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Centro de Estudio virtual MAOR BA-OLAM
En Nombre de Rabi Iehoshua de Natzrat
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DEREJ HASHEM
La enseñanza de nuestro Rav
El Mashiaj – Rabi Iehoshua de Natzrat – y sus Primeros Discípulos
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MASHAL DEL PADRE
Y SUS DOS HIJOS PERDIDOS
Avdiel Ben Oved
Iehoshua: Sus Hechos y Enseñanza, Cap. 15
(Conocido comúnmente como Lucas 15.1-12)
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2. CONTENIDO:
MASHAL DEL PADRE Y SUS DOS HIJOS PERDIDOS
CONTEXTO HISTORICO
ENSENANZA
1) HIJO MENOR - EL PECADOR DESVERGONZADO
2) HIJO MAYOR - EL PECADOR HIPOCRITA
3) EL PADRE MISERICORDIOSO
REFLEXION:
LA VERDADERA T’SHUVA
LOS QUE NO ACEPTAN AL ARREPENTIDO NO OBEDECEN AL ETERNO
UN MENSAJE ETERNO: IEHUDA Y EFRAIM
Iehoshua de Natzrat dijo:
«Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos dijo a su padre: quot;Padre, dame la
parte de los bienes que me correspondequot;. Y les repartió los bienes. No muchos días
después, juntándolo todo, el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada, y allí
desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Cuando todo lo hubo malgastado, vino
una gran hambre en aquella provincia y comenzó él a pasar necesidad. Entonces fue y se
arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual lo envió a su hacienda para que
apacentara cerdos. Deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos,
pero nadie le daba. Volviendo en sí, dijo: quot;¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre
tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y
le diré: “Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu
hijo; hazme como a uno de tus jornalerosquot;. Entonces se levantó y fue a su padre. Cuando
aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia, y corrió y se echó sobre su
cuello y lo besó. El hijo le dijo: quot;Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti, y ya no soy
digno de ser llamado tu hijoquot;. Pero el padre dijo a sus siervos: quot;Sacad el mejor vestido y
vestidle; y poned un anillo en su dedo y calzado en sus pies. Traed el becerro gordo y
matadlo, y comamos y hagamos fiesta, porque este mi hijo muerto era y ha revivido; se
había perdido y es halladoquot;. Y comenzaron a regocijarse. »El hijo mayor estaba en el
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3. campo. Al regresar, cerca ya de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de
los siervos le preguntó qué era aquello. El siervo le dijo: quot;Tu hermano ha regresado y tu
padre ha hecho matar el becerro gordo por haberlo recibido bueno y sanoquot;. Entonces se
enojó y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrara. Pero él,
respondiendo, dijo al padre: quot;Tantos años hace que te sirvo, no habiéndote desobedecido
jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando
vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el
becerro gordoquot;. Él entonces le dijo: quot;Hijo, tú siempre estás conmigo y todas mis cosas
son tuyas. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano estaba
muerto y ha revivido; se había perdido y ha sido halladoquot;.
CONTEXTO HISTORICO
“Todos los recaudadores de impuestos y los pecadores se acercaban a Iehoshua
para oírle; y P’rushim y Jajamim murmuraban, diciendo: Este recibe a los pecadores y
come con ellos...” (Iehoshua Sus Hechos y Enseñanza, 15/ Lc. 15.1-2). Es necesario saber
que estos recaudadores de impuestos y pecadores eran hijos de Israel que habían
abandonado los caminos de la Tora, pero que por medio de las enseñanzas de Iehoshua de
Natzrat estaban regresando. Rabí Iehoshua explica entonces a los P’rushim y Jajamim a
través de esta mashal la razón por la que el se reúne con estos pecadores que desean
volver a la Tora.
ENSENANZA
Rabí Iehoshua enseña a través de esta mashal una realidad que muchos no
perciben, hay dos tipos de hijos de Israel que se han descarriado y necesitan hacer
t’shuva, 1) uno que peca desvergonzadamente, el Hijo Menor de la mashal, y 2) otro que
peca hipócritamente, el Hijo Mayor. Ambos ven a su padre como la fuente del bienestar
mundano o secular, y no como la fuente del verdadero bienestar que perdura por la
eternidad. Ya había advertido Antignos de Sojo en el siglo II A.E.C.: “No sean como
aquellos siervos que sirven al amo con el fin de recibir salario, sino como aquellos que le
sirven sin esperar recibir salario, y el temor de los Cielos sea sobre ustedes” (Pirqe
Avot, 1.3). Como dijo Rabenu Iehoshua: “¿Acaso [el Amo] le da las gracias al siervo
porque hizo lo que se le ordeno? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se
les ha ordenado, digan: ‘Siervos inútiles somos; hemos hecho [solo] lo que debíamos
haber hecho” (Iehoshua, Sus Hechos y Enseñanza, 17). Pero 3) nuestro Padre que esta en
los Cielos desea el Retorno de cada uno de ellos, solo espera que el hijo se acerque a El y
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4. El hará el resto, como dijo Zejarya Hanavi: “Vuélvanse a Mi... y Yo me volveré a ustedes”
(Zejarya 1.3).
1) HIJO MENOR - EL PECADOR DESVERGONZADO. Sin temor del Cielo, ni respeto
alguno, comete cualquier tipo de transgresión. En el siglo I E.C., si un hombre tenia una
propiedad le pertenecía hasta el día de su muerte. Al morir siendo padre, el primogénito
recibía una doble porción de la propiedad de su padre, mientras que los demás hijos del
mismo padre recibirían parte iguales. Si antes de morir el padre decidía asignar su
propiedad a su hijo, podía hacerlo, pero el hijo no podía venderla ya que el padre aun
estaba vivo; en caso de que la venda, el comprador solamente podría reclamar la
propiedad después de que el padre muriera. En esta mashal cuando el hijo menor vende la
propiedad, no solo perdió el derecho de usarla sino el poder de dueño. El hijo menor no
solo dejo de honrar a su padre al vender la propiedad y dejar que su padre siga
manteniendo la casa ahora con menos capital, sino que pisoteo su identidad hebrea y
abandono toda su herencia como hijo de Israel, llegando hasta lo mas bajo que uno
pudiera llegar.
2) HIJO MAYOR - EL PECADOR HIPOCRITA. Es el típico ‘religioso’ que no entiende
el verdadero sentido de la ‘santidad’ o de la verdadera obediencia, se siente justificado
ante el Eterno porque ‘cumple estrictamente’ sus leyes, pero esto solo en el ámbito legal,
dejando a un lado la esencia de cada ley, el amor. Al no amar a su prójimo muestra la
falsedad y deficiencia de su ‘religiosidad’, pues ¿como dice amar al Eterno a quien no ve,
si no es capaz de amar al prójimo a quien ve? Es precisamente el amor al prójimo lo que
muestra el amor por el Eterno. Algo que debemos de hacer notar es que también el
recibió su herencia sin la mínima intensión de querer reparar el daño que se estaba
ocasionando entre padre e hijos, permaneció en silencio. ¿Es esto amor por su Padre o
interés? De modo que el egoísmo del Hijo Mayor lo ha hecho tan pecador como el Hijo
Menor.
Al escuchar melodía y danza indaga el por que, y se entera que su hermano menor
a regresado y que su padre estaba celebrando en su honor. La actitud del hijo mayor -nos
dice Iehoshua- muestra su debilidad espiritual, no ha entendido la verdad de la
obediencia.
NO ACEPTA AL ARREPENTIDO. En vez de alegrarse por el regreso del hermano, a
quien llama “hijo tuyo”, se enoja, no quiere entrar en la celebración y menciona los
pecados que cometió el hermano.
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5. SU SERVICIO ESTA BASADO EN LA RECOMPENZA. No solo que el también como
el Hijo Menor recibió su parte de la herencia sino que cuando el padre le ruega que entre,
lo que hace es quejarse de que a el no se le había festejado nunca a pesar de siempre
obedecer las ordenes del padre.
REALMENTE NO OBEDECE AL PADRE. Su forma legalista de obediencia a las leyes
del padre son las mismas que lo han separado del padre, pues su conducta al dirigirse al
padre con la expresión “este hijo tuyo” muestra falta de respeto por la decisión tomada
por el padre. De manera que el también como su hermano menor no obedecía al padre,
aunque obviamente en una manera menos publica.
SE CREE JUSTO Y SIN NECESIDAD DE T’SHUVA. Solo se fija en los pecados de su
hermano, los cuales menciona, mientras pasa por alto los suyos propios, de tal manera
que no siente la necesidad de hacer t’shuva.
3) EL PADRE MISERICORDIOSO
Nuestro Padre ‘que esta en los cielos’ -nos dice Iehoshua- ama y desea la t’shuva,
trata a los dos hijos por igual, no importa que tan grande sea la transgresión de ambos,
nunca es tarde para la t‘shuva. El Padre corrió a recibir al hijo arrepentido y luego fue en
busca del mayor para lograr su t’shuva. Dijo Rabenu: “Hay gozo delante de los Malajim
de Elohim por un pecador que hace t’shuva” (Iehoshua Sus Hechos y Enseñanza, 15/ Lc.
15.1-10).
REFLEXION:
Iehoshua usa el rol de cada personaje de forma opuesta a lo que los oyentes
esperan oír. El hijo mayor que debió ser quien rechazara la petición del hijo menor e
intentara reunificar la familia, se comporta egoístamente, permanece en silencio y no se
preocupa por una solución sino que esta satisfecho en recibir su parte en la herencia. El
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6. hijo menor, el pecador publico en vez de morir de hambre lo que hace es reconocer su
error y hacer t’shuva. El padre en vez de ser alguien estricto y recio que no acepta la
petición egoísta del hijo menor hace lo opuesto, deja que el hijo menor se vaya con su
parte, y aun cuando este regresa arrepentido, le perdona y desea también que el hijo
mayor haga t’shuva.
LA VERDADERA T’SHUVA
Para recibir el perdón por pecar contra el Eterno y contra un ser humano, o sea para
lograra una autentica T’shuva tradicionalmente existen varios pasos, que aquí
desglosamos en 5:
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1) hakarát hajet (Reconocer haber cometido una transgresión)
2) jaratá (Arrepentimiento-Remordimiento)
3) vidúi (Confesar su transgresión al Eterno y a la persona)
4) azivát hajet (Abandonar el error, no cometer la misma
transgresión)
5) peraón (Liquidación-Restitución)
En la mashal Iehoshua menciona los pasos 1, 2 “Volviendo en si”, el 3 “le diré:
Padre, he pecado contra el Cielo (el Eterno), y ante ti, ya no soy digno de ser llamado
6
7. hijo tuyo; hazme como a uno de tus trabajadores”; en ningún momento vemos que se
mencionen los pasos 4 (no cometer la misma transgresión) y 5 (el restituir el daño), pero
aun así el padre perdona al hijo menor y lo restaura a la posición de hijo. ¿A que se debe
esto?
Iehoshua nos quiere enseñar que el Creador perdona al instante al hijo de Israel que
sinceramente hace t’shuva con todo su corazón y alma. Cuando es verdadera la
t‘shuva, para perdonar no hay necesidad de esperar que el ex-pecador reponga los
daños cometidos pues siendo verdadera la t’shuva obviamente lo hará, pero no debe
ser un pre-requisito para el perdón.
Cuando es visible el perdón de los Cielos (como en la Mashal donde el hijo fue
restaurado a su posición) tampoco un pre-requisito para el perdón el esperar a ver si
no repite el mismo pecado, pues es obvio que ha habido Kapará (purificación -
hombre nuevo)
Cuando la T’shuva es genuina el perdón de los Cielos (Kapará) se activa cuando el
pecador reconoce en su interior verdaderamente su error y lo confiesa en el exterior.
LOS QUE NO ACEPTAN AL ARREPENTIDO NO OBEDECEN AL ETERNO
Cuando un ex-pecador se ha arrepentido verdaderamente, y la muestra del perdón
de los Cielos es que ha sido restituido a su lugar, debe ser recibido dentro de la
comunidad sin ninguna objeción. Los que se creen ‘santos’ y ‘justos’ y no quieren
recibirlo necesitan hacer t’shuva pues no caminan por la senda trazada por el Eterno. No
conocen el amor, el perdón, la misericordia, la justica, la bondad, la Tora. No cumplen la
mitzva tan importante de v’ahavta lareaja kamoja (amaras a tu prójimo como a ti
mismo). ‘Cumplen’ la Tora en su parte legal pero abandonan la esencia de la misma.
Como podemos apreciar en el contexto de la Mashal los recaudadores de
impuestos y los pecadores eran personas deseosas por regresar a la Tora y por esa razón
se acercaban al rabí para oír su enseñanza, mientras que eran rechazados por la mayoría
de los líderes en Israel en aquel entonces.
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8. UN MENSAJE ETERNO: IEHUDA Y EFRAIM
Como dijimos al principio, Iehoshua expuso que existen dos tipos de
transgresores, uno que peca sin temor alguno y otro que se auto-justifica creyendo que
cumpliendo leyes en el ámbito legal le hace estar ‘bien’ delante del Eterno. Esto no es
algo nuevo, sino que es el tipo ejemplo del pueblo de Israel, es un claro ejemplo de
Iehuda y Efraim, los dos Reinos de Israel. Mientras Efraim peco abiertamente, Iehuda
actuaba hipócritamente, por ejemplo ayunaba pero no ayudaba al prójimo necesitado (Ver
Zejarya Cap. 7).
La solución para la restauración de Israel es que ambos hijos hagan t’shuva, y que
cuando Efraim regrese a su Padre, su hermano Iehuda lo reciba y ambos juntos estén
unidos a su Padre. La mashal de Iehoshua es un eco de las palabras del Navi: “Se disipará
la envidia de Efraim y los enemigos de Iehudá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia
de Iehudá, ni Judá afligirá a Efraim” (Ieshaya 11.13).
El padre le restaura su categoría de hijo: el anillo es autoridad, y el calzado significa que
no es un siervo pues solo los siervos andaban descalzos.
D’varim 21.17; Bava Batra 8.4-7; B’jorot 8.9
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