2. Implantación
• Es el proceso mediante el cual el
embrión se introduce en la capa
funcional del endometrio, donde
permanecerá durante toda la
gestación.
3. • En el día 5±1 después de la
fertilización, el blastocisto incluido
en la zona pelúcida llegará a la
cavidad uterina, donde flotará
libremente por 1 o 2 días y, a partir
del día 7±1, iniciará el proceso de
implantación o nidación. Para que
pueda ocurrir este proceso es
necesario que el endometrio esté
preparado para recibirlo y que el
embrión
abandone
la
zona
pelúcida.
7. Aborto espontáneo
temprano
• Es la interrupción fortuita o involuntaria
del embarazo antes de que el producto
sea viable, es decir, con edad
gestacional menor del 20 semanas o
con un peso menor de 500 g.
8. Frecuencia
• En embarazos reconocidos, la
frecuencia del aborto espontáneo
oscila entre el 10 y 20% y se estima
que aproximadamente el 30% de
los embriones en etapa de
segmentación o de blastocisto son
abortados en las primeras dos
semanas de posfertilización, antes
de que la gestación pueda ser
clínicamente reconocida.
9. Causas
• Problemas
cromosómicos
graves del embrión como la
triploidia o las trisomías de la
mayoría de los autosomas.
• Falta de eclosión del blastocisto
de la zona pelúcida.
• Preparación inadecuada del
endometrio durante la etapa
progestacional.
10. Implantación ectópica
intrauterina
• Se da cuando la implantación se realiza
dentro del útero en una zona distinta al
fondo uterino, provocando problemas
en el parto.
• La implantación baja de la placenta o
placenta previa se da cuando la
implantación y la formación de la
placenta se da en la mitad inferior del
cuerpo del útero, inclusive en su parte
más baja, obstruyendo parcial o
totalmente el orificio cervical interno.
11. • Entre
más
baja
sea
la
implantación, más grave es la
situación, pues puede provocar
sangrado vaginal escaso o
moderado durante el embarazo, y
sangrado abundante (hemorragia)
en
cuanto
comienzan
las
contracciones uterinas al empezar
el trabajo de parto.
12.
13. Implantación ectópica
extrauterina
• Es cuando el blastocisto se implanta fuera
del útero. Casi en la totalidad de los casos
en que se presenta, la gestación se pierde
en las primeras semanas y pone en riesgo
la vida de la madre.
• Su frecuencia oscila entre 1 por cada 80 a
250 embarazos, y es una de las
principales causas de morbimortalidad
materna durante el primer trimestre de
embarazo.
14. • La mayoría de estas implantaciones ocurren
en las tubas uterinas, a lo que se denomina
embarazo
tubárico.
En
estos,
la
implantación generalmente tiene lugar a
nivel de la ampolla o del istmo. Cuando
ocurre esta situación, la mujer presenta
dolor abdominal, sangrado y signos de
irritación del peritoneo, y la tuba puede
llegar a romperse durante las primeras ocho
semanas de la gestación con la
consecuente muerte del embrión y peligro
inminente de muerte de la madre si no se le
atiende con rapidez.
15. • Las causas por las que puede
darse un embarazo tubárico se
relacionan
con
factores
que
retrasan o impiden el transporte del
embrión en su camino hacia el
útero, tales como enfermedades
inflamatorias
de
la
pelvis,
adherencias u obstrucciones de las
tubas.
16. • Aunque es más raro, también
puede implantarse en las fimbrias
de las tubas, en el ovario o en la
cavidad abdominal. Cuando hay un
embarazo abdominal, lo más
frecuente es que se implante en el
fondo
del
saco
rectouterino,
desarrollándose la placenta en
algunos
de
los
órganos
abdominopélvicos,
pudiendo
producir sangrado intraperitoneal.
17. • Son excepcionales los casos en
que el embarazo abdominal llega a
término. El nacimiento del bebé se
realiza a través de una incisión
quirúrgica abdominal. También en
raros casos, el feto puede morir sin
ser detectado, calcificándose, lo
que lo hace quedar momificado
dentro de la cavidad abdominal por
muchos años. Llegan a ser
detectados al realizar una cirugía a
la mujer por cualquier causa ajena
al embarazo abdominal.
18.
19. Placenta acreta o adherida
• Se presenta si falla la reacción decidual y
la implantación llega más allá de la capa
funcional del endometrio, alcanzando las
vellosidades
coriónicas,
las
capas
profundas del útero. Según la profundidad
a la que lleguen las vellosidades, placenta
acreta cuando solo alcanzan la capa basal
del endometrio, placenta increta cuando
llegan hasta el miometrio pero no lo
atraviesan y placenta percreta cuando
atraviesan toda la pared uterina y alcanzan
la serosa peritoneal.