1. Amanda Todd
Escapó del infierno en el que vivía desde hace tres años, pero
esta vez no se mudó de escuela o de casa: la joven residente en
la Columbia Británica se suicidó. Un mes antes había contado
su "historia interminable" en Youtube para inspirar a otras
personas agobiadas también por el acoso. La odisea de esta
adolescente había comenzado cuando apenas cursaba el
séptimo grado.
En una de sus sesiones de chat en la webcam alguien le pidió
que mostrara sus senos. Amanda accedió, inocente, sin
sospechar que ese segundo le costaría la vida. Según contó en
su video "Mi historia: lucha, intimidación, suicido,
autoflagelación", un año más tarde un desconocido la
amenazó con distribuir su foto semidesnuda si no se exhibía
para él. En las Navidades la policía vino a su casa para
informarle que el acosador había enviado la imagen a otras
personas.
2. Amanda cayó en un abismo de depresión, ansiedad,
pánico…Encontró falsas salidas en el alcohol y las drogas.
Enfermó. Cuando pensó que lo peor había pasado su
victimario abrió una página en Facebook con la maldita foto e
invitó a los amigos de la nueva escuela. La adolescencia es una
edad cruel. Según su testimonio, ninguno de sus condiscípulos
la apoyó, todos se apartaron de ella como si padeciera una
enfermedad contagiosa.
Pero su descenso al infierno no había concluido. Una nueva
mudanza de escuela, otra pausa para creer que podría
comenzar desde el inicio, sin la sombra de la vergüenza y el
desprecio. Entonces empezó a conversar con un muchacho y
pensó que finalmente alguien se interesaba por ella. El fugaz
romance concluyó con una escena grotesca frente a todo el
colegio: la novia del chico la empujó y la golpeó. "¡Nadie te
quiere aquí!", le gritó. Él observaba complacido la escena.
Y después la agobiaron con bromas en Facebook porque había
intentado suicidarse con lejía. Algunos dijeron que debía
haber muerto.
3. .Amanda sobrevivió a los químicos, buscó ayuda especializada,
su familia también la respaldó. Sin embargo cada amanecer se
preguntaba: "¿por qué estoy aquí todavía?" A los 15 años, justo
en la edad cuando nacen los grandes proyectos de la adultez,
ella había extraviado todos los motivos para hilvanar un día
con otro. "No tengo a nadie. Necesito a alguien", escribió en la
penúltima oración de su video mudo.
Las estadísticas oficiales aseguran que el suicido en la
adolescencia ha disminuido en la última década en esa
provincia del oeste canadiense. La profesora Jennifer Shapka,
una experta en intimidación de la Universidad de Columbia
Británica, considera que la muerte de Amanda alertará sobre
la existencia de este fenómeno en la región, según
declaraciones al Toronto Sun. Otra especialista, la criminóloga
Brenda Morrison, indicó al Vancouver Sun que la sociedad del
país norteamericano se ha acostumbrado a ver el acoso como
un problema institucional, ajeno a las comunidades. La
policía, por su parte, investiga las causas del suicidio.
Amanda sufrió los efectos de la intimidación durante tres
años. Lanzó su grito de ayuda en Youtubehace un mes. Hoy
miles de personas lamentan el desenlace de su historia en las
redes sociales y la noticia ha dado la vuelta al mundo. Ni los
titulares, ni los comentarios en Facebook, ni las pesquisas
policiales le devolverán la vida. Su video silente en blanco y
negro es otra prueba en contra de esa gran asesina en serie: la
indiferencia humana.
¡¡¡¡ Piénsalo bien, antes de lastimarte a ti misma
(o)!!!!!!!!!!!