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Yenevith Chávez
LA SALUD COMO DERECHO IMPORTANTE 10 C
PROYECTO DE
INFORMÁTICA
BLOQUE · 2
2. 1
SALUD
YENEVITH CHÁVEZ
LA SALUD COMO DERECHO IMPORTANTE
En la mitad del siglo pasado, en torno a 1950, surgieron a nivel
internacional diversas declaraciones que defendían los derechos
fundamentales del ser humano, esto es, derechos positivos, inherentes a
la propia naturaleza del hombre, que bajo ningún concepto debían ser
cuestionados y que todos los seres humanos debían gozar.
El derecho a la salud fue indiscutiblemente uno de esos derechos
fundamentales y básicos. Sin él, es difícil o imposible acceder a otros
derechos más complejos como es el social y el político.
Es por ello que no sólo en las Declaraciones Universales el derecho a la
salud aparece entre los primeros derechos fundamentales, sino también
en las constituciones o cartas magnas que vertebran las distintas
normativas nacionales y que finalmente acaban asumiendo las distintas
estructuras de gobiernos regionales y locales, más cercanas al usuario de
todo servicio de salud.
En la Declaración Universal de los Derechos Humanos este derecho viene
desarrollado en el Artículo 25: “Toda persona tiene derecho a un nivel de
vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el
bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios.”
Por su parte, en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales de 1966, en su Artículo 12, se describe así: “Los Estados
Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al
disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental". Entre las
medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto, a fin de
asegurar la plena efectividad de este derecho figurarán las necesarias
para:
1. La reducción de la mortinatalidad y de la mortalidad infantil y el
sano desarrollo de los niños
2. El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y
del medio ambiente
3. 2
3. La prevención y el tratamiento de las enfermedades epidérmicas,
endémicas, profesionales y de otra índole y la lucha contra ellas
4. La creación de condiciones que aseguren a todos asistencia
médica y servicios médicos en caso de enfermedad.
Siguiendo a nivel internacional, en la Constitución de la Organización
Mundial de la Salud se establece explícitamente que “el goce del grado
máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos
fundamentales de todo ser humano, sin distinción de raza, religión,
ideología política o condición económica o social.”
Así, es lógico que en el proyecto de Constitución europea presentado en
Roma en el año 2003, y que por cuestión de jerarquía legislativa incide
como norma de rango superior sobre las constituciones nacionales,
incorpore en sus 3 primeros artículos los referentes a la dignidad humana,
al derecho a la vida y el derecho de la integridad personal, de los cuales
se derivan los distintos derechos de la salud del ciudadano.
Sin nombrar otras normativas de índole internacional que insisten y
subrayan sobre los puntos destacados, ya en nuestra Constitución de
1978 se desarrolla la salud como uno de los derechos fundamentales,
aplicado después para elaborar la posterior Ley General de la Sanidad.
En general, todas estas normas, comenzando desde las de rango superior
para ir incidiendo en las de rango nacional y local, tienen como objeto
conseguir que todas las personas alcancen plenamente su potencial de
salud, mediante la promoción y protección de este derecho, a lo largo de
toda la vida, y tratando de reducir la incidencia de las principales
enfermedades, así como el sufrimiento que las origina.
Esto puede resumirse en tres valores fundamentales:
1. La salud como derecho fundamental de los seres humanos
2. La equidad, en materia de salud y solidaridad de acción entre
todos los países
3. La participación y la responsabilidad de las personas, los grupos,
las instituciones y las comunidades, en el desarrollo continuo de
la salud.
Visto esto, todo ser humano tiene derecho no sólo a ser asistido por los
servicios de salud para su curación y rehabilitación, sino también a ser el
objeto de políticas de información para la prevención de las
enfermedades.
4. 3
VIDA SALUDABLE
YENEVITH CHÁVEZ
LA SALUD COMO DERECHO IMPORTANTE
Llamamos hábitos saludables a todas aquellas conductas que tenemos
asumidas como propias en nuestra vida cotidiana y que inciden
positivamente en nuestro bienestar físico, mental y social. Dichos
hábitos son principalmente la alimentación, el descanso y la práctica
de la actividad física correctamente planificada. En esta lectura
aprenderemos las pautas básicas para llevar una alimentación
saludable. Podrás reflexionar sobre si das a tu cuerpo todo el
descanso que necesita y sobre si en tu estilo de vida incluyes una
práctica física continuada y sistemática. Al finalizar esta lectura,
podrás destacar una serie de factores que predisponen a un estado de
salud integral e ideal, tales como: Alimentación adecuada.
Actividad física regular.
Descanso adecuado.
Consumir alcohol con moderación o abstenerse totalmente.
Abstenerse de fumar tabaco y de consumir otro tipo de drogas.
Capacidad para hacer frente al estrés.
La Nutrición es la ciencia que se encarga de darnos los conocimientos
necesarios para alimentarnos de forma correcta y que no se
produzcan deficiencias ni a corto ni a largo plazo. Es un proceso
biológico mediante el cual el organismo asimila los alimentos y los
líquidos necesarios para el funcionamiento, mantenimiento y el
crecimiento de sus funciones vitales. Muchas veces se utilizan como
sinónimos nutrirse y alimentarse, siendo la diferencia fundamental
que la nutrición conlleva unos procesos involuntarios que acontecen
después de la ingesta de los alimentos, mientras que la alimentación
es el acto de comer, y es totalmente voluntario, tú elijes qué, cuándo y
cómo comes. La alimentación es por tanto la que va a dar a nuestro
cuerpo el suministro imprescindible para: construir y renovar sus
células y tejidos. mantener sus procesos internos de funcionamiento
(respiración, digestión, metabolismo). obtener energía para poder
trabajar, hacer deporte, etc.
El reparto diario de comidas debería ser: Desayuno 25%. Muy
importante. Debe basarse en hidratos de carbono. (Leche, cereales,
5. 4
tostada, galletas...). En ocasiones el desayuno lo realizamos en dos
veces, es lo que denominamos almuerzo. Si hemos desayunado muy
temprano o bien hemos realizado un desayuno escaso, el almuerzo lo
hacemos con el objetivo de no llegar con tanta hambre a la comida, ya
que, si esto sucede, es probable que comamos en exceso y muy
deprisa, y no nos siente bien. Comida 35%. Debe de contener
hidratos de carbono, proteínas y grasas (pasta, arroz, pescados,
carnes, legumbres). Merienda 15%. Se basa en hidratos de carbono
(leche, galletas, bocatas). Cena 25%. Debe contener hidratos de
carbono, algo de proteínas y de grasas (carne o pescado plancha,
verdura, yogur). Muy importante también será la correcta hidratación,
(2 litros de agua al día). Si además vas a hacer actividad física, debes
beber un cuarto de litro de agua unos 15 minutos antes. Si la actividad
te lo permite, deberías beber agua cada 15 minutos. Después del
ejercicio es necesario beber mucha agua o alguna bebida isotónica, a
pequeños sorbos, y que no excesivamente fría. Te ayudará en la
recuperación.
El descanso diario es vital para mantener el cuerpo y la mente en
buen estado durante todo el día. Sin duda, dormir bien es sinónimo de
salud.
Es hora de crear conciencia, fundamentando valores sociales y
responsabilidades públicas que orienten a desarrollar estrategias y
conductas que permitan preservar la salud y mejorar la calidad de
vida. Una vida saludable es la base de una sociedad sana, que
garantiza a sus individuos gozar plenamente sus años de vida. En base
a estos cambios, ha surgido la idea de aportar una lista de pasos, que
sirvan como herramienta a la sociedad en general, para poner en
práctica conductas saludables, para asegurarse, en un gran
porcentaje, una mejor y mayor longevidad: una nutrición adecuada,
una actividad física apropiada, evitar hábitos nocivos y tener una
buena actitud ante la vida, son sin duda las mejore cualidades para
lograr una vida saludable.
6. 5
DEPORTES
YENEVITH CHÁVEZ
LA SALUD COMO DERECHO IMPORTANTE
Desde cualquier punto de vista parece una evidencia que el ejercicio
físico, actividad física y/o deporte son elementos condicionantes de la
calidad de vida y por tanto de la salud y el bienestar, ya que existen
suficientes datos científicos que concluyen que la actividad física,
realizada de forma regular, es una conducta saludable. Cada día se
consolida más la idea de que para lograr una mayor calidad de vida lo
que no se requiere es un sistema que combata las enfermedades, sino
un continuado y sistemático programa de prevención, a través del
ejercicio físico. Al hablar de calidad de vida hay que hacerlo desde la
perspectiva de vivir mejor y más años. Para ello es necesario
fomentar unos hábitos de vida saludables desde edades tempranas.
Se aprecia que a partir de los 17 y hasta los 21 años el descenso de
personas que realizan algún tipo de actividad física habitual es
bastante importante, coincidiendo generalmente con la finalización de
la etapa escolar o años inmediatamente posteriores. Existen múltiples
estudios que han relacionado hábitos comunes de salud
estableciéndose algunos de ellos como favorecedores de la
longevidad. Algunos de ellos son:
1. Hacer desayunos completos.
2. Hacer comidas a horas regulares.
3. Comer moderadamente.
4. No fumar.
5. No beber alcohol.
6. Dormir regularmente.
7. HACER EJERCICIO FÍSICO MODERADAMENTE.
7. 6
Sobre la base de los resultados de las investigaciones realizadas hasta
el momento se puede asegurar con cierta certeza que la actividad
física, el ejercicio o el deporte constituyen un factor importante en la
salud de las personas. Algunos de los beneficios que el ejercicio físico
proporciona a nivel fisiológico son, por ejemplo: El aumento del
bombeo sanguíneo al corazón, el incremento de la capacidad
pulmonar, la disminución de la presión arterial, la reducción del
riesgo de ataques coronarios, etc. Otros de los beneficios del
ejercicio físico practicado con regularidad y en la medida adecuada a
nuestras condiciones son: la mejora del sueño, la reducción del nivel
de grasa corporal, la mejora del tono muscular, etc. Pero además,
integrando en nuestra vida el ejercicio físico sistemático, obtenemos
beneficios también a nivel psicológico y emocional como por
ejemplo: mejora en la autoestima, aumento de la autoconfianza,
compensación del exceso de tensión y estrés, disminución de estados
depresivos y de ansiedad, etc.
Cuando se hace deporte, se produce la liberación de endorfinas,
neurotransmisores que poseen una gran potencia analgésica, con
propiedades similares a las de la morfina, favoreciendo el sentimiento
de bienestar después del ejercicio.
También disminuye la sensación de fatiga al realizar ejercicio físico,
dando más energía y capacidad de trabajo al aparato locomotor.
Queda claro pues que, tanto para niños como para adolescentes o
adultos, la práctica frecuente de ejercicio reporta múltiples beneficios
siempre que se realice siguiendo las recomendaciones de los
expertos y adaptando la frecuencia e intensidad a nuestras capacidad
o posibles problemas de salud.
La siguiente tabla nos da recomendaciones sobre las actividades
físicas recomendadas a cada edad.