El documento describe las diferentes partes del cerebro humano. El cerebro está compuesto de tres partes: el cerebro reptiliano, el cerebro límbico y el neocórtex. El neocórtex, la parte más reciente y evolucionada, es responsable de funciones cognitivas superiores como el razonamiento, la toma de decisiones y la resolución de problemas.
2. Nuestros dos cerebros antiguos han sido cubiertos hace
millones de años por un tercero, la corteza cerebral o neo-
cortex,que existe también en algunos mamíferos, si bien con un
nivel de conexiones neuronales mucho menor.
Está conformado por la corteza cerebral, y los dos
hemisferios unidos entre sí por el cuerpo calloso. Los lóbulos
prefrontales son el asiento de las funciones ejecutivo-cognitivas,
como son: la memoria, el razonamiento, la atención, el lenguaje
y las capacidades viso-espaciales; en definitiva es la parte del
cerebro que nos hace humanos y nos permite no sólo actuar
para sobrevivir, sino también para ser capaces de
trascender, crear, amar, tomar decisiones, resolver
conflictos, etc.
3. Gracias a este cerebro más especializado,
podemos desarrollar procesos racionales de
entendimiento, comprensión y análisis,
actividades directamente relacionados con los
lóbulos prefrontales, que son los que más
tardan en madurar. Estos lóbulos nos permiten
llevar a cabo funciones ejecutivas intelectuales
y emocionales superiores.
El neocórtex ocupa el 85%, es el más
evolucionado de los tres cerebros, pero
también el más lento. A pesar de ello, es la parte
del cerebro que nos diferencia de los animales y
es necesario entrenarlo para que pueda frenar
los instintos más primitivos y las reacciones
disfuncionales.
Se halla situado en la parte
media trasera del cerebro y
principalmente se encarga de
la percepción visual, entradas
visuales, lectura, movimiento
de los ojos.
Lóbulo occipital
5. Corresponde al área situada detrás de la
frente y está implicado en las acciones como
la creatividad, el control de los impulsos, la
asociación de palabras, la asignación de
significados a las palabras que escogemos,
los movimientos voluntarios, la resolución de
problemas, la toma de decisiones y la
planificación. Esta zona es de vital
importancia en la regulación de las emociones,
tan necesaria en el aula.
Lóbulo frontal
6. Gracias a ella, podemos transcender las conductas
preprogramadas que están genéticamente
compartimentadas dentro de nuestro cerebro. Es la parte
del cerebro que ha evolucionado más pero la que más tarde
madurar, culminando el proceso después de los 20 años.
En este lóbulo es donde se encuentra el centro ejecutivo de la
mente, y aquí reside la capacidad de resolver problemas
personales e interpersonales, de controlar los impulsos, de
expresar los sentimiento de un modo eficaz y relacionarnos
adecuadamente con los demás.
Se encuentra situado en la zona trasera superior y sus tareas son, entre otras,
el tratamiento de las funciones sensoriales y lingüísticas superiores:
atención visual, conciencia de las relaciones espaciales, tacto, presión y
otras sensaciones somáticas, reconocimiento de rostros, manipulación de
objetos, integración de distintos sentidos y todo lo que nos permite
comprender un concepto.
Lóbulo parietal
7. Está situado por encima y alrededor de los oídos y se encarga
principalmente de la audición, la memoria, el significado y el
lenguaje receptivo, de la comprensión del lenguaje, la adquisición
de recuerdos, la memoria contextual y la categorización de
objetos. Es la zona que se encarga de interpretar las metáforas y
de entender los chistes y que, además, permite comprender el
lenguaje del inconsciente a través de la interpretación de los
sueños.
También es cierto que existe un solapamiento entre las diversas
funciones de los lóbulos, pues, tal y como he dicho anteriormente, el
cerebro es un sistema de relaciones, una network, una red
compleja, y no una colcha de pachtwork
Lóbulo temporal
Planifica, comprende lo que se siente y coordina los movimientos. Asiento del pensamiento y
de los centros que integran y procesan los datos registrados por los sentidos. Agrega el
sentimiento de nuestra reflexión sobre él y nos permite asociar sentimientos a las ideas, el
arte, los símbolos y las imágenes.
8. Así como los cerebros reptiliano y límbico están especializados y son fiables en
sus respuestas a los estímulos, este cerebro es inestable e imprevisible. Crea
el orden o el desorden, actúa como acelerador de reacciones o como
inhibidor. Es capaz de resolver los problemas más complejos y tiene una
inmensa capacidad de adaptación, a la vez que sabe enfrentarse a
situaciones inesperadas. Lo conocido le produce aburrimiento y busca
soluciones nuevas, esto explica su permanente inestabilidad.
Le gusta proyectarse al futuro. Imagina, compara, recuerda, olvida, se
equivoca, todo para obtener la mayor estimulación posible.
Es capaz de inhibir las reacciones primarias y emotivas, permitiendo que se
expresen pero de forma educada. El córtex, por lo tanto, tiene un papel
importante a la hora de amortiguar los automatismos de los dos cerebros
anteriores, más antiguos. Es un poco como el "domador de fieras", siempre
que esté entrenado, y eso no se hace en un día, sino que requiere conocer a los
"dos animales", el réptil y el mamífero, para ponerlos bajo su mando.
¿Cómo
identificar el
cerebro
racional?
9. Es imaginativo, capaz de anticiparse, frágil y dependiente de su juicio,
que es relativo y a veces, erróneo. Es siempre imprevisible, pues según
las circunstancias puede inhibir o acelerar reacciones de respuesta a los
diferentes estímulos del día a día.
Es también nuestro moderador y regulador de la atención, que
organiza y equilibra de forma armónica nuestras capacidades de
emitir juicios y evaluar. Atender, evaluar, razonar, imaginar son algunas
de sus funciones, pero, sobre todo, pensar y aprender.
¿Cómo favorecer
una buena
utilización de este
cerebro?
El profesor ha de ser tolerante con las ideas de los alumnos, estar
abierto a su manera de pensar, tanto e los procesos de resolución
de conflictos como en los métodos de trabajo o de evaluación. Esta
tolerancia no se debe extender, por supuesto, a los casos de
conducta inadecuada, donde debe poner límites claros.
10. Debe estimular la imaginación de los alumnos, impulsarlos a
anticipar, a predecir las consecuencias de sus actos y a elegir con
conocimiento de causa.
Ha de ayudar al alumno, a través de la evaluación, que favorece el
desarrollo de este cerebro, a reconocer en él sus puntos fuertes y
débiles, a comprender sus fallos y a identificar las razones por las
que se vuelven a repetir, la mayoría de las veces debido a un
proceso de pensamiento equivocado.
También tiene que instaurar en la clase normas claras, concretas,
que permitan a los alumnos sentirse seguros, que excluyan y
castiguen cualquier manifestación violenta o fuera de lugar.
Le atraen la novedad, los retos y desafíos, estímulos externos e
internos, aprender haciendo, la reflexión ritmos de atención
focalizada y de atenci´ón difusa. El cerebro no está preparado para
mantener la atención de forma constante, esto resulta más bien una
pérdida de tiempo.
¿Qué necesita este
cerebro para
apender?
11. En realidad nuestro cerebro triuno trabaja como si fuera uno,
pues estos tres sistemas guían nuestra vida. Estamos
dominados por la búsqueda de novedad de la neocorteza, la
búsqueda de placer del sistema límbico y el deseo del reptil de
evitar el daño y sobrevivir. En eso consiste, en resumen,
nuestra vida cotidiana: en probar y aprender cosas nuevas,
buscar el placer y evitar ser lastimado. También en el aula, no lo
olvidemos. Por ello, el profesor debe situar a su grupo en una
situación favorable para que utilice los tres cerebros
intereconectados.
Si queremos que nuestros alumnos utiliicen todo su cerebro durante el aprendizaje, tenemos que
ofrecerles un repertorio de actividades que, entre otras cosas, incluya lógica, números, palabras,
colores, sonidos, movimientos, imágenes.
12. Cada alumno, como veremos más adelante, tiene su forma
preferida de aprender, lo cual significa que si el profesor
no utiliza un amplio abánico de actividades, no llegará a
"conectar· con el cerebro de sus alumnos, lo que dejará a
algunos en situación de desventaja o ajenos al aprendizaje.
De hecho, los alumnos aprenden de modo más eficaz si lo
hacen a su modo, y para que desplieguen todo su potencial, es
necesario tener en cuenta sus peculiaridades.
Además, la comprensión de los aprendices se desarrolla,
refuerza e incrementa si se enfoca un mismo tema desde
diferentes ángulos, con diferentes materiales y dinámicas
que despierten su atención.
13. Como educadores, es importante que
conozcamos qué áreas cerebrales estamos
activando según el tipo de actividades que
ofrecemos a nuestros alumnos. Podemos
comprender que cuantas más áreas están
comprometidas en el proceso de aprendizaje,
más posibilidades tendremos de provocar la
motivación en ellos, ya que cada cerebro es
único y cada alumno tiene su estilo preferido de
aprendizaje.