2. Analiza la pregunta o la consigna del
ensayo cuidadosamente. Es posible que
tengas una gran idea para un ensayo en
tu cabeza, pero si no encaja
perfectamente con la consigna, no
puedes crear el producto que tu instructor
ha pedido.[1] Revisa la consigna (y la
rúbrica, si la tienes) cuidadosamente y
subraya las frases clave. Mantén una lista
de estas cosas cerca de ti a medida que
trabajas.[2] Muchas asignaciones de
ensayos comparativos señalarán su
propósito usando palabras como
"compara", "contrasta", "similitudes" y
3. Comprende el tipo de ensayo comparativo que se te pide
que escribas. Si bien algunos pueden ser ensayos simples de
comparar y contrastar, otros pueden pedirte que empieces
con esa infraestructura y luego desarrolles una evaluación o
argumento en base a tus comparaciones. Para estos ensayos,
simplemente señalar que las cosas son similares o diferentes
no será suficiente.[3] La asignación generalmente hará
preguntas guía si se espera que incorpores la comparación
como parte de una tarea más grande. Por ejemplo: "Elige una
idea o tema particular, como el amor, la belleza, la muerte o
el tiempo, y considera cómo dos poetas renacentistas
diferentes abordan esta idea". Esta oración te pide que
compares dos poetas, pero también te pregunta cómo los
poetas abordan el punto de comparación. En otras palabras,
necesitarás hacer un argumento evaluativo o analítico sobre
esos enfoques.
Si no tienes claro lo que la consigna del ensayo te está pide
que hagas, habla con tu instructor. Es mucho mejor clarificar
las preguntas por anticipado que descubrir que has escrito
todo el ensayo incorrectamente.
4. Enumera las similitudes y diferencias
entre los temas que estás
comparando. A pesar de que se te ha
pedido que escribas un ensayo
comparativo, esto implica incluir
material contrastante. El mejor lugar
para empezar es escribir una lista de
cosas que los temas que estés
comparando tengan en común, así
como las diferencias entre ellos.[4]
5. Evalúa tu lista. Es probable que no puedas
escribir sobre todo en la lista. Revísala y trata
de identificar un tema o patrones entre los
ítems que figuren en ella. Esto puede
ayudarte a decidir basándote en tu
comparación. Es posible que quieras
desarrollar un sistema, como resaltar
diferentes tipos de similitudes en diferentes
colores.
Por ejemplo, si vas a comparar dos novelas,
es posible que quieras resaltar las similitudes
en cuanto a personajes en color rosado, las
similitudes en cuanto a escenarios en azul y
las similitudes en cuanto a temas o mensajes
en verde.
6. Establece la base para la comparación. Esto proporciona el
contexto para tu comparación: ¿cómo examinarás estas dos
cosas? Entre otras cosas, la base puede ser un enfoque teorético,
como el feminismo o el multiculturalismo; una pregunta o
problema para el que desees descubrir una respuesta; o un tema
histórico, como el colonialismo o la emancipación.[5] La
comparación necesita tener una tesis o idea dominante
específica que determine la razón por la cual estás comparando
los dos (o más) temas.[6] La base para la comparación se te
puede asignar. Asegúrate de revisar la asignación o consigna.
Una base para la comparación puede tener relación con un
tema, características o detalles sobre dos cosas diferentes.[7]
Una base para la comparación también puede conocerse como
los "fundamentos" para la comparación o un marco de
referencia.
7. Investiga tus temas de comparación. Aunque debes tener
una comprensión concienzuda de los dos temas que
vayas a comparar, es importante no proporcionar más
detalles de los que la asignación pueda manejar.
Compara unos cuantos aspectos de cada tema en lugar
de tratar de cubrir ambos temas de forma exhaustiva. La
investigación puede no ser requerida o apropiada para tu
tarea en particular. Si no se supone que tu ensayo
comparativo debe incluir investigación, evita incluirla.
Es más probable que un ensayo comparativo sobre
eventos históricos, asuntos sociales o temas relacionados
con la ciencia requiera investigación, mientras que es
menos probable que una comparación de dos obras
literarias requiera investigación.
Asegúrate de citar cualquier dato de la investigación
correctamente según la disciplina en la que estés
escribiendo (por ejemplo, el formato MLA, APA o
Chicago).
8. Desarrolla un enunciado de tesis. Todo
ensayo debe estar controlado por un
enunciado de tesis claro y conciso.
Incluso si se te asignó la base para tu
comparación, tienes que expresar en una
sola oración por qué estás comparando
los dos temas. La comparación debe
revelar algo sobre la naturaleza de los
temas o la relación entre ellos, y el
enunciado de tesis debe expresar ese
argumento
9. Parte 2 de 3: Organizar el contenido
1
Haz un boceto de tu comparación. Antes de
empezar a escribir, es mejor planear tu estrategia
de organización. Una característica única de un
ensayo comparativo es que tienes diferentes
estrategias organizacionales para escoger. Usa la
forma de un boceto tradicional si quieres, pero
incluso una simple lista de puntos en viñetas en el
orden en el que planees presentarlos será útil.
También puedes anotar tus puntos principales en
notas autoadhesivas (o escribirlos en computadora,
imprimirlos y luego cortarlos) de forma que puedas
ordenarlos y reordenarlos antes de decidirte por el
orden final.
10. Usa el método de los párrafos mixtos. Aborda ambas mitades
de la comparación en cada párrafo. Esto significa que el primer
párrafo comparará el primer aspecto de cada tema, el
segundo párrafo comparará el segundo aspecto, y así
sucesivamente, asegurándote de siempre abordar los temas en
el mismo orden.[9] Las ventajas de esta estructura son que
continuamente mantiene la comparación en la mente del
lector y obliga al autor (a ti) a prestar igual atención a cada
lado del argumento.
Este método es especialmente recomendable para ensayos
extensos o temas complicados en donde tanto el autor como el
lector pueden perderse fácilmente. Por ejemplo:
Párrafo 1: potencia del motor del vehículo X / potencia del
motor del vehículo Y
Párrafo 2: elegancia del vehículo X / elegancia del vehículo Y
Párrafo 3: calificación de seguridad del vehículo X / calificación
de seguridad del vehículo Y
11. Alterna los temas en cada párrafo. Dedica uno que otro párrafo a uno
de los temas. Esto significa que el primer párrafo comparará un
aspecto de un tema y el segundo el mismo aspecto del otro tema, el
tercer párrafo comparará el segundo aspecto de un tema y el cuarto
el mismo aspecto del segundo tema, y así sucesivamente,
asegurándote de siempre abordar cada tema en el mismo orden.[10]
Las ventajas de esta estructura son que te permite discutir puntos en
mayor detalle y hace que sea menos discordante abordar dos temas
que sean radicalmente diferentes.
Este método es especialmente recomendable para ensayos en donde
se requiera un poco de profundidad y detalle. Por ejemplo:
Párrafo 1: potencia del motor del vehículo X
Párrafo 2: potencia del motor del vehículo Y
Párrafo 3: elegancia del vehículo X
Párrafo 4: elegancia del vehículo Y
Párrafo 5: calificación de seguridad del vehículo X
Párrafo 6: calificación de seguridad del vehículo Y
12. Aborda un tema completamente a la vez. Esto significa que el primer
conjunto de párrafos en el cuerpo está dedicado a abordar todos los
aspectos del primer tema y el segundo conjunto a abordar todos los
aspectos del segundo tema, asegurándote de abordar cada
aspecto en el mismo orden.[11] Este método es de lejos el más
peligroso, ya que la comparación puede volverse desigual y difícil de
seguir para el lector.
Este método solo es recomendable para ensayos cortos con temas
simplistas que el lector pueda recordar fácilmente a medida que
avanza. Por ejemplo:
Párrafo 1: potencia del motor del vehículo X
Párrafo 2: elegancia del vehículo X
Párrafo 3: calificación de seguridad del vehículo X
Párrafo 4: potencia del motor del vehículo Y
Párrafo 5: elegancia del vehículo Y
Párrafo 6: calificación de seguridad del vehículo Y
13. Parte 3 de 3: Escribir el ensayo
Write a Comparative Essay Step 3
1
Escribe el ensayo en desorden. Aunque es posible que te hayan
enseñado a sentarte y escribir el ensayo de principio a fin, esto no solo
es más difícil sino que también es más probable que haga que tus
pensamientos queden inconexos. Prueba esto en su lugar: • Los
párrafos del cuerpo primero. Revisa toda la información que has
estado recopilando para ver qué clase de historia te cuenta. Solo
después de haber trabajado con tus datos sabrás cuál es el punto
principal del ensayo.
• La conclusión en segundo lugar. Ahora que has hecho todo el
trabajo pesado, el punto de tu ensayo debe estar fresco en tu mente.
Actúa de inmediato.[12]
• La introducción al final. Esto es básicamente una reorganización o
reformulación de tu conclusión. Asegúrate de no reutilizar
exactamente las mismas palabras o frases.[13]
14. Escribe los párrafos del cuerpo. La primera
oración de un párrafo del cuerpo (a menudo
llamada oración temática) prepara al lector
para lo que cubrirás en el párrafo, la parte
central del párrafo presenta la información que
has recopilado y la última oración saca una
conclusión de bajo nivel en base a esa
información. Ten cuidado de no ir más allá de los
límites del párrafo haciendo un punto mayor
sobre los dos temas; ese es el trabajo del párrafo
de conclusión.
15. •Organiza tus párrafos usando uno de los
enfoques que figuran en la sección "Organizar el
contenido" más arriba. Una vez que hayas
definido los puntos de comparación, elige la
estructura para los párrafos del cuerpo (en
donde van tus comparaciones) que tenga el
mayor sentido para tus datos. Para resolver los
problemas organizacionales, es recomendable
que escribas un boceto como referente.
•Ten mucho cuidado de no abordar diferentes
aspectos de cada tema. Comparar el color de
una cosa con el tamaño de otra no hace nada
para ayudar al lector a comprender cómo calza
la una con la otra.[14]
16. Escribe la conclusión. Cuando el ensayo esté
terminado, el lector debe sentir que aprendió
algo y saber que el ensayo está terminado,
no buscar páginas faltantes. La conclusión
debe empezar dando un resumen breve y
general de los puntos que cubriste en los
párrafos del cuerpo y luego sacar una
conclusión más amplia sobre los dos
temas.[15] (Ten cuidado de basar tu
conclusión en los datos y no en tus
preferencias personales, sobre todo si la
consigna del ensayo te ha pedido mantener
un tono neutro).
17. La última oración del ensayo debe dejar al lector
sintiendo que todos los diferentes hilos del ensayo se
han juntado de forma coherente. Sé consciente de
que tus diversas comparaciones no necesariamente
se prestarán para una conclusión obvia, sobre todo
porque las personas valoran las cosas de forma
diferente. Si es necesario, haz que los parámetros de
tu argumento sean más específicos (por ejemplo:
"Aunque X es más elegante y potente, las
calificaciones máximas de seguridad de Y lo
convierten en un 'vehículo familiar' más apropiado").
Cuando tengas dos temas radicalmente diferentes,
a veces ayuda señalar una similitud que tengan
antes de concluir (por ejemplo: "Aunque X e Y no
parecen tener nada en común, en la práctica,
ambos…").
18. Escribe la introducción. Empieza
con un punto general que
establezca la similitud entre los dos
temas y luego pasa al enfoque
específico del ensayo. Al final de la
introducción, escribe un enunciado
de tesis que anuncie primero cuáles
aspectos de cada tema planeas
comparar y que luego presente la
conclusión que has sacado de ellos.
19. Revisa tu escritura. Si el tiempo no es un problema,
la mejor forma de revisar tu trabajo es dejarlo por
un día. Sal, come, bebe algo o diviértete; olvídate
del párrafo o del ensayo hasta el día siguiente. Una
vez que te acomodes para revisar, recuerda que
las dos cosas más importantes que debes hacer es
encontrar problemas y arreglarlos. Esto debe
realizarse por separado (es decir, revisar el ensayo
y encontrar todos los problemas que puedas sin
corregirlos y luego abordarlos durante una
segunda revisión). Aunque es tentador hacerlo al
mismo tiempo, es más inteligente hacerlo uno por
uno; esto asegura que hayas revisado todo y, en
última instancia, hace que el trabajo sea más
rápido y más eficiente
20. •Si es posible, pídele a un amigo que
revise el ensayo, ya que él o ella puede
encontrar problemas que se te hayan
escapado.
•A veces es útil aumentar o disminuir el
tamaño de la fuente al editar para
cambiar la disposición visual del papel.
Observar lo mismo por demasiado
tiempo hace que tu cerebro llene los
espacios en blanco con lo que espera
en lugar de con lo que ve, lo que hace
que sea más probable que pases por
alto los errores.
21. Consejos
•Las citas deben usarse con moderación y
deben complementar concienzudamente el
punto que están usándose para ejemplificar
o justificar.
•El principio clave que debes recordar en un
párrafo o ensayo comparativo es que debes
clarificar exactamente lo que estás
comparando y mantener esa comparación
viva a lo largo del ensayo.
•El título y la introducción realmente atrapan
la atención del lector y hacen que quiera
leer el ensayo. Asegúrate de saber cómo
escribir un buen título para un ensayo.
22. Advertencias
•Evita a toda costa la conclusión que ambos
temas son "similares, pero, sin embargo, diferentes".
Esta conclusión comúnmente encontrada debilita
cualquier ensayo comparativo porque
esencialmente no dice nada sobre la
comparación. La mayoría de cosas son "similares,
sin embargo, diferentes" de alguna manera.
•Ten cuidado con la "conclusión de la sartén", en
la que simplemente recuentas todo lo que se dijo
en el cuerpo del ensayo. Si bien tu conclusión
debe incluir un resumen simple de tu argumento,
también debe presentar enfáticamente el punto
de una forma nueva y convincente, una que el
lector recuerde claramente. Si puedes vislumbrar
una forma de proceder con un problema o
dilema, inclúyela también.
23. •Evita el lenguaje vago, como "las personas", "las
cosas", etc.
•Algunos creen que una comparación "desequilibrada"
(es decir, cuando el ensayo se enfoca
predominantemente en uno de los dos temas y le da
menos importancia al otro) es más débil y que los
autores deben esmerarse en lograr un tratamiento de
50/50 de los textos o asuntos examinados. Otros, sin
embargo, valoran el énfasis en el ensayo que refleje las
demandas particulares del propósito o la tesis. Un texto
puede simplemente proporcionar contexto o una
referencia histórica, artística o política para el texto
principal y, por lo tanto, no necesitaría ocupar la mitad
de la discusión o el análisis del ensayo. Un ensayo "débil"
en este contexto se esmeraría en tratar a los textos
desiguales equitativamente en lugar de esmerarse en
asignar espacio al texto relevante de forma apropiada.