestante.

prender en su justa medida la labor de muchos eru-     Su gran prestigio le valió, en 1634, el que fuera de-

ditos de siglos pasados. Sus trabajos, así como los    signado Primado de la Iglesia Anglicana en Irlanda.

de otros estudiosos y científicos (entre los que a
                                                          Bibliófilo empedernido, sentía una verdadera pa-
más de uno le sorprendería saber que se encuentra
                                                       sión por todo tipo de libros, tanto sagrados como se-
nada más y nada menos que Johannes Kepler o Sir
                                                       culares, principalmente por los históricos. Su puesto
Isaac Newton), hay que enmarcarlos en una época
                                                       en Armagh le permitió viajar por Europa y estable-
en la que la Numerología, heredera de antiguas tra-
                                                       cer contactos con Oriente a la búsqueda de cualquier
diciones egipcias, hebreas y babilonias, se asociaba
                                                       libro o manuscrito antiguo, que o bien compraba o
con la Astronomía y era considerada como una
                                                       hacía copiar. Su biblioteca se consideró como la ma-
“ciencia” exacta y, sobre todo, necesaria.
                                                       yor de su época en toda Europa, y a su muerte pasó

   James Ussher no fue ni el primero ni el último      a formar el núcleo central de la del Trinity College

que pretendió establecer una cronología bíblica. A     de Dublín, del que había sido también Canciller.

mediados del s. XVIII, por ejemplo, se habían con-
                                                          En 1641, durante uno de sus muchos viajes a In-
tabilizado más de 200 cómputos distintos sobre la
                                                       glaterra, se produjo la revuelta que desembocaría en
edad de la creación (Reese et al., 1981). Los aspec-
                                                       la guerra civil en Irlanda, y a partir de entonces ya
tos históricos sobre este tema fueron bien estudia-
                                                       no pudo regresar a su país natal. Sus conocimientos
dos por White (1898, principalmente cap. VI). Des-
                                                       y su prestigio le llevaron a ejercer diversas activida-
de los primeros siglos del cristianismo, personajes
                                                       des religiosas y académicas en diferentes lugares de




                                                              Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999 (7.2)
        96
Gran Bretaña, entre otros en Oxford y Londres,                 Este año 710 del período Juliano se correspon-

donde falleció en 1656, siendo enterrado en la Aba-         de con el 4004 a.C., y fue determinado consideran-

día de Westminster.                                         do los datos bíblicos sobre las genealogías de los

                                                            patriarcas, jueces, etc., cotejándolos con numerosos
   A pesar de algunos aspectos oscuros e incom-
                                                            hechos históricos de edad conocida. La exactitud
prensibles en su método histórico, e independiente-
                                                            de la fecha fue establecida por “puro razonamiento
mente de la fiabilidad y valor documental que pu-
                                                            teológico”: se consideró, por un lado, que la crea-
diéramos darle actualmente a los materiales
                                                            ción debía haber tenido lugar en el otoño, y por
bibliográficos utilizados por el reverendo Ussher, lo
                                                            otro, observando, mediante cálculos astronómicos,
que parece indiscutible es que su labor fue enorme-
                                                            que el domingo (primer día de la semana) más pró-
mente meticulosa. Como literalista bíblico que era,
                                                            ximo al equinoccio correspondiente era el 23 de
consideró al pie de la letra los libros del Antiguo
                                                            octubre.
Testamento para sus trabajos cronológicos, coteján-

dolos con otros documentos históricos y manuscri-              Algunos autores han interpretado erróneamen-

tos antiguos, así como con tablas astronómicas y            te la frase “...aquella noche que precedió al

numerológicas. Su obra cumbre, Los Anales del               día...”, concluyendo que la creación se habría pro-

Mundo (Fig. 2), fue publicada por primera vez en            ducido en realidad el día 22, en lugar del 23. Sin

latín en dos volúmenes (Ussher, 1650, 1654), apare-         embargo, hay que tener en cuenta que en esa épo-

ciendo dos años después de su muerte la edición in-         ca, y todavía hoy en algunas culturas como la ju-

glesa (Ussher, 1658), de la que se han extraído los         día o la musulmana especialmente en todo lo rela-

dos párrafos cuya traducción castellana se incluye          cionado con temas religiosos, los días comenzaban

en este trabajo.                                            y finalizaban con la puesta del sol. En otros casos,

                                                            se han dado también como fechas el 24, 25 o el 26
   Ya desde la primera página del volumen I, An-
                                                            de octubre.
nales Veteris Testamenti (Anales del Antiguo Tes-

tamento), resume lo que iba a constituir la conclu-            Ussher elaboró, además, toda una cronología de

sión fundamental de todo su trabajo:                        los eventos bíblicos. Sin embargo, como señala

                                                            Barr (1985), no realizó disquisición alguna sobre la
   “Al principio creó Dios el Cielo y la Tierra
                                                            discrepancia –más que notable- entre algunos datos
[Génes. I, 1], por lo que el inicio del tiempo (según
                                                            cronológicos, especialmente en lo referente a la fe-
nuestra cronología) tuvo lugar al comienzo de
                                                            cha del diluvio universal con respecto a la creación,
aquella noche que precedió al día 23 de Octubre,
                                                            como sí hicieran otros autores con posterioridad,
en el año 710 del Período Juliano”.




Figura. 2. Primera página de los Anales de James Ussher: edición latina (vol. I, 1650) y edición inglesa

(1658). (Cortesía del Trinity College, Dublín).




      Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999. (7.2)                                             97
entre ellos el español Álvarez de Toledo (1713). En
                                                                 JAMES USSHER Y LA DATACIÓN DE LA
función del texto de referencia utilizado, resultaban
                                                                                    CREACIÓN
fechas muy distintas desde la creación hasta el dilu-

vio:
                                                                    “De la misma forma que la era cristiana comien-

                                                              za muchas épocas después del principio del mundo, y

       Pentateuco samaritano . . . . . . . 1.307 años         el número de años anteriores a ella no sólo es más di-

                                                              ficultoso, sino más sujeto a error (a no ser que se tenga
       Texto hebreo. . . . . . . . . . . . . . . 1.656    “
                                                              mayor cuidado), también ha complacido a nuestros
       Versión de los Setenta . . . . . . . 2.242         “
                                                              modernos cronólogos añadir una época artificial, for-
       Texto etíope . . . . . . . . . . . . . . . 2.262   “
                                                              mada por tres ciclos multiplicados entre sí, a esa hipó-

                                                              tesis generalmente admitida (la cual afirmaba que los
       El que Ussher prefiriera el texto hebreo igno-
                                                              años julianos, con sus tres ciclos por una cierta prolep-
rando todos los demás probablemente se debió a
                                                              sis matemática, habrían de alcanzar hasta el comienzo
que concordaba plenamente con los estudios crono-             mismo del mundo); al estar el Ciclo Solar multiplica-

lógicos del también obispo y contemporáneo suyo               do por el Lunar, o el número 28 por 19, produce el

John Lightfoot (1602-1675)(Fig. 3). Éste fue Vice-            gran Ciclo Pascual de 532 años, y ése a su vez se mul-

canciller de la Universidad de Cambridge, y uno de            tiplica por quince, el número de la indicción, aparece

los mayores hebreístas de su época. Se adelantó a             así el período de 7980 años, que (si no me equivoco)

                                                              fue observado por primera vez por Robert Lotharing,
Ussher en seis años en sus estudios cronológicos,
                                                              Obispo de Herefor, en nuestra isla de Gran Bretaña, y
siendo el verdadero responsable de la “hora” de la
                                                              Joseph Scaliger, 500 años después, lo adecuó para
creación, concluyendo que ésta había sido realizada
                                                              usos cronológicos, y le dio el nombre de Período Ju-
por la “Trinidad el 23 de Octubre de 4004 a.C., a
                                                              liano, debido a que contenía un ciclo del mismo nú-
las 9 de la mañana“ (Lightfoot, 1644). Sus obras
                                                              mero de años julianos. Ahora bien, si la serie de los
completas se reeditaron el siglo pasado (Pitman,
                                                              tres ciclos menores se remontaran a partir del año ac-
1825), razón por la cual algunos autores lo conside-          tual hasta las épocas precedentes, se encontrará que

ran erróneamente como un personaje del s. XIX.                los 4713 años antes del comienzo de nuestra Era Cris-

                                                              tiana partirán de él, y que de ese año descenderá el pri-
       La cronología de Ussher fue incorporada en una
                                                              mer año de la indicción, el primero del Ciclo Lunar, y
nota marginal a la edición de la Biblia de 1701 por
                                                              el primero del Solar. Habiendo situado por lo tanto los
el obispo Lloyd. Esta nota se asoció pronto con la
                                                              inicios de este período en las calendas de Enero en ese
verdad revelada, convirtiéndose a partir de entonces
                                                              año proléptico, el primero de nuestra era cristiana vul-
en una especie de dogma religioso. Todavía hoy,               gar debe estimarse el 4714 del Período Juliano, el

por parte de fundamentalistas cristianos apostados            cual, si se divide por 15, 19 y 28, se nos presentará

tras el “Instituto para la Investigación de la Crea-          con la indicción romana 4, el Ciclo Lunar 3, y el Solar

ción” (?), situado evidentemente en EE.UU., es uti-           10, que son los principales caracteres de ese año”.

lizada en contra del proceso evolutivo en general,
                                                                    “Encontramos, además, que el año de nuestros
tanto en lo concerniente a la Biología como a la Ge-
                                                              antepasados, y los años de los antiguos egipcios y he-
ología, de una forma muy poco científica. (La críti-
                                                              breos tenían la misma duración que el juliano, cons-
ca al creacionismo científico puede seguirse, entre
                                                              tando de doce meses iguales, cada uno de ellos de 30
otros muchos, en Brush, 1982; Dalrymple, 1984,
                                                              días (porque no se puede probar que los hebreos hi-
1986; Dutch, 1982; Groves, 1996; Strahler, 1987;
                                                              cieran uso de meses lunares antes de la Cautividad de
Wise, 1998).
                                                              Babilonia), añadiendo al final del duodécimo mes, la

                                                              cantidad de cinco días, y cada cuatro años, seis. Y he

Aproximación geológica                                        observado por la sucesión continuada de estos años,

                                                              puesto que se habla de ellos en la sagrada escritura,
       Es evidente que el planteamiento más inmediato
                                                              que el fin del gran Nabucodonosor y el comienzo del
que se puede hacer sobre la fecha de la creación
                                                              reino de Evil-Merodak (su hijo), ocurrió en el año
desde el plano de las Ciencias de la naturaleza es            3442 del mundo, pero por cotejo de la historia caldea
esa angostura en la edad de la Tierra que se deriva           y el canon astronómico, tuvo lugar en el año 186 de

de ella: 6.000 años de antigüedad tan solo hacen              Nabonasar, y, por cierta conexión, debe seguirse el

imposible cualquier aproximación científica a un              año 562 antes de la Era Cristiana, y del período julia-

planeta en permanente evolución, tanto geológica              no, el 4152. Y por lo tanto, yo entendí que la creación

                                                              del mundo tuvo lugar en el año 710 del Período Julia-
como biológica, a no ser que, de acuerdo con Gould
                                                              no, situando su comienzo en el otoño: pero igual que
(1991), se crea en los milagros como agentes causa-
                                                              el primer día del mundo empezó la víspera del primer
les.
                                                              día de la semana, he observado mediante las tablas

       La aceptación del tiempo profundo ha logrado           astronómicas que el domingo más próximo al Equi-

desvelar una realidad muy distinta a todos los pre-           noccio de Otoño en el citado año 710 (a pesar de la

supuestos religiosos respecto de la naturaleza de la          detención del sol en los días de Josué, y su retroceso

Tierra. La inmensidad del tiempo permitió la apli-            en los días de Ezequiel), ocurrió el día 23 de octubre

                                                              juliano, de aquí concluimos que puede deducirse tan-
cación definitiva del principio de uniformidad en la
                                                              to el primer día de la creación como el inicio del
geología en contra del catastrofismo bíblico. Sin
                                                              tiempo, a partir de la víspera de ese primer día del
embargo, llamamos una vez más la atención sobre
                                                              año juliano”.
el hecho de que el abuso de esta aplicación convir-

tió al actualismo-uniformitarismo en un nuevo obs-
                                                               J. Ussher. The Annals of the World (1658, cap. IV)
táculo epistemológico para las Ciencias de la Tierra

(García Cruz, 1999b, 2000).




                                                                   Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999 (7.2)
           98
cientemente amplio, aunque siempre a nuestra justa

                                                                      medida y a la de nuestros alumnos.


                                                                          En este sentido, es enormemente formativo el

                                                                      que podamos desarrollar un seminario en el que se

                                                                      lleguen a discutir de forma multidisciplinar y dentro

                                                                      del concepto “tiempo” la idea de “cronología”. Ésta

                                                                      se concibe como un objetivo fundamental en el cono-

                                                                      cimiento geológico en tanto que, como ya hemos co-

                                                                      mentado, estamos tratando con una ciencia histórica.


                                                                          Como una primera actividad, los alumnos pue-

                                                                      den realizar la construcción de una cronología de la

                                                                      Tierra. Para ello tendrían que datar y ordenar tempo-

                                                                      ralmente una serie de acontecimientos o eventos im-

                                                                      portantes a propuesta del profesorado, o selecciona-

                                                                      dos por ellos mismos (entre otros muchos, por

                                                                      ejemplo: límite de eras y períodos, origen de la vida,

                                                                      orogenias, glaciaciones, extinciones, aparición de

                                                                      grupos biológicos, fragmentación de la Pangea, aisla-

                                                                      miento, conexiones o colisiones continentales, etc.).


                                                                          Otro aspecto a seguir es el análisis comparativo

                                                                      de diferentes cronologías. Resulta particularmente

                                                                      curioso el que en el tiempo hindú no exista aconteci-

                                                                      miento importante alguno que sirva como referencia

                                                                      para el inicio del tiempo. Éste transcurre de forma cí-

                                                                      clica, desde un estado de perfección hasta la gran di-

                                                                      solución final, siempre a lo largo del mismo número

                                                                      de años, de forma repetitiva y sin que nada ocurra y

                                                                      lo llegue a modificar. Por el contrario, la cosmología

                                                                      actual nos permite adentrarnos en un conjunto de
Figura.3. John Lightfoot (1602-1675)
                                                                      acontecimientos, no sin una cierta predisposición psi-

                                                                      cológica a la perplejidad, que abarca tanto los oríge-

                                                                      nes como el futuro del universo (Gribbin 1999), con-

                                                                      siderando el carácter predictivo de la Ciencia.
CONSIDERACIONES DIDÁCTICAS

                                                                          En la cosmocronología adjunta (Tabla 1), la es-
    Desde hace ya muchos años, y dentro de lo que
                                                                      cala temporal se ha establecido inicialmente en se-
se ha dado en llamar “secuenciación de conteni-
                                                                      gundos, definiendo someramente aquellos hechos
dos”, hemos venido considerando El tiempo geoló-
                                                                      más significativos que debieron tener lugar tras el
gico como una pieza clave. Es el carácter histórico
                                                                      Big-Bang o gran explosión. Durante el transcurso
de la geología el que nos ha obligado a iniciar el
                                                                      de la evolución física del universo se ha realizado
proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias
                                                                      un cambio en la escala del tiempo, expresándola en
de la Naturaleza introduciendo la idea de tiempo en
                                                                      años. Esta cronología nos permite introducirnos en
toda su complejidad conceptual (Pedrinaci, 1992,
                                                                      la evolución del universo sobre la base de los cono-
1993; Pedrinaci y Berjillos, 1994), aunque con la
                                                                      cimientos de la cosmología moderna.
correspondiente adaptación según los niveles. Si lo
                                                                          Por otro lado, es interesante discutir la fiabili-
que pretendemos es mostrar directa o indirectamen-
                                                                      dad documental en la que se basan algunas: por
te la evolución de la materia (geológica y biológi-
                                                                                                         1
                                                                      ejemplo, la cronología bíblica , de naturaleza inmu-
ca), deberemos enmarcar el proceso evolutivo tem-
                                                                      table, parte de la fe en la verdad revelada y en el ra-
poralmente. De lo contrario, estaremos planteando
                                                                      zonamiento teológico. Aquí resultaría útil la lectura
la contradicción de una evolución estática.
                                                                      de Gould (1991) y que permitiría a los alumnos lle-
    El interés práctico y también didáctico de las
                                                                      gar a valorar en su justa medida los estudios históri-
cronologías reside en que, en última instancia, to-
                                                                      cos del reverendo Ussher, complementando esto
dos los cambios que ha sufrido el planeta, y que la
                                                                      con el comentario a los propios textos de los Anales
ciencia ha conseguido documentar y datar, deben
                                                                      que se incluyen en este trabajo.
ser secuenciados u ordenados. Deberíamos, ade-
                                                                          Por último, respecto de la geocronología geoló-
más, tener en cuenta que cualquier tipo de debate,
                                                                      gica, es importante hacer ver a los alumnos que no
no sólo los científicos, se hace interesante y enri-
                                                                      todo material es susceptible de ser utilizado como
quecedor en el plano didáctico (Álvarez, 1996; Gar-
                                                                      documento geológico, y que las dataciones radio-
cía Cruz, 1993). Se nos abren así nuevas perspecti-
                                                                      métricas tienen evidentemente sus restricciones y
vas para llevar al aula, en especial si somos capaces
                                                                      sus limitaciones; por lo tanto, la geocronología está
de trascenderlos hacia un marco cultural lo sufi-




(1) Podemos proporcionar (sólo a través de correo electrónico) una copia en castellano a los interesados en ella.




       Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999. (7.2)                                                          99
CRONOLOGÍA DEL COSMOS

                                               Desde el big-bang hasta el fin del universo




    TIEMPO                                                    ACONTECIMIENTO



             0         -Estado inicial y gran explosión del superátomo.

             -44
     10            s   -El universo comienza a expandirse. Tiempo, radiación, espacio y materia permanecen indiferenciados. Esci-

                       sión de la gravedad.

             -36
     10            s   -Escisión de la interacción fuerte: primeras partículas elementales (quarks, leptones, electrones, neutrinos).

                       Falso vacío e inflación cósmica.


     10
             -34
                   s   -La energía se condensa en una sopa de quarks y antiquarks.


     10
             -12
                   s   -Escisión del electromagnetismo y la interacción débil.


     10
             -4
                  s    -Primeros núcleos atómicos.


        10
             2
                  s    -Síntesis de los primeros elementos (deuterio y helio).


    10
        -6
             años      -Finalización de la síntesis de elementos. Estado de plasma opaco. Dominio del electromagnetismo.


    10
         4
             años      -Fin de la radiación. Dominio de la materia y de la gravedad.


    10
         5
             años      -Formación de átomos. Universo transparente y en proceso de enfriamiento.


    10
         9
             años      -Formación de los primeros cuásares y galaxias.


   10
        10
              años     -Formación de estrellas.


   10
        11
              años     -Formación de planetas. Origen y desarrollo de la vida.


   10
        12
              años     -Muerte del sistema solar.


   10
        14
              años     -Envejecimiento de la Vía Láctea.


   10
        16
              años     -Extinción de las estrellas. Oscurecimiento del cosmos.


   10
        17
              años     -Colapso de la Vía Láctea y transformación en agujero negro.


   10
        32
              años     -Desintegración de la materia; sólo queda leptones y radiación


   10
     100
              años     -Colapso y explosión de los agujeros negros. Final del cosmos.




Tabla 1.




en permanente revisión, siempre supeditada a la in-                              Brice. W.R. (1982). Bishop Ussher, John Lightfoot

corporación de nuevos materiales y nuevos datos                           and the age of creation. J. Geol. Edu., 30, 18-26.

absolutos. En este sentido, se puede comentar por                                Brush, S.G. (1982). Finding the age of the earth by

ejemplo cómo ha ido cambiando la datación del fa-                         physics or by faith? J. Geol. Edu., 30, 34-58.

nerozoico a lo largo de más de medio siglo (Ha-                                  Brush, S.G. (1996). Transmuted past: the age of the

llam, 1983, p. 103).                                                      earth and evolution of the elements from Lyell to Patter-

                                                                          son. Cambridge Univ. Press, Cambridge.

                                                                                 Burchfield, J.D. (1975). Lord Kelvin and the age of
AGRADECIMIENTOS                                                           the earth. The University of Chicago Press, Chicago.

                                                                                 Carozzi, A.V. (1954). De Maillet’s Telliamed (1748):
    Estoy en deuda con Caroline Gray (Dept. Early
                                                                          an Ultra-Neptunian Theory of the Earth. En: C.J. Schneer
Printed Books, Trinity College, Dublín), por todas
                                                                          (ed.). Towards a History of Geology. Masochist Institute
sus atenciones y su inestimable ayuda. También
                                                                          of Technology Press, pp. 88-93.
agradezco a Francisco Osorio Acevedo los comen-
                                                                                 Craig, G.Y. y Jones, E.J. (1982). A geological misce-
tarios sobre algunas partes de este trabajo, y el po-
                                                                          llany. Princeton University Press, Princeton.
ner amablemente a mi disposición una de sus joyas
                                                                                 Christianson, G.E. (1984). In the presence of the Cre-
bibliográficas.
                                                                          ator. Isaac Newton and his times. Macmillian Inc., Nueva

                                                                          York-Londres.

                                                                                 Dalrymple, B.G. (1984). How old is the earth? A
BIBLIOGRAFÍA
                                                                                                                              rd
                                                                          reply to “scientific creationism”. Proc. 63              . Ann. Meet.

    Álvarez, R.M. (1996). Las controversias científicas.                  Pacific Div., A.A.A.S., 1(3), 66-131.

Sus implicaciones didácticas y su utilidad mediante un                           Dalrymple, B.G. (1986). Radiometric dating, geologic

ejemplo: la controversia sobre la edad de la Tierra. Alam-                time, and the age of the earth: a reply to “scientific” crea-

bique, 8, 63-69.                                                          tionism. U.S. Geol. Surv. Open-File Rep., 86(110), 1-76.

    Álvarez de Toledo, G. (1713). Historia de la iglesia y                       Dalrymple, B.G. (1991). The age of the earth. Stan-

del mundo que contiene los sucesos desde su creación hasta                ford University Press, Stanford.

el diluvio. J. Rodríguez y Escobar, Impresor del Rey, Ma-
                                                                                 De Maillet, B. (1748). Telliamed. University of Illi-
drid. [Biblioteca particular de Francisco Osorio Acevedo].
                                                                          nois Press, Urbana (trad. inglesa 1968), p. 181.

    Badash, L. (1989). The-age-of-the-earth debate. Sci.
                                                                                 Dutch, S.I. (1982).    A critique of creationist cosmo-
Am., 261(2), 78-83. [Este artículo no apareció en la ver-
                                                                          logy. J. Geol. Edu., 30, 27-33.
sión castellana: Investigación y Ciencia, Nº 157, Octu-
                                                                                 Eicher, D.L. (1968). El tiempo geológico. Ed. Omega,
bre/1989].
                                                                          Barcelona (trad. castellana 1973).
    Barr, J. (1985). Why the world was created in 4004
                                                                                 Eliade, M. (1951) El mito del eterno retorno. Ed. Al-
B.C.: Archbishop Ussher and biblical chronology. Bull.
                                                                          taya, Barcelona (trad. castellana 1968, ed. 1994).
John Rylands Univ. Libr., 67, 575-608.




                                                                                    Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999 (7.2)
             100
Franz, M.L. von (1978). Misterios del tiempo. Ritmo            Jaki, S.L. (1974). Science and creation. From eternal

y reposo. Ed. Debate, Madrid. (trad. castellana 1994, ed.      cycle to an oscillating universe. Scottish Academic Press,

1996).                                                         Edimburgo-Londres.

    García Cruz, C.M. (1993). La edad de la Tierra:                Kapur, K.N. (1990). Dawn of Indian History. Interna-

una introducción a la Geología desde la Historia de la         tional Conference: Revisiting Indus Saraswati Age and

Ciencia. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra 1(2),          Ancient India.

109-112.
                                                                   Kepler, J. (1621). El secreto del universo. Ed. Altaya,

    García Cruz, C.M. (1997). Benoît de Maillet y el           Barcelona (trad. castellana 1992, edición 1994).

transformismo geológico del siglo XVIII. Enseñanza de
                                                                   Kirk, G.S. (ed.) (1954). Heraclitus. The cosmic frag-
las Ciencias de la Tierra, 5(1), 6-10.
                                                               ments. Cambridge University Press, Cambridge.

    García Cruz, C.M. (1998a). De los obstáculos episte-
                                                                   Lightfoot, J. (1644). The works of the reverend and
mológicos a los conceptos estructurantes: una aproxima-
                                                               learned John Lightfoot D.D. Printed by W. R. for Robert
ción a la enseñanza-aprendizaje de la Geología. Enseñan-
                                                               Scot in Little Britain, Thomas Basset in Fleet-Street, and
za de las Ciencias, 16(2), 323-330.
                                                               Richard Chiswell in St. Paul’s Church-yard, and John

    García Cruz, C.M. (1998b). El principio de uniformi-       Wright on Ludgate-Hill; London, vols. I y II. [Ejemplar

dad. I. Orígenes. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra,      conservado en la biblioteca del Trinity College, Dublín].

6(3), 234-238.
                                                                   North, J.D.C. (1977). Chronology and the age of the

    García Cruz, C.M. (1999a). Resumen de la “Teoría de        earth. En: W. Yourgrau y A.D. Breck (eds.). Cosmology,

la Tierra” de James Hutton (1785). Llull, Rev. Soc. Espa-      history and theology. Plenum Press, Nueva York-Lon-

ñola Hist. Cien. Técn., 22(43), 223-238.                       dres, cap. XX, pp. 307-333.

    García Cruz, C.M. (1999b). El principio de uniformi-           Pedrinaci, E. (1992). El concepto de tiempo geológi-

dad. (II). Un obstáculo epistemológico entre el pasado y       co: una perspectiva histórica. Actas III Congreso Geológi-

el presente. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 7(1),     co de España - VIII Congreso Latinoamericano de Geolo-

16-20.                                                         gía, Salamanca, 1, 450-459.

    García Cruz, C.M. (1999c). Benoît De Maillet (1656-            Pedrinaci, E. (1993). La construcción histórica del

1738): A forerunner of the theory of the desiccation of the    concepto de tiempo geológico. Enseñanza de las

Mediterranean Sea. Chronol. & Catastr. Rev. (SIS), 2, 14-17.   Ciencias, 3(11), 315-323.

    García Cruz, C.M. (2000). El actualismo-uniformita-            Pedrinaci, E. y Berjillos, P. (1994). El concepto de

rismo como obstáculo epistemológico. Cadernos/IG-UNI-          tiempo geológico: orientaciones para su tratamiento en

CAMP (en prensa).                                              educación secundaria. Enseñanza de las Ciencias de la

                                                               Tierra, 2(1), 240-251.
    Gould, S.J. (1987). La flecha del tiempo. Alianza Ed.,

Madrid (trad. cast. 1992).                                         Pitman, J.R. (ed.) (1825). The Whole Works of the

                                                               Rev. John Lightfoot D.D. J.F. Dove, Londres, 2 vols.
    Gould, S.J. (1991). Fall in the House of Ussher. Natu-

ral History, 100(11), 12-19. [Existe trad. castellana en           Reese, R.L., Everett, S.M. y Craun, E.D. (1981). The

Gould (1993), pp. 170-181].                                    chronology       of   archbishop   James   Ussher.    Sky   &

                                                               Telescope, 62(5), 404-405.
    Gould, S.J. (1993). Ocho cerditos. Reflexiones sobre

historia natural. Ed. Crítica, Barcelona (trad. castellana         Rossi, P. (1979). The dark abyss of time. The history

1994).                                                         of the earth and the history of nations from Hooke to

                                                               Vico. Univ. of Chicago Press, Chicago. (trad. inglesa
    Gribbin, J. (1999). El nacimiento del tiempo. Ed. Pai-
                                                               1984, ed. 1987).
dós, Barcelona (trad. castellana 2000).

                                                                   Strahler, A.N. (1987). Science and earth history. The
    Groves, C. (1996). From Ussher to Slusher, from
                                                               creation/evolution controversy. Prometheus Inc., Nueva
Archbish to Gish: or, not in a million years... Archaeol. in
                                                               York.
Oceania, 31, 145-151.

                                                                   Thackray, J. (1980). La edad de la Tierra. Ed. Akal,
    Hallam, A. (1983). La edad de la Tierra. En: Grandes
                                                               Madrid. (trad. castellana 1990).
controversias geológicas. Ed. Labor, Barcelona (trad. cas-

tellana 1988), pp. 81-108.                                         Toulmin, S. y Goodfield, J. (1965). El descubrimiento

                                                               del tiempo. Ed. Paidós Ibérica, Barcelona (trad. castellana
    Hallam, A. (1988). La edad de la Tierra. Mundo
                                                               1968, ed. 1990).
Científico, 85, 1096-1102.

                                                                   Ussher, J. (1650). Annales veteris testamenti, a prima
    Hecht, J. y Scotese, C. (1995). The ages of earth.
                                                               mundi origine deducti… Ex officina J. Flesher, & pros-
Macmillan, Nueva York.
                                                               tant apud J. Crook & J. Baker, Londini. Vol. I. [Ejemplar
    Hutton, J. (1785). Abstract of a dissertation concer-
                                                               conservado en la biblioteca del Trinity College, Dublín].
ning the System of the Earth, its duration, and stability.
                                                                   Ussher, J. (1654). Annalium pars posterior, in qua prae-
Scottish Academic Press & Royal Society of Edinburgh
                                                               ter maccabaicam et novi testamenti historiam… Typis J.
(ed. facsímil 1987). [Existe trad. castellana en: García
                                                               Flesher, impensis Johannis Crook, Londini. Vol. II. [Ejem-
Cruz (1999a)].
                                                               plar conservado en la biblioteca del Trinity College, Dublín].
    Hutton, J. (1788). Theory of the Earth, or an investi-
                                                                   Ussher, J. (1658). The annals of the world. E. Tyler,
gation of the laws observable in the composition, dissolu-
                                                               for J. Crook and for G. Bedell, London. [Ejemplar conser-
tion, and restoration of land upon the globe. Trans. R.
                                                               vado en la biblioteca del Trinity College, Dublín].
Soc. Edinburgh, 1, 209-304.

                                                                   White, A.D. (1898). A history of the warfare of scien-
    Hutton, J. (1795). Theory of the Earth, with proofs
                                                               ce with theology in christendom. Prometheus Books, Buf-
and illustrations. Hafner, Nueva York (ed. facsímil
                                                               falo (reed. 1993), vol. I.
1959), vol. I.

                                                                   Wise, D.U. (1998). Creationism’s geologic time sca-
    James, P. (1993). Centuries of darkness. Rutgers Uni-
                                                               le. Am. Sci., 86(2), 160-173. I
versity Press, Nueva York.




         Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999. (7.2)                                                   101

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Surgimiento de la astronomía (historia y civilizaciones)
Surgimiento de la astronomía (historia y civilizaciones)Surgimiento de la astronomía (historia y civilizaciones)
Surgimiento de la astronomía (historia y civilizaciones)Sebastián Vera Sandoval
 
ASTRONOMIA EN LA ANTIGUEDAD
ASTRONOMIA EN LA ANTIGUEDADASTRONOMIA EN LA ANTIGUEDAD
ASTRONOMIA EN LA ANTIGUEDADlisethmayorga
 
Civilizaciones Antiguas Y La Astronomia
Civilizaciones Antiguas Y La AstronomiaCivilizaciones Antiguas Y La Astronomia
Civilizaciones Antiguas Y La AstronomiaAstros
 
La Astronomia En La Antiguedad
La Astronomia En La AntiguedadLa Astronomia En La Antiguedad
La Astronomia En La Antiguedadiastronomia
 
Astronomia De La Religion
Astronomia De La ReligionAstronomia De La Religion
Astronomia De La Religionwifer
 
Astronomia De La Religion
Astronomia De La ReligionAstronomia De La Religion
Astronomia De La Religionguestd2b3793
 
Historia de la astronomia
Historia de la astronomiaHistoria de la astronomia
Historia de la astronomiaAIDA_UC
 
Astronomia En Otras Culturas
Astronomia En Otras CulturasAstronomia En Otras Culturas
Astronomia En Otras Culturasguest075a10f
 
Astronautica y astronomia
Astronautica y astronomiaAstronautica y astronomia
Astronautica y astronomiaa11janunez
 
Las Siete Profecias Mayas
Las Siete Profecias MayasLas Siete Profecias Mayas
Las Siete Profecias Mayasmariasacramento
 
Astronomía en las culturas indígenas americanas
Astronomía en las culturas indígenas americanasAstronomía en las culturas indígenas americanas
Astronomía en las culturas indígenas americanasDavid Lago Cachón
 
Taller de tierra_y_universo listo
Taller de tierra_y_universo listoTaller de tierra_y_universo listo
Taller de tierra_y_universo listoYocelyn Salgado
 
Religion Periodo 1
Religion Periodo 1Religion Periodo 1
Religion Periodo 1paolaserrato
 
Astronomia Y Religion
Astronomia Y ReligionAstronomia Y Religion
Astronomia Y Religionperrinski
 

La actualidad más candente (20)

Surgimiento de la astronomía (historia y civilizaciones)
Surgimiento de la astronomía (historia y civilizaciones)Surgimiento de la astronomía (historia y civilizaciones)
Surgimiento de la astronomía (historia y civilizaciones)
 
Conocer Ciencia - Astronomia 1
Conocer Ciencia - Astronomia 1Conocer Ciencia - Astronomia 1
Conocer Ciencia - Astronomia 1
 
A3.historia de la atronomia, parte 1
A3.historia de la atronomia, parte 1A3.historia de la atronomia, parte 1
A3.historia de la atronomia, parte 1
 
Circular 910 sep_23-17
Circular 910  sep_23-17Circular 910  sep_23-17
Circular 910 sep_23-17
 
ASTRONOMIA EN LA ANTIGUEDAD
ASTRONOMIA EN LA ANTIGUEDADASTRONOMIA EN LA ANTIGUEDAD
ASTRONOMIA EN LA ANTIGUEDAD
 
Grupo 4 cmc
Grupo 4 cmcGrupo 4 cmc
Grupo 4 cmc
 
Civilizaciones Antiguas Y La Astronomia
Civilizaciones Antiguas Y La AstronomiaCivilizaciones Antiguas Y La Astronomia
Civilizaciones Antiguas Y La Astronomia
 
La Astronomia En La Antiguedad
La Astronomia En La AntiguedadLa Astronomia En La Antiguedad
La Astronomia En La Antiguedad
 
Astronomia De La Religion
Astronomia De La ReligionAstronomia De La Religion
Astronomia De La Religion
 
Astronomia De La Religion
Astronomia De La ReligionAstronomia De La Religion
Astronomia De La Religion
 
Historia de la astronomia
Historia de la astronomiaHistoria de la astronomia
Historia de la astronomia
 
Astronomia En Otras Culturas
Astronomia En Otras CulturasAstronomia En Otras Culturas
Astronomia En Otras Culturas
 
Astronautica y astronomia
Astronautica y astronomiaAstronautica y astronomia
Astronautica y astronomia
 
Las Siete Profecias Mayas
Las Siete Profecias MayasLas Siete Profecias Mayas
Las Siete Profecias Mayas
 
Astronomía en las culturas indígenas americanas
Astronomía en las culturas indígenas americanasAstronomía en las culturas indígenas americanas
Astronomía en las culturas indígenas americanas
 
Astronomia 4to
Astronomia 4toAstronomia 4to
Astronomia 4to
 
Taller de tierra_y_universo listo
Taller de tierra_y_universo listoTaller de tierra_y_universo listo
Taller de tierra_y_universo listo
 
Experiencia
ExperienciaExperiencia
Experiencia
 
Religion Periodo 1
Religion Periodo 1Religion Periodo 1
Religion Periodo 1
 
Astronomia Y Religion
Astronomia Y ReligionAstronomia Y Religion
Astronomia Y Religion
 

Similar a La Edad de la Tiera y otras cosas Por El Estilo

La Columna Geológica
La Columna GeológicaLa Columna Geológica
La Columna GeológicaCreacionismo
 
Tectónica de Expansión de la Tierra - Historia de la comprensión de la tierra...
Tectónica de Expansión de la Tierra - Historia de la comprensión de la tierra...Tectónica de Expansión de la Tierra - Historia de la comprensión de la tierra...
Tectónica de Expansión de la Tierra - Historia de la comprensión de la tierra...Proyecto Matriz
 
Sitchin zecharia-crc3b3nicas-de-la-tierra-2-codigos-cosmicos
Sitchin zecharia-crc3b3nicas-de-la-tierra-2-codigos-cosmicosSitchin zecharia-crc3b3nicas-de-la-tierra-2-codigos-cosmicos
Sitchin zecharia-crc3b3nicas-de-la-tierra-2-codigos-cosmicosjonatan25091987
 
HISTORIA Y NATURALEZA DE LA CIENCIA (10- 12-2013)
HISTORIA Y NATURALEZA DE LA CIENCIA (10- 12-2013)HISTORIA Y NATURALEZA DE LA CIENCIA (10- 12-2013)
HISTORIA Y NATURALEZA DE LA CIENCIA (10- 12-2013)FRANCISCO PAVON RABASCO
 
Cuadro sinoptico evolucion histórica de la geografica
Cuadro sinoptico evolucion histórica de la geograficaCuadro sinoptico evolucion histórica de la geografica
Cuadro sinoptico evolucion histórica de la geograficaHarrinson De Araujo
 
Presentation na ma efisicadel universo 1
Presentation  na ma efisicadel universo 1Presentation  na ma efisicadel universo 1
Presentation na ma efisicadel universo 1Maria Eugenia Huaranca
 
Hacyan shahen el descubrimiento del universo
Hacyan shahen   el descubrimiento del universoHacyan shahen   el descubrimiento del universo
Hacyan shahen el descubrimiento del universoAgacio1 3+4
 
Presentacion anaximandro
Presentacion anaximandroPresentacion anaximandro
Presentacion anaximandromamen
 
La ciencia y su relacion con el pensamiento y la realidad
La ciencia y su relacion con el pensamiento y la realidadLa ciencia y su relacion con el pensamiento y la realidad
La ciencia y su relacion con el pensamiento y la realidadkhiny
 
INFORME VISITA DE CAMPO - tarapoto ucv agua.pdf
INFORME VISITA DE CAMPO - tarapoto ucv agua.pdfINFORME VISITA DE CAMPO - tarapoto ucv agua.pdf
INFORME VISITA DE CAMPO - tarapoto ucv agua.pdfErmilaMarichiSalas
 
La Evolución de la Geografía
La Evolución de la GeografíaLa Evolución de la Geografía
La Evolución de la Geografíacalamita
 

Similar a La Edad de la Tiera y otras cosas Por El Estilo (20)

La Columna Geológica
La Columna GeológicaLa Columna Geológica
La Columna Geológica
 
Curti u7
Curti u7Curti u7
Curti u7
 
GEOLOGIA.pptx
GEOLOGIA.pptxGEOLOGIA.pptx
GEOLOGIA.pptx
 
Tectónica de Expansión de la Tierra - Historia de la comprensión de la tierra...
Tectónica de Expansión de la Tierra - Historia de la comprensión de la tierra...Tectónica de Expansión de la Tierra - Historia de la comprensión de la tierra...
Tectónica de Expansión de la Tierra - Historia de la comprensión de la tierra...
 
Adiós a la astenosfera
Adiós a la astenosferaAdiós a la astenosfera
Adiós a la astenosfera
 
Sitchin zecharia-crc3b3nicas-de-la-tierra-2-codigos-cosmicos
Sitchin zecharia-crc3b3nicas-de-la-tierra-2-codigos-cosmicosSitchin zecharia-crc3b3nicas-de-la-tierra-2-codigos-cosmicos
Sitchin zecharia-crc3b3nicas-de-la-tierra-2-codigos-cosmicos
 
Curti d2
Curti d2Curti d2
Curti d2
 
HISTORIA Y NATURALEZA DE LA CIENCIA (10- 12-2013)
HISTORIA Y NATURALEZA DE LA CIENCIA (10- 12-2013)HISTORIA Y NATURALEZA DE LA CIENCIA (10- 12-2013)
HISTORIA Y NATURALEZA DE LA CIENCIA (10- 12-2013)
 
Cuadro sinoptico evolucion histórica de la geografica
Cuadro sinoptico evolucion histórica de la geograficaCuadro sinoptico evolucion histórica de la geografica
Cuadro sinoptico evolucion histórica de la geografica
 
Curti r7
Curti r7Curti r7
Curti r7
 
Cosmología
CosmologíaCosmología
Cosmología
 
Unidad 1 cap 1 9no
Unidad 1 cap 1 9noUnidad 1 cap 1 9no
Unidad 1 cap 1 9no
 
Presentation na ma efisicadel universo 1
Presentation  na ma efisicadel universo 1Presentation  na ma efisicadel universo 1
Presentation na ma efisicadel universo 1
 
Estratigrafia
EstratigrafiaEstratigrafia
Estratigrafia
 
Hacyan shahen el descubrimiento del universo
Hacyan shahen   el descubrimiento del universoHacyan shahen   el descubrimiento del universo
Hacyan shahen el descubrimiento del universo
 
Circular 764 ago_ 30-14
Circular 764  ago_ 30-14Circular 764  ago_ 30-14
Circular 764 ago_ 30-14
 
Presentacion anaximandro
Presentacion anaximandroPresentacion anaximandro
Presentacion anaximandro
 
La ciencia y su relacion con el pensamiento y la realidad
La ciencia y su relacion con el pensamiento y la realidadLa ciencia y su relacion con el pensamiento y la realidad
La ciencia y su relacion con el pensamiento y la realidad
 
INFORME VISITA DE CAMPO - tarapoto ucv agua.pdf
INFORME VISITA DE CAMPO - tarapoto ucv agua.pdfINFORME VISITA DE CAMPO - tarapoto ucv agua.pdf
INFORME VISITA DE CAMPO - tarapoto ucv agua.pdf
 
La Evolución de la Geografía
La Evolución de la GeografíaLa Evolución de la Geografía
La Evolución de la Geografía
 

Más de Departamento de Ciencias Naturales.- IES Alpajés

Más de Departamento de Ciencias Naturales.- IES Alpajés (20)

La Tierra, un planeta habitado
La Tierra, un planeta habitadoLa Tierra, un planeta habitado
La Tierra, un planeta habitado
 
Grupo 3 Gametos y patologías
Grupo 3 Gametos y patologíasGrupo 3 Gametos y patologías
Grupo 3 Gametos y patologías
 
Grupo 6 Reproducción asistida
Grupo 6 Reproducción asistidaGrupo 6 Reproducción asistida
Grupo 6 Reproducción asistida
 
Grupo 5 Gestacion (desarrollo embrionario) y parto
Grupo 5  Gestacion (desarrollo embrionario) y partoGrupo 5  Gestacion (desarrollo embrionario) y parto
Grupo 5 Gestacion (desarrollo embrionario) y parto
 
Grupo 2 Aparato reproductor femenino
Grupo 2  Aparato reproductor femeninoGrupo 2  Aparato reproductor femenino
Grupo 2 Aparato reproductor femenino
 
Grupo 4 Fecundación
Grupo 4 FecundaciónGrupo 4 Fecundación
Grupo 4 Fecundación
 
Fermentacion: una vision industrial
Fermentacion: una vision industrialFermentacion: una vision industrial
Fermentacion: una vision industrial
 
La sangre
La sangreLa sangre
La sangre
 
Aparato circulatorio
Aparato circulatorioAparato circulatorio
Aparato circulatorio
 
Tejido muscular_Lrodriguez
Tejido muscular_LrodriguezTejido muscular_Lrodriguez
Tejido muscular_Lrodriguez
 
Tejido cartilaginoso-smartin
Tejido cartilaginoso-smartinTejido cartilaginoso-smartin
Tejido cartilaginoso-smartin
 
Tejido conjuntivo serie mieloide_CNieto
Tejido conjuntivo  serie mieloide_CNietoTejido conjuntivo  serie mieloide_CNieto
Tejido conjuntivo serie mieloide_CNieto
 
Tejido conectivo_chmontes
Tejido conectivo_chmontesTejido conectivo_chmontes
Tejido conectivo_chmontes
 
Serie linfoide_bresta
Serie linfoide_brestaSerie linfoide_bresta
Serie linfoide_bresta
 
Tejido adiposo_jmarcos
Tejido adiposo_jmarcosTejido adiposo_jmarcos
Tejido adiposo_jmarcos
 
Estructura de la flor_MGomez
Estructura de la flor_MGomezEstructura de la flor_MGomez
Estructura de la flor_MGomez
 
Epitelio glandular_AIbanez
Epitelio glandular_AIbanezEpitelio glandular_AIbanez
Epitelio glandular_AIbanez
 
Estructura de la raiz_Sferrer
Estructura de la raiz_SferrerEstructura de la raiz_Sferrer
Estructura de la raiz_Sferrer
 
Semilla y fruto_RGomez
Semilla y fruto_RGomezSemilla y fruto_RGomez
Semilla y fruto_RGomez
 
Tejido nervioso_ERoman
Tejido nervioso_ERomanTejido nervioso_ERoman
Tejido nervioso_ERoman
 

Último

cuadernillo de lectoescritura para niños de básica
cuadernillo de lectoescritura para niños de básicacuadernillo de lectoescritura para niños de básica
cuadernillo de lectoescritura para niños de básicaGianninaValeskaContr
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdfOswaldoGonzalezCruz
 
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)veganet
 
Tema 8.- Gestion de la imagen a traves de la comunicacion de crisis.pdf
Tema 8.- Gestion de la imagen a traves de la comunicacion de crisis.pdfTema 8.- Gestion de la imagen a traves de la comunicacion de crisis.pdf
Tema 8.- Gestion de la imagen a traves de la comunicacion de crisis.pdfDaniel Ángel Corral de la Mata, Ph.D.
 
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfLA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfNataliaMalky1
 
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfBIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfCESARMALAGA4
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024IES Vicent Andres Estelles
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxMartín Ramírez
 
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORDETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORGonella
 
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfFundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfsamyarrocha1
 
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsaManejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsaLuis Minaya
 
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfFisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfcoloncopias5
 
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALVOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALEDUCCUniversidadCatl
 
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfEstrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfAlfredoRamirez953210
 
IV SES LUN 15 TUTO CUIDO MI MENTE CUIDANDO MI CUERPO YESSENIA 933623393 NUEV...
IV SES LUN 15 TUTO CUIDO MI MENTE CUIDANDO MI CUERPO  YESSENIA 933623393 NUEV...IV SES LUN 15 TUTO CUIDO MI MENTE CUIDANDO MI CUERPO  YESSENIA 933623393 NUEV...
IV SES LUN 15 TUTO CUIDO MI MENTE CUIDANDO MI CUERPO YESSENIA 933623393 NUEV...YobanaZevallosSantil1
 
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfTarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfManuel Molina
 

Último (20)

cuadernillo de lectoescritura para niños de básica
cuadernillo de lectoescritura para niños de básicacuadernillo de lectoescritura para niños de básica
cuadernillo de lectoescritura para niños de básica
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
 
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
 
Tema 8.- Gestion de la imagen a traves de la comunicacion de crisis.pdf
Tema 8.- Gestion de la imagen a traves de la comunicacion de crisis.pdfTema 8.- Gestion de la imagen a traves de la comunicacion de crisis.pdf
Tema 8.- Gestion de la imagen a traves de la comunicacion de crisis.pdf
 
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfLA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
 
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfBIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
 
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORDETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
 
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfFundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
 
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsaManejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
 
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfFisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
 
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALVOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
 
Aedes aegypti + Intro to Coquies EE.pptx
Aedes aegypti + Intro to Coquies EE.pptxAedes aegypti + Intro to Coquies EE.pptx
Aedes aegypti + Intro to Coquies EE.pptx
 
La luz brilla en la oscuridad. Necesitamos luz
La luz brilla en la oscuridad. Necesitamos luzLa luz brilla en la oscuridad. Necesitamos luz
La luz brilla en la oscuridad. Necesitamos luz
 
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptxPPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
 
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdfEstrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
Estrategias de enseñanza - aprendizaje. Seminario de Tecnologia..pptx.pdf
 
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS .
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS         .DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS         .
DIA INTERNACIONAL DAS FLORESTAS .
 
IV SES LUN 15 TUTO CUIDO MI MENTE CUIDANDO MI CUERPO YESSENIA 933623393 NUEV...
IV SES LUN 15 TUTO CUIDO MI MENTE CUIDANDO MI CUERPO  YESSENIA 933623393 NUEV...IV SES LUN 15 TUTO CUIDO MI MENTE CUIDANDO MI CUERPO  YESSENIA 933623393 NUEV...
IV SES LUN 15 TUTO CUIDO MI MENTE CUIDANDO MI CUERPO YESSENIA 933623393 NUEV...
 
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfTarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
 

La Edad de la Tiera y otras cosas Por El Estilo

  • 1. FUNDAMENTOS CONCEPTUALES Y DIDÁCTICOS LA EDAD DE LA TIERRA Y OTRAS COSAS POR EL ESTILO The age of the earth and all that Cándido Manuel García Cruz (*) RESUMEN Frente a la concepción científica de la edad de la Tierra, se analizan algunas cronologías, como la hindú y la bíblica, haciendo algunas consideraciones sobre la contribución de James Ussher a la datación de la creación, más como auténtico erudito y estudioso de la historia y de la numerología, que como sim- ple visionario. Se hacen también diversas sugerencias didácticas sobre el uso de algunas cronologías en el aula. ABSTRACT As contrasted with the scientific conception of the age of the Earth, some chronologies, such as both the Hindu and the Biblical one, are analysed. Some considerations on the contribution of James Ussher to the datation of the creation are done. This author is regarded as an authentical erudite and studious of history and numerology rather than a mere visionary. Several didactic suggestions about the use of some chronologies are also done. Palabras clave: edad de la Tierra, James Ussher, historia de la ciencia. Keywords: age of the Earth, James Ussher, science history. IN PRINCIPIO creavit DEUS Coelum & Terram [Genes. I, 1] quod tempo- ris principium (juxta nostram Chronologiam) incidit in noctis illius initium, quae XXIII, diem Octobris praecessit, in anno Periodi Julianae 710. JACOBO USSERIO ARMACHANO Annales Veteris Testamenti (1650), p. 1. INTRODUCCIÓN Lo que nos proponemos en este trabajo es efec- tuar una aproximación cultural a diversas cuestio- El que la Tierra tiene una antigüedad de unos nes clásicas sobre la edad de la Tierra, sin mirar 4.600 Ma es algo que, hoy en día, ningún científico por encima del hombro con nuestras dataciones ab- que se precie se atreve a poner en duda. Este dato, solutas a algunas de las ideas que van a ser analiza- enmarcado en el hecho del tiempo geológico, está das. perfectamente documentado sobre la base de la física En primer lugar, se comentará brevemente la de los radioisótopos, y ha sido a lo largo de muchas cronología hindú: por poco que nos asomemos a décadas –y continúa siéndolo- contrastado y revisado ella conscientemente, percibiremos el mismo vérti- periódicamente. Sin embargo, el camino que condujo go del tiempo profundo que empezó a sentir al me- a su aceptación conceptual fue muy dificultoso. Esto nos la ciencia occidental después de James Hutton, hizo que se convirtiera en uno de los grandes obstá- a finales del s. XVIII. culos epistemológicos para las Ciencias de la Tierra y también para algunos aspectos de la Biología, en Se analizará, a continuación, los trabajos de Ja- concreto para el proceso evolutivo (García Cruz, mes Ussher sobre la fecha de la creación, enmar- 1998; Pedrinaci, 1992, 1993). Su elaboración, princi- cándolos dentro de una época que empezaba a des- palmente a partir del siglo XVIII y durante ciento pertar de la oscuridad intelectual de los siglos cincuenta años, constituyó una de las más interesan- precedentes, y en la que la erudición seguía estando tes controversias científicas, no sólo geológicas, cuya ligada en la mayoría de los casos al literalismo bí- trascendencia ha sido muy bien estudiada (Badash, blico, o como mucho al deísmo. 1989; Brush, 1996; Burchfield, 1975; Dalrymple, Por último, plantearemos algunas sugerencias 1991; Eicher, 1968; Gould, 1987; Hallam, 1983, para tratar éstas y otras cronologías en el aula. 1988; Hetch y Scotese, 1995; Rossi, 1979; Thackray, 1981; Toulmin y Goodfield, 1965). (*) Dpto. de Ciencias de la Naturaleza (Biología y Geología), I.E.S. Mencey Acaymo, 38500 Güímar, Tenerife. E-mail: cmgct@correo.rcanaria.es. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999. (7.2) 94-101 94 I.S.S.N.: 1132-9157
  • 2. LA EDAD DE LA TIERRA Y LA TRADICIÓN HINDÚ. • 6 manvantaras (6x306.720.000) 1.840.320.000 años • del 7º manvantara: Una de las concepciones del tiempo que nos 27 mahayugas (27x4.320.000) . 116.640.000 “ parecen más interesantes (y también más comple- • del 28º mahayuga: jas) es la de la tradición veda. Su relación con el 1 krita (1.728.000) 1.728.000 “ mito del eterno retorno y la adaptación de éste por . . . . . . . 1 treta (1.296.000) 1.296.000 “ parte de James Hutton a finales del siglo XVIII a . . . . . . . 1 dwapara (864.000) 864.000 “ su filosofía geológica, nos obligan a reparar en la . . . . . . tradición hindú, aunque sea de una forma muy • del kali: 52º siglo (5102 = 2000 d.C.) 5.102 “ simplificada. Total . . . . . . . . . . . . . . 1.960.853.102 años Para los vedas, el tiempo es cíclico y por lo tanto eterno (Franz, 1978; Jaki, 1974; Kapur, Aproximación geológica 1990). Representa el ritmo cósmico de destruc- ción-reconstrucción del universo, y está, además, Un tiempo como el de la tradición veda, en íntimamente relacionado con las divinidades. El cuanto a su inmensidad y a su carácter cíclico, se Rig Veda, por ejemplo, posee 10.800 versos de 40 puede encontrar reflejado en diferentes aspectos ge- sílabas cada uno, lo que da una cifra total de ológicos de pensadores del Siglo de las Luces. És- 432.000 sílabas. Este número es precisamente el tos eran en realidad herederos de tradiciones cultu- que corresponde en duración a la época kali, que rales muy antiguas. comprende 432.000 años. La difusión de estas tra- Así, por ejemplo, una cifra muy similar a la de diciones cosmológicas hindúes en la cultura greco- los hindúes, del orden de 2.000 Ma, fue propuesta a latina se hace evidente en algunos autores, como mediados del s. XVIII por Benoît de Maillet para la por ejemplo en Heráclito, que hizo referencia a la edad de la Tierra, ya que necesitaba un tiempo in- existencia de un “gran año” de 10.800 años (Kirk, mensamente dilatado para que se produjese la dese- 1954), y también en la astronomía babilonia difun- cación “cíclica” del mar Mediterráneo (Carozzi, dida por Flavio Josefo a través de su traducción de 1954; De Maillet, 1748; García Cruz, 1997, 1999c). la obra de Beroso, para el que existía un “año cós- Por otro lado, en los períodos cíclicos de deca- mico” de 432.000 años. dencia-renacimiento de la Tierra de James Hutton Vamos a adentrarnos ahora, simplificando los es posible reconocer la versión geológica del mito cálculos numerológicos, en el tiempo cósmico del eterno retorno, con el que, sin duda, el científi- hindú. Éste está representado por kalpa, que equi- co escocés estaba más que familiarizado (García vale a “un día en la vida de Brahma”, y posee una Cruz, 1998b). En su teoría de la Tierra se contem- duración de ¡4.294,1 Ma!. Aunque no se corres- pla la repetición de los arquetipos primordiales ponde exactamente con la duración del tiempo ge- planteados por Eliade (1951), pero aplicados en es- ológico, su similitud es evidente. Un kalpa se di- te caso a la naturaleza cambiante del planeta, con vide en 14 manvantaras (o períodos de Manu, períodos de destrucción a los que siguen cíclica- cada uno de los catorce progenitores de la huma- mente otros de reconstrucción, y que ha recibido el nidad), que constituyen porciones de 306.720.000 nombre de “ciclo geológico”. Esto conduce además años. El gran año veda o mahayuga (del que exis- a la inmensidad cíclica, y en consecuencia ahistóri- ten 1.000 en cada kalpa, y 71 en cada ca, del tiempo, lo que se ha venido en llamar el manvantara) está formado por 12.000 años divi- “tiempo profundo”. Hutton dejaría expresado esta nos que abarcan a su vez 360 años corrientes. Ca- idea en las diferentes versiones de su teoría geoló- da mahayuga consta, pues, de (12.000x360) gica: “...así, pues, con respecto a la observación 4.320.000 años, y contiene cuatro yugas o épocas, humana, este mundo no tiene ni un principio ni un de duración diferente pero siempre en función de fin” (1785), y años después: “Por lo tanto, el resul- la primera de ellas: la ya mencionada kali tado de nuestra investigación actual es que no ha- (432.000 años), dwapara (864.000 años = 2 kali), llamos ni vestigio de un principio, ni perspectiva de treta (1.296.000 años = 3 kali) y krita (1.728.000 un final” (1788, 1795). años = 4 kali). En el orden inverso, estas épocas Ambas nociones, naturaleza cambiante y tiem- representan fases cíclicas en decadencia progresi- po profundo, serían los dos embates ideológicos va que van desde la máxima perfección (krita) fundamentales frente a la cronología bíblica que hasta la destrucción (kali) del universo mediante analizamos a continuación. la “gran disolución”. El “presente actual” es una época kali (kali- yuga) y por lo tanto de destrucción. Está dentro LA CRONOLOGÍA BÍBLICA Y JAMES USS- del quincuagésimo segundo siglo del vigesimoc- HER (1581-1656). tavo mahayuga del séptimo manvantara. Desde la creación, pues, la edad de la Tierra de acuerdo Prácticamente en la gran mayoría de los libros con la cronología hindú se calcula de la siguiente científicos que de una forma u otra tratan el tema forma: de la edad de la Tierra, se suele atribuir al obispo Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999 (7.2) 95
  • 3. anglicano James Ussher (Fig. 1), anacrónicamente y como Orígenes o Clemente de Alejandría, entre por lo general de una forma jocosa, la determina- otros, estaban convencidos de la literalidad e infali- ción de la “fecha” de la creación. Ésta habría acon- bilidad de las sagradas escrituras. Los primeros co- tecido el domingo, 23 de Octubre del año 4004 a.C. mentaristas bíblicos vieron la existencia de una se- Algunos autores, incluso, le atribuyen también la cuencia temporal de hechos perfectamente definida “hora” en que tal evento tuvo lugar: las 9 de la ma- que iba desde la creación hasta la construcción del ñana, añadiendo en plan burlesco que, evidente- Templo de Jerusalén. Y así, por puro razonamiento mente, se refería a la hora oficial de Londres, me- teológico, llegaron a la conclusión de que la crea- dianoche en el Jardín del Edén. ción había tenido lugar 6.000 años antes de la era cristiana. En los siglos siguientes se dieron algunas discrepancias con otros padres de la iglesia, como Isidoro de Sevilla (s. VII) o el Venerable Beda (s. VIII), o con pensadores judíos como Maimónides (s. XII), que aceptaban tan solo 4.000 años. Es a partir del s. XVI cuando algunos estudio- sos realizan las primeras dataciones de la creación mediante cálculos numerológicos. Para el reformis- ta luterano Philipp Schwarzer, más conocido como Melanchthon, el mundo habría sido creado el año 3963 a.C. Por otro lado, en diferentes ediciones de la Martirología Romana (1580 y 1640), figura el año 5199 a.C. También Kepler realizó esta clase de cálculos utilizando el método de la precesión de los equinoccios, el mismo que había empleado Newton en su ajuste de la cronología de numerosos eventos de la antigüedad (Chistianson, 1984). Mediante este tipo de cálculos astronómicos, Kepler (1621) esta- bleció como fecha de la creación el solsticio de ve- rano del año 3993 a.C., puesto que el apogeo del sol debía encontrarse en la cabeza de Aries en aquel momento. Un año antes, analizando las genealogías de los personajes bíblicos, la había fechado el 3994. Figura. 1. James Ussher (1581-1656) Sin embargo, ha sido la cronología de James Ussher la que ha predominado culturalmente. Naci- do en Dublín en 1581, desde muy joven Ussher sin- La relación entre esas afirmaciones, en cierta tió vocación por la teología, y se interesó además medida, no es del todo correcta. Además, sobre por la historia antigua y las lenguas semíticas, mos- ellas se han constatado algunas equivocaciones que trando una erudición singular en todos estos cam- se han ido repitiendo de unos autores a otros a lo pos. Su carrera eclesiástica fue meteórica: ordenado largo del tiempo (Brice, 1982; Craig y Jones, 1982; sacerdote a los veinte años, a los veinticinco llegó a Gould, 1991; James, 1993). ser Canciller de la Catedral de St. Patrick de su ciu- En honor a la verdad, y sin que esto signifique dad natal; a los treinta y nueve fue nombrado Obis- una posición ideológica por nuestra parte en favor po de Meath, y a los cuarenta y cuatro años Arzo- del reverendo Ussher, creemos es preciso realizar bispo de Armagh. Como teólogo, era defensor un análisis histórico diacrónico para poder com- acérrimo de la independencia de la fe protestante. prender en su justa medida la labor de muchos eru- Su gran prestigio le valió, en 1634, el que fuera de- ditos de siglos pasados. Sus trabajos, así como los signado Primado de la Iglesia Anglicana en Irlanda. de otros estudiosos y científicos (entre los que a Bibliófilo empedernido, sentía una verdadera pa- más de uno le sorprendería saber que se encuentra sión por todo tipo de libros, tanto sagrados como se- nada más y nada menos que Johannes Kepler o Sir culares, principalmente por los históricos. Su puesto Isaac Newton), hay que enmarcarlos en una época en Armagh le permitió viajar por Europa y estable- en la que la Numerología, heredera de antiguas tra- cer contactos con Oriente a la búsqueda de cualquier diciones egipcias, hebreas y babilonias, se asociaba libro o manuscrito antiguo, que o bien compraba o con la Astronomía y era considerada como una hacía copiar. Su biblioteca se consideró como la ma- “ciencia” exacta y, sobre todo, necesaria. yor de su época en toda Europa, y a su muerte pasó James Ussher no fue ni el primero ni el último a formar el núcleo central de la del Trinity College que pretendió establecer una cronología bíblica. A de Dublín, del que había sido también Canciller. mediados del s. XVIII, por ejemplo, se habían con- En 1641, durante uno de sus muchos viajes a In- tabilizado más de 200 cómputos distintos sobre la glaterra, se produjo la revuelta que desembocaría en edad de la creación (Reese et al., 1981). Los aspec- la guerra civil en Irlanda, y a partir de entonces ya tos históricos sobre este tema fueron bien estudia- no pudo regresar a su país natal. Sus conocimientos dos por White (1898, principalmente cap. VI). Des- y su prestigio le llevaron a ejercer diversas activida- de los primeros siglos del cristianismo, personajes des religiosas y académicas en diferentes lugares de Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999 (7.2) 96
  • 4. Gran Bretaña, entre otros en Oxford y Londres, Este año 710 del período Juliano se correspon- donde falleció en 1656, siendo enterrado en la Aba- de con el 4004 a.C., y fue determinado consideran- día de Westminster. do los datos bíblicos sobre las genealogías de los patriarcas, jueces, etc., cotejándolos con numerosos A pesar de algunos aspectos oscuros e incom- hechos históricos de edad conocida. La exactitud prensibles en su método histórico, e independiente- de la fecha fue establecida por “puro razonamiento mente de la fiabilidad y valor documental que pu- teológico”: se consideró, por un lado, que la crea- diéramos darle actualmente a los materiales ción debía haber tenido lugar en el otoño, y por bibliográficos utilizados por el reverendo Ussher, lo otro, observando, mediante cálculos astronómicos, que parece indiscutible es que su labor fue enorme- que el domingo (primer día de la semana) más pró- mente meticulosa. Como literalista bíblico que era, ximo al equinoccio correspondiente era el 23 de consideró al pie de la letra los libros del Antiguo octubre. Testamento para sus trabajos cronológicos, coteján- dolos con otros documentos históricos y manuscri- Algunos autores han interpretado erróneamen- tos antiguos, así como con tablas astronómicas y te la frase “...aquella noche que precedió al numerológicas. Su obra cumbre, Los Anales del día...”, concluyendo que la creación se habría pro- Mundo (Fig. 2), fue publicada por primera vez en ducido en realidad el día 22, en lugar del 23. Sin latín en dos volúmenes (Ussher, 1650, 1654), apare- embargo, hay que tener en cuenta que en esa épo- ciendo dos años después de su muerte la edición in- ca, y todavía hoy en algunas culturas como la ju- glesa (Ussher, 1658), de la que se han extraído los día o la musulmana especialmente en todo lo rela- dos párrafos cuya traducción castellana se incluye cionado con temas religiosos, los días comenzaban en este trabajo. y finalizaban con la puesta del sol. En otros casos, se han dado también como fechas el 24, 25 o el 26 Ya desde la primera página del volumen I, An- de octubre. nales Veteris Testamenti (Anales del Antiguo Tes- tamento), resume lo que iba a constituir la conclu- Ussher elaboró, además, toda una cronología de sión fundamental de todo su trabajo: los eventos bíblicos. Sin embargo, como señala Barr (1985), no realizó disquisición alguna sobre la “Al principio creó Dios el Cielo y la Tierra discrepancia –más que notable- entre algunos datos [Génes. I, 1], por lo que el inicio del tiempo (según cronológicos, especialmente en lo referente a la fe- nuestra cronología) tuvo lugar al comienzo de cha del diluvio universal con respecto a la creación, aquella noche que precedió al día 23 de Octubre, como sí hicieran otros autores con posterioridad, en el año 710 del Período Juliano”. Figura. 2. Primera página de los Anales de James Ussher: edición latina (vol. I, 1650) y edición inglesa (1658). (Cortesía del Trinity College, Dublín). Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999. (7.2) 97
  • 5. entre ellos el español Álvarez de Toledo (1713). En JAMES USSHER Y LA DATACIÓN DE LA función del texto de referencia utilizado, resultaban CREACIÓN fechas muy distintas desde la creación hasta el dilu- vio: “De la misma forma que la era cristiana comien- za muchas épocas después del principio del mundo, y Pentateuco samaritano . . . . . . . 1.307 años el número de años anteriores a ella no sólo es más di- ficultoso, sino más sujeto a error (a no ser que se tenga Texto hebreo. . . . . . . . . . . . . . . 1.656 “ mayor cuidado), también ha complacido a nuestros Versión de los Setenta . . . . . . . 2.242 “ modernos cronólogos añadir una época artificial, for- Texto etíope . . . . . . . . . . . . . . . 2.262 “ mada por tres ciclos multiplicados entre sí, a esa hipó- tesis generalmente admitida (la cual afirmaba que los El que Ussher prefiriera el texto hebreo igno- años julianos, con sus tres ciclos por una cierta prolep- rando todos los demás probablemente se debió a sis matemática, habrían de alcanzar hasta el comienzo que concordaba plenamente con los estudios crono- mismo del mundo); al estar el Ciclo Solar multiplica- lógicos del también obispo y contemporáneo suyo do por el Lunar, o el número 28 por 19, produce el John Lightfoot (1602-1675)(Fig. 3). Éste fue Vice- gran Ciclo Pascual de 532 años, y ése a su vez se mul- canciller de la Universidad de Cambridge, y uno de tiplica por quince, el número de la indicción, aparece los mayores hebreístas de su época. Se adelantó a así el período de 7980 años, que (si no me equivoco) fue observado por primera vez por Robert Lotharing, Ussher en seis años en sus estudios cronológicos, Obispo de Herefor, en nuestra isla de Gran Bretaña, y siendo el verdadero responsable de la “hora” de la Joseph Scaliger, 500 años después, lo adecuó para creación, concluyendo que ésta había sido realizada usos cronológicos, y le dio el nombre de Período Ju- por la “Trinidad el 23 de Octubre de 4004 a.C., a liano, debido a que contenía un ciclo del mismo nú- las 9 de la mañana“ (Lightfoot, 1644). Sus obras mero de años julianos. Ahora bien, si la serie de los completas se reeditaron el siglo pasado (Pitman, tres ciclos menores se remontaran a partir del año ac- 1825), razón por la cual algunos autores lo conside- tual hasta las épocas precedentes, se encontrará que ran erróneamente como un personaje del s. XIX. los 4713 años antes del comienzo de nuestra Era Cris- tiana partirán de él, y que de ese año descenderá el pri- La cronología de Ussher fue incorporada en una mer año de la indicción, el primero del Ciclo Lunar, y nota marginal a la edición de la Biblia de 1701 por el primero del Solar. Habiendo situado por lo tanto los el obispo Lloyd. Esta nota se asoció pronto con la inicios de este período en las calendas de Enero en ese verdad revelada, convirtiéndose a partir de entonces año proléptico, el primero de nuestra era cristiana vul- en una especie de dogma religioso. Todavía hoy, gar debe estimarse el 4714 del Período Juliano, el por parte de fundamentalistas cristianos apostados cual, si se divide por 15, 19 y 28, se nos presentará tras el “Instituto para la Investigación de la Crea- con la indicción romana 4, el Ciclo Lunar 3, y el Solar ción” (?), situado evidentemente en EE.UU., es uti- 10, que son los principales caracteres de ese año”. lizada en contra del proceso evolutivo en general, “Encontramos, además, que el año de nuestros tanto en lo concerniente a la Biología como a la Ge- antepasados, y los años de los antiguos egipcios y he- ología, de una forma muy poco científica. (La críti- breos tenían la misma duración que el juliano, cons- ca al creacionismo científico puede seguirse, entre tando de doce meses iguales, cada uno de ellos de 30 otros muchos, en Brush, 1982; Dalrymple, 1984, días (porque no se puede probar que los hebreos hi- 1986; Dutch, 1982; Groves, 1996; Strahler, 1987; cieran uso de meses lunares antes de la Cautividad de Wise, 1998). Babilonia), añadiendo al final del duodécimo mes, la cantidad de cinco días, y cada cuatro años, seis. Y he Aproximación geológica observado por la sucesión continuada de estos años, puesto que se habla de ellos en la sagrada escritura, Es evidente que el planteamiento más inmediato que el fin del gran Nabucodonosor y el comienzo del que se puede hacer sobre la fecha de la creación reino de Evil-Merodak (su hijo), ocurrió en el año desde el plano de las Ciencias de la naturaleza es 3442 del mundo, pero por cotejo de la historia caldea esa angostura en la edad de la Tierra que se deriva y el canon astronómico, tuvo lugar en el año 186 de de ella: 6.000 años de antigüedad tan solo hacen Nabonasar, y, por cierta conexión, debe seguirse el imposible cualquier aproximación científica a un año 562 antes de la Era Cristiana, y del período julia- planeta en permanente evolución, tanto geológica no, el 4152. Y por lo tanto, yo entendí que la creación del mundo tuvo lugar en el año 710 del Período Julia- como biológica, a no ser que, de acuerdo con Gould no, situando su comienzo en el otoño: pero igual que (1991), se crea en los milagros como agentes causa- el primer día del mundo empezó la víspera del primer les. día de la semana, he observado mediante las tablas La aceptación del tiempo profundo ha logrado astronómicas que el domingo más próximo al Equi- desvelar una realidad muy distinta a todos los pre- noccio de Otoño en el citado año 710 (a pesar de la supuestos religiosos respecto de la naturaleza de la detención del sol en los días de Josué, y su retroceso Tierra. La inmensidad del tiempo permitió la apli- en los días de Ezequiel), ocurrió el día 23 de octubre juliano, de aquí concluimos que puede deducirse tan- cación definitiva del principio de uniformidad en la to el primer día de la creación como el inicio del geología en contra del catastrofismo bíblico. Sin tiempo, a partir de la víspera de ese primer día del embargo, llamamos una vez más la atención sobre año juliano”. el hecho de que el abuso de esta aplicación convir- tió al actualismo-uniformitarismo en un nuevo obs- J. Ussher. The Annals of the World (1658, cap. IV) táculo epistemológico para las Ciencias de la Tierra (García Cruz, 1999b, 2000). Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999 (7.2) 98
  • 6. cientemente amplio, aunque siempre a nuestra justa medida y a la de nuestros alumnos. En este sentido, es enormemente formativo el que podamos desarrollar un seminario en el que se lleguen a discutir de forma multidisciplinar y dentro del concepto “tiempo” la idea de “cronología”. Ésta se concibe como un objetivo fundamental en el cono- cimiento geológico en tanto que, como ya hemos co- mentado, estamos tratando con una ciencia histórica. Como una primera actividad, los alumnos pue- den realizar la construcción de una cronología de la Tierra. Para ello tendrían que datar y ordenar tempo- ralmente una serie de acontecimientos o eventos im- portantes a propuesta del profesorado, o selecciona- dos por ellos mismos (entre otros muchos, por ejemplo: límite de eras y períodos, origen de la vida, orogenias, glaciaciones, extinciones, aparición de grupos biológicos, fragmentación de la Pangea, aisla- miento, conexiones o colisiones continentales, etc.). Otro aspecto a seguir es el análisis comparativo de diferentes cronologías. Resulta particularmente curioso el que en el tiempo hindú no exista aconteci- miento importante alguno que sirva como referencia para el inicio del tiempo. Éste transcurre de forma cí- clica, desde un estado de perfección hasta la gran di- solución final, siempre a lo largo del mismo número de años, de forma repetitiva y sin que nada ocurra y lo llegue a modificar. Por el contrario, la cosmología actual nos permite adentrarnos en un conjunto de Figura.3. John Lightfoot (1602-1675) acontecimientos, no sin una cierta predisposición psi- cológica a la perplejidad, que abarca tanto los oríge- nes como el futuro del universo (Gribbin 1999), con- siderando el carácter predictivo de la Ciencia. CONSIDERACIONES DIDÁCTICAS En la cosmocronología adjunta (Tabla 1), la es- Desde hace ya muchos años, y dentro de lo que cala temporal se ha establecido inicialmente en se- se ha dado en llamar “secuenciación de conteni- gundos, definiendo someramente aquellos hechos dos”, hemos venido considerando El tiempo geoló- más significativos que debieron tener lugar tras el gico como una pieza clave. Es el carácter histórico Big-Bang o gran explosión. Durante el transcurso de la geología el que nos ha obligado a iniciar el de la evolución física del universo se ha realizado proceso de enseñanza-aprendizaje de las Ciencias un cambio en la escala del tiempo, expresándola en de la Naturaleza introduciendo la idea de tiempo en años. Esta cronología nos permite introducirnos en toda su complejidad conceptual (Pedrinaci, 1992, la evolución del universo sobre la base de los cono- 1993; Pedrinaci y Berjillos, 1994), aunque con la cimientos de la cosmología moderna. correspondiente adaptación según los niveles. Si lo Por otro lado, es interesante discutir la fiabili- que pretendemos es mostrar directa o indirectamen- dad documental en la que se basan algunas: por te la evolución de la materia (geológica y biológi- 1 ejemplo, la cronología bíblica , de naturaleza inmu- ca), deberemos enmarcar el proceso evolutivo tem- table, parte de la fe en la verdad revelada y en el ra- poralmente. De lo contrario, estaremos planteando zonamiento teológico. Aquí resultaría útil la lectura la contradicción de una evolución estática. de Gould (1991) y que permitiría a los alumnos lle- El interés práctico y también didáctico de las gar a valorar en su justa medida los estudios históri- cronologías reside en que, en última instancia, to- cos del reverendo Ussher, complementando esto dos los cambios que ha sufrido el planeta, y que la con el comentario a los propios textos de los Anales ciencia ha conseguido documentar y datar, deben que se incluyen en este trabajo. ser secuenciados u ordenados. Deberíamos, ade- Por último, respecto de la geocronología geoló- más, tener en cuenta que cualquier tipo de debate, gica, es importante hacer ver a los alumnos que no no sólo los científicos, se hace interesante y enri- todo material es susceptible de ser utilizado como quecedor en el plano didáctico (Álvarez, 1996; Gar- documento geológico, y que las dataciones radio- cía Cruz, 1993). Se nos abren así nuevas perspecti- métricas tienen evidentemente sus restricciones y vas para llevar al aula, en especial si somos capaces sus limitaciones; por lo tanto, la geocronología está de trascenderlos hacia un marco cultural lo sufi- (1) Podemos proporcionar (sólo a través de correo electrónico) una copia en castellano a los interesados en ella. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999. (7.2) 99
  • 7. CRONOLOGÍA DEL COSMOS Desde el big-bang hasta el fin del universo TIEMPO ACONTECIMIENTO 0 -Estado inicial y gran explosión del superátomo. -44 10 s -El universo comienza a expandirse. Tiempo, radiación, espacio y materia permanecen indiferenciados. Esci- sión de la gravedad. -36 10 s -Escisión de la interacción fuerte: primeras partículas elementales (quarks, leptones, electrones, neutrinos). Falso vacío e inflación cósmica. 10 -34 s -La energía se condensa en una sopa de quarks y antiquarks. 10 -12 s -Escisión del electromagnetismo y la interacción débil. 10 -4 s -Primeros núcleos atómicos. 10 2 s -Síntesis de los primeros elementos (deuterio y helio). 10 -6 años -Finalización de la síntesis de elementos. Estado de plasma opaco. Dominio del electromagnetismo. 10 4 años -Fin de la radiación. Dominio de la materia y de la gravedad. 10 5 años -Formación de átomos. Universo transparente y en proceso de enfriamiento. 10 9 años -Formación de los primeros cuásares y galaxias. 10 10 años -Formación de estrellas. 10 11 años -Formación de planetas. Origen y desarrollo de la vida. 10 12 años -Muerte del sistema solar. 10 14 años -Envejecimiento de la Vía Láctea. 10 16 años -Extinción de las estrellas. Oscurecimiento del cosmos. 10 17 años -Colapso de la Vía Láctea y transformación en agujero negro. 10 32 años -Desintegración de la materia; sólo queda leptones y radiación 10 100 años -Colapso y explosión de los agujeros negros. Final del cosmos. Tabla 1. en permanente revisión, siempre supeditada a la in- Brice. W.R. (1982). Bishop Ussher, John Lightfoot corporación de nuevos materiales y nuevos datos and the age of creation. J. Geol. Edu., 30, 18-26. absolutos. En este sentido, se puede comentar por Brush, S.G. (1982). Finding the age of the earth by ejemplo cómo ha ido cambiando la datación del fa- physics or by faith? J. Geol. Edu., 30, 34-58. nerozoico a lo largo de más de medio siglo (Ha- Brush, S.G. (1996). Transmuted past: the age of the llam, 1983, p. 103). earth and evolution of the elements from Lyell to Patter- son. Cambridge Univ. Press, Cambridge. Burchfield, J.D. (1975). Lord Kelvin and the age of AGRADECIMIENTOS the earth. The University of Chicago Press, Chicago. Carozzi, A.V. (1954). De Maillet’s Telliamed (1748): Estoy en deuda con Caroline Gray (Dept. Early an Ultra-Neptunian Theory of the Earth. En: C.J. Schneer Printed Books, Trinity College, Dublín), por todas (ed.). Towards a History of Geology. Masochist Institute sus atenciones y su inestimable ayuda. También of Technology Press, pp. 88-93. agradezco a Francisco Osorio Acevedo los comen- Craig, G.Y. y Jones, E.J. (1982). A geological misce- tarios sobre algunas partes de este trabajo, y el po- llany. Princeton University Press, Princeton. ner amablemente a mi disposición una de sus joyas Christianson, G.E. (1984). In the presence of the Cre- bibliográficas. ator. Isaac Newton and his times. Macmillian Inc., Nueva York-Londres. Dalrymple, B.G. (1984). How old is the earth? A BIBLIOGRAFÍA rd reply to “scientific creationism”. Proc. 63 . Ann. Meet. Álvarez, R.M. (1996). Las controversias científicas. Pacific Div., A.A.A.S., 1(3), 66-131. Sus implicaciones didácticas y su utilidad mediante un Dalrymple, B.G. (1986). Radiometric dating, geologic ejemplo: la controversia sobre la edad de la Tierra. Alam- time, and the age of the earth: a reply to “scientific” crea- bique, 8, 63-69. tionism. U.S. Geol. Surv. Open-File Rep., 86(110), 1-76. Álvarez de Toledo, G. (1713). Historia de la iglesia y Dalrymple, B.G. (1991). The age of the earth. Stan- del mundo que contiene los sucesos desde su creación hasta ford University Press, Stanford. el diluvio. J. Rodríguez y Escobar, Impresor del Rey, Ma- De Maillet, B. (1748). Telliamed. University of Illi- drid. [Biblioteca particular de Francisco Osorio Acevedo]. nois Press, Urbana (trad. inglesa 1968), p. 181. Badash, L. (1989). The-age-of-the-earth debate. Sci. Dutch, S.I. (1982). A critique of creationist cosmo- Am., 261(2), 78-83. [Este artículo no apareció en la ver- logy. J. Geol. Edu., 30, 27-33. sión castellana: Investigación y Ciencia, Nº 157, Octu- Eicher, D.L. (1968). El tiempo geológico. Ed. Omega, bre/1989]. Barcelona (trad. castellana 1973). Barr, J. (1985). Why the world was created in 4004 Eliade, M. (1951) El mito del eterno retorno. Ed. Al- B.C.: Archbishop Ussher and biblical chronology. Bull. taya, Barcelona (trad. castellana 1968, ed. 1994). John Rylands Univ. Libr., 67, 575-608. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999 (7.2) 100
  • 8. Franz, M.L. von (1978). Misterios del tiempo. Ritmo Jaki, S.L. (1974). Science and creation. From eternal y reposo. Ed. Debate, Madrid. (trad. castellana 1994, ed. cycle to an oscillating universe. Scottish Academic Press, 1996). Edimburgo-Londres. García Cruz, C.M. (1993). La edad de la Tierra: Kapur, K.N. (1990). Dawn of Indian History. Interna- una introducción a la Geología desde la Historia de la tional Conference: Revisiting Indus Saraswati Age and Ciencia. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra 1(2), Ancient India. 109-112. Kepler, J. (1621). El secreto del universo. Ed. Altaya, García Cruz, C.M. (1997). Benoît de Maillet y el Barcelona (trad. castellana 1992, edición 1994). transformismo geológico del siglo XVIII. Enseñanza de Kirk, G.S. (ed.) (1954). Heraclitus. The cosmic frag- las Ciencias de la Tierra, 5(1), 6-10. ments. Cambridge University Press, Cambridge. García Cruz, C.M. (1998a). De los obstáculos episte- Lightfoot, J. (1644). The works of the reverend and mológicos a los conceptos estructurantes: una aproxima- learned John Lightfoot D.D. Printed by W. R. for Robert ción a la enseñanza-aprendizaje de la Geología. Enseñan- Scot in Little Britain, Thomas Basset in Fleet-Street, and za de las Ciencias, 16(2), 323-330. Richard Chiswell in St. Paul’s Church-yard, and John García Cruz, C.M. (1998b). El principio de uniformi- Wright on Ludgate-Hill; London, vols. I y II. [Ejemplar dad. I. Orígenes. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, conservado en la biblioteca del Trinity College, Dublín]. 6(3), 234-238. North, J.D.C. (1977). Chronology and the age of the García Cruz, C.M. (1999a). Resumen de la “Teoría de earth. En: W. Yourgrau y A.D. Breck (eds.). Cosmology, la Tierra” de James Hutton (1785). Llull, Rev. Soc. Espa- history and theology. Plenum Press, Nueva York-Lon- ñola Hist. Cien. Técn., 22(43), 223-238. dres, cap. XX, pp. 307-333. García Cruz, C.M. (1999b). El principio de uniformi- Pedrinaci, E. (1992). El concepto de tiempo geológi- dad. (II). Un obstáculo epistemológico entre el pasado y co: una perspectiva histórica. Actas III Congreso Geológi- el presente. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 7(1), co de España - VIII Congreso Latinoamericano de Geolo- 16-20. gía, Salamanca, 1, 450-459. García Cruz, C.M. (1999c). Benoît De Maillet (1656- Pedrinaci, E. (1993). La construcción histórica del 1738): A forerunner of the theory of the desiccation of the concepto de tiempo geológico. Enseñanza de las Mediterranean Sea. Chronol. & Catastr. Rev. (SIS), 2, 14-17. Ciencias, 3(11), 315-323. García Cruz, C.M. (2000). El actualismo-uniformita- Pedrinaci, E. y Berjillos, P. (1994). El concepto de rismo como obstáculo epistemológico. Cadernos/IG-UNI- tiempo geológico: orientaciones para su tratamiento en CAMP (en prensa). educación secundaria. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2(1), 240-251. Gould, S.J. (1987). La flecha del tiempo. Alianza Ed., Madrid (trad. cast. 1992). Pitman, J.R. (ed.) (1825). The Whole Works of the Rev. John Lightfoot D.D. J.F. Dove, Londres, 2 vols. Gould, S.J. (1991). Fall in the House of Ussher. Natu- ral History, 100(11), 12-19. [Existe trad. castellana en Reese, R.L., Everett, S.M. y Craun, E.D. (1981). The Gould (1993), pp. 170-181]. chronology of archbishop James Ussher. Sky & Telescope, 62(5), 404-405. Gould, S.J. (1993). Ocho cerditos. Reflexiones sobre historia natural. Ed. Crítica, Barcelona (trad. castellana Rossi, P. (1979). The dark abyss of time. The history 1994). of the earth and the history of nations from Hooke to Vico. Univ. of Chicago Press, Chicago. (trad. inglesa Gribbin, J. (1999). El nacimiento del tiempo. Ed. Pai- 1984, ed. 1987). dós, Barcelona (trad. castellana 2000). Strahler, A.N. (1987). Science and earth history. The Groves, C. (1996). From Ussher to Slusher, from creation/evolution controversy. Prometheus Inc., Nueva Archbish to Gish: or, not in a million years... Archaeol. in York. Oceania, 31, 145-151. Thackray, J. (1980). La edad de la Tierra. Ed. Akal, Hallam, A. (1983). La edad de la Tierra. En: Grandes Madrid. (trad. castellana 1990). controversias geológicas. Ed. Labor, Barcelona (trad. cas- tellana 1988), pp. 81-108. Toulmin, S. y Goodfield, J. (1965). El descubrimiento del tiempo. Ed. Paidós Ibérica, Barcelona (trad. castellana Hallam, A. (1988). La edad de la Tierra. Mundo 1968, ed. 1990). Científico, 85, 1096-1102. Ussher, J. (1650). Annales veteris testamenti, a prima Hecht, J. y Scotese, C. (1995). The ages of earth. mundi origine deducti… Ex officina J. Flesher, & pros- Macmillan, Nueva York. tant apud J. Crook & J. Baker, Londini. Vol. I. [Ejemplar Hutton, J. (1785). Abstract of a dissertation concer- conservado en la biblioteca del Trinity College, Dublín]. ning the System of the Earth, its duration, and stability. Ussher, J. (1654). Annalium pars posterior, in qua prae- Scottish Academic Press & Royal Society of Edinburgh ter maccabaicam et novi testamenti historiam… Typis J. (ed. facsímil 1987). [Existe trad. castellana en: García Flesher, impensis Johannis Crook, Londini. Vol. II. [Ejem- Cruz (1999a)]. plar conservado en la biblioteca del Trinity College, Dublín]. Hutton, J. (1788). Theory of the Earth, or an investi- Ussher, J. (1658). The annals of the world. E. Tyler, gation of the laws observable in the composition, dissolu- for J. Crook and for G. Bedell, London. [Ejemplar conser- tion, and restoration of land upon the globe. Trans. R. vado en la biblioteca del Trinity College, Dublín]. Soc. Edinburgh, 1, 209-304. White, A.D. (1898). A history of the warfare of scien- Hutton, J. (1795). Theory of the Earth, with proofs ce with theology in christendom. Prometheus Books, Buf- and illustrations. Hafner, Nueva York (ed. facsímil falo (reed. 1993), vol. I. 1959), vol. I. Wise, D.U. (1998). Creationism’s geologic time sca- James, P. (1993). Centuries of darkness. Rutgers Uni- le. Am. Sci., 86(2), 160-173. I versity Press, Nueva York. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 1999. (7.2) 101