El documento discute las ofrendas de Caín y Abel, explicando que la ofrenda de Caín fue rechazada no por la cantidad o calidad, sino porque provenía de una tierra maldecida después de la caída, mientras que la ofrenda de Abel fue aceptada por Dios debido a la fe de Abel. El documento concluye preguntando cómo hacer una ofrenda aceptable a Dios.