2. La ansiedad y el estrés son dos emociones que se confunden en el lenguaje cotidiano,
en la psicología popular, pero que tienen distintas connotaciones. Ambas son
respuestas de alerta o emergencia que activan nuestro Sistema Nervioso Autónomo
(SNA).
La diferencia está en que el estrés se produce cuando las demandas del medio
exceden los recursos de quien lo manifiesta, o dicho de otro modo, ante una
sobrecarga de trabajo o situaciones que nos superan pero que, en general, superarían
a cualquier persona.
Sin embargo, la ansiedad se trata de la misma emoción, pero cuando se produce ante
algo que el sujeto PERCIBE como amenazante, aunque no lo sea. No todas las
personas en esa misma situación reaccionarían de la misma manera; es entonces la
persona ansiosa quien interpreta una situación como potencialmente peligrosa.
3. Es cierto que se producen los mismos cambios en nuestro organismo ante ambas:
• por una parte, a nivel cognitivo (de los pensamientos) sentimos una incapacidad para
superar la situación;
• a nivel fisiológico (nuestras sensaciones internas en el organismo) tenemos síntomas
como: taquicardia, sudoración, tensiones musculares, dificultad para respirar o sequedad
de boca;
• a nivel motor (de nuestro comportamiento) solemos evitar las situaciones que nos
producen el malestar, o escapar de ellas.
Como todas las emociones, no tienen por qué ser negativas ni positivas, depende de
nuestro temperamento, nuestros fines o nuestros gustos. Así, por ejemplo, cuando
sentimos un cosquilleo ante el primer amor, ¡eso es estrés! Además, ¿de cuántas
personas sabemos que disfrutan subiéndose en una montaña rusa o tirándose en
paracaídas? Ese “subidón de adrenalina” se produce precisamente por la activación
del SNA y, de nuevo, no es otra cosa que estrés.
4. Pero cuando estas emociones nos producen malestar, es útil poner en práctica los
consejos que describo a continuación:
5. Parece muy básico, pero es cierto que una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras
favorecerá un estado de ánimo adecuado. Son desaconsejables las dietas basadas sólo en
proteínas, pues también los hidratos de carbono son básicos para cargar nuestro cerebro de
energía; no olvidemos, que éstos son la base de la alimentación humana.
6. Está demostrado que el ejercicio puede combatir tanto la fatiga crónica como el insomnio. Se
produce relajación.
Además, es capaz de reducir la ansiedad y la depresión, pues se liberan catecolaminas en el
cerebro y endorfinas en sangre, unas sustancias químicas que produce nuestro organismo que
neutralizan el dolor y elevan el estado de ánimo.
7. Promover el ocio, tener tiempo para la diversión, es fundamental para no caer en el estrés.
Es recomendable tener todos los días un tiempo para dedicarlo a nosotros mismos. En ocasiones, casi
sin darnos cuenta, un día nos encontramos agotados y no encontramos demasiado sentido a nuestra
vida: hemos estado trabajando sin descanso, por tanto, sin momentos para disfrutar.
A veces, nos damos cuenta de que no tenemos hobbies. Es el momento para recordar aficiones del
pasado o para probar aquellas actividades que interesan a otras personas y así descubrir las nuestras.
8. Muy relacionado con el punto anterior estaría el poner en práctica técnicas de planificación del
tiempo porque, ante el consejo anterior, la excusa que solemos poner es: ¡pero si no tengo
tiempo!
Podemos encontrar numerosa bibliografía que nos ayude en este sentido;no obstante, como
práctica general, hacer listas de tareas pendientes y priorizarlas resulta muy eficaz. También es
bueno realizar por escrito un horario en el que incluyamos tiempo de descanso.
9. Realizar una técnica de relajación de forma diaria es otra de las prácticas recomendadas. En
muchos gimnasios se pueden encontrar estas actividades, en forma de: yoga, pilates… También
existe mucho material multimedia en el mercado.
Pero, los estudios científicos recomiendan especialmente la Relajación Muscular Progresiva. Está
demostrado que mejora el nivel inmunológico, la circulación sanguínea, la presión arterial… Entre
otros efectos beneficiosos para el organismo. Un psicólogo podrá enseñarnos este tipo de
relajación o, de nuevo, podemos buscar bibliografía al respecto.
10. Este paso es fundamental. Existen muchos autores (médicos y psicólogos) que plantean formas
de alcanzar este objetivo.
Uno de los profesionales más conocidos es Albert Ellis, quien plantea que es necesario desechar
de nuestra mente las creencias irracionales (que tenemos todos los seres humanos, pero algunos
en mayor medida).
11. Estas creencias se pueden resumir en tres:
• Tengo que actuar bien para ganar la aprobación de los demás; es decir, tengo que ser perfecto
para que los demás me quieran y me valoren.
• Los demás deben actuar correctamente hacia mí.
• Las condiciones de mi vida deben ser fáciles para conseguir lo que quiera sin mucho esfuerzo.
Pensar de esta manera nos traerá muchos problemas, así que lo mejor es tratar de evitar este
tipo de pensamientos. Expongo todo un listado de ellos al final del texto, de forma que seamos
capaces de reconocerlos y, así, combatirlos.
12. Es más útil pensar:
• me gusta hacer bien las cosas, pero la perfección es imposible. Como no hay nadie perfecto, no
necesito serlo yo para ganar la aprobación de los demás;
• los demás actúan de acuerdo con sus intereses: es un hecho. Puedo tratar de ganarme el
respeto de los demás siendo yo respetuoso con ellos, pero no siempre lo conseguiré.
• En la vida hay que luchar, trabajar, para conseguir lo que se desea. El esfuerzo es necesario y,
lamentablemente, no siempre es suficiente para conseguir lo que queremos.
13. En fin, en general, una vida sana nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y las sensaciones
de angustia que aparecen en ciertas situaciones que parecen incontrolables.
De todas formas, si estos consejos no son suficientes porque se tiene una elevada ansiedad o
ésta se ha vuelto crónica, se ha convertido en un estilo de vida, la mejor solución es acudir a un
profesional de la salud mental.
14. reacción de alerta que se produce ante
estímulos que la persona percibe como
amenazantes para el organismo.
ANSIEDAD
reacción de respuestas de emergencia
que se activa para hacer frente a un
sobreesfuerzo físico o psicológico o
cuando las demandas del medio
exceden los recursos o competencias
del sujeto.
ESTRÉS
15. Ambas emociones se manifiestan en tres sistemas de respuesta:
Pensamientos de incapacidad
para superar una situación.
COGNITIVO
Taquicardias, sudoración,
tensiones musculares, dificultad
para respirar, sequedad de boca...
FISIOLÓGICO
Evitación y/o escape de las situaciones o
estímulos que se perciben como
peligrosos.
MOTOR
16. El sistema nervioso es el rector y coordinador de todas las funciones, conscientes e inconscientes
del organismo, consta de:
17. Recibe la información de las vísceras y del medio interno, para actuar sobre sus músculos,
glándulas y vasos sanguíneos. Regula funciones como la digestión, circulación sanguínea,
respiración, metabolismo...
Se divide funcionalmente en:
18. Consiste en aprender a tensar, y luego a relajar, distintos grupos de músculos, mientras que se
dirige la atención a las sensaciones asociadas a la tensión y a la relajación.
En definitiva, además de
relajarte, también se
aprende a reconocer y
diferenciar cómo a lo largo
del día aparecen
momentos en los que
estamos más tranquilos y
cómo hay otras situaciones
en las que, muchas veces
de forma inconsciente,
nuestros músculos se
contraen.
19. 1. Para el ser humano es una necesidad extrema el ser amado y aprobado prácticamente por
toda persona significativa de su comunidad.
2. Para considerarse a sí mismo valioso hay que ser muy competente, suficiente y capaz de
lograr cualquier cosa en todos los aspectos posibles.
3. Es tremendo y catastrófico el hecho de que las cosas no vayan por el camino que a uno le
gustaría.
4. Cierta clase de personas es malvada e infame. Estas personas deben ser seriamente
culpabilizadas y castigadas por su maldad.
5. Invariablemente existe una solución precisa, concreta y perfecta para los problemas
humanos, y si ésta no se encuentra, sobreviene la catástrofe.
20. 6. La desgracia humana se origina por causas externas y la gente tiene muy poca capacidad, o
ninguna, para controlar sus penas y perturbaciones.
7. Es más fácil evitar ciertas dificultades y responsabilidades que afrontarlas.
8. Si algo es o puede ser peligroso o terrible, uno debe sentirse inquieto y deberá pensar
constantemente en la posibilidad de que ocurra.
9. La historia pasada es un determinante decisivo de la conducta actual, algo que ocurrió una
vez y le conmocionó, debe seguir afectándole indefinidamente.
10. Hay que lograr la felicidad por inercia y sin hacer nada, pasivamente.