La violencia doméstica implica lastimar a un cónyuge, pareja o familiar y es un problema serio que causa lesiones físicas y emocionales. Afecta a personas de todas las edades, niveles socioeconómicos y orígenes, aunque las mujeres entre 16-24 años tienen el mayor riesgo. Es difícil conocer su alcance real debido a que frecuentemente no se denuncia.