TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
Refraneo
1. “Mas sabe el diablo por viejo que
por diablo…”
DICHOS Y REFRANES POPULARES
2. Los dichos son frases fijas, exactas, con un sentido completo, no
encierran una enseñanza; son totalmente espontáneos, como por
ejemplo: “ estai pa’ la corneta…!!”
Los refranes son frases que sintetizan un pensamiento de carácter
sentencioso. Es un recurso usado tanto en el habla coloquial como en
el lenguaje literario. También podríamos decir que es un juicio en el
que se relacionan por lo menos dos ideas, y suelen presentar rima y
ritmo muy marcado, con una estructura constituida por dos partes, por
ejemplo: “ el que se acuesta con guaguas amanece mojado…”
DICHOS Y REFRANES
3. Los refranes han atravesado muchas generaciones
que utilizaron estas expresiones con la misma
finalidad. Es importante señalar que los dichos o
refranes se construyen con estructuras como la
rima y otras figuras literarias. La diferencia entre
un refrán y un dicho es el lenguaje que se utiliza.
En el refrán entendemos un lenguaje más clásico
o tradicional del español y en el dicho es más
popular, pero el concepto en sí, es el mismo.
4. Refranero chileno…
A calzón quitado…
En los tiempos de la Colonia, los
hombres solían dormir la siesta en
las tardes calurosas de verano
quitándose sus largos calzones
para que de esta manera pudieran
dormir más frescos, así la siesta
era a pierna suelta. También se
ocupa esta expresión cuando al
referirse a un tema determinado
se hace sin mayores tapujos.
5. A tota…
Se utiliza esta expresión
cuando se carga a un niño
pequeño en las espaldas
con las piernas abiertas y
muy aferrados a la
persona.
A tota, para todos, es llevar
a una persona a cuestas.
6. Andar pololeando…
Pololo, es el nombre vulgar de
varios coleópteros que revolotean
al anochecer, alrededor de las
flores o las luces. La palabra es de
origen mapuche.
En nuestro lenguaje coloquial, se
utiliza pololo en sentido figurado
para referirse al “enamorado” que
acosa a las niñas, y cuando se esta
en pleno cortejo se le llama
“pololeo”.
7. Con camas y petacas…
Las petacas eran cajas de cueros
en las cuales se guardaban las
prendas personales, una especie
de maleta actual. En tiempos
antiguos cuando se tenia que
realizar un traslado se cargaba
un animal con todos los aperos
personales, las camas, las sillas,
las petacas y se trasladaba a un
nuevo lugar, por lo tanto, esta
expresión se usa para indicar un
traslado o un cambio radical.
8. Dorar la píldora…
Locución coloquial que
equivale a una proposición o a
un negocio dudoso, a suavizar
una mala noticia, adular a
alguien para obtener un
beneficio. Nace en la antigua
costumbre que tenían los
antiguos boticarios de dorar la
píldoras con sustancias dulces,
con el fin de mejorar el sabor.
9. El pago de Chile…
Esta expresión nace en Lima, Perú,
específicamente en los cuarteles militares
donde a los soldados que cometían una
falta se les daba un castigo indicándoles
“A Chile” de manera despectiva. La
locución pasó a Chile y pronto se
generalizó. Vicuña Mackenna, sobre esto
mismo relata: “Hízose entonces cosa
natural decir: A fulano le dieron el pago
de Chile”. Hoy se entiende como la falta de
reconocimiento por parte de la Patria a
aquellos compatriotas que han puesto
muy en alto el nombre de Chile en el
extranjero.
10. Fundido como un tacho…
Antes del uso de la tetera era
común el uso de un tacho,
utensilio que era puesto al fogón
para calentar el agua, por lo
general se fundía con el calor,
debido a su baja calidad. La
expresión se refiere a aquellas
personas a quienes se les tiene
extremo cariño, por ejemplo un
niño consentido, muy regalón. Por
otro lado esta la expresión “Pasar
las penas del tacho”, indicando un
sufrimiento extremo.
11. Ojo al charqui…
Charqui, palabra quechua con que
los indígenas denominaban a la
carne cortada en lonjas delgadas y
secadas al sol. La expresión
proviene de cuando las antiguas
casas tenían todo a su alrededor:
bodegas, cocheras, caballerizas,
etc. El dueño de la casa tenía que
tener mucho cuidado con sus
pertenencias. El dicho entonces
significa cuidar y vigilar las
pertenencias.
12. Pagar el pato…
Esta es una expresión muy antigua
que proviene de la vieja España
cuando los cristianos se burlaban
de los judíos y su religión, ya que
estos decían que “tenían un pacto
con Dios” por lo que los españoles
se reían de ellos diciéndoles:
“pagarán el pacto” , la locución se
degeneró pasando de pacto a pato,
es decir “…pagarán el pato.” Hoy la
R.A.E. lo explica de la siguiente
manera: “ padecer o llevar pena o
castigo no merecido, o que ha
merecido otro.”
13. Peor mascar lauchas…
Esta locución proviene de España,
específicamente, de los árabes que
vivieron en la Península, ellos
tenían unas pequeñas alcancías de
madera llamadas “huchas” donde
guardaban sus ahorros, cuando
los perdían por malos negocios,
como signo de dolor ellos las
mascaban, de ahí “Peor es mascar
la hucha” demostrando su pesar.
Esta expresión paso a Chile y se
deformó de hucha a laucha,
quedando “mascar lauchas”
14. Ponerle pino…
Expresión que se utiliza cuando
una persona pone mucho empeño
al realizar una cosa o tratar de
convencer a una persona con
argumentos. Pino para los
chilenos es el picadillo de carne
con cebolla con que se rellenan las
empanadas. Ponerle harto pino es
desempeñarse con entusiasmo,
convencer, salvar una situación
airosamente.
15. Tomar onces…
Durante la época salitrera en
Chile (1884 - 1920), los obreros para
escapar ya sea del trabajo o de sus
esposas en la tarde, para tomarse
unos tragos con sus amigos y
colegas o unas cervezas, decían
casi como un lenguaje entre ellos
'Vamos a tomar once'. A lo que se
referían éstos, era a que se iban a
beber tragos de AGUARDIENTE
'Vamos a tomar once' : Vamos a
tomar aguardiente.
16. Las comparaciones populares son ideas muy
elocuentes en su sentido; son proyecciones
verbales de cualidad comparativa por las
cuales corren la gracia, la donura y
propiedad popular.
COMPARACIONES POPULARES
17. LO AGARRARON PAL FIDEO…
Envolver un asunto, retorcerlo.
No tomar una conversación en
serio.
SE LE PARO UN TORDO…
Recibir un fuerte golpe
(puñetazo) en el ojo que a la
vista queda morado o negro.