1. ¿Y DONDE ESTÁN LOS VALORES?
La vaca sin culpa es una obra literaria que consiste en emitir al lector una
reflexión sobre los aspectos más relevantes de la vida cotidiana, como lo son
los valores que de alguna u otra manera, se están degradando poco a poco por
el mal uso de la libertad conocida como libertinaje, por la maldad del muchas
personas y hasta por el inconformismo entre partes.
Ahora bien, yo me pregunto porqué se están perdiendo los valores; con
relación a esto, muchos dicen que por que se han invertido los significados en
cuanto a que estamos amando a los objetos y usando a las personas y que
además no les importa en lo absoluto.
Desde mi punto de vista, la vaca sin culpa pretende demostrar que a pesar de
todas las circunstancias que se nos presente en la vida, es necesario saber
amar, convivir, soportar, creer y sobre todo entender que Dios esta con
nosotros, pero reconociéndolo como el todopoderoso; pero lo que si es cierto,
es que si no nos preocupamos y proponemos en buscar la solución a tan
grave problema, nuestras vidas en unos años será desastrosa y paupérrima,
moralmente.
La vaca sin culpa es una nueva compilación de anécdotas y parábolas que
cumple la función de contribuir a la difusión de mensajes que refuercen los
valores y, por esa vía, ayuden a mejorar la suerte de nuestras sociedades
latinoamericanas; por tal razón me atrevo a decir que si nosotros mismos
reforzamos la lectura de esta obra, la vida de nuestras sociedades cambiaria
radicalmente a favor de todos.
Así mismo, cabe mencionar, que la presente selección tiene la facultad de
servir al lector de siempre y a los nuevos, de tal modo que puedan utilizar
estas pequeñas historias en sus introspecciones propias, en la educación de
sus hijos, en las aulas y en los ambientes culturales, y aplicar dichas lecciones,
cuando sea posible, en la reconstrucción del tejido ético y social de nuestras
comunidades.
Sobre este punto en particular considero que la vida me ofrece lo mejor cuando
pienso positivamente y actúo decididamente. La vida me brinda lo mejor
cuando estoy animado, irradio seguridad y me esfuerzo con perseverancia.
Eso es lo que llaman "buena suerte": mente positiva, acción positiva,
entusiasmo desbordado. No soy afortunado porque se me aparecen las
oportunidades, yo creo las oportunidades con mi entusiasmo. Me va bien
porque hago las cosas bien. Mi buena suerte es el lógico fruto de mis buenas
acciones.
La fe y el amor me permiten tomar los obstáculos como retos; saco valiosas
lecciones de los errores.
2. "Alcanzo lo mejor porque pienso en lo mejor, creo lo mejor y lucho por lo mejor"