Teresa Daffunchio y María Colacino continúan recorriendo
lugares pintorescos y emblemáticos porteños, fuera del circuito turístico habitual, que esconden interesantes historias.
En esta segunda edición: El Club del Progreso, con 167 años de vida.
Club del Progreso, 167 años de historia en Buenos Aires
1. 30 . Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina
Sitios históricos
de Buenos Aires
Sociedad!
Sitios históricos
de Buenos Aires
Teresa Daffunchio
y María Colacino
continúan recorriendo
lugares pintorescos y
emblemáticos porteños,
fuera del circuito turístico
habitual, que esconden
interesantes historias.
En esta segunda edición:
El Club del Progreso,
con 167 años de vida.
2. E
l Club del Progreso fue fun-
dado el 1 de mayo de 1852,
luego de la batalla de Case-
ros, en tiempos en que la so-
ciedad argentina se encontraba dividida
entre Urquicistas y Porteños.
La historiadora Lucía Gálvez relata en
el libro por los 150 años de la institu-
ción que Don Diego de Alvear convo-
có entonces a 56 vecinos a fundar un
club cuyos objetivos fueran “desen-
volver el espíritu de asociación con la
reunión diaria de los caballeros más
respetables, tanto nacionales como ex-
tranjeros… uniformando en lo posible
las opiniones políticas por medio de la
discusión deliberada y mancomunar los
esfuerzos de todos hacia el progreso
moral y material del país”.
El abogado Guillermo Lascano
Quintana, presidente actual del
club, aclara respecto a esa prime-
ra convocatoria que “se trataba de
gente que tenía alguna participa-
ción literaria, política o comercial,
y que no necesariamente era de
aristocracia familiar”. Tras lo cual
agrega que uno de los presidentes
que tuvo el club años más tarde
fue Roque Sáenz Peña, “el autor
de la ley que democratizó las
elecciones en la Argentina”.
Pero no sólo se debatían en el
club temas políticos, sino que
. 31andarobrasocial
se planteaba terminar “con la división
y la desconfianza recíproca”, también a
través de diversas actividades sociales,
principalmente bailes y tertulias, don-
de se encontraban las más importantes
personalidades del momento.
En la actualidad
El Dr. Lascano Quintana cuenta que el
Club del Progreso mantuvo ese carác-
ter durante largo tiempo, asimilando
Desde sus co-
mienzos el club
admitió socias
mujeres, algo
poco frecuente
para la época.
Cecilia Grierson,
profesora, filán-
tropa y primera
médica de nacio-
nalidad argentina,
fue una sus so-
cias destacadas.
3. Sociedad!
32 . Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina
las nuevas costumbres de la ciudad
e incorporando el deporte como otra
de sus actividades.
Desde 1941, está instalado en la
calle Sarmiento 1334, antigua resi-
dencia privada de un miembro de la
familia Duhau construida por los ar-
quitectos Lanús y Hary.
En los últimos años su funcionamien-
to se ha inclinado a la realización de
actividades de tipo cívico cultural a
través de debates, seminarios y confe-
rencias. Actualmente cuenta entre sus
instalaciones con una biblioteca circu-
lante que se puede visitar, y entre sus
Dieciocho presidentes
de la República han sido
socios activos del Club
del Progreso. Entre ellos,
Justo José de Urquiza,
Bartolomé Mitre, Domin-
go Faustino Sarmiento,
Nicolás Avellaneda, Car-
los Pellegrini, Hipólito
Yrigoyen, Luis y Roque
Sáenz Peña.
Sedes anteriores
del Club
La primera sede estaba ubicada
en la calle Perú 135. En 1857, el
Club se trasladó al Palacio Mu-
ñoa, en la calle Perú esquina Vic-
toria (actual Hipólito Yrigoyen),
donde se mantuvo hasta 1900 (el
edificio fue demolido en 1971).
La tercera sede, de estilo francés,
fue construida por José C. Paz. Se
situó en la Avenida de Mayo 633 y
fue donde, dicen, se vivió la épo-
ca de mayor apogeo del Club.
jornadas se destaca un “Foro de la Ciu-
dad” donde, una vez por mes, se invita
a participar de un almuerzo a alguna
personalidad destacada de la cultura.
Finalmente, el Dr. Lascano Quintana
aclara que “todas las actividades son
abiertas la comunidad” e invita a todos
a acercarse al Club del Progreso sim-
plemente a recorrer el lugar o a comer
en alguno de sus dos restaurantes.
En esta mesa descansó el cuer-
po de Leandro N. Alem, luego
de que suicidara y fuera recibi-
do por el entonces Presidente
del Club, Roque Sáenz Peña.
Retrato de Diego de Alvear que se puede apreciar
en el Club del Progreso. Fue pintado por Joaquín
Sorolla en 1903, artista español con una prolífica
obra etiquetada como impresionista, postimpre-
sionista e iluminista.