Presentación en power point realizada por alumnos de 4º de la ESO, expuesta en clase y usada como recurso didáctico. La colgamos en el blog de nuestro departamento para que pueda ser consultada por todos.
IES Airén, Tomelloso (Ciudad Real, España).
2. Pío Baroja y Nessi (San Sebastián, 28 de diciembre de 1872 – Madrid, 30 de
octubre de 1956), escritor español de la llamada Generación del 98.
Pío Baroja perteneció a familias siempre muy distinguidas y conocidas en San
Sebastián relacionadas con el periodismo y los negocios de imprenta. Su bisabuelo
paterno, Rafael, fue en Oiartzun impresor del periódico La Papeleta de Oyarzun y de
otros textos durante la guerra contra Napoleón. Su abuelo del mismo nombre, Pío
Baroja, editó en San Sebastián el periódico El Liberal Guipuzcoano (1820-1823)
durante el Trienio Liberal e imprimió la Historia de la Revolución Francesa de Thiers en
doce tomos, con traducción de Sebastián de Miñano y Bedoya. Los hijos de Rafael
Baroja, Ignacio Ramón y Pío, continuaron con el negocio de imprenta y un hijo de
este último, Ricardo, tío del novelista, será, con el tiempo, editor y factótum del
periódico donostiarra El Urumea. Entre los ascendientes de la madre había una rama
italiana lombarda, los Nessi, a la que el escritor debe su segundo apellido.
3. Pío fue el tercero de tres hermanos: Darío, que murió joven aún en 1894; Ricardo,
que sería en el futuro también escritor y un importante pintor, conocido sobre todo
por sus espléndidos aguafuertes, y Pío, el hermano menor, que dejaría la profesión de
médico por la de novelista. Ya muy separada de ellos, nació Carmen, que habría de
ser la inseparable compañera del novelista y la mujer del futuro editor de su hermano,
Rafael Caro Raggio, ocasional escritora también. El padre de los Baroja, Serafín, era,
al par que hombre inquieto y movedizo y periodista de ideas liberales, ingeniero de
minas, lo que llevó a la familia a constantes cambios de residencia por toda la
geografía nacional, con lo que el futuro novelista se transformaría en un desarraigado
que conoció los más diversos rincones de España; por otra parte, el continuo ir y venir
de su familia le inculcó una característica afición a los viajes. A los siete años marchó
con su familia a Madrid, donde el padre obtuvo una plaza en el Instituto Geográfico y
Estadístico; pero volvieron a Pamplona y de nuevo a Madrid. Baroja había leído ya a
clásicos juveniles (Julio Verne, Mayne Reid y Daniel Defoe). Se libró del servicio militar,
que le repugnaba. En 1891 terminó la carrera de medicina en Valencia y se doctoró
en 1894 en Madrid con una tesis sobre ―El dolor, estudio psicofísico‖.
4. estudiante no destacó, más por falta de interés que de talento, y ya por
Como
entonces se le apreció un carácter gruñón, arisco y descontentadizo; no simpatizó
con profesor alguno y se mostró hipercrítico con todo; ninguna profesión le
atraía, sólo escribir no le disgustaba. Leyó bastante filosofía alemana, Inmanuel Kant y
Arthur Schopenhauer, decantándose por el pesimismo de este último. Tímido y
retraído al mismo tiempo, nunca se casó. Tras defender su tesis, marchó en ese mismo
año de 1894 a Cestona, en Guipúzcoa, con plaza de médico. Pero el oficio le
asqueaba y riñó con el médico viejo, con el alcalde, con el párroco y con el sector
católico del pueblo, que le acusaba de trabajar los domingos en su jardín y de no ir a
misa, pues, en efecto, era ateo; tras pasar un año allí volvió, pues, a San
Sebastián, dispuesto a ser cualquier cosa menos médico, y encontró su oportunidad
en Madrid, donde su hermano Ricardo dirigía una panadería (Viena Capellanes)
porque una tía les había legado el negocio; Ricardo le había escrito que estaba
harto y quería dejarlo y Pío decidió encargarse él mismo de regentar la tahona. Sobre
eso le gastaron bastantes bromas: «Es un escritor de mucha miga, Baroja» — dijo de él
Rubén Darío a un periodista. A lo cual respondió el escritor: «También Darío es escritor
de mucha pluma: se nota que es indio». Instalado en Madrid, empezó a colaborar en
periódicos y revistas, simpatizando con las doctrinas sociales anarquistas, pero sin
militar abiertamente en ninguna. Al igual que su conterráneo Miguel de
Unamuno, abominó del nacionalismo vasco, contra el que escribió su sátira
Momentum catastrophicum.
6. Basada en la vida de un antepasado suyo, el
conspirador y aventurero liberal y masón Eugenio de
Aviraneta (1792-1872), a través del cual refleja los
acontecimientos más importantes de la historia
española del siglo XIX, desde la Guerra de la
Independencia hasta la regencia de María Cristina,
pasando por el turbulento reinado de Fernando VII.
7. El aprendiz de conspirador Las furias
• •
El escuadrón del Brigante El amor, el dandysmo y la intriga
• •
Los caminos del mundo Las figuras de cera
• •
Con la pluma y con el sable La nave de los locos
• •
Los recursos de la astucia Las mascaradas sangrientas
• •
La ruta del aventurero Humano enigma
• •
La veleta de Gastizar La senda dolorosa
• •
Los caudillos de 1830 Los confidentes audaces
• •
La Isabelina La venta de Mirambel
• •
Los contrastes de la vida Desde el principio hasta el fin
• •
El sabor de la venganza Crónica escandalosa
• •
8. En 1900 publicó su
•
primer libro, una
recopilación de
cuentos titulada
Vidas sombrías, la
mayoría
compuestos en
Cestona sobre
gentes de esa
región y sus propias
experiencias como
médico
9. Cuenta la vida de Martín Zalacaín
de Urbide, desde que nació en
Urbía y se crió con su madre hasta
su muerte, pasando entonces a
estar con su tío abuelo Tellagorri, un
pícaro truhán que le enseñará su
particular visión de la vida.
Después, Zalacaín deberá proteger
a su hermana de Carlos de
Ohando, su enemigo, y hermano
de Catalina de Ohando, de la que
estaba enamorado. Pasará
también Zalacaín peripecias
diversas en la tercera guerra
carlista, en la que hará
negocios, guerreará, y conseguirá
al final tener dinero y a la mujer
que ama para perderlo todo con
su muerte en una pelea en una
posada con su enemigo Carlos de
Ohando.
10. Tierra vasca
•
La lucha por la vida
•
La raza
•
El pasado
•
La vida fantástica
•
Las ciudades
•
El mar
•
Los amores tardíos
•
La selva oscura
•
La juventud perdida
•
11. La casa de
Aitzgorri (1900)
El mayorazgo de
Labraz (1903)
Zalacaín el
aventurero (1909)
13. La dama errante
(1908)
La ciudad de la
niebla (1909)
El árbol de la ciencia
(1911)
14. La feria de los
discretos
Los últimos
románticos
Las tragedias
grotescas
15. Silvestre Paradox
(1901)
Camino de
perfección (1901)
Paradox rey (1906)
16. César o nada (1910)
El mundo es ansí
(1912)
La sensualidad
pervertida (1920)
17. Las inquietudes de
Shanti Andía (1911)
El laberinto de las
sirenas (1923)
La estrella del capitán
Chimista (1930)
Los pilotos de altura
(1931)
18. El gran torbellino del
mundo (1926)
Las veleidades de la
fortuna (1927)
Los amores tardíos
(1942)
19. La familia de
Errotacho (1932)
El cabo de las
tormentas (1932)
Los visionarios (1932)
20. Las noches del Buen
Retiro (1934)
El cura de Monleón
(1936)
Locuras de carnaval
(1937)
21. Usa elementos de la tradición de la novela
picaresca, eligiendo como protagonistas de sus novelas
a marginados de la sociedad.
Sus novelas están llenas de incidentes y personajes muy
bien trazados, destacan por la fluidez de sus diálogos y
las descripciones impresionistas.
Maestro del retrato realista, especialmente cuando se
centra en su País Vasco natal.
Su estilo es abrupto, vivido e impersonal, se cree que
esa aparente limitación de registros es consecuencia
de su deseo de exactitud y sobriedad.
Ha influido mucho en escritores como Cela, Juan Benet
e incluso en Ernest Hemingway.
22. La ideología de Baroja hay que considerarla de forma inseparable de su temperamento. Las
ideas sobre el hombre y el mundo que se desprenden de sus obras se inscriben a la perfección
en la línea del pesimismo existencial.
Es característico de Baroja su radical escepticismo religioso, social, económico. y llegaría a decir:
quot;No existe verdad política y social. La misma verdad científica, matemática, está en entredicho,
y si la Geometría puede tambalearse sobre las bases sólidas de Euclides, ¿qué no les podrá
pasar a los dogmas éticos de la sociedad?quot;. Son palabras reveladoras del desvalimiento
espiritual propio de la crisis de principios de siglo.
Para Baroja el mundo carece de sentido, la vida le parece absurda y no alberga ninguna
confianza en el hombre. Esta concepción hunde sus raíces en Schopenhauer, el filósofo más
leído y admirado por Baroja, y se refleja en sus obras y personajes.
Su ideología política está marcada por el mismo escepticismo. Pese a sus contactos juveniles
con el anarquismo, lo que realmente le atraía del mismo era la rebeldía, el impulso demoledor
de la sociedad establecida. Rechazaba el comunismo, el socialismo y la democracia y pronto
se encerró en un radical escepticismo y llegó a proclamarse partidario de una dictadura
inteligente. En medio de estas ideas tan contradictorias, quizá la definición más apropiada sería
la de quot;liberal radicalquot;. Volvemos a su individualismo y a su nula confianza en un mundo mejor. De
su sedicente anarquismo sólo queda la postura iconoclasta. De ahí que sus personajes preferidos
sean los inconformistas.
23. Fue un solitario; él mismo (en Juventud, egolatría) se incluye entre
quienes están, en cierto modo, quot;enfermosquot; por tener más sensibilidad
de la necesaria. Más adelante insiste en esto desde otro ángulo:
sabido es que su timidez y su espíritu de independencia, más aún que
su misoginia, le hicieron rechazar el matrimonio, a la vez que fustigaba
el recurso a la prostitución. Optó por una auto represión a la que él
mismo atribuye un quot;desequilibrioquot; y un talante de quot;hombre rabiosoquot;.
Todo esto se plasma en un radical pesimismo sobre el hombre y el
mundo: quot;la vida es esto, crueldad, ingratitud, inconsciencia, desdén de
la fuerza por la debilidadquot;, para él el hombre era egoísta, cruel y brutal.
Y sin embargo, Baroja escondía otra cara más oculta, la de un hombre
compasivo y tierno con los desvalidos y marginados, un sentimental
necesitado de cariño, hipersensible ante el dolor y la injusticia que
sentía una inmensa ternura por los seres desvalidos o marginados. Así
se observa continuamente en su obra. Le caracteriza además una
absoluta sinceridad: Baroja no quiere engañar ni engañarse (ya hemos
visto cómo habla de sí mismo). Tal fue el código moral que aplicó
hasta la exasperación, de ahí la fama de hosco y de individualista
intratable que tuvo entre quienes no supieron ver el fondo desolado
de su alma.
25. Minas de Río Tinto, Huelva, 1871 - Vera de Bidasoa,
Navarra, 1953.
Hermano mayor de Pío y Carmen. Fue bibliotecario y
archivero en su juventud. Después grabador, pintor y
escritor. Obtuvo una Segunda medalla en la Exposición
Nacional de Bellas Artes de 1906 y la Primera en 1908. Y
el premio quot;Cervantesquot; de literatura, en 1935 por su obra
La Nao Capitana. Fue hombre de carácter alegre y
polifacético. Su obra como grabador es importante y se
le considera el sucesor de Goya. Ha dejado más de
ciento treinta grabados, unos mil óleos, y dos docenas
de libros entre ensayos y novelas, entre las que
destacan El Pedigree, La nao Capitana, El Dorado,
Gente del 98. Bienandanzas y fortunas...
26. Escritora nacida en Pamplona en 1883 y fallecida en
1950. Hermana de Pío y Ricardo Baroja, y madre de Pío
y Julio Caro Baroja. Utilizó en ocasiones el seudónimo de
quot;Vera de Alzatequot;. Fundadora, con María de
Maeztu, Zenobia Camprubí, Victoria Kent y Elena
Fortún, del quot;Lyceum Club Femeninoquot;. Algunos de sus
versos fueron publicados en el libro Tres Barojas. Poemas
(Pamplona, Pamiela, 1995). Fue autora también cuentos
infantiles como el titulado Martinito el de la casa grande
(1942; reeditado en Madrid, Castalia, 1999) y de
investigaciones etnográficas como El encaje en España
(Barcelona, Labor, 1933) y Joyas populares y amuletos
mágicos (1949, inédita).