La pintura de Leonardo da Vinci titulada "Santa Ana, la Virgen María y el Niño con san Juan Bautista" mide 141.5 cm de alto y 104 cm de ancho. Representa a Santa Ana haciendo un gesto enigmático hacia el cielo, a la Virgen María protegiendo al Niño Jesús, y al Niño Jesús bendiciendo a san Juan Bautista.