En este trabajo se entrecruza la recuperación precolombina que abarca el vigente proyecto CORPYCEM con el ethos barroco como “modo de percibir la vida y el mundo” propuesto por Echeverría (2008) de cara a la definición de una perspectiva etnológica en el estudio de la poesía mexicana contemporánea. Dicho enfoque, a partir de motivos, símbolos y deidades anteriores a la conquista de América confirma desde un prisma indigenocéntrico, por un lado, la hipótesis de que el ethos barroco se manifiesta como agente estructurante de las estéticas literarias latinoamericanas del siglo XX a través, principalmente, de un manejo específico del lenguaje, que opera por medio de artificios y recursos paródicos; y, por otro, remacha la necesidad de vehicular una episteme de resistencia y creación que abarca los estratos ontológico, gnoseológico y axiológico por parte de algunas referencias para la lírica del país con más hispanohablantes. Así pues, la investigación atiende a cuatro libros: La sin ventura (1956) de Alaíde Foppa, Canto a nosotras mismas (1982) de Laura García Renart, Jaguar (1991) de Elsa Cross y Netzahualcóyotl recorre las islas (1996) de Kyra Galván. Con el análisis de tales obras se demuestra el interés que existió en la segunda mitad del siglo pasado por reivindicar una identidad femenina desde las enunciantes de dichos poemarios, más allá de fronteras geográficas o temporales, a la vez que se configura el ethos barroco mediante la reconstrucción del mundo precolombino. El reconocimiento de la problemática narrada de diversos modos confiere una mixtura, prehispánica y novohispana; que explica, a su vez, base sustancial de los recursos que operarán en poetas posteriores.