1. Los estudiantes llegaban entre las 7 y las 8 de la mañana, luego se ubicaban en forma vertical y empezaban las clases. A las 9:30 am merendaban, en esa hora siempre había un niño que me ofrecía merienda lo cual me gustaba porque percibía que me tenía cariño por medio de ese acto.<br />En el transcurso de las dos semanas estuve junto a mi maestra asesora Lorena Campos , la cual me fue de mucha ayuda, ya que me entendía porque ella está estudiando formación complementaria en el colegio y por esto fue mi guía principal.<br />En el salón se veían niños muy educados, saludaban cada vez que venía alguien, decían por favor cuando era necesario al igual que gracias.<br />Hubo muchas particularidades en cuanto a sus comentarios, note que ellos nunca se quedan callados así no sepan, decían cosas como:” mi perro es de raza hembra”, “cuando uno fuma….”, “el brasier me queda pequeño”; eran palabras que lo dejaban a uno perplejo por la imaginación que pueden llegar a tener estos niños.<br />En la segunda semana me sentí más confiada en cuanto al trato que les debía dar a cada uno, por lo menos en el momento en que se4 descontrolaban yo les alzaba la voz y ellos se quedaban quietos. <br />De esta experiencia me quedan muchos recuerdos de cada uno de los niños, en especial 1 que desde el momento en que llegue me centre en el ya que tenía problemas de hiperactividad y de atención.<br />Durante estas dos semanas de práctica como maestra asesora pude revivir mi experiencia durante mi niñez, semanas donde tuve la oportunidad de conocer la vida diaria de los niños , compartir con ellos todos los días me hizo cada vez sentirme más segura de la profesión que quiero escoger, la docencia.<br />Podrán haber 1000 palabras en este documento o solo 10 pero lo que yo viví en Cajacopi no lo podre describir nunca.<br /> <br /> <br />