1. Se puede intuir que mientras los hermanos estaban luchando, él ya estaba dirigiéndola. Lo que impulsa
a Creonte a decretar edictos es el bien de la patria. Antígona se convierte en amiga de la ciudad al
enterrar a su hermano y Creonte se convierte en enemigo de la ciudad al dictar el edicto que prohibía
enterrarlo, ya que de esta manera no sólo estaba destruyendo a la familia del muerto, sino que también
provocando caos social. Esto es una
ironía trágica
, creada por Sófocles. La ironía trágica es, cuando el discurso de un personaje recae sobre sí mismo, es
decir, que dice algo que se pone en contra de sí mismo. Creonte dice que va a castigar a los enemigos
de la patria, pero al final es él quien termina castigado. La ceguera trágica ya se da acá, él prohíbe el
entierro porque piensa que los dioses lo creen correcto, pero se equivoca.
“…, quienquiera que se muestre celoso del bien de la ciudad, ése
hallará en mí, durante su vida como después de su muerte, todos los honores que se deben
a los hombres de bien.”, esto es justamente lo que hace Antígona, ella
lucha por amor. Esta es la ironía trágica: Creonte castiga a quien más ama a la patria.
“Tales son las disposiciones, Creonte, hijo de Meneceo, que te place tomar tanto respecto del am
igo como del enemigo del país. Eres dueño de hacer prevalecer tu voluntad, tanto sobre los que han
muerto como sobre los que
vivimos.” Esta visión del coro es la sofrosine.
“Nadie será lo bastante loco como para desear la muerte.”, esto quiere decir que qu
ién entierre al cuerpo va a morir, significa muerte, ése es el castigo. Es una ironía, porque hay una
persona que es así. Creonte cree que quien enterró al cadáver, va a hacerlo por dinero. Esto demuestra
su ceguera, no se le ocurre que puede hacerse en nombre de las leyes divinas.
El centinela da un toque de humor a la obra: “Rey, no diré que llego así, sin aliento, por haber venido
de prisa
y con pies ligeros
, porque…”.
Viene lleno de temor por su pellejo, lleno de vacilación, de locuaz balbuceo, viva antítesis de Antígona
y de Creonte, tan valientes, firmes y de tan fuerte elocuencia. Se ve la primera contradicción del
gobierno de Creonte, pues él dijo que la gente debe hablar y decir su opinión, pero el centinela tiene
miedo de dirigirse a él. Toda esta elipsis (omisión de datos) del centinela es una justificación y un
retardo de la acción. La sepultura o las honras fúnebres no tienen que ser necesariamente enterrarlo
bajo tierra, puede ser echarle tierra por arriba. Creonte piensa que es un hombre el que enterró al
cuerpo; está muy lejos de imaginarse que fue Antígona.
Creonte se opone a las disputas dentro de la patria y ya se produjo una: “Una lluvia de insultos
descargamos
unos contra otros. Cada centinela echaba la culpa al otro, y hubiéramos llegado a las manos sin que
hubiera nadie
para impedirlo. […] Estábamos ya dispuestos a la prueba de coger hierro candente en las manos, a
pasar por el fuego y jurar por los dioses que éramos inocentes…”.
“Rey, desde hace tiempo mi alma se pregunta si este acontecimiento no habrá sido dispuesto por los
dioses.”,
el coro empieza muy sutilmente a demostrar su opinión, que tal vez los dioses están a favor de que el
2. cuerpo sea enterrado.
“Cállate, antes que tus palabras me llenen de cólera, si no quieres pasar a mis ojos por viejo y necio a
la vez. Dices cosas intolerables, suponiendo que los dioses puedan preocuparse por ese cadáver.”,
Creonte responde con un
discurso lleno de cólera y soberbia, además de que insultó a la Asamblea de Ancianos (su primera
Hybris). Creonte tiene de los dioses y de su pureza un concepto más elevado que el del Coro y el de
Antígona. Él es quien dice, contra el credo primitivo, que a los dioses no les llega mancha humana. No
por impiedad, sino por una piedad más intelectual, más depurada que la del Coro, sabe que el entierro
de Polinices es obra humana. Lo que recela enseguida Creonte, mandatario novel, es que ciudadanos
ocultamente rebeldes a su autoridad hayan sobornado a alguien para ejecutar el entierro ritual, y
amenaza de muerte a los guardas si no revelan al culpable.
“…, pues seréis colgados vivos hasta que descubráis al culpable…”, Creonte dicta otro edicto: va a
colgar vivos
a los centinelas si no encuentran al culpable; su intención es la de crear miedo, característica de una
tiranía, pues un gobierno tirano es un gobierno de terror.
“De todas las instituciones humanas, ninguna como la del dinero trajo a los hombres consecuencias
más funestas.”, a
Creonte le duele que el dinero mueva más a alguien que sus palabras, es decir, su orgullo es herido,
pero en realidad, él no sabe que es que el amor está moviendo a alguien. Lo que mueve a Creonte a
gobernar es también la soberbia, usa el bien de la patria para su propio. Creonte es un personaje
oximorónico (característica de la tragedia griega), ya que buscando el bien crea el desorden, el caos,
encuentra el mal. Él, con el miedo no mueve a nadie, en cambio Antígona con el amor, sí. Otro matiz
del héroe trágico es provocar en el espectador el sentimiento de pena hacia Creonte y no dar la imagen
que es un rey malvado y tirano.
Episodio II:
Agón: Es el enfrentamiento de protagonistas.
“
¡He aquí la qué lo ha hecho! La hemos cogido en trance de dar sepultura
al cadáver.”, el centinela trae a la
culpable de la acción.
"Pues bien, la cosa ha ocurrido así: cuando yo llegué,…”, es el discurso narrativo del centinela de cómo
descubrió a la culpable.
“Permanecimos así hasta que el orbe resplandeciente del Sol se pa
ró en el centro del éter y el calor ardiente arrasaba. En este momento, una tromba de viento, trastorno
prodigioso, levantó del suelo un torbellino de polvo; llenó la llanura, devastó todo el follaje del bosque
y obscureció el vasto éter. Aguantamos con los ojos cerrados aquel azote enviado por los dioses. Pero
cuando la calmo volvió, mucho después, vimos a esta joven que se lamentaba con
una voz aguda como la del ave desolada que encuentra su nido vacío, despojado de sus polluelos.”
Justo cuando Antígona quiere ir por segunda vez a realizar las honras fúnebres, es descubierta. Se
encuentra un paralelismo psicocósmico entre la naturaleza y el interior de Antígona (sus sentimientos),
ya que la naturaleza se torna oscura, tormentosa, polvorosa, exactamente como se siente Antígona. El
centinela describe a este cambio de la naturaleza, del
tiempo, como un “castigo divino”, porque muestra que los dioses a través de la naturaleza, están a
favor del entierro de Polinices; apoyan a Antígona. Se compara a Antígona con un
“ave desolada que encuentra su nido vacío, despojado de sus polluelos”. Al
morir la madre de Antígona, ella ocupó el lugar de madre, pasando Polinices a ser su hijo. Que sea un
ave que ve el nido despojado, es un aspecto maternal: a Antígona su hijo se ha ido.
3. R. Graves dice que el significado etimológico de Antígona quiere decir “en lugar de una madre”
.
“…, sin que diese muestra del menor miedo.”, Antígona no se asusta porque está convencida de lo que
está
haciendo, ella sabe que es lo correcto, además de saber las consecuencias de su acto. Parece ser
temeraria (hasta cierto punto).
“…, agradable y penosa a la vez.”, esta es una doble adjetivación antitética, “agradable” porque el
centinela es liberado y “penosa” por lo que está haciendo Antígona.
“Pero, en fin, estos sentimientos cuentan para mí menos que mi propia salvación.”, el centinela sabe
que
cumplió su función pero lo que va a suceder después lo va a trascender.
“Lo confirmo, y no niego absolutamente nada.”, Antígona lo asume sin conflicto.
“¿Conocías prohibición que yo había promulgado? Contesta claramente.”, es una pregunta retórica, a
Creonte le
importa que alguien le haya pasado por encima, le manifiesta que le hirió su orgullo y muestra cierto
asombro. El discurso de Antígona se parece al de
Creonte, los dos son iguales, son inflexibles: “un loco quién me trata de loca”.
Esquema Actancial de Greimas:
Algirdas Julien Greimas fue un lingüista e investigador francés de origen lituano, que realizó
importantes aportaciones a la teoría de la semiótica. Greimas trabajó con el concepto de
actante
, término de Lucien Tesnière que ampliaba el concepto de personaje y fue usado por la semiótica
literaria para designar a cualquier participante (persona, animal o cosa) en una narración. Según
Greimas, el actante es el que realiza el acto, independientemente de cualquier otra determinación.
Greimas reduce las obras a estructuras. Para él los personajes son los actantes, que son seis (como
casilleros). El sujeto se define como alguien que desea algo (puede ser una cosa, persona o algo
intangible). El objeto es lo deseado. El destinador es lo que mueve al sujeto a conseguir el objeto. El
destinatario es sobre lo que recae la acción del sujeto. El ayudante es el que ayuda al sujeto a conseguir
el objeto. El oponente es el opuesto al sujeto. Esquema Actancial de Greimas como sujeto a Creonte: El
sujeto: Creonte
El objeto: Gobernar Tebas con “recto timón”
El destinador: El bien de la patria/su honor personal/imponer sus ideas/soberbia/las leyes humanas El
destinatario: Antígona/Polinices/Tebas/Creonte/las ciudades cercanas/ (Eurídice) El ayudante:
Investidura/los guardias/Ismena (por momentos)/ Antígona El oponente: Antígona/Hemón/Ismena (por
momentos) Esquema Actancial de Greimas como sujeto a Antígona: El sujeto: Antígona El objeto:
Enterrar a Polinices
El destinador: Amor fraterno/justicia/cumplir con las leyes divinas/pasión (“ardiente
corazón tienes en cosas
que hielan”)
El destinatario: Polinices (cadáver)/ Tebas (purificación)/ ella misma (muerte)/ Hemón (muerte) El
ayudante: Antígona /su valentía El oponente: Ismena/Creonte/las leyes humanas/los guardias
4.
5.
6.
7. El coro no cumple ninguna función como actante, no hace ni avanzar ni retroceder a la acción. En el
fondo con esa acción, Antígona está logrando lo que quiere Creonte. Él castiga a la única que logró lo
que él quería. Demuestra que no tiene problemas en matar a su sobrina y nuera.
“Sí, porque no es Zeus…”, el discurso de Antígona dirigido a Creonte, también está lleno de soberbia.
Deja de
manifiesto su posición: ella piensa que sus leyes humanas no se deben respetar porque no las dictó un
Dios. Se plantea una disputa entre las leyes divinas y las leyes humanas.
Las leyes divinas planteadas por Antígona se llamas leyes “agraphos nomoi”, que quiere decir “leyes
que no están escritas”, son iguales para todos, son inmutables.
“No son de hoy ni ayer…”, sigue argumentando a su favor.
“un loco quien…”, ésta es la síntesis de ambos, son necios, inflexibles, ninguno cede frente al otro.
“En esta manera inflexible…”, el coro está realizando una línea genealógica entre su padre y ella, ya
que el coro
también conoció a Edipo, y dice que Antígona es tan soberbia como su padre. Se produce una
8. catáfora/prolepsis/flashfowards, ésta se produce cuando el discurso anticipa los hechos: dice que
Antígona va a morir. La ironía trágica es que Creonte ha visto todas las desgracias de Edipo y aún así
no aprende, volviéndolas a repetir, no escuchando a nadie; no quiere escuchar la verdad.
“Pero has de saber que esos espíritus…”, aquí se ve claramente la ceguera máxima de Creonte, está
totalmente
perdido con respecto a la realidad: va a castigar a Antígona porque no le hizo caso, y además porque
piensa que Ismena le ayudó, a quién, a su vez, manda a matar.
“…, y que el hierro, que es tan duro, cuando…”, Antígona no se quiebra y no pide perdón a Creonte;
es él
quien se quiebra y se arrepiente. Nuevamente, sucede una ironía trágica. Es un discurso lleno de
soberbia y falsa omnipotencia.
“nada más; teniendo tu vida, tengo todo lo que quiero”, lo que dijo Creonte se puede interpretar de
varias
maneras: una, es que al matarla, termina con todos los problemas, es decir, mata a quien hirió su
orgullo. Otra, sería que si ella siguiera viva, ella perpetuaría en la familia y llegaría al poder
convirtiéndose en la esposa de Hemón. Matándola estaría diciendo que quien manda en la familia es él,
demostrando así, que no tiene problemas en matar a su sobrina. Además, se observa que es por interés
personal y la razón de su decisión no es por la patria.
“Pues, entonces ¿a qué aguardas?”, Antígona desafía a Creonte y lo acusa de tirano; le dice que está
pasando
lo que dijo que no quería que pasara. Hay estequiometrias (diálogo acelerado), que anuncian
efectivamente el agón, es decir, el enfrentamiento de los antagonistas.
“Hades, sin embargo, quiere igualdad…”, Antígona dice que las leyes divinas deben ser aplicadas a
todos.
“Pero al hombre virtuoso…”, Creonte quiere impartir justicia en el mundo de los muertos, lugar que
no le
corresponde: su Hybris.
“No he nacido para compartir…”, es otro eje de la tragedia, repartir amor Antígona y repartir odio
Creonte; se
muestra el antagonismo. Se afirma que Antígona se mueve por amor.
Ismena aporta un muy importante dato sobre Antígona: “Y, ¿vas a matar a la prometida de tu hijo?”.
Ella está
comprometida con su primo Hemón.
“Tú has preferido vivir, yo en cambio, he escogido morir…”, con la acción
de enterrar o no a Polinices se elige la muerte o la vida: se define Ismena eligiendo la vida y Antígona
eligiendo la muerte; se establece la diferencia entre
lo valiente y temeroso. “Salva tu vida; no te envidio al conservarla”.
“Estas dos muchachas, lo aseguro, están locas. Una…”
, la primera es Ismena y la segunda es Antígona.
“Sólo y sin ella ¿qué será de mi…?”, Ismena elige la muerte por miedo a quedarse sola.
“No hables más de ella, pues ya no existe.”, Creonte está tan cegado que para él ella ya no
existe.
“Hay otros surcos donde poder labrar”, Creonte comete una Hybris con respecto a su hijo. Creonte está
imposibilitado de poder ver el amor. Ve a la mujer como un objeto que lo único que hace es producir.
No ve hasta el final que lo que hay entre Hemón y Antígona es amor.
“Es Hades, no yo, quien…”, desplaza su culpa a los dioses, cuando en realidad esa es su propia
9. responsabilidad.
“¿De modo que,…?”, el Coro muy sutilmente está cuestionando lo que está diciendo Creonte, de
alguna manera
se está oponiendo.
“Lo has dicho, y lo he…”, Creonte cree que Antígona es temeraria, por eso cree que a la hora de morir
ella va a
huir. No puede comprender nunca la personalidad de Antígona.