Omar Barquet descubrió el centro histórico de la Ciudad de México mientras estudiaba artes visuales en 2005 y encontró un departamento económico para vivir y trabajar. Le encantó la dinámica social, las propuestas culturales y la variedad gastronómica del área. Aunque no retrata el centro histórico directamente en su obra, se siente inspirado por las herramientas que ofrece, como bibliotecas, museos y eventos. Barquet aprecia la cacofonía urbana de sonidos