Este documento habla sobre varios aspectos de la doctrina católica relacionados con la vida después de la muerte. Explica que los católicos creen en la resurrección de los muertos y el juicio final, donde las almas irán al cielo, purgatorio o infierno dependiendo de sus acciones. También discute el destino de los niños que mueren sin bautismo, dejando su salvación en manos de la misericordia de Dios. Alienta a los creyentes a vivir de acuerdo con la fe para asegurar su fel
1. Creo en la resurrección de la carne (CEC 988-1004)
2. Creo en la resurrección de la carne (CEC 988-1004) Es una verdad esencial de la fe, revelada por Cristo: Dios, en su omnipotencia, reunirá nuestro cuerpo y nuestra alma, que habían sido separados en el momento de la muerte. Resucitarán todos los hombres: “los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación ” (Jn 5, 29) .
3. Creo en la resurrección de la carne (CEC 988-1004) LOS CUERPOS DE LOS SANTOS SERÁN: “ GLORIOSOS” (cf. Flp 3, 21) Y “ESPIRITUALES” (cf. 1Co 15, 44)
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5. Creo en la resurrección de la carne (2) (CEC 988-1004) La veneración de las reliquias de los santos es una manifestación de la fe de la Iglesia en la resurrección del propio cuerpo.
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8. Ante el Juez supremo (CEC 1021-1022) Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, bien a través de una purificación, bien para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo, bien para condenarse inmediatamente para siempre (CEC, 1022) . “ Está determinado que los hombres mueran una sola vez y que después de la muerte venga el juicio” (Hb 9, 27) . Y en el fin del mundo vendrá el juicio universal.
9. Ante el Juez supremo (2) (CEC 1021-1022) A la tarde, te examinarán en el amor (San Juan de la Cruz) motivo para ejercer la justicia y las demás virtudes, porque sabemos que seremos juzgados ¡empeñarse con todas las fuerzas en construir un mundo mejor!
10. La eterna felicidad en el Cielo (CEC 1023-1029) “ Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Jn 3, 2), cara a cara (cf. 1 Co 13, 12; Ap 22, 4)” (CEC 1023). La contemplación de Dios en su gloria es llamada "visión beatífica" (CEC 1028).
11. La eterna felicidad en el Cielo (CEC 1023-1029) Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama "cielo" . Es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha (CEC 1024).
12. La eterna felicidad en el Cielo (CEC 1023-1029) “ Lo que Dios ha preparado para los que lo aman, ni el ojo lo ha visto, ni el oído lo ha escuchado, ni la mente del hombre pudo siquiera haberlo imaginado” (1Co 2, 9) . El cielo es el premio por morir en gracia: “bien, siervo bueno y fiel, porque has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor” (Mt 25, 21) .
13. La eterna felicidad en el Cielo (CEC 1023-1029) Además gozaremos de todo lo que ahora nos hace felices (gloria accidental) Pensar en el cielo no es egoísmo ni falta de generosidad, es ejercitar la virtud de la esperanza, que exige la fe y la caridad.
14. La eterna condenación en el Infierno (CEC 1033-1037) “ Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de auto-exclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra «infierno»” (CEC, 1033) .
15. La eterna condenación en el Infierno (CEC 1033-1037) EXISTE : la Sagrada Escritura habla de él en muchísimas ocasiones ES ETERNO : también lo afirma la Biblia (cf. Mc 9, 42, por ej.) “ Dios no predestina a nadie a ir al infierno; para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en ella hasta el final” (CEC, 1037).
16. La eterna condenación en el Infierno (CEC 1033-1037) PENAS PRINCIPAL ( o “de daño”): separación eterna de Dios, que es la vida y la felicidad SECUNDARIA (o “de sentido”): tormento causado por el fuego eterno.