1. HISTORIA DE UNA CHAQUETA Conociendo su afición
le ataba corto su esposa
administrando el dinero
Cansado ya de glosar, y cerrando bien la bolsa
y de contar historietas,
vi un día, siendo ciego, El hombre poquito a poco,
y así cuento en este pliego, alguna sisa, algún hongo,
lo que pasó a una chaqueta. se iba haciendo un capital,
y piensa, como es natural,
De un simple retal de pana donde esconder… el mondongo.
y dando puntada prieta
la mano hábil de un sastre No es por incordiar Gonzalo,
convierte el paño en chaqueta pero te digo con ahínco,
las estrofas son de a cuatro,
Por ella pasaron los años, y has metido una de cinco.
la pana es dura y resiste,
hasta que al morir su dueño, Lo siento maestro, es que me emociono
quedó colgada y muy triste. con la rima
Bien hombre, bien
Aunque pueda parecer, pero ten más cuidadito,
no se acaba aquí la historia, porque he oído decir,
pues aquel despojo de pana, que rimar, rimas,
fue llamado a tener gloria. como te sale del pito.
Pues…. Lo ve maestro le ha salido, otro de
cinco
En ese país, muy lejano, quizá tenga yo que decir ….
y en ese pueblo, remoto, piriviti te la hinco.
vivía alegre y contento,
uno de naipes devoto. Vale, vale, dejémoslo ya y sigue con la
historia
En un bareto del pueblo,
da baraja, el tío Agustín, Piensa, Agustín y discurre,
rodeado de amigotes, donde guardar su alcancía,
a cada cual más pillín. “Ha de ser fácil de acceso,
y que no la alcance la arpía”
Allí se juegan los cuartos,
en el juego del guiñote, Se refiere el muy ladino,
que si se tuercen las cartas, a su mujer, la Prudencia,
puedes peder el bigote. que en llegar a fin de mes,
no ha hecho arte, sino ciencia.
Guiñote, juego vil,
juego mostrenco y horrendo “Mal sitio bajo el colchón.
¿peor que las siete y media? Muy visto lo del puchero.
¡Gonzalo! Tal vez moviendo un ladrillo…
a ese jugaba Don Mendo ¡Va!, Mejor cavo un agujero”
1
2. Buscando una madriguera, “¿Que demonios pinta aquí,
mucho y mucho cavilaba, esta costrosa chaqueta?”
pero a pesar de dar vueltas, Tiene que tener más años,
con el escondite no daba que el que inventó la peineta.
Hasta que…. “¡Que hombre. Que desastre!
todo lo deja por medio,
Un día entrando en la cuadra, ahora que a este pingajo,
a buscar la bicicleta, le pongo pronto remedio”
ve colgando de un clavo,
una mísera chaqueta. Ni corta, ni perezosa,
Da comienzo a la odisea,
Se le iluminan los ojos, la coge sin más del cuello,
después de tanto dar vueltas, y la lanza a la chimenea.
vislumbra un sitio perfecto,
¡el bolso de la chaqueta! Que bien ardía la pana,
dicen dimes y diretes,
Mirando la tosca tela, azuzada por la llamas,
tanto tiempo en un rincón, que soltaban los billetes.
sola, triste y olvidada,
dice a modo de sermón. ¿Y que pasó maestro?
¿Y que iba a pasar?
“Vieja pana, ya en desuso, Pues que llegó el sábado, sabadete y…
te doy cargo vitalicio,
tanto tiempo abandonada, Ufano pensó Agustín
vuelves a entrar en servicio.” “Voy a echar unas manitas,
me pasaré por la cuadra,
Y así vino a suceder, a buscar algo de guita”.
que una ropa malucha,
por el arte del ingenio, Cual no será su sorpresa,
se convirtió en una hucha. cuando da vuelta a la puerta,
y donde antes colgaba ropa,
Unas veces gruesa y llena, ve una alcayata desierta.
otras vacía, con hambruna,
según va soplando el aire, ¡Maldita sea mi estampa!,
de la veleidosa fortuna. Exclama el pobre airado,
“Quien demonios habrá tocado,
Y así fue pasando el tiempo, esa maldita chaqueta.”
yendo y viniendo a la pana,
sin pensar que son muy limpias, Entra en casa hecho una furia,
estas mujeres serranas. y su mujer le pregunta
“Era vieja y la he quemado,
Una mañana temprano, considérala difunta”
entra Prudencia en la cuadra,
repara en aquel despojo, Maldita seas mujer,
y más que decir, ladra. y que el cielo te proteja,
que también a ti he de echarte
hoy a la lumbre, por vieja
2
3. A que viene tanto alboroto,
por una prenda obsoleta,
llena de polvo y de mugre,
teniendo tan buenas chaquetas.
Mala mujer, te maldigo,
ante santos y profetas,
pues sepas que has quemado,
la mejor de mis chaquetas.
3