El documento analiza la película "El Señor Doctor" y cómo ilustra las características deseables de un profesional médico con formación en antropología médica, como la empatía, la vocación de servicio y el apoyo emocional a los pacientes. Describe la historia de un médico que, después de 15 años de práctica en un pueblo alejado, se especializa en la capital para mejorar el cuidado de la salud de su comunidad. Aunque encuentra avances tecnológicos, mantiene la esencia de su form

1. ANALISIS ANTROPOLÓGICO DE LA PELÍCULA EL SEÑOR DOCTOR
Esta película es muy ilustrativa sobre las características que esperamos de un personal de
salud con formación en antropología médica, evidenciada por la identificación humanitaria,
la vocación de servicio, la empatía, la solidaridad y soporte emocional a las personas que
acuden a nosotros por un problema de salud. Por ello no debemos olvidar el compromiso
que asumimos al iniciar nuestras carreras, asumir con responsabilidad nuestro rol en la
sociedad, especialmente para la salud pública que ha sido característica del profesional
médico desde la antigüedad.
Trata de la experiencia de un médico que, tras 15 años de haberse dedicado a práctica
profesional en un pueblo alejado y luego de observar sobre el comportamiento de los
habitantes de su pueblo y cómo se relacionaban con el cuidado de la salud; identifica
muchas necesidades de la medicina de su época y para adquirir la experiencia necesaria
observando sus propias falenciasfrente a las diferentesenfermedadesy como eran tratadas
por los demás recursos humanos comunitarios profanos en el cuidado de la salud del
pueblo, decide especializarse para ello se dirige hacia la capital tras haber ganado una
beca.
En su capacitación encuentra que los avances tecnológicoslo envían a un nuevo comenzar,
pero con un valor agregado, la esencia de su formación. La experiencia de contacto con el
paciente y la humanidad que lo caracteriza, involucrándose en el proceso de cambio, no
solamente el suyo en el enfoque de conocimientos, sino también en el proceso de
humanización, de quienes se encontraban abstraídos por la modernidad a quienes recordó
que en el ejercicio de la medicina el paciente no se ve como un objeto de estudio, sino que
el enfermo es comprendido, respetado y apreciado como se merece todo ser humano. Por
lo tanto, el médico antropológico debe tener verdadera vocación por la medicina; una bien
lograda formación científica; sensibilidad para atender al hombre enfermo, comprender el
sentido de sus palabras y silencios, sus gestos y reticencias; condiciones de humanidad;
reconocimiento de la persona, de la dignidad humana y de la libertad; y formación cultural
general.
Como doctorandos debemos rescatar ese compromiso con el ser humano en una etapa tan
vulnerable que es, la enfermedad, en sus diferentes grados de compromiso y lo que
representa para la comunidad el trabajo del personal de salud. El profesional de la salud
debe identificarse de tal modo con el paciente, entendiendo que en algún momento también
nosotros necesitaremos atención de nuestros problemas de salud. Ha sido muy gratificante
poder evidenciar las características de nuestra práctica profesional e identificar aquellas
cosas que hemos ido olvidando probablemente por la rutina y tenemos que ir mejorando.
Alumna: Luz Aurora Vallejos Rojas