Instrumental Quirúrgico 2° ed - Renee Nemitz (2).pdf
Entramado social
1. 4. EL ENTRAMADO SOCIAL
Denominamos entramado social a los espacios por los que
discurre la vida de las personas y que organizan ésta de modo que
facilitan u obstaculizan tomar decisiones propias y singulares, así
como abren o cierran la posibilidad de generar un proyecto de vida
singular adaptado a los deseos y necesidades de cada persona,
potenciando o inhibiendo la participación en la vida pública.
A) ESPACIO PÚBLICO
Al hablar de espacio público, siempre teniendo el Diccionario de la
Real Academia Española como referencia, estamos aludiendo al
espacio “notorio, patente, visto o sabido por todo como
contrapuesto a privado”.
Es decir, es el espacio de Poder, tanto en cuanto da potestad,
jurisdicción y autoridad para “hacer”.
El espacio público, hasta hoy, es eminentemente masculino. Esto
ha sido producto por la cultura androcéntrica y del patriarcado.
Abran el periódico del día o conecten el televisor a la hora en que
se emiten las noticias y busquen “la foto de familia”, por ejemplo de
los representantes de los países más ricos.....cualquier otra les
servirá-, o esperen a que les llegue la imagen de quienes deciden
sobre nuestras vidas. Creo que cualquier comentario sobra.
Este mismo ejercicio lo podríamos aplicar para comprender a qué
nos referíamos cuando hablábamos del modelo de ser humano
“naturalmente capacitado” para ejercer el Poder que , si lo
recuerdan, estaba caracterizado como “VARÓN-BLANCO-
EUROPEO JUDEO/CRISTIANO, con una determinada EDAD
PRODUCTIVA Y RICO”.
B) ESPACIO PRIVADO
Es el espacio “particular y personal de cada uno/a. Aplíquese a lo
que se ejecuta a vista de pocos, familiar y domésticamente, sin
formalidad ni ceremonia alguna”. Por ello, el ámbito privado sería el
lugar de la influencia, donde una persona puede hacer valer sus
opiniones sobre las de otra. Este ámbito, aunque de manera
diferente, está ocupado por hombres y mujeres. Y digo de manera
diferente porque las mujeres carecemos de espacios propios
incluso en aquel reducto del que se nos supone ejercemos
“nuestro reinado”: el hogar.
C) ESPACIO DOMÉSTICO
Este espacio hace referencia al “perteneciente o relativo a la casa u
hogar”. El espacio más asociado al de las mujeres. Así pues,
observamos que, cada sociedad, cada cultura, en función de los
2. intereses económicos y políticos en el Poder presenta sus modelos de
ser “hombre”, ser “mujer”, naturalizándolos. Cuando hablamos de
naturalización nos estamos refiriendo al marco de justificaciones
carentes de razón y que, apelando a la biología, se sostienen desde
hacer creer que las cosas son como son porque no pueden ser de otro
modo, contradiciendo el impacto de “lo cultural”.
Ello sigue siendo así en el momento actual, en el entramado social de
nuestra época, constituido por los espacios públicos, privado y
doméstico, en los que hombres y mujeres ocupamos diferentes
lugares.
Esta diferencia está naturalizada a través del reparto de roles
establecidos por la división sexual del trabajo legitimada a través de la
imposición del sistema de géneros, de manera que aunque muchas
mujeres han entrado en el mercado de trabajo, en el espacio público ,
ello no ha modificado el paradigma de sujeto a través de cuya
representación se organizan las instituciones públicas.
Así, las mujeres, en tanto que mujeres, todavía no podemos decidir
sobre el modelo de sociedad, relaciones, etc, con las que nos gustaría
contar. Si acaso, responsabilidades, ya que la salida a lo “público” no
nos ha eximido de las responsabilidades domésticas puesto que
todavía no es común entre hombres y mujeres el reparto equitativo de
responsabilidades en los diferentes espacios, sobre todo porque no
está resuelto el “relevo” de las mujeres en el espacio doméstico. Todo
ello, está claro, opera en detrimento del uso y calidad del espacio y del
tiempo privado de las mujeres. Dicha falta de equidad, en el reparto y
usos de los tiempos y los espacios entre mujeres y hombres,
constituye uno de los obstáculos, hasta ahora insoslayable, que facilita
la naturalización de la desigualdad.
Estando en el siglo XXI, en pleno desarrollo de la Sociedad de la
Información y del Conocimiento, cuando la Igualdad de
Derecho(Jure)es una realidad (art. 14 de la Constitución Española, en
el caso de nuestro país), la Igualdad de Hecho (Ipso) sigue siendo una
asignatura pendiente, puesto que mujeres y hombres estamos
ocupando espacios diferenciados y jugando diferentes papeles más
allá de cuál sea nuestro deseo, nuestra necesidad, nuestra decisión
personal.
Para comprender la causa de esta situación deberíamos analizar los
elementos que intervienen en la configuración de los valores
(entendiendo por valor, aquella cualidad que poseen algunas
realidades, llamadas bienes, por lo cual son estimables. Los valores
tienen la polaridad en cuanto son positivos o negativos, y jerarquía en
cuanto son positivos o negativos, y jerarquía en cuanto son superiores
o inferiores).
3. Con el fin de comprender las causas por las que “lo masculino” es
transferido y adquirido como cualidad positiva y superior, mientras que
“lo femenino” es transferido y adquirido como cualidad negativa e
inferior, así como analizar las repercusiones de tal polarización y
jerarquización, analizaremos qué modelos y paradigmas sostienen y
legitiman tanto “lo masculino” como “lo femenino”