La postmodernidad se considera el fin de la historia al analizarla de manera filosófica e introspectiva, diferente al análisis más profundo de la modernidad. También se ve como una emancipación radical de la modernidad y su presión ideológica totalitaria. Sin embargo, analizar la postmodernidad estando aún en ella es complicado, y en realidad es una continuación evolutiva de las ideologías modernistas, por lo que no marca el fin de la historia sino su continuidad mientras exista lo humano.