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UN MISIL EN TU PLACARD




    ESCRITO POR:




      STAROSTA
  (RAFAEL BEJARANO)

                         2
UN HOMENAJE LITERARIO
      AL GRAN ARTISTA
     GUSTAVO CERATI…

                        3
NOTA DEL AUTOR:


Este libro va dedicado con todo cariño y energía a
Gustavo Cerati, una influencia artística de toda mi vida.
Este gran artista, sufrió un accidente cerebrovascular
que a fechas de terminar de escribir este libro, Julio del
2010, aun lo tiene en una cama de un hospital en
argentina. Cama de la cual, yo anhelo, se levantara
para seguirnos dando toda su magia y talento. No
quiero que se piense en este libro como un oportunismo
por la situación que esta sufriendo, ni un tributo
porque no se sabe si va a vivir, etc. No. Es un homenaje
a un gran músico, un padre de familia, un amigo, un
esposo, un hijo. Alguien como cualquiera de nosotros.
Este libro va con el mejor deseo de enviarle toda la
buena energía posible para su pronta recuperación.
Ruego a Dios que así sea.

Cuando una banda homenajea a un músico hace covers
de las canciones ¿Verdad? Bueno, esto es lo mismo,
pero los instrumentos son las palabras y mis manos y
los sonidos son las hojas y la tinta. Claros en esto,
vamos al libro. Gracias

                                             STAROSTA




                                                             4
**ACLARACION**



Todos los escritos están basados en las letras de las
canciones de Gustavo Cerati desde el primer disco de
Soda Stereo hasta el ultimo disco solista del artista
publicado hasta este momento titulado "Fuerza
Natural". Se utilizan frases textuales del autor original
de las letras en las páginas aquí publicadas. Todos los
derechos reservados.




                                                            5
UN MISIL EN TU PLACARD


Estábamos los dos allí, refugiados sobre aquel diván.
Nos estamos buscando más allá de la piel. El sexo,
como aureola en celo de dos sombras que proyectan luz
seductora, nos morfa cada vez que nos agitamos con
nuestras formas encantadoras. Nos estamos gustando y
degustando en la noche cómplice envuelta en canciones
de The Police que escupen los parlantes desde la sala.
Entonces yo percibo que algo dentro de mi alerta mis
sentidos. Es una extraña sensación que proviene de
alguna parte. Un lado de mi alma tiene un
presentimiento y no puedo continuar. El sexo es
interrumpido mediaticamente y ella se queda allí, ahora
como una sombra solitaria que manotea hacia la nada.


Me incorporo del diván y voy en busca de un abrigo. Me
quiero ir ya. Ella no entiende lo que me ocurre pero
tampoco dice nada. Esta haciendo mucho frío, eso si lo
entiende mi cuerpo. Mi dopamina me pide placer y yo
enciendo un cigarrillo. No hay duda. Tengo miedo.
Entonces volteo a mirar hacia un costado y fue allí
cuando lo vi.


- ¡Hay un misil en tu placard! – Digo sorprendido.
- Eso – Dice ella como si nada – Es un modelo para
armar, pero nunca para desarmar…




                                                          6
Yo me quedo allí, de pie, junto a la puerta. La estoy
mirando con total tristeza. De nuevo me convierto en
una sombra y a pesar de todo esto, vuelvo al diván con
ella.


- No hay más tiempo que perder -Le digo. Ella no
contesta. Sus ojos encendidos de lujuria la hacen
sonreír. Nuestra entrega descarada continua, pero yo no
puedo dejar de pensar en lo que vi. El misil estaba ahí.


Mi orgasmo urgente nace dentro de su sexo y muere allí
mismo. Ella, como una gata golosa acaricia mi espalda
mientras yo continuo sentado mirando hacia el placard,
tratando de buscar una explicación que no existe. Ella
percibe lo que me esta ocurriendo y como una
sentencia, pronuncia las palabras que yo no quería
escuchar. Que yo no quería entender, pero ella me lo
confirma:


- Aquí también, ¿O creías que estabas lejos?


También…




                                                           7
SOBREDOSIS DE TELEVISION


Hoy estoy desesperado. No puedo creer lo vulnerable
que soy a su amor. No puedo creer tampoco que ella se
haya ido de mi lado. Me dejo un hueco enorme en mi
habitación, tan grande que siento que todo lo que tengo
y lo que soy, también se esta yendo por allí mismo,
como un hoyo negro del firmamento que succiona todo
lo que pasa por su lado. Mis labios están aun muy fríos.
Desde que ella se fue no he podido calentarlos. ¡Yo solo
no puedo calentarlos! Ya nada me interesa si ella no
esta aquí a mi lado. He perdido toda fascinación en mí.
Mi habitación esta repleta de rasgos suyos, que ahora
en su ausencia, son como escombros perdidos de
alguna ciudad antigua en ruinas, que nadie nunca
volvió a transitar. Y son esos escombros, los que me
están deteniendo la respiración.


- ¡Acuéstate! – Me decía y yo la obedecía, como un perro
amaestrado, levantando mi hocico mientras ella me
amaba con su lengua poderosa y humectada.


- ¡Levántate! – Me repetía cuando ya no tenia yo más
cuerpo para ofrecer, porque me había dejado
completamente vaciado por dentro. Ella es dura. Ella es
insaciable.




                                                           8
- ¡Apágalo! – Me gritaba desde el baño cuando yo me
entretenía con la televisión y no le prestaba atención a
sus bragas y encajes negros, traídos de Europa en el
verano.


- ¡Enciéndelo! – Me ordenaba cuando estaba cansada de
mí y quería estar sola un rato.


Estoy anclado en soledad en mi habitación. No puedo
seguir así. No puedo.


Llevo horas sentado frente al televisor. Paso los canales
como un autómata, pero solo puedo verla a ella a través
de la pantalla. No se cuanto tiempo llevo sentado aquí, y
no creo poder resistir esta sobredosis de TV. El aire que
respiro es tan tenso que es como si intentara respirar
trozos de vidrio. ¡Si al menos estuvieras aquí! Reprocho
melancólico y aburrido, como un perdedor experto en el
oficio de volver con las manos vacías. Estoy en una
arritmia existencial insoportable, pues mi cuerpo esta
procesado al ritmo de su corazón. Todo es agobiante,
insufrible sin ella. Estoy desesperado y no hay nada que
se pueda hacer. No hay duda: ¡Soy tan vulnerable a su
amor!
Tengo que cambiar de rumbo. No puedo seguir
pensando en ella. Tengo que hacer algo. No puedo
seguir maquinándome.


No puedo seguir masturbándome…

                                                            9
EL ANGEL ELECTRICO CAIDO


La noche se poso desnuda y fría sobre la ciudad y dejo
un sintetizador rodando por el asfalto magenta hasta el
amanecer. Se esta nublado el horizonte negro pero se
puede ver que ahí va la tempestad llevándose todo el
circuito mundano con ella. El paisaje sonoro, antes
extraño y amorfo, ahora es habitual. Las paredes
quedaron cromadas después del último diluvio
universal y los árboles ahora son de color sodio. En
medio de este óleo inmóvil de irregularidades
amplificadas y bombillas de fósforo algo rasgo el cielo y
bajando envuelto en llamas binarias se diviso la caída
de un ángel eléctrico. Yo estaba allí de pie y al ver tan
singular procedimiento divino atracar en la nada del
firmamento perdí la estática. Yo se bien, estoy pensando
en ti y recurrentemente deseo no dañarte de nuevo. No
querría lastimarte de nuevo. La vuelta a casa se hizo
cansada y solitaria a esas horas cercanas al amanecer
esdrújulo. Llegue al punto exacto de la colisión y
levante al frágil ángel eléctrico llevándolo a cuestas.
Esta malherido y de sus alas se desprenden cables de
muchos colores con los cuales me he enredado al
caminar. A punto de caernos el y yo pisamos con temor
el filo de la resignación y se bien que somos uno en
realidad. La abulia se hizo materia y choque contra ella
desesperado. No vi que era mi hábito vulgar de esperar
que siempre algo venga y quiebre el unísono. Entonces
desespero y estallo en miles de fragmentos que ahora
son música. La que hice para ti. La que no escuchaste.
Un nuevo acorde se clavo en tu puerta y te hizo voltear
y mirarme a los ojos. La madrugada se corrió a un
                                                            10
costado y apareció el sol technicolor, el que aun tengo y
que me sirve para besar tu sombra. Hoy he caído al
mundo rasgando las tinieblas y todo por dejarte sola.
En mi caída se han roto mis alas, que ahora se
electrocutan tontamente sin remedio. Por ti. He caído al
mundo por ti. Este es el precio que pague, por quererte,
por buscarte, por quebrar la calma. El ritmo de una
cuerda infinita que se hace más y más gruesa si la veo
en reversa, me anuncia que se ha decantado
inevitablemente otro día. Y tú me dejaste solo con tu
sombra.




                                                            11
UN CUARTO LLENO DE ROMBOS


Cuando ella ríe, me hace feliz. Me hace amarla
plenamente. Me hace amar mis transistores púrpura
traídos de Hong Kong. Cuando ella ríe a veces es la
misma. Salta como si danzara entre elipses dorados que
la elevan más y más hasta perderse por encima del
techo. Su felicidad la hace mucho mas entera. Su alma
se sale y liberada de la capsula sonar de Dios, me hace
rebotar con ella en las paredes de goma y probar la
crema sagrada del paraíso. Nos envolvemos como
formas de luz azulada y en el medio del sampler de la
vida incubamos el plexo de la pureza y todo se ilumina.
Los parlantes se chocan entre si con fuerza y se
disuelven con todo lo que los rodea, para dar así forma
a una nueva vida. Las notas de electricidad parpadean
estroboscopicamente y chorrean el suelo que esta
excitado de copular con el cielorraso naranja. Todo
ahora es amarillo y nos reímos en la parábola
cartesiana de irnos para no volver jamás. Nos
disolvemos finalmente hasta hacer parte de todo. Todo
hace parte de todo. La distorsión nos hace bailar. Un
coro loco mezclado en la consola de la mente nos habla.
Estamos en un cuarto lleno de rombos. Vivimos en un
cuarto lleno de rombos…


Un cuarto lleno de rombos.




                                                          12
MI TELE – K


El tocadiscos de la casa de la abuela a todo pulmón
estallándose con el vinilo aquel de los sesentas que me
dice detrás del muro de sonido: “Let it be” El tarrito
rojo de Cola granulada se me cayo de las manos y mi
chica me dice: “Déjalo sacudirse bien” Yo la miro
divertido y le pregunto: “Cual es el truco” Y ella me
contesta: “No hay trampa en esto” Nos recostamos en el
sofá mullido de la sala y ella sirve la poción en dos
grandes tazas humeantes. Me besa rápido en la boca y
se quita los zapatos, arrojándolos lejos de ella. Lo que
yo no vi es que ellos se pusieron de pie después de
rodar y se fueron corriendo escaleras abajo. “Ya vas a
ver como tu cuerpo se abre” Me dijo mientras me
pasaba la taza con cuidado de no quemar sus dedos. Yo
me quedo derivando y ella sin más ni más larga un
sorbo largo de la bebida. Yo, por no quedarme atrás y
que ella piense que yo soy un cobarde, hago lo mismo.
Nos quedamos entonces ahí, quietos, mirando al frente,
esperando la reacción. Solo alcanzo a escuchar a mi
chica que me dice en medio de la música: “No esperes
mas de mi”


Todo se empieza a mover desordenado en la sala: La
mesa de centro vuela enloquecida y los cuadros de la
pared van haciendo fila en un baile frenético, detrás de
los bombillos de las lámparas que se desenroscaron
furiosos de ritmo y sonoridad. Es las telequinesis entre
ella y yo. Todo es telequinesis entre los dos. Yo le digo:
“Moverás los brazos y tu cadera.” Ella me dice: “Y
moverás tus pies” Y así empieza un ritual entre los dos,
                                                             13
mientras todo gira sobre nosotros. Los decibeles
aumentan y las paredes se quiebran y los pedazos que
caen se suman al torbellino que se hace cada vez más y
más fuerte, hasta hacernos perder el control. “Ya vas a
ver como tu cuerpo se abre” Me grita ella y entonces es
cuando todo enloquece y la casa se viene abajo, el
tocadiscos ya no existe y la violencia del sonido viene de
no se donde. Ya no puedo ver a mi chica porque todo
esta girando demasiado rápido. Cierro los ojos presa del
vértigo y solo una frase retumba ahora en mi cabeza
donde antes existía la música, el sonido y la compañía:


No esperes más de mí. No esperes más de mí.
No esperes más de mí. No esperes más de mí.
No esperes más de mí. No esperes más de mí.
No esperes más de mí. No esperes más de mí.




                                                             14
LA OTRA DANZA


Rapsodia psicoactiva que se estrella en la genética
extraña del movimiento incontrolable. Las luces me
queman la cara y en medio de esta multitud no te
puedo hallar, ¿Cómo salir de este castigo? En medio de
la libertad que me genera el sonido soy prisionero de un
ritmo cruel que me hace sudar mis tímpanos, mis
células, mi vida. Y en medio de la pista me siento
desamparado, aquí estoy, resquebrajándome. En la
liberación total y la anarquía que hay en mis
movimientos, entre líneas auditivas y spray humeante
pude comprender claramente que soy una marioneta
del Disc Jockey quien es el que en realidad ese alguien
que los controla. En una pesadilla instantánea pude ver
en el espejo colgante como se van cayendo mis
ligamentos. Los gritos de miedo quedaron ahogados en
la música infinita del multitrack de la mesa de sonido y
nadie se dio cuenta de mi horror. En medio de tanta
gente que baila, te perdí y ya no te veo. Me siento
cansado. Yo no puedo ser libre sin ti. Y en la confusión
todos le gritan al DJ: “Dame una pista” Y todo rastro
para hallarte se pierde en la cadena sinfín de brazos
que se levantan al cielo encantados de romper el ritmo.
Es una danza rota, quisiera escaparme…


Las luces continúan dando vueltas coloridamente entre
compuertas lógicas que se intercalan saturadas de bits
reorganizados y muestran miles de formas que me
queman las manos. Ya las dictaduras militares han
caído detrás del velo del atardecer y después de haber
vivido la represión, nadie puede detenerse. Todos ahora
                                                           15
están aquí, bailando desenfrenadamente y yo también,
convertido en una mueca absurda, que finge diversión,
pero que en realidad te esta deseando esta noche,
repleto de calor y música. Y yo entonces me levanto más
alto y grito tu nombre y digo: “Dame una pista” Y todos
se unen a mí y gritan de nuevo para que el
pinchadiscos comience de nuevo la interminable rutina
sonora. Y yo me quedo solo en el medio de la danza
rota, sin tenerte, sin encontrarte…




                                                          16
LA LOCURA


Nunca entre los dos hubo algo que fuera fácil. Saltamos
cumbres y obstáculos en tornasol desde donde
divisamos la conciencia liquida de lo irracional. Creo en
tus ojos. Creo en tu fuerza femenina y en mi debilidad.
Y se bien, ¡Que frágil es depender de todo!


Y en el torbellino de las rosas azules que tiñen el cielo
de vainilla y entre mi encierro ineterno, no supe como
pedir “por favor” y me quede allí acompañado de mi
cautiverio que me llevo en una débil barca por un mar
de dudas que rozo con la suave caricia salida del vaivén
de una ola caníbal que quería que mordiera ese anzuelo
y tomarme para si.


Y es que no hay nada más que se pueda hacer. Si tan
solo pudiéramos entender que somos nuestra propia
ayuda, no seriamos un recuerdo de nosotros mismos en
la mente intranquila de nuestras almas llenas de furor
comprimido que nos hace pensar que no valemos gran
cosa y que todo nos puede dañar y nos engañamos con
esa volatilidad de nuestro ser que esta cansado de
descascarase depresiones de su piel elástica. Yo quiero
ser como tu. Yo siempre ame, tu locura…




                                                            17
LISA


Lisa ahora tiene un divertido amor de ultramar. Lisa
tiene alma compacta y subacuatica que la lleva por
corrientes inimaginables en la profundidad cristalina de
las aguas en donde ella respira siempre inquieta de
aprender. Lisa brilla en la oscuridad ya que por una
extraña reacción dérmica con el agua salada, su cuerpo
ahora resplandece por las zonas más oscuras del
acuario infinito que es su mundo regido por Poseidón, el
dios empapado y final, que nunca esta atento de lo que
ella hace. Lisa ahora tiene un amor joven, que la lleva a
correr con piernas vigorosas por el sabor de la primera
vez, que la hace volver a aprender a respirar, pues de
tanto estar con él y amar, ya hasta eso se le olvido. Lisa
lleva un maletín naranja colgado en su espalda con la
imagen de Aquaman en el que lleva un par de aletas
extra, por si hacen falta. Para ellos siempre fue divertido
correr. Era como si detrás de sus pasos las huellas que
los perseguían estuvieran a su vez dejando el mundo
que ellos conocían detrás. El portal nonadimensional
que creaban con su acelerada e inagotable marcha a
través de la superficie resbaladiza del fondo del mar
creaba una nueva clase de atmosfera, que por alguna
causa – efecto de impregnación físico - molecular
comprimía sus pies y en el embalaje irregular y
aterciopelado terminaban en la luna, y de esta manera,
lisa era una chica lunar…


En la luna ella y su amor de ultramar se divertían
saltando y dando tumbos por los cráteres y los
alunizajes dudosos de la humanidad que dejaban
                                                              18
huellas del primero que piso la luna, pero la banderita
no estaba, ni el coche lunar, solo algunas mantarrayas
cósmico - burguesas que se entretenían en corretear a
Lisa y a su amor por el lado oscuro de la luna, en donde
encontraban en ciertas ocasiones a unos muchachos
que se hacían llamar Pink Floyd y que según ellos,
estaban inspirándose para un disco. La nave de los
supersónicos siempre justa a las 2:30 PM pasaba por la
entrada de la nada lunar y ellos saludaban levantando
sus brazos al firmamento entretenidos hasta que esta
se perdía a lo lejos. Entonces lisa tomaba de la mano a
su amor y se iba a buscar a las mantarrayas.
”Enséñame mas tu habilidad de nadar” gritaba feliz
cuando lograba montar una y esta transitaba indecisa
por el mar de la serenidad. Él hacia lo que ella hiciera,
pues Lisa era su espejo y reflejaba lo que el era, y al
igual que para ella, para el era muy duro volver a
aprender a respirar.


Después se quedaban en lo más oscuro de una gruta
lunática y se dejaban guiar por los sonidos de la galaxia
hasta que sus manos encontraban sus cuerpos, sus
caricias, sus relieves y en medio de la más absoluta
intimidad se entregaban incontenibles hasta nadar de
nuevo en otro mar: El de la fertilidad. En medio de
espermatozoides y óvulos, en una inmensa ola de
semen que envolvía las entrañas de Lisa, la cual
jadeaba y sonreía a la vez, enamorada y eterna,
completa y frágil, entre los brazos de su amor de
ultramar, que después de todo eso se quedaban
abrazados, el encima de ella, encapsulados en el
silencio visual que era la fauna abisal que en medio de


                                                            19
su viaje de retorno a casa iba reflejando el color del
sol…




                                                         20
MILLONES DE AÑOS LUZ…


Yo le dije a ella: “No vuelvas” Yo le grite enceguecido y
cansado: “No vuelvas sin razón” Y ella se fue. Ella partió
con rumbo desconocido, sin brújula y sin caperuza de
plástico. Yo tome mi ruta, la más inversamente
proporcional que encontré en el directorio de las
páginas amarillas y me dirigí allí sin voltear a mirar a
ningún otro lado. Espero llegar pronto. Estaré a un
millón de años luz de casa. Mis botas pantaneras son
nuevas y están dispuestas a servirme fielmente en tan
singular travesía. Mi poncho desleído de páramo me
envuelve en un abrazo caleidoscópico mutante y me
convierte en un tripulante virtual desterrado, tipo fin de
los tiempos. Y cuando el mundo enmudece, es porque
se queda sigiloso a ver que pasa. Entonces las promesas
engañan y nos llevan a revolcarnos en el jardín
invisible, en donde nunca estuvimos juntos y por donde
nadie pasa. Pero yo se que estuve allí contigo, mi
memoria USB cerebral tiene el archivo guardado y
comprimido en WinZip de aquel encuentro. Por eso lo
digo. Continúo mi vago recorrido hacia la nada
imperturbable de toda estación o cambio climático voraz
repentino y fulminador. Soy una mole inmodificable.
Soy un terco sin remedio. Y en mi pasar por esta
historia vi el fuego, luego vino el diluvio. Todo lo que
puedo decir es que la nave de Noe volvió a partir en un
sistema binario sensual, en grupitos chéveres de a dos.
Lo demás debo callarlo, por ambigüedad y fetiche. Todo
alimento que se ha consumido para este viaje es el que
traigo en los bolsillos rotos de mi pantalón camuflado, y
son las cenizas de una noche larga contigo. Esta noche
también es larga, pero no gracias, estoy a dieta. Ella me
                                                             21
hace mal. Ella se fue. Yo le dije: “No vuelvas” Yo estaré a
un millón de años luz de casa. Yo vagare errante a
millones de años luz de mi casa…




                                                              22
BOCA NADA


Cuando el silencio se hizo huella. Cuando no hay más
que decirnos. Cuando la luz se hizo diluvios. Cuando el
humo habla y nada remando en espiral… Cuando el
vino se hizo un río. Cuando se abren al aire vacíos.
Cuando la distancia es la mas corta. Cuando dos no
pueden respirar. Cuando la entrega es fulminante.
Cuando te desvaneces alargando el después. Cuando la
secuencia se hizo disco. Cuando la trayectoria es sin
final. Cuando el pudo ser es alborada. Cuando distante
placer. Cuando letanía es un réquiem. Cuando una
mirada frente a la otra esfumándose…


Cuando letras se revuelven. Cuando me hago uno con el
humo. Cuando un misil en tu placard. Cuando voy
serpenteando la razón. Cuando luces cegadoras.
Cuando todo es decidido. Cuando más por menos más.
Cuando el tiempo se estira y yo me olvido. Cuando
inmensidad residual. Cuando yo me olvido como vos.
Cuando teclas como cuerdas. Cuando en la esfera
vagamos.     Cuando bálsamos      sagrados.   Cuando
indiferentes. Cuando golpes en la sien. Cuando el
espacio que dejo. Cuando el humo esta en foco…


Cuando tu boca es nada.




                                                          23
CAJA NEGRA Y FINAL


Sabes que mantenerme distante es lo único que encaja
en el cuadro de bisoñes pegados en la tarde acuarela
que se esta dejando derretir de lluvia solapada. Y sin
embargo en la acción de palanca se desorbita un nudo y
la negra caja se abre. Aun puedes abrirla y lo sabes.
Luzco como preparado y en posición fetal optimizada
perpendicular a la dirección de la aurora inconexa de
una muerte elegante. Y mi ritmo cardiaco late y bombea
zigzagueantemente elementos globulares de colores
rojos y blancos que endorfinan de manera violenta y
sospechosa      conductos      cilíndricos    distribuidos
indiferentemente en mí. No obstante a esta precaria
condición, tu vuelves y de no hacerlo, te sugiere el
capricho de tu malsana ecuación, venir mas hacia mi.
En la maratónica tortura agotas hasta lo imprevisible y
entre aullidos de gatos mimosos y terraplenes
desarticulados por el viento del otro lugar tú intentas
estrangular mi alma débil e incolora con tus blindados
brazos en donde aun hay rastros. Decantación de
sentimientos ilegalmente traspuestos por una cometa
de papel crepe en una parte entre el iris y la lengua
teledirigidos a mi conciencia gris. Cantos prohibidos en
lengua portuguesa y sin embargo tu esperas un
laberinto sin sorpresas entre los tallos secos de amapola
de esencia salvaje nacida silvestre en lo mas profundo
de tu negra caja.


Aun puedes abrirla…



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ENGAÑA SABER


Todo comenzó en un cuarto de ventanales enormes que
daban de lleno al espeso bosque de abedules otoñales
desenredados de algún lugar. Un cuarto de cama con
abalorios y closet de tres piezas de cuerpo entero. Un
cuarto repleto de encaje y adornado exquisitamente con
gusto de buen comprador. Un cuarto que olvide por
completo. El roce de la seda se hizo macrosonoro y
como una avalancha de finura decibelica, la despertó. Y
fue justamente frente a los ventanales anteriormente
mencionados, donde nos pusimos a jugar un juego que
nos jugó a nosotros como un jugador que no sabe jugar
el viejo juego de jugar con fuego. Y salieron de nuestras
bocas ansiosas verdades que engañan cuando se
conocen. ¡Cuanto engaña saber!


Recuerdo el mar extendiéndose sobre el desierto de
arena y no se como paso y no se por que soñé estar
aquí, si siempre he estado muy despierto. Y no se por
que no recuerdo despertar si es muy probable que todo
el tiempo haya estado atrapado en el revés de aquel
espejo de marco celta tallado a mano que reflejo la
desnudez de tu cuerpo de senos espectaculares con los
cuales sacie mi apetito instintivo pélvico – perverso en el
otoño. Un ritmo de fondo impulsado por el Ipod
empotrado entre tus piernas empieza bien y yo me
sumerjo en el menú de opciones imantado por ese sabor
que me lleva a querer un poco más. Y se bien que ya no
abra retorno a aquel furor. Y se bien que sabes bien
también. De repente el ritmo se descompensa, la

                                                              25
melodía se diluye, se rompe la canción. Tú gimes en un
clímax extraño. Apenas duele…


Y en la precipitación inauditable pienso que tal vez me
estoy engañando. La fantasía es solo una ilusión en el
calculo de probabilidades y de esta reflexión
someramente sofista yo quemo una neurona entera
para destellar ingenio y concluir que en la vida no hay
nada seguro. Pero ese es el riesgo de correr. Zafar las
zapatillas e ir dando tumbos aparatosamente en la
escalera espiralada y peligrosa del amar a una mujer.
No puedo competir con la razón ficticia. Ni con la real
locura. Y no se por que yo no confiaba despertar de
esto… ¡Pero ya estoy de pie!


Tal vez me engañe…




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RETROIMAGEN


Baje corriendo al sótano del castillo completamente
envenenado de ti. Debo tomar el antídoto contra toda
rigidez mental, física y del alma. El viejo baúl de
cachivaches stereo se negaba a dejarse abrir y yo tome
mis cassetes y le di con todos los lados B que pude,
pero nada. El veneno se apoderaba de mí con celeridad
y el temor a seguir viviendo como un sonámbulo en
aquella enorme fortaleza me hizo buscar un poco de
calma en medio de los pliegues de la pared que se
asomaban en mis ojos de loco en las noches que servían
de protector de pantalla a la PC de Dios.


Las telarañas me vieron en esas e inmediatamente
empezaron a desarrollar mitosis infinitas mientras
todos los cigotos arácnidos explotaban chorreando los
rincones húmedos de aquel sótano de jalea
reproductora de araña. En pocos minutos todo quedo
congestionado de suciedad y ahora las telarañas
cuelgan de mí. Y aunque parezca poco tangible,
también ocurría lo mismo en mis sueños.


No se cuanto tiempo estuve encerrado en aquel sótano
de vieja data, pero cuando salí, todo se había convertido
en cera, como si fuera un museo de esta resina. Mi
corte, mis sirvientes, mis valientes soldados, todos como
estatuas absurdas en un teatro absurdo embadurnado
de tinta verde y amarilla. Yo corrí gritando como si eso

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sirviera de algo y las puertas de mi castillo estaban
clausuradas y ya no se podía acceder al exterior. Tú no
estabas en ninguna parte y eso me hizo sospechar en
que yo tendría una muerte temprana. Desapunte mi
capa roja y me hice una alfombra para poder salir
despavorido, pero con estilo. Ingrese de nuevo al sótano
y me encerré allí, a esperar lo peor. Todo era como un
simulacro real. Una mentira verdadera. Una noche
soleada. ¡Si tan solo pudiese yo encontrar un sitio
afuera! Pero me deje el control remoto del TV de plasma
de 42 pulgadas en la mesa de noche de mi habitación y
no puedo cambiar la escena. Me palmotee la cara por
ser tan tonto. Quería hacerme en mi alma control + alt
+ suprimir y borrarme por completo. Pero no pude. Fue
entonces cuando mis ojos empezaron a percibir de
nuevo imágenes retro las cuales empezaron a
duplicarse en UHF hasta hacerme enloquecer. Golpeaba
las paredes con fuerza natural pero eran irrompibles,
como el vaso pitillo de uno de mis sobrinos más chicos.
Todo era como una película de horror de bajo
presupuesto, y eso hacia todo más horrible aun. Así era
la trama de este film, que se parecía un poco a tu propio
reflejo interno. Aunque pensándolo bien, nunca te he
visto reflejada en un espejo. ¿Será por eso…?


Las horas pasaron silenciosas y el sótano de mi castillo
finalmente se inundo con imágenes de tu imagen hasta
dejarme completamente inmóvil. Sigo vivo, pero a tu
merced, totalmente adherido a esas telarañas, que aun
cuelgan de mi.




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EN LA ZONA DE PROMESAS


Mi mami esta muerta. Yo la llevo adentro mío y en mi
cuello también, en una medallita de San Cristoforo. Es
algo muy duro. Mi mama me conoce bien. Mi mami
murió hace muchos años pero ella siempre ha estado
allí, a mi lado. Mama sabe bien que perdí una batalla, y
por eso ha estado más pendiente que de costumbre.
Compro muchos pasajes en el Transmilenio del cielo
para poder visitarme mas seguido. Yo ahora voy rumbo
a mi casa. Quisiera verla regresar del más allá, solo
para poder besarla. Ella me susurra en mis sueños que
no esta mal ser mi dueño otra vez. Mi mami me ha
enseñado con el lenguaje del cielo que no debo temer. El
río sangra y calma, y así debe ser. Ella me lo contó una
vez con un beso en mi frente, siendo yo muy niño una
noche cuando estaba yo de rodillas con mis pequeñas
manos entrelazadas, contándole mis plegarias…


Mi mami era muy linda. Ella no era muy alta. Mama era
una pequeña princesa. Yo regrese a casa y cuando lo
hice, todo quemaba. Pero ella me cuido hasta sentirme
mejor. Yo amo mucho a mi mama. Ella me ha dicho que
no esta mal sumergirme otra vez en los ríos de la vida.
Yo no se nadar, pero se bucear en silencio. No estoy
solo. Estoy con ella. Mi mami ha estado en todas partes
desde que partió, estando yo tan chico. Todas las
noches antes de dormirme, espero a mi mama. Mi mami
a veces tarda en llegar, pero al final, siempre hay
recompensa. Ella es mi zona de promesas…

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LOS DOS EN EL CAMINO


La tarde se cayó de tus ojos y se rompió en mil pedazos.
Intentamos pegarla con Pegastic pero nos quedo un
poco torcida. Me di cuenta cuando la estábamos
dejando de nuevo en su lugar y un auto se resbalo entre
el vacío y la niebla. No fueron una, ni fueron dos, fueron
tres veces las que esto ocurrió. Yo lo negué y a la
tercera, canto el gallo. De pronto ya era madrugada…
Otra vez.


Un presentimiento electrónico de mi piel me dejo como
una foto. Inmóvil. No cambiante. Perenne. El sendero
otrora camino se Tri-rompió entre espejismos y yo tan
lerdo pensé que era cierto. Y me fui de bruces en el,
como no…


El parpadeo de mis cuencas marchitas me cambio el
panorama y ahora vamos deslizándonos. El azar del
trayecto muestra sombras alrededor de tamaños no
convencionales que me hacen pensar en una
trasgresión contracultural y progresiva. Las montañas
de piedra se entretienen en pulirse con sus propias
lenguas formando siluetas distantes y perturbadoras
que me dejan los ojos rojos, pero por suerte para mí, sin
sobresaltos.


Todo bien. O por lo menos eso pensé hasta que apareció
un cartel con una verdad reveladora sobre mí. Yo le
rogué a mi ángel de la guarda que ella no lo leyera y así
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fue. Pase a segunda ronda de pura suerte y nada más.
Pero entonces: ¡Zas! Anuncios del ayer y yo dije: “No
jodas” Pero si. De nuevo la solicitud pedigüeña y de
nuevo salvado. Quedamos 2-0 con marcador favorable a
mí. Ella nunca pudo hacerme los goles, por estar
suspirando con los ojos cerrados. Vamos a ver que pasa
después. No puedo esperarla hasta fin de siglo.


Yo ahora quiero sentir tu cuerpo acercándose. Pero el
periplo aun esta incompleto y tu estas dando vueltas
por el universo, o nadando risueña en la marea de
Venus junto a las otras chicas buenas y malas,
bailando al son de la luna.


Fue cuando vi revelarse ante mis ojos, como un strip-
tease de clima inexplicable, el paraíso. Yo quería
encontrarlo para irme allí y no volver. Ya iba yo a abrir
mi boca cuando tropezamos y casi sin querer, pero
queriendo, nada que hacer, de vuelta a los espejismos…


Algo me empezó a destemplar la piel y era un rumor de
epidermis y casi sin querer, entre estos acontecimientos
extraños e imprecisos, estamos en camino hasta fin de
siglo. Lo que aun no entiendo es por que, pues eso paso
hace rato y ya es el siglo XXI. Debe ser la insolación…


Después de tanto divagar por los caminos de la vida,
que no son como yo pensaba, descubrí sin afectación,
que ya no me asustan ni los desvíos, ni los puentes. Y
por pura recurrencia sentimental, solo quiero seguir
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acercándome a ti. El paraíso ese que habíamos dejado
atrás, lo podemos volver a encontrar. Miento. Es solo
que quiero estar cada vez mas cerca. Más y más. Y casi
sin querer, estamos en camino.




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A LA LUNA ROJA


Yo me fui un día corriendo en una maratón
interminable en el ovalo de la vida y deje la casa de
infancia vacía. La posta se me safo de las manos y por
no devolverme me agache veloz y tome una espada
oxidada pero filosa aun y la lleve sosteniéndola con
fuerza y sin querer, por esta razón, herí y corte a mas
de uno en mi camino. No fue mi culpa, se los digo, es
que estaba corriendo.


Me entregue al suave aire del desierto. Me entregue al
calor sofocante de pretender que el arte me revelara
secretos para guardarlos en mí, sacándoles una copia
en la fotocopiadora humana. Pero el enchufe conector
de 110 voltios estaba fundido y por prisa y tontería mía,
memorice lo que pude y me caí entre un cactus, me
pinché con miles de espinas, maldeci con garbo y
elegancia y continúe corriendo. Los secretos se
quedaron enredados en mis heridas y ahora reverberan
en mi sangre a cada instante. Las sombras del desierto
se quedaron mirándome y se refugiaron en las cuevas
de arena, para no verme cuando yo pasara. Y como no
pudieron evitar asomarse, en sus ojos se les marco un
destello de oscuridad, señal indeleble que ahora los
acompaña, mientras me recuerdan con rabia, ya que yo
los he marcado. Perdón, es que estaba corriendo
apresurado.


Todo esto me esta pasando desde que vi la luna roja,
sobre el mar negro.
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Luna roja…


La travesía desértica se alargo más de lo previsto y hube
de pasar un número impar indeterminado de días y
noches. Yo comprendí que esa es la vida. Para aguantar
el peso de lo que se me venia encima decidí llenarme de
fuerzas inalámbricas y morfearme. Al principio fui un
león. Rugía con fuerza al paso de las caravanas y llene
de terror los lugares por los que transite. Los que ya me
conocían no se sorprendían de mi furia pero se
cuidaban celosamente previniendo que tuviera yo
siempre las garras en su lugar. Después de meditarlo
mucho, decidieron infelizmente que debían cazarme y
darme de baja. Yo los vi conspirando en mi contra
ocultos entre las sombras de una tarde que se alejaba
para siempre. Allí estaban todos, los que se decían
amigos, comandados por el más. Liderados por el
jaguar, herido y lisiado por dentro. Yo me llene de
tristeza y me aleje de allí, encubierto en silencios
cansados.


Decidí recrear una nueva situación, así que metamorfee
a cordero. Y en mi balar por los campos áridos, rogué a
Dios poder volver del desierto. Y una noche, el árbol de
José en llamas, me revelo algo sagrado, pero yo estaba
bebiendo agua de un cántaro y no entendí lo que me
dijo. Al otro día ya no estaba yo más allí. Me había
corrido en meridianos temblorosos a otro lugar. Adonde
estoy ahora. A tu lado. Renovado en una nueva
complexión humana. Prometí cuidarte, si tú me

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cuidabas. Moje tus heridas traídas de la batalla de tus
días, con el bálsamo de mi amor, y cuide tu fiebre y tu
dolor, noches enteras. No te preocupes preciosa, yo
también pague por mis placeres ciegos. Yo también
traigo cicatrices en mí adentro, que porto orgulloso,
como medallas de hierro. Somos dos. Tú eres la luna
roja y yo soy el mar negro.


Pero la luna roja es peligrosa…


Es peligrosa ¡Y me hace mortal!




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AMARILLO


Encandilado y ausente en medio de lo cuerpos de luz
que van corriendo desnudos en medio del cielo, vi
quebrarse al mundo en extraordinarios cristales de
amor de color amarillo. La sudestada llego furiosa y yo
espere a que estuvieras fría y me acerque con mi
gamulan para darte calor, abandonarme en ti y renacer.


Y si que pude renacer…


Tu mirada era tan inquietante que en un momento
empecé a percibir esas explosiones en tus ojos que
creaban agujeros en la tierra. Todo se quedo quieto y
hasta el sol dejo de iluminar el verde profundo en el
mar. Yo sabía bien quien eras y me enamore de esa idea
tan beautiful convertida en mujer, y solo para que yo
estuviera allí. Contigo. Había algo en el aire que me
reclamaba hasta el más mínimo detalle infinito. Estas
cosas solo ocurren una vez y desee yo en aquella
ocasión, que el momento durar para siempre.


Para siempre…


Entonces ingrese adentro tuyo. Entonces pude sentir en
la plenitud inolvidable de la primera vez, como es caer
del sol. La textura de un roce como un contacto repleto
de luminas con tu piel, me hacia ver los abismos mas
profundos que nunca han existido. Llame azorado al 1-
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800 CABEZA DE MEDUSA y pregunte si todo era
verdad. Todos dijeron: Si. La suerte siempre favorece a
los más desprevenidos. Bendita sea mi distracción. Y
tengo que decirte que después de eso, adentro tuyo,
nena mía, es único.


Es único…




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SIGNO


¿Por qué contigo no hay un modo? No se como hacer
para llegar hasta ti. ¿Por qué ahora no me miras de
frente y me dices algo que me haga reaccionar? ¿Por
qué no nos decimos la verdad? No hay un punto exacto.
No hay una estación donde detenerse. No hay un puerto
donde llegar. Tú en la deriva de la vida y yo sin brújula,
maestro, ni guía. Yo siempre te he dado todo. Yo
siempre me he vaciado por completo para ti, pero
siempre guardo algo para mí. Entonces lo que digo que
es sincero, se convierte en una verdad a medias que se
puede traducir simplemente en una mentira bien
contada. Si tu siempre permaneces oculta ¿Cómo sabre
quien eres? Dejaste tu cicatriz en mí como una marca
que sirvió de signo para saber donde ibas. Te enredaste
en la soledad de los ojos bien cerrados y me amas a
oscuras. Eres como esa vieja historia de la mujer que
vive en lo alto de la torre, y que siempre duerme
envuelta en redes.


Tú en mí. Signos. Yo en ti. Mi parte insegura. Todo
entre nada. La sensación de estar flotando bajo una
luna hostil. La certeza de una despedida inesperada,
pero inevitable. Pepas de tic tac sabor a menta en medio
de la lluvia.


Congelado en un rasguño de un mar de fondo. Yo dije
que no iba a caer en la trampa pero cuando termine de

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decirlo ya estaba en la jaula sin sobresaltos, rodeado de
niños prodigio que se reían de mi, camino a la escuela.
Yo esperaba que me llamaras pronto, pero solo recibí
un sobre de manila repleto de acertijos para resolver
bajo el agua. Cuatro temporadas completas pasaron por
encima de mi cabeza y te jure que si cedías algo,
calmaría tu histeria de manera creativa. Con los
dientes, rasgue tus medias y de vuelta a la cima,
encontré la misma cicatriz que yo ya tenia en mi, y que
anunciaba un mismo signo. Ese, el de mi parte
insegura. Solo me queda la resignación. Se me lleno la
cabeza de afrodisíacos. El mar se ha evaporado. Ahora
yo estoy azulado.




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YO DIGO: NO EXISTES


Un efecto de guitarra en distorsión tremolada. Tú y yo
en el borde. Alguna vez, esa vez, planeamos hacernos
todo el daño que pudiéramos llegar a hacernos en la
cáscara de nuestros sentimientos. El formol de los dos
corazones emanaba avisando la muerte entre todas
nuestras amadas cosas. Pequeñas cosas. Las que ya no
significan nada. Las que ahora se están dejando llevar
por el silbido de un colibrí de pilas doble A. Dos pares,
para ser más impreciso. Y ese vibrar de alas que van
dictando una sentencia desafiante. Yo encerrado en mi
rincón, digo fuerte a la pared: No existes.


La polaroid sobre la silla distrae y a veces toma vida y
se mueve como una imagen tipo Gif, pero es todo
mentira. Es solo un brillante truco de apariencias. Las
tuyas. Siempre encantadora de serpientes de cestos de
mimbre disecados de porcelanicron. Un movimiento
entre las sombras de la sala y yo respiro y pienso que tu
presencia es mi pesadilla. Apago todas las bombillas de
mi casa y grito enloquecido en la oscuridad: No existes.


Como un tic, extraño, nervioso, precioso, estoy sacando
de lo más profundo de mi garganta todo lo que no se
dijo en el momento indicado y las arrojo fuerte contra
esa pared, que no me deja verte. Los gestos se van
pegados a ellas y el impacto resuena como los taco
aguja que te pusiste el día que apareció en tus labios

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una despedida de papel para envolver regalos, en el que
me dejaste envuelto el molotov, junto a la puerta.


A pasado toda una noche, en la cual me he reencarnado
en un cuerpo embalsamado, en el que mis pesadillas se
convierten en visiones demenciales a las cuales atesto
golpes una y otra vez a esas mismas caras, las mismas
que me gritan en coro: Te has enloquecido. Y en el
juramento de mi marcha errante, temí por mi cerebro,
atrapado en el medio de las tramas del traje más vulgar
que tenias en el placard, y proclamo: No existes.


Quizás sea el momento de tomarme una revancha de
finas proporciones. Pasar una cuenta de cobro al fisco
del amor, porque si, porque me da la gana, aun
tenemos cuentas que saldar, y si los satélites están
observándonos y no puedo meter mis manos en el
cenicero, entonces para quedar al día, deslizare mi
puño por tu espalda, después de hacerte el amor de
mala manera, por esto, yo digo: No existes.


Ahora aquí en mi rincón, en soledad, solo veo los
mismos destellos contra la pared…




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MEDICINAS


La noche era tan interminable que llevaba años de esa
misma oscuridad extraña y palpable, como un roce sutil
de la palma de una mano que no existe, pero que ahí
esta. Despertar mojado luego de sufrir las mismas
palizas de una enfermedad que se esta llevando todo lo
que se encuentra a su paso, a contramano. Ahora es
tiempo de sentir que siempre habrá una cura. Casi
siempre temporal, imprecisa y agónica, pero cura al fin
y al cabo. El antídoto contra todos los males de este
mundo. La nueva morfina. La vieja consecuencia. La
agonía de la espera, de algo que vendrá. Hoy nace una
nueva flor. Hoy muere otra igual. Caricias de su esposa
que llora silenciosa y un nuevo viaje de suero
intravenoso. Se esta muriendo. Y esta bien. Se escucha
como el jardín esta perfumando el aire, y es como un
espejo, frente a lo peor del trance final. Vivir para dejar
lo mejor en esta tierra, es más que una razón. Y como
siempre, esa perla oscura, se desprende como un fruto
del dolor del árbol del alma, repleta de semillas de
duda.


Se enciende en su inconsciencia una luz sin fin, que
esta de nuevo anunciando la llegada de las dolencias,
en espera de ese trago amargo. El de siempre. El de las
medicinas. De tanto llevarlas dentro, es muy probable
terminar amando las medicinas.


Y se sumerge en sueños que lo deslizan suave como si
estuviese en las vías del tren y el va en el vagón de
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adelante. Puede volver a abrazar lo tierno: Su familia,
sus amigos, su amada. Por momentos siente esa
necesidad divina de prescindir del miedo. Cree poder
revivir todas las palabras de amor que salieron alguna
vez de su boca, una por una, durante todo su paso por
este mundo arjo. Y todo, solo para oír la brisa, que
sabe perdonar…


Soñó regresar a casa temprano y revisar el abrigo, y ver
con emoción, que todo estaba allí. Todas las cosas, todo
en su lugar. Todo como el lo había dejado. No se daba
cuenta: Se estaba despidiendo. Y no lo hacia, por que
su mujer, esa señora de cabellos blancos que siempre
estaba al lado de su cama en aquel frío hospital,
siempre estaba tan cerca, que no dejaba interponer el
ultimo adiós.


- No te preocupes – Le dice ella en voz baja,
comprendiéndolo todo – Cuando mueras, besare la
cruz.




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ESTRELLAS


Sentado en los anillos de saturno, el buen principito II,
ahora todo un hombre, contemplaba todo lo que
irradiaba esa noche, que tenia algo de especial, pues
sobre el lago de una supernova resplandecía. Principito
II sentado, esperaba una tenue, pero inmaculada
aparición, de esencia nebulosa, la misma de siempre.
Imagino su rostro, recordó lo vivido, y sonrío con un
pequeño asomo de lágrimas en sus ojos. Recordó esas
palabras sabias que escucho en la canción: “Cuando
esta mas oscuro, todo empieza a verse mas claro en tu
constelación” Esa melodía lo marco, cuando vivía allí,
en su cielo X-Playo.


Principito II recordó sus gustos, finos, como porcelana
oriental dinastía Ming, que lo educaron. Recordó todas
esas canciones oídas que salieron de la estación en FM
de Júpiter, en verano. La recordó entera, exquisita, su
cuerpo lunar, su aroma encantado, ella, un refugio
celestial, y el PH de su saliva en su lengua. Se recordó
perdido en el cosmos, en la vial actea, en la inmensa
quietud del universo. Ella. Toda ella.


En ese instante se hizo visible el milagro. Una crema de
estrellas lo cubrió todo. El ruido se hizo alas y el
principito II la pudo ver, desde el más allá, y lloro feliz y
agradecido, pues ella lo estaba llamando. Ella lo estaba
llevando a su lado en su nueva constelación. Y el subió.



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Violonchelos de vidrio astronómico resonaban en el Big
Bang de la pureza, anunciando la llegada del amado
compañero a aquellas comarcas infinitas. Todo se
durmió.




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PLANTAS


Sabía bien ese sabor de sabia que me sabía a ti en la
savia que pasaba por mi cuerpo. Estilo de ola de oro de
Acapulco. Trance verde fluorescente embriagador que
encierra secretos, susurros, gemidos y cuerpos
desnudos agitados en una cama grande, donde todo se
vale. Voy preparándome. No se que me pasa. Me están
esperando. Ya no puedo volver. Esto que tengo aquí es
para ti, para que puedas ir y venir, al oír.


Al oír…


Vine por el otro lado. Llegue yéndome por las ramas.
Recurrí a la infección humana de pedir perdón y
siempre me funciona. Un viejo truco no es vicio. Ahora
recorro las heridas con mi linterna verde y mi anillo
nubelungo. No es que hayas dejado de creer en mí. Es
que no tuviste suficiente fé. Debe ser por esa excitante
costumbre de vernos solo una vez por semana, para ir a
jugar a lo de siempre. Para salir a recrearte con la vara
de premios que te tengo aquí. La que siempre te traigo.
La que te imanta. La que introduzco en tu ojo de la
tormenta. La aclamada. La de revolcar, a gusto de la
consumidora.


Pero ya no puedo volver. Y menos al oír tu voz vegetal.
El régimen se acabo. Necesito tener amarrados los pies.

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Necesito tenerlos en el aire. Tú eres y serás lo que
quieras ser. Tu podrías ser una Barbie girl. Yo soy nada
más que menos de lo que podría ser. Y eso me hace
sentir mal. Pero bien. Y a toda conjetura de mis ansias
por una dosis mas de tu centro, yo digo que mejor no.
Me resisto a empujarte a otro juego de azar. La ruleta
esta desnivelada y las apuestas están amañadas a mi
favor. Si lo sabre yo…


Solo me queda respirar en el aire que reverbera el
ansiar de lo que ahora, por ser planta, desea expresar
mi voz vegetal. En una cuadricula agrícola. En un
bosque de carboncillo. Entre tú y yo ahora como
plantas. Entre un amor vegetal.




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NO NACI PARA ESTO


Ahora les digo, así tranquilo con mi leche achocolatada
servida: No nací para esto. Aunque, pensándolo bien, se
que siempre supe el desenlace. Intuición lo llamo yo.
Los pobres diablos se conforman con bautizarlo como
sexto sentido. La tinta china se me derramo en una de
las siete vistas del Fuji y yo la deje sobre la biblioteca.
Se la iba a regalar a ella, pero se caso con el del piano.
Me había pasado la vida hasta ese momento
imaginándola, y no era un buen momento para ser
cobarde, y no lo fui, es que ella era una esmeralda. Yo le
pose con mis manos así, de costado, para un retrato y
ella no me volteo a ver mientras sanaba las llagas de la
distancia con el músico profesional. Ella estaba en el
medio de aquel mar, y yo me iba a morir de sed. Y así es
esto, la plastilina se pone dura con el tiempo…


 El día esta mojado. La lluvia cae alegrona y
sonoramente y cambia los paisajes de humo y viento,
por otros mas desteñidos y salpicados. No se asusten,
todo pasa y se aprende. Saque el atlas de mi desastre
personal de una de las gavetas locas y borre ese viejo
mapa de catástrofes que la incluía a ella. Para que
quedara en el tácito silencio que nos lleno la copa rota
con el tiempo. Los besos suenan verdaderos. ¿Qué
puedo decir? La descendencia nos quedo preciosa…


Ella analiza con ademán psicológico la música, para
saber por que lloran los guaduales. Y aun le sorprende

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el ruido del mundo. Todo se desaparece. Y en la ironía
de decir esto, ya no hay vacío en la ilusión óptica.


Esta bien, confesare lo que ocurrió: Yo seguía a la
estrella más voraz. Pero una esquirla de fusión estelar
se me metió en el ojo y en ese parpadeo ella me llevo
muy lejos. No sean tan crédulos: ¿Para que creer en el
azar? Yo no vine para eso…


No nací para esto.




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REPETICIONES


Cosí mis ojos con alambre dulce y ya veo las cosas
como son. La verdad se hizo crujiente como las papas
rizadas y nos tuestan igual que el café desenvainado de
su cartuchera roja preciosa. Ahora vamos de fuego en
fuego hipnotizándonos. Todos los espejos de frente y
costado mostraron la misma imagen y l contador de
visitas repitió el mismo número muchas veces. Algo esta
pasando y me di vuelta para que pasara otra vez lo
mismo. El gato negro levanto la parta again y esto no es
Matrix. A cada paso sientes otro deja vú y esto ya paso.
¿O no?


En la fuerza natural de mi desliz emocional extrañable
de olvidos que ya no recuerdo y en las similitudes que
sueño al irse la luz en el techo del mundo, recorrí
lugares que no existen, pero por degeneración
atemporal del reducto constrictor del tiempo espacio
cóncavo y convexo, vuelvo a pasar una y otra vez. El
caleidoscopio de manivela fucsia se trabo en mis
pupilas dilatadas de esas cosas que las suelen
expandir, y genero un frenesí inusual que engendro
perturbadoramente errores ópticos de pistilos preciosos
entre le tiempo y la luz. Yo me di cuenta y voltee a ver a
Dios maliciosamente. ¿O no?


¿Y tú que? Tanto que pediste retener ese momento de
mortal placer en la plegaria extendida de que así

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ocurriese, antes de que fuera tarde. El vientre sintió el
vacío, y en el ¡plop! del ¿Qué paso? Volvió la misma
sensación. Esa canción que esta sonando, ya se escribió
¿Por qué pensaste que eras algo original? Esta ya hecha
hasta el más mínimo detalle. ¿O no?


No se que horas son. Tú ya me habías preguntado eso.
Mira el reloj. Se derritió. Las horas se escurrieron por tu
muñeca y los dedos se embadurnaron de segundos que
ya habían corrido. Tu tiempo de cartulina. La cinta
magnetofónica de tu adiós. Rebobinando hacia adelante
te alcanzo. Palabrería sutil y perfumada en rincones
como termos humanos. Ondas de ahora echando para
atrás. Ecos de antes rebotando en la quietud. Labios
como plugins de acero. Todo esto ya se pinto. Todo esto
ya ocurrió. ¿O no?


No me leas más. Todo es mentira, ya veras. No miento
cuando te digo esto. La poesía es la única verdad. En el
bosqueletras opte por la sinceridad. Sacar belleza desde
el caos es virtud, lo dijo Gustavo, Y yo me agrego en ese
muro de naturaleza Facebook. Hazte fan. Todo esta
cerca del final. Muéstrame tu rouge. El ritmo de tus
ojos. Solo falta un paso más. Este tiempo es hipnótico
¿O no?


(¿Y tú que? Tanto que pediste retener ese momento de
mortal placer en la plegaria…)




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TU PRIMAVERA CERO


¡Que delicia! Tu cuerpo desnudo encima del mío,
moviéndose sabrosamente, enredados en lo mas
precioso que es hacer el amor, cobijados por el
fluorescente azul, que es la luz que baña mis sentidos.
El estadio esta repleto aquí junto y se esta jugando la
final de la copa del mundo de futbol. Tu alma, mi
espacio, mi casa, donde todo empieza a ser real. Tu
amor, tu vida misma tan linda, la que me da nuevas
chances. Ahí vienes de nuevo por mi segundo tiempo.
Me das la espalda golosamente. Te lo juro mujer, te voy
a dar una vuelta mas, entera.


Mi nena, yo se bien, tal vez fui, un sueño tuyo en un
futuro incierto. Y si el alma quisiera hacer confesiones a
través del micrófono, diría que la verdad es que nadie
vive sin amor. Y es así, porque lo descubrí en medio de
la secuencia inicial entre los dos hace unas horas,
mientras te rasgaba la ropa. Y ahora estoy aquí, en este
inmenso estadio repleto de tiernos y salvajes
aficionados, y tiemblo frágil entre la multitud. Y no se
por que te espero…


Levanto mi enrojecida vista hacia el cielo y veo que un
avión se va. ¿Así será la otra vuelta de la misma rosca?
Así como el aparato volador se desaparece en el mar de
nubes, así se irán algún día los recuerdos de un futuro
juntos. Crecieron mis ramas de distracción en mi

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cabeza y los goles suenan ahora en la distancia para mí,
como un rumor que no se ríe y no me importa un
carajo. Tal vez este lloviendo, pero en realidad yo estoy
perdiendo el tiempo. Y no se por que te espero…


¿Y que dirá mi alma de tu primavera cero?




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PULSANDO


Tenía un boleto para tomar el viaje hacia la redención.
La capsula estaba dispuesta y el modelo aerodinámico
de aleación entre titanio y cromo se abrió y de allí un
hombre de traje plateado y casco ultramoderno se
asomo y nos indico con buenos modales, hacer una fila.
Los hombres a la derecha, las mujeres y los niños a la
izquierda. Yo iba solo con lo que llevaba puesto y el me
dejo ingresar de una vez. La luz no dejaba de pulsar.
Era como un bombeo intermitente que señalaba a
tientas lugares y paisajes extraídos de la ficción de los
libros futuristas enganchados a una imagen catastrófica
y etérea. Y no fallaron. Así era lo que veía. Íbamos
cómodos sentados en medio de aquella capsula que
avanzaba a una velocidad inimaginable. No entiendo
por que no sentí el mareo, si soy muy malo para viajar.


Creo en el amor. Si. Yo juro. Y me senté de nuevo
recostándome placido en el azul horizonte que cada vez
se me antoja más y más gigante. Yo creo en el amor
porque nunca estoy satisfecho. Por eso estoy haciendo
este viaje tan distinto a través de toda la niebla de mi
historia negra. Obedezco atontado a mi salvaje corazón.
Tu recuerdo y tu olor, llegan justo a tiempo.


Llegas justo a tiempo…


Voy por ti. En la perturbación de tu destino inesperado.
Las rosas despertaron risueñas en los campos que voy
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recorriendo a velocidades inimaginables. Solo las
observo por instantes y después desaparecen de mi
vista para registrarse en mi memoria, que es una
cámara fotográfica que vela todas las tomas. Voy en
busca de tu piel, la cual se encuentra allí, donde
quisiste estar. Tan cerca de desesperar. Los tallos de las
hojas se están secando con los pasos de estaciones
ultravioleta y comprendo ahora que la vida es gas. Y
para ti, es tan dulce traspasarla…


La capsula se abrió y yo deje mis corneas al viento y al
sol de fuego que se encontró con mis manos y las
traspasaron. Necesito aire. Necesito necesitar. Tu
aliento es mi respiración. Tu almohada es mi mañana.
Tu no me dijiste nada al correr de la distancia de los
años, pero se que ahí estas. Yo y mis rollos con mi
salvaje corazón. Tú eres mi vicio. Y los vicios no son del
cuerpo.


Camine sin ver por donde antes todo era conocido, y
aunque todo ahora a cambiado, para mi esto ya no es
algo raro. Ya conozco yo la vereda que me lleva hasta tu
puerta ensombrecida. No siento duda alguna. La
confusión es una predilección humana. La sospecha es
un beneficio que se da uno mismo. Los árboles de metal
se retuercen con la lluvia negra y mi rostro esta
cubierto con tu nuevo ámbar. Ya no hablemos más de
todos los años de daños. Yo todo lo puedo perdonar.


Una puerta suena descorriendo pestillos y se abre
resistente. Una voz de mujer tranquila me dice:
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- Llegas justo a tiempo.


Una sonrisa sedienta se incrusta en mi rostro viajero.
Estoy contigo. Yo he oído hablar de ti. Ahora estoy
seguro…




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LO QUE SANGRO DESDE LA CUPULA


Y si yo conozco ese lugar donde revientan las estrellas,
no es tu problema. Tu no tienes por que reprochar lo
que vi o no aprendí con el libro gordo de Petete. Eso es
irrelevante y bien puedes obviarlo pues la condición es:
Percibir más no preguntar. Y si yo conozco la escalera
en espiral hacia la cúpula, yo te digo nena mía: Déjalo
así. El trompo de madera se me quedo sin punta y yo le
estoy sacando filo a mi navaja suiza con lo que queda
de el. La rasuradora me irrito la piel y me dejo la cara
repleta de colores santos. No puedo ver donde los rayos
x no penetran. Mis corneas son oscuros vidrios de una
limousine, y no es necesario adivinar escenas.


Te rescatare.
¿Te rescatare?


Y si los guardianes pierden el honor, no es de tu
incumbencia. Mientras desfilan, hacen pases circenses
frente al palacio presidencial. No es algo nuevo
realmente. Hay tanto fraude a nuestro alrededor.
Comprenderás, somos del tercer mundo. ¿Qué más
querías? Y no me digas que hago parte de tu nevera de
soltera. Ya caduque junto a mi código de barras. Para ti
solamente. Para ti nomás…




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Es amor lo que sangra desde el cielo en la cúpula. Pero
no el mío. El tuyo si. Pisapapeles del alma.


Y si yo conozco ese lugar donde todos se la creen, pues
¡A ti que te importa! Enciende otro cigarrillo en la
terapia de amor intensiva. No te voy a invitar a mi Pic
nic, es en el 4b. para que estés enterada. Pero no vayas.
Y si todo se viene abajo, yo conozco la salida de
emergencia que nos salvará. ¿Y entonces? No hagas
caso de ti. Cruje tu nombre en las paredes. Cruje
porque yo le hago resonancia magnética con mi
obelisco. Cruje por mí. Diviértete conmigo. No esperes
más. Si sé que esperas no podré dormir. Mi lactosa te
desea. Todo en mi es jalea. Aprovechemos. Hay tanta
cama a nuestro alrededor. Ya te acostumbraste igual.
Jadeemos juntos, y veras que…


¿Que?




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UN CORAL


La playa se extendió más allá de los confines visibles y
me quede parcialmente nublado, como el día de hoy. El
botón de los recuerdos fue accionado por mi dedo
vulgar y la tracción de microondas me la trajo a la
pantalla interna. El reloj marco la hora del final, de otra
época vacía. Accione mi loncherita de los Picapiedra y
entre bocinas retrocedí en el tiempo y llegue a donde tu
estabas. Nos quedamos jugando hasta entrada la tarde.
La camiseta sudada de River Plate de tu padre volviendo
de la bombonera y los reproches insufribles de la tía
Patty que siempre decía: “Pelotudos, como no ganaron”
Yo miraba por la ventana y tú me tomabas la mano por
debajo de la gabardina. Despertó el deseo en ti, sin
duda, con el perfume embriagado de comenzar su
nueva vida. Salíamos corriendo por las mañanas
calurosas a lo largo de la playa mientras todos se
quedaban atrás, organizando el desorden de artefactos
traídos por el viejo, que no quería perderse detalle de las
elecciones parlamentarias. Una brisa que llego desde el
Paraná nos dio en la cara y en sus ojos yo divise el
eterno divagar de la luz entre un iris avellana que me
dejo de muletas porque me caí de puro tonto que soy en
la arena. Tu me ayudaste a levantar y adivine yo cosas
debajo de tu blusa y te quedaste así como golosa y
divertida y me guiñaste un ojo y yo sentí que se me
paraba algo que hasta esa fecha no se había puesto de
pie. Nos metimos al mar y en medio de las olas,
camuflados por esa misma esencia liquida, jugamos a
tocarnos y yo descubrí lo duro que era un pezón entre
mis dedos y también como es correrse sin remedio y lo
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que puede hacer una chica para dominar un hombre y
decidí que quería ser esclavo de esa sensación para toda
mi vida.


El paisaje alrededor, siente que la abraza. Un paisaje de
plastilina y crayones encendidos. Yo siento que algo
entre sus piernas me abrazo algo más a mí. Y me reí
mientras ella jugaba al chupetín, y yo cambiaba colores,
como un semáforo. Una brisa tropical nos refresco la
lengua, mientras la tía Patty nos llamaba a probar los
malvaviscos. Tú estabas excitada y respirabas agitada.
Nunca me olvidare. Eso te lo juro. Y te di un beso
inocente frente a las fortalezas de agua que nos
ayudaban a ser angelitos no empantanados, porque los
desprecio por sus tonterías que a todo el mundo le
parecen “Del carajo”. Nada personal, naturaleza
humana, dijo el narizón una vez…


Ayuda lúdica: Piensa en formas de coral...


Los años pasaron y ya no íbamos a la playa. Ella se
enredo en la universidad y yo me enrede solo con mis
propias huellas en la arena y caí vencido, más de una
vez. Ella ahora era otra. No conocía otra razón que una
razón cada día y una batalla por las noches. Pero las
batallas fueron en el edredón y no conmigo. Con otros.
Nótese el plural. Le pegaron duro en la nariz con el
polvo del ángel. Le pegaron duro en su sexo con otros
elementos masculinos. La perdieron y se encontró una
noche en aquel mismo vértice donde estuvimos juntos,
aquella vez. Corrió y soñó de nuevo bajo el sol hasta
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sentir que con sus dedos delgados lo alcanzaba. Se
sintió liberada del temor de volver a casa. Y volvió.
Como un pequeño milagro de orfebrería popular.


Taller extracurricular: Junta formas de coral...


Pero la vida es caprichosa hasta el final, y la muerte la
levanto en sus brazos una mañana lo más de bonita del
mes de Septiembre. Porque si. Porque si-da… para eso.
Todo aquello que dejo se hundirá en la arena. Su
recuerdo y sus pasos infantiles junto a los míos. Las
viejas revistas de la efe eme y el albumcito de: Amor
es…Con los dos chicos empelotas. Y nuestra primera
vez, como un pacto sagrado que me tatúe en la frontal
de mi cerebro. El secreto entre los dos… ¿Es que nunca
volverá?




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MI MUSICA ES LIGERA


Ella se me durmió al calor de las brasas y aprendí que
no habrá remedio infalible, y ya no te confiare nada.
Hoy, y solo por hoy, he despertado queriendo soñarla,
pero el valium se acabo y el insomnio se burla de mis
deseos más profanos. Los cigarrillos agonizan en mi
boca y el abismo y la luna se aparean animales, en la
punta de mi lengua, y es igual.


Desigual…


Algún tiempo atrás pensé en escribirle. Pero las
palabras se me resbalaron anfibias por las manos y ya
no se donde están. Igual, no había mucho para
contarle. Solo que nunca sortee las trampas del amor.


Ese fue solo un amor. Y mi música es ligera. Recuerda
siempre cerrar los ojos y no pensar más en mí. Nada
nos libra. Y entre estas cosas, nada mas queda.


No descansare…


Yo le enviare, cenizas de rosas azules. Las queme con
mis lamentos repetidos en ecos vulgares que querían
despertarme y contigo, volver a jugar. Ya no pienso

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evitar algún roce secreto. Nena. Nunca voy a ser un
superhombre, pero tu solías dejarme solo.


Aun sueles dejarme solo…


La inercia ahora me arrojo a mí y yo aun sigo soñando.
Pero sin soñar. Estoy abriendo el juego, que es eléctrico.
Ilumino la costa, como un faro del pasado. Me reí
descarado de ser tan cínico y despiadado, pero sufrí en
silencio en mi habitación, jornadas enteras. La verdad,
solo soy un hombre al agua, y eso es todo.


Yo se. No lo digas más. De este amor, nada me libra.


Ya nada más queda…




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LANGUIDAS


Sólo una hora más en silencio. Por favor. Lagrimas de
ratas blancas. Perforaciones en el labio de las más
tontas. BlackBerry Para que se escriban estupideces y
se crean importantes dentro de un transporte masivo.
Dame tiempo. Yo te lo pido. El tiempo para firmar mi
nombre en tu cuello. Mi lengua tiene caligrafía perfecta.
Dejarte una marca, un tatuaje eterno. Como tu cicatriz
en mí. Una de esas por favor, con hielo y sal, gracias.
Déjenme estar quieto. Antes que todos vuelvan a hablar
de dinero…


Porque, cuando se acabe la fiesta toda la tribu estará
sedienta. Un licor barato junto a uno costoso es una
combinación ganadora. Igual, estoy rodeado de mujeres
tontas y huecas. Quieren salir de la ciudad a un pueblo
vecino a aparentar lo que no pueden ser, pero quieren
serlo. En especial ella, la más pendeja, la que se dice
chef, pero no sabe sazonarse la vida. La más insípida.
La más lánguida. Cuando se sientan seguras en su
alcoholemia lastimera, se subirán a cantar a las mesas.
Será el momento del baile de las languis.


Hay sólo una hora para algo prohibido. Una hora que
pasa veloz e ínfima por el tubo roto del reloj de arena
galvanizada. Tan fugaz como una neurona en el cerebro
de esa chica. Esta cantando rancheras a la madrugada,
en un karaoke de pueblo pobre, compuesto de viento
frío y babas chispeadas de alcohol y chicles Adams
sabor canela. Como si con eso se desapareciera ese
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aliento…Este es un tiempo muerto. Un tiempo de
blandos. Un tiempo de rígidos. La luz rancia de la
mañana indica que hay algo que se esta muriendo en el
cenit. Es el olor de la noche que ha caído destemplada y
anti-viva como una cuerda de guitarra que se revienta
por la tensión. Así esta mi cerebro. Quisiera encontrar
el golpe preciso para derretirme de una vez en ti.
Estamos cansados y yo quiero sexo y tú quieres olvidar.
La ecuación perfecta. Caes aniquilada por las pociones
del dios Baco al suelo y ahora es mi oportunidad. Busco
a tientas en mi ansiedad monótona y cansada el lugar
en tu piel para hincar mis colmillos. Tú los sientes y
gimes como si algo te accionara. Yo me río de ti
mientras destruyo tus bragas en mi afán de comprender
por que el amor no es tan certero como este tiempo
hipnótico. Aquí no queda nada en pie, ni lo mío, que ya
se cayó después de la faena. Y que razón tenia la chica
tonta que acabo de desayunarme desafiando al rito,
cuando dijo que cuando la fiesta se acabara, la tribu
estaría sedienta. Y que risa me dará cuando comprenda
que ese es el otro momento, ese es el momento del baile
de los lánguidos.


¡Y que sabrosa estuvo esta langui!




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SI NECESITO VERTE (¿PARA QUE SABERLO?)




Ahora estas cruzando la ruta, y yo no estoy en tu
libertad. ¿Entre cuantas piedras que son hojas y son
ramas y son musgo desteñido en el río que nunca fluyo
entre vasos de cristal ahumado por la lluvia acida en
donde un hombre que quiere ser niño se arropa su
cabeza con una toalla y mira desvencijado las agujas de
hormonas de crecimiento y las arroja al vacío y decide
ser pequeño por ser solo un pequeño?


Entre las fieras andas segura y tu caminar te hace
comprender que puedes ser profunda y casual pero en
la confusión que hecho humo por todos los cementerios
no se vio el trayecto desértico que quemo los labios míos
hasta resecarlos y yo me fui con la boina azul de
terciopelo puesta y me dije a mí: ¡Que pendejada! Y la
arroje junto a otras cajetillas de cigarrillos mientras me
fumaba tu recuerdo, completamente borracho y ajeno
de todo.


Buscas amar a un hombre encerrado en la tempestad.
Pero el órgano Hammond no dejo de sonar y el coro
etéreo quejoso disemino amor en formas de otras
semillas que no germinaron ni marchitaron porque
estaban dentro de un frasco transparente en el
laboratorio de los que ya no son y esos somos nosotros
que pasamos mas de una década solos y ahora todos
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quieren volver a sentir lo mismo, pero eso no va a pasar
jamás…


No necesitas verme (Para saberlo)


Soy el cautivo de tus sueños. Y entre tus ojos cerrados
clame yo por la liberación pero solo me devolvieron la
carta con un mensaje que decía: “Remitente
desconocido” y me quede con dos facturas por pagar y
ni un centavo sonó en mi alma y es porque esta
totalmente quebrada e impositiva. En tu despertar dejas
los ojos entreabiertos para vigilarme como una culpa
ciclope que no me deja huir ni a mí, ni a Odiseo, que
esta pensando en otro plan para sacarnos y yo me
pregunto: ¿Las mentiras quedan?


Si necesito verte (¿Para que saberlo?)


Mentiras.




No necesito verte (En la libertad)
No necesito verte (En la libertad)
No necesito verte (En la libertad)
No necesito verte (En la libertad)
No necesito verte (En la libertad)
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No necesito verte (En la libertad)


Para saberlo…




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DOPPLER


La secuencia del caer ya se oye. Ya se oye. En el
soliloquio infernal de la duda, que nos mata indiferente
y abrasiva, y el silencio del abandono, cada vez que me
dejas. Cada vez. Yo te perseguiría hasta el sol. Yo te lo
juro. Y sin más que hacer, no esta. Hoy es solo inercia.
El tiempo no es nada. Un reloj esta goteando minutos
locos.


Un milenio pasa…


Oye. Mira. Percibe. El arco suena a lágrimas cada vez
que lo tensas. Llora. Tormentas. Sudor. Ambivalencia
incrustada en la escalera de plata que no me lleva a tu
calma. Ahora asoma tu rostro al pequeño mar oculto
en tu interior. Oye las sirenas. Ya no cantan más.
Odiseo se ha quedado dormido, como yo.


Y si es que aun no lo entiendes…


Bienvenida a mi efecto doppler. Me siento tan laxo. Me
siento moire. Estoy tomando pastillas de Zen
instantáneo, pero no hay nada que calme ya mi ser. Es
el efecto doppler cuando te alejas de mí. El disfraz se
quedo desnudo entre nosotros y las palabras hicieron
estrobo, pero eran necesarias. Yo simulo tranquilidad,

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pero mi cabeza grita enloquecida: “No te alejes” Y la
nada es solo una estación primaria. Los violines
retumban tras la chirriante puerta. Y tú me miras. Y tú
me miras. Esta es la frecuencia de nuestro amor.


Vivo sostenido por una ilusión…




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LAMINAS DE REMOLINOS


Dormir. Efecto circular constante. Déjame vivir este
sueño. Estados de coma en las calles. Estática
universal. El mejor sueño que he tenido. Un ciego
visionario. Una flor. Una flor. Otra flor. Aprendizaje
salvaje. Un maestro. Distorsión. Madera azul. Una
causa. Un libro antiguo. Un efecto. Miradas ausentes.
¿Quién sabrá el valor de tus deseos? Plegarias.
Devoción. ¿Quién sabrá? Alto voltaje. Vibración.
Potencia. Gira el sol. Aleación. Unísono. Gira el mundo.
Evangelios. Milagro. Decepción. Gira dios. Volátil
desfragmentación. Incredulidad. Energía misteriosa.
Magnificencia del amor. Resplandor. Incendios. Lava
galáctica. Juegos de seducción. Al soltar mi cuerpo en
remolinos. Vida. Sangre. Resplandor. Laminas de
remolinos. Otra flor. Cuerdas. Percusión. Loops.
Paraíso. Renacimiento. Colores santos. Zona pura.
Imaginación. Placer. Perfección. La nueva aurora boreal.
Supernova. Florecer mirándote a los ojos. Otras voces.
Perfección. Futurismo. Medicina verbal. Rojo. Florecer
los dos. Florecer. En remolinos…




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CORAZONES DELATORES


Yo deje con cuidado un señuelo junto a tu puerta y me
quede oculto detrás de cada sensación. Ella parece
sospechar, pero se aleja como si nada. Ella parece
descubrir detrás de mi armadura de cristal ahumado mi
debilidad. La mancha de sangre en mis dedos y los
vestigios de una hoguera. Todos somos hijos de la
misma necesidad. Todos queremos amar. Y es ahora tu
corazón el que se vuelve delator. Pero curiosamente la
canción no cambio en ese alero, y tu estas
traicionándome…


La gente observa todo subida en el mismo árbol del final
del verano. Por descuido, fui victima de todo, alguna
vez. El bandoneón surgió de no se donde, y guarde ese
sonido en el cajón de la alacena de la mente, y perdí las
llaves de nuevo. Un olor a gas indicaba una fuga y yo
encendí una vela para alumbrar mejor mi desgracia. La
explosión fue sutil, pero todo se cocino, por suerte. Ella
lo supo percibir y en el baile aborigen de teclados de
marfil envolvió en celofán inexpugnable la certeza de mi
alma. Y nada pudo impedir…


En mi fragilidad encontré recortes viejos del por que de
mi historia personal y este es el curso de las cosas. Mi
corazón se delato a si mismo y en la vieja celda en la
que siempre he habitado como un animal, se oyó un
sonido mas nuevo aun. Era el de mis esposas, que se

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abrieron y me dejaron libre de los grilletes de mi
soledad, por una vez. Por una sola vez en la vida.


Y en mi improvisada liberación un suave látigo me dejo
marcas de premoniciones en mi espalda y las dulces
palabras que guarde por milenios mientras vagaba
entre cuerpos hasta encontrarte por fin salieron de mí y
por intentar frenarlas me dibujaron llagas en las
manos. Pero sin querer encendí por fin tu amor y un
dulce palpito me recibió en tu alma y me susurro al
oído tu clave intima y decodificada así la verdad entre
los dos esas palabras que atesore ya no tuvieron razón
de ser y se cayeron de mis labios mientras nos
besábamos. Y la luz ilumino intensa y nos quemo las
alas de luciérnaga.


Mantra…


Y ella también descubrió perspicazmente, en mí
adentro, que aquel amor era como un enorme e
incandescente océano de fuego. Y su instinto de
conservación la hizo retroceder temerosa de mi espíritu
y en medio del más grande sentimiento de la noche más
negra y salvaje de la existencia me dejo solo y esa
soledad me llevo de regreso a esa celda fría en donde
estoy ahora cubriendo mi frío con oscuridad y llanto.
Solo espero el retorno de la fiebre, de nuevo…


Y ahora son lágrimas las que van cayendo de mis
labios. Ahora es sangre dolorida la que recorre mi rostro
                                                            73
empapado y oculto. Ahora es el silencio roto solo por el
final de la canción que es una gota más que se
desgrana de la tormenta de mis pupilas, que ya no te
volverán a ver…nunca.


Como un mantra de mis labios.




                                                           74
¡CHAU DESASTRE!


El sombrero vaquero en mi cabeza a las dos de la
madrugada y el viento que corta mi boca correteando
por la carretera desierta y no me importa nada. Escape
electrizado de todo eso. De toda la sobrecarga del ayer.
Me voy, para no volver. Yo solo se cerrar puertas detrás
de mi. Miles de voltios de atracción me rondan, pero mis
pasos son firmes y mi mirada levantada y altanera,
como mi juventud, me da aliento y energía pura. El
pueblo aquel de casas alargadas y palos de café esta
quedando cada vez más y más atrás. Y eso esta muy
bien. Las sombras del asfalto muestran otras sombras
mas extrañas. Es mi generación, entera, que también
hecho raíces nacidas de su mente y por estar creyendo
que después de eso no había nada mejor también se
quedaron inmóviles y con los pies clavados en el
pasado. Yo debo ser un buen conductor con mi locura
haciendo polo a tierra, pero los más infelices son
ingenieros forestales y ahora les brindan consejos
medicinales a todos los árboles de ese bosque de
naturaleza muerta. Y esta es solo para vos: ¿Cómo
puedes dormir?


Yo no soportaba la presión, por eso me multiplique por
cero y mi residual me lo deje olvidado en ese
cementerio. Fundí mis naves, justo antes de la
explosión, y ¡Por dios! La tracción a sangre me lo
agradeció y yo me libere, aunque con heridas poco
visibles, que cicatrizan bien con el paso del tiempo.

                                                           75
Y ahora, que han pasado los años y que he seguido este
camino sin respiro, veo hacia atrás y digo: ¡De que
desastre me salve! Y agradezco al ángel que me cuido y
por el cual a buena hora me solté y gracias a ese efecto
domino en un segundo me encontré en tu orbita,
extasiándome contigo, mi mas amada mujer…


Tu. Por ti, llene otro vacío en mí. Y en el juego del frente
a frente, medí la distancia en metros que nos separaba
con mi pie. Los polos opuestos siempre generan la
misma atracción. Y mi enchufe en tu conector, siempre
buscando esa lasciva y deliciosa conexión. El espejismo
de una sed me hizo correr, pero no importa, esa es mi
revolución. Yo nunca aprendo, de las mareas soy
rehén…


En mala hora, alguna vez yo te solté. Y en el seguir sin
descanso, firme en mi objetivo, hubo un segundo que se
desprendió del engranaje del tiempo y en ese segundo
me encontré de nuevo en tu precioso y furioso mar,
aunque sin saber de ti. Pero en la inmensidad abisal de
la banda ancha, aleteaste tus divinas alas y te vi, por
suerte para mi. Yo se. Soy el mismo. Algunas cosas
siempre vuelvo a repetir. Y es así…


Y nunca más volví. Aunque me fuercen nunca diré que
ayer era mejor. Mañana…es mejor!!!



                                                               76
EL CIELO ES UN LAGO


Un lago en el cielo. El cielo es un lago. Las nubes son
cisnes perfectos y mágicos. Quiero ser suave, para así,
evitar tu dureza. Llama mi nombre en la inmensidad
inagotable. ¡Oh mi nena! Mi amor estará a tu alrededor
para siempre. Para toda la vida. Yo apague tu fuego y tú
encendiste mi agua. El destino inflexible vino a
separarnos y yo no me agarre de nada y volé lejos de tu
belleza destrozado en miles de pedazos. Y de eso,
inclusive, puede que no haya certezas…


En la mira un arco iris intenso nos esta esperando. ¡Oh
mi nena! Mi alma estará siempre a tu lado. Cuidando.
Solo buscando. Vamos despacio, para encontrarnos.
Que no se entrometa mas el tiempo. Ese es solo arena
en mis manos. Veo mis penas abiertas sobre la mesa. Y
se por tus marcas, cuanto has amado. Más de lo que
prometiste. Y esta bien.


Hoy te apure por medio de una carta. Estaba tan
sensible que no pude evitar enviarla. Y tú contestaste
tranquila. Tus palabras de vuelta son espejismos, que
aumentan mi sed. Perdón por la indiscreción. Si me
adelante, no me hagas caso. Tú sabes bien como es
esto. A veces no puedo con la soledad. Y ya se, no lo
digas. Yo se cuanto has dejado para olvidar lo que
hiciste y sentir algo que nunca sentiste. Y eso se llama
amor. All you need is love.

                                                           77
Eres la respuesta a la pregunta. Eres el paisaje mas
soñado. Nada que se pueda volver a escribir
reemplazara estas palabras encontradas en el fondo de
un vaso repleto de soledades ultrasónicas. Sacudiste las
más sólidas tristezas. Las mías, y para colmo, lo hiciste
parecer fácil. No ha existido año en el que no te haya
buscado. Y tú, respondiste cada vez que te he llamado.
Yo te hice un presente. Yo deje algo para ti. Un lago en
el cielo, ese es mi regalo. Espero sirva para olvidar lo
que yo hice. Espero que las luces te lleven hasta mí.
Espero que estos vientos te acerquen hasta aquí. Y todo
alumbre un uno entre mil. Espero que algún día me
perdones por no poder reemplazarte y solo me queda
seguir viviendo y soñándote, para siempre. Y en esos
sueños no existirán más las culpas ni los errores. Y en
esos sueños somos felices y dos corazones están
tranquilos y hasta parecen uno. Y en esos sueños si
puedo hacerte sentir algo que nunca sentiste.


Hacerte sentir algo que nunca sentiste.




                                                            78
EN LA CIUDAD DE LA FURIA


Ya me voy sin retorno (Por suerte) y me veras volar por
la ciudad de la furia. Con los ojos cerrados no me ves, y
menos donde nadie sabe de mi, y yo, al parecer, soy
parte de todos. Dejare aquí los lugares que por ahora
recuerdo y que probablemente no cambiaran durante
toda mi vida. Algunos sitios son para siempre, en
cambio, la gente no. Nada cambiara con un aviso de
curva, y se muy bien, que es lo que yo siempre he
amado. Eso no necesito que nadie me lo enseñe. Las
personas que me rodearon hasta aquí, han cambiado.
En sus caras veo el temor. ¿Qué estará pasando? Deje
las historias en la maleta de cuero escondida en el
placard del pasado. Y ya no hay fabulas, en la ciudad
de la furia…


Me veras caer, como un ave de presa. El vuelo errático
desentonara el paisaje virtual al son de la melodía de
estas palabras, en las cuales confieso, que en mi vida,
siempre lo ame todo. Sobre terrazas desiertas me
desnudare y por las calles azules buscare tu nombre y
descubriré que yo ya sabia que nunca hemos sido ni
jóvenes ni viejos. Siempre hemos estado aquí. Siempre.
Y ¿Cómo puedo saber si he amado si nunca he
aprendido a odiar y perdonar a nadie? No lo se…Todo lo
que siento es muy extraño y mi cabeza no me deja
parar. Ya viene la luz de un nuevo amanecer y me
refugiare, antes que todos despierten y me vean, aquí
tirado, y tan perdido…

                                                            79
Me recibirás alguna vez en tu cuerpo de dynamo y me
dejaras dormir al amanecer, entre tus piernas. Entre
tus saladas y envolventes piernas. Nos devoraremos la
piel hasta el final del invierno y sabrás ocultarme bien
en la biografía de tus años y desaparecer entre la
niebla. Entre la fiel y firme niebla. La que deja la noche
cuando se va y se resiste a desaparecer, a pesar de
estar por ahí el sol y la luna, y todo lo que solo se puede
ver, pero nunca tocar. Así como tu…


Un hombre alado, extraña la tierra. ¿Por qué será?


No quiero presenciar nunca más algún retorno. Eso se
los dejo a los más tontos. A los que trafican realidades
con mentiras, en forma de pastillas, placebos, recuerdos
y fotos. Yo no puedo hacer eso. Yo estoy afuera,
caminando. Y aunque la luz del sol derrite mis alas, en
esta mañana interminable, espero la vuelta de la noche,
para que en su oscuridad, pueda encontrar lo que me
une a esta ciudad de la furia.


Sabes bien. Me veras caer, como una flecha salvaje. La
que se le escapo a Cupido, por andar enamorado. Así
fue como yo encontré el amor. Y esa primera vez en mi
vida en la que lo vi todo tan claro. Y ahora que lo
pienso, toso eso esta tan lejano, que mi alma se abre en
dos. Vivimos entre estaciones de otoño y viento, y vemos
pasar la historia misma estando tan solos encerrados
en nuestro rincón, deseando poder salir de allí, al

                                                              80
menos una vez. Sentimos el miedo del abandono y la
caricia de lo que ya no volverá jamás. Los brazos de una
despedida nos aprietan fuertemente y despertamos
envueltos en llanto y ausencia. Y los días nos hacen
mas sabios y mas solitarios, y creemos que eso esta
bien. Y en realidad solo queremos ser niños y niñas
corriendo por el parque al mediodía inventando
historias locas y riendo unos con otros y no nos damos
cuenta que solo queremos amor. Y si me ves caer entre
vuelos fugaces, es porque quiero ir de vuelta a mis
sueños profundos, donde encontrar algo de piel. Esta
ciudad se ve tan susceptible que por momentos da
miedo. Este es el destino de furia. Esto es lo que en sus
caras, aun persiste.


Un hombre alado, prefiere la noche. Y yo ya se por
que…


No me veras volver jamás de la ciudad de la furia. En
las noches, a veces, me despierto y me quedo
contemplando el vacío y me pregunto: ¿Qué pasara?




                                                            81
TU OTRO CRIMEN


La espera finalmente me agoto y me caí como una hoja
desprendida y muerta de la rama de la infelicidad. Yo ya
no se nada de ti y ni te imaginas todo lo tanto que
dejaste en mi. Encendido y en llamas me acosté en la
lapida color lento degrade, fría como un corazón
abandonado. Supe que te perdí y la verdad me abofeteo
sin compasión hasta hacerme bajar la cabeza,
totalmente derrotado.


¿Que otra cosa puedo hacer? Estoy acá sentado al
borde del abismo y del otro lado la vieja iglesia
campanea anunciando las seis. Si no olvido moriré, o
tal vez ya estoy muerto por default sin ti. Y ese fue tu
otro crimen. Dejarme solo. Otro crimen más sin
resolver.


Con una rápida traición, salimos fácil del amor. Eso le
pasa al que le pasa. Eso sucede cuando sucede. Tal vez
me lo busque por esa manía vieja de estar contando
gotas derramadas de la cicuta. Y mi ego va a estallar, y
es como una marca castigadora, ahí donde no estas, un
demonio de varias cabezas me esta empujando por la
espalda, mandándome de bruces al careo. Y esa bestia
son mis celos, otra vez.




                                                           82
No se cuanto falta y si es muy tarde. ¿Qué otra cosa
puedo hacer? Soy un muñeco inmóvil y olvidado en la
estrecha carretera polvorienta de tu exilio. Solo se que
yo soy tu otro crimen. El peor. El más cruel.


Otro crimen sin resolver. Ahora se lo que es perder.
¿Cuánto tiempo más llevara?




                                                           83
AMOR KARAOKE


Tú ya no me necesitas. Miente fácil. Dispárame el
veneno a quemarropa, que todo me sabe bien ahora. Tú
eras alguien a quien yo solía conocer. Pero los años nos
hacen trampas y nos cambian el rompecabezas por
legos y los CDs por mp3 y ya no es tan fácil como antes
verlo todo bien. Fue muy simple despegar. Mi cama es
el cabo cañaveral y cada mujer ha sido un rocket que se
va hasta perderse en el infinito. Solo basta un corto
tiempo para buscar un nuevo corazón. Eso me lo dijiste
tú, alguna vez, mientras te llenabas la boca con todo lo
mío. Y me dejabas vacío y enloquecido, hasta el más
suave placer, que me volvió adicto y no recuperado.
Ahora tú vagas por las vías del tren, presentando tu
propio show, dedicado a mi memoria. Ese fue tu dolor.
Esa fue tu venganza. Ahora eres como un rey vengador,
en el reino de la desdicha.


Mujer. Ya no te alcanza con improvisar. Me di cuenta
una noche al pasar por el viejo antro sonoro, en donde
estabas con cualquiera, y el descaro siempre hizo parte
de tu diversión. Ahora todas las noches vamos
riéndonos encantados después de beber y oler algo, a
ver tu show. Siempre disponible en un pequeño cuarto
de motel, que tiene como telón de fondo al mar. Pero
hoy te invito a leer mis labios. Este es mi amor karaoke.
Yo tengo un juego nuevo. Yo te propongo algo: Como un
rey, convénceme. En el reino de los que han sido
vencidos. En mi reino, donde soy juez y dictador.



                                                            84
Mírame, tu, tan fémina. A tus odiadas arañas y a ti les
digo: Convénzanme.


Convénceme.




                                                          85
TÚ Y MI ARTEFACTO


Dame todo lo que tienes ahí debajo, y que me sabe
como tan a dulce, nena. Suelo volver amargo y eso que
tú me haces me dice algo. Quiero tenerte así por horas y
horas. Tiempo duplicado en el intento inexacto de
detener el espacio, y quedarse quieto por lapsos.
Conmigo no es una charla de computadora. La
diversión viene en mi envase retornable. Lo que ofrezco
y garantizo es un presagio más feliz.


Más feliz.


Tus mundos imaginarios ahora están flotando en el
aire. Mi lengua también esta flotando en tu piel tierna,
inocente y salvaje. Pasan por nuestros cuerpos ecos de
mil radares. Son tus feromonas. Cuanto me afectan,
nadie lo sabe. Solo yo. No te mientas más por mí.
Ningún engaño te hace feliz.


Te hago feliz…


Esto que tengo aquí en mi mano no es solo un invento
para pasar el rato. Es un aparato sagrado. Es mi
artefacto. Y ningún artefacto es visionario. Pero yo si.
Tu no. Yo si.


                                                           86
LÁGRIMAS Y TÉ


Las tazas sobre el mantel delataban que había algo más
que dos en esa mesa circular de madera fina y curada
traída de Centroamérica. La lluvia derramada, presagio
de algo triste, dejo las calles brillantes y frías.
Melancólicas. Extrañas. Un poco de miel no basta para
lo que se viene encima. El eclipse, que no fue parcial
cegó todas las miradas. La oscuridad, la misma rutina,
el anhelo sagrado. Los resultados clínicos sobre el
blanco mantel bordado. Uno de ellos vio que ella lloraba
por otro. Te para 3. Una mala noticia y una familia
sentada a las cuatro de la tarde en silencio. Madre,
padre e hijo. Lagrimas que ruedan libres, porque vienen
del alma. Entablan un acuerdo doloroso en sus pechos.
Preparan la despedida del padre mas amado, que
pronto morirá…




                                                           87
ANIMAL


Hipnotismo inmóvil de un flagelo, que es dulce. Es tan
dulce. Una cama grande en medio de la penumbra.
Ropas tiradas en desorden digital. Cuero, piel y mucho
metal. Labios rosa, uñas escarlata, la vieja insignia del
deseo, carmín y charol. Cuerpos que se agitan, un
hombre al agua, no estamos hablando de amor.


Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor…


Jadeos atemporales y rasguños en la espalda. Cada día
una hora, cada hora una vida. Cada lágrima de hambre,
el más puro néctar. Bebida salvaje, con limón, pero sin
sal y sin sangre. Cigarros encendidos, mecheras
burbujeantes. Nada más simple que la entrega y el
abismo. Nada más dulce que el deseo en cadenas. Voces
que se agitan. Barcos a la deriva. No estamos hablando
de amor.


Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor…


Es justo ahí. Es cuando mas se pide y se vive. Placer
animal. Canción animal. Sexo animal.


No me sirven las excusas. Mentir es mejor. No me sirven
los sueños. Vivir es mejor. No me sirven las palabras,
gemir es mejor. No me sirven los arrepentimientos. Ser
                                                            88
valiente es mejor. No me sirve ser humano. Animal es
mejor. Mucho mejor.


Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor…




                                                       89
MUNDOS, QUIMERAS Y ARENA


Prendan hogueras. Hogueras negras. Bailen salvajes.
Quiten imágenes. Sin temor. Lancen colores. Viva la
patria mix. Al cabo todo ira mejor. Labios en rouge. Ojos
en llamas. Cebras en celo. Miedos de cuero. Arde mi
cama. Arde mi ropa. Arden condones. Arde mi cara. Y
quema. La tina llena. Pulpos con rabia. Cielo invertido.
Pixeles lunáticos. Corta mis venas. Corta mi entraña. Y
sangra conmigo. Calma tu lema. Bebe encantada. Come
frenética. Lame contenta. Mi poción te envenena. Mis
manos te arrasan. Mi lengua te prueba. Ahora espera.
Pinta tu aldea. Grita cantando. Mueve tu cadera.
Mundo de quimeras. Yoga del sexo. Tierra. Arcilla.
Arena. La gente no sabe. La gente no siente. La gente no
cree. La gente no quiere. Un cuerpo accesible. Un
cuerpo volátil. Un cuerpo inflamable. Un cuerpo si
cuerpo. Es presa fácil. Es trampa loca. Es intoxicación.
Préndanme vida. Préndanme música. Préndanme fuego.
Préndanme chicas.       Mi alma liberada. Mis oídos
abiertos. Mi carne quemada. Mi cuerpo excitado. Es
menos frágil…Y por mas agujas que me claven, yo
seguiré. Por más caminos que me borren, yo caminare.
Por más por menos da menos, y yo digo: mas. Si la
suerte ha sido echada, entonces ¿Importa algo? Con tu
elixir femenino yo voy a rociarme y a incinerarme.
Quimeras sin sentido. Quimeras sin quimeras.
Quimeras sin historias. Quimeras sin superstición.


¡Prendan hogueras!



                                                            90
ENTRE REZOS CANIBALES


Una eternidad esperamos este instante. Mírame. Estoy
aquí. No te dejare deslizar en recuerdos quietos. Mi
amor. Mi vida entera. Yo seré lo que no soy ahora. Yo
seré. Yo prometo. Cuando cae el sol, yo sigo soñando.
No hay balas rasantes que matan. Óyeme donde el
sonido nunca ha existido. Allí te hablare. Ven y come de
mí. De mi carne. Entre rezos caníbales. Entre pétalos de
rosas azules. Entre acordes sutiles. Tomate el tiempo en
desmenuzarnos. No puedo ser otro que no sea yo.
Perdón, espero que eso te sea suficiente…


Entre caníbales, el dolor, es veneno. Mi nena. El agua
corre libre hasta que cae en las manos del sediento y
entonces ya no lo es más. Ya no hay vergüenza. Yo solo
llamo tu nombre entre plegarias y tinieblas del árbol de
los pecados de frutos rojos y prohibidos, en donde
estuve comiendo como un cerdo el día de ayer. Lo
siento, es que a veces no se me contener. Tú no me
sentirás, hasta el fin. Solo por este momento. Solo por
dejarlo ser. Mientras te muevas lento y jadees mi
nombre, que te mata. Allis ere un recuerdo correcto en
tu vida. Allí estaré indeleble. Tócame. No me dejes morir
frío y loco cada vez que vuelvo y descubro que tus ecos,
aun están. Mis ojos ahora pueden ver. Es un milagro
fabricado por tu cuerpo. Es una caricia que me dio en
mi rostro tu alma. Siento la belleza venir lentamente
hacia mi. La bossa nova del canabis es sahumerio de
humo blanco en nuestro espacio. Un piano afinado en

                                                            91
otro tono resuena entre relámpagos que alumbran la
vieja selva en donde perdí las palabras para expresarte
cuanto te debo agradecer por ser y estar siempre
pendiente de mis tonterías, como esta, que ya no tiene
sentido, pero sigo diciendo: Gracias. Rezos caníbales al
fin y al cabo, pero son del abismo y la luna en el
séptimo día. Mi vida en tus manos y una eternidad,
espere este instante.




                                                           92
PERSIANAS


Yo te prefiero fuera de foco en la toma mas intima que
es mi deseo malvado de tenerte y morderte como una
naranja jugosa en medio del desierto. Inalcanzable, si
eres y a la vez, no tanto. Todos estamos hechos de lo
mismo. No hay rollo. Yo te prefiero irreversible. Claro.
La pasión debe ser como un tren: Sin reversa. Casi
intocable. ¿Cómo voy a saber como es tu cuerpo si no
he tocado jamás tu alma? No quiero avanzar en cosas
tontas con una mujer para después mirarme al espejo u
decir. Oh no. Tus ropas caen lentamente y al rozar el
suelo generan un nuevo sonido aun no descubierto en
mis tímpanos que me hace erizar la piel y caer a tu lado
hipnotizado y sin fuerza para pensar. No lo se. Soy un
espía, un espectador, un extra, un director, un extraño,
un perdido. No se que soy en tu cama. ¿Cómo saberlo?
Y el ventilador desgarrándote en aspas de viento y
seducción me hace creer por primera vez que te excita
pensar hasta donde llegaré. Déjame virar hacia el mar
de gelatina que queda a la izquierda de mi espejo
retrovisor. Vivamos fácil ignorándolo todo. Déjame
agarrarte como una vagabunda y después te ofreceré
amor y un coctel con aceitunas flotando para siempre.
Es difícil de creer, y esta bien. No se ha donde nos
llevan nuestros sueños prohibidos. Creo que nunca lo
podré saber. Las trompetas etéreas anuncian la llegada
del final. Y en medio de las sombras y siendo así, y solo
así, yo te veré a través de mi persiana americana.


Es una condena agradable no salir jamás de un sueño.
Volar por las ciudades y no caer y caminar volando. El
                                                            93
instante previo es como un desgaste y yo uní las dos
líneas para darles sentido, y eso no esta mal. Una
necesidad es más que un deseo y lo volví a hacer de
nuevo. La felicidad es una ballena blanca y
desproporcionada y me di cuenta de eso aquella vez que
estuvimos al borde de la cornisa, casi a punto de caer.
Recuerdo mi pavor y tu risa tranquila. Tú no sientes
miedo. Eres como una cometa que se le reventó la
cuerda y se perdió entre el verde viento. Aun sigues
sonriendo a pesar del tiempo. Y sé que te excita pensar
hasta donde llegaré…


¿Es difícil de creer? Yo estoy llorando. Y creo que nunca
lo podré saber. La relativa debilidad de un orgasmo y su
devenir en donde sólo así yo te veré, recostada,
desnuda, preciosa, ciudadana de mi sexo, a través de
mi persiana. De mi persiana americana


Lo que pueda suceder, va a suceder. Con tigo no hay
rodeos. No me entiendas. No me mires. No pronuncies
jamás mi nombre. No gastes fuerzas para comprender.
La ciudad se esta cayendo a pedazos nadando entre
hielos con gaseosa. Tengo adentro mío un paraíso de
niños prodigios. Solo te podré ver a través de mi
persiana e imaginar estas cosas que nunca ocurrieron.
Sigo esperando. Esperando…




                                                            94
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Un homenaje literario a Cerati

  • 1.
  • 2. UN MISIL EN TU PLACARD ESCRITO POR: STAROSTA (RAFAEL BEJARANO) 2
  • 3. UN HOMENAJE LITERARIO AL GRAN ARTISTA GUSTAVO CERATI… 3
  • 4. NOTA DEL AUTOR: Este libro va dedicado con todo cariño y energía a Gustavo Cerati, una influencia artística de toda mi vida. Este gran artista, sufrió un accidente cerebrovascular que a fechas de terminar de escribir este libro, Julio del 2010, aun lo tiene en una cama de un hospital en argentina. Cama de la cual, yo anhelo, se levantara para seguirnos dando toda su magia y talento. No quiero que se piense en este libro como un oportunismo por la situación que esta sufriendo, ni un tributo porque no se sabe si va a vivir, etc. No. Es un homenaje a un gran músico, un padre de familia, un amigo, un esposo, un hijo. Alguien como cualquiera de nosotros. Este libro va con el mejor deseo de enviarle toda la buena energía posible para su pronta recuperación. Ruego a Dios que así sea. Cuando una banda homenajea a un músico hace covers de las canciones ¿Verdad? Bueno, esto es lo mismo, pero los instrumentos son las palabras y mis manos y los sonidos son las hojas y la tinta. Claros en esto, vamos al libro. Gracias STAROSTA 4
  • 5. **ACLARACION** Todos los escritos están basados en las letras de las canciones de Gustavo Cerati desde el primer disco de Soda Stereo hasta el ultimo disco solista del artista publicado hasta este momento titulado "Fuerza Natural". Se utilizan frases textuales del autor original de las letras en las páginas aquí publicadas. Todos los derechos reservados. 5
  • 6. UN MISIL EN TU PLACARD Estábamos los dos allí, refugiados sobre aquel diván. Nos estamos buscando más allá de la piel. El sexo, como aureola en celo de dos sombras que proyectan luz seductora, nos morfa cada vez que nos agitamos con nuestras formas encantadoras. Nos estamos gustando y degustando en la noche cómplice envuelta en canciones de The Police que escupen los parlantes desde la sala. Entonces yo percibo que algo dentro de mi alerta mis sentidos. Es una extraña sensación que proviene de alguna parte. Un lado de mi alma tiene un presentimiento y no puedo continuar. El sexo es interrumpido mediaticamente y ella se queda allí, ahora como una sombra solitaria que manotea hacia la nada. Me incorporo del diván y voy en busca de un abrigo. Me quiero ir ya. Ella no entiende lo que me ocurre pero tampoco dice nada. Esta haciendo mucho frío, eso si lo entiende mi cuerpo. Mi dopamina me pide placer y yo enciendo un cigarrillo. No hay duda. Tengo miedo. Entonces volteo a mirar hacia un costado y fue allí cuando lo vi. - ¡Hay un misil en tu placard! – Digo sorprendido. - Eso – Dice ella como si nada – Es un modelo para armar, pero nunca para desarmar… 6
  • 7. Yo me quedo allí, de pie, junto a la puerta. La estoy mirando con total tristeza. De nuevo me convierto en una sombra y a pesar de todo esto, vuelvo al diván con ella. - No hay más tiempo que perder -Le digo. Ella no contesta. Sus ojos encendidos de lujuria la hacen sonreír. Nuestra entrega descarada continua, pero yo no puedo dejar de pensar en lo que vi. El misil estaba ahí. Mi orgasmo urgente nace dentro de su sexo y muere allí mismo. Ella, como una gata golosa acaricia mi espalda mientras yo continuo sentado mirando hacia el placard, tratando de buscar una explicación que no existe. Ella percibe lo que me esta ocurriendo y como una sentencia, pronuncia las palabras que yo no quería escuchar. Que yo no quería entender, pero ella me lo confirma: - Aquí también, ¿O creías que estabas lejos? También… 7
  • 8. SOBREDOSIS DE TELEVISION Hoy estoy desesperado. No puedo creer lo vulnerable que soy a su amor. No puedo creer tampoco que ella se haya ido de mi lado. Me dejo un hueco enorme en mi habitación, tan grande que siento que todo lo que tengo y lo que soy, también se esta yendo por allí mismo, como un hoyo negro del firmamento que succiona todo lo que pasa por su lado. Mis labios están aun muy fríos. Desde que ella se fue no he podido calentarlos. ¡Yo solo no puedo calentarlos! Ya nada me interesa si ella no esta aquí a mi lado. He perdido toda fascinación en mí. Mi habitación esta repleta de rasgos suyos, que ahora en su ausencia, son como escombros perdidos de alguna ciudad antigua en ruinas, que nadie nunca volvió a transitar. Y son esos escombros, los que me están deteniendo la respiración. - ¡Acuéstate! – Me decía y yo la obedecía, como un perro amaestrado, levantando mi hocico mientras ella me amaba con su lengua poderosa y humectada. - ¡Levántate! – Me repetía cuando ya no tenia yo más cuerpo para ofrecer, porque me había dejado completamente vaciado por dentro. Ella es dura. Ella es insaciable. 8
  • 9. - ¡Apágalo! – Me gritaba desde el baño cuando yo me entretenía con la televisión y no le prestaba atención a sus bragas y encajes negros, traídos de Europa en el verano. - ¡Enciéndelo! – Me ordenaba cuando estaba cansada de mí y quería estar sola un rato. Estoy anclado en soledad en mi habitación. No puedo seguir así. No puedo. Llevo horas sentado frente al televisor. Paso los canales como un autómata, pero solo puedo verla a ella a través de la pantalla. No se cuanto tiempo llevo sentado aquí, y no creo poder resistir esta sobredosis de TV. El aire que respiro es tan tenso que es como si intentara respirar trozos de vidrio. ¡Si al menos estuvieras aquí! Reprocho melancólico y aburrido, como un perdedor experto en el oficio de volver con las manos vacías. Estoy en una arritmia existencial insoportable, pues mi cuerpo esta procesado al ritmo de su corazón. Todo es agobiante, insufrible sin ella. Estoy desesperado y no hay nada que se pueda hacer. No hay duda: ¡Soy tan vulnerable a su amor! Tengo que cambiar de rumbo. No puedo seguir pensando en ella. Tengo que hacer algo. No puedo seguir maquinándome. No puedo seguir masturbándome… 9
  • 10. EL ANGEL ELECTRICO CAIDO La noche se poso desnuda y fría sobre la ciudad y dejo un sintetizador rodando por el asfalto magenta hasta el amanecer. Se esta nublado el horizonte negro pero se puede ver que ahí va la tempestad llevándose todo el circuito mundano con ella. El paisaje sonoro, antes extraño y amorfo, ahora es habitual. Las paredes quedaron cromadas después del último diluvio universal y los árboles ahora son de color sodio. En medio de este óleo inmóvil de irregularidades amplificadas y bombillas de fósforo algo rasgo el cielo y bajando envuelto en llamas binarias se diviso la caída de un ángel eléctrico. Yo estaba allí de pie y al ver tan singular procedimiento divino atracar en la nada del firmamento perdí la estática. Yo se bien, estoy pensando en ti y recurrentemente deseo no dañarte de nuevo. No querría lastimarte de nuevo. La vuelta a casa se hizo cansada y solitaria a esas horas cercanas al amanecer esdrújulo. Llegue al punto exacto de la colisión y levante al frágil ángel eléctrico llevándolo a cuestas. Esta malherido y de sus alas se desprenden cables de muchos colores con los cuales me he enredado al caminar. A punto de caernos el y yo pisamos con temor el filo de la resignación y se bien que somos uno en realidad. La abulia se hizo materia y choque contra ella desesperado. No vi que era mi hábito vulgar de esperar que siempre algo venga y quiebre el unísono. Entonces desespero y estallo en miles de fragmentos que ahora son música. La que hice para ti. La que no escuchaste. Un nuevo acorde se clavo en tu puerta y te hizo voltear y mirarme a los ojos. La madrugada se corrió a un 10
  • 11. costado y apareció el sol technicolor, el que aun tengo y que me sirve para besar tu sombra. Hoy he caído al mundo rasgando las tinieblas y todo por dejarte sola. En mi caída se han roto mis alas, que ahora se electrocutan tontamente sin remedio. Por ti. He caído al mundo por ti. Este es el precio que pague, por quererte, por buscarte, por quebrar la calma. El ritmo de una cuerda infinita que se hace más y más gruesa si la veo en reversa, me anuncia que se ha decantado inevitablemente otro día. Y tú me dejaste solo con tu sombra. 11
  • 12. UN CUARTO LLENO DE ROMBOS Cuando ella ríe, me hace feliz. Me hace amarla plenamente. Me hace amar mis transistores púrpura traídos de Hong Kong. Cuando ella ríe a veces es la misma. Salta como si danzara entre elipses dorados que la elevan más y más hasta perderse por encima del techo. Su felicidad la hace mucho mas entera. Su alma se sale y liberada de la capsula sonar de Dios, me hace rebotar con ella en las paredes de goma y probar la crema sagrada del paraíso. Nos envolvemos como formas de luz azulada y en el medio del sampler de la vida incubamos el plexo de la pureza y todo se ilumina. Los parlantes se chocan entre si con fuerza y se disuelven con todo lo que los rodea, para dar así forma a una nueva vida. Las notas de electricidad parpadean estroboscopicamente y chorrean el suelo que esta excitado de copular con el cielorraso naranja. Todo ahora es amarillo y nos reímos en la parábola cartesiana de irnos para no volver jamás. Nos disolvemos finalmente hasta hacer parte de todo. Todo hace parte de todo. La distorsión nos hace bailar. Un coro loco mezclado en la consola de la mente nos habla. Estamos en un cuarto lleno de rombos. Vivimos en un cuarto lleno de rombos… Un cuarto lleno de rombos. 12
  • 13. MI TELE – K El tocadiscos de la casa de la abuela a todo pulmón estallándose con el vinilo aquel de los sesentas que me dice detrás del muro de sonido: “Let it be” El tarrito rojo de Cola granulada se me cayo de las manos y mi chica me dice: “Déjalo sacudirse bien” Yo la miro divertido y le pregunto: “Cual es el truco” Y ella me contesta: “No hay trampa en esto” Nos recostamos en el sofá mullido de la sala y ella sirve la poción en dos grandes tazas humeantes. Me besa rápido en la boca y se quita los zapatos, arrojándolos lejos de ella. Lo que yo no vi es que ellos se pusieron de pie después de rodar y se fueron corriendo escaleras abajo. “Ya vas a ver como tu cuerpo se abre” Me dijo mientras me pasaba la taza con cuidado de no quemar sus dedos. Yo me quedo derivando y ella sin más ni más larga un sorbo largo de la bebida. Yo, por no quedarme atrás y que ella piense que yo soy un cobarde, hago lo mismo. Nos quedamos entonces ahí, quietos, mirando al frente, esperando la reacción. Solo alcanzo a escuchar a mi chica que me dice en medio de la música: “No esperes mas de mi” Todo se empieza a mover desordenado en la sala: La mesa de centro vuela enloquecida y los cuadros de la pared van haciendo fila en un baile frenético, detrás de los bombillos de las lámparas que se desenroscaron furiosos de ritmo y sonoridad. Es las telequinesis entre ella y yo. Todo es telequinesis entre los dos. Yo le digo: “Moverás los brazos y tu cadera.” Ella me dice: “Y moverás tus pies” Y así empieza un ritual entre los dos, 13
  • 14. mientras todo gira sobre nosotros. Los decibeles aumentan y las paredes se quiebran y los pedazos que caen se suman al torbellino que se hace cada vez más y más fuerte, hasta hacernos perder el control. “Ya vas a ver como tu cuerpo se abre” Me grita ella y entonces es cuando todo enloquece y la casa se viene abajo, el tocadiscos ya no existe y la violencia del sonido viene de no se donde. Ya no puedo ver a mi chica porque todo esta girando demasiado rápido. Cierro los ojos presa del vértigo y solo una frase retumba ahora en mi cabeza donde antes existía la música, el sonido y la compañía: No esperes más de mí. No esperes más de mí. No esperes más de mí. No esperes más de mí. No esperes más de mí. No esperes más de mí. No esperes más de mí. No esperes más de mí. 14
  • 15. LA OTRA DANZA Rapsodia psicoactiva que se estrella en la genética extraña del movimiento incontrolable. Las luces me queman la cara y en medio de esta multitud no te puedo hallar, ¿Cómo salir de este castigo? En medio de la libertad que me genera el sonido soy prisionero de un ritmo cruel que me hace sudar mis tímpanos, mis células, mi vida. Y en medio de la pista me siento desamparado, aquí estoy, resquebrajándome. En la liberación total y la anarquía que hay en mis movimientos, entre líneas auditivas y spray humeante pude comprender claramente que soy una marioneta del Disc Jockey quien es el que en realidad ese alguien que los controla. En una pesadilla instantánea pude ver en el espejo colgante como se van cayendo mis ligamentos. Los gritos de miedo quedaron ahogados en la música infinita del multitrack de la mesa de sonido y nadie se dio cuenta de mi horror. En medio de tanta gente que baila, te perdí y ya no te veo. Me siento cansado. Yo no puedo ser libre sin ti. Y en la confusión todos le gritan al DJ: “Dame una pista” Y todo rastro para hallarte se pierde en la cadena sinfín de brazos que se levantan al cielo encantados de romper el ritmo. Es una danza rota, quisiera escaparme… Las luces continúan dando vueltas coloridamente entre compuertas lógicas que se intercalan saturadas de bits reorganizados y muestran miles de formas que me queman las manos. Ya las dictaduras militares han caído detrás del velo del atardecer y después de haber vivido la represión, nadie puede detenerse. Todos ahora 15
  • 16. están aquí, bailando desenfrenadamente y yo también, convertido en una mueca absurda, que finge diversión, pero que en realidad te esta deseando esta noche, repleto de calor y música. Y yo entonces me levanto más alto y grito tu nombre y digo: “Dame una pista” Y todos se unen a mí y gritan de nuevo para que el pinchadiscos comience de nuevo la interminable rutina sonora. Y yo me quedo solo en el medio de la danza rota, sin tenerte, sin encontrarte… 16
  • 17. LA LOCURA Nunca entre los dos hubo algo que fuera fácil. Saltamos cumbres y obstáculos en tornasol desde donde divisamos la conciencia liquida de lo irracional. Creo en tus ojos. Creo en tu fuerza femenina y en mi debilidad. Y se bien, ¡Que frágil es depender de todo! Y en el torbellino de las rosas azules que tiñen el cielo de vainilla y entre mi encierro ineterno, no supe como pedir “por favor” y me quede allí acompañado de mi cautiverio que me llevo en una débil barca por un mar de dudas que rozo con la suave caricia salida del vaivén de una ola caníbal que quería que mordiera ese anzuelo y tomarme para si. Y es que no hay nada más que se pueda hacer. Si tan solo pudiéramos entender que somos nuestra propia ayuda, no seriamos un recuerdo de nosotros mismos en la mente intranquila de nuestras almas llenas de furor comprimido que nos hace pensar que no valemos gran cosa y que todo nos puede dañar y nos engañamos con esa volatilidad de nuestro ser que esta cansado de descascarase depresiones de su piel elástica. Yo quiero ser como tu. Yo siempre ame, tu locura… 17
  • 18. LISA Lisa ahora tiene un divertido amor de ultramar. Lisa tiene alma compacta y subacuatica que la lleva por corrientes inimaginables en la profundidad cristalina de las aguas en donde ella respira siempre inquieta de aprender. Lisa brilla en la oscuridad ya que por una extraña reacción dérmica con el agua salada, su cuerpo ahora resplandece por las zonas más oscuras del acuario infinito que es su mundo regido por Poseidón, el dios empapado y final, que nunca esta atento de lo que ella hace. Lisa ahora tiene un amor joven, que la lleva a correr con piernas vigorosas por el sabor de la primera vez, que la hace volver a aprender a respirar, pues de tanto estar con él y amar, ya hasta eso se le olvido. Lisa lleva un maletín naranja colgado en su espalda con la imagen de Aquaman en el que lleva un par de aletas extra, por si hacen falta. Para ellos siempre fue divertido correr. Era como si detrás de sus pasos las huellas que los perseguían estuvieran a su vez dejando el mundo que ellos conocían detrás. El portal nonadimensional que creaban con su acelerada e inagotable marcha a través de la superficie resbaladiza del fondo del mar creaba una nueva clase de atmosfera, que por alguna causa – efecto de impregnación físico - molecular comprimía sus pies y en el embalaje irregular y aterciopelado terminaban en la luna, y de esta manera, lisa era una chica lunar… En la luna ella y su amor de ultramar se divertían saltando y dando tumbos por los cráteres y los alunizajes dudosos de la humanidad que dejaban 18
  • 19. huellas del primero que piso la luna, pero la banderita no estaba, ni el coche lunar, solo algunas mantarrayas cósmico - burguesas que se entretenían en corretear a Lisa y a su amor por el lado oscuro de la luna, en donde encontraban en ciertas ocasiones a unos muchachos que se hacían llamar Pink Floyd y que según ellos, estaban inspirándose para un disco. La nave de los supersónicos siempre justa a las 2:30 PM pasaba por la entrada de la nada lunar y ellos saludaban levantando sus brazos al firmamento entretenidos hasta que esta se perdía a lo lejos. Entonces lisa tomaba de la mano a su amor y se iba a buscar a las mantarrayas. ”Enséñame mas tu habilidad de nadar” gritaba feliz cuando lograba montar una y esta transitaba indecisa por el mar de la serenidad. Él hacia lo que ella hiciera, pues Lisa era su espejo y reflejaba lo que el era, y al igual que para ella, para el era muy duro volver a aprender a respirar. Después se quedaban en lo más oscuro de una gruta lunática y se dejaban guiar por los sonidos de la galaxia hasta que sus manos encontraban sus cuerpos, sus caricias, sus relieves y en medio de la más absoluta intimidad se entregaban incontenibles hasta nadar de nuevo en otro mar: El de la fertilidad. En medio de espermatozoides y óvulos, en una inmensa ola de semen que envolvía las entrañas de Lisa, la cual jadeaba y sonreía a la vez, enamorada y eterna, completa y frágil, entre los brazos de su amor de ultramar, que después de todo eso se quedaban abrazados, el encima de ella, encapsulados en el silencio visual que era la fauna abisal que en medio de 19
  • 20. su viaje de retorno a casa iba reflejando el color del sol… 20
  • 21. MILLONES DE AÑOS LUZ… Yo le dije a ella: “No vuelvas” Yo le grite enceguecido y cansado: “No vuelvas sin razón” Y ella se fue. Ella partió con rumbo desconocido, sin brújula y sin caperuza de plástico. Yo tome mi ruta, la más inversamente proporcional que encontré en el directorio de las páginas amarillas y me dirigí allí sin voltear a mirar a ningún otro lado. Espero llegar pronto. Estaré a un millón de años luz de casa. Mis botas pantaneras son nuevas y están dispuestas a servirme fielmente en tan singular travesía. Mi poncho desleído de páramo me envuelve en un abrazo caleidoscópico mutante y me convierte en un tripulante virtual desterrado, tipo fin de los tiempos. Y cuando el mundo enmudece, es porque se queda sigiloso a ver que pasa. Entonces las promesas engañan y nos llevan a revolcarnos en el jardín invisible, en donde nunca estuvimos juntos y por donde nadie pasa. Pero yo se que estuve allí contigo, mi memoria USB cerebral tiene el archivo guardado y comprimido en WinZip de aquel encuentro. Por eso lo digo. Continúo mi vago recorrido hacia la nada imperturbable de toda estación o cambio climático voraz repentino y fulminador. Soy una mole inmodificable. Soy un terco sin remedio. Y en mi pasar por esta historia vi el fuego, luego vino el diluvio. Todo lo que puedo decir es que la nave de Noe volvió a partir en un sistema binario sensual, en grupitos chéveres de a dos. Lo demás debo callarlo, por ambigüedad y fetiche. Todo alimento que se ha consumido para este viaje es el que traigo en los bolsillos rotos de mi pantalón camuflado, y son las cenizas de una noche larga contigo. Esta noche también es larga, pero no gracias, estoy a dieta. Ella me 21
  • 22. hace mal. Ella se fue. Yo le dije: “No vuelvas” Yo estaré a un millón de años luz de casa. Yo vagare errante a millones de años luz de mi casa… 22
  • 23. BOCA NADA Cuando el silencio se hizo huella. Cuando no hay más que decirnos. Cuando la luz se hizo diluvios. Cuando el humo habla y nada remando en espiral… Cuando el vino se hizo un río. Cuando se abren al aire vacíos. Cuando la distancia es la mas corta. Cuando dos no pueden respirar. Cuando la entrega es fulminante. Cuando te desvaneces alargando el después. Cuando la secuencia se hizo disco. Cuando la trayectoria es sin final. Cuando el pudo ser es alborada. Cuando distante placer. Cuando letanía es un réquiem. Cuando una mirada frente a la otra esfumándose… Cuando letras se revuelven. Cuando me hago uno con el humo. Cuando un misil en tu placard. Cuando voy serpenteando la razón. Cuando luces cegadoras. Cuando todo es decidido. Cuando más por menos más. Cuando el tiempo se estira y yo me olvido. Cuando inmensidad residual. Cuando yo me olvido como vos. Cuando teclas como cuerdas. Cuando en la esfera vagamos. Cuando bálsamos sagrados. Cuando indiferentes. Cuando golpes en la sien. Cuando el espacio que dejo. Cuando el humo esta en foco… Cuando tu boca es nada. 23
  • 24. CAJA NEGRA Y FINAL Sabes que mantenerme distante es lo único que encaja en el cuadro de bisoñes pegados en la tarde acuarela que se esta dejando derretir de lluvia solapada. Y sin embargo en la acción de palanca se desorbita un nudo y la negra caja se abre. Aun puedes abrirla y lo sabes. Luzco como preparado y en posición fetal optimizada perpendicular a la dirección de la aurora inconexa de una muerte elegante. Y mi ritmo cardiaco late y bombea zigzagueantemente elementos globulares de colores rojos y blancos que endorfinan de manera violenta y sospechosa conductos cilíndricos distribuidos indiferentemente en mí. No obstante a esta precaria condición, tu vuelves y de no hacerlo, te sugiere el capricho de tu malsana ecuación, venir mas hacia mi. En la maratónica tortura agotas hasta lo imprevisible y entre aullidos de gatos mimosos y terraplenes desarticulados por el viento del otro lugar tú intentas estrangular mi alma débil e incolora con tus blindados brazos en donde aun hay rastros. Decantación de sentimientos ilegalmente traspuestos por una cometa de papel crepe en una parte entre el iris y la lengua teledirigidos a mi conciencia gris. Cantos prohibidos en lengua portuguesa y sin embargo tu esperas un laberinto sin sorpresas entre los tallos secos de amapola de esencia salvaje nacida silvestre en lo mas profundo de tu negra caja. Aun puedes abrirla… 24
  • 25. ENGAÑA SABER Todo comenzó en un cuarto de ventanales enormes que daban de lleno al espeso bosque de abedules otoñales desenredados de algún lugar. Un cuarto de cama con abalorios y closet de tres piezas de cuerpo entero. Un cuarto repleto de encaje y adornado exquisitamente con gusto de buen comprador. Un cuarto que olvide por completo. El roce de la seda se hizo macrosonoro y como una avalancha de finura decibelica, la despertó. Y fue justamente frente a los ventanales anteriormente mencionados, donde nos pusimos a jugar un juego que nos jugó a nosotros como un jugador que no sabe jugar el viejo juego de jugar con fuego. Y salieron de nuestras bocas ansiosas verdades que engañan cuando se conocen. ¡Cuanto engaña saber! Recuerdo el mar extendiéndose sobre el desierto de arena y no se como paso y no se por que soñé estar aquí, si siempre he estado muy despierto. Y no se por que no recuerdo despertar si es muy probable que todo el tiempo haya estado atrapado en el revés de aquel espejo de marco celta tallado a mano que reflejo la desnudez de tu cuerpo de senos espectaculares con los cuales sacie mi apetito instintivo pélvico – perverso en el otoño. Un ritmo de fondo impulsado por el Ipod empotrado entre tus piernas empieza bien y yo me sumerjo en el menú de opciones imantado por ese sabor que me lleva a querer un poco más. Y se bien que ya no abra retorno a aquel furor. Y se bien que sabes bien también. De repente el ritmo se descompensa, la 25
  • 26. melodía se diluye, se rompe la canción. Tú gimes en un clímax extraño. Apenas duele… Y en la precipitación inauditable pienso que tal vez me estoy engañando. La fantasía es solo una ilusión en el calculo de probabilidades y de esta reflexión someramente sofista yo quemo una neurona entera para destellar ingenio y concluir que en la vida no hay nada seguro. Pero ese es el riesgo de correr. Zafar las zapatillas e ir dando tumbos aparatosamente en la escalera espiralada y peligrosa del amar a una mujer. No puedo competir con la razón ficticia. Ni con la real locura. Y no se por que yo no confiaba despertar de esto… ¡Pero ya estoy de pie! Tal vez me engañe… 26
  • 27. RETROIMAGEN Baje corriendo al sótano del castillo completamente envenenado de ti. Debo tomar el antídoto contra toda rigidez mental, física y del alma. El viejo baúl de cachivaches stereo se negaba a dejarse abrir y yo tome mis cassetes y le di con todos los lados B que pude, pero nada. El veneno se apoderaba de mí con celeridad y el temor a seguir viviendo como un sonámbulo en aquella enorme fortaleza me hizo buscar un poco de calma en medio de los pliegues de la pared que se asomaban en mis ojos de loco en las noches que servían de protector de pantalla a la PC de Dios. Las telarañas me vieron en esas e inmediatamente empezaron a desarrollar mitosis infinitas mientras todos los cigotos arácnidos explotaban chorreando los rincones húmedos de aquel sótano de jalea reproductora de araña. En pocos minutos todo quedo congestionado de suciedad y ahora las telarañas cuelgan de mí. Y aunque parezca poco tangible, también ocurría lo mismo en mis sueños. No se cuanto tiempo estuve encerrado en aquel sótano de vieja data, pero cuando salí, todo se había convertido en cera, como si fuera un museo de esta resina. Mi corte, mis sirvientes, mis valientes soldados, todos como estatuas absurdas en un teatro absurdo embadurnado de tinta verde y amarilla. Yo corrí gritando como si eso 27
  • 28. sirviera de algo y las puertas de mi castillo estaban clausuradas y ya no se podía acceder al exterior. Tú no estabas en ninguna parte y eso me hizo sospechar en que yo tendría una muerte temprana. Desapunte mi capa roja y me hice una alfombra para poder salir despavorido, pero con estilo. Ingrese de nuevo al sótano y me encerré allí, a esperar lo peor. Todo era como un simulacro real. Una mentira verdadera. Una noche soleada. ¡Si tan solo pudiese yo encontrar un sitio afuera! Pero me deje el control remoto del TV de plasma de 42 pulgadas en la mesa de noche de mi habitación y no puedo cambiar la escena. Me palmotee la cara por ser tan tonto. Quería hacerme en mi alma control + alt + suprimir y borrarme por completo. Pero no pude. Fue entonces cuando mis ojos empezaron a percibir de nuevo imágenes retro las cuales empezaron a duplicarse en UHF hasta hacerme enloquecer. Golpeaba las paredes con fuerza natural pero eran irrompibles, como el vaso pitillo de uno de mis sobrinos más chicos. Todo era como una película de horror de bajo presupuesto, y eso hacia todo más horrible aun. Así era la trama de este film, que se parecía un poco a tu propio reflejo interno. Aunque pensándolo bien, nunca te he visto reflejada en un espejo. ¿Será por eso…? Las horas pasaron silenciosas y el sótano de mi castillo finalmente se inundo con imágenes de tu imagen hasta dejarme completamente inmóvil. Sigo vivo, pero a tu merced, totalmente adherido a esas telarañas, que aun cuelgan de mi. 28
  • 29. EN LA ZONA DE PROMESAS Mi mami esta muerta. Yo la llevo adentro mío y en mi cuello también, en una medallita de San Cristoforo. Es algo muy duro. Mi mama me conoce bien. Mi mami murió hace muchos años pero ella siempre ha estado allí, a mi lado. Mama sabe bien que perdí una batalla, y por eso ha estado más pendiente que de costumbre. Compro muchos pasajes en el Transmilenio del cielo para poder visitarme mas seguido. Yo ahora voy rumbo a mi casa. Quisiera verla regresar del más allá, solo para poder besarla. Ella me susurra en mis sueños que no esta mal ser mi dueño otra vez. Mi mami me ha enseñado con el lenguaje del cielo que no debo temer. El río sangra y calma, y así debe ser. Ella me lo contó una vez con un beso en mi frente, siendo yo muy niño una noche cuando estaba yo de rodillas con mis pequeñas manos entrelazadas, contándole mis plegarias… Mi mami era muy linda. Ella no era muy alta. Mama era una pequeña princesa. Yo regrese a casa y cuando lo hice, todo quemaba. Pero ella me cuido hasta sentirme mejor. Yo amo mucho a mi mama. Ella me ha dicho que no esta mal sumergirme otra vez en los ríos de la vida. Yo no se nadar, pero se bucear en silencio. No estoy solo. Estoy con ella. Mi mami ha estado en todas partes desde que partió, estando yo tan chico. Todas las noches antes de dormirme, espero a mi mama. Mi mami a veces tarda en llegar, pero al final, siempre hay recompensa. Ella es mi zona de promesas… 29
  • 30. LOS DOS EN EL CAMINO La tarde se cayó de tus ojos y se rompió en mil pedazos. Intentamos pegarla con Pegastic pero nos quedo un poco torcida. Me di cuenta cuando la estábamos dejando de nuevo en su lugar y un auto se resbalo entre el vacío y la niebla. No fueron una, ni fueron dos, fueron tres veces las que esto ocurrió. Yo lo negué y a la tercera, canto el gallo. De pronto ya era madrugada… Otra vez. Un presentimiento electrónico de mi piel me dejo como una foto. Inmóvil. No cambiante. Perenne. El sendero otrora camino se Tri-rompió entre espejismos y yo tan lerdo pensé que era cierto. Y me fui de bruces en el, como no… El parpadeo de mis cuencas marchitas me cambio el panorama y ahora vamos deslizándonos. El azar del trayecto muestra sombras alrededor de tamaños no convencionales que me hacen pensar en una trasgresión contracultural y progresiva. Las montañas de piedra se entretienen en pulirse con sus propias lenguas formando siluetas distantes y perturbadoras que me dejan los ojos rojos, pero por suerte para mí, sin sobresaltos. Todo bien. O por lo menos eso pensé hasta que apareció un cartel con una verdad reveladora sobre mí. Yo le rogué a mi ángel de la guarda que ella no lo leyera y así 30
  • 31. fue. Pase a segunda ronda de pura suerte y nada más. Pero entonces: ¡Zas! Anuncios del ayer y yo dije: “No jodas” Pero si. De nuevo la solicitud pedigüeña y de nuevo salvado. Quedamos 2-0 con marcador favorable a mí. Ella nunca pudo hacerme los goles, por estar suspirando con los ojos cerrados. Vamos a ver que pasa después. No puedo esperarla hasta fin de siglo. Yo ahora quiero sentir tu cuerpo acercándose. Pero el periplo aun esta incompleto y tu estas dando vueltas por el universo, o nadando risueña en la marea de Venus junto a las otras chicas buenas y malas, bailando al son de la luna. Fue cuando vi revelarse ante mis ojos, como un strip- tease de clima inexplicable, el paraíso. Yo quería encontrarlo para irme allí y no volver. Ya iba yo a abrir mi boca cuando tropezamos y casi sin querer, pero queriendo, nada que hacer, de vuelta a los espejismos… Algo me empezó a destemplar la piel y era un rumor de epidermis y casi sin querer, entre estos acontecimientos extraños e imprecisos, estamos en camino hasta fin de siglo. Lo que aun no entiendo es por que, pues eso paso hace rato y ya es el siglo XXI. Debe ser la insolación… Después de tanto divagar por los caminos de la vida, que no son como yo pensaba, descubrí sin afectación, que ya no me asustan ni los desvíos, ni los puentes. Y por pura recurrencia sentimental, solo quiero seguir 31
  • 32. acercándome a ti. El paraíso ese que habíamos dejado atrás, lo podemos volver a encontrar. Miento. Es solo que quiero estar cada vez mas cerca. Más y más. Y casi sin querer, estamos en camino. 32
  • 33. A LA LUNA ROJA Yo me fui un día corriendo en una maratón interminable en el ovalo de la vida y deje la casa de infancia vacía. La posta se me safo de las manos y por no devolverme me agache veloz y tome una espada oxidada pero filosa aun y la lleve sosteniéndola con fuerza y sin querer, por esta razón, herí y corte a mas de uno en mi camino. No fue mi culpa, se los digo, es que estaba corriendo. Me entregue al suave aire del desierto. Me entregue al calor sofocante de pretender que el arte me revelara secretos para guardarlos en mí, sacándoles una copia en la fotocopiadora humana. Pero el enchufe conector de 110 voltios estaba fundido y por prisa y tontería mía, memorice lo que pude y me caí entre un cactus, me pinché con miles de espinas, maldeci con garbo y elegancia y continúe corriendo. Los secretos se quedaron enredados en mis heridas y ahora reverberan en mi sangre a cada instante. Las sombras del desierto se quedaron mirándome y se refugiaron en las cuevas de arena, para no verme cuando yo pasara. Y como no pudieron evitar asomarse, en sus ojos se les marco un destello de oscuridad, señal indeleble que ahora los acompaña, mientras me recuerdan con rabia, ya que yo los he marcado. Perdón, es que estaba corriendo apresurado. Todo esto me esta pasando desde que vi la luna roja, sobre el mar negro. 33
  • 34. Luna roja… La travesía desértica se alargo más de lo previsto y hube de pasar un número impar indeterminado de días y noches. Yo comprendí que esa es la vida. Para aguantar el peso de lo que se me venia encima decidí llenarme de fuerzas inalámbricas y morfearme. Al principio fui un león. Rugía con fuerza al paso de las caravanas y llene de terror los lugares por los que transite. Los que ya me conocían no se sorprendían de mi furia pero se cuidaban celosamente previniendo que tuviera yo siempre las garras en su lugar. Después de meditarlo mucho, decidieron infelizmente que debían cazarme y darme de baja. Yo los vi conspirando en mi contra ocultos entre las sombras de una tarde que se alejaba para siempre. Allí estaban todos, los que se decían amigos, comandados por el más. Liderados por el jaguar, herido y lisiado por dentro. Yo me llene de tristeza y me aleje de allí, encubierto en silencios cansados. Decidí recrear una nueva situación, así que metamorfee a cordero. Y en mi balar por los campos áridos, rogué a Dios poder volver del desierto. Y una noche, el árbol de José en llamas, me revelo algo sagrado, pero yo estaba bebiendo agua de un cántaro y no entendí lo que me dijo. Al otro día ya no estaba yo más allí. Me había corrido en meridianos temblorosos a otro lugar. Adonde estoy ahora. A tu lado. Renovado en una nueva complexión humana. Prometí cuidarte, si tú me 34
  • 35. cuidabas. Moje tus heridas traídas de la batalla de tus días, con el bálsamo de mi amor, y cuide tu fiebre y tu dolor, noches enteras. No te preocupes preciosa, yo también pague por mis placeres ciegos. Yo también traigo cicatrices en mí adentro, que porto orgulloso, como medallas de hierro. Somos dos. Tú eres la luna roja y yo soy el mar negro. Pero la luna roja es peligrosa… Es peligrosa ¡Y me hace mortal! 35
  • 36. AMARILLO Encandilado y ausente en medio de lo cuerpos de luz que van corriendo desnudos en medio del cielo, vi quebrarse al mundo en extraordinarios cristales de amor de color amarillo. La sudestada llego furiosa y yo espere a que estuvieras fría y me acerque con mi gamulan para darte calor, abandonarme en ti y renacer. Y si que pude renacer… Tu mirada era tan inquietante que en un momento empecé a percibir esas explosiones en tus ojos que creaban agujeros en la tierra. Todo se quedo quieto y hasta el sol dejo de iluminar el verde profundo en el mar. Yo sabía bien quien eras y me enamore de esa idea tan beautiful convertida en mujer, y solo para que yo estuviera allí. Contigo. Había algo en el aire que me reclamaba hasta el más mínimo detalle infinito. Estas cosas solo ocurren una vez y desee yo en aquella ocasión, que el momento durar para siempre. Para siempre… Entonces ingrese adentro tuyo. Entonces pude sentir en la plenitud inolvidable de la primera vez, como es caer del sol. La textura de un roce como un contacto repleto de luminas con tu piel, me hacia ver los abismos mas profundos que nunca han existido. Llame azorado al 1- 36
  • 37. 800 CABEZA DE MEDUSA y pregunte si todo era verdad. Todos dijeron: Si. La suerte siempre favorece a los más desprevenidos. Bendita sea mi distracción. Y tengo que decirte que después de eso, adentro tuyo, nena mía, es único. Es único… 37
  • 38. SIGNO ¿Por qué contigo no hay un modo? No se como hacer para llegar hasta ti. ¿Por qué ahora no me miras de frente y me dices algo que me haga reaccionar? ¿Por qué no nos decimos la verdad? No hay un punto exacto. No hay una estación donde detenerse. No hay un puerto donde llegar. Tú en la deriva de la vida y yo sin brújula, maestro, ni guía. Yo siempre te he dado todo. Yo siempre me he vaciado por completo para ti, pero siempre guardo algo para mí. Entonces lo que digo que es sincero, se convierte en una verdad a medias que se puede traducir simplemente en una mentira bien contada. Si tu siempre permaneces oculta ¿Cómo sabre quien eres? Dejaste tu cicatriz en mí como una marca que sirvió de signo para saber donde ibas. Te enredaste en la soledad de los ojos bien cerrados y me amas a oscuras. Eres como esa vieja historia de la mujer que vive en lo alto de la torre, y que siempre duerme envuelta en redes. Tú en mí. Signos. Yo en ti. Mi parte insegura. Todo entre nada. La sensación de estar flotando bajo una luna hostil. La certeza de una despedida inesperada, pero inevitable. Pepas de tic tac sabor a menta en medio de la lluvia. Congelado en un rasguño de un mar de fondo. Yo dije que no iba a caer en la trampa pero cuando termine de 38
  • 39. decirlo ya estaba en la jaula sin sobresaltos, rodeado de niños prodigio que se reían de mi, camino a la escuela. Yo esperaba que me llamaras pronto, pero solo recibí un sobre de manila repleto de acertijos para resolver bajo el agua. Cuatro temporadas completas pasaron por encima de mi cabeza y te jure que si cedías algo, calmaría tu histeria de manera creativa. Con los dientes, rasgue tus medias y de vuelta a la cima, encontré la misma cicatriz que yo ya tenia en mi, y que anunciaba un mismo signo. Ese, el de mi parte insegura. Solo me queda la resignación. Se me lleno la cabeza de afrodisíacos. El mar se ha evaporado. Ahora yo estoy azulado. 39
  • 40. YO DIGO: NO EXISTES Un efecto de guitarra en distorsión tremolada. Tú y yo en el borde. Alguna vez, esa vez, planeamos hacernos todo el daño que pudiéramos llegar a hacernos en la cáscara de nuestros sentimientos. El formol de los dos corazones emanaba avisando la muerte entre todas nuestras amadas cosas. Pequeñas cosas. Las que ya no significan nada. Las que ahora se están dejando llevar por el silbido de un colibrí de pilas doble A. Dos pares, para ser más impreciso. Y ese vibrar de alas que van dictando una sentencia desafiante. Yo encerrado en mi rincón, digo fuerte a la pared: No existes. La polaroid sobre la silla distrae y a veces toma vida y se mueve como una imagen tipo Gif, pero es todo mentira. Es solo un brillante truco de apariencias. Las tuyas. Siempre encantadora de serpientes de cestos de mimbre disecados de porcelanicron. Un movimiento entre las sombras de la sala y yo respiro y pienso que tu presencia es mi pesadilla. Apago todas las bombillas de mi casa y grito enloquecido en la oscuridad: No existes. Como un tic, extraño, nervioso, precioso, estoy sacando de lo más profundo de mi garganta todo lo que no se dijo en el momento indicado y las arrojo fuerte contra esa pared, que no me deja verte. Los gestos se van pegados a ellas y el impacto resuena como los taco aguja que te pusiste el día que apareció en tus labios 40
  • 41. una despedida de papel para envolver regalos, en el que me dejaste envuelto el molotov, junto a la puerta. A pasado toda una noche, en la cual me he reencarnado en un cuerpo embalsamado, en el que mis pesadillas se convierten en visiones demenciales a las cuales atesto golpes una y otra vez a esas mismas caras, las mismas que me gritan en coro: Te has enloquecido. Y en el juramento de mi marcha errante, temí por mi cerebro, atrapado en el medio de las tramas del traje más vulgar que tenias en el placard, y proclamo: No existes. Quizás sea el momento de tomarme una revancha de finas proporciones. Pasar una cuenta de cobro al fisco del amor, porque si, porque me da la gana, aun tenemos cuentas que saldar, y si los satélites están observándonos y no puedo meter mis manos en el cenicero, entonces para quedar al día, deslizare mi puño por tu espalda, después de hacerte el amor de mala manera, por esto, yo digo: No existes. Ahora aquí en mi rincón, en soledad, solo veo los mismos destellos contra la pared… 41
  • 42. MEDICINAS La noche era tan interminable que llevaba años de esa misma oscuridad extraña y palpable, como un roce sutil de la palma de una mano que no existe, pero que ahí esta. Despertar mojado luego de sufrir las mismas palizas de una enfermedad que se esta llevando todo lo que se encuentra a su paso, a contramano. Ahora es tiempo de sentir que siempre habrá una cura. Casi siempre temporal, imprecisa y agónica, pero cura al fin y al cabo. El antídoto contra todos los males de este mundo. La nueva morfina. La vieja consecuencia. La agonía de la espera, de algo que vendrá. Hoy nace una nueva flor. Hoy muere otra igual. Caricias de su esposa que llora silenciosa y un nuevo viaje de suero intravenoso. Se esta muriendo. Y esta bien. Se escucha como el jardín esta perfumando el aire, y es como un espejo, frente a lo peor del trance final. Vivir para dejar lo mejor en esta tierra, es más que una razón. Y como siempre, esa perla oscura, se desprende como un fruto del dolor del árbol del alma, repleta de semillas de duda. Se enciende en su inconsciencia una luz sin fin, que esta de nuevo anunciando la llegada de las dolencias, en espera de ese trago amargo. El de siempre. El de las medicinas. De tanto llevarlas dentro, es muy probable terminar amando las medicinas. Y se sumerge en sueños que lo deslizan suave como si estuviese en las vías del tren y el va en el vagón de 42
  • 43. adelante. Puede volver a abrazar lo tierno: Su familia, sus amigos, su amada. Por momentos siente esa necesidad divina de prescindir del miedo. Cree poder revivir todas las palabras de amor que salieron alguna vez de su boca, una por una, durante todo su paso por este mundo arjo. Y todo, solo para oír la brisa, que sabe perdonar… Soñó regresar a casa temprano y revisar el abrigo, y ver con emoción, que todo estaba allí. Todas las cosas, todo en su lugar. Todo como el lo había dejado. No se daba cuenta: Se estaba despidiendo. Y no lo hacia, por que su mujer, esa señora de cabellos blancos que siempre estaba al lado de su cama en aquel frío hospital, siempre estaba tan cerca, que no dejaba interponer el ultimo adiós. - No te preocupes – Le dice ella en voz baja, comprendiéndolo todo – Cuando mueras, besare la cruz. 43
  • 44. ESTRELLAS Sentado en los anillos de saturno, el buen principito II, ahora todo un hombre, contemplaba todo lo que irradiaba esa noche, que tenia algo de especial, pues sobre el lago de una supernova resplandecía. Principito II sentado, esperaba una tenue, pero inmaculada aparición, de esencia nebulosa, la misma de siempre. Imagino su rostro, recordó lo vivido, y sonrío con un pequeño asomo de lágrimas en sus ojos. Recordó esas palabras sabias que escucho en la canción: “Cuando esta mas oscuro, todo empieza a verse mas claro en tu constelación” Esa melodía lo marco, cuando vivía allí, en su cielo X-Playo. Principito II recordó sus gustos, finos, como porcelana oriental dinastía Ming, que lo educaron. Recordó todas esas canciones oídas que salieron de la estación en FM de Júpiter, en verano. La recordó entera, exquisita, su cuerpo lunar, su aroma encantado, ella, un refugio celestial, y el PH de su saliva en su lengua. Se recordó perdido en el cosmos, en la vial actea, en la inmensa quietud del universo. Ella. Toda ella. En ese instante se hizo visible el milagro. Una crema de estrellas lo cubrió todo. El ruido se hizo alas y el principito II la pudo ver, desde el más allá, y lloro feliz y agradecido, pues ella lo estaba llamando. Ella lo estaba llevando a su lado en su nueva constelación. Y el subió. 44
  • 45. Violonchelos de vidrio astronómico resonaban en el Big Bang de la pureza, anunciando la llegada del amado compañero a aquellas comarcas infinitas. Todo se durmió. 45
  • 46. PLANTAS Sabía bien ese sabor de sabia que me sabía a ti en la savia que pasaba por mi cuerpo. Estilo de ola de oro de Acapulco. Trance verde fluorescente embriagador que encierra secretos, susurros, gemidos y cuerpos desnudos agitados en una cama grande, donde todo se vale. Voy preparándome. No se que me pasa. Me están esperando. Ya no puedo volver. Esto que tengo aquí es para ti, para que puedas ir y venir, al oír. Al oír… Vine por el otro lado. Llegue yéndome por las ramas. Recurrí a la infección humana de pedir perdón y siempre me funciona. Un viejo truco no es vicio. Ahora recorro las heridas con mi linterna verde y mi anillo nubelungo. No es que hayas dejado de creer en mí. Es que no tuviste suficiente fé. Debe ser por esa excitante costumbre de vernos solo una vez por semana, para ir a jugar a lo de siempre. Para salir a recrearte con la vara de premios que te tengo aquí. La que siempre te traigo. La que te imanta. La que introduzco en tu ojo de la tormenta. La aclamada. La de revolcar, a gusto de la consumidora. Pero ya no puedo volver. Y menos al oír tu voz vegetal. El régimen se acabo. Necesito tener amarrados los pies. 46
  • 47. Necesito tenerlos en el aire. Tú eres y serás lo que quieras ser. Tu podrías ser una Barbie girl. Yo soy nada más que menos de lo que podría ser. Y eso me hace sentir mal. Pero bien. Y a toda conjetura de mis ansias por una dosis mas de tu centro, yo digo que mejor no. Me resisto a empujarte a otro juego de azar. La ruleta esta desnivelada y las apuestas están amañadas a mi favor. Si lo sabre yo… Solo me queda respirar en el aire que reverbera el ansiar de lo que ahora, por ser planta, desea expresar mi voz vegetal. En una cuadricula agrícola. En un bosque de carboncillo. Entre tú y yo ahora como plantas. Entre un amor vegetal. 47
  • 48. NO NACI PARA ESTO Ahora les digo, así tranquilo con mi leche achocolatada servida: No nací para esto. Aunque, pensándolo bien, se que siempre supe el desenlace. Intuición lo llamo yo. Los pobres diablos se conforman con bautizarlo como sexto sentido. La tinta china se me derramo en una de las siete vistas del Fuji y yo la deje sobre la biblioteca. Se la iba a regalar a ella, pero se caso con el del piano. Me había pasado la vida hasta ese momento imaginándola, y no era un buen momento para ser cobarde, y no lo fui, es que ella era una esmeralda. Yo le pose con mis manos así, de costado, para un retrato y ella no me volteo a ver mientras sanaba las llagas de la distancia con el músico profesional. Ella estaba en el medio de aquel mar, y yo me iba a morir de sed. Y así es esto, la plastilina se pone dura con el tiempo… El día esta mojado. La lluvia cae alegrona y sonoramente y cambia los paisajes de humo y viento, por otros mas desteñidos y salpicados. No se asusten, todo pasa y se aprende. Saque el atlas de mi desastre personal de una de las gavetas locas y borre ese viejo mapa de catástrofes que la incluía a ella. Para que quedara en el tácito silencio que nos lleno la copa rota con el tiempo. Los besos suenan verdaderos. ¿Qué puedo decir? La descendencia nos quedo preciosa… Ella analiza con ademán psicológico la música, para saber por que lloran los guaduales. Y aun le sorprende 48
  • 49. el ruido del mundo. Todo se desaparece. Y en la ironía de decir esto, ya no hay vacío en la ilusión óptica. Esta bien, confesare lo que ocurrió: Yo seguía a la estrella más voraz. Pero una esquirla de fusión estelar se me metió en el ojo y en ese parpadeo ella me llevo muy lejos. No sean tan crédulos: ¿Para que creer en el azar? Yo no vine para eso… No nací para esto. 49
  • 50. REPETICIONES Cosí mis ojos con alambre dulce y ya veo las cosas como son. La verdad se hizo crujiente como las papas rizadas y nos tuestan igual que el café desenvainado de su cartuchera roja preciosa. Ahora vamos de fuego en fuego hipnotizándonos. Todos los espejos de frente y costado mostraron la misma imagen y l contador de visitas repitió el mismo número muchas veces. Algo esta pasando y me di vuelta para que pasara otra vez lo mismo. El gato negro levanto la parta again y esto no es Matrix. A cada paso sientes otro deja vú y esto ya paso. ¿O no? En la fuerza natural de mi desliz emocional extrañable de olvidos que ya no recuerdo y en las similitudes que sueño al irse la luz en el techo del mundo, recorrí lugares que no existen, pero por degeneración atemporal del reducto constrictor del tiempo espacio cóncavo y convexo, vuelvo a pasar una y otra vez. El caleidoscopio de manivela fucsia se trabo en mis pupilas dilatadas de esas cosas que las suelen expandir, y genero un frenesí inusual que engendro perturbadoramente errores ópticos de pistilos preciosos entre le tiempo y la luz. Yo me di cuenta y voltee a ver a Dios maliciosamente. ¿O no? ¿Y tú que? Tanto que pediste retener ese momento de mortal placer en la plegaria extendida de que así 50
  • 51. ocurriese, antes de que fuera tarde. El vientre sintió el vacío, y en el ¡plop! del ¿Qué paso? Volvió la misma sensación. Esa canción que esta sonando, ya se escribió ¿Por qué pensaste que eras algo original? Esta ya hecha hasta el más mínimo detalle. ¿O no? No se que horas son. Tú ya me habías preguntado eso. Mira el reloj. Se derritió. Las horas se escurrieron por tu muñeca y los dedos se embadurnaron de segundos que ya habían corrido. Tu tiempo de cartulina. La cinta magnetofónica de tu adiós. Rebobinando hacia adelante te alcanzo. Palabrería sutil y perfumada en rincones como termos humanos. Ondas de ahora echando para atrás. Ecos de antes rebotando en la quietud. Labios como plugins de acero. Todo esto ya se pinto. Todo esto ya ocurrió. ¿O no? No me leas más. Todo es mentira, ya veras. No miento cuando te digo esto. La poesía es la única verdad. En el bosqueletras opte por la sinceridad. Sacar belleza desde el caos es virtud, lo dijo Gustavo, Y yo me agrego en ese muro de naturaleza Facebook. Hazte fan. Todo esta cerca del final. Muéstrame tu rouge. El ritmo de tus ojos. Solo falta un paso más. Este tiempo es hipnótico ¿O no? (¿Y tú que? Tanto que pediste retener ese momento de mortal placer en la plegaria…) 51
  • 52. TU PRIMAVERA CERO ¡Que delicia! Tu cuerpo desnudo encima del mío, moviéndose sabrosamente, enredados en lo mas precioso que es hacer el amor, cobijados por el fluorescente azul, que es la luz que baña mis sentidos. El estadio esta repleto aquí junto y se esta jugando la final de la copa del mundo de futbol. Tu alma, mi espacio, mi casa, donde todo empieza a ser real. Tu amor, tu vida misma tan linda, la que me da nuevas chances. Ahí vienes de nuevo por mi segundo tiempo. Me das la espalda golosamente. Te lo juro mujer, te voy a dar una vuelta mas, entera. Mi nena, yo se bien, tal vez fui, un sueño tuyo en un futuro incierto. Y si el alma quisiera hacer confesiones a través del micrófono, diría que la verdad es que nadie vive sin amor. Y es así, porque lo descubrí en medio de la secuencia inicial entre los dos hace unas horas, mientras te rasgaba la ropa. Y ahora estoy aquí, en este inmenso estadio repleto de tiernos y salvajes aficionados, y tiemblo frágil entre la multitud. Y no se por que te espero… Levanto mi enrojecida vista hacia el cielo y veo que un avión se va. ¿Así será la otra vuelta de la misma rosca? Así como el aparato volador se desaparece en el mar de nubes, así se irán algún día los recuerdos de un futuro juntos. Crecieron mis ramas de distracción en mi 52
  • 53. cabeza y los goles suenan ahora en la distancia para mí, como un rumor que no se ríe y no me importa un carajo. Tal vez este lloviendo, pero en realidad yo estoy perdiendo el tiempo. Y no se por que te espero… ¿Y que dirá mi alma de tu primavera cero? 53
  • 54. PULSANDO Tenía un boleto para tomar el viaje hacia la redención. La capsula estaba dispuesta y el modelo aerodinámico de aleación entre titanio y cromo se abrió y de allí un hombre de traje plateado y casco ultramoderno se asomo y nos indico con buenos modales, hacer una fila. Los hombres a la derecha, las mujeres y los niños a la izquierda. Yo iba solo con lo que llevaba puesto y el me dejo ingresar de una vez. La luz no dejaba de pulsar. Era como un bombeo intermitente que señalaba a tientas lugares y paisajes extraídos de la ficción de los libros futuristas enganchados a una imagen catastrófica y etérea. Y no fallaron. Así era lo que veía. Íbamos cómodos sentados en medio de aquella capsula que avanzaba a una velocidad inimaginable. No entiendo por que no sentí el mareo, si soy muy malo para viajar. Creo en el amor. Si. Yo juro. Y me senté de nuevo recostándome placido en el azul horizonte que cada vez se me antoja más y más gigante. Yo creo en el amor porque nunca estoy satisfecho. Por eso estoy haciendo este viaje tan distinto a través de toda la niebla de mi historia negra. Obedezco atontado a mi salvaje corazón. Tu recuerdo y tu olor, llegan justo a tiempo. Llegas justo a tiempo… Voy por ti. En la perturbación de tu destino inesperado. Las rosas despertaron risueñas en los campos que voy 54
  • 55. recorriendo a velocidades inimaginables. Solo las observo por instantes y después desaparecen de mi vista para registrarse en mi memoria, que es una cámara fotográfica que vela todas las tomas. Voy en busca de tu piel, la cual se encuentra allí, donde quisiste estar. Tan cerca de desesperar. Los tallos de las hojas se están secando con los pasos de estaciones ultravioleta y comprendo ahora que la vida es gas. Y para ti, es tan dulce traspasarla… La capsula se abrió y yo deje mis corneas al viento y al sol de fuego que se encontró con mis manos y las traspasaron. Necesito aire. Necesito necesitar. Tu aliento es mi respiración. Tu almohada es mi mañana. Tu no me dijiste nada al correr de la distancia de los años, pero se que ahí estas. Yo y mis rollos con mi salvaje corazón. Tú eres mi vicio. Y los vicios no son del cuerpo. Camine sin ver por donde antes todo era conocido, y aunque todo ahora a cambiado, para mi esto ya no es algo raro. Ya conozco yo la vereda que me lleva hasta tu puerta ensombrecida. No siento duda alguna. La confusión es una predilección humana. La sospecha es un beneficio que se da uno mismo. Los árboles de metal se retuercen con la lluvia negra y mi rostro esta cubierto con tu nuevo ámbar. Ya no hablemos más de todos los años de daños. Yo todo lo puedo perdonar. Una puerta suena descorriendo pestillos y se abre resistente. Una voz de mujer tranquila me dice: 55
  • 56. - Llegas justo a tiempo. Una sonrisa sedienta se incrusta en mi rostro viajero. Estoy contigo. Yo he oído hablar de ti. Ahora estoy seguro… 56
  • 57. LO QUE SANGRO DESDE LA CUPULA Y si yo conozco ese lugar donde revientan las estrellas, no es tu problema. Tu no tienes por que reprochar lo que vi o no aprendí con el libro gordo de Petete. Eso es irrelevante y bien puedes obviarlo pues la condición es: Percibir más no preguntar. Y si yo conozco la escalera en espiral hacia la cúpula, yo te digo nena mía: Déjalo así. El trompo de madera se me quedo sin punta y yo le estoy sacando filo a mi navaja suiza con lo que queda de el. La rasuradora me irrito la piel y me dejo la cara repleta de colores santos. No puedo ver donde los rayos x no penetran. Mis corneas son oscuros vidrios de una limousine, y no es necesario adivinar escenas. Te rescatare. ¿Te rescatare? Y si los guardianes pierden el honor, no es de tu incumbencia. Mientras desfilan, hacen pases circenses frente al palacio presidencial. No es algo nuevo realmente. Hay tanto fraude a nuestro alrededor. Comprenderás, somos del tercer mundo. ¿Qué más querías? Y no me digas que hago parte de tu nevera de soltera. Ya caduque junto a mi código de barras. Para ti solamente. Para ti nomás… 57
  • 58. Es amor lo que sangra desde el cielo en la cúpula. Pero no el mío. El tuyo si. Pisapapeles del alma. Y si yo conozco ese lugar donde todos se la creen, pues ¡A ti que te importa! Enciende otro cigarrillo en la terapia de amor intensiva. No te voy a invitar a mi Pic nic, es en el 4b. para que estés enterada. Pero no vayas. Y si todo se viene abajo, yo conozco la salida de emergencia que nos salvará. ¿Y entonces? No hagas caso de ti. Cruje tu nombre en las paredes. Cruje porque yo le hago resonancia magnética con mi obelisco. Cruje por mí. Diviértete conmigo. No esperes más. Si sé que esperas no podré dormir. Mi lactosa te desea. Todo en mi es jalea. Aprovechemos. Hay tanta cama a nuestro alrededor. Ya te acostumbraste igual. Jadeemos juntos, y veras que… ¿Que? 58
  • 59. UN CORAL La playa se extendió más allá de los confines visibles y me quede parcialmente nublado, como el día de hoy. El botón de los recuerdos fue accionado por mi dedo vulgar y la tracción de microondas me la trajo a la pantalla interna. El reloj marco la hora del final, de otra época vacía. Accione mi loncherita de los Picapiedra y entre bocinas retrocedí en el tiempo y llegue a donde tu estabas. Nos quedamos jugando hasta entrada la tarde. La camiseta sudada de River Plate de tu padre volviendo de la bombonera y los reproches insufribles de la tía Patty que siempre decía: “Pelotudos, como no ganaron” Yo miraba por la ventana y tú me tomabas la mano por debajo de la gabardina. Despertó el deseo en ti, sin duda, con el perfume embriagado de comenzar su nueva vida. Salíamos corriendo por las mañanas calurosas a lo largo de la playa mientras todos se quedaban atrás, organizando el desorden de artefactos traídos por el viejo, que no quería perderse detalle de las elecciones parlamentarias. Una brisa que llego desde el Paraná nos dio en la cara y en sus ojos yo divise el eterno divagar de la luz entre un iris avellana que me dejo de muletas porque me caí de puro tonto que soy en la arena. Tu me ayudaste a levantar y adivine yo cosas debajo de tu blusa y te quedaste así como golosa y divertida y me guiñaste un ojo y yo sentí que se me paraba algo que hasta esa fecha no se había puesto de pie. Nos metimos al mar y en medio de las olas, camuflados por esa misma esencia liquida, jugamos a tocarnos y yo descubrí lo duro que era un pezón entre mis dedos y también como es correrse sin remedio y lo 59
  • 60. que puede hacer una chica para dominar un hombre y decidí que quería ser esclavo de esa sensación para toda mi vida. El paisaje alrededor, siente que la abraza. Un paisaje de plastilina y crayones encendidos. Yo siento que algo entre sus piernas me abrazo algo más a mí. Y me reí mientras ella jugaba al chupetín, y yo cambiaba colores, como un semáforo. Una brisa tropical nos refresco la lengua, mientras la tía Patty nos llamaba a probar los malvaviscos. Tú estabas excitada y respirabas agitada. Nunca me olvidare. Eso te lo juro. Y te di un beso inocente frente a las fortalezas de agua que nos ayudaban a ser angelitos no empantanados, porque los desprecio por sus tonterías que a todo el mundo le parecen “Del carajo”. Nada personal, naturaleza humana, dijo el narizón una vez… Ayuda lúdica: Piensa en formas de coral... Los años pasaron y ya no íbamos a la playa. Ella se enredo en la universidad y yo me enrede solo con mis propias huellas en la arena y caí vencido, más de una vez. Ella ahora era otra. No conocía otra razón que una razón cada día y una batalla por las noches. Pero las batallas fueron en el edredón y no conmigo. Con otros. Nótese el plural. Le pegaron duro en la nariz con el polvo del ángel. Le pegaron duro en su sexo con otros elementos masculinos. La perdieron y se encontró una noche en aquel mismo vértice donde estuvimos juntos, aquella vez. Corrió y soñó de nuevo bajo el sol hasta 60
  • 61. sentir que con sus dedos delgados lo alcanzaba. Se sintió liberada del temor de volver a casa. Y volvió. Como un pequeño milagro de orfebrería popular. Taller extracurricular: Junta formas de coral... Pero la vida es caprichosa hasta el final, y la muerte la levanto en sus brazos una mañana lo más de bonita del mes de Septiembre. Porque si. Porque si-da… para eso. Todo aquello que dejo se hundirá en la arena. Su recuerdo y sus pasos infantiles junto a los míos. Las viejas revistas de la efe eme y el albumcito de: Amor es…Con los dos chicos empelotas. Y nuestra primera vez, como un pacto sagrado que me tatúe en la frontal de mi cerebro. El secreto entre los dos… ¿Es que nunca volverá? 61
  • 62. MI MUSICA ES LIGERA Ella se me durmió al calor de las brasas y aprendí que no habrá remedio infalible, y ya no te confiare nada. Hoy, y solo por hoy, he despertado queriendo soñarla, pero el valium se acabo y el insomnio se burla de mis deseos más profanos. Los cigarrillos agonizan en mi boca y el abismo y la luna se aparean animales, en la punta de mi lengua, y es igual. Desigual… Algún tiempo atrás pensé en escribirle. Pero las palabras se me resbalaron anfibias por las manos y ya no se donde están. Igual, no había mucho para contarle. Solo que nunca sortee las trampas del amor. Ese fue solo un amor. Y mi música es ligera. Recuerda siempre cerrar los ojos y no pensar más en mí. Nada nos libra. Y entre estas cosas, nada mas queda. No descansare… Yo le enviare, cenizas de rosas azules. Las queme con mis lamentos repetidos en ecos vulgares que querían despertarme y contigo, volver a jugar. Ya no pienso 62
  • 63. evitar algún roce secreto. Nena. Nunca voy a ser un superhombre, pero tu solías dejarme solo. Aun sueles dejarme solo… La inercia ahora me arrojo a mí y yo aun sigo soñando. Pero sin soñar. Estoy abriendo el juego, que es eléctrico. Ilumino la costa, como un faro del pasado. Me reí descarado de ser tan cínico y despiadado, pero sufrí en silencio en mi habitación, jornadas enteras. La verdad, solo soy un hombre al agua, y eso es todo. Yo se. No lo digas más. De este amor, nada me libra. Ya nada más queda… 63
  • 64. LANGUIDAS Sólo una hora más en silencio. Por favor. Lagrimas de ratas blancas. Perforaciones en el labio de las más tontas. BlackBerry Para que se escriban estupideces y se crean importantes dentro de un transporte masivo. Dame tiempo. Yo te lo pido. El tiempo para firmar mi nombre en tu cuello. Mi lengua tiene caligrafía perfecta. Dejarte una marca, un tatuaje eterno. Como tu cicatriz en mí. Una de esas por favor, con hielo y sal, gracias. Déjenme estar quieto. Antes que todos vuelvan a hablar de dinero… Porque, cuando se acabe la fiesta toda la tribu estará sedienta. Un licor barato junto a uno costoso es una combinación ganadora. Igual, estoy rodeado de mujeres tontas y huecas. Quieren salir de la ciudad a un pueblo vecino a aparentar lo que no pueden ser, pero quieren serlo. En especial ella, la más pendeja, la que se dice chef, pero no sabe sazonarse la vida. La más insípida. La más lánguida. Cuando se sientan seguras en su alcoholemia lastimera, se subirán a cantar a las mesas. Será el momento del baile de las languis. Hay sólo una hora para algo prohibido. Una hora que pasa veloz e ínfima por el tubo roto del reloj de arena galvanizada. Tan fugaz como una neurona en el cerebro de esa chica. Esta cantando rancheras a la madrugada, en un karaoke de pueblo pobre, compuesto de viento frío y babas chispeadas de alcohol y chicles Adams sabor canela. Como si con eso se desapareciera ese 64
  • 65. aliento…Este es un tiempo muerto. Un tiempo de blandos. Un tiempo de rígidos. La luz rancia de la mañana indica que hay algo que se esta muriendo en el cenit. Es el olor de la noche que ha caído destemplada y anti-viva como una cuerda de guitarra que se revienta por la tensión. Así esta mi cerebro. Quisiera encontrar el golpe preciso para derretirme de una vez en ti. Estamos cansados y yo quiero sexo y tú quieres olvidar. La ecuación perfecta. Caes aniquilada por las pociones del dios Baco al suelo y ahora es mi oportunidad. Busco a tientas en mi ansiedad monótona y cansada el lugar en tu piel para hincar mis colmillos. Tú los sientes y gimes como si algo te accionara. Yo me río de ti mientras destruyo tus bragas en mi afán de comprender por que el amor no es tan certero como este tiempo hipnótico. Aquí no queda nada en pie, ni lo mío, que ya se cayó después de la faena. Y que razón tenia la chica tonta que acabo de desayunarme desafiando al rito, cuando dijo que cuando la fiesta se acabara, la tribu estaría sedienta. Y que risa me dará cuando comprenda que ese es el otro momento, ese es el momento del baile de los lánguidos. ¡Y que sabrosa estuvo esta langui! 65
  • 66. SI NECESITO VERTE (¿PARA QUE SABERLO?) Ahora estas cruzando la ruta, y yo no estoy en tu libertad. ¿Entre cuantas piedras que son hojas y son ramas y son musgo desteñido en el río que nunca fluyo entre vasos de cristal ahumado por la lluvia acida en donde un hombre que quiere ser niño se arropa su cabeza con una toalla y mira desvencijado las agujas de hormonas de crecimiento y las arroja al vacío y decide ser pequeño por ser solo un pequeño? Entre las fieras andas segura y tu caminar te hace comprender que puedes ser profunda y casual pero en la confusión que hecho humo por todos los cementerios no se vio el trayecto desértico que quemo los labios míos hasta resecarlos y yo me fui con la boina azul de terciopelo puesta y me dije a mí: ¡Que pendejada! Y la arroje junto a otras cajetillas de cigarrillos mientras me fumaba tu recuerdo, completamente borracho y ajeno de todo. Buscas amar a un hombre encerrado en la tempestad. Pero el órgano Hammond no dejo de sonar y el coro etéreo quejoso disemino amor en formas de otras semillas que no germinaron ni marchitaron porque estaban dentro de un frasco transparente en el laboratorio de los que ya no son y esos somos nosotros que pasamos mas de una década solos y ahora todos 66
  • 67. quieren volver a sentir lo mismo, pero eso no va a pasar jamás… No necesitas verme (Para saberlo) Soy el cautivo de tus sueños. Y entre tus ojos cerrados clame yo por la liberación pero solo me devolvieron la carta con un mensaje que decía: “Remitente desconocido” y me quede con dos facturas por pagar y ni un centavo sonó en mi alma y es porque esta totalmente quebrada e impositiva. En tu despertar dejas los ojos entreabiertos para vigilarme como una culpa ciclope que no me deja huir ni a mí, ni a Odiseo, que esta pensando en otro plan para sacarnos y yo me pregunto: ¿Las mentiras quedan? Si necesito verte (¿Para que saberlo?) Mentiras. No necesito verte (En la libertad) No necesito verte (En la libertad) No necesito verte (En la libertad) No necesito verte (En la libertad) No necesito verte (En la libertad) 67
  • 68. No necesito verte (En la libertad) Para saberlo… 68
  • 69. DOPPLER La secuencia del caer ya se oye. Ya se oye. En el soliloquio infernal de la duda, que nos mata indiferente y abrasiva, y el silencio del abandono, cada vez que me dejas. Cada vez. Yo te perseguiría hasta el sol. Yo te lo juro. Y sin más que hacer, no esta. Hoy es solo inercia. El tiempo no es nada. Un reloj esta goteando minutos locos. Un milenio pasa… Oye. Mira. Percibe. El arco suena a lágrimas cada vez que lo tensas. Llora. Tormentas. Sudor. Ambivalencia incrustada en la escalera de plata que no me lleva a tu calma. Ahora asoma tu rostro al pequeño mar oculto en tu interior. Oye las sirenas. Ya no cantan más. Odiseo se ha quedado dormido, como yo. Y si es que aun no lo entiendes… Bienvenida a mi efecto doppler. Me siento tan laxo. Me siento moire. Estoy tomando pastillas de Zen instantáneo, pero no hay nada que calme ya mi ser. Es el efecto doppler cuando te alejas de mí. El disfraz se quedo desnudo entre nosotros y las palabras hicieron estrobo, pero eran necesarias. Yo simulo tranquilidad, 69
  • 70. pero mi cabeza grita enloquecida: “No te alejes” Y la nada es solo una estación primaria. Los violines retumban tras la chirriante puerta. Y tú me miras. Y tú me miras. Esta es la frecuencia de nuestro amor. Vivo sostenido por una ilusión… 70
  • 71. LAMINAS DE REMOLINOS Dormir. Efecto circular constante. Déjame vivir este sueño. Estados de coma en las calles. Estática universal. El mejor sueño que he tenido. Un ciego visionario. Una flor. Una flor. Otra flor. Aprendizaje salvaje. Un maestro. Distorsión. Madera azul. Una causa. Un libro antiguo. Un efecto. Miradas ausentes. ¿Quién sabrá el valor de tus deseos? Plegarias. Devoción. ¿Quién sabrá? Alto voltaje. Vibración. Potencia. Gira el sol. Aleación. Unísono. Gira el mundo. Evangelios. Milagro. Decepción. Gira dios. Volátil desfragmentación. Incredulidad. Energía misteriosa. Magnificencia del amor. Resplandor. Incendios. Lava galáctica. Juegos de seducción. Al soltar mi cuerpo en remolinos. Vida. Sangre. Resplandor. Laminas de remolinos. Otra flor. Cuerdas. Percusión. Loops. Paraíso. Renacimiento. Colores santos. Zona pura. Imaginación. Placer. Perfección. La nueva aurora boreal. Supernova. Florecer mirándote a los ojos. Otras voces. Perfección. Futurismo. Medicina verbal. Rojo. Florecer los dos. Florecer. En remolinos… 71
  • 72. CORAZONES DELATORES Yo deje con cuidado un señuelo junto a tu puerta y me quede oculto detrás de cada sensación. Ella parece sospechar, pero se aleja como si nada. Ella parece descubrir detrás de mi armadura de cristal ahumado mi debilidad. La mancha de sangre en mis dedos y los vestigios de una hoguera. Todos somos hijos de la misma necesidad. Todos queremos amar. Y es ahora tu corazón el que se vuelve delator. Pero curiosamente la canción no cambio en ese alero, y tu estas traicionándome… La gente observa todo subida en el mismo árbol del final del verano. Por descuido, fui victima de todo, alguna vez. El bandoneón surgió de no se donde, y guarde ese sonido en el cajón de la alacena de la mente, y perdí las llaves de nuevo. Un olor a gas indicaba una fuga y yo encendí una vela para alumbrar mejor mi desgracia. La explosión fue sutil, pero todo se cocino, por suerte. Ella lo supo percibir y en el baile aborigen de teclados de marfil envolvió en celofán inexpugnable la certeza de mi alma. Y nada pudo impedir… En mi fragilidad encontré recortes viejos del por que de mi historia personal y este es el curso de las cosas. Mi corazón se delato a si mismo y en la vieja celda en la que siempre he habitado como un animal, se oyó un sonido mas nuevo aun. Era el de mis esposas, que se 72
  • 73. abrieron y me dejaron libre de los grilletes de mi soledad, por una vez. Por una sola vez en la vida. Y en mi improvisada liberación un suave látigo me dejo marcas de premoniciones en mi espalda y las dulces palabras que guarde por milenios mientras vagaba entre cuerpos hasta encontrarte por fin salieron de mí y por intentar frenarlas me dibujaron llagas en las manos. Pero sin querer encendí por fin tu amor y un dulce palpito me recibió en tu alma y me susurro al oído tu clave intima y decodificada así la verdad entre los dos esas palabras que atesore ya no tuvieron razón de ser y se cayeron de mis labios mientras nos besábamos. Y la luz ilumino intensa y nos quemo las alas de luciérnaga. Mantra… Y ella también descubrió perspicazmente, en mí adentro, que aquel amor era como un enorme e incandescente océano de fuego. Y su instinto de conservación la hizo retroceder temerosa de mi espíritu y en medio del más grande sentimiento de la noche más negra y salvaje de la existencia me dejo solo y esa soledad me llevo de regreso a esa celda fría en donde estoy ahora cubriendo mi frío con oscuridad y llanto. Solo espero el retorno de la fiebre, de nuevo… Y ahora son lágrimas las que van cayendo de mis labios. Ahora es sangre dolorida la que recorre mi rostro 73
  • 74. empapado y oculto. Ahora es el silencio roto solo por el final de la canción que es una gota más que se desgrana de la tormenta de mis pupilas, que ya no te volverán a ver…nunca. Como un mantra de mis labios. 74
  • 75. ¡CHAU DESASTRE! El sombrero vaquero en mi cabeza a las dos de la madrugada y el viento que corta mi boca correteando por la carretera desierta y no me importa nada. Escape electrizado de todo eso. De toda la sobrecarga del ayer. Me voy, para no volver. Yo solo se cerrar puertas detrás de mi. Miles de voltios de atracción me rondan, pero mis pasos son firmes y mi mirada levantada y altanera, como mi juventud, me da aliento y energía pura. El pueblo aquel de casas alargadas y palos de café esta quedando cada vez más y más atrás. Y eso esta muy bien. Las sombras del asfalto muestran otras sombras mas extrañas. Es mi generación, entera, que también hecho raíces nacidas de su mente y por estar creyendo que después de eso no había nada mejor también se quedaron inmóviles y con los pies clavados en el pasado. Yo debo ser un buen conductor con mi locura haciendo polo a tierra, pero los más infelices son ingenieros forestales y ahora les brindan consejos medicinales a todos los árboles de ese bosque de naturaleza muerta. Y esta es solo para vos: ¿Cómo puedes dormir? Yo no soportaba la presión, por eso me multiplique por cero y mi residual me lo deje olvidado en ese cementerio. Fundí mis naves, justo antes de la explosión, y ¡Por dios! La tracción a sangre me lo agradeció y yo me libere, aunque con heridas poco visibles, que cicatrizan bien con el paso del tiempo. 75
  • 76. Y ahora, que han pasado los años y que he seguido este camino sin respiro, veo hacia atrás y digo: ¡De que desastre me salve! Y agradezco al ángel que me cuido y por el cual a buena hora me solté y gracias a ese efecto domino en un segundo me encontré en tu orbita, extasiándome contigo, mi mas amada mujer… Tu. Por ti, llene otro vacío en mí. Y en el juego del frente a frente, medí la distancia en metros que nos separaba con mi pie. Los polos opuestos siempre generan la misma atracción. Y mi enchufe en tu conector, siempre buscando esa lasciva y deliciosa conexión. El espejismo de una sed me hizo correr, pero no importa, esa es mi revolución. Yo nunca aprendo, de las mareas soy rehén… En mala hora, alguna vez yo te solté. Y en el seguir sin descanso, firme en mi objetivo, hubo un segundo que se desprendió del engranaje del tiempo y en ese segundo me encontré de nuevo en tu precioso y furioso mar, aunque sin saber de ti. Pero en la inmensidad abisal de la banda ancha, aleteaste tus divinas alas y te vi, por suerte para mi. Yo se. Soy el mismo. Algunas cosas siempre vuelvo a repetir. Y es así… Y nunca más volví. Aunque me fuercen nunca diré que ayer era mejor. Mañana…es mejor!!! 76
  • 77. EL CIELO ES UN LAGO Un lago en el cielo. El cielo es un lago. Las nubes son cisnes perfectos y mágicos. Quiero ser suave, para así, evitar tu dureza. Llama mi nombre en la inmensidad inagotable. ¡Oh mi nena! Mi amor estará a tu alrededor para siempre. Para toda la vida. Yo apague tu fuego y tú encendiste mi agua. El destino inflexible vino a separarnos y yo no me agarre de nada y volé lejos de tu belleza destrozado en miles de pedazos. Y de eso, inclusive, puede que no haya certezas… En la mira un arco iris intenso nos esta esperando. ¡Oh mi nena! Mi alma estará siempre a tu lado. Cuidando. Solo buscando. Vamos despacio, para encontrarnos. Que no se entrometa mas el tiempo. Ese es solo arena en mis manos. Veo mis penas abiertas sobre la mesa. Y se por tus marcas, cuanto has amado. Más de lo que prometiste. Y esta bien. Hoy te apure por medio de una carta. Estaba tan sensible que no pude evitar enviarla. Y tú contestaste tranquila. Tus palabras de vuelta son espejismos, que aumentan mi sed. Perdón por la indiscreción. Si me adelante, no me hagas caso. Tú sabes bien como es esto. A veces no puedo con la soledad. Y ya se, no lo digas. Yo se cuanto has dejado para olvidar lo que hiciste y sentir algo que nunca sentiste. Y eso se llama amor. All you need is love. 77
  • 78. Eres la respuesta a la pregunta. Eres el paisaje mas soñado. Nada que se pueda volver a escribir reemplazara estas palabras encontradas en el fondo de un vaso repleto de soledades ultrasónicas. Sacudiste las más sólidas tristezas. Las mías, y para colmo, lo hiciste parecer fácil. No ha existido año en el que no te haya buscado. Y tú, respondiste cada vez que te he llamado. Yo te hice un presente. Yo deje algo para ti. Un lago en el cielo, ese es mi regalo. Espero sirva para olvidar lo que yo hice. Espero que las luces te lleven hasta mí. Espero que estos vientos te acerquen hasta aquí. Y todo alumbre un uno entre mil. Espero que algún día me perdones por no poder reemplazarte y solo me queda seguir viviendo y soñándote, para siempre. Y en esos sueños no existirán más las culpas ni los errores. Y en esos sueños somos felices y dos corazones están tranquilos y hasta parecen uno. Y en esos sueños si puedo hacerte sentir algo que nunca sentiste. Hacerte sentir algo que nunca sentiste. 78
  • 79. EN LA CIUDAD DE LA FURIA Ya me voy sin retorno (Por suerte) y me veras volar por la ciudad de la furia. Con los ojos cerrados no me ves, y menos donde nadie sabe de mi, y yo, al parecer, soy parte de todos. Dejare aquí los lugares que por ahora recuerdo y que probablemente no cambiaran durante toda mi vida. Algunos sitios son para siempre, en cambio, la gente no. Nada cambiara con un aviso de curva, y se muy bien, que es lo que yo siempre he amado. Eso no necesito que nadie me lo enseñe. Las personas que me rodearon hasta aquí, han cambiado. En sus caras veo el temor. ¿Qué estará pasando? Deje las historias en la maleta de cuero escondida en el placard del pasado. Y ya no hay fabulas, en la ciudad de la furia… Me veras caer, como un ave de presa. El vuelo errático desentonara el paisaje virtual al son de la melodía de estas palabras, en las cuales confieso, que en mi vida, siempre lo ame todo. Sobre terrazas desiertas me desnudare y por las calles azules buscare tu nombre y descubriré que yo ya sabia que nunca hemos sido ni jóvenes ni viejos. Siempre hemos estado aquí. Siempre. Y ¿Cómo puedo saber si he amado si nunca he aprendido a odiar y perdonar a nadie? No lo se…Todo lo que siento es muy extraño y mi cabeza no me deja parar. Ya viene la luz de un nuevo amanecer y me refugiare, antes que todos despierten y me vean, aquí tirado, y tan perdido… 79
  • 80. Me recibirás alguna vez en tu cuerpo de dynamo y me dejaras dormir al amanecer, entre tus piernas. Entre tus saladas y envolventes piernas. Nos devoraremos la piel hasta el final del invierno y sabrás ocultarme bien en la biografía de tus años y desaparecer entre la niebla. Entre la fiel y firme niebla. La que deja la noche cuando se va y se resiste a desaparecer, a pesar de estar por ahí el sol y la luna, y todo lo que solo se puede ver, pero nunca tocar. Así como tu… Un hombre alado, extraña la tierra. ¿Por qué será? No quiero presenciar nunca más algún retorno. Eso se los dejo a los más tontos. A los que trafican realidades con mentiras, en forma de pastillas, placebos, recuerdos y fotos. Yo no puedo hacer eso. Yo estoy afuera, caminando. Y aunque la luz del sol derrite mis alas, en esta mañana interminable, espero la vuelta de la noche, para que en su oscuridad, pueda encontrar lo que me une a esta ciudad de la furia. Sabes bien. Me veras caer, como una flecha salvaje. La que se le escapo a Cupido, por andar enamorado. Así fue como yo encontré el amor. Y esa primera vez en mi vida en la que lo vi todo tan claro. Y ahora que lo pienso, toso eso esta tan lejano, que mi alma se abre en dos. Vivimos entre estaciones de otoño y viento, y vemos pasar la historia misma estando tan solos encerrados en nuestro rincón, deseando poder salir de allí, al 80
  • 81. menos una vez. Sentimos el miedo del abandono y la caricia de lo que ya no volverá jamás. Los brazos de una despedida nos aprietan fuertemente y despertamos envueltos en llanto y ausencia. Y los días nos hacen mas sabios y mas solitarios, y creemos que eso esta bien. Y en realidad solo queremos ser niños y niñas corriendo por el parque al mediodía inventando historias locas y riendo unos con otros y no nos damos cuenta que solo queremos amor. Y si me ves caer entre vuelos fugaces, es porque quiero ir de vuelta a mis sueños profundos, donde encontrar algo de piel. Esta ciudad se ve tan susceptible que por momentos da miedo. Este es el destino de furia. Esto es lo que en sus caras, aun persiste. Un hombre alado, prefiere la noche. Y yo ya se por que… No me veras volver jamás de la ciudad de la furia. En las noches, a veces, me despierto y me quedo contemplando el vacío y me pregunto: ¿Qué pasara? 81
  • 82. TU OTRO CRIMEN La espera finalmente me agoto y me caí como una hoja desprendida y muerta de la rama de la infelicidad. Yo ya no se nada de ti y ni te imaginas todo lo tanto que dejaste en mi. Encendido y en llamas me acosté en la lapida color lento degrade, fría como un corazón abandonado. Supe que te perdí y la verdad me abofeteo sin compasión hasta hacerme bajar la cabeza, totalmente derrotado. ¿Que otra cosa puedo hacer? Estoy acá sentado al borde del abismo y del otro lado la vieja iglesia campanea anunciando las seis. Si no olvido moriré, o tal vez ya estoy muerto por default sin ti. Y ese fue tu otro crimen. Dejarme solo. Otro crimen más sin resolver. Con una rápida traición, salimos fácil del amor. Eso le pasa al que le pasa. Eso sucede cuando sucede. Tal vez me lo busque por esa manía vieja de estar contando gotas derramadas de la cicuta. Y mi ego va a estallar, y es como una marca castigadora, ahí donde no estas, un demonio de varias cabezas me esta empujando por la espalda, mandándome de bruces al careo. Y esa bestia son mis celos, otra vez. 82
  • 83. No se cuanto falta y si es muy tarde. ¿Qué otra cosa puedo hacer? Soy un muñeco inmóvil y olvidado en la estrecha carretera polvorienta de tu exilio. Solo se que yo soy tu otro crimen. El peor. El más cruel. Otro crimen sin resolver. Ahora se lo que es perder. ¿Cuánto tiempo más llevara? 83
  • 84. AMOR KARAOKE Tú ya no me necesitas. Miente fácil. Dispárame el veneno a quemarropa, que todo me sabe bien ahora. Tú eras alguien a quien yo solía conocer. Pero los años nos hacen trampas y nos cambian el rompecabezas por legos y los CDs por mp3 y ya no es tan fácil como antes verlo todo bien. Fue muy simple despegar. Mi cama es el cabo cañaveral y cada mujer ha sido un rocket que se va hasta perderse en el infinito. Solo basta un corto tiempo para buscar un nuevo corazón. Eso me lo dijiste tú, alguna vez, mientras te llenabas la boca con todo lo mío. Y me dejabas vacío y enloquecido, hasta el más suave placer, que me volvió adicto y no recuperado. Ahora tú vagas por las vías del tren, presentando tu propio show, dedicado a mi memoria. Ese fue tu dolor. Esa fue tu venganza. Ahora eres como un rey vengador, en el reino de la desdicha. Mujer. Ya no te alcanza con improvisar. Me di cuenta una noche al pasar por el viejo antro sonoro, en donde estabas con cualquiera, y el descaro siempre hizo parte de tu diversión. Ahora todas las noches vamos riéndonos encantados después de beber y oler algo, a ver tu show. Siempre disponible en un pequeño cuarto de motel, que tiene como telón de fondo al mar. Pero hoy te invito a leer mis labios. Este es mi amor karaoke. Yo tengo un juego nuevo. Yo te propongo algo: Como un rey, convénceme. En el reino de los que han sido vencidos. En mi reino, donde soy juez y dictador. 84
  • 85. Mírame, tu, tan fémina. A tus odiadas arañas y a ti les digo: Convénzanme. Convénceme. 85
  • 86. TÚ Y MI ARTEFACTO Dame todo lo que tienes ahí debajo, y que me sabe como tan a dulce, nena. Suelo volver amargo y eso que tú me haces me dice algo. Quiero tenerte así por horas y horas. Tiempo duplicado en el intento inexacto de detener el espacio, y quedarse quieto por lapsos. Conmigo no es una charla de computadora. La diversión viene en mi envase retornable. Lo que ofrezco y garantizo es un presagio más feliz. Más feliz. Tus mundos imaginarios ahora están flotando en el aire. Mi lengua también esta flotando en tu piel tierna, inocente y salvaje. Pasan por nuestros cuerpos ecos de mil radares. Son tus feromonas. Cuanto me afectan, nadie lo sabe. Solo yo. No te mientas más por mí. Ningún engaño te hace feliz. Te hago feliz… Esto que tengo aquí en mi mano no es solo un invento para pasar el rato. Es un aparato sagrado. Es mi artefacto. Y ningún artefacto es visionario. Pero yo si. Tu no. Yo si. 86
  • 87. LÁGRIMAS Y TÉ Las tazas sobre el mantel delataban que había algo más que dos en esa mesa circular de madera fina y curada traída de Centroamérica. La lluvia derramada, presagio de algo triste, dejo las calles brillantes y frías. Melancólicas. Extrañas. Un poco de miel no basta para lo que se viene encima. El eclipse, que no fue parcial cegó todas las miradas. La oscuridad, la misma rutina, el anhelo sagrado. Los resultados clínicos sobre el blanco mantel bordado. Uno de ellos vio que ella lloraba por otro. Te para 3. Una mala noticia y una familia sentada a las cuatro de la tarde en silencio. Madre, padre e hijo. Lagrimas que ruedan libres, porque vienen del alma. Entablan un acuerdo doloroso en sus pechos. Preparan la despedida del padre mas amado, que pronto morirá… 87
  • 88. ANIMAL Hipnotismo inmóvil de un flagelo, que es dulce. Es tan dulce. Una cama grande en medio de la penumbra. Ropas tiradas en desorden digital. Cuero, piel y mucho metal. Labios rosa, uñas escarlata, la vieja insignia del deseo, carmín y charol. Cuerpos que se agitan, un hombre al agua, no estamos hablando de amor. Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor… Jadeos atemporales y rasguños en la espalda. Cada día una hora, cada hora una vida. Cada lágrima de hambre, el más puro néctar. Bebida salvaje, con limón, pero sin sal y sin sangre. Cigarros encendidos, mecheras burbujeantes. Nada más simple que la entrega y el abismo. Nada más dulce que el deseo en cadenas. Voces que se agitan. Barcos a la deriva. No estamos hablando de amor. Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor… Es justo ahí. Es cuando mas se pide y se vive. Placer animal. Canción animal. Sexo animal. No me sirven las excusas. Mentir es mejor. No me sirven los sueños. Vivir es mejor. No me sirven las palabras, gemir es mejor. No me sirven los arrepentimientos. Ser 88
  • 89. valiente es mejor. No me sirve ser humano. Animal es mejor. Mucho mejor. Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor… 89
  • 90. MUNDOS, QUIMERAS Y ARENA Prendan hogueras. Hogueras negras. Bailen salvajes. Quiten imágenes. Sin temor. Lancen colores. Viva la patria mix. Al cabo todo ira mejor. Labios en rouge. Ojos en llamas. Cebras en celo. Miedos de cuero. Arde mi cama. Arde mi ropa. Arden condones. Arde mi cara. Y quema. La tina llena. Pulpos con rabia. Cielo invertido. Pixeles lunáticos. Corta mis venas. Corta mi entraña. Y sangra conmigo. Calma tu lema. Bebe encantada. Come frenética. Lame contenta. Mi poción te envenena. Mis manos te arrasan. Mi lengua te prueba. Ahora espera. Pinta tu aldea. Grita cantando. Mueve tu cadera. Mundo de quimeras. Yoga del sexo. Tierra. Arcilla. Arena. La gente no sabe. La gente no siente. La gente no cree. La gente no quiere. Un cuerpo accesible. Un cuerpo volátil. Un cuerpo inflamable. Un cuerpo si cuerpo. Es presa fácil. Es trampa loca. Es intoxicación. Préndanme vida. Préndanme música. Préndanme fuego. Préndanme chicas. Mi alma liberada. Mis oídos abiertos. Mi carne quemada. Mi cuerpo excitado. Es menos frágil…Y por mas agujas que me claven, yo seguiré. Por más caminos que me borren, yo caminare. Por más por menos da menos, y yo digo: mas. Si la suerte ha sido echada, entonces ¿Importa algo? Con tu elixir femenino yo voy a rociarme y a incinerarme. Quimeras sin sentido. Quimeras sin quimeras. Quimeras sin historias. Quimeras sin superstición. ¡Prendan hogueras! 90
  • 91. ENTRE REZOS CANIBALES Una eternidad esperamos este instante. Mírame. Estoy aquí. No te dejare deslizar en recuerdos quietos. Mi amor. Mi vida entera. Yo seré lo que no soy ahora. Yo seré. Yo prometo. Cuando cae el sol, yo sigo soñando. No hay balas rasantes que matan. Óyeme donde el sonido nunca ha existido. Allí te hablare. Ven y come de mí. De mi carne. Entre rezos caníbales. Entre pétalos de rosas azules. Entre acordes sutiles. Tomate el tiempo en desmenuzarnos. No puedo ser otro que no sea yo. Perdón, espero que eso te sea suficiente… Entre caníbales, el dolor, es veneno. Mi nena. El agua corre libre hasta que cae en las manos del sediento y entonces ya no lo es más. Ya no hay vergüenza. Yo solo llamo tu nombre entre plegarias y tinieblas del árbol de los pecados de frutos rojos y prohibidos, en donde estuve comiendo como un cerdo el día de ayer. Lo siento, es que a veces no se me contener. Tú no me sentirás, hasta el fin. Solo por este momento. Solo por dejarlo ser. Mientras te muevas lento y jadees mi nombre, que te mata. Allis ere un recuerdo correcto en tu vida. Allí estaré indeleble. Tócame. No me dejes morir frío y loco cada vez que vuelvo y descubro que tus ecos, aun están. Mis ojos ahora pueden ver. Es un milagro fabricado por tu cuerpo. Es una caricia que me dio en mi rostro tu alma. Siento la belleza venir lentamente hacia mi. La bossa nova del canabis es sahumerio de humo blanco en nuestro espacio. Un piano afinado en 91
  • 92. otro tono resuena entre relámpagos que alumbran la vieja selva en donde perdí las palabras para expresarte cuanto te debo agradecer por ser y estar siempre pendiente de mis tonterías, como esta, que ya no tiene sentido, pero sigo diciendo: Gracias. Rezos caníbales al fin y al cabo, pero son del abismo y la luna en el séptimo día. Mi vida en tus manos y una eternidad, espere este instante. 92
  • 93. PERSIANAS Yo te prefiero fuera de foco en la toma mas intima que es mi deseo malvado de tenerte y morderte como una naranja jugosa en medio del desierto. Inalcanzable, si eres y a la vez, no tanto. Todos estamos hechos de lo mismo. No hay rollo. Yo te prefiero irreversible. Claro. La pasión debe ser como un tren: Sin reversa. Casi intocable. ¿Cómo voy a saber como es tu cuerpo si no he tocado jamás tu alma? No quiero avanzar en cosas tontas con una mujer para después mirarme al espejo u decir. Oh no. Tus ropas caen lentamente y al rozar el suelo generan un nuevo sonido aun no descubierto en mis tímpanos que me hace erizar la piel y caer a tu lado hipnotizado y sin fuerza para pensar. No lo se. Soy un espía, un espectador, un extra, un director, un extraño, un perdido. No se que soy en tu cama. ¿Cómo saberlo? Y el ventilador desgarrándote en aspas de viento y seducción me hace creer por primera vez que te excita pensar hasta donde llegaré. Déjame virar hacia el mar de gelatina que queda a la izquierda de mi espejo retrovisor. Vivamos fácil ignorándolo todo. Déjame agarrarte como una vagabunda y después te ofreceré amor y un coctel con aceitunas flotando para siempre. Es difícil de creer, y esta bien. No se ha donde nos llevan nuestros sueños prohibidos. Creo que nunca lo podré saber. Las trompetas etéreas anuncian la llegada del final. Y en medio de las sombras y siendo así, y solo así, yo te veré a través de mi persiana americana. Es una condena agradable no salir jamás de un sueño. Volar por las ciudades y no caer y caminar volando. El 93
  • 94. instante previo es como un desgaste y yo uní las dos líneas para darles sentido, y eso no esta mal. Una necesidad es más que un deseo y lo volví a hacer de nuevo. La felicidad es una ballena blanca y desproporcionada y me di cuenta de eso aquella vez que estuvimos al borde de la cornisa, casi a punto de caer. Recuerdo mi pavor y tu risa tranquila. Tú no sientes miedo. Eres como una cometa que se le reventó la cuerda y se perdió entre el verde viento. Aun sigues sonriendo a pesar del tiempo. Y sé que te excita pensar hasta donde llegaré… ¿Es difícil de creer? Yo estoy llorando. Y creo que nunca lo podré saber. La relativa debilidad de un orgasmo y su devenir en donde sólo así yo te veré, recostada, desnuda, preciosa, ciudadana de mi sexo, a través de mi persiana. De mi persiana americana Lo que pueda suceder, va a suceder. Con tigo no hay rodeos. No me entiendas. No me mires. No pronuncies jamás mi nombre. No gastes fuerzas para comprender. La ciudad se esta cayendo a pedazos nadando entre hielos con gaseosa. Tengo adentro mío un paraíso de niños prodigios. Solo te podré ver a través de mi persiana e imaginar estas cosas que nunca ocurrieron. Sigo esperando. Esperando… 94