2. Hay quienes piensan
que hablar de
“límites éticos” de la
investigación es algo
así como caer en
formas de censura
que no permitan al
científico desarrollar
todas sus intuiciones.
3. Pero si la ciencia es una
actividad humana, que
toca a los demás, que
beneficia (o perjudica) a
otros, que conlleva
grandes cantidades de
dinero y que puede servir
para detener
enfermedades o para
provocarlas, está claro
que debemos poner
muros firmes y seguros
para que no se dañen a
seres inocentes o
“culpables”
4. En un esquema sencillo se
encuentran :
Límites en los fines u
objetivo.
Límites en los medios.
Límites en los resultados y
en los costos económicos y
sociales.
¿Límites mínimos que podemos pedir al científico
en su trabajo de investigación?
5. Una investigación que tenga como
objetivo destruir vidas humanas como
lo hizo la Alemania nazi, donde se
veían qué gases y qué métodos eran
más adecuados para los asesinatos
de masa.
Y es algo que se sigue realizando
cuando se buscan maneras más o
menos refinadas para el aborto, el
infanticidio, la eliminación de
ancianos o de personas enfermas, la
construcción de “eficaces” armas de
exterminio, etc.
Límites en los fines u objetivo.
6. Una vieja sentencia ética afirma que un fin
bueno no puede justificar un medio malo.
Curar a una persona que tiene graves
problemas de riñones no puede permitir el que
se elimine a un enfermo más o menos grave que
puede convertirse, así, en donante anónimo de
un riñón que hará feliz a otro.
Límites en los medios.
7. El científico sabe que no
puede poner en marcha
procesos experimentales
que podrían escapársele
de las manos.
Límites en los resultados y en los
costos económicos y sociales.
Si la búsqueda de una vacuna para pocos
implica gastos enormes del presupuesto de un
estado que no ha garantizado todavía el
acceso al agua potable de miles o millones de
sus ciudadanos, es obvio que tal investigación
quedará aplazada hasta que se cubran antes
necesidades más urgentes.
8. Esto no significa, desde luego,
que haya que cerrar los grifos
de la financiación a los
científicos.
Lo que sí está claro es que
antes que mejorar las
técnicas de cirugía estética
habría que seguir invirtiendo
más y más fondos en la
eliminación del cáncer o en
asegurar a las mujeres un
embarazo sin peligros para la
salud del niño y de la madre.
9. Pero todos estos límites no deben quitar nunca
al científico su libertad más profunda: la del
buscador de la verdad y del bien.
A pesar de las críticas que todavía se alzan en
muchas partes, hay que reconocer que gracias
a importantes mejoras en la producción
agrícola hoy comen
millones de personas
que, quizás, se
encontrarían
sumergidas en el
hambre o la
desesperación.
10. En esto, como en todo, hay que seguir dando a la
ciencia lo que es de la ciencia, y a la sociedad y
a cada conciencia ética lo que les pertenece,
especialmente a la hora de juzgar lo que es el
bien y lo que es el mal en el mundo de los
laboratorios.http://andalucia.lacoctelera.net/post/2007/01/08/aexisten-limites-eticos-el-cientifico-puede-traspasar-
http://es.catholic.net/sexualidadybioetica/195/454/articulo.php?id=29084
No por esto el científico
puede considere a sí mismo
como si fuese una especie
de divinidad que dicte lo
que sea bueno y lo que sea
malo, que decida quién
debe vivir y quién debe
morir...