2.
El síndrome de alienación parental (S.A.P) es un
término que el profesor de psiquiatría Richard
Gardner acuñó en 1985 para referirse a lo que él
describe como un desorden psicopatológico en
el cual un niño, de forma permanente, denigra e
insulta sin justificación alguna a uno de sus
progenitores,
generalmente,
pero
no
exclusivamente, el padre.
El (SAP) carece de consenso científico por no
reunir los criterios metodológicos científicos
necesarios para ser aceptado.
3.
El SAP se observa en hijos separado por causas
judiciales de divorcio y peritos frente a los juzgados.
Gardner: el SAP es proceso por el cual en
progenitor, generalmente la madre, mediante
distintas estrategias, realizaría una especie de
«lavado de cerebro» para transformar la conciencia
de sus hijos con objeto de impedir, obstaculizar o
destruir sus vínculos con el otro progenitor, hasta
hacerla contradictoria.
4. Estado mental de un niño cuyos padres están
involucrados en un divorcio altamente conflictivo y
es influido fuertemente por uno de ellos rechazando
relacionarse con el otro sin justificación legítima.
Es evitar que se investigue cuáles pueden ser las
verdaderas razones para que los hijos e hijas
muestren ese rechazo al padre.
Argumentos estandarizados y razonamientos en los
que basan la defensa de estos padres alejados de
sus hijos.
5.
En casos de divorcios controvertidos los niños son
manipulados por sus madres para realizar o consentir
falsas denuncias de abuso o maltrato.
Existe un desconocimiento por parte de los terapeutas y
falta de recursos de los profesionales para tratar el
problema de forma adecuada.
También reclaman un endurecimiento de las leyes y
solicitan que alejen de sus hijos y encarcelen a aquellas
madres que no permitan al padre tener contacto con los
mismos.
6.
Los peligros de descreer de los niños abusados y
criticando a la corte cuando no los escuchan. Aseguran
que los estudios empíricos demuestran que no existe tal
incremento de acusaciones falsas durante los divorcios.
Hasta el momento Brasil es el único país que reconoce,
regula y condena el SAP.
En el resto de los países, excepto casos aislados de
jueces concretos, en el ámbito judicial el SAP es
rechazado como argumento de prueba pericial en los
juzgados de familia
7.
Richard Gardner expuso que, habitualmente, es un
fenómeno desencadenado por uno de los
progenitores respecto del otro.
Gardner dice que, a pesar de que el trastorno puede
darse en ambos progenitores, generalmente se trata
de madres paranoicas que están profundamente
obsesionadas con el odio hacia sus maridos.
Este odio aparece luego de la ruptura del matrimonio
en el contexto de un juicio de divorcio o por la
custodia de los hijos.
8.
Es característico que los hijos estén involucrados en el
proceso de deterioro, hecho que logra provocar el
progenitor «alienador» mediante un mensaje y un
programa constituyendo lo que normalmente se
denomina «lavado de cerebro».
Los hijos que sufren este síndrome, desarrollan un odio
patológico e injustificado hacia el progenitor alienado
que tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo
físico y psicológico de éstos.
9.
Impedimento por parte de uno de los progenitores a que el
otro progenitor vea a sus hijos o pueda convivir con ellos.
Desvalorizar e insultar al otro progenitor en presencia del
hijo.
Implicar al propio entorno familiar y a los amigos en los
ataques al excónyuge.
Subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el
otro progenitor.
Incentivar o premiar la conducta despectiva y de rechazo
hacia el otro progenitor.
10.
Influir en los niños con mentiras sobre el otro
progenitor llegando a asustarlos.
En los niños puede detectarse cuando éstos no
pueden dar razones o dan explicaciones absurdas e
incoherentes para justificar el rechazo.
Utilizan frases o palabras impropias de su edad, como
diálogos similares o idénticos al del progenitor
«alienador», llegando incluso a inventar y mencionar
situaciones de abuso o maltrato que jamás han
sucedido
11.
Para Gardner se trata de «desprogramar» al niño y
obligarlo a aceptar al padre rechazado.
Para esto el autor sugiere visitas obligatorias al
padre y, en los casos más extremos, el cambio de
custodia y la mudanza del niño a la casa de éste.
El diagnóstico del SAP se basa en el grado de éxito
que tuvo la madre en «adoctrinar» a su hijo: cuanto
mayor es la hostilidad del niño hacia su padre y más
lo rechaza, más severo es el SAP y más extremo
debe ser el tratamiento.
12.
Según Gardner no solo la madre puede ser la
programadora y la que le lava el cerebro a sus hijos, a
veces la hermana mayor, con la falsa creencia de haber
sido ella misma abusada puede serlo. Gardner da el
ejemplo de una niña de seis años (Sally) adoctrinando a
sus hermanitos.
Pero como, según Gardner, en la mayoría de los casos es
la madre la favorecida y el padre el denigrado
No se debe permitir a la madre elegir terapeuta porque
elegirá una terapeuta femenina que será antagonista de
los hombres.
13. Desarrollará una folie-à-deux o Trastorno psicótico
compartido o incluso una «folie-à-trois» tomando
partido por el niño y la madre.
Esto debe ser prohibido por la corte y la madre debe
ser obligada a tratarse con el terapeuta de la corte
porque su propia terapeuta podría servirle de apoyo.
El único terapeuta aceptado tiene que ser el
psicólogo o psiquiatra que diagnosticó el SAP, el
mismo que en muchos casos propuso la medida de
cambio de custodia del padre a la madre durante el
litigio.
14. Gardner propone que la corte impida que la
terapeuta de la madre, que siempre será otra mujer,
sea la que trate al niño o a la niña.
Porque en muchos casos no es posible realizar
ningún tratamiento mientras estos niños continúen
viviendo con su madre.
En los casos de mayor gravedad el elemento más
importante del tratamiento es la inmediata
transferencia del niño al hogar del así llamado padre
odiado.
15.
Esto se recomienda tanto para casos de SAP severo
como para algunos de SAP moderado para impedir
que el SAP progrese hacia el tipo severo.
La presencia de SAP es lo que determina la
recomendación que el terapeuta le hace a la corte
de cambio de custodia.
El padre «alienado» debe seguir estrictamente las
indicaciones del terapeuta.
16.
Para Gardner la mudanza permanente al hogar
paterno es fundamental en los casos en los que la
única manera de que el niño tenga relación con su
padre es forzándolo.
En muchos casos lo que sucede es que al padre le
resulta imposible lograr la aceptación del niño para
llevárselo a su casa.
Estos niños, si se los lleva a la fuerza, suelen
escaparse y hacer todo lo posible por volver con su
madre.
17.
Entonces la única esperanza de que el niño sea
protegido de la mala influencia de su madre es el
traslado o mudanza de éste a la casa del padre.
Según Gardner el enfoque terapéutico implica un
grado significativo de manipulación de la gente.
Los terapeutas que trabajan con niños del SAP
deben sentirse cómodos con métodos alternativos
de terapia, una terapia que implica un enfoque
autoritario
al
tratamiento.
18.
Los terapeutas deben saber exactamente qué
amenazas pueden utilizar para dar apoyo a sus
sugerencias, instrucciones e incluso manipulaciones.
Ellos deben reconocer que hacer lo que los niños
piden puede no ser lo mejor para ellos.
Lo que es el mejor interés en los casos de SAP es
que los niños sean forzados a visitar al padre
alienado.
19.
Los terapeutas que no se sientan cómodos con lo que él
denomina la terapia de la amenaza no deben trabajar
con las familias de SAP.
Terapeutas que reconocen como válidos los deseos de
sus pacientes y consideran que es terapéuticamente
contraindicado presionar o realizar coerción sobre el
paciente no son buenos candidatos para este tipo de
terapia.
Lo mismo sucede con los custodios de la corte quienes
muchas veces no apoyan las maniobras coercitivas del
terapeuta.
20.
Dice Gardner que antes de solicitar el cambio de
custodia, como las madres siempre se resisten a las
visitas del padre, se pueden utilizar diferentes
recursos.
Una posibilidad es amenazar a la madre con que la
única manera de que ella pueda ver a sus hijos es
que ella permita que visiten al padre en su casa, sino
se los sacarán.
Gardner llama a esto: «intercambio de prisioneros».
21.
Si no da resultado, finalmente propone la amenaza
económica y de la cárcel para la madre, y la amenaza de
internar al niño en un hospital psiquiátrico convencen a
la mayoría de estas mujeres a aceptar el traslado.
Si el niño insiste en escaparse y sobre todo para niños
más pequeños, sería una internación en una casa de
acogida o refugio temporal primero, en un hospital
psiquiátrico en segundo lugar o en un centro
reformatorio para delincuentes si éstos no funcionaran.
22.
Esto tiene un sentido punitivo y podría ayudar a
tales niños a replantear su decisión de no visitar al
padre.
El propósito principal de este programa terapéutico
es reforzar la separación de la madre y el niño para
proteger al niño de la campaña de manipulación y
programación de ésta.
Durante esta fase se debe evitar todo contacto con
la madre incluyendo llamadas telefónicas o correo.
23.
Cuando se reinician las visitas al hogar del padre se debe
prohibir todo acercamiento de la madre so pena de
encarcelamiento u hospitalización para la misma.
En casos extremos conviene separar del todo al niño de
la madre por meses incluso años.
El darse cuenta de que no podrán volver a su hogar y
que, si insisten en rebelarse, su permanencia durará más
tiempo fuera de casa, ayudará a que los niños se den por
vencidos y finalmente acepten mudarse a la casa del
padre.
24.
Los terapeutas que creen que deben respetar los
reclamos del niño cuando llora que quiere ver a su
madre en realidad lo están perjudicando porque verla
contribuye al afianzamiento de la alienación.
Gardner sostiene que un terapeuta debe tener la piel
bien curtida para soportar los reclamos del niño sin
acceder a sus caprichos.
No se debe respetar al niño cuando se opone a visitar al
padre alienado. No se lo debe escuchar pues tomar en
serio las acusaciones de maltrato o abuso sexual hechas
por un niño SAP es un grave error.
25.
No se les debe permitir insistir en sus acusaciones de
abuso sexual porque el terapeuta sabe que son falsas.
Es antiterapéutico escuchar estas falsas acusaciones. Lo
terapéutico es decirle al niño que eso no ocurrió.
Los niños pueden haber fabricado estas acusaciones y
fantasías sexuales por si mismos o haber sido
programados por su madre.
Una manera que tiene el terapeuta de confirmar que la
acusación es falsa es carear al niño denunciante con su
padre porque en el enfrentamiento cara a cara estos
niños no logran sostener su acusación y suelen
retractarse.
26.
Estos niños no sienten ningún remordimiento por como
tratan a su padre y muestran una completa falta de
gratitud por los regalos recibidos y la manutención
económica que reciben de él, llegando al extremo de
presentar características psicopáticas por su ausencia de
culpa y su insensibilidad ante el sufrimiento de su
progenitor al punto de rechazar o destruir sus regalos.
27.
En el tratamiento del SAP según Gardner, a diferencia
del resto de los tratamientos psicoterapéuticos, la
confidencialidad no existe, el terapeuta puede darle
información del paciente a los abogados y también
puede solicitar al juzgado la aplicación de sanciones
para la madre que se resista sugiriendo al juez la
reducción de la cuota alimentaria (aunque no funciona
en los casos en que el padre no pasa dinero o no paga
alimentos), la aplicación de multas, arresto domiciliario,
servicios comunitarios obligatorios o la encarcelación.
28.
Para Gardner no se puede prestar atención a las quejas
del niño sobre la crueldad del terapeuta que lo obliga a
visitar al padre «alienado» porque en realidad los niños
quieren ser obligados a visitar al padre.
El problema con estos niños radica en que comparten
las mismas fantasías paranoides de sus madres con
respecto a sus padres y también creen que fueron
abusados.
Al llevarlos a la casa del padre algunos llegan a tener un
ataque de pánico o quedan tan paralizados de terror al
verlo que se escapan corriendo.
29. Gardner lamenta no haber logrado convencer a los jueces de
encarcelar a las madres reacias al tratamiento.
Muchas veces no alcanza con las amenazas y es necesario
que las sanciones sean aplicadas para que tanto la
«alienadora» como sus hijos entiendan que la amenaza de la
corte es en serio.
Entonces responderán positivamente a las sanciones y al
programa terapéutico del SAP.
El objetivo del tratamiento no es alejar definitivamente a los
hijos de sus madres sino desprogramarlos, razón por lo cual
si se logran reducir las manipulaciones se pueden realizar
visitas a la madre supervisadas por el terapeuta para evitar
un nuevo adoctrinamiento.
30.
El SAP es un excelente ejemplo de un desorden psiquiátrico
en el cual los profesionales tanto de la salud mental como de
la ley deben trabajar en conjunto para ayudar a estos niños.
Ninguna de estas disciplinas puede hacerlo si la otra no está
involucrada.
Los trabajadores de la salud mental necesitan del apoyo del
poder de la corte para implementar sus recomendaciones y
la corte necesita de la ayuda de los profesionales de la salud
mental para conducir una terapia adecuada.
Si el juzgado no impone sanciones la terapia no funciona. Sin
el poder de la corte el terapeuta no podría manipular al
paciente ni forzarlo y esta terapia no sería posible.
31.
Para mostrarnos como funciona el tratamiento, en
su artículo «Terapia familiar en el tipo moderado de
síndrome de alienación parental» , Gardner publica
una viñeta clínica de lo que él describe como un
diálogo típico en la terapia del SAP.
Se trata de una niña de seis años que se niega a
visitar a su padre en su casa durante un fin de
semana entero aunque acepta verlo durante una o
dos horas en presencia de un asistente social.
32.
Gardner: - ¿Qué harías si el juez te dice que si no vas a pasar
el fin de semana con tu padre, él dejará de pasar la cuota de
alimentos a tu madre durante una semana?
Paciente: - Igual no iría a visitarlo, conseguiría un trabajo y le
daría yo el dinero a mi madre.
Gardner: - ¿Qué harías si el juez te dice que si no vas le
dejaría de pasar dinero a tu madre para siempre y ella se
quedara sin nada de dinero?
Paciente: - Si es necesario yo y mis dos hermanos pequeños
saldríamos a trabajar para mantenernos pero no vería a mi
padre.
33.
Gardner: - ¿Qué harías si el juez te dice que si no vas este fin
de semana a ver a tu padre el juez llevaría a tu madre a la
cárcel todo el fin de semana?
Paciente: - Mi madre dice que, si yo no quiero ir y me siento
incómoda con él, ella soportaría ir a la cárcel antes que yo me
vea obligada a hacer algo que no quiero.
Gardner: - ¿Qué harías si el juez dice que la va a dejar en la
cárcel el tiempo que sea necesario hasta que tu vayas a ver a
tu padre y te quedes con él?
Paciente: - Iría a verlo.