1. LA TEORIA
Uno de los aspectos fundamentales de la producción oral (expresión oral e interacción oral) es el
concepto de interlengua. Creo que es importante conocer las teorías para ser conscientes de las
razones de nuestras acciones practicas: sabiendo la teoría puedo enfocar conscientemente mis
acciones hacia el resultado que quiero conseguir.
Os propongo una primera definición de la palabra "Interlenguaje o interlengua”:
.
“Un término, y un concepto, que ha tenido éxito en las teorías mentalistas del aprendizaje de las
lenguas, propias del generativismo, es el de „interlenguaje‟ o „interlengua‟, el cual se define (Jesner,
U., 1966: 117) como el lenguaje del que aprende lenguas. En realidad, el „interlenguaje‟, término
acuñado por Selinker (1972), es un constructo teórico que subyace a los intentos de los
investigadores de adquisición/aprendizaje de segundas lenguas para identificar las etapas por las
que pasan los estudiantes de una segunda lengua en su camino hacia la competencia total. Se le
considera como un proceso natural que consta de una serie de etapas, dentro del continuum que
constituye el aprendizaje, en las que el estudiante alcanza cada vez niveles de competencia mayor
(con sus estrategias, sin excluir errores, que cada vez serán menores).Dicho con otras palabras,
todos los „interlenguajes‟ son transitorios y son sustituidos por otros, en los que el dominio de las
estrategias lingüísticas y comunicativas es cada vez más completo. El papel del profesor en esta
hipótesis de aprendizaje es el de facilitador de los diversos „interlenguajes‟.” [Alcaraz Varó, Enrique
/ Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial Ariel,
1997, S. 304].
Las dos ultimas líneas de la definición están muy relacionadas, en mi opinión, con estas otras
palabras: “En el afán de corregir, muchas veces se interrumpe constantemente la comunicación,
sin llegar a conseguir el objetivo, ya que esa corrección (está comprobado) es absolutamente
ineficaz. (Hendrickson, 1997. “Error analysis and error correction in Language Teaching”).
Y para rematar la faena, esta otra frase de unos de los padres del cooperative learning (D. W.
Jhonson & R. T. Jhonson) en relación al papel del profesor en la clase: “Enseñar significa quitarse
de en medio después de haber creado el entorno ideal para el aprendizaje”.
¿Qué significa? ¿Que el profesor no tiene que corregir a sus alumnos? ¿Que no hay que hacer
ejercicios orales para que nuestros estudiantes hablen mejor? Nada de eso. Pero hay un momento
para todo. Cada cosa en su momento y en su lugar. En un curso (en una clase), hay que enfocar
tanto a la comunicación, el contenido y el significado como a la gramática, la forma y la corrección.
Es importante programar, dentro de cada unidad didáctica, actividades en las que los estudiantes
se expresan en libertad (producción oral libre), espacios para que los alumnos trabajen su
interlingua, un “territorio libre” donde el profesor entra solo a petición de los estudiantes.
Para que queden más claros algunos conceptos relacionados con lo dicho hasta ahora, os invito a
leer un interesante artículo de Erich Huber sobre el tema: “Algunos ejercicios para reproducir
lenguaje oral autentico” en la sección de ARTÍCULOS INTERESANTES en la columna de la
izquierda.
LA PRÁCTICA: PUNTOS IMPORTANTES (en la planificación de la producción
oral)
1) Tiene que estar presente en cada clase.
2) Nunca es “si queda tiempo”: tiene que ser siempre un espacio programado y no improvisado.
3) Dejar en cada clase, al menos una actividad de producción oral libre de la intervención del
profesor. Un “territorio libre” en el que se trabaja la interlengua.
4) ¿En que momento de la clase? ¿Antes o después de que actividad?
5) ¿Durante cuanto tiempo (pensar en un tiempo mínimo y un tiempo máximo por cada actividad
de producción oral)?
2. 6) Más pequeños son los grupos, más tiempo hablan los estudiantes (en este sentido las
actividades en pareja, en general, son las más provechosas).
7) Evaluar si hacer una lluvia de ideas (brain storming) antes de empezar la actividad.
8) Evaluar si añadir léxico nuevo útil a la actividad, antes de empezarla, o si es suficiente el
vocabulario que los estudiantes ya poseen.
9) Evaluar, en función de la actividad, si escribir en la pizarra todas las frases útiles para fomentar
la producción oral (Por ejemplo: ¿Donde?, ¿Cuando?, ¿Cuanto tiempo?, ¿Quien?, etc.)
10) Evaluar que hacer si hay estudiantes que acaban la actividad antes que los demás. ¿Les
propongo actividades alternativas? ¿Les digo que ayuden a los otros estudiantes que todavía no
han acabado? ¿Cambio las parejas o los grupos y sigo con la actividad? ¿Acabo la actividad y paso a
otra cosa?
Los materiales para las actividades de producción oral (hojas de trabajo, objetos,
paginas con fotos o dibujos, gráficos, etc.)
a) ¿Son apropiados al nivel de la clase?
b) ¿Son apropiados al objetivo que se quiere conseguir?
c) ¿Ayudan a argumentar e interaccionar?
d) ¿Empujan a la persona con la que interactúo a escucharme o a buscar informaciones sobre mí?
e) ¿Me aportan ideas, me dan estímulos para hablar?
f) ¿Son en número suficiente para que nadie se quede sin trabajar?
g) ¿Crean un “vacio de información”?
h) ¿Pueden ser utilizados por todos los estudiantes?