La calidad de los sistemas de información se puede contemplar como una disciplina más de la Ingeniería de Software y el principal instrumento para garantizar la calidad de las aplicaciones es sin lugar a dudas el Plan de Calidad el cual se debe basar en normas o estándares genéricos y procedimientos particulares que pueden variar de acuerdo a la organización; pero lo importante es que estén escritos, personalizados, adaptados a los procesos propios, y lo más importante es que sean cumplidos a cabalidad.
Los continuos avances de la tecnología han propiciado la evolución de los sistemas a aplicaciones cada vez más complejas en términos de estructura, funcionalidad e interfaz.
La comunidad de Ingeniería de Software reconoce que las aplicaciones web poseen características que las diferencian de las tradicionales; estas características se deben al tamaño y complejidad de las aplicaciones, el carácter multidisciplinario del equipo de desarrollo, tiempo de entrega del proyecto, requerimientos, etc. Dichas características hacen que los procesos, modelos y métricas existentes para evaluar la calidad tengan que ser adaptados por consecuencia lógica de los cambios en las nuevas tecnologías.
La importancia de implementar estándares de calidad en los sistemas de información es asegurar que: satisfaga los requerimientos del negocio, disminuir los retrasos en la entrega, no exceda el presupuesto original, sea funcional, tenga alto grado de usabilidad, tenga alto rendimiento, y disminuyan el grado de fallas e incrementar el grado de confianza en las aplicaciones y marca o empresa que los desarrolla.
De acuerdo a lo anterior, podemos inferir que el análisis de requerimientos es la base de las métricas de calidad.