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• “Jesús le dijo: Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, y
con toda tu alma, y con toda tu
mente… Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo”. (Mateo 22:37
y 39).
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I. VIVIMOS EN UN MUNDO
DESPROVISTO DE AMOR.
A. Normalmente las personas
valen por lo que poseen:
1. El primer valor: DINERO.
2. El segundo valor: ESTUDIOS.
3. El tercer valor: BELLEZA
FÍSICA.
→ Esa es la manera que el ser
humano ve.
→ Cristo no nos ve así. Él nos ve
independiente de eso.
→ “… pues el hombre mira lo que
está delante de sus ojos, pero
Jehová mira el corazón” (1
Samuel 16:7).
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B. El amor es más que un
verbo; es un principio tan
duradero, cuanto el propio
Dios, “porque Dios es
amor”.( 1 Juan 4:8).
1. El amor es más que una
virtud o actitud. El amor es
un don (1 Cor. 13:1, 13).
• 1.1. El amor es el mayor poder
que existe en el universo.
2. Otro sí, ¿a quién debemos
amar?
• 2.1. ¿A quién debo amar?
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II. DOS AMORES.
A. Nuestros dos amores.
1. “… amarás al Señor tu Dios”.
2. Una persona normal, no
puede amar a Dios. Nuestra
vil naturaleza es antagónica
al amor; esta es la semilla de
la falta de amor – la
naturaleza pecaminosa.
¡Debemos amar a Dios!
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• 2.1. ¿Por qué nosotros lo
amamos?
→ “Nosotros lo amamos porque Él
nos amó primero”. 1 Juan 4:19;
→ El amor es el fruto del Espíritu
Santo. (Gálatas 5:22).
3. El amor es la cualidad
suprema de Dios. Él no fue
amor o será amor. Dios es
amor. (Naturaleza).
• 3.1. El amor requiere
necesariamente un sujeto y
un objeto para amar.
→ Dios necesita de alguien para
amar - ¡Usted y yo!
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B. ¿Cómo debemos amar a
Dios? ¿Con qué
intensidad?
1. “… con todo corazón, con
toda tu alma, y con toda tu
mente”.
• 1.1. El amor que está
involucrado aquí es el
agapao → el amor
incondicional, es el amor–
perfecto y el amor sin
reservas, es el amor
desinteresado.
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• 1.2. Cristo nos amó en la
condición de pecadores.
(Rom. 5:8).
→ El amor es la principal palabra
que caracteriza al cristianismo.
→ ¿Cuál debe ser la intensidad de
mi amor a Jesús?
2. “… con todo… con toda…
con toda...” - Griego: Holos:
totalmente, de todo y entero.
• 2.1. Es el amor en su forma
más intensa. Es amar como
Cristo nos amó – sin
reservas de sí mismo.
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3. “… corazón… alma…
mente”. Deben ser
aceptadas de forma
acumulativa; es el amor
elevado a su grado más
elevado.
• 3.1. El amor es la base de
todas las acciones humanas.
• 3.2. El corazón significa
nuestra naturaleza
emocional, así como
también la esfera de la
influencia divina.
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• 3.3. La mente realiza
nuestras facultades
intelectuales.
• 3.4. El alma significa la
esencia de nuestro ser.
→ En síntesis: Si verdaderamente
amamos a Dios, su amor
impregnará todos los aspectos
de nuestro ser y acciones de
nuestra vida.
→ El texto está diciéndonos que
Dios sólo desea, si fuera todo y
creciendo en entregas.
→ Este es mi primer y más
importante amor – Amar a Dios.
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C. El mío y su segundo amor
es:
1. “… amarás a tu prójimo como
a ti mismo”. (Versículo 39).
• 1.1. Todavía la pregunta es:
¿Quién es mi prójimo?
• 1.2. Mi prójimo es quien
necesita de mi y yo tengo la
oportunidad de ayudar y lo
ayudo.
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2. ¿Cuál debe ser el paradigma
de amor hacia mi prójimo?
• 2.1. El amor que tengo por
mí mismo (a).
• 2.2. El amor a Dios es el
fundamento de la conducta
cristiana correcta.
• 2.3. El amor a Dios y el amor
al prójimo son indivisibles,
inseparables.
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3. Oiga lo que dice Immanuel
Kant: “El verdadero amor al
prójimo significa tratar a todo
individuo como un fin y no
como un medio”.
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D. Nuestra relación vertical,
con Dios, determinará
nuestra relación horizontal,
con nuestro prójimo.
1. No podemos amar a Dios y
no amar al prójimo. O peor
que esto, odiar a nuestro
hermano.
• 1.1. “Únicamente cuando
amemos a Dios en forma
suprema, será posible amar
a nuestro prójimo
imparcialmente”. (DTG, 559).
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III. MIS DOS AMORES, APENAS
ES UN AMOR – EL AMOR A
DIOS.
A. Amar a Dios es una
necesidad intrínseca en mí
y en ti; es un acto de
adoración (Salmos 42:1, 2).
1. Amar al prójimo es una
consecuencia natural,
cuando se ama a Dios. Amar
al prójimo es un misterio.
• 1.1. Nuestra alma tiene sed
de amar a Dios.
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B. En nuestra mente no puede
haber lugar para el odio,
revancha, represalia,
persecución o actitudes de
comportamiento de ese
género.
1. Amemos de hecho, de actitudes
y acciones.
2. Quien odia a su hermano está en
tinieblas. (1 Juan 2:9).
3. El amor procede de Dios. (1 Juan
4:7).
4. “… Si nos amamos unos a otros,
Dios permanece en nosotros, y
su amor se ha perfeccionado en
nosotros”. (1 Juan 4:12).
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C. En el amor hay perdón; y en
el perdón, reconciliación; y
en la reconciliación hay
salvación.
1. Es hora de perdonar. Sólo
quien perdona tiene la
capacidad de reconciliación.
• 1.1. “Y todo esto proviene de
Dios, quien nos reconcilió
consigo mismo por Cristo, y
nos dio el ministerio de la
reconciliación”. (2 Cor. 5:18).
→ ¡Amémonos, amémonos,
amémonos!