El discurso resume el año 2015, marcado por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y otros actos de violencia contra estudiantes. Resalta la necesidad continua de luchar por la justicia, la verdad y los derechos humanos. También reconoce a líderes como Carmen Aristegui y José Mujica por su compromiso con estas causas.
Discurso del Primer Informe de Actividades, Alberto Galarza FEU.
1.
2. Discurso pronunciado por Alberto Galarza durante la presentación
del informe de actividades.
27 de Eneron de 2015
Estamos condenados a luchar. El mundo en el que hemos nacido no detiene
un solo instante la contienda de fuerzas, de contrastes, de luces y sombras, de
la vida y la muerte. No podemos escapar a las luchas, incluso las que parecen
menos trascendentes marcan el camino de nuestra supervivencia. La libertad
sin embargo, puede convertir la condena en oportunidad, porque cuando
encontramos nuestro destino y elegimos seguirlo, la lucha se convierte en
sentido, se desafía al absurdo, se defiende lo que se cree y se preserva lo que
se ama. En este mundo no debemos simplemente luchar por luchar sino dotar
de las razones necesarias a nuestra lucha, todavía tenemos por qué sobrevivir,
metas que perseguir; en este mundo aún vive la posibilidad de ese otro
mundo, el que es motivo de nuestra lucha.
Para encontrarlo hay que identificar los matices que separan las luchas vio-
lentas y primarias, de las que nos acercan a lo correcto. Eso requiere entre-
ga, tenacidad, amor por las cosas importantes, honestidad y saber utilizar la
perspectiva, que nos permite entender de dónde partimos y que tanto hemos
avanzado, si el camino ha sido el correcto, si la esencia que perseguimos sigue
siendo la que buscábamos y qué nos hace falta.
Usar la perspectiva ahora nos resulta en un relato más bien sombrío del lugar
en el que estamos en la historia. Es imposible negar que estamos en una
especie de caída interminable en la que parece que por más crudo que resulte
cada golpe, ni siquiera hemos tocado fondo. Este año pone a la luz la terri-
ble realidad a la que no le podemos cerrar los ojos, los intentos de una clase
política podrida que se encarga de ensuciar todo, los extremos inmolando la
libertad, una sociedad que a veces despierta de la cloroformada vida que ha
llevado pero que todavía resiente la resaca de un sueño tan profundo. Este año
no ha sido sencillo, este año nos entregó la necesidad de luchar con todo lo
que tenemos a nuestro alcance.
Hay hechos que nunca deberían de repetirse y que se deben recordar para
no seguir los mismos pasos. La masacre de Tlatelolco en 1968 es uno de los
episodios más negros de la historia de nuestro país. El 2 de octubre es uno de
esos símbolos de lucha y dolor que arden siempre, que trajo consigo cambios
de fondo, uno de esos malos ejemplos de que a veces solamente la brutalidad
nos hace reaccionar. La lucha de los estudiantes de entonces sigue siendo un
3. ejemplo de valor de su parte y de cobardía del gobierno. La lucha del 68 es ya
una declaración de guerra contra el olvido. Pero nuestra memoria es corta, es
selectiva y a veces parece que no aprendimos nada.
Este año la historia dio uno de esos tétricos giros en sí misma. El 26 de
septiembre 80 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de
Ayotzinapa Guerrero que llegaron a Iguala a conseguir camiones para trans-
portarse a la conmemoración del 46 aniversario de la matanza de Tlatelolco
fueron agredidos por policías y sicarios que trabajaban juntos por órdenes de
las autoridades. Seis muertos, 27 heridos y 43 desaparecidos fue el resultado
de la muestra extrema de estupidez. En los días que siguieron inició una
tortuosa búsqueda que aún no termina. Ayotzinapa fue el punto de partida
que mostró el país en el que vivimos. No dejaron de aparecer cuerpos en fosas,
declaraciones sin sentido e insensibilidad de las autoridades y redes de co-
rrupción incalculables. La línea entre crimen y gobierno se terminó de diluir
y se demostró que a todos los niveles y de todos los partidos la clase política
tiene destruido al país.
Desde entonces nos sumamos solidariamente con los movimientos nacionales
e internacionales para resolver el caso. La presión en las calles era y sigue
siendo una obligación cívica. Asistimos a los paros nacionales y por decisión
de asambleas democráticas que establecimos en el cineforo y la plazoleta del
edificio administrativo de la Universidad, decidimos entrar en un paro activo
y estudiar bajo protesta. De esa manera continuamos con nuestra formación
y la convertimos en una forma misma de mostrar nuestro descontento y de
presionar a las autoridades. Las plazas públicas y hasta el congreso del estado
fueron las sedes de nuestras clases. Siempre que haya que tomar la calle lo
haremos, convencidos de que en estos tiempos vale la pena ser uno más, para
no ser uno menos.
Ayotzinapa fue el tema de discusión sobre México en todo el mundo. El terror
que se siente por un país en el que el Estado silencia, ataca y trata de engañar
caló profundamente en la imagen que teníamos y que fue sustituida por la
postal de las patrullas llenas de cadáveres de estudiantes. Lo más grave es
que Ayotzinapa no es un hecho aislado y mucho menos lejano. La madrugada
del 19 de Octubre fue encontrado muerto Ricardo De Jesús Esparza Villegas
en Guanajuato. Ricardo era alumno del CULagos y asistía al Festival Cervantino.
Su muerte se da en medio de circunstancias poco claras, de las que se puede
sospechar abuso de fuerza de la autoridad. La primera reacción de los en-
cargados de rendir cuentas fue tratarlo de delincuente, porque aún hoy en
sus retorcidas cabezas, si la víctima estuviera cometiendo un delito entonces
sería justificable. No podíamos quedarnos con los brazos cruzados y en una
4. asamblea decidimos ir a Guanajuato a defender la memoria de Ricardo y sobre
todo a buscar implacablemente respuestas. Las calles de Guanajuato fueron
el escenario de un eco cargado de emotividad en la exigencia de justicia, sus
ciudadanos se sumaron a la marcha, nos dieron calor, los estudiantes de la
normal y de la Universidad de Guanajuato se unieron y en un coro de más de
mil voces hicimos propia una ciudad que no lo era. Nuestra presencia tuvo
resultados, el gobierno cambió su postura y decidió investigar antes de seguir
criminalizando. Guanajuato fue una experiencia altamente emotiva. Partimos
en la carretera con el recuerdo de los policías atacando estudiantes, llegamos
con coraje, marchamos con pasión, recibimos con sorpresa a nuestros her-
manos universitarios, regresamos con un cansancio lleno de esperanza. Hoy
sabemos que en Guanajuato como en cada rincón de este país, a pesar de los
malos gobiernos, viven personas que aman la vida y la defienden. Si es nece-
sario recorrer todos los caminos para reclamar ese país que nos merecemos
lo volveríamos a hacer. Alfonso Reyes, una de las mentes más brillantes que
ha tenido este país, enunció correctamente: “El deber más santo de los
que sobreviven es honrar la memoria de los desaparecidos”. Por Ricardo, por
los 42 normalistas que aún no aparecen y por los miles que nadie sabe dónde
están, no vamos a dejar de luchar.
Don Martín magaña es un hombre bajito y de una serenidad que no parece
propia de alguien en su situación. Él y su esposa ahora conocen a la perfección
los caminos del estado, los métodos de la fiscalía y tantas cosas más que quizá
nunca debió haber conocido. Don Martín no ha parado de buscar ni un solo
día a Daniela, su hija que desapareció en Zapotiltic donde vive y estudia. Las
paradas de camión en la que muestra su foto, los burdeles en donde verifica
que no la tengan contra su voluntad, los hospitales y cada rincón al que lo lle-
van sus pies, algún ocasional camión y las ansias inagotables de encontrar a
Daniela son un ejemplo de lo que miles de familias viven todos los días ante la
falta de respuestas. Don Martín se aferra a ganarle al olvido de los otros y no
está sólo. Afortunadamente hay quienes desde sus espacios: la sociedad, aca-
demia y cultura han trabajado por hacer memoria y por propiciar la reflexión
en torno a las pérdidas. Alicia Calderón lo hizo con un trabajo de investigación
y documentación riguroso y sensible que se llevó al cine y que junto a la FEU
presentamos en su premier en Jalisco. La proyección del documental “Retra-
tos de una búsqueda” no solamente sirvió para generar conciencia sino para
que familias como la de Daniela encontraran eco en quizá los únicos que los
pueden entender, los que están viviendo lo mismo. El trabajo de Alicia Calderón
y de cientos más que luchan con sus propias armas porque no dejemos de ver
la realidad para poderla corregir, se convierte en un acto heroico en la tragedia
que estamos viviendo.
5. Uno de esos héroes es sin duda Alejandro Solalinde, quien lleva años poniendo
en riesgo su vida por defender a los otros, en los que él encuentra siempre a un
hermano. Solalinde representa en estos tiempos una de esas pocas voces en
las que se puede creer a pesar de vivir rodeado de mentiras, por eso escuchar-
lo con su conferencia “Ayotzinapa: Verdad y Justicia”fue de suma importancia
en el momento que vivíamos. Estar con él y dialogar, sin duda fue un incentivo
para no bajar los brazos y seguir adelante, exigiendo siempre, justicia para los
que se fueron, para los que no sabemos dónde están y para sus familias que se
quedan con el dolor.
Es precisamente por esas víctimas de una lucha que no parece que vaya a
terminar pronto y que al final se quedan en una soledad que difícilmente
pueden compartir y con el desamparo de las autoridades, era necesario dise-
ñar estrategias profundas y de largo alcance que nos permitan al menos in-
tentar cambiar su realidad. Por eso en el mes de diciembre presentamos ante
el Consejo General Universitario una iniciativa para la creación de la primer
Coordinación de Acompañamiento a Víctimas. En ella, a través del trabajo
profesional de especialistas en materia legal, psicológica, de documentación y
derechos humanos, se dará asesoría y acompañamiento a las víctimas del deli-
to, así como capacitación a las autoridades universitarias para que se atiendan
mejor los casos de contingencia.
Estamos viviendo una realidad oscura, pero las sombras solamente se proyec-
tan cuando hay luz del otro lado y nuestra obligación es intentar encontrarlas
actuando siempre de la manera correcta. En esta nueva realidad de víctimas
también hay espacio para los héroes, que sin acepciones literarias actúan de
una manera extraordinaria todos los días, distinguiéndose por su constante
enfrentamiento con los enemigos del hombre, por ser ejemplo de que desde
la posición que sea se puede seguir actuando bien, por los que dicen la ver-
dad sin importar lo que cueste. Hay quienes con su corazón son inspiración
y hermanos de lucha. A esos hay que reconocerlos, tenerlos de referencia y
combatir a su lado.
El valor, el amor a la verdad, la entereza moral y el compromiso que tiene con
el profesionalismo nos llevaron a entregarle el Galardón Corazón de León a
Carmen Aristegui. Carmen es una mujer ejemplar que todos los días hace el
contrapeso al dominio mediático que está enraizado en nuestro país. Desde un
micrófono o con una pluma, ella y su equipo han marcado la nueva narrativa
del periodismo mexicano. Ella como tantas mujeres y hombres luchan siempre.
Ella es exitosa y tenaz en un país que castiga ser mujer y ser periodista.
6. José Mujica también fue galardonado con esta distinción. Para muchos de no-
sotros tener a Mujica en el Salvador Allende ha sido una de las experiencias
más gratas y significativas de nuestras vidas. Escuchar a un jefe de estado
que valora las cosas importantes en la vida, que es sinónimo de congruencia,
que representa la esperanza para millones, fue un privilegio. Mujica tiene un
lugar especial en la historia de nuestra organización y de la Universidad. Lo
que dijo aquí no tiene desperdicio, cada una de sus palabras son el resultado
de una vida de esfuerzo y de constancia, de errores y una capacidad enorme
de aprendizaje. Mujica es un personaje de un valor incalculable porque repre-
senta un oasis en la aridez total. Mujica es un ejemplo de político, de líder,
pero sobre todo de algo que hace falta en este convulso mundo: de una buena
persona.
Otro personaje indispensable en la lucha que compartimos sin fronteras es
Mel Zelaya, quien a través de un trabajo respetuoso y democrático ha luchado
sin cansancio hasta el punto en que su vida estuviera en la raya. Por eso no
podíamos dejar pasar nuestro XXIII Aniversario sin solidarizarnos con él. A
través del diálogo que sostuvo con cientos de estudiantes nos relató el golpe
de Estado a través del cual le fue ilegítimamente arrebatada la presidencia de
Honduras en 2009. Mel vino a contagiar de ese ánimo que alimenta su espíritu
combativo, de su carácter estoico que solo tienen los hombres de conciencia
tranquila, de su coraje para no dejarse vencer por los que en todas altitudes y
latitudes ven en los hombres como él una amenaza para el mundo que cons-
truyeron, el mundo en el que no existe la concordia o el bien común. La po-
sibilidad de acercar a personas como el presidente Zelaya con los estudiantes
seguirá siendo una prioridad. Nosotros no luchamos solos, lo hacemos con
personas como él y José Mujica, hombres que aprovechan su libertad para lu-
char por la de los suyos, para que vivan mejor, que entienden su papel y viven
en correspondencia con lo que creen. Esa libertad por la que ellos luchan, es
también nuestra lucha y tiene que ser sin miramientos.
La libertad se tiene que propiciar y ejercer y con esa intención realizamos la
cuarta edición del Premio Internacional en Español “Nuevas Plumas” con el
que además promovemos el periodismo narrativo en Latinoamérica. En esta
ocasión el trabajo ganador de entre más de 200 fue la crónica “La primera no-
che” del peruano Cristian Velasco. La libertad de expresión no debe de tener
fronteras y se tiene que ampliar, se tiene que narrar lo que pasa, la libertad es
la llave que tenemos para ejercer todos los demás derechos y por eso, con este
tipo de actividades y todo lo que sea necesario se tiene que defender.
Por eso cuando los que se dicen representantes y viven dándonos la espalda
anunciaron su intento de criminalizar las manifestaciones con su Ley de
7. Movilidad, justamente cuanto la sociedad está más despierta, organizamos en
el marco de la Feria Internacional del Libro un foro de discusión con los perio-
distas Lydia Cacho y Diego Petersen, con el especialista en movilidad Mario
Silva y con el director de la organización de derechos humanos Artículo 19,
Darío Ramírez, en donde expusieron sus ideas sobre esta legislación mostran-
do un total rechazo a la misma y exponiendo cual es la realidad de la libertad
de expresión en este país. Esta organización que ha salido tantas veces a la
calle y que ha alzado la voz no va a permitir que nos nieguen el derecho legí-
timo y necesario de la protesta.
En el mismo sentido no podíamos guardar silencio anta los intentos de conver-
tir a México en una pesadilla que superaba la ficción orwelliana del Big Bro-
ther. Nuestros gobernantes que seguramente sueñan con ideales de las peo-
res dictaduras proponían reglamentación que amenazaba seriamente nuestra
libertad. Lo primero que hicimos fue sumarnos y convocar a la movilización
pacífica y a la jornada nacional de protesta para frenar la iniciativa que el go-
bierno lanzó en abril y que violaba la libre expresión bajo un supuesto argu-
mento de seguridad. Entre los puntos clave de su iniciativa se contemplaban
algunos como conocer la localización de una persona en tiempo real, interve-
nir comunicaciones privadas, tener registros de datos personales que podrían
ser revisadas por cualquier autoridad y bloquear el acceso de las telecomuni-
caciones en cualquier momento. En ese marco también invitamos al senador
Javier Corral, quien ha sido uno de los actores políticos más importantes en
esa materia, como un claro opositor. El senador tuvo una charla con cientos de
estudiantes llamada “Esto es Censura”.
Otro fenómeno de esta naturaleza y que era indispensable abrir al diálogo
tiene que ver con la regulación de sustancias prohibidas, particularmente de
la marihuana. Era necesario sacar de la discusión el bien y el mal y razonar
sobre la supuesta causa de la violencia fuera de control en nuestro país, dis-
cutir antes de sentenciar si es que hay rutas. La discusión se dio con foros en
el CUCSH y CUCEA, por medio de las iniciativas presentadas a nivel federal
y a nivel local. En estos espacios contamos con la participación del diputado
federal Fernando Belauzarán, el Doctor Enrique Carpizo y el diputado local
Enrique Velázquez quien ha sido el principal promotor de esta iniciativa en
Jalisco y a quien le damos nuestro reconocimiento por atreverse a discutir
estos temas controversiales.
Sin duda otra cuestión a discutir es la Reforma Energética, que revista de grandes
promesas y spots, se informó muy poco, se socializó menos y no se sometió a
la consulta pública. Sus efectos serán sin duda de una profundidad mayor por
la dependencia económica y social que tenemos de los energéticos, por eso,
8. entre una serie de charlas con especialistas en los planteles contamos con la
presencia de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en la conferencia “Las leyes
secundarias de la Reforma Energética”donde expuso los riesgos que enfrenta-
mos ante la nueva regulación.
Nadie esperaba que el 07 de Marzo se nos fuera a helar el cuerpo y anudar el
estómago por el coraje y la impotencia. Nadie esperaba que en una zona esco-
lar, a escasos metros de un reductor de velocidad, un camión del transporte
público se estrellara en un parabús con 19 estudiantes. Ese día en casa de cada
uno de los 19 accidentados no esperaban una llamada de esas a las que nadie
sabe cómo reaccionar. Nadie lo esperaba y aun así una unidad de la ruta 368
se los llevó junto al parabús. Ese día su familia y esta comunidad perdimos a
María Fernanda Vázquez Vázquez. Un camión 368 se robó una historia e im-
posibilitó un futuro, la imprudencia dejó a una familia incompleta, la impuni-
dad y la colusión acabaron con ilusiones y proyectos, la añeja y cínica historia
de años de malas decisiones, de no escuchar, de cumplir caprichos por dinero
dejaron el vacío de dos botas en el camino que transitábamos. Otra vez un
camión se llevó una vida, otra vez perdimos como hemos perdido con todos
los que fallecieron antes y después de ella. María Fernanda se convirtió en
un ejemplo, en una causa, en coraje, en marchas para exigir justicia, en dolor.
María Fernanda no debía ser nada de lo anterior, ella debería de seguir siendo
solamente María Fernanda y ahora no lo es. A un año de su tragedia su familia
sigue esperando respuesta, justicia que no llega. Por ella y por todos, por los
que aún nos son ni deberán ser jamás víctimas salimos a quitarles las calles a
los que las convirtieron en peligro para reclamarlas, para no dejarle espacio
ya a la ineptitud y desinterés de los responsables. Salimos 34 mil a caminar
con el coraje a cuestas, a pisar el concreto, a recordarles que por cada uno que
toquen miles salimos a reclamarlo.
Después de tanto luchar y gritar y presionar tuvo que suceder una tragedia
de estas dimensiones para ser escuchados. Tuvimos que perder una vida para
que se tomaran las decisiones que hacían falta después de todos estos años
de oídos sordos para los usuarios. El día que salimos por María Fernanda ini-
ciarían mesas de trabajo con el Gobernador para poder aplicar soluciones. Lo
menos que podemos hacer por su memoria y la de todas las demás víctimas es
aprovechar la oportunidad y trabajar porque no se repita la tragedia. Con esa
idea nació el Observatorio Ciudadano de Movilidad y Transporte Público, la
primera experiencia a nivel nacional en la que un organismo ciudadano tiene
la facultad de emitir recomendaciones vinculantes que el gobierno está obli-
gado a atender y el cual tengo el honor de coordinar. Desde ahí los ciudadanos
podemos vigilar, proponer y hacer un contrapeso a las decisiones y omisiones
de las autoridades, todo desde la intención de mejorar lo que hasta ahora ha
9. sido una catástrofe. A los miembros de ese observatorio con los que he tenido
el honor de trabajar hombro con hombro durante todos estos meses les expre-
so mi más sincero reconocimiento. La entrega, tenacidad y profesionalismo
que le han impreso al organismo nos llevará sin duda a mejorarlo. En dicho
observatorio no hemos parado de trabajar en la emisión de recomendaciones
que consideramos importantes y urgentes como el registro oficial de víctimas
mortales, el sistema de pago electrónico, la correcta aplicación del sistema de
capacitación para los choferes, modificar la Comisión de Tarifas para que ésta
esté integrada por más representantes de la sociedad civil y menos dueños del
transporte, garantizar que los choferes reciban un salario digno y con todas las
prestaciones, reordenar las rutas para garantizar la eficiencia, entre muchas
otras. Ante la falta de respuestas concretas ahora iniciamos un modelo en el
que, en mesas de diálogo con el Gobernador, revisamos que el trabajo y tiem-
po invertido en dichas recomendaciones llegue a la realidad.
Dentro de todas las buenas experiencias y oportunidades que nos trajo el ob-
servatorio no debemos de dejar de tener presente que todo esto nace de las
pérdidas humanas que hemos vivido, de la ausencia indeseable de María Fer-
nanda Vázquez que esperaba el camión afuera de su escuela o de las niñas
Perla Vianey Moya Cabello que tenía siete años y que falleció al ser arrollada
en su primaria junto a Yadira Michel Agredano Meza, quien perdió una pierna.
No se debe olvidar a los que quedan, a sus familias. Por todos ellos y porque
nadie más sea víctima, vale la pena seguir exigiendo dignidad.
Los casos trágicos del Transporte Público que dieron lugar a estas discusiones
quizá se pudieron evitar de haber escuchado a tiempo. Pero la larga historia
de complicidades hizo que desde el principio les tuviéramos que hacer frente
a los que no les importa nuestra voz o nuestro descontento, a esos para los
que fuera de los cálculos electorales no representamos mayor cuestión. Des-
de el principio de este periodo nos plantamos en la Secretaría de Movilidad.
Querían como siempre a espaldas de la gente y en las sombras aumentar sin
justificación la tarifa de un transporte público que pasó de ser un servicio
público a un negocio de unos pocos en el que la calidad es lo de menos. Un
veintitrés de diciembre a la media noche aprobaron un atropello más, pero ahí
estuvimos. No nos cansamos de decirles que no, que el transporte no había
mejorado, que la nueva ley era más un acto de publicidad que un cambio. No
nos escucharon y cambiamos el lenguaje para que nos entendieran. De ma-
nera creativa sus oficinas fueron nuestra segunda sede. Ahí tuvimos nuestra
posada, ahí les montamos un teatro como el de ellos en muestra de que desde
lo lúdico también se presiona. Nos contestaron que todo era un invento nues-
tro, una opinión que no nos permitía ver sus mejoras. Nunca entendieron que
solamente ellos veían su transporte de fantasía y la sociedad veía otra cosa.
10. Como seguían sin escucharnos salimos a revisarlos nosotros mismos. Arma-
dos de transvales, gafetes y las cámaras de algunos celulares nos montamos a
los camiones con el proyecto Vigilando la Ruta. Las denuncias no dejaron de
correr, las bitácoras de los caminos mostraban el verdadero desastre. Movi-
lidad sintió la presión y armó sus propios operativos. Un día bastó para que
saliera a la luz lo que su falsa historia de cuento decía: se retiraron 17 unidades
por nuestras denuncias, se sustrajeron decenas de licencias de choferes e ini-
ciaron operativos permanentes para vigilar la calidad del servicio. Sin embar-
go seguían empecinados a que la tarifa tenía que permanecer con el aumento,
debido a que las mejoras estaban en proceso.
De nuevo les tuvimos que demostrar que solamente ellos creían lo que decían.
Las mejoras al transporte público solamente se leían en las declaraciones de
los responsables del mismo. Les llevamos la opinión de los ciudadanos sobre
el transporte público en el idioma que mejor manejan: el cinismo. La pezuña
de Oro fue el premio a lo peor del transporte en el que fue la misma gente
quien decidió a quienes distinguir con el merecidísimo galardón. La ruta 30
fue elegida Terror Sobre Ruedas, la 380 Rápido y Furioso, la comisión de tari-
fas con mención honorífica ganó el premio “La guerra de las falacias” y desde
luego su escudero fiel, el Tribunal de lo Administrativo se llevó la distinción
por su papel brillante en “El abogado del diablo”.
Todo lo anterior lo hicimos y lo seguiremos haciendo porque no podemos dar-
nos el lujo de perder una vida más, de comprometer una vida más, de arries-
garnos por usar un servicio público que tiene décadas sin cumplir los míni-
mos. Hasta hoy hemos logrado cosas importantes, pero la movilidad que aún
es parálisis necesita más trabajo y nosotros desde cada uno de los espacios
estamos dispuestos a contribuir para que sea mejor.
Nuestra lucha trasciende nuestros espacios naturales y así deberá de seguir
siendo. Nuestra organización es una de las más grandes del planeta y nuestro
compromiso como generación es incidir de manera responsable e inteligente
en las agendas que afectan nuestro presente y configuran nuestro futuro. Las
malas decisiones de gobierno, la corrupción, las ansias de control y violen-
cia de algunos grupos que hoy nos tienen en este estado, en el que hay que
reconocer que existen territorios gobernados por criminales, en el que hay
que saber que las autoridades que están ahí para el ejercicio y preservación
de las leyes son los que flagrantemente la violan para su beneficio, en donde
la libertad siempre está bajo amenaza, en el que el transporte sigue cobrando
víctimas, en el que el ejercicio de la verdad pone en riesgo la vida, en donde
todavía ser mujer es vivir con condiciones inequitativas e incluso de riesgo, en
11. donde ser estudiante parece más un estigma y un peligro que una ventana de
oportunidad. En ese estado urge plantear las preguntas correctas, urge propo-
ner y construir desde las ideas, comenzando por la casa.
El Jalisco que queremos quedará plasmado en un esfuerzo de la Organización
de las Naciones Unidas , el corporativo de fundaciones y el trabajo de David
Gómez Álvarez en el ejercicio de diagnóstico y diseño My World 2015 con el
que se busca que la mayor cantidad de ciudadanos participen en la realización
de la agenda Post 2015. A este proyecto lo apoyamos porque entendemos la
importancia que tiene la participación de todos en la construcción de nuestro
destino colectivo.
Con el mismo espíritu convocamos a cientos de estudiantes a participar como
protagonistas en la creación del Plan de Desarrollo Institucional 2014-2030 de
la Universidad de Guadalajara, un documento en donde se proyecta la visión
a futuro de esta institución. Este documento no hubiera resultado tan exitosos
sin el valioso trabajo de mi amigo Carlos Iván Moreno a quien aprovecho para
felicitar. Con nuestras ideas seguiremos realizando la Universidad que este
estado y país necesitan.
Trazar el futuro es indispensable, pero no por ver el horizonte debemos per-
der de vista el lugar en el que tenemos los pies. Lo más importante para los es-
tudiantes es el desarrollo del día a día en nuestra formación y entender todos
los procesos que de ella forman parte. Por eso nosotros seguimos con una de
las tareas fundamentales de nuestra organización: defender y dar promoción a
nuestros derechos y obligaciones. Al día de hoy hemos entregado más de 300
mil ejemplares del Manual de los Derechos Estudiantiles, herramienta básica
que permite evitar abusos, facilita trámites y nos acerca a los beneficios dise-
ñados para todos. Coordinadamente nos encontramos trabajando en mecanis-
mos presenciales de denuncia y asesorías, así como en la utilización efectiva
de las plataformas virtuales como un instrumento efectivo para todos estos
objetivos. Nuestros derechos y obligaciones son, sin duda, nuestra principal
herramienta.
Ante los escenarios que vivimos decidimos que lo primero es protegernos. Así
fue como creamos Lucha por tu Seguridad, un proyecto integral para incenti-
var la denuncia, generar mecanismos de reacción ante el riesgo y crímenes, así
como crear hábitos de cuidado y prevención en los estudiantes. Nos encontra-
mos ahora trabajando en un protocolo universal para todos los que formamos
parte de esta comunidad porque nuestra primera causa es que todos los uni-
versitarios y sociedad estemos seguros.
12. Este año realizamos también el primer Concurso de Oratoria “José Guadalupe
Zuno Hernández” que se extendió por toda la Universidad y durante 9 meses
dio voz a los estudiantes de todo el estado. El proyecto culminó con una gran
final en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, con un jurado de talla
nacional presidido por Porfirio Muñoz Ledo. Así ponemos las ideas al frente
de nuestra lucha.
Además por cuarto año consecutivo llevamos a cabo el programa Chécate con
la FEU con el que acercamos servicios de salud como atención médica gene-
ral, atención nutricional, análisis de laboratorio, asesoría ginecológica, infor-
mación sobre enfermedades de transmisión sexual y pruebas rápidas de VIH
a los planteles educativos de la Universidad. El cuidado de todos no dejará de
ser una prioridad para esta organización.
Feuistas, comunidad universitaria, sociedad, hermanos de lucha. Este año pa-
rece que las jornadas se multiplicaron, que hubo más noches y días. Cada ama-
necer llegó con alguna causa nueva para salir a enfrentarnos al mundo. Hoy
damos cuenta de un año intenso, exhaustivo e incesante. A todos los que for-
mamos parte de esto nos tiene que quedar claro que nuestro mal herido pero
bien amado país nos necesita. Nos necesita el México de los que tienen miedo
a volver a creer porque nuestra historia es una colección de decepciones, nos
necesitan las madres que perdieron a sus hijos y las que aún los buscan, nos
necesitan los que encuentran en las noches un martirio y dejaron de contar
ovejas por temor a los lobos del insomnio, nos necesitan los que andan con
miedo por las calles que deberían ser de todos, nos necesitan los millones que
tienen hambre y esperan de nosotros una solución, nos necesitan fuertes, uni-
dos, conscientes de nuestro lugar en la historia y comprometidos con ella. Yo
sé que este año ha sido difícil pero no nos podemos dar el lujo de cansarnos.
Sé que hemos trabajado arduamente pero la tarea que tenemos en frente es
titánica y no permite descanso. Hoy no podemos perder de vista que vivimos
en un contraste entre la realidad y lo que debería ser. Hay que admitir que
vivimos paseándonos entre la oscuridad y aferrándonos a la poca luz. Hay
que admitirlo sin pesimismo. Nuestra admisión no es una resignación sino un
signo de guerra. Es hora de dar un paso adelante y salir a combatir, a seguir
luchando hasta que deje de ser necesario. Decía bien Dostoievski en su novela
Noches Blancas: “¡Ojalá el corazón se mantenga joven durante mucho tiem-
po!”, vamos a necesitar todo ese corazón porque estamos condenados a luchar
y lo vamos a seguir haciendo.
13. Pero esta lucha, nuestra lucha es en libertad, es por el sentido, es por la paz,
es por el hombre y todo lo que vale en él, es por la vida íntima de cada uno,
por la posibilidad de vivir otra cosa y de hacer realidad lo que hoy nos dijeron
que era imposible. La congruencia, la dignidad, la justicia, la libertad, el valor,
la resistencia.
Esta lucha nos eligió y nosotros la elegimos. Esta es nuestra lucha.