(sep.2016) En México La Tradición es un poema de color. Una festividad de esencia prehispánica que nace en Querétaro y lleva casi 500 años de celebración anual. Quien sólo lo mira desde la superficie, no puede percibirlo más que como una expresión de colorido y ruidoso folklor. Quien mira más adentro, desde el silencio, encuentra sin duda el profundo sentido místico que va mucho más allá de cualquier religión, y que es la fuente y sustento de toda esta festividad de La Tradición de la Danza Conchera de 4 días de duración. El diaporama aquí presentado es una reedición actual de la edición original elaborada en 2010.
Producción original: Carlos Rangel
3. En el México prehispánico, Quetzalcóatl -el dios del viento- era representado por una figura en
forma de cruz de brazos iguales, llamada Nahui Olin, simbolizando no sólo los puntos cardinales,
sino las cuatro eras anteriores de la creación, los cuatro ciclos del calendario y los cuatro
elementos: fuego, aire, agua y tierra.
El sincretismo nace en ese mágico momento del siglo XVI donde la leyenda cuenta que hubo
una batalla florida en que el símbolo en cruz de Quetzalcóatl aparece en el cielo, acompañado
de lo que parecía un hombre a caballo que los españoles identificaron como Santiago Apóstol.
4. Cuando esto sucede todos caen de rodillas y cada uno en su lengua grita: EL ES
DIOS, porque tanto conquistadores como indígenas reconocieron en la imagen del
del cielo -cada uno desde su cosmogonía propia-, al Creador del Universo.
Hasta el momento sigue vigente tan significativa frase como saludo o para iniciar o
finalizar una intervención en cualquier momento de los largos y complicados
rituales.
7. La Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz de los Milagros tiene gran
arraigo desde entonces.
Su efigie, realizada en cantera por manos de indios chichimecas de la
época, se venera hoy en el altar mayor del templo.
9. El convento de la Santa Cruz fue el primer Colegio Eclesiástico Franciscano de Propagación de la
Fe (Propagande Fide) en el continente americano. De ahí salieron numerosos misioneros como
Fray Junípero Serra, constructor de las misiones franciscanas de la Sierra Gorda y de la Alta
California, quien fuera canonizado en 2015.
También ha sido de gran importancia para la historia del país, pues sirvió de prisión para Don
Miguel Domínguez y Epigmenio González durante la conspiración de la Independencia, fue
tomado por el general Agustín de Iturbide para poner fin al régimen virreinal en Querétaro, y fue
cuartel y primera prisión del Emperador Maximiliano durante el sitio de Querétaro en 1867.
11. Desde sus inicios, año con año los indígenas de la época comenzaron a hacer resurgir La Tradición y
efectuar rituales ceremoniales siguiendo fielmente las costumbres de sus ancestros, con el fin de
honrar la Santa Cruz de los Milagros, tradición que prevalece intacta hasta nuestros días, pasando
de generación en generación.
Esta celebración se lleva a cabo cada año del 12 al 15 de Septiembre, en la cual participan todas las
agrupaciones o Mesas de Concheros de Querétaro, entre las más grandes, sólidas y de más fuerte
arraigo, están las de las familias Rodríguez, Aguilar y otros.
Numerosos Concheros provenientes de otras partes del país y del extranjero se incorporan a las
festividades, participando en todas o en algunas de las etapas de la celebración y cada año se
incorporan a las diferentes asociaciones muchas personas que tienen el deseo de ser partícipes de
este esfuerzo por mantener viva La Tradición.
14. La celebración comienza desde la noche del 12 de Septiembre con la Santísima
Velación, un ritual de profunda sacralidad y marcado sincretismo, como
preparación espiritual para llevar a cabo las danzas de los días posteriores,
permaneciendo en vela toda la noche y concluyendo la ceremonia en algún
momento de la mañana siguiente.
16. Todo se lleva a cabo en una atmósfera de gran respeto, armonía, veneración y espíritu de
servicio, donde el humo del copal limpia las energías de los participantes y visitantes a la
ceremonia y eleva las oraciones al Creador.
Se reciben ofrendas, que generalmente consisten en veladoras y flores de todos colores,
predominando los claveles rojo y blanco, que son los colores institucionales del Templo de la
Santa Cruz, y la mexicanísima flor de cempaxúchitl, de amarillo brillante.
Mediante una serie de variados y profundos simbolismos se representa el Ometéotl, o principio
de la dualidad Divina, las energías femenina y masculina, la noche y el día, el jaguar y el águila,
la madre tierra y el padre sol.
19. En esta ceremonia se purifica el danzante mediante el copal, acompañado del sonido mágico
del Huéhuetl (tambor) que hace vibrar con sus ritmos a los presentes, llevando a estados
alterados de conciencia a quienes se sumergen en la sacralidad del rito, sin necesidad de
hacer uso de las medicinas ancestrales de los antiguos indígenas.
Los sonidos se complementan con la concha (una especie de mandolina de armadillo),
chirimías y sonajas. En ciertos momentos muy especiales se hace tocar el caracol para el
inicio o fin de alguna de las etapas del rito.
21. Los cantos sagrados en lengua náhuatl y otras lenguas del México Antiguo, salpicados de
algunas palabras y expresiones en español, son una alabanza y muestra de respeto a la
Madre Tierra y a las Benditas Animas de los ancestros, tanto recientes como de los
indígenas de hace muchos siglos.
Todo ello está representado en la profusa decoración del altar, lleno de flores, frutas,
objetos diversos, imágenes religiosas, prehispánicas, fotografías de los antepasados, en
varios niveles de profundo simbolismo, que en su esencia se fusiona con la esencia de los
simbolismos de otras culturas ancestrales alrededor del planeta entero, culminando en lo
alto del altar con una réplica de la Santa Cruz de los Milagros.
29. En cierto momento hace la visita simbólica el sacerdote franciscano del Templo de La
Cruz, para bendecir esta ofrenda sagrada en remembranza a los abuelos danzantes, a
los indígenas de hace casi cinco siglos que murieron defendiendo a su pueblo
Chichimeca y respetando a la vez las costumbres y tradiciones ancestrales. Se hace
acompañar de un gallo, que antiguamente era un gallo de verdad y que ahora es
meramente simbólico en una figura artesanal.
33. Con gran reverencia se hacen representaciones con flores en una gran ofrenda llamada LA
FIGURA que contiene los elementos fundamentales de la geometría sagrada, teniendo como base
el círculo y la tétrada sagrada, haciendo alusión a los cuatros vientos, al Padre Cielo y a la Madre
Tierra, es decir, a las seis direcciones del universo.
Igualmente se preparan los bastones, las custodias y el gran Xóchitl (coloquialmente pronunciado
súchil y en algunos lugares llamado Chimal), gran armazón cubierto de flores y cucharillas (parte
interior de las hojas de una variedad particular de cactus conocida bajo el nombre de guapilla)
que una vez concluida su elaboración, se coloca a las afueras del templo.
36. Parte de la celebración de esta velación consiste en asignar
las 5 PALABRAS (actividades o cargos) a 5 personas claves del grupo:
1ª PALABRA: Coordina el tiempo y pide permiso para comenzar la OBLIGACIÓN (ritual de la danza durante los siguientes
días)
2ª PALABRA: Apoya a la Primera y ofrece la oración al principio y al final
3ª PALABRA: Asigna las danzas a cada uno de los participantes cuando pasan al centro a hacer su danza personal
mientras los demás acompañan, siendo guiados por sus movimientos, pero con los pasos de algunas de las danzas
establecidas
4ª PALABRA: Siempre es un varón, que otorga permiso a los integrantes varones del círculo para ausentarse del
mismo, con apoyo de la parte femenina
5ª PALABRA: Conformada de varios sargentos para regir el orden dentro del círculo de danza
39. Simbólicamente, al inicio del desfile van los frailes franciscanos del Templo de
la Santa Cruz de los Milagros, ya que es una remembranza de los tiempos
antiguos de la evangelización.
41. Se preparan todos los danzantes portando sus espectaculares atuendos ceremoniales,
complementándolos con las Hueseras en los tobillos, una especie de brazaletes hechos de la semilla
o hueso de un árbol llamado fraile, y portando sobre la cabeza el Copili (penacho) casi siempre
elaborado por ellos mismos, donde cada uno es una verdadera obra de arte formada por una
infinidad de costosas plumas de diversas aves como águila, cóndor, faisán, guacamaya, gallo,
avestruz, guajolote (pavo), pavo real, quetzal y muchas otras más.
49. Todas las asociaciones o Mesas, organizadas como en la milicia, tienen su propio general,
capitanes, malinches, sargentos, alférez, tropa, y por supuesto, su Cuartel. Gracias a este
orden jerárquico se puede conservar la organización interna del grupo y continuar con La
Tradición.
56. Son literalmente miles de danzantes de todas las jerarquías que con el mayor respeto participan en una
especie de procesión danzante que a partir de las 4 de la tarde recorre algunas de las principales calles
del centro de la ciudad, culminando su recorrido al anochecer en el Templo de La Cruz, donde una
comisión de cada Mesa presenta en el interior del Templo su propia ofrenda, mientras el resto
permanecen afuera, danzando.
A esta celebración, además de los danzantes que forman parte de la tradición, se unen muchas
personas que van para “purgar una manda” de algún favor recibido o un milagro que les hizo la
Santísima Cruz de los Milagros del cerro del Sangremal.
61. La fiesta culmina este día con la quema del castillo de fuegos artificiales, cuyo
espectáculo es un deleite para danzantes y visitantes, para chicos y grandes.
65. No hay nada en La Tradición Conchera que sea al azar o por capricho. Absolutamente todo obedece
a un motivo, a un sentido ulterior de las cosas, cuya expresión -eso sí- es intuitiva y personal de
quien la lleva a cabo.
La OBLIGACIÓN (rito de la danza) comienza temprano, a las 10 am acompañada con el sonido del
Huéhuetl y realizando algunas de las danzas acorde de su ritmo particular, como la danza del Sol, del
Águila Blanca, de la Paloma, del Maíz, etc.
Los danzantes se colocan siempre formando el círculo sagrado teniendo como centro el altar con las
ofrendas y sahumerios donde el copal es fundamental, comenzando con la invocación y el permiso
a los cuatro vientos, hacia arriba, al cielo, y hacia abajo, a Tonanzin, la Madre Tierra, las Seis
direcciones del Universo.
71. El altar es el centro mismo generador de la energía del grupo que se expande hacia el círculo
de participantes en la danza, o varios círculos concéntricos si el contingente es muy numeroso,
transformando a todo el conjunto en una sola entidad danzante al unísono que va y viene,
fortaleciendo la energía del movimiento grupal la cual se eleva al cosmos, al Creador, en
oración colectiva en Olin (movimiento).
73. Para el espectador profano puede parecer simplemente una bella coreografía sincronizada
llena de colorido folklor y espectacular vestuario. Pocos saben que cada movimiento tiene un
porqué, que obedece a una razón llena de misticismo en donde cada parte del cuerpo tiene su
propio simbolismo y función energética, al tocar con los pies preferiblemente desnudos, la faz
de la Madre Tierra, subiendo la energía a lo largo del cuerpo y haciendo una conexión con el
Cosmos mediante los movimientos de los brazos que al levantarlos, se establece la unión con
el Padre Creador del Universo.
79. La OBLIGACIÓN se desarrolla durante todo el día, con algunos pequeños recesos luego de un
determinado número de danzas consecutivas, aunque si alguno de los participantes necesita
ausentarse un momento solicita el permiso de la 4ª o 5ª palabra.
Hay una pequeña tregua para descansar y alimentarse, para lo cual cada Mesa se dirige a su
cuartel, reanudando la OBLIGACIÓN por la tarde y continuar sin tregua hasta terminar las 9
de la noche.
91. Desde el alba comienzan Las Mandas, peregrinos que llegan de rodillas desde las faldas del
cerro del Sangremal, hasta el altar del Templo de la Santa Cruz, generalmente para
agradecer alguna gracia recibida, aunque también hay quien acude para solicitar algún favor
especial, casi siempre relacionado con la salud, ya sea propia o de algún pariente cercano.
94. El último día de la festividad concluye con la celebración de una Misa católica en honor a la
Santísima Cruz de los Milagros, a los Danzantes y sus Ancestros. Este rito se lleva a cabo en el atrio
de la iglesia, a la usanza de los tiempos antiguos.
El sacerdote oficia la Misa rodeado de los Altos Dignatarios de los más importantes Cuarteles de La
Tradición Conchera. Frente al altar, al pie de la escalinata se colocan las malinches sahumadoras de
cada Mesa, pues el fuego es un privilegio exclusivo de la mujer, y constantemente renuevan sus
sahumerios con perfumado copal.
97. En el momento crucial de la Misa, la Consagración del Pan y del Vino, con la más sagrada reverencia
las malinches sahumadoras levantan sus sahumerios inundando el espacio con el humo purificador
del copal al momento en que el sacerdote levanta la hostia y el cáliz mientras todas las campanas de
la iglesia redoblan a vuelo alternando con los Etecocolis (caracoles)y una serie de estruendosos
“cuetes” de pólvora estallan simultáneamente en los aires en un derroche de sonidos, perfumes y
profundas emociones que se desbordan en quienes tienen el privilegio de asistir a esta celebración
sin igual, de un eclecticismo que rebasa la cordura e inunda el Espíritu.
101. Al final de la Misa los danzantes se reúnen en sus círculos, hace una salutación a
los cuatro vientos y ejecutan algunas pocas danzas.
Se levantan los Xóchitls monumentales y los danzantes se despiden de los cuatro
vientos para regresar a sus cuarteles y hacer el cierre privado de la celebración.
112. Cada quien regresa a sus casas para continuar al día siguiente su vida “normal”
como estudiantes, profesionistas, trabajadores, amas de casa, etc.,
reincorporándose a la cotidianidad de la vida como un ciudadano más, pero ellos
saben que sus corazones laten con una energía diferente, porque son portadores y
continuadores de La Tradición.
114. Por la noche la fiesta continúa…
Pero ya es otra fiesta, la conmemoración del aniversario del inicio de la Independencia de
México, que dio inicio cuando Miguel Hidalgo -el cura del pueblo de Dolores, en
Guanajuato- convocó a los feligreses y a la población entera, la madrugada del 16 de
septiembre de 1810, suceso que en todo México se festeja a las 23:00 de la noche
anterior.