La mirada de Jesús: Una mirada que traspasa el corazón
GUIÓN CON CANCIONES DEL DOMINGO 2º DE ADVIENTO. CICLO C. DIA 6 DE DICIEMBRE DEL 2015
1. CANTO DE COMUNION:
1. Cruzando el inmenso desierto
peregrina el pueblo de Dios,
en busca de cielos abiertos, a la luz, la paz y el amor.
Yavé cambiará sus cadenas, por la tierra de promisión;
allí será el fin de sus penas
y hallará consuelo el dolor.
Por ti, Patria esperada, encuentra ligera su cruz.
Por ti, Patria esperada, no apaga el desierto su fe.
Por ti, Patria esperada,
enciende su marcha el amor.
Por ti, Patria esperada. Por ti.
2. El nuevo Israel peregrino
va siguiendo en pos de una cruz:
la nube que alumbra el camino
a través de un mundo sin luz.
El cielo es el reino futuro, nueva tierra de promisión,
que orienta los pasos seguros
de este nuevo Pueblo de Dios.
3. Los pueblos se agitan, sedientos,
bajo el peso de su dolor, en busca de paz y de aliento,
de verdad, de luz y de amor.
Escucha su llanto angustiado,
que acompaña al triste marchar;
con ese su andar fatigado
van, Señor, buscando tu hogar.
Parroquia de San
DIEGO DE ALCALÁ
MADRID
PAZ Y BIEN
Día 6 de diciembre del 2014
Domingo 2º de adviento.
Ciclo C
CANTO DE ENTRADA:
Tiempo de espera, tiempo de esperanza.
Es el señor el que llega.
¡Ven a salvarnos, Señor!
Tú que sueñas otros días,
Otros cielos, otra tierra.
¡Se han cumplido ya los tiempos,
Es la hora del Señor!
Tú que marchas en las sombras.
Tú que buscas claridades.
Tú que, en medio de las cosas,
Vas buscando la verdad.
Tú que luchas por un mundo
De justicia verdadera.
Tú que buscas otras sendas
De unidad y libertad.
Lectura del profeta Baruc 5,1-9
Jerusalén, quítate tu ropa de duelo y aflicción, y
vístete para siempre el esplendor de la gloria que
viene de Dios. Envuélvete en el manto de la
justicia que procede de Dios, pon en tu cabeza la
diadema de gloria del Eterno. Porque Dios
mostrará tu esplendor a todo lo que hay bajo el
cielo. Pues tu nombre se llamará de parte de Dios
para siempre: <<Paz de la Justicia>> y <<Gloria de
la Piedad>>.
Levántate, Jerusalén, sube a la altura, tiende tu
vista hacia el Oriente y ve a tus hijos reunidos
desde oriente a occidente, a la voz del Santo,
alegres del recuerdo de Dios.
Salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero
Dios te los devuelve traídos gloria, como un trono
real. Porque ha ordenado Dios que sean rebajados
todo monte elevado y los collados eternos, y
colmados los valles hasta allanar la tierra, para
que Israel marche en seguro bajo la gloria de Dios.
Y hasta las selvas y todo árbol aromático darán
sombra a Israel por orden de Dios. Porque Dios
guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con
la misericordia y la justicia que vienen de él.
CANTO FINAL:
1.- La Virgen sueña caminos,
está a la espera;
la Virgen sabe que el Niño
está muy cerca.
De Nazaret a Belén
hay una senda,
por ella van los que creen
en las promesas.
Los que soñáis y esperáis
la Buena Nueva,
abrid las puertas al Niño
que está muy cerca.
El Señor cerca está,
Él viene con la paz.
El Señor cerca está,
Él trae la verdad.
2.- En estos días del año
el pueblo espera
que venga pronto el Mesías
a nuestra tierra.
En la ciudad de Belén
llama a las puertas,
pregunta en las posadas
y no hay respuesta.
Los que soñáis y esperáis...
3.- La tarde ya lo sospecha,
está alerta,
el Sol le dice a la Luna
que no se duerma.
A la ciudad de Belén
vendrá una estrella,
vendrá con todo el que quiera
cruzar fronteras.
Los que soñáis y esperáis...
2. Salmo responsorial Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-
5.6.
R/ el Señor ha estado grande con nosotros, y
estamos alegres.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar;
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua entre cantares.
Hasta los gentiles decían:
"El Señor ha estado grande con ellos".
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lagrimas,
cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla,
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a
los Filipenses 1,4-6.8-11
Rogando siempre y en toda mis oraciones con
alegría por todos vosotros a causa de la
colaboración que habéis prestado al Evangelio,
desde el primer día hasta hoy; firmemente
convencido de que, quien inició en vosotros la
buena obra, la irá consumando hasta el Día de
Cristo Jesús.
Pues testigo me es Dios de cuánto os quiero a
todos vosotros en el corazón de Cristo Jesús. Y lo
que pido en mi oración es que vuestro amor siga
creciendo cada vez más en conocimiento perfecto
y todo discernimiento, llenos de los frutos de
justicia que vienen por Jesucristo, para la gloria y
alabanza de Dios.
Palabra de Dios.
+ Lectura del santo Evangelio según
San Lucas 3,1-6
En el año quince del imperio de Tiberio César,
siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y
Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano,
tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias
tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y
Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo
de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la
región del Jordán proclamando un bautismo de
conversión para perdón de los pecados, como está
escrito en el libro de los oráculos del profeta
Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el
camino del Señor, enderezad sus sendas; todo
barranco será rellenado, todo monte y colina será
rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas
serán caminos llanos. Y todos verán la salvación
de Dios. Palabra del Señor
HOMILÍA.
CREDO.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Como comunidad de creyentes, que nos
reunimos todos los domingos para fortalecer
nuestra fe con la Palabra de Dios, oremos al
Señor.
– Para que crezca el amor y la solidaridad
entre los hombres. Roguemos al Señor…
– Para que desaparezca el odio, la discordia y
la violencia que divide a los pueblos.
Roguemos al Señor…
– Para que consolemos a los que lloran y
demos esperanza a los que viven tristes.
Roguemos al Señor…
– Para que la Palabra de Dios ilumine y
fortalezca nuestra fe. Roguemos al Señor…
Oremos: Ayúdanos, Señor, a construir tu reino
de paz, justicia y amor. Y que Cristo, tu hijo,
reine en nuestros corazones.