PARASITOSIS INTESTINAL en Pediatría, Enfermería y Familiar II
(2016-03-14)CUIDADOSENLAMUJERCLIMATÉRICA(DOC)
1. Cuidados en la mujer
climatérica
Miriam Brocate San Juan
CS Las Fuentes Norte
EIR-2 EFyC
2. Introducción:
La menopausia es un proceso natural en la vida de la mujer, no es una
enfermedad, aunque en muchos casos se acompañe de cambios físicos y emocionales
cuyo conocimiento puede evitar la pérdida de calidad de vida. Es muy variable de unas
mujeres a otras y parece exclusivo de la especie humana, debido a que en la mayoría
de las especies la muerte sucede cuando aún existe función ovárica.
Uno de los objetivos en el Plan Integral de Atención a la Mujer en nuestro país,
es la atención a la mujer climatérica junto a la anticoncepción, al diagnóstico precoz
del cáncer genital y mamario y a la atención al embarazo parto y puerperio.
La realidad es que, desde el punto de vista biológico, hacia los 40 años y en la
mayoría de las mujeres comienza a disminuir la capacidad de fertilidad y la normalidad
en los ciclos, y esto significa el inicio de un periodo de deterioro de la función ovárica,
progresivo y duradero, que a lo largo de los años conducirá a la anulación completa de
la fertilidad, a la desaparición de las menstruaciones y a la ausencia de estrógenos
ováricos, que tendrán distintas repercusiones clínicas en el organismo de la mujer.
Marco conceptual:
Los términos climaterio, menopausia, premenopausia, postmenopausia,
perimenopausia, etc., se utilizan con frecuencia de forma indiscriminada y con falta de
precisión, pudiendo ser el origen de algunas confusiones, por lo que es importante
diferenciarlos:
- El CLIMATERIO es un proceso natural en la vida de la mujer que comienza con el
inicio del envejecimiento ovárico y culmina en la senectud. Es un periodo con una
duración de 10-15 años en el que se van a producir profundos cambios en el
organismo y uno de los más importantes es la pérdida de la capacidad
reproductiva.
- MENOPAUSIA es la fecha de la última menstruación. Para considerar una
menstruación como la última deben transcurrir al menos 12 meses sin la misma.
Por tanto, es el cese de las menstruaciones durante por lo menos doce meses
resultante del cede de la función ovárica y disminución de la producción de
hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona).
La edad media de la menopausia es a los 45-50 años. Puede ser precoz si
ocurre antes de los 40 años o tardía si todavía hay menstruación después de los 55
años.
3. Esta involución y desaparición de la función ovárica suele ocurrir de forma
natural, espontánea y progresiva (menopausia natural), pero puede ser
consecuencia de una intervención quirúrgica como la extirpación de los ovarios, o
de un tratamiento quimioterápico o radioterápico (menopausia artificial o
inducida).
La menopausia divide al climaterio en estos dos conceptos:
o PREMENOPAUSIA es un periodo de tiempo anterior a la menopausia (2-8
años). Se inicia cuando aparecen las primeras alteraciones hormonales,
más que clínicas, en el declinar de la función ovárica.
o POSTMENOPAUSIA comienza a partir del año desde la última menstruación
y se prolonga de 1-6 años.
- PERIMENOPAUSIA: es el periodo anterior y posterior a la menopausia en el que se
puede observar una exacerbación de los síntomas propios del climaterio.
Datos epidemiológicos:
- En nuestro país, según información de distintos autores la edad oscila de 46.9 a
50.1 años.
- Las fumadoras adelantan la edad de menopausia en 1.44 años.
- El retraso en la edad de la menopausia se asoció con: no fumadoras, multiparidad,
edad más tardía de la menarquía, aumento del índice de masa corporal, mejor
clase social y nivel educacional y uso tardío de anticoncepción hormonal oral.
- La herencia es también importante, encontrándose un cierto paralelismo entre
madres e hijas o entre hermanas, lo que implica un gran componente genético. Se
conoce además la influencia de alteraciones cromosómicas en la aparición del fallo
ovárico precoz (FOP).
Fisiología del climaterio:
En la premenopausia se puede apreciar que existe una disminución del número
de folículos del ovario y que su capacidad de respuesta a las gonadotrofinas
hipofisarias es menor, por lo que habrá mayores niveles de las mismas (sobre todo de
FSH) y menos estrógenos circulantes (sobretodo estradiol E2).
Los altos niveles de FSH provocan que se acorte la duración de la fase folicular
del ciclo y que la ovulación se produzca de manera más precoz, con lo que comienzan
las primeras alteraciones en los ciclos menstruales de la mujer.
4. Llega un momento en que los niveles de estrógenos son tan bajos que no
producen cambios en el endometrio con lo que tiene lugar la amenorrea.
En la postmenopausia las gonadotrofinas aumentan todavía más y se
mantienen así unos 5 años, momento en el que descienden lentamente hasta
desaparecer alrededor de los 75-80 años.
Los estrógenos alcanzan niveles muy bajos, siendo la estrona (E1) el estrógeno
principal de este periodo; la estrona proviene en su mayoría de la conversión de
androstendiona producida en las glándulas suprarrenales, de forma que en la mujer
posmenopaúsica hay unos niveles mínimos de estrógenos. Por otro lado, hay un
aumento de secreción de testosterona por el ovario de manera que no es raro
encontrar signos de virilización en la mujer postmenopáusica.
Cambios fisiológicos en el climaterio:
El déficit de estrógenos puede causar una variedad de síntomas que pueden
durar desde unos pocos meses a unos pocos años.
Los cambios y manifestaciones de la menopausia no afectan por igual a todas
las mujeres. En la vivencia del climaterio existen muchos factores como la
personalidad de la mujer, el entorno, la cultura, la sociedad, las creencias, las
circunstancias personales y familiares o la implicación en el autocuidado, que influyen
positiva o negativamente en la adaptación a esta etapa.
Algunas tienen pocos o ningún problema, mientras que otras presentan desde
síntomas leves y soportables hasta intensos e incómodos trastornos físicos y
emocionales que, con atención sanitaria, pueden evitarse y aliviarse.
En un tercio de las mujeres climatéricas se ve condicionada significativamente
la calidad de vida.
Los más habituales son:
- A corto plazo: sofocos, sudoración, palpitaciones, irritabilidad, nerviosismo,
labilidad emocional y tendencia a la obesidad.
- A medio plazo: cambios a nivel del aparato genito-urinario, muscular,
perineal y de piel.
- A largo plazo: osteoporosis y aumento del riesgo cardiovascular.
1. Sofocos:
Es uno de los síntomas más típicos. Aunque desde el punto de vista de la salud no
tienen gran importancia, si que pueden llegar a afectar tanto a la vida afectiva y social
5. como laboral, pudiendo presentarse en cualquier momento. Por ello suponen uno de
los principales motivos de consulta.
Se presentan como oleadas de calor en cara, cuello, pecho y brazos con aumento
de la sudoración, acompañados a menudo de palpitaciones. Duran 1-5 min, y son
más frecuentes de noche.
Afectan al 75-80% de las mujeres, con duración variable entre 1 año (en el 80% de
las mujeres que los padecen) y más de 5 años (en el 25%). A menudo se relaciona su
aparición con algún elemento psíquico: estrés, conflicto, emoción, nerviosismo... pero
también pueden aparecer espontáneamente e incluso durante el sueño, alterando su
ciclo. Su frecuencia en tiempo y duración es variable.
Algunas técnicas para controlar los sofocos:
- Usar técnicas de autocontrol: respiración, relajación, pensamientos
positivos.
- Masajes, aromaterapia, reflexoterapia, musicoterapia.
- Procurar un entorno fresco; ambiente frío o refrigerado.
- Utilizar ropa de algodón, evitando tejidos sintéticos y ajustados, que no
transpiran.
- Humedecer con agua fría manos, muñecas y mejillas.
- Evitar especias, té, café, alcohol, bebidas calientes, comidas copiosas.
- Usar el abanico.
- Realizar ejercicio físico.
- Beber infusiones de salvia, tila, melisa, valeriana.
Tratamientos más utilizados:
- Tratamiento hormonal (Terapia Hormonal Sustitutiva).
- Fitoestrógenos (soja). Necesitan más estudios que confirmen su acción,
pero parece que existe consenso en que disminuyen la intensidad de los
sofocos
- ¿Homeopatía?
2. Alteraciones genitourinarias:
Los cambios que se producen en este sistema se enumeran a continuación:
Ovario: se atrofia y disminuye de tamaño. Cesa la producción de estrógenos y
aumenta la secreción de andrógenos.
Útero: disminuye de tamaño y el miometrio se adelgaza. El endometrio pasa a
tener menos glándulas, aunque sigue reaccionando a los estrógenos. El cérvix se
atrofia y se retrae; disminuye el moco cervical.
6. Vagina: su epitelio se atrofia y desaparecen los pliegues o plicas rugosas que le
dan elasticidad. El canal vaginal se vuelve más estrecho y corto, el introito se
estenosa. Desaparecen los bacilos de Döderlein y el pH aumenta. Disminuye la
lubricación con lo que aparece sequedad vaginal e infecciones.
Atrofia genital. Debilitamiento y pérdida de elasticidad de la musculatura perineal.
Puede provocar dispareunia.
Todas ellas pueden influir en la sensación de disminución de la líbido.
Algunos consejos:
- Ejercicios de la musculatura del suelo pélvico (ejercicios de Kegel). El
ejercicio aporta sangre, oxígeno y nutrientes a la zona pélvica, manteniendo
sanos los tejidos.
- Hidratación diaria:
o Interna: siendo recomendable la ingesta de 1,5-2 litros/día de
agua.
o Externa: con cremas o aceites específicos.
- Higiene genital externa con moderación, la ducha diaria es suficiente,
usando jabones neutros.
- Uso de ropa interior de algodón.
- Mantener una vida sexual activa es importante para retrasar la atrofia.
- Uso de lubricantes en las relaciones sexuales en caso de sequedad vaginal.
- Micción e higiene tras el coito para prevenir infecciones urinarias.
3. Musculatura pélvica
Estos músculos debilitados hacen que los órganos pélvicos pierdan estabilidad,
pudiendo aparecer incontinencia urinaria de esfuerzo, prolapsos y disfunciones
sexuales.
Aunque no son patologías que comprometan la vida es obvio que deterioran
tremendamente la calidad de vida y autoestima.
¿Cómo fortalecer musculatura?
- Tonificar y fortalecer la musculatura mediante los ejercicios de Kegel y el
automatismo de protección ante cualquier situación de riesgo de aumento
de presión intraabdominal.
- Evitar el estreñimiento.
- Mantener un peso adecuado.
- Evitar el tabaquismo.
- Realizar ejercicio físico adecuado.
7. 4. Piel
Contiene receptores de estrógenos, por lo que se ve afectada por el déficit
hormonal. Comienza a envejecer a partir de los 30 años y los cambios se intensifican
entre los 40-50 años.
El envejecimiento cutáneo se caracteriza por un adelgazamiento gradual con
atrofia epidérmica, sobre todo en las áreas expuestas a la luz, que pierden humedad y
elasticidad, aumentando la predisposición a las arrugas.
Las fibras elásticas y de colágeno degeneran, las glándulas sebáceas y
sudoríparas pierden actividad y los vasos sanguíneos, muestran signos de esclerosis. La
piel atrófica es seca, pruriginosa y sufre ulceraciones con facilidad. La alteración en la
pigmentación da lugar a las “manchas marronáceas”, tan típicas con la edad.
La disminución del vello también se ve afectada: aumenta en labio superior y
barbilla, disminuyendo en pubis, axilas y cuero cabelludo. A veces aparece distribución
tipo masculino.
Las uñas aparecen más quebradizas.
Algunos consejos:
- Importante la hidratación diaria interna y externa.
- Higiene con jabones de PH neutro.
- Tomar el sol con moderación, evitando horas de riesgo (de 12 a 17 h) y con
protección solar total.
- Cuidar la dentadura.
- Revisar la vista.
- Manicura y pedicura.
- Alimentación rica en vitaminas, minerales, oligoelementos y agua.
- Evitar hábitos nocivos: tabaco, alcohol, drogas.
- Ejercicio físico adecuado a la edad.
5. Osteoporosis:
La pérdida de masa ósea suele verse afectada por el déficit estrogénico, entre
otros factores. Además, a consecuencia de ello, pueden aparecer dolores articulares
en rodillas, región lumbar y cervical, deformidad de la columna y disminución de la
talla por aplastamientos vertebrales, y riesgo de fracturas patológicas. Aunque el
riesgo de padecer osteoporosis aumenta en la menopausia y en el climaterio, existen
otros riesgos adicionales:
8. Consejos:
- Evitar el consumo de tabaco.
- No abusar de café ni de té.
- Alimentación equilibrada, rica en calcio.
- Consumo controlado de proteínas.
- Realizar ejercicio de una manera regular y al aire libre preferiblemente. Del
sol se obtiene la vitamina D necesaria para la fijación del calcio a los huesos.
En la siguiente tabla se menciona la cantidad de miligramos (mg) de calcio
presente en una porción de alimentos:
6. Alteraciones cardiovasculares
Los estrógenos producen aumento de los niveles de HDL y disminución del LDL
por lo que la deprivación estrogénica aumenta el riesgo en la mujer de presentar
enfermedad coronaria (desaparecen sus efectos protectores). Además, el endotelio
vascular tiene receptores para los estrógenos que van a producir vasodilatación
arterial, especialmente de las coronarias. Durante la postmenopausia el perfil lipídico
se invierte, se observa un aumento del LDL y del colesterol total y una disminución del
HDL por lo que se favorece la formación de placas de ateroma y la ateroesclerosis. La
enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad en mujeres
postmenopaúsicas, siendo muy rara en mujeres premenopaúsicas.
Otros factores de riesgo conocidos para la enfermedad cardiovascular, aparte
de la hipercolesterolemia, son el tabaco, la obesidad troncular, la alimentación, la
9. hipertensión y la diabetes. Las medidas preventivas para la enfermedad cardiovascular
irán encaminadas a:
- Dieta rica en alimentos cardiosaludables:
o Alimentos ricos en fibra: frutas, verduras, cereales integrales,
legumbres.
o Alimentos ricos en grasas insaturadas: frutos secos, pescado azul,
aceite de oliva, etc. En este grupo, se encuentran los ácidos
grasos omega 3 y 6.
- Evitar el consumo de tabaco.
- No abusar del café ni del té.
- Alimentación equilibrada, rica en calcio.
- Consumo controlado de proteínas.
- Realizar ejercicio de una manera regular y al aire libre preferiblemente.
7. Alteraciones psíquicas
Como se ha expuesto anteriormente, una parte de estas alteraciones depende
de factores socioculturales y de la personalidad de la mujer. Entre ellas, las más
frecuentes son:
- Insomnio.
- Ansiedad.
- Irritabilidad y cambios de humor.
- Tendencia a estados de ánimo depresivos.
- Disminución del apetito sexual.
- Disminución de la capacidad de concentración y pérdida de memoria.
Intervenciones:
- Potenciar propios recursos:
o Descubrir cualidades personales.
o Cultivar relaciones sociales, mimar amistades.
o Ocupar tiempo y ocio: cine, lectura, manualidades, baile, viajes
etc.
o Realizar actividades para agilizar la memoria así como aquellas
que nos enseñen a relajarnos.
- Conseguir bienestar mental y liberar tensiones:
o Actividades orientales tipo yoga, tai-Chi, en los cuales el trabajo
físico está muy relacionado con la respiración y relajación.
10. Tratamiento:
El tratamiento es siempre individualizado. Éste puede ser sintomático y
hormonal:
- Tratamiento sintomático: enfocado a tratar los síntomas que impiden a la
mujer el bienestar para el desarrollo de su vida normal. Se incluye:
Analgésicos: para tratar cefaleas, dolores óseos, etc.
Tranquilizantes: para tratar el nerviosismo, la irritabilidad y la
ansiedad.
Medicamentos de acción vegetativa: actúan sobre los
neurotransmisores cerebrales aliviando sofocos y sudores.
Vasodilatadores periféricos: ante las alteraciones concretas del
sistema circulatorio.
- Tratamiento hormonal sustitutivo (T.H.S.). Tiene como objetivo suplir el
déficit hormonal. El T.H.S. es empleado con fines terapéuticos (tratamiento
del síndrome climatérico) y con fines preventivos (evitar la osteoporosis,
perdida de colágeno atrofia genital y riesgo de enfermedad cardiovascular).
o Ventajas
Mejora o suprime los síntomas vasomotores.
Mejora los síntomas psíquicos cuando estos están
relacionados con la alteración endocrina.
Mejora la atrofia genitourinaria y aumenta la secreción de
cuello y vagina.
Mejora el estado de la piel.
Previene la coronariopatía.
Previene o retarda la osteoporosis, disminuyendo el riesgo de
fracturas.
o Inconvenientes
Hemorragias uterinas.
Aumento de la dependencia de la mujer respecto a la
consulta médica.
Aumento de peso.
o Riesgos
Cáncer de endometrio.
Cáncer de mama.
Hipertensión
11. Alteraciones del metabolismo lipídico.
Trastornos de la coagulación.
o Posibles efectos secundarios
Algias en bajo vientre.
Pesadez de estomago.
Flatulencia.
Aumento del tamaño de las mamas.
Mastodinia.
Mayor exudado vaginal.
Pequeñas hemorragias uterinas.
Actividades preventivas.
Como consecuencia de la deprivación estrogénica que tiene lugar en la
posmenopausia, pueden ir apareciendo a medio y largo plazo los distintos problemas
de salud que hemos nombrado con anterioridad. Existen, sin embargo, otras
enfermedades no directamente relacionadas con los cambios hormonales de esta
época que pueden beneficiarse de una adecuada prevención. Entre ellas cabe citar la
prevención del cáncer ginecológico y de mama, así como de la obesidad y la
hipertensión.
Cáncer ginecológico y de mama: Aunque la menopausia no está considerada
como un factor de riesgo para la mayoría de patologías malignas del aparato genital o
de la mama, no debe olvidarse que la frecuencia de la mayoría de dichas entidades
aumenta con la edad.
Cáncer de cérvix: Aunque suele presentarse en épocas anteriores de la
vida, debe continuarse efectuando citologías cervicovaginales para su
detección precoz.
Cáncer de endometrio: El cáncer de endometrio es más frecuente
después de la menopausia, entre los 55 y los 65 años, especialmente en
aquellas mujeres obesas, diabéticas o hipertensas. Es importante
controlar las posibles pérdidas de sangre «menstrual» después de la
menopausia, puesto que si los estrógenos que se producen en el cuerpo
no están compensados por la progesterona, el endometrio continúa
proliferando y puede degenerar. Cualquier pérdida hemática genital que
suceda después de la menopausia debe estudiarse.
Cáncer de mama El cáncer de mama es la primera causa de muerte en
las mujeres de entre 35 y 64 años; por esto, es importante conseguir un
diagnóstico lo más precoz posible.
12. Obesidad: En la edad adulta, las necesidades de crecimiento han sido
superadas, y con los años disminuyen tanto la producción total de energía como los
requerimientos basales. Al inicio de la menopausia, las mujeres suelen presentar una
tendencia a ganar peso. Se afirma que no sólo ocurre un cambio en la cantidad de
grasa sino también en la distribución de ésta. En las mujeres posmenopáusicas la
obesidad suele localizarse en abdomen y cintura frente a la obesidad localizada en
caderas, en mujeres más jóvenes. El exceso de peso predispone a un aumento de los
riesgos cardiovasculares (enfermedades coronarias, hipertensión), metabólicos
(hiperlipidemia, diabetes, colelitiasis) y osteoarticulares (artrosis y artritis). Es
especialmente importante el control de peso, el mantenimiento de una dieta
adecuada y la realización regular de ejercicio físico.
Hipertensión: La hipertensión es un factor de riesgo importante de la
enfermedad cardiovascular. En esto influyen varios factores: el déficit estrogénico, la
dieta y los factores genéticos. Para intentar prevenirla es recomendable llevar una
dieta adecuada, no abusar del alcohol, controlar el peso, evitar el tabaquismo, así
como las situaciones de estrés. Es importante mantener una actividad física adecuada
y controlar periódicamente los niveles de colesterol.