2. MONICIÓN DE ENTRADA
Celebramos hoy la fiesta de la Santísima
Trinidad.
Y precisamente –invocando al Padre, al Hijo y
al Espíritu- comenzamos siempre nuestras
celebraciones.
Todos los domingos, nuestra celebración de la
Eucaristía es de algún modo, un recuerdo de la
Santísima Trinidad, porque todos los
domingos:
3. Celebramos el amor y la misericordia de
Dios, nuestro Padre.
Recordamos la vida nueva que se nos ha
dado por medio de Jesucristo, nuestro
hermano.
Y nos sentimos fortalecidos por la gracia del
Espíritu, que ha sido derramado en
nuestros corazones.
4. CANTO DE ENTRADA.
Todos unidos formando un solo cuerpo,/ un
cuerpo que en la Pascua nació; /miembros de
Cristo en sangre redimidos,/Iglesia peregrina
de Dios.
Vive en nosotros la fuerza del Espíritu, / que
el Hijo desde el Padre envió, / El nos impulsa,
nos guía y alimenta, / Iglesia peregrina de
Dios.
Somos en la tierra semilla de otro reino,
somos testimonio de amor/Paz para las guerras y
luz entre las sombras / Iglesia peregrina de Dios.
5. SALUDO Y MONICIÓN.
ACTO PENITENCIAL..
En un momento de silencio, nos ponemos
en la presencia de Dios y le pedimos su
misericordia y su perdón, en actitud de
oración.
•A Ti, que con tu vida y palabra nos diste a
conocer al Padre, te decimos:
•¡Señor, ten piedad!
6. • A Ti, que con tu Encarnación y Pasión,
nos has mostrado tu inmenso amor, te
rogamos: ¡Cristo, ten piedad!
•
* A Ti, que para animar y fortalecer
nuestra vida y la de tu Iglesia, nos
comunicas tu Espíritu, te pedimos:
¡Señor, ten piedad!
• Dios Todopoderoso tenga misericordia
de nosotros, perdone nuestros pecados y
nos leve a la vida eterna. Amén
7. GLORIAA DIOS EN EL CIELO Y EN LA
TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE
AMA EL SEÑOR…
8. Lectura del libro de los Proverbios 8, 22-31
Así dice la sabiduría de Dios:
«El Señor me estableció al principio de sus tareas,
al comienzo de sus obras antiquísimas.
En un tiempo remotísimo fui formada, antes de
comenzar la tierra.
Antes de los abismos fui engendrada, antes de los
manantiales de las aguas.
Todavía no estaban aplomados los montes, antes
de las montañas fui engendrada.
No había hecho aún la tierra y la hierba, ni los
primeros terrones del orbe. Cuando colocaba los
cielos, allí estaba yo; cuando trazaba la bóveda
9. sobre la faz del abismo; cuando sujetaba el cielo
en la altura, y fijaba las fuentes abismales.
Cuando ponía un límite al mar, cuyas aguas no
traspasan su mandato;
cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo
estaba junto a él, como aprendiz,
yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo
jugaba en su presencia:
jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los
hijos de los hombres.
Palabra de Dios.
10. Salmo responsorial
Sal 8, 4-5. 6-7a. 7b-9.(R.: 2a)
R. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable
es tu nombre en toda la tierra!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus
dedos, la luna y las estrellas que has
creado, ¿qué es el hombre, para que te
acuerdes de él, el ser humano, para darle
poder?
R. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es
tu nombre en toda la tierra!
11. Lo hiciste poco inferior a los
ángeles, lo coronaste de gloria y
dignidad, le diste el mando
sobre las obras de tus manos.
R. Señor, dueño nuestro, ¡qué
admirable es tu nombre en
toda la tierra!
12. Todo lo sometiste bajo sus pies: rebaños
de ovejas y toros, y hasta las bestias del
campo, las aves del cielo, los peces del
mar, que trazan sendas por el mar.
R. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable
es tu nombre en toda la tierra!
13. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos 5, 1-5
Hermanos:
Ya que hemos recibido la justificación por
la fe, estamos en paz con Dios, por medio de
nuestro Señor Jesucristo.
Por él hemos obtenido con la fe el acceso a
esta gracia en que estamos; y nos gloriamos,
apoyados en la esperanza de alcanzar la
gloria de Dios.
Más aún, hasta nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación
14. produce constancia, la constancia, virtud
probada, la virtud, esperanza, y la esperanza
no defrauda, porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones con el
Espíritu Santo que se nos ha dado.
Palabra de Dios.
15. Aleluya. Ap 1,8
Gloria al Padre, y al Hijo, y
al Espíritu Santo, al Dios
que es, que era y que viene
16. Lectura del santo evangelio según san
Juan 16, 12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«Muchas cosas me quedan por
deciros, pero no podéis cargar con
ellas por ahora; cuando venga él, el
Espíritu de la verdad, os guiará hasta
la verdad plena. Pues lo que hable no
será suyo: hablará de lo que oye y os
comunicará lo que está por venir.
17. Él me glorificará, porque recibirá de mí
lo que os irá comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por
eso os he dicho que tomará de lo mío
y os lo anunciará.»
Palabra del Señor.
18.
19.
20. ORACION DE LOS FIELES
Al Dios uno y trino, misterio de amor, tan cercano
siempre al hombre y a sus necesidades, pedimos:
Todos: ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!.
Los asesinatos y las violencias crecen cada día,
cada año. Crece el clima de indefensión y la falta
de aprecio por la vida humana. De ti, Señor,
hemos aprendido a amar esta vida. haz que
crezca nuestro compromiso con la vida. OREMOS
Todos: ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!.
21. Muchos pueblos se encuentran al borde de la
quiebra y de la fractura social.. Son países a los
que hacemos presentes en nuestra celebración. Y
con ellos su dolor, su rabia, su impotencia y su
anhelo de superar la crisis creciente en la que
viven. Nos unimos a los pueblos hundidos por la
Deuda externa. Que se condone la deuda de los
pobres. OREMOS...
Todos: ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!.
Muchas familias se desgastan sin saber cómo
educar a sus hijos y se sienten impotentes para
darles una respuesta a sus demandas. Queremos
22. poner a todas estas familias y a las que están
rotas delante de Ti. Que la Comunidad Cristiana
ayude a las familias a convivir, a comprenderse, a
valorarse y a respetarse. OREMOS...
Todos: ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!.
Los pobres esperan nuestra solidaridad y
nuestros gestos de amor, esperan un mundo en el
que habite la justicia. Queremos empeñarnos en
conseguir una sociedad más justa, donde sean
eliminadas las grandes y obscenas injusticias que
crean pobres vergonzantes. Que no nos
conformemos con dar limosna. OREMOS...
Todos: ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!
23. Que la Eucaristía que celebramos sea reflejo del
Dios Trinitario en el que creemos, que nos
congregue y nos una muchos más a cuantos
hemos puesto nuestra confianza en el Señor
Jesús. OREMOS...
Todos: ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!
Escucha, Padre, nuestra plegaria y derrama y
manifiesta tu amor en el mundo. Por JNS...
24. OFERTORIO.
Señor, te ofrecemos el vino y el pan, así
recordamos la cena Pascual.
Porque Tú sólo eres bueno, Señor queremos
cantar, tus misericordias: ¿quién podrá cantar?
Señor, te ofrecemos el vino y el pan, así
recordamos la cena Pascual.
Sólo Tú eres nuestro auxilio, Señor, Tú nos salvarás,
tus misericordias: ¿quién podrá cantar?
Señor, te ofrecemos el vino y el pan, así
recordamos la cena Pascual.
25.
26. CANTO DE COMUNIÓN.
Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré,
alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré,
alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.
-Somos tus hijos, Dios Padre eterno, tú nos
has creado por amor. Te adoramos, te
bendecimos. Todos cantamos en tu honor.
-Todos unidos, siempre cantaremos, glorias y
alabanzas al Señor. Gloria al Padre, gloria al
Hijo, gloria al Espíritu de Amor.
-Juan vio el número de los redimidos. Todos
adoraban al Señor. Unos oraban, otros
cantaban. Todos alababan al Señor.
27. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
El Dios uno y trino, misterio de amor,
habita en los cielos y en mi corazón.
Dios escondido en el misterio,
como la luz que apaga las estrellas;
Dios que te ocultas a los sabios
y a los pequeños te revelas.
No es soledad, es compañía,
es un hogar tu vida eterna,
es el amor que se desborda
de un mar inmenso sin riberas.
Padre de todos, siempre joven,
28. al Hijo amado eterno engendras,
y el Santo Espíritu procede
como el Amor que a los dos sella.
Padre, en tu gracia y tu ternura,
la paz, el gozo y la belleza,
danos ser hijos en el Hijo
y hermanos todos en tu Iglesia.
Al Padre, al Hijo y al Espíritu,
acorde melodía eterna,
honor y gloria por los siglos
canten los cielos y la tierra.
29. BENDICIÓN Y DESPEDIDA.
Salve, Regina, Mater misericórdiae:
Vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, éxsules, filli Hevae.
Ad te suspiramus, gementes
et flentes in hac lacrimarum valle.
Eia ergo Advocata nostra,
illos túos misericordes óculos ad nos converte.
Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsílium ostende.
O Clemens: O pía: O dulcis Virgo María.