2. Herencias de tradiciones africanas también muestran
orígenes indígenas y españolas que fueron
adoptadas por los afrodescendientes de la región.
Durante el periodo colonial en esta región las
herencias musicales africanas y los cantos
españoles surgieron, hubo una gran variedad de
tonalidades y entre ellas se destaca el currulao,
abozao, patacore, el bereju, juga, el aguabajo, la jota
y bunbe entre otras
3. Otros ritmos y cantos populares son: aguacorta, andarele, caderona, polca
mazurca, calipso chocoano, chigualo, caracumbé, agualarga, aguamaleña, andarete, salve,
romance, villancico, pregon, tiguaranda, pangota, pilero, castruera, paloma, margarita, jagua,
caramba, gallinazo, guapi, guabaleña y la contradanza chocona
Los cantos de boga: Son canciones asociadas a la labor de la navegación, que se instrumentalizan
de manera libre. En el Pacífico, los bogas afrocolombianos acostumbran cantar mientras baten los
remos sobre el agua. Esta costumbre, de tiempos inmemoriales, es un recurso empleado por los
pobladores ribereños para acompañar su soledad en medio de los ríos y la selva. Las temáticas
giran en torno a temas cotidianos como el amor, la vida, el paisaje.
Contradanza: En el Chocó y el occidente de Antioquia se le imprimió una melodía sincopada, más a tono con
los gustos del mulato y el negro, siendo tocada exclusivamente para bailar.
4. El bunde: En este sentido es una expresión de los ritos fúnebres y, a la vez, una forma
de canto inserto en el ámbito de las rondas y juegos infantiles que ejecutan los chiquillos
en el patio de la casa mientras los adultos se ocupan del rito mortuorio propiamente
dicho. En la interpretación del bunde se emplean únicamente los tambores, que registran
una métrica pausada. Los cantos, en coro, se alternan con los toques del tambor en
aquellas ocasiones en que se trata de una celebración; en caso contrario, las voces no
intervienen.
Cantos religiosos: En los ritos se acostumbra interpretar cantos religiosos a capella, que
algunas veces permiten la adhesión de sencillos toques de tambor. Estas expresiones
musicales se conocen en el litoral con los nombres de alabaos, salves y arrullos.
El alabao: En esencia es un canto coral de alabanza o exaltación religiosa ofrendado a los
santos. Con el transcurrir del tiempo su uso se hizo extensivo al contexto fúnebre, convirtiéndolo,
además, en un canto de velorio para adultos. Por lo general se interpreta sin instrumentos,
aunque en algunas ocasiones puede tener acompañamiento rítmico de percusión. En algunos
casos las temáticas de los versos se apartan del contexto religioso y resaltan aspectos profanos.
En los alabaos de tipo fúnebre se combinan de forma indistinta pasajes que hacen referencia a la
vida del difunto y exhortaciones místicas.
5. Los salves: Es una forma de alabao típico del departamento del Chocó, interpretado con gran
sentido devocional en homenaje a la Virgen María o a ciertas advocaciones femeninas.
Currulao: esté es el ritmo más destacado y conocido del litoral pacífico. Con el instrumental típico (cununo,
guasá y marimba). La letra del Currulao hace referencia casi siempre a un lamento o a un suceso de la vida
campesina del hombre chocoano. De este aire se derivan ritmos como el Bullerengue, el Bunde, la Juga, el
Berejú, el Patacoré, el Abozao, arrullos y romances entre otros.
La caderona: Al parecer este ritmo es una derivación de los landos o danzas de vientre, que
acostumbraban los mineros esclavizados en sus fiestas probablemente rememorando ritos
de fertilidad africanos. Su base rítmica pertenece al ámbito del abozao y se ejecuta en
compás de seis octavos.
La bámbara negra: Ritmo típico de la región centro-sur del Pacífico. Es un canto bailado en el
que la fase melódica se ciñe a la actuación vocal, que es adelantada por un coro de cuatro
voces.
La juga es una variante del currulao destinada a las celebraciones navideñas y a otras fechas especiales.
Esta tonada se caracteriza por conservar el compás de seis octavos propio del ritmo patrón del litoral
Pacífico.
La jota: Del ritmo vivo y fiestero de la "jota aragonés", se pasó a un ritmo emparentado con el toque del
currulao. En ella la melodía pierde casi todo el relieve sonoro y el "canto" propiamente dicho,
transformándose en una secuencia para ser bailada con pleno dominio de los tambores.
6. Clarinete: Instrumento musical aerófono de llaves con boquilla, de origen europeo, que en el Chocó remplaza a la
flauta o corneta encargada de llevar la melodía.
En la Costa Pacífica se usa sólo en el Chocó específicamente en las orillas del Atrato y San Juan.
Bombardino: Aerófono de metal, acompaña al clarinete o conjunto en el que lleva la melodía.
Bombo o Tambora: Membranófono, es un tambor mediano de dos parches de piel de animal con llaves de
cabuya o bejuco de procedencia indígena (noanamá) cuyo cuerpo cilíndrico se saco de un árbol llamado balso.
Requinta: Es un redoblante más pequeño, a veces fabricado en forma globular utilizando una calabaza cortada,
pero dotada de la cuerda vibrátil. En el Chocó se hace un tronco cilíndrico con dos parches, y sirve como
acompañamiento en el conjunto de la chirimía; se toca con dos palitos semejantes a los que usan las bandas de
música de origen europeo.
Los platillos: Instrumento de percusión de origen europeo. Los platillos son del grupo de los idiófonos, son de
forma circular y se construyen en hierro
El guasa: Es un instrumento idiófono típico del litoral o Costa Pacífica, se construye con guadua de 40 a 60 cm de
largo aproximadamente por 6 u 8 cm a 10 cm de diámetro. Va sellado o cerrado, esto una característica de la
nudosidad propia de la guadua, por el otro lado va sellado por una tapa de la misma caña o guadua, contiene
adentro piedras, semillas, etc., su ejecución es en una forma diagonal moviendo arriba y abajo batiendo brazos.
7. Marimba de Chonta: También es de la Costa Pacífica. Se construye con tarros de guadua cortados de mayor a
menor, se cuelgan en forma vertical y cubiertos por tablillas de chonta, que se golpean con palos protegidos con
bolsas de caucho. Es un instrumento de percusión del grupo de los determinados ya que produce alturas sonoras,
se utiliza para tocar melodías con un revés de acompañamiento.
El Cununo: Es un tambor de forma cónica originario de la Costa del Pacifico, posee cuero o membrana y está
cercado en el fondo. El fondo del cununo de la Costa Atlántica esta abierro, esta es su diferencia, se construye
cununo hembra y macho; el cununo hembra pequeño y el cununo macho más grande. Es un instrumento de
percusión y pertenece al orden de los indefinidos.
Flauta de Carrizo
Es una flauta transversal, se construye del tallo seco de una caña de la región parecida al bambú, tiene como
característica ser fibrosa por dentro y de fina textura por fuera.
Existen ejemplares de diferentes dimensiones según la apreciación de quien lo construye y quien lo ejecuta. Su
patrón es variado y el ideal es de 65 cm. 3 de diámetro y en cada dos perforaciones una distancia de 5 cm,
aproximadamente.
Los aires musicales autóctonos, llamados "música negra"
10. Patricio Romano Petronio Álvarez Quintero o simplemente Petronio, nació el 1 de octubre de 1914 en la isla de
Cascajal, Buenaventura, en la costa Pacífica colombiana. Este músico y compositor es hijo de Juana Francisca
Quintero Asprilla, una chocoana escritora de versos, y de José Joaquín Álvarez, sus canciones fueron inspiradas en
el amor, la mas conocida en la actualidad es “mi buenaventura”. Desde pequeño la música se convirtió en su medio
de expresión dedicándose a tocar la guitarra. Este intérprete de sones, milongas, bambucos y currulaos, murió el
10 de diciembre de 1966 en Cali a los cincuenta y dos años. En su honor se le dio el nombre al Festival de Música
del Pacifico “Petronio Álvarez”, que se celebra anualmente en Santiago de Cali. Algunas de sus más reconocidas
canciones con ritmo pacífico son: “Adiós a Colombia”, “El Cauca”, “Viendo Correr”, “Bome”, “Adiós al Puerto”,
“Roberto Cuero”, “Cali, ciudad sultana” y el currulao “Mi Buenaventura”
Herencia de Timbiquí es quizás el grupo más representativo del folclore y de la música en general en su pueblo,
Timbiquí. Sin embargo, no habrían logrado ser lo que son hoy por hoy si no hubiesen tenido referentes sonoros y
culturales de su región.
Grupo Folklórico Socavón: “Son muy importantes porque fueron el primer grupo de música folclórica de
Timbiquí”. Se fundaron en 1999 con la idea de conservar, fortalecer y difundir la música tradicional del Pacifico
colombiano. Su propuesta explora ritmos como el currulao, juga, bunde, rumbas y alabaos.
11. Grupo Canalón de Timbiquí: “Es el grupo folclórico que más gloria le ha dado a la música del Pacífico, son los
que más han divulgado nuestros sonidos. Su propuesta es exquisita y se han sabido mantener”. Nacieron en el
año 2003 y están comandados por la talentosa Nidia Sofía Góngora. Hacen homenaje a las riquezas de su tierra y
al trabajo de hombres y mujeres aguerridos que se juegan la vida en las minas buscando oro en Timbiquí.
Grupo Saboreo: “Hay que hacerle un rescate importante. Es el grupo más norte de nuestro Pacífico y se merecen
un mayor reconocimiento”. Los dirigidos por Octavio Panesso Arango llevan más de una década trabajando por las
expresiones artísticas de su región. Sus canciones son un viaje de sonidos que van desde el folclore, pasando por
los ritmos tropicales, caribeños, salsa, merengue, balada y pop.
Peregoyo y su Combo Vacana: “Fue el primer grupo que orquestó la música del Pacífico colombiano”. La
orquesta del maestro Néstor Urbano Tenorio, más conocido como Peregoyo, fue la primera orquesta en grabar en
la costa pacífica en los años 60. El Combo Vacaná fue, además, es una de las primeras orquestas afro-
colombianas que grabaron en nuestro país. Peregoyo fue el intérprete del éxito “Mi Buenaventura”, himno de ese
puerto, compuesto por Petronio Álvarez.